DOCUMENTO TOMADO DEL ARTICULO: DICOTOMIA ENTRE LA CIENCIA MODERNA Y EL CONOCIMIENTO POSMODERNO

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1 DOCUMENTO TOMADO DEL ARTICULO: DICOTOMIA ENTRE LA CIENCIA MODERNA Y EL CONOCIMIENTO POSMODERNO 1-ALGUNAS POSTULACIONES DE LA CIENCIA DESDE DIFERENTES TRADICIONES. Autor: Francisco Javier Ortega 1 Artículo publicado en la Revista Mundo Abierto de la Universidad Cooperativa de Colombia # 5. La ciencia en su historia se ha desarrollado desde diferentes posturas, de las cuales surgen diversas formas de interpretar lo científico, destacándose la actitud positivista de la ciencia, determinada desde la baja edad media hasta la contemporaneidad; la antipositivista como la hermenéutica en el S. XIX y XX y, las escuelas filosóficas de la ciencia que dejan su huella en el Siglo XX, interpretando el acontecer científico por medio de estructuras paradigmáticas y programas de investigación. Por lo tanto, se hará un recorrido breve por estas consideraciones con el fin de acercarnos a un mejor entendimiento de las diferentes concepciones del concepto de ciencia para luego relacionarlas con el ámbito contable. 1.1 LA CIENCIA EN SU ITINERARIO POSITIVISTA Para aproximarse al entendimiento de este enfoque es necesario revisar grosso modo el contexto histórico del positivismo, con el fin de encontrar los argumentos con los que se pretende abarcar, desde esta postura, un concepto de ciencia. Ante todo, hay que mirar al positivismo como una actitud proclive al desarrollo de la ciencia empírica y, para ser más específicos de la mecánica, incluso antes de Comte a quien se le otorga el titulo de creador del positivismo. Lo positivo es planteado como una postura que aboga, por el interés útil y pragmático, encaminado mediante actitudes tecnológicas a dominar y a poner al servicio humano la naturaleza, asumiendo criterios como la formalización del lenguaje que sea consecuente con el monismo metodológico aplicado en la física y las matemáticas. El positivismo es recogido como ideal a seguir por diferentes corrientes a lo largo de la historia, predicando que lo científico solo será aquello que trabaje con los criterios que esta corriente recoge. Para facilitar un recorrido sintético en la historia del positivismo, se trabajará con el modelo de los estadios que maneja Carlos Ulises Moulines (1978) en el estudio sistemático del positivismo del Circulo de Viena. Él muestra que antes del Círculo de Viena existió un Protopositivismo anterior a A. Comte, un Positivismo Clásico con Comte y sus discípulos y, un Positivismo Crítico Alemán predecesor directo del Circulo de Viena. 1 Profesor de distintas universidades de la ciudad de Popayán.

2 En los tiempos del Protopositivismo -anteriores al S. XVII-, cuando existía un desarrollo de la física y la matemática con Newton, Descartes, etc., además del discurso de la razón, se sustentan movimientos actitudinales que se venían gestado en la baja Edad Media, como por ejemplo la antimetafísica, el empirismo y el mecanicismo 2. El protopositivismo se presenta como movimiento escéptico, antirreligioso, antiespiritualista, -en términos de Descartes- antimaterialista, que vendrá a afirmar que todo aquello que contenga algo de sobrenatural será inútil para el conocimiento, y que la tarea propia de la ciencia será el establecimiento de las relaciones lógico-matemáticas entre los fenómenos. En la gestación del positivismo ya existen disciplinas científicas que giran en torno a la mecánica y matemáticas, de ahí que este itinerario primario se preocupe, desde los mismos inicios, por la metodología científica-matematizada asumida en las teorías. El protopositivismo con su pretensión de implementar la investigación mecánica de la naturaleza, desarrolla un proceso crítico en torno a la purificación metafísica del conocimiento, pues D'Alembert argumenta: que su objetivo primordial es liberar la mecánica de todas las oscuridades metafísicas que le acosan en su estado presente (Moulines, 1978: 5.) Esta noción purificadora conlleva a tomar conciencia sobre la unificación del conocimiento en un único marco conceptual amparado desde la metodología de la física y matemática. Al principio esta postura bebió de la mecánica, pero más adelante vendría a ser influenciada por conocimientos que no necesariamente se alojan en ésta, tales como la historia y las ciencias humanas 3, que implicaría transformaciones en la actitud positivista de la ciencia. Esas transformaciones se manifiestan en el positivismo clásico de A. Comte y sus discípulos; teniendo en cuenta que él como discípulo de Saint Simon, trabaja con la ley de los tres estadios de la historia del hombre que proclama Simon: Estadio Teológico, Estadio Metafísico y Estadio Positivo, a los que se les suma el Estadio de la Enciclopedia. El Estadio Teológico es aquel donde el hombre intenta explicar los fenómenos de la naturaleza por medio de la espiritualización de ésta y por medio de las fuerzas sobrenaturales; el Estadio Metafísico pretende interpretar los fenómenos como efectos de fuerzas o entidades abstractas universales; y, el Estadio Positivo donde el hombre con una ciencia y una sociedad mediada por la Modernidad, la razón y los procesos de modernización, pretende describir y predecir los hechos por medio de leyes, producto de la observación y de la reflexión racional. Además, de estos estadios Comte adiciona el Estadio de la Enciclopedia, dándole un orden cronológico al desarrollo de las ciencias según lo complejo de su objeto: la astronomía, la física, la química, biología y sociología. 2 No hay que entender al positivismo como si fuera empirismo, mecanicismo o racionalismo, pues se estaría reduciendo el concepto, ya que el empirismo se enfoca en la consecución del conocimiento a partir de la experiencia sensorial; el racionalismo con Descartes le dan el triunfo a la razón con su método científico y el mecanicismo pretende explicar las leyes de los movimientos. Y, el positivismo como actitud filosófica tiende a ser una filosofía que trabaja el acontecer científico. 3 Aquí e se hace referencia a las ciencias humanas en el contexto de Comte, que son asumidas con posturas del positivismo.

3 Ante todo para Comte el positivismo es un sistema filosófico y metodológico, y como tal debe abarcar el estudio de las relaciones humanas, como ya se había hecho en otras disciplinas científicas como la astronomía, la física y la biología. Para él era necesario que ese sistema abarcara ciencias como la economía y la sociología, pues, La aspiración básica de Comte era lograr una aplicación convincente del método de las ciencias naturales, que ya había hecho tan grandes progresos en otros campos, al dominio de la historia y de los fenómenos sociales (Moulines, 1978.) Pero dado el carácter positivista de la unificación metodológica de las ciencias, este positivismo clásico muestra también a las matemáticas 4 como el lenguaje conceptual y universal de todas las ciencias, incluso en las sociales, y el desarrollo de éstas depende para Comte, del desarrollo del conocimiento matemático que a la vez es el gozne del progreso humano. En esta época, junto a las grandes transformaciones de la sociedad, el positivismo deviene como una postura epistémica de la modernidad, y en especial una actitud de la clase burguesa, y por tanto hegemónica. Esta clase social incursiona en las grandes transformaciones materiales de la historia, que se manifiestan en procesos de modernización, aferrados a criterios positivistas con el ánimo de incursionar en el dominio de la naturaleza y por ende en el desarrollo tecnológico. El positivismo en este contexto estuvo mediado por las verdades eternas que se argumentan desde las leyes de Newton, como espacio y tiempo, fuerza y masa, pero que rápidamente pierden perspectiva al entrar el Siglo XVIII, pues el mismo positivismo comienza a ver señales de metafísica en esa mecánica que Comte no veía. Después de él aparece trabajos científicos en la termodinámica, en el electromagnetismo, los cuales desechan conceptos de espacio, tiempo, fuerza y masa y, a la vez, actúan como estimulante para la perdida de esa fe dogmática que se tenía a las leyes newtonianas. Así, nos adentramos en el positivismo crítico alemán, el cual será una tendencia crítica de la mecánica, donde se comienza a caracterizar la tesis de que el conocimiento de fiar es el que parte de la observación. Este positivismo ve en el positivismo Comtiano una forma de dogmatismo circunscrito a la metafísica, por lo tanto, propone una reconstrucción crítica y unificada del conocimiento empírico sintetizada en: *una actitud negativa a los conceptos de fuerza y causa física. *se admite el hecho de lograr una unificación lógica de diversas ciencias. *los hechos directamente observacionales son de fiar. Como una consecuencia de estas concepciones, este positivismo tendrá como premisa que la ciencia debe describir los hechos a partir de los fenómenos, pues, el verdadero objetivo de las ciencias no es buscar las causas ocultas de los fenómenos, sino sólo describirlas 4 En el contexto de A. Comte no se tendrá el concepto reducido que hoy tenemos acerca de las matemáticas, pues para Comte estas al ser un instrumento abarcan: la propia aritmética, el cálculo, la geometría y la mecánica racional.

4 sistemáticamente, para poder hacer buenas predicciones. Las predicciones nos permiten actuar sobre la naturaleza; con ello se promueve el progreso tecnológico, la base de todo progreso humano (Moulines, 1978), premisa que es compartida por el positivismo anterior Clásico de Comte. Pero el positivismo crítico va un poco mas allá de la descripción, pues analiza con Mach E. la implicación de las sensaciones 5 en el proceso del conocimiento, ya que pretende desarrollar conceptos no tan abstractos y universales como los de Newton, y que son inferidos desde las sensaciones como la observación en la manipulación y experimentación de objetos fácticos. Por último, también pretende la unificación de las ciencias en un lenguaje común, partiendo de la idea de que: el acto cognoscitivo y su objeto son idénticos por principio, por mucho que al nivel más complejo de las diversas ciencias parezcan divergir (Moulines, 1978: 22.) El positivismo crítico Alemán es precursor directo del positivismo lógico del círculo de Viena, donde la ciencia será aquello que sus enunciados estén sometidos a la lógica matemática y a la verificación empírica; la matemática actúa como un primer pilar ya que para aquella época se contaba con la ayuda del instrumento de los principia matemática ; y como segundo pilar una fase de verificación empírica, donde los enunciados son llevados a una comparación con la realidad y verificados inductivamente. Los trabajos del Círculo de Viena pretenderán mostrar que la objetividad es el carácter relevante de la ciencia, pero una objetividad que tenga neutralidad valorativa o intencional en la construcción del conocimiento, aunque sea un intento fallido pues siempre existirá una intencionalidad subjetiva en el sujeto epistémico. Hasta aquí puede observarse cómo la postura positivista posee una visión monolítica del mundo, un criterio ontológico donde se pretende imponer la metodología de las ciencias naturales en las ciencias humanas; además posee una postura epistemológica que privilegia el mundo de lo objetivo, numérico e independiente del hombre. Posteriormente al Circulo de Viena Popper dirá que "el criterio para establecer el status científico de una teoría es su refutabilidad o testabilidad" (Popper, 1994: 64), es decir, la demarcación se basa en la falsación. Popper analiza esta premisa, considerando que el edificio científico se construye con las teorías que sobreviven enfrentándose a su testabilidad con la realidad. 5 Hay que manejar el término «sensación» con cuidado: sobre todo no entenderlo en modo pasivo, como si hubiera un «sujeto» previo a las sensaciones que «las sintiera»; lo único que hay es ese conjunto de sensaciones. Las sensaciones pueden agruparse según ciertas relaciones de similitud en diversas categorías: sensaciones cromáticas, tactiles, térmicas, etc. En principio. estas categorías no tienen nada que ver entre sí. Afortunadamente, la experiencia sensorial está constituida de tal manera que pueden establecerse ciertas correlaciones más o menos regulares de dependencia entre los diversos grupos de sensaciones. Esto permite la construcción de complejos más o menos estables, los «objetos sensibles». (Moulines)

5 Así "la ciencia, pues, debe comenzar con mitos y con la crítica de mitos" (Popper, 1994: 77), lo cual da un sentido antidogmático al acontecer científico, donde la crítica es el común de ese acontecer. A pesar de la cercanía y visión positivista, incluso la amistad que tuvo Popper con el circulo de Viena, no comparte las premisas del circulo, pues rescata a la metafísica como génesis de la ciencia, critica los métodos inductivos, y muestra como las ciencias humanas deben guiarse por los métodos críticos deductivos de las ciencias exactas y, no por la verificación sino por la falsación, define los postulados de las ciencias humanas de la modernidad como pseudociencias 6 por su defensa dogmática contra la crítica. Popper cuestiona los métodos inductivos como factor clave para el éxito científico, pues el factor, "depende de la suerte, el ingenio y las reglas puramente deductivas de la argumentación crítica" (Popper, 1994: 80.) Mientras que el inductivismo 7 pretende describir solo hechos indiscutibles, aceptando solamente proposiciones fácticas, basadas en la lógica de la generalización que contiene criterios del sentido común. Con esas críticas al empiroinductivismo que desconocen las construcciones teóricas previas para interpretar realidades y con esa crítica al inductivismo que sobrevalora la observación que va de generalización en generalización y que torna a la ciencia verificable, Popper plantea su tesis del falsacionismo que consiste en que los hombres de ciencia deben -como una de sus principales funciones- construir teorías, en un sistema de proposiciones para interpretar un pedazo de la realidad, y las somete a constrastaciones empíricas rigurosas, de ahí, el mismo científico debe -otra de sus principales funciones- diseñar contraejemplos de las respectivas teorías y, esos contraejemplos, en un campo empírico será la base para corroborar o falsar la teoría, mostrando que existirá una lucha bilateral entre el mundo y la teoría donde finalmente triunfa el mundo. Con estas consideraciones que se aproximan a un entendimiento del positivismo, se planteará la postura antitética condensada en la denominada Escuela Hermenéutica. Ésta muestra algunos criterios contrarios del positivismo, donde no se desconoce el campo cultural, económico, político etc., en el proceso social del conocimiento. 1.2 LA HERMENÉUTICA: UNA POSTURA ANTITETICA DEL POSITIVISMO. Las ciencias humanas hacen hecatombe con el planteamiento positivista en el S. XIX y XX. Cuando la revolución francesa había mostrado el desafío de la modernidad como proyecto humano, en momentos en que el positivismo había pretendido abarcar el estudio y la interpretación de las ciencias humanas, pues ya había unos planteamientos de la economía clásica que se acercaban a criterios positivistas; se manifestaba el rechazo hacia esas posturas (rechazo al monismo metodológico, al afán predictivo y causalista, rechazo de la reducción de la razón a la razón instrumental.) Las ciencias humanas cuestionan los criterios de matematización, descripción, explicación, verificación, falsación etc., pues ponen de manifiesto que en un proceso de conocimiento el investigador no es una autoridad 6 Para ver más a fondo el problema de la ciencia y pseudociencia, se puede consultar el capítulo 2 que trata sobre: "La naturaleza de los problemas filosóficos y sus raíces en la ciencia" y, el capítulo 16 que trata sobre: "predicción y profecía en las ciencias sociales" páginas 94 y 403 respectivamente (Popper, 1994). 7 Popper dice que resuelve el problema del inductivismo en el capítulo 1 de su libro Conocimiento Objetivo donde plantea el conocimiento como conjetura.

6 capaz de inferir mediante la observación objetiva los hechos, ya que más que tratar de explicarlos, describirlos, verificarlos o falsarlos, el sujeto epistémico lo que debe es tratar de interpretar y comprender los hechos, teniendo en cuenta que esa neutralidad valorativa de lo objetivo no existe, pues, en el proceso del conocimiento el sujeto epistémico viene determinado por unas estructuras conceptuales, metodológicas, actitudinales y axiomáticas que incide directamente en ese proceso, y de ahí que para la construcción del conocimiento se necesite de la unidad dialógica entre el sujeto y el objeto, además de la pretensión de comprender por parte del sujeto. Las ciencias humanas vendrán a mostrar como la reflexión, la abstracción y la pretensión de comprender las relaciones humanas son los parámetros de la interpretación. La Escuela de Frankfurt como representante de los criterios hermeneutas, vendrá a plantear interpretaciones de la sociedad con una crítica exhaustiva al positivismo. Horkheimer dirá que los positivistas no advierten que su percibir, su ver, está mediado por el contexto social, y ésta sociedad es capitalista, y al ser capitalista se definen los intereses de la burguesía, y que si renuncia a percibir esta mediación de la totalidad social del momento histórico que vive, se condena a percibir apariencias (Mardones, 1994: 38.) Adorno, mostrará como la ciencia es hija de las relaciones socioeconómicas y como privilegia la razón instrumental 8, y que la ciencia positivista funciona, con el prestigio de sus éxitos tecnológicos y su racionalización en la teoría de la ciencia, como una ideología legitimadora de tal unidimencialización de la razón (Mardones, 1994: 39). Con Marcuse encontramos una crítica al sistema industrial de la sociedad contemporánea, mostrando como la sociedad positiva a reducido y ha absorbido la dimensión negativa o crítica del hombre, es decir, la sociedad se ha unidimencionalizado positivistamente y ha limitado la proyección del espíritu humano. Marcuse muestra como en el marco conceptual del positivismo está ausente de posturas hermeneutas históricas o críticas, y que ese marco somete al mundo contemporáneo a una ideología aterradoramente positivista, legítimamente justificadora y cohesionante desde un contexto científico-tecnológico, que asfixia las posibilidades de proyección individual y colectiva. A la vez que ese positivismo reduce al hombre a una cosa susceptible de ser administrada, enajenada y manipulada por las alegorías del poder. La tecnología en la sociedad unidimensional cumple un papel importante en este mundo artificial positivo, pues, es constructora de falsas necesidades, adoctrina a los individuos, actuando gregariamente a la par de un sistema institucional, que influye en la vida personal de todos y cada uno de nosotros: desde la familia, la escuela y el bombardeo publicitario, cada uno de nosotros es construido de acuerdo a los requerimientos del sistema económico, nos construye de tal forma que hasta nuestra libertad no es más que una apariencia. Igualmente, la tecnología actúa como objeto de dominación, como el instrumento más eficaz para subsumir, alienar o enajenar al pensamiento del hombre, impidiendo la 8 Habermas referiere acerca del concepto de razón instrumental lo siguiente: Con el concepto de razón instrumental, Horkheimer y Adorno pretenden sacar las cuentas a un entendimiento calculante que ha usurpado el puesto de la razón... La razón, en tanto que instrumental, se ha asimilado al poder, renunciando con ello a su fuerza crítica (Habermas, 1989:149).

7 autonomía de éste. La tecnología convierte al hombre, junto con el imperio de la ley en un objeto de administración: todas las culturas, las costumbres, las técnicas de supervivencia y las visiones del mundo son institucionalizadas y administradas en pro de la racionalidad económica. Realizada una breve síntesis de esta postura antipositivista, el trabajo siguiente intentará recabar sobre otro criterio metodológico para abordar la construcción científica. 1.3 CONSIDERACIONES FILOSOFICAS DE LA CIENCIA EN T. KUHN Kuhn apartado de los modelos y corrientes de la filosofía de la ciencia positivista muestra conceptualizaciones y puntos de vista diferentes de como funciona y se desarrolla la ciencia. En el libro la estructura de las revoluciones científicas uno de los ensayos más importantes que revoluciona la filosofía de la ciencia, Kuhn se aparta considerablemente de las concepciones anteriores a la ciencia, pues, como nos recuerda Stegmüller (1983: 198), Hume dice que las ciencias exactas se desarrollan inductiva y no racionalmente; Carnap argumenta que se desarrolla inductiva y racionalmente (por la lógica); Popper propone una contrapartida dual pues, dice que se desarrolla no inductiva y racionalmente y por último Kuhn apartado de todos los anteriores señalará que el desarrollo de la ciencia es no inductivo y no racional. El modelo Kuhniano articula las siguientes tesis: a) la principal fuente para el estudio de las ciencias es la historia ya que de aquí se puede mostrar la dinámica funcional del proceso del conocimiento; b) todos los hechos de la ciencia están cargados de teoría, no hay experiencia pura, lo que hay son diferentes modos de ver los hechos; c) los científicos tienen compromisos ontológicos y por ende sus investigaciones están determinadas por las estructuras conceptuales, metodológicas, actitudinales y axiomáticas, de ahí que la ciencia no sea autónoma pues en ese acontecer juega la ideología, la sicología la sociología etc.; d) la ciencia no progresa linealmente, cuando hay cambios en ella, desaparecen las explicaciones anteriores, pues, dada la competencia cuando una teoría reemplaza a otra existe un rechazo. En el trabajo de Kuhn se abordan varias categorías conceptuales que es pertinente recorrer. Para aproximarnos al entendimiento de ellas se facilita cuando se muestra el desarrollo de una disciplina por sucesos y etapas; iniciando con un suceso preparadigmático; un suceso de la conformación de paradigma y su desarrollo en la ciencia normal; una etapa de crisis en la ciencia normal y, por último, la revolución científica. En la etapa preparadigmática, existen numerosas escuelas y subescuelas compitiendo por la resolución de problemas jerárquicamente ordenados, que toman fuerza de su relación con alguna metafísica particular, todas ellas llevan contribuciones importantes al cuerpo de conceptos, fenómenos y técnicas. En cuanto a los hechos jerárquicamente ordenados se debe tener en cuenta que Kuhn dice: A falta de un paradigma, todos los hechos que pudieron ser pertinentes para el desarrollo de una ciencia dada tienen probabilidades de parecer igualmente importantes (Kuhn, 1992:.)

8 Esta etapa preparadigmática sucede solo una vez en las disciplinas, pues las escuelas en competencia con metodologías, y procedimientos que difieren entre sí, en principio no logran producir un cuerpo teórico que sea prometedor para un desarrollo acumulativo de resultados, pero de vez en cuando, los hechos reunidos en teorías hablan con suficiente claridad como para permitir el surgimiento de un primer paradigma. Y, esas teorías para ser aceptadas como paradigma deben parecer mejor que sus competidoras, aunque no tiene por qué explicar todos los hechos que se puedan confrontar con ella. El periodo preparadigmático comienza a desaparecer cuando en la resolución de problemas se empieza a trabajar en las comunidades, bajo un mismo conjunto de supuestos básicos, comenzando a existir un consenso entre las comunidades en las teorías explicativas, en los métodos, objetos, visiones ontológicas etc., por lo tanto, el trabajo científico se desarrolla alrededor de una estructura teórica aceptada, con el abandono paulatino de los supuestos anteriores. Ese compendio teórico sobre el cual girarán las escuelas científicas, que ha logrado mas éxito que sus competidoras para resolver unos determinados problemas, será llamada por Kuhn paradigma; y cuando éste aparece será porque las comunidades habrán madurado en torno a una disciplina abriendo el camino de la ciencia normal. Para articular mejor el concepto de paradigma y comunidad científica, siguiendo a Kuhn, se puede tomar dos sentidos, por un lado, un sentido generalizado, el cual es "toda constelación de creencias, valores, técnicas etc., que comparten los miembros de una comunidad dada" (Kuhn, 1992: 269.) Por otro lado, Kuhn presenta la historia de la ciencia en un ámbito sociológico y sicológico, y afirma que "un paradigma es lo que comparten los miembros de una comunidad científica y, a la inversa una comunidad científica consiste en unas personas que comparten un paradigma",..."una comunidad científica consiste en quienes comparten una especialidad científica" (Kuhn, 1992: ) La ciencia normal es la investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica reconoce, durante cierto tiempo, como su fundamento para su práctica (Kuhn, 1992: 33) En esta etapa se puede hablar de un desarrollo lineal o acumulativo de la ciencia, pues los científicos que comparten un paradigma, se ocuparan de que los problemas de la naturaleza encaje dentro de los límites preestablecidos y relativamente inflexibles que proporciona el paradigma (Kuhn, 1992: ) La ciencia normal no está encaminada a formar o a provocar nuevos fenómenos, ni siquiera se ven los fenómenos que no encuadran con el paradigma, pues en la comunidad existe como una intolerancia con las teorías que no encajan con la estructura paradigmática. Y esa intolerancia es la que viene a darle una forma dogmática 9 a la comunidad, y como lo han mostrado algunos epistemólogos: una intolerancia irracional, que en últimas resulta ser esencial para el desarrollo de la ciencia. 9 Dadas mis lecturas de algunos libros de Popper, comparto con él, (sin ser Popperiano) un sentimiento de horror hacia ese estado lamentable del científico de la ciencia normal, en mi opinión (dice Popper) el científico normal tal como lo describe Kuhn, es una persona de la que tendríamos que compadecernos. Ese científico no proyecta el espíritu crítico, y ahí el gran peligro del que es consciente Popper que se sustituya un comportamiento crítico en los jóvenes por un adoctrinamiento dogmático en las disciplinas.

9 Sabiendo que el paradigma es el que establece los problemas que deben resolverse, del mismo modo que está implicado directamente en el diseño de los aparatos capaz de resolverlos, se configura una relación casi armónica entre el paradigma y los trabajos de la comunidad, que a la vez, en el desarrollo de la ciencia normal, ayuda a articular mejor el paradigma, por lo tanto esos mismos problemas que son teóricos y experimentales son los que articulan el paradigma. A lo que Kuhn refiere: los resultados obtenidos mediante la investigación normal son siempre importantes, debido a que contribuyen a aumentar el alcance y la precisión con la que puede aplicarse un paradigma (Kuhn, 1992: 69.) Para que un problema resulte ser un enigma, en términos de Kuhn, debe, primero, existir un hecho significante en la ciencia normal, luego ese hecho problemático es solucionado por la estructura paradigmática que a la vez es, alimentada y articulada desde el paradigma. Una característica importante de los enigmas, que para Kuhn es sorprendente, es que, cuan poco aspiran a producir novedades importantes, conceptuales o fenomenales (Kuhn, 1992: 68.) Por lo tanto, llegar a la resolución ingeniosamente de un problema del tipo de enigma, es lograr lo esperado, a lo que Kuhn se refiere como categoría especial de problemas que pueden servir para poner a prueba el ingenio o la habilidad para resolverlos,... además que para que pueda clasificarse como enigma un problema deba caracterizarse por tener mas de una solución asegurada (Kuhn, 1992) y para explicar mejor los enigmas Kuhn los compara a los rompecabezas, crucigramas o algunos problemas de ajedrez. Los paradigmas como la guía de la ciencia normal da las pautas a seguir para su desarrollo, aunque sea difícil encontrar las reglas que rigen la investigación, dada su gran dificultad para descubrirlas (esa pretensión, sería una pretensión estructuralista), a pesar que esas reglas tienen sus raíces en la naturaleza de la educación científica, pues, es allí donde los conceptos, leyes y teorías se aprenden. Como ya se ha dicho, la ciencia normal no tiende hacia novedades, ni fácticas ni teóricas, pero, no hay que desconocer que en la investigación científica, se descubre repetidamente fenómenos nuevos e inesperados, con invenciones de nuevas teorías, que pueden resultar sorpresivamente afectando a una comunidad. Por lo tanto, comienza a engendrarse una nueva etapa en el funcionamiento de la ciencia que se puede delimitar como una crisis en la ciencia normal. La ciencia normal, con alto grado de especialización, produce unos problemas que se resisten a ser resueltos por el paradigma, pues, es obvio que esa pretensión de encajar la naturaleza en el paradigma nunca será absoluta y dada para siempre. En la etapa de crisis de la ciencia normal, devienen descubrimientos de novedades fácticas, inventos o novedades teóricas, presentándose como algo anormal que no encaja en el paradigma, los problemas de este tipo serán las anomalías y la percepción de éstas serán los mismos descubrimientos. Kuhn dirá: el reconocimiento (anómalo) de que en cierto modo la naturaleza ha violado las expectativas, inducidas por el paradigma que rige la ciencia normal (Kuhn, 1992: 93) será un nuevo campo de exploración científica que ha de ser recibido con conmoción, y por ende en el trabajo incesante de los científicos aparecerán nuevas teorías alternativas que harán que los supuestos ontológicos junto con las estructuras conceptuales, actitudinales, metodológicas y axiológicas comiencen a tambalear dentro de la comunidad.

10 Con la crisis comienza otra forma de hacer ciencia 10 : la ciencia extraordinaria, donde se manifiesta la crisis como una condición previa y necesaria para el surgimiento de nuevas teorías. En la proliferación de teorías, los científicos trabajan incesantemente, pues, van a dar nuevas formulaciones, nuevas precisiones, se empieza a dar debates, discusiones, la gente buscará refugio en la filosofía, etc., un mayor número de hombres principalmente jóvenes se enfoca en las anomalías convirtiéndola en sus objetivos principales, olvidándose de los parámetros del paradigma, aunque en un principio seguirán con las reglas que dicta el paradigma, pero en la medida en que se trabaja con las anomalías esas reglas se van haciendo mas viejas y confusas poniendo en duda incluso las anteriores soluciones logradas por el paradigma. Por lo tanto esas crisis traen consigo trastornos, que llevan a los científicos a especular y como dice Kuhn: es, sobretodo, en los periodos de crisis reconocida, cuando los científicos se vuelven hacia el análisis filosófico como instrumento para resolver los enigmas de su campo (Kuhn, 1992: 143.) Sintetizando esta etapa se puede decir que: el paradigma se muestra incompetente para resolver las anomalías de la ciencia en crisis, por lo tanto puede suceder que esas anomalías comiencen a ser resueltas prometedoramente por un paradigma alternativo y por ende se dé una revolución. Así las revoluciones científicas, como episodios de desarrollo no acumulativo en que un antiguo paradigma es reemplazado, completamente o en parte, por otro nuevo e incompatible (Kuhn, 1992: 149), que se inicia con un sentimiento creciente, también a menudo restringido a una estrecha subdivisión de la comunidad científica, de que un paradigma existente ha dejado de funcionar adecuadamente en la exploración de un aspecto de la naturaleza (Kuhn, 1992: 150.) Cuando se acepta una nueva teoría, el componente irracional de Kuhn en la ciencia se mostrará de nuevo, pues, el proceso revolucionario de suplantación de una teoría por otra no se hace por la observación neutral; ni por la comprobación rigurosa, ni corroboración o confirmación, ni siquiera por argumentos convincentes; este proceso de cambio paradigmático lo resume Stegmüller en componentes de: fe, decidirse por algo nuevo, persuasión, propaganda, experiencias de conversión, cambio de gestalt y muerte (Stegmüller, 1983: 215.) De modo que comienza un proceso de ciencia normal con un nuevo paradigma que no se puede comparar 11 al anterior, pues, la visión ontológica del mundo junto con las estructuras conceptuales, metodológica, actitudinales y axiológicas habrán cambiado. 10 Cabe aclarar que existen dos formas de hacer ciencia para Kuhn, una es en la ciencia normal y la otra en la ciencia extraordinaria o revolucionaria. 11 No hay que desconocer que una de las mayores críticas de algunos epistemólogos hacia Kuhn se enfocan en esa inconmensurabilidad de un paradigma nuevo con respecto al antiguo, pues, si los paradigmas son incomparables, como es posible que se dé una competencia en la ciencia en crisis o como se puede considerar como teorías alternativas rivales, además Watkins considera que si fuesen inconmensurables esas teorías podrían coexistir pacíficamente.