CONOCIMIENTOS, DESTREZAS Y ACTITUDES CARACTERÍSTICAS DEL CATEQUISTA COMO DISCÍPULO MISIONERO Y SUS INDICADORES. Introducción

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1 CONOCIMIENTOS, DESTREZAS Y ACTITUDES CARACTERÍSTICAS DEL CATEQUISTA COMO DISCÍPULO MISIONERO Y SUS INDICADORES Hno. Enrique García Ahumada, F.S.C. 1 Introducción La presente ponencia se refiere al catequista como discípulo misionero según la Conferencia General de Aparecida, gran acontecimiento catequético por haber asumido sugerencias de la III Semana Latinoamericana de Catequesis organizada por la Sección Catequesis del Departamento de Misión y Espiritualidad del Celam, cuyo texto oficial está en El objetivo es ofrecer pautas para optimizar la formación de los catequistas. La propuesta es esquemática, como ayuda técnica para procesos de formación y de supervisión destinados a realimentar la formación de los catequistas. Ordena los contenidos de la formación en cinco áreas: espiritual, pastoral, intelectual, social y metodológica. Estas áreas no estaban previstas de antemano, sino que resultaron de extraer del Documento Conclusivo (DA) y del Discurso Inicial de Benedicto XVI (DIA) afirmaciones que implican conocimientos, destrezas y actitudes necesarias al catequista, después de lo cual se buscó algún modo de ordenarlas que fuera coherente con la acción formativa del personal apostólico. La propuesta recuerda primero en cada área de la formación afirmaciones directas o indirectas de esos documentos, sin omitir ninguna importante para el caso, bajo responsabilidad del autor. Sintetiza luego en pocas afirmaciones breves y claras los conocimientos, las destrezas y las actitudes implicadas en la formación. Los conocimientos se refieren al saber, las destrezas al hacer y las actitudes al ser en su subjetividad en cuanto se manifiestan por signos observables. Las referencias al saber son globales, que sólo se desglosan en los programas locales. En el hacer hay actitudes implícitas, que no es necesario formular. Las competencias se manifiestan sobre todo en el hacer del catequista al actuar como tal. Por eso en la propuesta figuran más destrezas que conocimientos y actitudes. No se repite un mismo ítem en áreas diferentes, para abreviar. Junto a esas tres clases de afirmaciones hay indicadores, para permitir a los formadores y supervisores discriminar la presencia o ausencia de dichos rasgos cognitivos, comportamentales o actitudinales. Un indicador debe ser observable, conciso (en lo posible en oración simple con un solo verbo) y tener relación intrínseca, avalada por la experiencia, con el rasgo de conocimiento, destreza o actitud a que se refiere. Las afirmaciones sobre conocimientos, destrezas y actitudes son verificables al confrontarlas con los documentos, mientras los indicadores, en la parte más creativa de la ponencia, son sólo propuestas discutibles del autor, que otros pueden mejorar en vista de una mayor operatividad. Toda esta introducción facilita una lectura crítica de la propuesta. 1 Chileno, Doctor en Teología, Profesor de Religión; docente, investigador y editor de la Revista xe Ciencias Religiosas de la Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez, Experto de la Sección Catequesis del Celam. 1

2 Propuesta 1. LA FORMACIÓN ESPIRITUAL DEL CATEQUISTA DISCÍPULO MISIONERO Ser discípulos y misioneros de Jesucristo conlleva seguirlo, vivir en intimidad con Él, imitar su ejemplo y dar testimonio (DIA 3b). La misión es inseparable del discipulado, por lo cual no debe entenderse como una etapa posterior a la formación, aunque se la realice de diversas maneras de acuerdo a la propia vocación y al momento de la maduración humana y cristiana en que se encuentra la persona (DA 278e). La V Conferencia General va a ayudar a los cristianos a vivir su fe con alegría y coherencia, a tomar conciencia de ser discípulos y misioneros de Cristo, enviados por Él al mundo para anunciar y dar testimonio de nuestra fe y amor (DIA 1a). Jesús invita a encontrarnos con Él y a que nos vinculemos estrechamente a Él (DA 131). Quien ha escuchado al Señor con admiración, cree en Él por la acción del Espíritu (DA 278b). De esta fuente (la revitalización de la fe en Cristo) podrán surgir nuevos caminos y proyectos pastorales creativos, que infundan una firme esperanza para vivir de manera responsable y gozosa la fe e irradiarla así en su propio ambiente (DIA 2f). La dimensión humana y comunitaria (de la formación) tiende a acompañar procesos de formación que lleven a asumir la propia historia y a sanarla, en orden a volverse capaces de vivir como cristianos en un mundo plural, con equilibrio, fortaleza, serenidad y libertad interior. Se trata de desarrollar personalidades que maduren en el contacto con la realidad y abiertas al Misterio (DA 280a). Como los primeros cristianos, que se reunían en comunidad, el discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria (DA 278d). Es necesario formar a los discípulos en una espiritualidad misionera, que se basa en la docilidad al impulso del Espíritu, a su potencia de vida que moviliza y transfigura todas las dimensiones de la existencia que busca penetrarlo todo con su fuego y su vida (DA 284). Para formar al discípulo y sostener al misionero en su gran tarea, la Iglesia les ofrece, además del Pan de la Palabra, el Pan de la Eucaristía (DIA 4d). Sin una participación activa en la celebración eucarística dominical y en las fiestas de precepto, no habrá un discípulo misionero maduro (DA 252). María Santísima, la Virgen pura y sin mancha es para nosotros escuela de fe destinada a guiarnos y a fortalecernos en el camino que lleva al encuentro con el Creador del cielo y de la tierra (DA 270). (La V Conferencia General recomienda una nueva pastoral urbana que) desarrolle una espiritualidad de la gratitud, de la misericordia, de la solidaridad fraterna, actitudes propias de quien ama desinteresadamente y sin pedir recompensa (DA 517c). Se requiere capacitar a quienes puedan acompañar espiritual y pastoralmente a otros (DA 282) Conocimientos Es consciente de ser discípulo de Cristo Es consciente de ser misionero de Cristo Vive su fe Muestra creatividad apostólica Encomienda al Espíritu Santo la conversión Forma cristianos con madurez humana Argumenta con los criterios del Evangelio Actúa como enviado por Cristo, no independiente Actúa coherente con el Evangelio Propone innovaciones apostólicas Pide al Espíritu Santo acompañar su catequesis Desarrolla creyentes sanos, serenos, fuertes y libres 2

3 Ayuda a madurar en la fe Forma cristianos misioneros Cultiva variedad de vocaciones Encamina a la comunión con Jesucristo Infunde esperanza cristiana Da acompañamiento espiritual Alegría por la Buena Noticia Intimidad con Cristo Amor Se fortalece con la Eucaristía Encuentra en María una escuela de fe Docilidad al Espíritu Espiritualidad de gratitud o eucarística Estimula una fe vivida y comunicativa Propone acciones evangelizadoras y serviciales Motiva el discernimiento y fidelidad vocacional Los catequizandos por sí declaran amar a Jesucristo Da esperanza en Cristo sin desanimar o descalificar Escucha para ayudar a descubrir la voluntad de Dios Comunica alegría por la Buena Noticia Dedica tiempo a la comunicación con Cristo Muestra amor a Dios y al prójimo Es fiel a la eucaristía dominical y en días de precepto Muestra y promueve devoción ilustrada a María Muestra atención al Espíritu para tomar decisiones Sus catequizandos más agradecen que piden 2. LA FORMACIÓN PASTORAL DEL CATEQUISTA DISCÍPULO MISIONERO Los pastores quieren dar ahora un nuevo impulso a la evangelización, a fin de que estos pueblos sigan creciendo y madurando en su fe (DIA 2ª). Se ha de propiciar el encuentro con Cristo que da origen a la iniciación cristiana (DA 278d). La parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la iniciación cristiana y tendrá como tareas irrenunciables: iniciar en la vida cristiana a los adultos bautizados y no suficientemente evangelizados; educar en la fe a los niños bautizados en un proceso que los lleve a completar su iniciación cristiana; iniciar a los no bautizados que, habiendo escuchado el kerygma, quieran abrazar la fe (DA 293). Una comunidad que asume la iniciación cristiana renueva su vida comunitaria y despierta su carácter misionero (DA 291). Para este paso (el discipulado) es de fundamental importancia la catequesis permanente y la vida sacramental, que fortalecen la conversión inicial y permiten que los discípulos misioneros puedan perseverar en la vida cristiana y en la misión en medio del mundo que los desafía (DA 278c). La vida se va transformando progresivamente por los santos misterios que se celebran, capacitando al creyente para transformar el mundo. Esto es lo que se llama catequesis mistagógica (DA 290). Sin el kerygma, los demás aspectos de este proceso están condenados a la esterilidad, sin corazones verdaderamente convertidos al Señor. Sólo desde el kerygma se da la posibilidad de una iniciación cristiana verdadera (DA 278a). La catequesis permanente continúa el proceso de maduración en la fe, en la que se debe incorporar un discernimiento vocacional y la iluminación para proyectos personales de vida (DA 294). La formación habilita para proponer proyectos y estilos de vida cristiana atrayentes, con intervenciones orgánicas y de colaboración fraterna con todos los miembros de la comunidad (DA 280d). La relación con los hermanos y hermanas bautizados de otras iglesias y comunidades eclesiales es un camino irrenunciable para un discípulo misionero (DA 227). El diálogo interreligioso no significa que se deje de anunciar la Buena Nueva de Jesucristo a los pueblos no cristianos, con mansedumbre y respeto por sus convicciones religiosas (DA 238). Para la Nueva Evangelización y para llegar a que los bautizados vivan como auténticos discípulos y misioneros de Cristo, tenemos un medio privilegiado en las pequeñas comunidades eclesiales (DA 307). 3

4 Impulsar proyectos que promuevan familias evangelizadas y evangelizadoras (DA 437b). La catequesis familiar, implementada de diversas formas, se ha revelado como una ayuda exitosa a la unidad de las familias, ofreciendo además, una posibilidad eficiente de formar a los padres de familia, los jóvenes y los niños, para que sean testigos firmes de la fe en sus respectivas comunidades (DA 303). La asistencia de los padres con sus hijos a la celebración eucarística dominical es una pedagogía eficaz para comunicar la fe y un estrecho vínculo que mantiene la unidad entre ellos (DIA 4e). Revisar los contenidos de las diversas catequesis preparatorias a los sacramentos, como las actividades y movimientos eclesiales relacionados con la pastoral familiar, para favorecer el anuncio y la reflexión en torno a la vocación que el varón está llamado a vivir en el matrimonio, la familia, la Iglesia y la sociedad (DA 463ª). Conocimientos Tiene preparación especializada Conecta su catequesis en el proceso evangelizador Afianza la conversión como respuesta al kerygma Reaviva el llamado kerygmático a la conversión Completa el proceso que condujo al kerygma Imparte catequesis a los ya convertidos Induce la participación en la comunidad eclesial Ejercita la participación activa en la Iglesia Promueve pequeñas comunidades eclesiales Encamina adultos a seguir en comunidad Conquista la comunidad a la iniciación cristiana La comunidad colabora en la iniciación catecumenal Favorece la perseverancia por los sacramentos Motiva la frecuencia sacramental Forma a padres de familia como catequistas Ayuda a los padres a iniciar a los hijos en la fe Promueve la eucaristía dominical familiar Anima a padres e hijos a ir a misa juntos Atrae varones adultos a la catequesis Propone actividades y metas apropiadas para varones Fortalece la identidad personal católica Encamina a encontrar la propia vocación en la Iglesia Da formación ecuménica Capacita para participar en acciones ecuménicas Realiza una apologética positiva Sus catequizandos se declaran católicos Forma para el diálogo interreligioso Ayuda a vivir en la sociedad multirreligiosa la fe Tiene sentido de Iglesia evangelizadora Distingue en su práctica las etapas de la evangelización 3. LA FORMACIÓN INTELECTUAL DEL CATEQUISTA DISCÍPULO MISIONERO A pesar de la buena voluntad, la formación teológica y pedagógica de los catequistas no suele ser la deseable (DA 296). Para que, en verdad, el pueblo conozca a fondo a Cristo y lo siga fielmente, debe ser conducido especialmente en la lectura y meditación de la Palabra de Dios, que es el primer fundamento de una catequesis permanente (DA 298). Hoy se hace necesario rehabilitar la auténtica apologética que hacían los padres de la Iglesia como explicación de la fe (DA 229). La globalización influye en las ciencias y en sus métodos, prescindiendo de sus cauces éticos. Los discípulos de Jesús tenemos que llevar el Evangelio al gran escenario de las mismas, promover el diálogo entre ciencia y fe (DA 465). Queremos valorar siempre más los espacios de diálogo entre fe y ciencia (DA 495). La formación capacita para el discernimiento, el juicio crítico y el diálogo sobre la realidad y la cultura. Asegura de una manera especial el conocimiento bíblico teológico y de las ciencias humanas para 4

5 adquirir la necesaria competencia en vista de los servicios eclesiales que se requieran y para la adecuada presencia en la vida secular (DA 280c). Conocimientos Conoce la Palabra de Dios Sabe de ciencia bíblica, teológica y humana Conoce objeciones en nombre de la ciencia Educa en la lectura y meditación de la Palabra Aplica una apologética positiva Está en formación permanente Explica la Biblia y la tradición cristiana Muestra juicio crítico competente en su servicio eclesial Averigua la armonía entre ciencia y fe Hace meditar la Biblia y la tradición (historia eclesial) Explica la fe evitando ofender Acepta oportunidades de perfeccionarse 4. LA FORMACIÓN SOCIAL DEL CATEQUISTA DISCÍPULO MISIONERO La evangelización ha ido unida siempre a la promoción humana y a la auténtica liberación cristiana (DIA 3n; DA 26). Es necesaria una catequesis social y una adecuada formación en doctrina social de la Iglesia (DIA 3n). El rico magisterio social de la Iglesia nos indica que no podemos concebir una oferta de vida en Cristo sin un dinamismo de liberación integral, de humanización, de reconciliación y de inserción social (DA 359). La V Conferencia se compromete a llevar a cabo una catequesis social incisiva (DA 505). A fin de formar discípulos y misioneros en este campo (de la comunicación social) educar la formación crítica en el uso de los medios de comunicación social desde la primera edad (DA 486f). La Iglesia alienta y favorece la reconstrucción de la persona y de sus vínculos de pertenencia y convivencia, desde un dinamismo de amistad, gratuidad y comunión. De este modo se contrarrestan los procesos de desintegración y atomización sociales (DA 539). Los desafíos que plantea la situación de la sociedad en América Latina y el Caribe requieren una identidad católica más personal y fundamentada. El fortalecimiento de esa identidad pasa por una catequesis adecuada que promueva una adhesión personal y comunitaria a Cristo, sobre todo en los más débiles en la fe (DA 297). Evangelizar a nuestros pueblos para descubrir el don de la creación, sabiéndola contemplar y cuidar como casa de todos los seres vivos y matriz de la vida del planeta, a fin de ejercitar responsablemente el señorío humano sobre la tierra y los recursos, para que pueda rendir todos sus frutos en su destinación universal, educando para un estilo de vida de sobriedad y austeridad solidarias (DA 474ª). En las visitas a los enfermos en los centros de salud, en la compañía silenciosa al enfermo, en el cariñoso trato, en la delicada atención a los requerimientos de la enfermedad, se manifiesta, a través de los profesionales y voluntarios discípulos del Señor, la maternidad de la Iglesia que arropa con su ternura, fortalece el corazón y, en el caso del moribundo, lo acompaña en el tránsito definitivo (DA 420). La Iglesia agradece a los capellanes y voluntarios que, con gran entrega pastoral, trabajan en los recintos carcelarios (DA 429). (La V Conferencia propone y recomienda una nueva pastoral urbana que) brinde atención especial al mundo del sufrimiento urbano, es decir, que cuide a los caídos a lo largo del camino y a los que se encuentran en los hospitales, encarcelados, excluidos, adictos a las drogas (DA 517j). 5

6 Conocimientos Conoce la doctrina social de la Iglesia Realiza promoción humana Realiza liberación cristiana Fortalece la pertenencia a la Iglesia Da catequesis social Forma a la crítica de la comunicación social Interés por la justicia social Favorece el cuidado del ambiente natural Promueve visitas a enfermos y presos Comenta los hechos sociales según el Evangelio Promueve y no inhibe a las personas Libera del pecado y otras dependencias injustas Los catequizandos se proclaman católicos Forma en lo social según el Evangelio Ejercita en la crítica de las comunicaciones Muestra vida ciudadana activa Cuida y hace cuidar el ambiente natural Los catequizandos visitan enfermos y presos 5. LA FORMACIÓN METODOLÓGICA DEL CATEQUISTA DISCÍPULO MISIONERO La aceptación de la fe cristiana (no) fue una imposición de una cultura extraña (DIA 1b). el gran mosaico de la religiosidad popular precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina que ella debe proteger, promover y, en lo que fuera necesario, también purificar (DIA 1j) La piedad popular es un imprescindible punto de partida para conseguir que la fe del pueblo madure y se haga más fecunda (DA 262). Debe darse una catequesis apropiada que acompañe la fe ya presente en la religiosidad popular (DA 300). La persona madura constantemente en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesús maestro (DA 278c). Sentimos la urgencia de que los agentes de pastoral en cuanto discípulos y misioneros se esfuercen en desarrollar un proceso de iniciación cristiana y de formación permanente que retroalimente la fe de los discípulos del Señor integrando el conocimiento, el sentimiento y el comportamiento (DA 518d). En ella (la catequesis) se transmite en forma sencilla y substancial el mensaje de Cristo (DIA 3 l). En la catequesis persisten lenguajes poco significativos para la cultura actual, y en particular, para los jóvenes (DA 100d). Es conveniente aprovechar el potencial educativo que encierra la piedad popular mariana. Se trata de un camino educativo que, cultivando el amor personal a la Virgen, verdadera educadora de la fe, que nos lleva a asemejarnos cada vez más a Jesucristo, provoque la apropiación progresiva de sus actitudes (DA 300). Los materiales y subsidios catequísticos son con frecuencia muy variados, no se integran en una pastoral de conjunto, y no siempre son portadores de métodos pedagógicos actualizados (DA 296). En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos medios (DA 485). Les cabe también a las Iglesias de América Latina y del Caribe crear oportunidades para la utilización del arte en la catequesis de niños, adolescentes y adultos (DA 499). Es fundamental que en las celebraciones litúrgicas incorporen en sus manifestaciones elementos artísticos que puedan transformar y preparar a la asamblea para el encuentro con Cristo (DA 500). Sentimos la urgencia de que los agentes de pastoral en cuanto discípulos y misioneros se esfuercen en desarrollar una pastoral que tenga en cuenta la belleza en el anuncio de la palabra y en las diversas iniciativas ayudando a descubrir la plena belleza que es Dios (DA 518 l). 6

7 Conocimientos Conoce métodos didácticos actualizados Promueve conocer, amar y seguir a Jesús Incultura la fe Usa pedagogía mariana Transmite el mensaje esencial en forma sencilla Usa lenguaje significativo para la cultura actual Usa con libertad los materiales catequísticos Parte desde la piedad popular en su catequesis Apoya con discernimiento la piedad popular Usa medios técnicos de comunicación Usa artes plásticas, literarias y musicales Incorpora símbolos artísticos en la liturgia Atención a la renovación metodológica Propone respetando la libertad y la conciencia Usa métodos didácticos apropiados Cuida el saber, el amar y el actuar cristiano Expresa la fe en los lenguajes de la cultura del grupo Encamina por el amor a María a seguir a Jesús Habla poco y claro Contacta con la experiencia vital de sus interlocutores Prioriza el proceso formativo sin someterse a un manual Toma en cuenta la piedad presente en los catequizandos Apoya en la religiosidad lo compatible con el Evangelio Es buen usuario y comunicador con medios técnicos Ejercita expresiones artísticas en los catequizandos Los catequizandos celebran usando formas de arte Averigua sobre métodos obsoletos y recursos nuevos Propone el Evangelio sin imponerlo PREGUNTAS. 1. Sugiere algunas enmiendas en la propuesta? 2. En qué aspectos Aparecida nos pide innovar en la formación de catequistas? 3. A quiénes puede ser útil esta propuesta (con las enmiendas necesarias?) 7