La campana rota. Zarzuela en dos actos Texto original de JOSÉ TELLAECHE Música de FERNANDO OBRADORS PERSONAJES Y REPARTO

Transcripción

1 . La campana rota Zarzuela en dos actos Texto original de JOSÉ TELLAECHE Música de FERNANDO OBRADORS PERSONAJES Y REPARTO SONIA... FILOMENA SURIÑACH... ENRIQUETA TORRES... EMILIO SAGI-BARBA... RAFAELITO DÍAZ ANDRÉS... RAMÓN CASAS IVÁN... SR. BALAGUER ALEJO... SR. TEJADA ALEJANDRO... SR. GARRIDO Estrenada el 15 de febrero de 1929 en el Teatro Apolo de Barcelona. ACTO PRIMERO La acción se desarrolla en una aldea rusa de la región de Kiev, durante el reinado del tiránico Alejandro III. La primera escena representa el interior de la casa de Andrés el Mujik, una «isba» pobre. Al empezar la acción, Sonia comenta con las hilanderas su noviazgo con Yanko, el cual partió del pueblo hace quince años para hacer fortuna, prometiéndola que volvería al cumplirse los quince años para casarse con ella el día de la fiesta de las bodas que se celebra la noche de San Gabriel, bendecida por el Pope. SONIA Triste fue la noche aquella de la víspera que se marchó, y en el alma la tristeza cual puñal en mí se clavó. Me juró que volvería y su juramento sé que ha de cumplir; si me engaña y no le vuelvo a ver, de pena y de dolor he de morir. Volverá, volverá, volverá.

2 Sale Nicolás, el postillón, que tiene la manía cuando se emborracha de creer que tiene una doble personalidad, a la cual atribuye cuanto de malo hace y le culpa de sus borracheras. HILANDERAS HILANDERAS HILANDERAS Nicolás! Nicolás el postillón. Entra ya, Nicolás, que una carta espero hoy de la ciudad. Qué me dirá? Si me querrá? Si al fin vendrá. Ay, Nicolás! Al llegar como siempre al lugar, me reciben cual si fuera el Zar. Dios guarde al Zar! Al llegar a la aldea creo yo, mi deber ante todo siempre debe ser arrullar a mi amor y también jurar que serás de Nico, Nico, Nicolás. Ya está aquí Nicolás, el postillón, mensajero que trae las cartas de mi amor. Ven acá, dime ya si me escribirá; anda, dime, que me muero de ansiedad. Darnos ya nuestras cartas es mejor. Pues tomad que también el postillón arrullar quiere a su amor. Postillón, postillón... pillín, me dijiste un día al verme entrar. Dímelo otra vez y verás que así yo me pongo tontón y hasta tontín... 2

3 HILANDERAS Postillón, postillón... pillín, le dijiste un día al verle entrar. Díselo otra vez y verás al fin que no es tonto el muy pillín... Sigue una escena entre Andrea y Nicolás cuando aparece Iván, el Baring o señor de la aldea, seguido de Alejo y Alejandro, dos nobles como él. Iván les dice que desde hace años intercepta las cartas de Sonia con Yanko para que esta crea que su amado a muerto. Aparece el coro general, que precede a un oficial de cosacos y varios soldados. El oficial es Yanko. CORO CORO Oficial de guardias del Zar yo soy, de esta escolta que hasta aquí llegó, y que habéis de respetar; alojamiento les daréis aquí a mis soldados y su capitán. Mi orden cumplir. Dios guarde al Zar! Dios guarde al Zar! Posadero, danos vino, pues mi sed aplacará; el cansancio y la fatiga el buen vino calmarán. El amor que me atormenta hoy aquí quiero olvidar. Voy a brindar! Escuchad. Por mi amor que es mi vida quiero mi vaso alzar. Por tan bella quimera quiero también brindar, que sediento mi pecho de amor está. Quiero con mi canción hacer olvidar mi loca pasión. Bebamos pues. Bebed conmigo y escuchad. Beber, cantar. Mi pecho ardiente la juró no vivir sin su amor y el corazón avivó esta pasión, 3

4 CORO CORO que en amor, la verdad, es tener ilusión. Del amor escuchad la canción. Es amor cual una flor que al arrancarla de su tallo triste murió. Es amor cual rayo de sol que a las flores calor les dio. Es amor, etc., etc. Por un beso de mujer la vida daría. Por un beso de mujer feliz moriría. Que vivir o morir por amor, es la ilusión que yo perseguí. Viva, viva el oficial! Morir por amor no es morir, que es gozar. Amor! Al acabar el número sale Andrés, padre de Sonia, siervo de Baring y a petición de Iván hace que Sonia cante al son de su balalaica. SONIA Cuando su troika vi partir, él me juró volver. Su juramento ha de cumplir y mío ha de ser. Dime si volverá... mi amor, que la ilusión cual fuego es que aviva un corazón. Balalaika, balalaika... mis pesares hazme olvidar vieja amiga, calma mi penar; lejos, muy lejos creo oír su voz. Falsas quimeras forjó mi amor. Balalaika, balalaika, etc., etc. 4

5 Acabado el número se llevan a Iván, que está completamente borracho, y Andrés explica a Sonia la leyenda de la campana rota. Una moza a quien un Baring cruel persiguió sañudamente hasta conseguir mancillar su inocencia, ocultó a su novio el ultraje, y en la noche de San Gabriel, al ir a celebrar sus esponsales y preguntar el Pope si había algo que pudiese impedir la ceremonia, y la novia callar su delito, se desprendió de la torre de la iglesia la campana, que cayó a sus pies rota en mil pedazos; mientras, en la puerta de su casa, apareció pintada una gran cruz de fuego como signo de su deshonra. Aparece Sonia, que espera a Iván, que hoy ha de cumplir su promesa, y al abrir la ventana se encuentra con el Baring que borracho quiere abusar de ella, y de la emoción se desvanece. El Baring, creyéndola muerta, huye; y se oye la canción de Yanko, a cuyos sones despierta Sonia. SONIA Sonia, Sonia, Sonia... me espera y se durmió. Muerta! Muerta está! Me esperaba y se durmió. Si es que me quieres, despierta, porque tu Yanko llegó. Es verdad? Es mi amor? Yanko!... Es mi ilusión. Morirme puedo ya, pues él por fin llegó. Morir puedo ya. Morir sí, de amor. Quedan abrazados y el telón cae lentamente. ACTO SEGUNDO CUADRO PRIMERO. Interior de una taberna. Varios aldeanos beben y cantan, apareciendo Yanko vestido de aldeano, y canta a Sonia. ALDEANOS Son aquellos ojos de mujer los que hasta en sueños veo yo los que me miran sin mirar buscando consuelo al dolor. Cuando al caer la tarde muere el sol y los luceros se reflejan en la estepa veo sus ojos, mi bien!, mi amor!, mi estrella! Cuando al caer la tarde, etc. Veo sus ojos en cada estrella, mi bien!, mi amor!, y mi vida entera! 5

6 ALDEANOS ALDEANOS Unos bellos ojos de mujer, son embrujado talismán que ha convertido su querer en loco afán. Divina Sonia!, fuiste mi guía, fuiste mi alegría, y al hacerte mía fuiste mi ilusión. Bella hilandera, mi amor te espera; mi amor, que ciega en el fulgor de tu mirada, que es locura y es pasión. Al mirar tus ojos moriré de amor. Sonia fuiste su vida, etc., etc. Aunque tú me jures que no has de beber yo también te juro no lo he de creer. Para mí se ha muerto el pobre Nicolás. No puede asustarme que me hayas matao, pues yo he visto un muerto que ha resucitao. Pero si me quieres no vuelvo a beber más. Mi Andrea, yo te prometo que ya no bebe Nicolás. En cambio, si tú me olvidas, con estricnina se habrá de matar. Mentira son tus palabras pues eres falso y trapalón, y luego si te emborrachas dirás muy serio que fue el postillón. No puede asustarme que me hayas matao, pues yo he visto un muerto que ha resucitao. Pero si me quieres no vuelvo a beber más. Aunque tú eres uno, dos, o tres, o más, tanta gente en casa me va a molestar, pues yo necesito marido y nada más. Mi Nico, si me prometes que ya no vuelves a beber, te ofrezco muy formalmente que tú tan sólo serás mi querer. 6

7 LOS DOS Mi Andrea, si no me engañas, si lo que dices es verdad, te pido que si me muero será de gusto tu cara al mirar. Será de gusto tu cara al mirar. El postillón, al reconocer a Yanko, explica que interceptó sus cartas por mandato del Baring, que pretende a Sonia. Se oye un clamor en la aldea y, al abrir la puerta, aparece la casa de Sonia con la cruz de fuego, símbolo de deshonra. Gran emoción en todos y fin del cuadro. CUADRO SEGUNDO. Plaza de la aldea en la noche de San Gabriel. El Baring ordena a un siervo que corte la campana cuando se celebre la boda de Sonia con Yanko, pero el criado es descubierto por Nicolás, y Yanko le hace confesar que obró instigado por el Baring, obligando a éste como oficial del Zar a que abandone la aldea, celebrándose al fin la boda. 7