Panorama Internacional. Enero 2005

Transcripción

1 Panorama Internacional Enero 2005 Grupo Coppan SC El mes de enero marca el inicio de una nueva etapa en por lo menos en tres escenarios: en Estados Unidos con la inauguración del segundo periodo del presidente Bush; en Irak con la exitosa celebración de las elecciones parlamentarias y en el Medio Oriente, con el reinicio de las pláticas entre el gobierno de Israel y la Autoridad Palestina. En Irak las elecciones se realizaron con un saldo de tan sólo 44 muertos, que resultó francamente bajo frente a lo que se esperaba. Tampoco los votos favorecieron a los shiítas con el 60% que necesitaban para ser mayoría y elegir gobierno. Los kurdos obtuvieron el 25%, por arriba de sus expectativas. Esto indica que las grandes decisiones, como la elección del gobierno y la nueva Constitución, deberán ser producto de alianzas entre las tres principales fuerzas que conforman la Asamblea. Para Estados Unidos la celebración de elecciones significa un respiro importante que seguramente buscarán aprovechar para avanzar en el diálogo con los europeos. Las diferencias no son menores. En Irak los europeos propugnan por más desarrollo y evolución política y menor presencia militar. En Israel esperan una posición más balanceada de Washington que permita un verdadero avance en las negociaciones. La más reciente posición de EUA frente a Irán es motivo de especial preocupación; mismo es el caso con Corea del Norte. La ronda Tokio y el cambio climático también están en el espectro de diferencias. Desafortunadamente nada indica que una vez pasadas las elecciones en Irak y dadas las condiciones favorables para el diálogo entre los israelíes y palestinos esto pueda llevar a Estados Unidos a posiciones más conciliadoras. El anuncio de los seis nuevos objetivos en donde es necesario expandir la libertad no es un buen augurio. De nuevo se hizo sin consultar a los aliados, sin un planteamiento o estrategia conjunta, y ciertamente sin pasar por instancia multilateral alguna. La actual situación en Irak es considerada como un triunfo de la Casa Blanca, y a pesar de ser uno de los temas que tiene dividida a la sociedad estadounidense, no parece esto suficiente para un cambio de estrategia frente a otros escenarios. Tampoco resulta suficiente para que los europeos modifiquen sus posiciones. Recomponer la alianza trasatlántica requiere de ajustes de fondo que tienen que ver con visiones, objetivos y estrategias frente a lo que sucede en el orden mundial. Alcanzar acuerdos importantes requerirá de algo más que buena diplomacia. Sin embargo, la ausencia de acuerdos básicos entre los europeos y Estados Unidos en temas fundamentales puede ser uno de los factores de mayor desequilibro del sistema internacional. En esta dimensión, el 2005 será de enorme trascendencia para trazar la ruta de la dinámica mundial en el próximo lustro. Estados Unidos: reinicia la administración Bush. Bajo un estricto dispositivo de seguridad que convirtió a Washington en un Bunker, George W. Bush inició (20/1) su segundo periodo en la Casa Blanca con la enorme ventaja de que su partido es mayoritario en las dos cámaras del Congreso y

2 2 gobierna la mayoría de los estados. En su contra tienen la baja popularidad de su gestión, pues prácticamente el 50% de los estadounidenses desaprueba su política interna y su política exterior, que según encuesta reciente de la BBC tampoco goza de popularidad en el resto del mundo. En su mensaje inaugural el presidente dejó en claro sus prioridades de política exterior para los próximos cuatro años: proteger a Estados Unidos contra cualquier ataque o amenaza externa; acabar con las tiranías del mundo; hacer uso del recurso de las armas en caso de ser necesario; y luchar por la expansión de la libertad. Ello hace suponer que su segundo periodo será más agresivo en su programa para la pacificación de Irak; en las decisiones sobre Irán; la lucha contra el terrorismo; la atención sobre Corea del Norte y el expediente de la democracia en Cuba. A estos objetivos se añadieron Bielorrusia, Myanmar y Zimbawe que hasta ahora no habían aparecido abiertamente en la lista de países de alto riesgo de los Estados Unidos. En las elecciones de Irak el presidente ha apostado una parte importante de su capital político internacional al demostrar que la democracia puede ser un producto de exportación. Sin embargo, es claro que la realización de elecciones difícilmente se convierte en sinónimo de seguridad interna o de haber resuelto los principales conflictos políticos al interior, en particular entre los shiítas y los sunnitas. Irak: proceso electoral. El pasado 30 de enero se realizaron las primeras elecciones parlamentarias de los últimos cincuenta años en la historia de Irak. Frente al exterior esto se presenta como un éxito sin precedente para un país que no tiene una tradición democráticoelectoral. A pesar de que el clima de violencia e incertidumbre que reina en el país puso en duda la celebración de los comicios, situación que llevó a la ONU a sugerir su aplazamiento en forma reiterada, la elección se realizó dejando una estela de 44 muertes, lo que hubiera sido escandaloso en cualquier democracia, pero que en las condiciones de Irak puede considerarse un triunfo. La Comisión Electoral Independiente confirmó que las votaciones se desarrollaron en todas las ciudades del país. La jornada fue avalada por 10 mil observadores internacionales y la afluencia a las urnas llegó a niveles del 60 %, sobrepasando las estimaciones oficiales del 50%, lo que significó la participación de alrededor de ocho millones de electores. Los iraquíes se encuentran ante la posibilidad de transitar por una senda democrática, aunque frágil, en donde el gobierno que emane de los comicios tiene el reto de diseñar una nueva Carta Magna, garantizar la seguridad interna, atender las aspiraciones de los kurdos, y armonizar la convivencia entre sunnitas y shiítas. Para los shiítas el triunfo no fue de la magnitud esperada pues necesitaban una mayoría del 60% para elegir al gobierno y solo obtuvieron el 48%, 132 de los 275 escaños, mientras que los kurdos obtuvieron 71 escaños (25%), más de lo que esperaban. El balance final significa la ausencia de una mayoría absoluta y por lo tanto la necesidad de alianzas dentro del parlamento. Siguiente reto: la relación trasatlántica Hace sólo dieciocho meses, cuando inició la guerra con Irak, Condoleezza Rice formuló una política poco diplomática con los europeos: castigar a Francia, ignorar

3 3 a Alemania y perdonar a Rusia. Ahora como canciller su mensaje tiene un tono distinto: Estados Unidos y Europa deben trabajar en sus diferencias, razón principal por la cual Europa será el principal destino del primer viaje que realizará el Presidente Bush después de su reelección. Las tres principales potencias europeas (Francia, Alemania y Gran Bretaña) esperan que en la segunda administración exista una mayor voluntad por parte de EUA para trabajar en forma conjunta y coordinada con los europeos, incluso en las instancias multilaterales. Entre lo temas más importantes que tendrían que abordar en forma conjunta destacan Irak, el conflicto Israel-Palestina, el programa nuclear de Irán, el cambio climático, la debilidad del dólar y el levantamiento del embargo económico a China. Las cosas podrían cambiar después de las elecciones en Irak, pues incluso algunos países europeos que apoyaron la guerra como Italia, Eslovaquia y Polonia, esperan que la nueva situación permita el retiro paulatino de tropas estadounidenses, y con ello la reducción de sus propios compromisos militares y la posibilidad de participar a través de inversiones en la reconstrucción del país. Francia y Alemania han presentado hasta ahora serias reservas para enviar militares a Irak en el marco de la OTAN, para unirse al entrenamiento de la nueva armada iraquí. De la misma manera en que el tema de Irak estuvo en el centro de las relaciones transatlánticas durante los pasados dos años, en el futuro inmediato el tema más ingente es el conflicto Israel-Palestina. Los líderes europeos han expresado su confianza en que EUA cumpla su compromiso de restaurar el proceso de paz, lo que consideran una condición sine qua non para mejorar los lazos trasatlánticos. Para los franceses es la prueba del año. Si el presidente Bush falla, el ambiente de la relación transatlántica podría deteriorarse de nuevo. La cooperación de EUA en el tema del programa nuclear de Irán se convierte en otro tema crucial para los europeos. Washington insiste en que cualquier acuerdo con el gobierno iraní debe incluir un sistema de sanciones que contemple la posibilidad de llevar a cabo una acción militar si Terán no cumple con sus promesas. El gobierno alemán ha declarado que la acción militar en contra de Irán jamás será justificada. Los europeos sostienen la posición de que el acercamiento diplomático es la mejor solución al problema y no el uso de la fuerza, lo que convertiría a Irán en el siguiente Irak. La firma del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático por parte de Estados Unidos representa otro punto importante para revivir la cooperación trasatlántica. En este tema la principal diferencia estriba en la negativa de Estados Unidos a sumir los compromisos ahí plasmados. Generalmente, las relaciones comerciales han sido buenas y el nivel de la integración económica trasatlántica nunca ha sido tan alto. Por ello, los europeos tienen la esperanza de que el gobierno estadounidense reduzca su presupuesto y el déficit comercial, para que se libere la presión ejercida sobre el dólar y se fortalezca la divisa. Un dólar frágil afecta las exportaciones europeas y el crecimiento económico. Finalmente, el tema que podría arruinar la fotografía del reencuentro podría ser China. Francia y Alemania han conjuntado esfuerzos para persuadir a otros miembros de la Unión Europea para levantar el embargo sobre venta de armas a China, a lo que EUA se opone tajantemente. El argumento oficial de Washington es que el respeto a los derechos humanos en China no ha mejorado lo suficiente; sin

4 4 embargo, lo que verdaderamente parece preocuparle es la idea de que las armas europeas sean utilizadas en contra de las fuerzas armadas estadounidenses, en caso de tener que defender a Taiwán por ser considerado por China como su principal amenaza a la seguridad nacional. Los intereses económicos de Europa en China podrían ser más fuertes que su voluntad de arreglar sus relaciones con EUA en este tema. Las declaraciones y acciones registradas en el primer mes del año demuestran la necesidad de la UE de tener mayor influencia sobre la política militar y diplomática de EUA y la preocupación de la administración Bush de que las decisiones políticas y comerciales de Europa afecten la seguridad de EUA. La verdadera integración política europea es vista con grave preocupación por Washington. La ratificación de la Constitución Europea es la primera. La fuerza política de los Presidentes Chirac (que termina su mandato en el 2007) y Schroeder (2006) seguramente será más sólida y permitirá pocos cambios. Todo indica que para mejorar las relaciones trasatlánticas se requiere más que un esfuerzo diplomático renovado; se requieren ajustes y entendimientos políticos más profundos. América Latina: diferencias entre socios y vecinos. Durante el mes de enero la crisis de catorce días entre Colombia y Venezuela resultó el tema de mayor atención en la región. Esta crisis se sumó al estado de tensión que en los últimos cuatro años ha existido entre estos dos vecinos. El diferendo inició por el secuestro en Caracas del guerrillero de las FARC Rodrigo Granda, por policías y militares venezolanos (13/12/04) en combinación con militares colombianos. El presidente Chávez suspendió todos los acuerdos comerciales con Colombia (con un valor de más de 2 mil m/dd), entre ellos el gaseoducto transcaribeño, y retiró a su embajador, Carlos Santiago Ramírez. La crisis se agudizó y México, Brasil y Perú se ofrecieron como mediadores. La tensión terminó (28/1) cuando ambos gobiernos emitieron un comunicado en el que Colombia se comprometió a revisar el procedimiento de captura del guerrillero y visitar al presidente Chávez en el mes de febrero. Esta crisis pone en entredicho los avances en el marco de la Comunidad Andina y de la Unión Sudamericana de Naciones. En Bolivia los impulsos separatistas dieron sus primeros frutos. La región de Santa Cruz, la más próspera del país, anunció a través del Comité Cívico Regional (22/1) la formación en breve de un gobierno autónomo provisional, en el marco de la decisión gubernamental de aumentar el precio de los combustibles. El régimen centralista de Bolivia impide la autonomía de Santa Cruz para administrar sus recursos y dictar normatividad en las áreas de salud y educación, entre otras. La presión fue tal que finalmente se concretó la autonomía de la región con la firma del presidente Mesa del decreto correspondiente (29/1). Este hecho podría desencadenar otras reivindicaciones separatistas como la que se presenta en la región Tarija, famosa por su producción de gas. En Perú el gobierno del presidente Alejandro Toledo sufrió una convulsión cuando declaró Estado de Emergencia (2/1) por 30 días en la provincia de Aourimac, donde disidentes ultra nacionalistas, comandados por Antauro Humala, líder del Movimiento Etnocacerista, tomaron el cuartel de la policía en la provincia de Andahuaylas reteniendo a 10 agentes para exigir la renuncia del mandatario. La crisis se extendió por cuatro días (2-5/1) y terminó con el arresto del dirigente rebelde y la renuncia del Ministro del Interior, Javier Reátegui y la moción de

5 5 censura del Congreso dirigida al Primer Ministro Carlos Ferrro y al Ministro de Defensa, Roberto Chiabara. En el mes de enero, los 25 países que integran la Unión Europea (UE) decidieron (31/1) suspender temporalmente todas las sanciones diplomáticas impuestas a Cuba en junio de 2003, en las que se canceló cualquier tipo de diálogo como consecuencia del tratamiento de los disidentes por parte del gobierno de Fidel Castro. La suspensión será revisada antes de julio, en función de los avances que presente el régimen cubano en materia de derechos humanos. Esta decisión está en el ánimo de promover una relación constructiva con la isla, a fin de consolidar la transición democrática. La decisión incluye mantener contactos con la disidencia cubana y establecer visitas de funcionarios europeos a la isla. Fidel Castro restó importancia a esta decisión, manifestando que Cuba no viviría a expensas de las decisiones de los Estados Unidos o de los condicionamientos de la Unión Europea. La oposición cubana fue mucho más crítica con la decisión. En Chile y Argentina fue bien recibido (13/1) el informe 2005 de la organización Human Rights Watch sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. En ambos casos se elogió las acciones de los gobiernos en este ámbito. En contraste, en el informe se menciona, con especial preocupación, la falta de justicia en Guatemala y la impunidad que el gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, concede a los miembros y líderes de los grupos paramilitares a través del proceso de desmovilización. El informe también destaca los obstáculos que existen en Perú para llevar a la justicia a los responsables durante la época de Sendero Luminoso. El gobierno de Venezuela fue criticado por su postura hacia los medios de comunicación.