LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LOS NIÑOS/AS DE EDUCACIÓN INFANTIL

Transcripción

1 LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LOS NIÑOS/AS DE EDUCACIÓN INFANTIL Resumen En los últimos años se están llevando a cabo grandes cambios y nuevos enfoques en la educación. Tras el rápido desarrollo de la tecnología y la informática y la apertura de fronteras e intercambios culturales cada vez mayores, se plantea generar en los niños/as valores, metas y un conocimiento profundo del ser humano. La inteligencia emocional engloba todas aquellas capacidades que nos permiten resolver problemas relacionados con las emociones y los sentimientos, tanto con los nuestros como con los de los demás. La educación emocional busca el crecimiento integral de la persona para conseguir un mayor bienestar en la vida. Palabras clave Valores Autoestima Emociones Autonomía Resolución de conflictos A la hora de trabajar la inteligencia emocional en los niños/as, se pretende: Conseguir que los niños/as sean personas emocionalmente sanas Desarrollar en los niños/as una actitud positiva ante la vida Expresión y control de los sentimientos en los niños/as Que conecten con las emociones de otras personas Sean autónomos y capaces de tomar decisiones adecuadas Puedan superar las dificultades y conflictos que surgen en la vida

2 Capacidades a trabajar dentro de la inteligencia emocional: Autoconocimiento Autonomía Autoestima Comunicación Habilidades sociales Escucha Solución de conflictos Asertividad AUTOCONOCIMIENTO -Conocerse a sí mismo y valorarse -Expresar sentimientos y emociones con la palabra y el cuerpo -Respetar y confiar en los demás y en uno mismo -Reconocer los propios gustos y preferencias Conocerse es tomar conciencia de quién es uno, qué se siente y cómo expresa uno sus emociones. El niño/a que se conoce a sí mismo tiene la capacidad de observarse por dentro y por fuera, lo que siente y lo que hace; utiliza sus preferencias para guiar la toma de decisiones y va descubriendo sus capacidades y limitaciones. La escuela y la familia tienen que enseñar al niño/a a observarse, haciéndole tomar conciencia de la señales corporales relacionadas con cada una de las emociones, sin juzgar ni valorar unas como buenas y otras como malas, puesto que cada una de ellas tiene una finalidad, un valor y un significado. Poner nombre a las emociones y sentimientos le permite al niño/a apropiarse de ellas. Es el primer paso para expresarlas de un modo adecuado. Solo cuando sea capaz de advertir sus emociones podrá controlarlas. Preguntar a menudo cómo te sientes? le ayuda a tomar conciencia de sí mismo y diferenciar el comportamiento que tiene cuando está alegre, triste o enfadado/a. Así se la ayudará a centrar la atención en su corazón, en sus procesos internos, en lo que pasa por dentro. El autoconocimiento lleva al conocimiento de los demás. El autorrespeto lleva al respeto por los demás.

3 Las emociones proporcionan los criterios sobre los que se basa el proceso racional de toma de decisiones. Sin sentir emociones es más difícil tomar decisiones. Cuando los niños/as reconocen sus cualidades, habilidades y recursos, se sienten bien consigo mismos. Al darse cuenta de sus progresos, desarrollan una mayor confianza en su capacidad de aprender. AUTONOMIA -Reconocer y responsabilizarse de los propios actos -Asumir responsabilidades -Ser más reflexivo/a y tener control emocional -Ser capaz de tomar decisiones La autonomía es la capacidad de gobernarse a uno mismo, de actuar por propio convencimiento y no porque nos impongan una conducta, nos vigilen, nos castiguen o nos lo exijan ciertas normas sociales de comportamiento. Uno de los trabajos más importantes de la educación infantil es potenciar esta autonomía en las rutinas diarias, en la resolución de problemas, en las dificultades en el juego y en la relación con otros niños/as y adultos. Ayudar a los niños/as a conocer y controlar sus emociones, a reflexionar sobre sus actos y a consensuar normas de comportamiento implica tomar decisiones que conducen a resolver un problema, en este caso, de convivencia. Cuando un niño/a esté jugando con un juguete se esperará a que termine de jugar con él antes de coger el juguete, o si todos quieren jugar con muchos juguetes, habrá que compartirlos. El aprendizaje de la autonomía requiere que el poder de los mayores sobre las decisiones de los niños/as sea flexible. Es difícil que los niños/as hablen entre ellos y con nosotros de sus sentimientos, de sus conflictos, de sus soluciones para resolver problemas o actúen por sí mismos si la situación la controla rígidamente un adulto. Un clima de apertura ayudará a los niños/as a pensar por sí mismos, a solucionar sus propios problemas y a desarrollar la confianza en sus posibilidades. Los límites tendrán que estar firmemente marcados. Los niños/as a partir de los dos años, son capaces de mostrar una capacidad rudimentaria para adoptar el punto de vista de los otros y adaptar su conducta en función de ello. La capacidad para ser autónomo comporta tener en cuenta a los demás, y esto está al alcance de las posibilidades del niño/a aunque no le resulte fácil. Si se pacta una conducta con un niño/a se debe realizar el seguimiento de la conducta con regularidad.

4 Si los niños/as aprenden a demorar gratificaciones y frenar la impulsividad, conseguirán con mayor facilidad llegar a los objetivos que se propongan. AUTOESTIMA -Aceptarse y estar contento con uno mismo -Valorarse y tener iniciativa -Reconocer los propios logros y errores -Superar dificultades La autoestima es el grado de aceptación y el concepto que cada uno tiene de sí mismo. El niño/a que se quiere a sí mismo siente un estado interno de compromiso, de seguridad, de confianza, de libertad que crea tranquilidad en la persona, y por tanto, también en el ambiente. Una sonrisa individualizada, una caricia o comentario cualquier ocasión es buena para demostrar al niño/a que nos importa y que se le tiene en cuenta. La autoestima elevada tiene su base en la creencia de ser digno de amor y cariño y valioso como ser humano. Cuando el niño/a entiende que importa solo por le hecho de existir, su conducta se vuelve más serena. La escuela será un lugar cercano, familiar y seguro en el que el niño/a se sienta acogido y respetado. Cada niño/a es único, irrepetible y frágil, es alguien digno de respeto y cariño. El niño/a que es aceptado aprende a aceptar. El niño/a que se siente querido aprende a querer. Lo que hace verdadero el respeto es hacer sentir al niño/a que se le acepta independientemente de sus buenas o malas conductas. Recordar a los niños/as todas sus habilidades y sus cualidades les hace tomar conciencia de su autonomía para afrontar las dificultades que se pueden presentar. Pensar yo sé hacerlo les da mucha seguridad. Todo niño/a se valora a si mismo tal como haya sido valorado. Toda persona que pase con él periodos prolongados influye sobre su autoimagen. Los maestros/as y los propios compañeros aportan mucho a la visión de sí mismo.

5 Hacia los cinco años todos los niños/as han recogido imágenes reflejadas de sí mismos en cantidad suficiente para dar forma a sus primeras estimaciones sobre ellos mismo. No importa tanto quién es uno como quién cree uno que es. COMUNICACIÓN -Expresar sentimientos y emociones a través del lenguaje verbal y no verbal -Ser capaz de hablar en público -Enriquecer las relaciones sociales -Comprender a los demás La comunicación es la transmisión de opiniones, deseos y sentimientos (mensajes) entre una o varias personas ( emisores/receptores ) que comparten un espacio (canal) y un lenguaje ( palabras, gestos, expresiones, signos). En la comunicación no importa tanto lo que dice el emisor como lo que entiende el receptor. Al comunicar algo debemos asegurarnos de que se entiende exactamente lo que queremos transmitir. Los educadores/as que creen que un alumno/a es bueno le sonríen con más frecuencia, asienten con la cabeza sus intervenciones y transmiten síntomas de un lenguaje del cuerpo positivo. Esto no ocurre con los niños/as que ellos creen que son menos brillantes. Estas expectativas terminan cumpliéndose debido a la escasa interacción positiva de los educadores con estos niños/as. A esto se le llama efecto Pigmalión o efecto Rosenthal. Barreras que dificultan la comunicación: Efecto Pigmalión Estereotipos Primeras impresiones Proyección Habilidades que facilitan la comunicación: Al hablar: Mensajes YO: Comunicar a los demás cómo nos sentimos cuando algo no nos agrada, describiendo la situación, expresando nuestros sentimientos, describiendo las consecuencias derivadas y proponiendo soluciones. Empatía

6 Coherencia no verbal: Todos los mensajes que lanzamos deben estar acompañados con el lenguaje de nuestro cuerpo. Al escuchar: Escucha activa: Demostrar al que nos habla que estamos escuchando. Retroalimentación: Asegurarnos de que estamos entendiendo lo que realmente nos quieren transmitir. Comunicación no verbal: Siempre estamos comunicando algo, aunque no hablemos. Cuando se habla en público hay que incluir a todas las personas que escuchan con la mirada, haciendo un recorrido por todas ellas como si fuésemos un faro. Por ello se llama Mirada de Faro. Los mensajes cuando pasan de una persona a otra, tienden a distorsionarse, pues cada uno lo reproduce introduciendo su filtro personal e interpretándolo en función de sus motivaciones internas. Respetar turnos de palabra es un pilar fundamental de la comunicación que los niños/as deben practicar desde pequeños. A veces, los adultos y la televisión ofrecen modelos muy alejados sobre cómo entablar una conversación ordenada. HABILIDADES SOCIALES -Pertenecer a un grupo -Ser capaz de saludar, agradecer, perdonar, pedir permiso -Resolver problemas de relación -Reconocer errores Las habilidades sociales son una serie de conductas y gestos adecuados que permiten a la persona relacionarse positivamente con los demás. Incluyen aprendizajes como saludar, presentarse, agradecer, pedir permiso o iniciar una conversación. Aprender y desarrollar estas habilidades es fundamental para conseguir unas óptimas relaciones con los otros. Desde pequeños/as, y como seres sociales, estamos destinados a convivir con nuestro grupo de iguales, y las habilidades sociales que poseamos facilitan ( o

7 dificultan, si están ausentes ) las interacciones con otras personas. La integración social es, además, un factor clave del bienestar emocional. Cuando uno se relaciona bien con los demás tiene mayores posibilidades de estar a gusto consigo mismo. Educar a los niños/as con determinadas fórmulas de cortesía en las presentaciones, agradecimientos, petición de ayuda, expresión de sentimientos, etc, es una base importante para su desarrollo social, pero además es una base imprescindible para el buen desarrollo emocional de los adultos que serán. Las habilidades sociales se aprenden. Una de las habilidades sociales más básicas consiste en presentarse, saludar y despedirse. Todos los seres humanos podemos molestar a las personas que queremos, perder el control y equivocarnos. Cuando esto ocurre, lo mejor es disculparse y reconocer el error que hemos cometido. Pedir perdón ayuda a modificar conductas dañinas para nosotros mismos y para otras personas. Para ello conviene hacerlo con naturalidad y evitar posturas tanto de sumisión como de agresividad. Existen varias claves que facilitan una buena conversación. Algunas de ellas son: manifestar interés por lo que la otra persona nos cuenta, dar información sobre nosotros mismos, mantener una postura corporal cercana, opinar y modular nuestra voz. Al realizar críticas al comportamiento de los demás es importante que se busquen argumentos positivos para evitar herir los sentimientos de las otras personas. Aprender a tomar la iniciativa es muy positivo para desarrollar relaciones humanas satisfactorias. La sonrisa es, muchas veces, la mejor carta de presentación de una persona, pues manifiesta cordialidad y deseo de acercarse al otro. ESCUCHA -Saber escuchar y comprender a los demás -Desarrollar la tolerancia y la empatía -Respetar turnos de palabra -Reconocer emociones y sentimientos ajenos Escuchar es prestar atención a lo que se oye. Supone también cierta inmovilidad y concentración en los mensajes verbales y no verbales del que habla. Si oír es una actividad orgánica, escuchar implica una reacción de tipo emocional, que nos permite entender mejor el mundo y comprender a los demás.

8 La escucha activa es el primer paso en el proceso de descubrimiento de los otros. Cuando el niño/a permanece atento a su cuerpo, los objetos, el entorno, está dando los primeros pasos para el desarrollo de la empatía. La empatía es la capacidad de comprender lo que sienten los demás, ponerse en su lugar y comprender sus necesidades, sus puntos de vista y acciones. Es ponerse en su piel y tratar de entender el mundo desde su perspectiva. La escuela debe desarrollar esta habilidad emocional, animando a los niños/as a observar los sentimientos, palabras y acciones de los demás, valorar sus opiniones, gustos y necesidades diferentes a las propias. Cuando alguien nos presta atención y podemos exteriorizar nuestros sentimientos, nos está ayudando a aceptar nuestras emociones, y esto mejora nuestro aprendizaje y nuestras actuaciones. Cuando un niño/a es consciente de sus necesidades y las tiene cubiertas, puede entonces pensar en las necesidades de los demás y aprender a compartir. Escuchar es una de las destrezas necesarias para resolver conflictos. La resolución de conflictos se basa en la comunicación de ideas y sentimientos. Para comunicar, una persona debe escuchar y prestar atención a los otros. Es necesario que los niños/as aprendan desde muy pequeños a escuchar, que tomen conciencia del medio ambiente sonoro, de los sonidos que nos rodean y que forman parte de nuestro entorno habitual. A través de la escucha conocen a los demás y conocen el mundo. Respetar el turno es una destreza necesaria para el desarrollo de habilidades de conversación. Toda persona debe ser responsable de sus actos. Hay que ayudar al niño/a a tomar conciencia de su responsabilidad enseñándole que a veces también se producen situaciones equívocas. Los niños/as deben aprender a afrontar situaciones injustas y a pedir aclaraciones si no están de acuerdo. Hay que reflexionar con los niños/as lo importante que es pensar en los demás, y hacerles comprender que las personas que les quieren también dejan de hacer cosas que les gustan si ellos les necesitan. SOLUCIÓN DE CONFLICTOS -Desarrollar la autoconfianza, la tolerancia y la creatividad -Comprender distintas perspectivas -Trabajar en grupo -Buscar soluciones

9 El conflicto es un componente más de la vida real, que desempeña un papel importante en la educación y cuya existencia es preciso asumir y encarar. Es inevitable que los conflictos existan. Lo importante es ver cómo los podemos afrontar. En una solución de conflictos positiva se resuelven los problemas con un beneficio para cada una de las partes implicadas y se tienen en cuenta las necesidades de ambas partes. Las tres destrezas necesarias para resolver conflictos son: Capacidad para escuchar y prestar atención a los otros Comprender y utilizar un determinado vocabulario Capacidad de reconocer y comprender las emociones en sí mismo y en los demás Los niños/as de 3 a 6 años pueden resolver conflictos sociales y pueden aprender a hacerlo. Su habilidad para encontrar soluciones se incrementa con el ejercicio de generar distintas alternativas o soluciones y predecir las posibles consecuencias de cada una de ellas. Cuando los niños/as tienen las destrezas necesarias y alguna experiencia en tomar decisiones, están preparados para comenzar a resolver conflictos por sí mismos. Los niños/as aprenden mejor cuando se les dan muchas oportunidades de practicar. La escuela es un lugar ideal para este aprendizaje. Preparar a los niños/as para pensar de forma creativa es básico para que luego busquen diversas soluciones a un conflicto. Partir de lo conocido les da seguridad y les ayuda a desarrollar ideas nuevas usando la imaginación. Se trata de potenciar una actitud creativa ante los problemas. Es más fácil resolver un problema si se tiene una comprensión clara de en qué consiste el problema. Esto se consigue reuniendo datos y decidiendo cuáles son las necesidades de las personas que tienen el problema. El desarrollo infantil se sustenta sobre dos pilares básicos: el amor y los límites. Esto último no debe asociarse con prohibición, sino con fomentar un crecimiento adecuado. Un niño/a sin noción clara de lo que está permitido y lo que no despierta el rechazo de los demás. Muchos conflictos se derivan de no conocer los límites o de saltárselos. La práctica de resolver problemas crea confianza en uno mismo y mejora la habilidad para hacerlo y relacionarse con los demás. No sentirse solo frente a un problema o cuando surge un conflicto ayuda al niño/a a sentir seguridad. El uso de cuentos y marionetas anima a pensar en un conflicto sin estar metido dentro de él y da la oportunidad de oír varias respuestas al mismo conflicto.

10 Los niños/as deben aprender a buscar soluciones propias y no siempre a través de alguien a quien atribuyen autoridad. También deben aprender a pensar críticamente y a ser creativos en la búsqueda de soluciones de los problemas. PENSAMIENTO POSITIVO -Ser optimista -Planificarse y marcarse logros -Estar a gusto y disfrutar -Ser consciente de los pensamientos negativos El optimismo es un hábito de pensamiento positivo, una disposición o tendencia a mirar el aspecto más favorable de los acontecimientos y esperar el mejor resultado. Las personas optimistas insisten en conseguir sus objetivos a pesar de los obstáculos y contratiempos que se presenten, operan más desde la perspectiva del éxito que desde el miedo al fracaso y consideran que los acontecimientos se deben más a circunstancias controlables que a fallos personales. El optimismo puede aprenderse. Desde pequeño, el niño/a intenta explicar el porqué de las cosas. Los códigos aprendidos en esta etapa, el entorno que les rodea y sus condicionantes, así como la actitud de los adultos hacia el mundo, son los responsables de que el niño/a mantenga un determinado estado de ánimo. Esta actitud favorece también el proceso de aprender. La escuela puede ser un elemento clave para que el niño/a aprenda a pensar en positivo. Enseñar a los niños/as a ser más optimistas es una forma de ayudarles a enfrentarse mejor a la vida. Aunque los niños/as tengan momentos de desaliento, si reconocemos sus esfuerzos y les animamos a persistir en su empeño, a pesar de las dificultades, les ayudaremos a mantener una actitud positiva y a conseguir cualquier meta que se propongan. Hay que conseguir que el niño/a aproveche y evalúe correctamente sus vivencias diarias, sobre todo reconociendo la parte positiva. Asimismo, intentar que sepa reconocer el lado negativo de las cosas sin que le afecte excesivamente. Buscar el lado positivo de las situaciones hace sentirse mejor a las personas. Los pensamientos y deseos dirigen nuestras acciones, de acuerdo con lo que pensamos, así sentimos, decimos y hacemos.

11 El hecho de superar las dificultades aumenta la sensación de bienestar con uno mismo. Los pensamientos negativos o un estado de ánimo pesimista provocan falta de autoconfianza, sentimiento de incapacidad para cambiar las situaciones y creencia de que los contratiempos no se pueden evitar y uno es víctima de las circunstancias. Como consecuencia de ello disminuye el rendimiento físico e intelectual. ASERTIVIDAD -Aprender a decir que no sin sentir vergüenza -Darse cuenta de los propios errores -Realizar críticas constructivas Es la habilidad para expresar lo que se quiere y se piensa sin herir los sentimientos de la otra persona. La persona asertiva es aquella que se siente libre para manifestar lo que es, lo que siente, lo que piensa y lo que quiere, y lo hace tanto con extraños como con amigos o familia de manera abierta, sincera y respetuosa. Los niños/as agresivos imponen su voluntad con el uso de la fuerza: insultan, pegan, muerden, grita sin considerar los sentimientos de la otra persona. Los niños/as inhibidos reprimen su voluntad con el silencio. No saben decir lo que quieren o piensan. Solo intentan contentar a los demás, evitar conflictos o callarse por miedo al ridículo. Los niños/as asertivos consiguen su voluntad respetando los sentimientos de los otros niños/as. La asertividad es una habilidad social que se aprende desde pequeños con el entrenamiento adecuado. El respeto a los demás es una norma básica en las habilidades sociales. Para ello, los niños/as deben, poco a poco, ir siendo capaces de ponerse en el lugar de las otras personas. Así podrán desarrollarse como adultos sensibles a los sentimientos ajenos. Cada niño/a debe sentirse libre para expresar todo lo que siente. Decir lo que se siente y lo que se piensa de manera asertiva es un entrenamiento para promover una convivencia entre las personas basada en el diálogo sincero y el respeto a uno mismo y a los demás.

12 Debemos hacer ver a los niños/as que podemos decir ante los demás aquellas cosas que no sabemos hacer sin sentir ningún tipo de vergüenza ante los compañeros que sí que saben. Un niño/a debe saber que no es necesario ser perfecto ni ser el número uno, que puede decir no entiendo, no lo se sin sentirse mal o sentir miedo al confesarlo. Al realizar críticas al comportamiento de los demás es importante que se busquen argumentos positivos para evitar herir los sentimientos de las otras personas. Referencias bibliográficas: Will Glennon. ( 2002). La inteligencia emocional de los niños: claves para abrir el corazón y la mente de tu hijo. España: Ed.Oniro, S.A. Goleman D. La inteligencia emocional. Ed.Javier Vergara Lawrence Shapiro. ( 2000). La inteligencia emocional de los niños. Ed. Javier Vergara Goleman D.( 1999). La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona. Ed. Kairós