HOVIK KEUCHKERIAN. Considerado un hombre del renacimiento ha dedicado su vida al boxeo, la escritura, la comedia y la interpretación

Transcripción

1 HOVIK KEUCHKERIAN Considerado un hombre del renacimiento ha dedicado su vida al boxeo, la escritura, la comedia y la interpretación A principios de los años 70 nació en el Líbano Hovik Keuchkerian, descendiente de madre española y padre libanés. Con tan sólo tres años vino a vivir a España tras estallar la guerra en Líbano. A los 22 años, guiado por su hermano mayor, decidió abrir un gimnasio. Jamás pensó que se embarcaría en un proyecto de tales dimensiones, pero como él dice, y cito textualmente La mayoría de las cosas que me han pasado buenas en la vida me han pasado sin buscarlas. El inicio del proyecto fue muy complicado aunque afirma que fue divertido y hoy, a 28 de noviembre, el gimnasio ya lleva 18 años en funcionamiento. Habiendo sido campeón de España de pesos pesados en boxeo en el año 2002 y 2004, confiesa que el boxeo le aportó cosas positivas y negativas tanto en lo personal como en lo profesional. Además le ha servido como esquema de trabajo ya que es un deporte que implica mucho entrenamiento, mucha concentración y mucho trabajo mecanizado. Para boxear tienes que tener las ideas muy claras, saber cuál es tu objetivo y focalizar, encaminando todas tus fuerzas hacía un punto determinado. Lo que se aprende del mundo del boxeo como arte, como deporte y como disciplina ayuda en cualquier ámbito de la vida, en el caso de Hovik, a él le ha ayudado como cómico, como actor, e incluso le ha inspirado para escribir. En la actualidad, está retirado del boxeo. A nivel personal acabó muy cansado y triste, coincidiendo además con una etapa personal bastante complicada, y al dejar de estar motivado e ilusionado apartó el boxeo de su vida. Tras hacer Alacrán enamorado, una película de Santiago Zannou, que trata sobre la vida de un skinhead que a través del boxeo reinterpreta su vida y se reinventa, en la que Hovik da vida a Pedro, el dueño del gimnasio; llegó a pensar en volver a boxear. Aunque al terminar de rodar la película acabó con una sensación muy bonita y con muchas ganas de hacer una pelea más se dio cuenta de que esta idea estaba fuera de lugar, que las cosas pasan cuando tienen que pasar y si no han pasado es por algo; y ya con cuarenta años meterse otra vez a la rutina de entrenar 1

2 sería muy complicado. Afortunadamente se dio cuenta a tiempo y reculó ya que a veces, recular es de sabios. Tras meditarlo decidió que podía vivir sin ese último combate. Confiesa que tras dejar el boxeo estuvo dos años borracho, no sabía qué iba a hacer, me quedé huérfano de objetivos. En el gimnasio le ayudaron mucho, ya que era gente de años de confianza, que evitaron que el negocio se hundiera. El salto del boxeo a los monólogos surgió por casualidad, es decir, no hubo un cambio intencionado desde el ring hacia los escenarios, se cruzó la oportunidad por su camino y se enganchó. Un día un amigo le invitó a subir a un escenario y a escribir su primer monologo y la experiencia le gustó muchísimo. Al recibir la llamada de Paramount Comedy para ofrecerle trabajo no dudó en aceptarla y a partir de ese momento entró de lleno en el mundo de la comedia, haciendo monólogos todos los días. A Hovik la profesión de cómico le parece fascinante y está muy feliz con todo lo que le ha enseñado. Después de realizar más de 170 monólogos en tan sólo un año comenzó a cansarse de sólo hacer reír. Entonces comenzó a escribir tirando hacia la poesía y cuando se cansó del todo decidió introducir sus poemas en los monólogos. No se lo esperaba, pero el público tuvo una muy buena reacción, sobre todo esta última etapa en el teatro de Gran Vía la chocita del loro. Esta fusión le ha enseñado a ver que mucha gente está dormida, no muerta, y que necesitan un empujón para reaccionar; y, a través de la risa, que es una forma de bajar defensas, se obtiene la ayuda necesaria para transmitir el mensaje. Afirma que ha sido una experiencia genial, debido a que se ha dado cuenta de que mucha gente comparte algunos de sus pensamientos o razonamientos. La repercusión y la reacción del público ha sido maravillosa, ya que todos necesitamos pensar y sentir, y en un monólogo hay un poquito de todo eso: hay pensamientos, hay reflexión, por supuesto, hay risas y, en definitiva, hay vida. Hoy, a 28 de noviembre, le quedan tan sólo tres monólogos por hacer, y en ellos cada vez tiende más hacia la poesía. A pesar de todo lo aprendido del equipo, del público y de la gente en general, el cuerpo le pide pasar página y acabar este ciclo de su vida, y esta vez dando un salto voluntario, condicionado por muchos factores. Le apetece, como él dice, meterse en otro charco, y si en algún momento quiere, ya tendrá tiempo de volver, como los viejos rockeros. 2

3 Su primer casting como actor fue para la serie de Hispania, y tras ser elegido y decidir hacer papel, tanto la productora como Antena 3, sabiendo que era su primer papel como actor, le pusieron una coach de interpretación, Raquel Pérez, la cual le enseño a poder coger un guion, despedazarlo y poder meterse en la historia del personaje y crearlo. Tuvo que trabajar muy duro para quitarse ese deje procedente de los monólogos, ya que en los primeros ensayos todo lo que decía sonaba gracioso. En cuanto al futuro como actor, tiene pensado hacer más cursos de formación si tiene la posibilidad. Su trayectoria como actor no se reduce al personaje de Sandro en Hispania, sino que también ha participado en varios rodajes cinematográficos. Entre los trabajos que ha realizado los últimos años tiene pendiente el estreno de los días no vividos el 21 de diciembre de 2012, una película que habla del fin del mundo. En febrero de 2013 estrena Alacrán en Berlín. Y en octubre de 2013 se estrenará Mind Scape, una película de Jorge Dorado, en la cual participa en cinco secuencias. La mayor diferencia entre cine y televisión que él ve son los tiempos. En cine, tienes más tiempo de preparación, puedes relacionarte de forma tranquila con el director, el equipo y los compañeros, puedes plantear opciones y proponer otras alternativas. En cine, además, las secuencias a grabar en un día son mucho menos numerosas que en televisión, por lo que se tiene la sensación de estar haciendo algo más preparado y profesional; uno puede comprobar que su parte está perfecta, algo que en televisión, debido a la rapidez, es impensable. El rodaje que más le ha gustado hasta la fecha ha sido El otro, un corto dirigido por Jorge Dorado, por el que se llevó un premio en Alcalá de Henares al mejor actor. Fue un rodaje muy duro, ya que fueron 9 días sin parar, y en la nieve, pero fue muy divertido e intenso. En torno a los 19 años sin ningún motivo concreto le entraron ganas de escribir. Nunca había tenido una buena trayectoria como estudiante debido a su carácter inquieto., ni tampoco había leído mucho ni siquiera actualmente. Pero en la escritura encontró una forma de confesarse a sí mismo, como un tipo de terapia. Lo que nunca se le pasó por la cabeza fue que lo terminaría publicando y que llegaría a interesarle a alguien. Hoy en día escribe prácticamente todos los días. No tiene ninguna idea concreta a la hora de empezar a escribir, comienza por escribir sensaciones, lo que ve, lo que siente, y luego lo ordena y lo coloca. Considera que no sería incapaz de escribir una novela pero que le resultaría 3

4 muy difícil debido al orden y al rigor que implica. Le apasiona escribir lo que le pide el alma y que sea el mismo relato el que le lleve a algún lugar, independientemente de que tenga sentido o no. Él asegura que cada relato transmite algo y en todos ellos queda atrapada una parte de él mismo. Entre sus libros favoritos destacan: El profeta del autor libanés Khalil Gibran y Sangre fría de Truman Capote. Ahora se está leyendo un libro llamado Cosas que los nietos deberían saber de Mark Oliver Everett, el cual se trata de un relato autobiográfico del cantante del grupo Eels. Acaba de publicar su tercer libro, llamado días y desvaríos, un libro que él califica como raro, compuesto por relatos autobiográficos breves, en los que cuenta vivencias y experiencias; algunos son divertidos, otros son más duros, otros escatológicos, otros sexuales, etc. Es un libro en el que se desnuda del todo, habla sin ningún tipo de vergüenza ni pudor de su forma de entender las cosas. Todos los relatos finalizan con algún tipo de mensaje o moraleja. Al final de la entrevista nos leyó uno de sus relatos favoritos del libro, llamado Los ejemplos: dos. Viven arriba. Le preguntamos además por sus sueños cumplidos y por cumplir y su respuesta fue yo es que sueño tanto, yo sueño mucho, yo es que me paso el día soñando y a veces ni siquiera yo me tomo en serio mis sueños. Todo lo que he hecho hasta ahora es en sí mismo un sueño, hay cosas que me han salido muy bien, hay cosas que me han salido muy mal y de todas he aprendido. Ser campeón de España es un sueño en sí mismo. Publicar los libros que he publicado es un sueño en sí mismo. Tener un gimnasio y conocer a toda la gente que he conocido estos 18 años en el barrio, lo que me han aportado y las experiencias que he tenido en ese gimnasio es un sueño en sí mismo. El cine, los cortos, haber estado en Gran Vía un año y medio en el teatro todos los lunes con mucho público es un sueño también. Sueños por cumplir? Pues yo que sé, probablemente el sueño más importante para mi ahora es estar más tranquilo, estar más en paz, probablemente no hacerme tanto daño a mi mismo con determinadas cosas y no auto exigirme determinadas cosas que no me llevarán a nada. Estar tranquilo yo creo que es mi sueño siguiente, estar en calma coño. Esa es la movida. 4

5 Los ejemplos: dos. Viven arriba KEUCHKERIAN, Hovik. Días y desvaríos. Léeme (2012) Pp Me fui al cerrajero. Diseñé una barra de acero que iba por el techo atornillada a las columnas a lo largo de toda la clase de boxeo. En total podía colgar seis sacos a la vez para que los chavales pudieran pegarles. Me costó pesetas. Los sacos no recuerdo cuánto me costaron pero fue bastante menos. Pintamos la barra en blanco, colgamos los sacos. Todo iba bien. Yo estaba contento, mis alumnos estaban contentos, entrenamos bien ese día. Terminó la clase, llegué a la recepción y me dijo mi recepcionista (no recuerdo bien ahora su nombre): - Hovik, esta señora te está esperando. Quiere hablar contigo. Era una señora mayor, nunca antes la había visto, con unas gafas medio oscuras medio no. Me presenté (cuando no veo los ojos de la persona con la que hablo me pongo nervioso). - Buenas tardes señora, soy Hovik en qué puedo ayudarla?. (Todos los días aprendemos lecciones pero algunas veces recordamos hasta el día en que las aprendimos) - Soy María. Mira hijo, yo vivo justo encima de la parte de atrás de tu gimnasio y hasta hoy - y lleváis con el gimnasio abierto tres años - no he tenido queja de ningún tipo. Pero hoy mi niña ha estado nerviosa porque se oían ruidos y vibraciones que no habíamos odio nunca, 5

6 Estáis haciendo algo que no hayáis hecho habitualmente?. - He colgado unos sacos para que los chicos puedan entrenar y he insonorizado las columnas precisamente para evitar ruidos y no molestar. Me dijo que su hija era discapacitada y que no le molestaban los ruidos realmente los ruidos no se oían lo que perturbaba la paz de su pequeña eran las vibraciones. - Sube a ver a mi niña. - Claro que si señora, ahora mismo. a causa de una enfermedad degenerativa. Justo al lado de la columna que es la prolongación de la mía en la parte de arriba. - No puede hablar. no puede moverse. (Mira, este chico se llama Hovik - decía la señora-, es del gimnasio de abajo ha venido a verte). Con una cara, con un amor le hablaba a su hija, Magdalena, que se podía sentir el me cambiaba por ti ahora mismo de una madre por su hija. En la prolongación de unas de las columnas de mi clase de boxeo, en el piso de arriba, justo en la prolongación de la columna por arriba, una niña de diecinueve años había pasado la mayor parte de su vida en un sillón. Encogida - Puede oírme? pregunté. - Claro. Y si vuelves a venir te reconocerá. Como buenamente puede dije hola y la acaricié. - Cuando le pegas a los sacos ella se inquieta, y grita un poco. 6

7 Es muy sensible, mucho. - No se preocupe, señora. Ahora bajaré y quitaré todos los sacos. Mañana entrenaré yo sobre las cinco, es la hora a la que entreno, colgaré un único saco en el soporte más alejado de la niña y luego subiré a verla, a preguntarle si la he molestado. Si es así, quitaré todos y su hija estará tranquila. Estarán ustedes aquí? (A veces pregunto gilipolleces porque a veces soy gilipollas, muy GILIPOLLAS).. La niña no se podía mover hace mucho que no podía. Cómo coño no iba a estar en casa? Bajé, quite los sacos. No eran importantes ya. En ese momento realmente nada tenía importancia. Yo entrenaba en un deporte cuya finalidad es pelear y acababa de conocer a una madre y a una hija que, sin entrenar, me hubiesen ganado de cien combates cien. Pelear? Pelear? Pelear? Y una mierda! Lo de mucho de nosotros, comenzando por mí, no es mas que un juego de niños. Compré un peluche. Entrené a las cinco de la tarde en el soporte más alejado le pegué al saco fuerte. Mucho más fuerte que la última vez que le pegué fuerte. Me duché. Subí a darle el peluche a la niña y a saber si había molestado. 7

8 - Ah, Ya has entrenado, Hovik? Pensé que entrarías a las siete, es la hora a la que Magdalena se sobresaltó - No. Yo entreno a las cinco señora. A las siete son las clases - Magdalena estaba dormida y no se ha despertado. Eso es que no ha sentido nada. Puedes entrenar sin miedo. (Sabía que jamás le iba pegar al saco más fuerte que esa tarde Si le he pegado más fuerte es porque ha habido muchas más cosas que me han hecho daño desde entonces., supongo que como a todos, pegarle al saco me ayuda). emocionado y no lo soy. Subía de vez en cuando a verla hubo una racha en que no subí. (Soy un egoísta de mierda). Cuando volví a subir nadie me abrió. Cuando volví a subir nadie me abrió. Cuando volví a subir nadie me abrió. Le pregunte a Valentín, al portero del bloque. - Qué pasa con la niña?, Llamo y no me abren - La niña murió, Hovik, y la señora ha ido a casa de uno de sus hijos a la playa para no estar sola. Lloré. Lloré mucho. Le dimos el peluche. La niña emitió un sonido - Está contenta - dijo la madre. Me emocione. Sería un animal si no me hubiese Nunca puse los sacos, nunca, tengo el mío nada más solo el mío. Ya no peleo, pero sí le pego al saco de vez en cuando 8

9 y recuerdo su sillón justo en la prolongación de la columna. Una tarde, bastante tiempo después, salí a coger la moto y me encontré con la señora María que iba a comprar. Me paré en seco y miré esas gafas medio oscuras medio no. - Siento mucho lo de su niña lo siento de verdad, me lo dijo Valentin - Gracias, hijo, la echo mucho de menos, mucho, ha sido una vida juntas. Te sigues pegando?. (Me pregunto con mucho amor, con mucho. - No señora, ya no - No te pegues hijo, no te pegues La quiero a usted María y quise mucho a su pequeña Magdalena Me disteis luz 9