EL SEMINARIO MENOR. Dra. Stella Cabildo Obregón. Introducción

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1 261 EL SEMINARIO MENOR Dra. Stella Cabildo Obregón Introducción El Seminario Conciliar de México en su sección de Preparatoria, ha observado con dolor la deserción entre los formandos; los grupos de seminaristas se hacen pequeños y solo unos cuantos ingresan después de tres años de esfuerzos al curso introductorio. Ha observado también que en algunos casos, la sección Preparatoria es utilizada por los jóvenes, como una forma barata de estudiar, sin que en realidad haya un deseo de continuar la formación hacia el sacerdocio. Ante este panorama un tanto desalentador, la Rectoría se planteó la necesidad de entender las causas de la deserción, para que, a partir de su conocimiento sea posible tomar las medidas preventivas necesarias y apoyar al proceso vocacional, resolviendo la problemática de los seminaristas y previniendo la deserción. UNIR, institución privada especializada en el diagnóstico neuropsicológico y en desarrollo humano, ha venido colaborando con el Departamento de Psicopedagogía del Seminario Conciliar de México desde hace cinco años, en la formación humana de la Casa Huipulco (Seminario Menor). A partir de su llegada ofreció al Seminario un programa de asesoría y colaboración en las áreas psicopedagógicas; colaborando en las funciones preventiva, educativa, terapéutica y consultiva. Se realizó en estos años un trabajo de investigación en el que se analizaron las causas de deserción en el Seminario Menor, los efectos de acompañar el desarrollo humano de los formandos en las vocaciones y la pertinencia de tener formandos de preparatoria. Los resultados indican que es una etapa excepcional para trabajar con ellos, ya que se incide en sus problemas cuando aún pueden ser modificados. Se descubrió que las causas de deserción del Seminario Menor, tienen que ver en

2 Stella Cabildo Obregón 262 un 50% de los casos, con problemas emocionales no resueltos; en un 30% se debe a problemas de aprendizaje y solo un 20% de las deserciones son por razones vocacionales, las cuales incluyen un 10% que decide ir a otro tipo de Seminario. En aquellos que desertaron por las dos primeras causas, se ignora si había o no vocación, pues los problemas forman una barrera que impide la maduración. Metodología En octubre de 2001, se aplicó a los alumnos que ingresaron a primer año de Preparatoria y a primero de SEMFAM, un perfil psicopedagógico integrado por entrevista y las pruebas de H.T.P., Machover y MMPI-A. Durante tres años, los candidatos recibieron la formación del Seminario y una hora semanaria del taller de desarrollo humano, con las siguientes propuestas: Para el primer año, conocimiento de sí mismo, manejo de sentimientos y autoestima. Para el segundo año, desarrollo de habilidades de comunicación e inteligencia emocional. Para el tercer año, sanación emocional de los conflictos con sus padres y maduración del proceso de discernimiento vocacional. Al terminar los tres años de Preparatoria, se aplicaron nuevamente a los formandos, entrevista y perfil de personalidad. La población inicial fue de 42 jóvenes, 30 internos y 12 dentro del programa de SEMFAM. Los perfiles de personalidad fueron aplicados por la facilitadora que trabajó con los jóvenes durante los tres años de Preparatoria. Tanto el perfil de personalidad inicial como el final, fueron calificados por una psicóloga que no conoció a los jóvenes y que ignoraba cuales de ellos habían salido del Seminario y quienes continuaban en él, esto para asegurar una mayor confiabilidad en los resultados. Resultados En el perfil de personalidad de ingreso aplicado al grupo de internos, se observa que al 37% de ellos se les dificultaba obedecer las reglas y responsabilizarse de sus actos, el 13% presentaba tendencias depresivas que implicaban poca motivación para el trabajo y el 50% restante, tenían dificultades para establecer relaciones interpersonales satisfactorias con tendencia a una gran susceptibilidad. En este mismo grupo, la investigación reflejó que el 60% de los Seminaristas presentaba una o más patologías psiquiátricas, clasificadas de acuerdo a los criterios vertidos por la Asociación Psiquiátrica Americana, en el DSM-IV. El perfil de personalidad que tenían los individuos en el grupo de SEMFAM al ingresar, estaba compuesto de la siguiente manera: al 58% de ellos se les dificultaba obedecer las reglas y responsabilizarse de sus actos y el 42% restante, tenían problemas para establecer relaciones interpersonales satisfactorias, por tener un estilo

3 El Seminario Menor manipulador. El 90% eran inmaduros para su edad cronológica. En el grupo de SEMFAM, la investigación reflejó que solo el 25% de los Seminaristas presentaban una o más patologías psiquiátricas, clasificadas de acuerdo a los criterios vertidos por la Asociación Psiquiátrica Americana, en el DSM-IV. Las causas de deserción del Seminario, tienen que ver en un 50% con problemas emocionales no resueltos. En general, los jóvenes en estas etapas son muy sensibles a las relaciones interpersonales, buscan un modelo al cual seguir al que idealizan. Esto genera muchos problemas en sus relaciones con el formador, que sumados a los que ya traían desde casa, van provocando una decepción, que al final se traduce en falta de motivación para perseverar en la vocación. El 30% de las deserciones, corresponde a trastornos del aprendizaje que no han sido superados en etapas previas, básicamente en dos áreas: las matemáticas y la comprensión y expresión de la lectoescritura; algunos también presentaban problemas en las áreas de atención y memoria. Estos problemas impidieron a los seminaristas completar la Preparatoria, por lo cual tuvieron que ser dados de baja. La investigación realizada mostró, en los perfiles de personalidad finales, que de los jóvenes que desertaron en los primeros dos años del Seminario, solo un 30% logró resolver su trastorno de personalidad, contra un 90% que sí lo consiguieron de los que se quedaron los tres años. Observamos que la energía psíquica, entendida como la disponibilidad que tiene el individuo para realizar las funciones psíquicas, aumentó en proporción directa al tiempo de estancia en el Seminario. Lo mismo sucedió con la fuerza yoica, que es la fortaleza que tiene una persona para enfrentar las diversas circunstancias de la vida. Se observó también una notable disminución en la ansiedad. En el 100% de los Seminaristas, al finalizar el tercer año, se observa un mayor conocimiento de sí mismo, mejoría en la conciencia yoica, y en su autoestima, así como en el manejo de sus emociones y una mejoría considerable en la satisfacción de sus relaciones interpersonales, tanto con sus iguales como con la Autoridad. En cuanto al sentido de responsabilidad, el 70% de los internos y el 100% de SEMFAM, logró una mayor responsabilidad. De los internos que tenían problemas de identidad sexual, el 90% lo resolvió. Detectamos que el curso de desarrollo humano requeriría en su etapa inicial, un mayor énfasis en el manejo de sentimientos y en la resolución de problemas emocionales, para evitar una deserción temprana. Conclusiones Consideramos que el Seminario Menor, tanto en su modalidad de internos como en SEMFAM, son 263

4 Stella Cabildo Obregón 264 programas que no deben ser abandonados, porque los jóvenes están en una etapa donde casi todos los problemas que impiden que florezca su vocación, pueden ser corregidos; situación que ya no se presenta en etapas posteriores. Asimismo, el costo emocional, económico, físico e intelectual que implica corregir los problemas emocionales y de aprendizaje en los alumnos de Preparatoria, es considerablemente más bajo que si los procesos se inician posteriormente. El poder detectar las patologías en los menores, plantea la cuestión de rechazar a los candidatos que presenten patologías psiquiátricas o trastornos del aprendizaje; que en el caso de la presente investigación, hubiera sido del 60% de la población, 30% con trastornos psiquiátricos (14 individuos) y 30% con trastornos del aprendizaje (14 individuos), o bien, decidirse a darles tratamiento durante la Preparatoria. Nuestros estudios revelan que es posible superar entre el 80 y 90% de los trastornos. En el caso de la presente investigación implicó que del grupo inicial de 42 individuos, 10 de ellos llegaron al Curso Introductoria. De estos 10, a 3 se les apoyó en la resolución de sus problemas emocionales, a 3 en la resolución de sus problemas de aprendizaje, en un caso no se trabajó el problema e ingresó así al curso Introductorio, y en 3 personas no se detectó patología. Nos parece indudable que Dios tiene múltiples formas de llamar a los jóvenes a su servicio, ya que dos de los formandos que llegaron más interesados en estudiar la Preparatoria, descubrieron en el proceso su vocación y decidieron ingresar al curso Introductorio. Discusión Es necesario decidir si se practica a los alumnos de nuevo ingreso un diagnóstico que incluya perfil de personalidad y detección de problemas de aprendizaje, para poder darles tratamiento rápido e integral a los trastornos que se detecten. Si es conveniente aceptar a los alumnos con problemas, para darles tratamiento en aras de la vocación, o es mejor rechazar a aquellos que no cubran un perfil básico de personalidad y presenten trastornos. Nosotros consideramos que en el caso de aceptar alumnos con trastornos, es mejor recibirlos y tratarlos, porque de lo contrario, los problemas continúan allí y más adelante serán obstáculos en su formación, lo que finalmente conducirá a su deserción. El Seminario Menor es la etapa ideal para detectar y corregir patologías tanto de aprendizaje como emocionales, que de otra manera impedirían al seminarista continuar su formación. Sin embargo habría que evaluar el costo que esto significa para el proceso de formación. La discusión sobre la pertinencia de dar formación en la etapa Preparatoria sigue abierta, quizá esta investigación

5 El Seminario Menor permita el planteamiento de procesos de formación y acompañamiento, previos al curso Introductorio, que sean más eficientes, para lograr mejores candidatos al Seminario Mayor. Debe tomarse en cuenta que el joven adolescente que ingresa a Preparatoria, está aún en un proceso de discernimiento existencial, por lo tanto, resulta ilusorio pensar que todos 265