Teresa Farfán Cabrera*

Transcripción

1 Pobreza y empleo: retos a la inequidad Teresa Farfán Cabrera* El compromiso constitucional emanado de la Revolución de 1917 sostiene que todas las fuerzas políticas del país coinciden en la necesidad de un sistema económico productivo capaz de generar y proporcionar empleo, educación y salud a toda la población; sin embargo, a partir del cambio de modelo de sustitución de importaciones por el modelo de mercado y liberación económica, se planteó la necesidad de elevar las condiciones de vida de la población, sobre todo de la más pobre. Pero en la década de los ochenta sólo 35% de la población tenía niveles de nutrición aceptables, 19% presentaba niveles de desnutrición y 23 millones de mexicanos mayores de 15 años no habían concluido la escuela primaria, seis millones carecían en general de instrucción, 45% de la población total no tenía cobertura médica o asistencia de ningún tipo, y sólo 38 de cada cien viviendas contaban con agua entubada, drenaje y electricidad; además 35% de los hogares tenía ingresos menores al salarios mínimo (Coplamar, 1982). Lo anterior parecía quedar en el pasado al cambiar el modelo económico, sin embargo, las crisis de los noventa nos recordarían la fragilidad de la población que ingresaba a las filas de los más pobres. La política económica mexicana planteaba la necesidad de crear nuevas oportunidades de empleo, al destacar que la incorporación de la fuerza laboral al ámbito productivo ayudaría a disminuir la pobreza y a equilibrar la desigual distribución del ingreso, ambos retos se convertirían en los dos grandes problemas que el país enfrentaría. A través de la aplicación de políticas macro, meso y microeconómicas se buscaba elevar el crecimiento económico a partir de la desregulación del mercado laboral, lo que provocaría un incremento en el empleo y reduciría el desempleo y la pobreza. Sin embargo, las expectativas * Profesora-investigadora, Área Cultura y Sociedad, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco [tfarfan_01@yahoo.com.mx]. [213]

2 214 TERESA FARFÁN CABRERA de crecimiento de la economía y del empleo no se materializaron: es en el año 2000 donde se plantea y analizan las nuevas estrategias de sobrevivencia que los hogares han adoptado como mecanismo para hacer frente al empobrecimiento. Por tal motivo, el estudio expone las principales estadísticas de empleo y desempleo, así como las alternativas laborales que la población ha tomado para salir de la pobreza, y las políticas laborales propuestas por el gobierno en 2009 con el objetivo de elevar la productividad y el empleo, que arroja la aguda crisis laboral, con el propósito de combatir la pobreza que no sólo afecta a la población urbana al tratar de re-incorporarse a alternativas laborales, sino también a la población rural, la que vive de frente la inequidad. Contabilizar a los pobres La creciente precarización del mercado de trabajo ha sido quizás la mayor decepción de las estrategias de desarrollo realizadas en décadas anteriores; la falta de crecimiento y empleo como resultado de las políticas recomendadas por el Consenso de Washington dieron como resultado un número cada vez mayor de hogares pobres y en precarias condiciones de vida, este hecho trajo como resultado el señalar e identificar a las sociedades pobres. La medición de la pobreza ha sido considerada en los últimos años como un problema multidimensional, algunos cálculos se realizan a partir de trazar una línea de pobreza a aquellas personas que no logran rebasar el umbral de los dos salarios mínimos, propuesta por el Banco Mundial; no obstante, esta medida resulta ser muy simple y requiere de mayores elementos. Los intentos por medir la pobreza en México se localizan desde mediados de los setenta, 1 cuando la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar), dependiente de la Presidencia de la República, publicó lo que se conoce como la Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales (cnse) que 1 Véase también el capítulo 3 de Julio Boltvinik dentro de este libro para ubicar otra propuesta metodológica de medición de la pobreza, más reciente y completa.

3 POBREZA Y EMPLEO: RETOS A LA INEQUIDAD 215 incluye, entre otros, los rubros de alimentación, vivienda, cuidados básicos de la salud e higiene, cultura y recreación básicas, transporte y comunicaciones, vestido y calzado, y pequeñas partidas para presentación personal, y calculó su costo anual promedio para un hogar típico de 4.9 miembros a precios de El estudio se realizó mediante índices de precios al consumidor por subrubros de la canasta, en una investigación posterior se actualizó a precios de diferentes años el costo de la canasta con el objeto de cuantificar la incidencia de la pobreza en México de 1963 a 1988; dicho costo se actualizó a precios de agosto de 1996 a fin de calcular la Línea de Pobreza (lp). Cabe señalar que entre las necesidades básicas consideradas en la cnse, los rubros de alimentación, vivienda y algunos gastos menores en salud, higiene y material educativo básico, conforman lo que la Coplamar 2 denominaba Canasta Submínima (csm), el costo de la cual determina la línea de pobreza. El costo de la csm por persona, estimado a precios de agosto de 1996, ascendía a pesos anuales, esto es, un promedio de 2.80 dólares diarios por persona; el costo anual por persona de la cnse ascendía a pesos, esto es, 7.30 dólares. De esta manera, una persona está en condiciones de pobreza cuando su ingreso familiar per cápita es inferior al costo de la cnse; la persona está en condiciones de pobreza extrema si el monto promedio per cápita de su ingreso familiar no alcanza siquiera a cubrir el costo de la csm, es decir, no cubre las necesidades más apremiantes de alimentación, vivienda y otras partidas menores que normalmente no se reciben por medio de transferencias gubernamentales. Los niveles de pobreza se acrecientan cuando los ingresos promedio de la sociedad tienden a disminuir o los índices de concentración del ingreso a incrementarse. Por el contrario, la pobreza disminuye en términos relativos cuando el crecimiento económico acrecienta los ingresos promedio o cuando fenómenos económicos y sociológicos 2 Es uno de los programas para el combate a la pobreza propuesto por parte del gobierno federal que se enumeran desde el sexenio de Luis Echeverría con el Programa de Inversiones Públicas para el Desarrollo Rural (pider), en 1972; el Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar), en 1977; El Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) en 1988; y en 1997 El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa).

4 216 TERESA FARFÁN CABRERA tienden a reducir las desigualdades más apremiantes de la sociedad, en especial cuando aumenta la participación en el ingreso de los deciles de la población con menores recursos. 3 A partir del año 2000 se generan estadísticas de medición de la pobreza con información del la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (enigh). El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que para el periodo la pobreza en México creció; las estimaciones se presentaron a nivel nacional y en los ámbitos rurales y urbanos, ubicando a los pobres alimentarios 4 de a , de los cuales 12.2 millones se encuentran ubicados en las áreas rurales. Los pobres patrimoniales 5 aumentaron de a Este aumento se localiza en unidades territoriales de muy alta, alta y media marginación. Gráfica 1. Pobreza en México, Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ( gob.mx). 3 E. Hernández Laos, Prospectiva demográfica y económica de México, y sus efectos sobre la pobreza, México, Consejo Nacional de Población, La pobreza alimentaria encierra a todas las personas quienes sus ingresos no alcanzan para el consumo de la canasta básica. 5 La pobreza patrimonial comprende a las personas sin capacidad para cubrir sus gastos de salud, alimentación, educación, vivienda, vestido y transporte.

5 POBREZA Y EMPLEO: RETOS A LA INEQUIDAD 217 La metodología multidimensional de medición de la pobreza que utiliza Coneval se basa en incorporar indicadores de educación, de acceso a los servicios de salud, a servicios básicos de calidad y espacios en la vivienda y activos en el hogar, los datos que se emplean se obtienen de los resultados del conteo de población y vivienda. Al ser un indicador de carencias se puede estimar a nivel estatal y determinar qué estados de la república son los que se encuentran con los mayores índices de rezago social; al mismo tiempo el organismo ha calculado algunos indicadores de desarrollo social y da la oportunidad de tener una visión general de la situación de la población en condiciones de vulnerabilidad. Esto permite conocer la cobertura de los servicios básicos de educación, salud y vivienda entre la población más pobre del país. Empleo vs. Desempleo El empleo resume la aspiración humana en torno a su vida laboral, que implica la oportunidad de obtener un trabajo productivo con una remuneración justa, seguridad en el trabajo y protección social para las familias, y el derecho a organizarse y participar en la toma de decisiones que afecten su vida. Esto proporciona a las personas la oportunidad de realizar consumos, considerados como el combustible necesarios para re-encender la máquina económica; sin embargo, esto no puede ser completamente factible en el periodo de recesión que enfrenta actualmente el país, al propiciar en los consumidores un temor acerca de su futuro ante la incertidumbre para mantener su empleo, por los problemas para encontrar un nuevo trabajo o por las nulas probabilidades de obtener mayores ingresos; el riesgo del desempleo se encuentra presente, lo que orilla a las personas a ser cautelosas en sus consumos con la finalidad de no ser una estadística más en el rubro de la pobreza. Para los que aún conservan su empleo, se pueden localizar en actividades económicas que emplean a más trabajadores y son en el sector servicios con 39.9%, del cual el comercio ocupó 20% y la industria manufacturera representó 16.5 por ciento. La actividad agropecuaria ocupó 14% de la Población Económicamente Activa (pea), de acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (inegi), correspondiente a

6 218 TERESA FARFÁN CABRERA Para el primer trimestre de 2010 la subocupación nacional se ha redistribuido colocándose el sector servicio con 54.6% de la población, el 25.8% de los empleos se localiza en las manufacturas y la construcción, el 18.8% se agrupa en el sector agropecuario y el 0.8% en otras actividades. La Tasa de Desocupación (td) a nivel nacional para 2006 fue de 3.47% respecto a la pea; esto superó el nivel de 2.84% registrado para 2005, el desempleo en hombres aumentó de 2.74% a 3.45% y en las mujeres ascendió de 2.99 % a 3.52%. El desempleo abierto para este periodo incide en casi 4% de la fuerza de trabajo, es decir, a 1.8 millones de mexicanos, de los cuales en mayor grado a jóvenes y mujeres, sin olvidar la incidencia del trabajo infantil, que para el mismo periodo 3.3 millones de niños y niñas menores de 14 años se vieron obligados a trabajar, lo anterior representan una forma de pobreza de los hogares mexicanos. Los efectos de la crisis económica para 2009 han llevado a una desocupación histórica, la tasa de desocupación nacional ascendió a 6.28% de la pea, equivalente a personas, y según datos del inegi con relación al mes de agosto de 2008, creció 56%, un aumento de individuos en un año. Las cifras indican que el nivel alcanzado por la tasa de desempleo fue mayor en 2.13 puntos porcentuales a la de agosto de La tasa de desocupación para los hombres en agosto fue de 5.70%, mientras que la de las mujeres fue de 7.2%. Sin embargo, las estadísticas que presenta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (ocde) estiman que la tasa de desempleo para el primer trimestre de 2010 fue en enero 5.5%, febrero 5.2% y 5% en marzo, con lo que alienta al gobierno de continuar con su política de incentivos a la inversión para recuperar el empleo. No obstante, el problema del desempleo se acrecienta al reconocer que gran parte de la fuerza laboral se encuentra subempleada y para quienes han perdido su empleo en el último año la dificulta de la reincorporación se vuelve cada vez más difícil: nueve de cada 10 trabajadores desempleados cuentan con experiencia, mientras que el 1% restante es la población que se incorpora al mercado laboral y no cuenta con antecedentes laborales. Para la mano de obra desempleada que cuenta con un mayor nivel de estudios la situación se vuelve más crítica: el 38.7% de los desempleados tiene al menos estudios de secundaria, mientras que 32.1% cuenta con una preparación acadé-

7 POBREZA Y EMPLEO: RETOS A LA INEQUIDAD 219 mica media superior o superior, estos dos grupos suman un millón 676 desempleados, es decir, 71% de la mano de obra sin trabajo. A ellos hay que sumar a los subocupados, individuos que tienen necesidad de otro trabajo, los cuales según los datos de 2009 alcanzaron un nivel histórico al sumar personas, un millón 811 individuos más que en el En el primer trimestre de 2010 la economía ha perdido 5.1% de sus empleos formales, lo que equivale a unos puestos de trabajo, debido a la crisis económica que afecta principalmente a los sectores de servicios y manufacturas; las mayores pérdidas de empleo tienen lugar en el sector servicios con , seguido de las manufacturas ( ), el comercio con , la construcción con y las demás actividades (como el sector agrario, minería, gas y agua) que aportan los restantes. Los estados de la república con mayor pérdida de empleos se ubican en el Distrito Federal y en los estados fronterizos como Chihuahua, Coahuila, Baja California, Tamaulipas y Sonora, donde se concentran las maquiladoras y la industria automotriz: en ambas zonas se registran plazas canceladas. Para los estados de la república que basan su ingreso en el turismo se espera un recorte significativo para Baja California Sur, especialmente en Los Cabos y en el sur del país: Quintana Roo (Cancún y la Rivera Maya). Los estados con menor afectación laboral son Campeche, Michoacán, Oaxaca, Zacatecas y Veracruz, que por su escasa industria y bajo impulso en obras de infraestructura apenas han resistido en sus niveles de empleo el impacto de la recesión. Inequidad en comunidades indígenas El fenómeno de la pobreza ha dejado una huella imborrable para la población que vive en el ámbito rural, al concentrar las comunidades indígenas 61.8% de la pobreza patrimonial, cifra superior al 47% del promedio anual. En México las cifras oficiales de las encuestas de empleo muestran que prevalecen desafíos en materia de trabajo decente que van más allá del ámbito de la legislación laboral, pues la mayoría de la fuerza de trabajo rural no es asalariada, sino que son trabajadores por cuenta

8 220 TERESA FARFÁN CABRERA propia, gran parte de los cuales no accede a ingresos suficientes para satisfacer necesidades básicas, ni a la seguridad social y otras dimensiones del trabajo decente que postula la Organización Internacional del Trabajo (oit). La condición de trabajo decente en el sector agrícola también depende de las políticas de desarrollo del sector. La necesidad de políticas integrales (inversión pública en infraestructura, crédito, capacitación, dotación de tierras, asistencia técnica) para el fomento de la productividad y competitividad de los principales cultivos (particularmente de los pequeños productores) y del propio entorno internacional que determinan los precios de los productos agrícolas. Factores que van más allá del ámbito laboral. Una forma de perpetuar la pobreza es el acceso a la tierra. El derecho a trabajar la tierra se avala en el Convenio oit 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (1989), suscrito por México, en donde la aproximación de la marcha urbana, o por la construcción de obras ajenas al desarrollo de las comunidades, en el artículo 13 del Convenio establece que los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios que ocupan o utilizan de alguna manera, y en particular los aspectos colectivos de esa relación. El artículo 14 establece el derecho de propiedad y de posesión que ocupan tradicionalmente los pueblos, por lo que deben tomarse medidas para salvaguardar su derecho a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido acceso tradicionalmente para su actividad y subsistencia. Pese a lo anterior, la pobreza es producto no sólo del déficit en el acceso a la tierra y a los medios para producir (equipo y créditos), sino a su inserción ocupacional más precaria en ocupaciones de baja productividad e ingreso. El rezago económico contempla una combinación de falta de oportunidades laborales, acceso a la tierra con bajos niveles de educación y capacitación de la fuerza de trabajo así como al acceso de la población a los servicios básicos de electricidad, salud y agua potable; el desafío para el mundo del trabajo se concentra en el fomento a la inversión privada, que no logra estabilizarse debido a los problemas de productividad y competitividad que afectan a la economía y en general por el entorno desfavorable a la inversión, que se refleja en el

9 POBREZA Y EMPLEO: RETOS A LA INEQUIDAD 221 déficit de seguridad jurídica y ciudadana así como los problemas de trasparencia, sin embargo ésa es una tarea pendiente. Economía informal y autoempleo Las condiciones económicas que prevalecen en el país, en especial el alza en los precios de las materias primas, han provocado que gran parte de la población se refugie en la economía informal, al alcanzar casi el 28% de la pea, es decir, 12.5 millones de trabajadores que se caracterizan por los bajos niveles de productividad e ingreso. 55 de cada cien miembros de la fuerza de trabajo ocupados (unos 24 millones de trabajadores) no acceden a los beneficios de seguridad social, registrándose el mayor déficit entre trabajadores independientes y asalariados de microempresas de la economía informal y entre los trabajadores agrícolas del ámbito rural. Los efectos de la crisis han aumentado la informalidad laboral, más de medio millón de personas se han refugiado en esta actividad, los resultados trimestrales del inegi han revelado que la población ocupada en el país totalizó para el primer semestre del año 2009, 43.3 millones de personas, mil menos que en el periodo similar de Los más afectados en la disminución del personal ocupado fueron los asalariados con una reducción de personas en la nómina, 50% de las pérdidas totales, al pasar de a trabajadores. La caída de la mano de obra asalariada afecta el desempeño del mercado interno, porque estos trabajadores constituyen casi dos terceras partes de la ocupación nacional. Esta situación contribuye para que los trabajadores que inician una actividad formal por cuenta propia aumenten en casi cien mil personas en un año, al pasar de en el segundo trimestre de 2008 a para el mismo periodo de El desempleo provocó un aumento de la población que trabaja por cuenta propia, en especial el sector informal, el cual se conformó de 28.1% de la ocupación nacional, y que en los últimos 12 meses aumentó en personas, lo que significó que mexicanos se dedicaran a esta actividad. Los elevados índices de desocupación han provocado en los hogares de los mexicanos el regreso a la economía de subsistencia, y accio-

10 222 TERESA FARFÁN CABRERA nes como el autoconsumo y los pagos en especie vuelven a aparecer en últimas fechas como una alternativa a las presiones laborales de quienes se encuentran en el nivel más bajo del rezago económico. En los dos últimos años hogares se agregaron a la población que depende del autoconsumo para subsistir, para 2009 la cifra ascendió a un hogares (aquellos que perciben hasta cinco salarios mínimos) que representan una pérdida para la economía de 205 millones de pesos, equivalente a la producción que destinaron para su consumo de manera interna los miembros de los hogares, en detrimento de la cantidad de mercancías que pudieron haber vendido en el mercado. Esta acción va acompañada del detrimento en la calidad de vida que se registró para el periodo 2006 y 2008 en los hogares mexicanos, al generar que una parte de la economía regresara a un sistema de pago en especie, ya que el número de familias que percibió algún tipo de remuneración en especie creció % en ese lapso, siendo la población más vulnerable la que se encuentra en este sistema de pago. En estos años se integraron familias a la economía del intercambio, únicamente entre los hogares que obtienen desde pesos hasta aquellos que perciben pesos. Consideraciones finales En los últimos años las reformas económicas han contribuido a la inequidad a partir de la distribución del ingreso; el desempleo es la forma de disminuir los ingresos de la población con base en el modelo de más mercado y menos Estado que ha traído como consecuencia una de las peores crisis económicas donde la desigualdad en nuestro país ha afectado a más de la mitad de la población en los dos últimos años, provocando en la población la decisión de buscar alternativas de autoempleo o la informalidad como una válvula de escape para solventar sus necesidades básicas. La pregunta que queda en el aire es: Por cuánto tiempo la población podrá mantenerse bajo esta situación?

11 POBREZA Y EMPLEO: RETOS A LA INEQUIDAD 223 Fuentes consultadas Banco Mundial (1990), Informe sobre el desarrollo mundial. La pobreza, Washington, Oxford Univesity Press. Coplamar (1982), Necesidades esenciales y estructura productiva en México. Lineamientos de programación para el proyecto nacional, México, Siglo xxi. Hernández Laos, E. (2000), Prospectiva demográfica y económica de México, y sus efectos sobre la pobreza, México, Consejo Nacional de Población. (2000), Crecimiento económico, distribución del ingreso y pobreza en México, Comercio Exterior, vol. 50, núm. 10, México. (1992), Crecimiento económico y pobreza en México. Una agenda para la investigación, México, ciih-unam. inegi (2006), Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares: enigh-2006, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. oit (2006), Panorama laboral 2006, Santiago de Chile, Oficina Internacional del Trabajo, Oficina Regional para América y el Caribe. (2008), Panorama laboral 2008, Lima, Organización de Estados Americanos.