Se encuentra en esa zona sin ley que es la provincia de la Frontera Noroeste, en el corazón del integrismo islámico.

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Laura Sandoval Fuentes
hace 8 años
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1 Timergara es una pequeña ciudad a cuatro horas en coche al norte de Peshawar, y a dos de la frontera con Afganistán. Se encuentra en esa zona sin ley que es la provincia de la Frontera Noroeste, en el corazón del integrismo islámico. Todas las declaraciones del gobierno pakistaní como el pleno apoyo a la campaña militar en Afganistán quedan desmentidas aquí. Nuevos reclutas pakistanís, imposibles de contar. Llegan a millares de los pueblos, del campo, de las ciudades de Pakistán. Viajan en camiones variopintos, autobuses sin puertas, rancheras reconvertidas en arsenales. Blanden pistolas, kalashnikov, bazocas, lanzagranadas e, incluso, hachas y palos. Todos están listos para unirse a los talibanes en la lucha contra el enemigo......esperando ganarse un lugar de honor en el paraíso, luchando en esta guerra santa la yihad contra los estadounidenses!!

Todas las declaraciones del gobierno pakistaní como el pleno apoyo a la campaña militar en Afganistán quedan desmentidas aquí. Nuevos reclutas pakistanís, imposibles de contar.

2 *Territorio comanche. Hashim es mi stringer. Trabaja en Peshawar como periodista e intérprete, aunque, cuando traduce del pastún, a menudo le pido que sea más preciso: quiero la traducción exacta de las preguntas y las respuestas, no la opinión del traductor. En cualquier caso, me encargo de hacer mis comprobaciones. Al menos, estoy segura de que no forma parte del ISI, el servicio secreto pakistaní, en ese caso, no me habría traído aquí. Julio Fuentes es el corresponsal del diario español El Mundo. Su ambición por contar la noticia antes y mejor que cualquier otro, no pasa por encima de la sincera compasión que siente por las víctimas. Sufre al asistir a los abusos y la violencia, pero se siente peor cuando está lejos de las guerras, como dijo sobre él el escritor Arturo Pérez-Reverte.* Después de ocho años, lo volví a ver ayer por la mañana, en Peshawar. Después de los primeros bombardeos sobre territorio afgano por parte de las fuerzas aéreas angloamericanas, los talibanes declararon el inicio de la Yihad, la Guerra Santa contra EEUU y sus aliados. Entre ellos está también el frente unido para la salvación de Afganistán más conocido como la Alianza del norte que desde 1996 aglutina a distintos grupos de combatientes afganos opuestos al régimen de los talibanes y que, después de la iniciativa estadounidense, está incrementando su ofensiva militar por tierra con el objetivo de reconquistar el país. Mientras tanto, en el interior de vastas regiones de Pakistán dominadas por la etnia pastún, mayoritariamente favorable a los talibanes, las manifestaciones antiamericanas estallan. 26

del traductor. En cualquier caso, me encargo de hacer mis comprobaciones. Al menos, estoy segura de que no forma parte del ISI, el servicio secreto pakistaní, en ese caso, no me habría traído aquí.

3 Es el mulá Sufi Mohammed quien enciende a la masa. <Participar en la yihad contra los agresores es una obligación de los fieles.> El suyo es un grupo fundamentalista que se ha dado a conocer con el boicot a las elecciones, consideradas antiislámicas, y que sueña con convertir Pakistán en un país regido por la ley coránica. <Traducido del pastún.> <Es una lección ejemplar para todos los no musulmanes.> Sus activistas se preparan durante semanas para la gran partida. Se agrupan en cinco campos levantados en el centro de Timergara, entre puestos y barracones decorados con la foto de Osama. <Tenemos armas sofisticadas, pero nuestra mejor arma es la fe.> Puedo vivir o morir, eso no me importa. Seré un hombre afortunado porque habré combatido al servicio del Islam. Tengo setenta años y no podría imaginar una felicidad mayor que ir al encuentro con la muerte como mártir de Alá. Son civiles transformados en combatientes. Batallones de soldados vestidos con harapos. Diez mil, dicen algunos. Quizá menos, quizá más. Pero lo que importa no son los números. Un albañil de 18 años mientras toma una taza de té. Un viejo salta a la última furgoneta. 27

<Traducido del pastún.> <Es una lección ejemplar para todos los no musulmanes.> Sus activistas se preparan durante semanas para la gran partida.

4 Lo que impresiona es el paso de sus convoyes por la calles de Pakistán. Y el hecho de que no haya nadie para pararlos. El ministro del interior amenaza con detener a cualquiera que pase la frontera. Pero aquí no hay policía ni cuerpos especiales, ven? Y el ISI, la inteligencia pakistaní? El ISI aún está demasiado vinculado a fuertes intereses con el régimen talibán. Julio hace preguntas muy precisas a Hashim, pero cada cierto tiempo lo interrumpe y me pide que le repita, por favor, lo que acaba de decir. El oído izquierdo de Julio quedó tocado por una bomba que le explotó al lado en Iraq. Pero lo cierto es que al genial enviado español le cuesta comprender el inglés hablado por el pakistaní a causa del fuerte acento pastún que lo caracteriza. Admite que no entiendes una mierda el inglés pakistaní. No hace falta que lo sepa todo el mundo! Perdona, Hashim, mi aparato acústico hace lo que quiere. Después, empezamos a hablar del origen de los talibanes, estrechamente ligado a Pakistán. 28

Julio hace preguntas muy precisas a Hashim, pero cada cierto tiempo lo interrumpe y me pide que le repita, por favor, lo que acaba de decir.

5 El movimiento talibán nació en las madrazas* del área pastún, a ambos lados de la frontera afganopakistaní. Empezó a dar que hablar en 1994, al liberar un convoy del ISI de uno de los numerosos puestos de bloqueo que enriquecían a los señores de la guerra de Afganistán, y ocupar la ciudad de Kandahar. Pakistán apoyó el ascenso de los estudiantes ** ya que facilitaba el comercio, lícito e ilícito, con Irán y Asia central. Los talibanes obtuvieron apoyo logístico, armas y un adiestramiento militar rudimentario y, más tarde, incluso Arabia Saudí los financió generosamente. Desde 1989, después de haber obligado a Rusia a retirar sus tropas de Afganistán, los señores de la guerra habían empezado a enfrentarse entre sí en sanguinarias luchas por el poder. La promesa de los talibanes era la de devolver la paz y el orden al país, después de más de una década de devastación. Se les unieron miles de voluntarios. El nuevo régimen tenía un programa sencillo, basado en un regreso a una sociedad respetuosa con el auténtico Islam: se destinaron sumas irrisorias a las actividades de desarrollo, dando prioridad a la financiación del ejército y la policía religiosa. Pero también la población afgana los recibió con alivio. Mediante la fuerza o la corrupción, los talibanes conquistaron Herat, Kabul y Mazari-Sharif, extendiendo su dominio sobre el 90% del territorio. Los lideraba el mulá Mohamed Omar, que fue jefe de Estado de facto entre 1996 y Se intentó convertir a las mujeres en invisibles, expulsándolas de los empleos y obligándolas a estar encerradas en casa y salir solo cubiertas con el burka para evitar que indujeran a la tentación a los hombres. Se prohibieron todas las actividades lúdicas, desde las cometas hasta los partidos de fútbol. **En idioma pastún, un talib (Plural: taliban) es un estudiante islámico. *Madraza: Escuela religiosa coránica. 29

Pakistán apoyó el ascenso de los estudiantes ** ya que facilitaba el comercio, lícito e ilícito, con Irán y Asia central.

6 Con sus edictos intentaron eliminar cualquier rastro de la presencia de religiones distintas a la islámica. En marzo de 2001, a pesar de las peticiones de la ONU y las presiones de la comunidad internacional, demolieron dos enormes Budas tallados en la piedra, que velaban desde hacía más de dos mil años sobre el valle de Bamiyán. La misma suerte corrieron todas las obras de arte que, al representar a humanos, violaban las prescripciones de la ley coránica. Donde estaba la estatua de 55 metros ha quedado como un bajorrelieve en la roca... parece que haya quedado la sombra del Buda... Por cómo lo cuentas, diría que tú has ido. En efecto, durante las invasiones musulmanas de los siglos IX al XI d. C., las estatuas de los Buda habían sido desfiguradas en la parte superior del rostro... Pero ahora ya no queda nada... Sí, y he respirado el polvo de la ruina! Cuando los estudiantes llegaron al valle, en 1997, el mulá Omar prometió proteger las estatuas. Después, en cambio, lanzó el edicto que las dejó fuera de la ley, y dedicó 20 días a la demolición. Solo así, el mundo vio a los talibanes! Estar a cualquier precio, ir a la caza de las historias, contándolas desde la primera línea, no necesariamente la que está en el punto de mira: también las historias desconocidas pueden adquirir valor gracias al testimonio directo. Escribir, analizar, verificar. Y no se inventa nada. En el fondo de su corazón, la atracción por las situaciones extremas, la muerte, el miedo. No como obsesión autodestructiva, al contrario. Desafiar a la muerte es el mayor gesto de afirmación del propio narcisismo. Cuando conocí a Julio en Bosnia, en 1992, fue igual que hoy: reconocí a un periodista en mi misma onda.

sobre el valle de Bamiyán. La misma suerte corrieron todas las obras de arte que, al representar a humanos, violaban las prescripciones de la ley coránica.

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