Lección 20 Los diez mandamientos

Transcripción

1 Los israelitas llegaron al desierto de Sinaí a los tres meses de haber salido de Egipto. Después de partir de Refidín, se internaron en el desierto de Sinaí, y allí en el desierto acamparon, frente al monte, al cual subió Moisés para encontrarse con Dios. Y desde allí lo llamó el Señor y le dijo: "Anúnciale esto al pueblo de Jacob; declárale esto al pueblo de Israel: Ustedes son testigos de lo que hice con Egipto, y de que los he traído hacia mí como sobre alas de águila. Exodo 19:1-4 Fue Dios quien guió a Su pueblo hasta el monte de Sinaí 1. El monte Sinaí, también llamado monte Horeb, era el lugar donde Moisés vio la zarza ardiente (Exodo 3:1-2) y el Señor le había prometido a Moisés que lo traería a él y a los israelitas nuevamente a ese monte. 1 Muchos eruditos creen que la montaña llamada Jebel Musa es el monte Sinaí que se menciona en la Biblia, porque se ajusta a la descripción de Exodo. No ha sido posible una identificación precisa, pero sabemos que es la región referida en la Escritura.

2 Yo estaré contigo le respondió Dios. Y te voy a dar una señal de que soy yo quien te envía: Cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me rendirán culto en esta montaña. Exodo 3:12 Dios protegió a Moisés, rescató a Israel y los trajo al monte Sinaí, tal como lo había prometido. Dios no hace promesas vanas ni obras a través de medios simples y predecibles. Desde el punto de vista humano, cada una de estas cosas era imposible, pero para Dios todo es posible. Hasta la elección de Moisés como lider fue contrario a los deseos de Moisés, pero Dios lo capacitó, venció a Faraón y hasta sustentó a las multitudes desconformes de Israel. Dios es todopoderoso, fiel y soberano. Dios cumple lo que promete. El pacto del Señor con Israel Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece, ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. "Comunícales todo esto a los israelitas." Exodo 19:5-6 El Señor le dio a Moisés Su mensaje para Israel: Prometió bendecir a los israelitas y aceptarlos como nación santa si hacían todo lo que Dios les decía y eran del todo obedientes 2. Moisés volvió y convocó a los ancianos del pueblo para exponerles todas estas palabras que el Señor le había ordenado comunicarles, y todo el pueblo respondió a una sola voz: "Cumpliremos con todo lo que el Señor nos ha ordenado." Así que Moisés le llevó al Señor la respuesta del pueblo. Exodo 19:7-8 Israel aceptó obedecer al Señor en todo. Sin duda se habían olvidado cómo dudaron de Dios en el Mar Rojo cuando los ejércitos egipcios estaban detrás de ellos y cómo se habían quejado cuando no tenían comida ni agua. 2 Esta es la segunda vez que la aceptación de Dios está ligada a la obediencia. La primera vez fue cuando Adán estaba en el huerto. La segunda es esta promesa de Dios de bendecir a Israel sobre la base de la obediencia a la Ley. Si ellos obedecía y cumplían su parte del pacto (obediencia en todo), entonces serían un tesoro especial para Dios y estarían separados para Su servicio como un reino de sacerdotes (Deuteronomio 26:16-19, Deuteronomio 28:1-68). Sin embargo, se debe considerar que la Ley promete bendición sobre la base de la obediencia, pero maldición para quienes se apartan, de corazón o de hecho, de cualquiera de sus exigencias (Gálatas 3:10).

3 Estaban tan seguros de su decisión frente a tan maravilloso pacto que pensaron que podrían obedecer a Dios para que El les diera grande bendición. Pero no consideraron que sus corazones estaban llenos de pecado y no podrían obedecer en todo y Dios los castigaría si desobedecían, pues la ley exige obediencia perfecta (Gálatas 3:10, Gálatas 3:23-24, Romanos 3:19-20). La presencia de Dios en el monte Y el Señor le dijo: Voy a presentarme ante ti en medio de una densa nube, para que el pueblo me oiga hablar contigo y así tenga siempre confianza en ti. Moisés refirió al Señor lo que el pueblo le había dicho, y el Señor le dijo: Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas y que se preparen para el tercer día, porque en ese mismo día yo descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo. Pon un cerco alrededor del monte para que el pueblo no pase. Diles que no suban al monte, y que ni siquiera pongan un pie en él, pues cualquiera que lo toque será condenado a muerte. Sea hombre o animal, no quedará con vida. Quien se atreva a tocarlo, morirá a pedradas o a flechazos. Sólo podrán subir al monte cuando se oiga el toque largo de la trompeta. Exodo 19:9-13 El Señor planeaba exhibir Su gran gloria, poder y santidad delante de Israel para que supieran que era El quien hablaba por medio de Moisés. Además, Dios dijo que pusieran un cerco para que nadie se acercara, pues si alguien se acercaba tendría que morir. Dios es absolutamente santo y no acepta nada ni nadie que no sea perfecto, por eso los israelitas no podían acercarse al monte. En la madrugada del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una densa nube se posó sobre el monte. Un toque muy fuerte de trompeta puso a temblar a todos los que estaban en el campamento. Entonces Moisés sacó del campamento al pueblo para que fuera a su encuentro con Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte Sinaí. El monte estaba cubierto de humo, porque el Señor había descendido sobre él en medio de fuego. Era tanto el humo que salía del monte, que parecía un horno; todo el monte se sacudía violentamente, y el sonido de la trompeta era cada vez más fuerte. Entonces habló Moisés, y Dios le respondió en el trueno. El Señor descendió a la cumbre del monte Sinaí, y desde allí llamó a Moisés para que subiera. Exodo 19:16-20

4 El monte humeaba y se temblaba violentamente. El destello de relámpagos, el tremendo ruido de los truenos y los toques de trompeta atravesaban el aire. Tan impresionante era lo que estaba ocurriendo que todo el pueblo y hasta Moisés estaban temblando de miedo. El monte ardía en llamas, pues Dios se exhibía como fuego consumidor a los transgresores de su ley (Hebreos 12:18-21, Hebreos 12:29). Ya le había mostrado al mundo Su poder, odio y castigo del pecado cuando destruyó al mundo en la época de Noé. También hizo llover fuego y azufre sobre las ciudades corrompidas de Sodoma y Gomorra, y mostró Su poder y castigó el pecado cuando envió las plagas sobre Egipto y ahogó sus ejércitos en el mar. Después que Moisés bajó del monte, y en medio de este escenario impresionante, el Señor les habló a los israelitas. Dios habló, y dio a conocer todos estos mandamientos: "Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo. Exodo 20:1-2 El castigo por la desobediencia El castigo por la desobediencia a la ley, aunque sea en un solo punto, es la separación eterna de Dios en el Lago de fuego, que Dios preparó para Satanás y los ángeles que se revelaron contra El. (Mateo 25:41, Apocalipsis 20:15) Porque el que cumple con toda la ley pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. Santiago 2:10 El Señor sabía que en poco tiempo los israelitas desobedecerían y, de acuerdo a la Ley, tendría que castigarlos. Por qué entonces el Señor hizo un pacto con los israelitas, si sabía que no iban a ser capaces de cumplir su parte? El Señor quería demostrarles que eran pecadores e incapaces de agradarlo, quería enseñarles que no podía llegar a ser aceptables delante de El por sus propios esfuerzos. Dios iba a salvarlos solo cuando reconocieran su incapacidad de salvarse a sí mismos y reconocieran que son pecadores que están bajo el dominio de Satanás, el pecado y la muerte. Dios entregó Su Ley para que todas las personas entendieran que el único medio de salvación del pecado y del castigo eterno es confiar en Su misericordia. La Ley de Dios es como un espejo

5 para nosotros (Santiago 1:22-25). Así como no podemos ver nuestras caras sucias hasta que nos miramos en un espejo, tampoco podemos ver nuestros corazones pecaminosos hasta que la Ley nos los muestra. Qué pasa si no podemos obedecer todos los mandamientos de Dios?, nos aceptará Dios si nos esforzamos y obedecemos tanto como podamos? A menudo escuchamos que si hacemos buenas obras, podemos esperar que Dios las contrapese con nuestros pecados. Este pensamiento reconforta a la gente y con frecuencia las motiva a hacer buenas acciones. Ellos piensan que sus buenas obras van a tener más peso que las cosas malas que hicieron. Sin embargo, es una mentira de Satanás!, pues nos hace creer que somos capaces de llegar a Dios por nuestros propios esfuerzos. Cuántas veces hemos escuchado decir: Esa persona ha hecho tantas cosas buenas. Seguro se va a ir al cielo. Nada podría estar más lejos de la verdad, pues Dios sólo acepta la perfección! Aunque una persona haga muchísimas buenas obras y obedezca los mandamientos de Dios la mayoría de las veces, fallando muy pocas veces o inclusive fallando solo una vez, esa persona habría transgredido toda la Ley y sería culpable de pecado. (Santiago 2:10) Dios castiga a los pecadores aunque desobedezcan sólo una sola vez uno de Sus mandamientos. Cuántas veces Adán y Eva desobedecieron a Dios antes de quedar separados de Dios y ser expulsados del huerto? Sólo una vez. Dios exige perfección, es decir, que obedezcamos todo el tiempo todos Sus mandamientos. Es segura una cadena si se rompe un eslabón? Puede tener 9 eslabones fuertes, pero de qué sirve si tiene uno roto? Así mismo es la Ley de Dios, si transgredimos una de sus leyes, las hemos transgredido todas. Así está escrito: "No hay un solo justo, ni siquiera uno [ ] Todos se han extraviado; por igual se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno, no hay ni siquiera uno." Romanos 3:10, 12 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado. Romanos 3:19, 20

6 Todos nacimos pecadores, corrompidos, separados de Dios, incapaces de hacer lo bueno. La ley está para mostrarnos cuán pecadores somos y nuestra incapacidad de agradar a Dios cumpliendo Sus mandamientos. Ningún predicador, maestro o misionero está exento, pues todos han transgredido la Ley de Dios y merecen el castigo eterno. El primer mandamiento No tengas otros dioses además de mí. Exodo 20:3 En el primer mandamiento Dios dijo que no debían tener otros dioses además de El. Solo El es Dios, digno de adoración y completa devoción. Dios no comparte Su lugar. El debe ser el único en nuestras vidas y debemos depender sólo de El para todas nuestras necesidades. No debemos adorar a nada ni nadie más que a El. Dios debe tener el lugar más importante en nuestros pensamientos y debemos darle alabanzas y gracias por todas las cosas. (Mateo 22:36-38) En Isaías 45:5a dice: Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios. Nada ni nadie debe ocupar el lugar de Dios en nuestras vidas. Si Dios no ocupa el primer lugar en nuestras vidas, eso es rebelión y pecado. Si decimos con nuestros labios que Dios es quien nos gobierna, pero no le damos el primer lugar es nuestros corazones, hemos transgredido Su mandamiento. En la actualidad, muchas personas se ponen a sí mismas en el lugar de Dios, hasta el punto de llamar religión a este acto de rebelión contra Dios. Esta religión, llamada humanismo, enseña la exaltación del hombre al lugar que le pertenece solamente a Dios. Enseña que el hombre puede decidir su propio destino, concediéndole el crédito de todos sus logros. Esta en una mentira de Satanás muy atractiva para el ego del hombre. Satanás apela al egocentrismo del hombre, sabiendo que es el mismo pecado que hizo que él y sus seguidores fueran quitados para siempre de su posición de servicio ante Dios y expulsados del cielo. Muchas personas no se quieren identificar con la corriente humanista, y solo quieren tomar sus propias decisiones. Sin embargo, todos los que han tomado sus propias decisiones sin considerar a Dios, ya han transgredido el primer mandamiento.

7 Alguna vez le reconocieron algún mérito de una persona sin pensar en la parte que Dios tuvo en lo que se hizo? Si es así, transgredieron este mandamiento (Deuteronomio 8:17-20). Alguna vez buscaron consejo en el horóscopo o le atribuyeron alguna importancia a los signos del zodiaco? Si es así, ya transgredieron este mandamiento. Se volvieron más importantes para ustedes los deportes, la familia, el hogar, el dinero, las posesiones, el trabajo, la posición social, las apariencias, la distracción o cualquier otras cosa antes que Dios? Si la respuesta es sí, entonces transgredieron este mandamiento. Ninguno de nosotros ha puesto continuamente a Dios en el primer lugar. El castigo por desobedecer este primer mandamiento es la separación eterna de Dios. Todos somos culpables de transgredirlo. El segundo mandamiento No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones. Exodo 20:4-6 Dios entregó este mandamiento a los israelitas para que siempre recordaran que El es supremo y soberano, distinto y más grande que todas las cosas que El creó. Dios es espíritu, no tiene un cuerpo material. No tuvo principio ni tendrá fin. Está en todas partes al mismo tiempo. Sabe todas las cosas, es todopoderoso, absolutamente santo y perfecto. Nada de su creación, ni ningún ídolo hecho por hombres es digno de adoración: sólo Dios merece adoración. Nadie sabe cómo es Dios, así que no debemos hacer algo que pensemos que se parece a El. La única manera de saber cómo es Dios es a través la Biblia. Cualquier cosa diferente a lo que dice la Biblia es una mentira de Satanás. Aunque ahora no vemos a Dios con nuestros ojos, podemos aprender de El a través de Su Palabra. Dios quiere que lo conozcamos! esa es la razón por la que nos dio la Biblia.

8 Alguien podría pensar que este mandamiento, que se refiere a ídolos, es propio de culturas nativas o extranjeras. Pero al mirar nuestra sociedad vemos a personas que adoran representaciones de cosas hechas por el hombre, y en su mente les asignan poderes que sólo le pertenecen a Dios. Todos los que adoran cosas hechas por el hombre, aunque digan que representan a Dios 3, han transgredido este mandamiento y están condenados (Romanos 1:18-23). En Isaías 42:8a dice: Yo soy YHVH (hwhy); ése es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos. El tercer mandamiento No pronuncies el nombre del Señor tu Dios a la ligera. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a pronunciar mi nombre a la ligera. Exodo 20:7 En el tercer mandamiento Dios les dijo a los israelitas que debían respetar Su nombre. Nadie debe usar Su nombre descuidadamente. Todos deberían temer a Dios y darse cuenta que tiene el poder y autoridad para tomar nuestras vidas y destruirnos en el castigo eterno. Las palabras imprudentes e irrespetuosas se han vuelto aceptables en nuestra sociedad. Las escuchamos aun contra nuestras autoridades. El concepto de respeto por la autoridad humana ha quedado en el olvido, ya que la gente usa su libre expresión para decir cualquier cosa sin importarle los demás. Ofender a un ser humano es malo, pero cuánto peor es faltarle el respeto al Dios vivo y verdadero, usando Su nombre de una manera incorrecta. Todo aquel no haya respetado el nombre de Dios, está condenado por la Ley. El cuarto mandamiento Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el 3 Algunas personas adoran estatuas y usan símbolos religiosos o gestos rituales como el rosario, crucifijos o persignarse pensando que les ayuda a ganar el favor de Dios.

9 mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo. Exodo 20:8-11 En el cuarto mandamiento Dios dijo que debían guardar el séptimo día como un día especial de reposo en Su honor 4, quien creó todas las cosas en seis días y descansó, porque había terminado todo lo que tenía pensado hacer. El Señor le dijo a Israel que debían descansar el séptimo día para recordarles que es el Creador de la tierra y todo lo que hay en ella. Dios le da vida a todas las cosas, da la lluvia y el sol para que todo crezca. Es el sustentador de todas las cosas. Aunque Satanás domine a la mayoría de las personas de este mundo, el mundo le pertenece a Dios. Salmos 24:1-2, dice: Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan; porque él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos. Salmos 33:8-9, dice: Tema toda la tierra al Señor; hónrenlo todos los pueblos del mundo; porque él habló, y todo fue creado; dio una orden, y todo quedó firme. El quinto mandamiento Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. Exodo 20:12 En el quinto mandamiento, Dios dijo que los hijos deben respetar y obedecer a sus padres. Si no lo hacen, están pecando contra su Creador. Cualquiera que desobedece este mandamiento, está pecando contra Dios. (Efesios 6:1-4) Es difícil que alguien haya honrado del todo a sus padres. Algunos ejemplos: contestarles con imprudencia, ignorarlos cuando hablan, discutir con ellos, desobedecerlos, gritar para hacer lo que 4 El cuarto mandamiento es el único que de los diez mandamientos que no se repite en el Nuevo Testamento. Los mandamientos eran sólo una sombra de lo que iba a venir y ya se cumplieron totalmente en la persona de Jesucristo (Colosenses 2:16-17). Quienes enfatizan el día de reposo y guardan el sábado, pero fracasan en obedecer perfectamente los otros nueve mandamientos en cada momento de sus vidas, la observancia de ese día será inútil ante los ojos de Dios (Santiago 2:9:11).

10 queremos, poner mala cara, hacerles la guerra del silencio, criticarlos, pensar (sin decirlo) No entienden nada. Recuerden, aunque obedezcamos nueve mandamientos y desobedezcamos uno, estamos condenados por Dios. Además, el cumplimiento debe ser desde que nacemos hasta que morimos. El sexto mandamiento No mates. Exodo 20:13 En el sexto mandamiento Dios dijo que asesinar a alguien es pecado contra Dios. El es el Creador de todas las personas y le da vida a cada uno. Nadie tiene derecho sobre la vida de otra persona a menos que Dios lo diga en Su Palabra 5. Dios aclara en Su Palabra que si una persona odia a otra, ha cometido un asesinato en su corazón. También dice que si una persona desea matar a otra, ya es un asesino y está condenado por Dios. En Mateo 5:21-22, dice: Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: 'No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal.' Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno. Si maldecimos a una persona hemos cometido asesinato. Dios nos juzga por lo que hacemos y por las intenciones que tenemos, pues conoce nuestros corazones. Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. Hebreos 4: Dios da autoridad a los gobernantes sobre la vida de un asesino (Romanos 13:1-5). Este es un tema complejo que va más allá del alcance de este estudio, pues requiere el análisis y la comprensión de muchos pasajes.

11 El séptimo mandamiento No cometas adulterio. Exodo 20:14 En el séptimo mandamiento Dios dice que es pecado tener relaciones sexuales con otra persona que no sea la propia esposa o el propio esposo. El castigo de todo pecado sexual es la muerte, la separación eterna de Dios. Después de crear a Adán, Dios le dio a Eva como esposa. El Señor dijo que como estaban casados, ya no era dos personas ante El, sino que eran una sola persona. El esposo y la esposa se pertenecen el uno a otro y deben vivir juntos. Hoy en día muchas personas dicen que este mandamiento es antiguo y está pasado de moda, pero Dios no cambia, y sigue condenando el adulterio con la muerte. "Ustedes han oído que se dijo: 'No cometas adulterio.' Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón. Mateo 27:28 El adulterio y toda clase de pecado sexual también se comenten con la mente. Dios dice que si miramos a otra persona que no sea nuestro esposo o esposa con alguna intención sexual, ya hemos transgredido este mandamiento. Cuando hacemos esto, hemos pecado contra Dios, quien conoce cada uno de nuestros pensamientos. Juzgará todo pecado, hasta los que se han cometido sólo en la mente. El octavo mandamiento No robes. Exodo 20:15 Dios es quien le da a cada persona el derecho de poseer y conservar su propiedad. Hechos 17:25b dice: El es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. Si alguien roba a otro, entonces peca contra Dios.

12 Aunque el ladrón devuelva todo lo que robó y más, eso no satisface a Dios por la falta. El castigo por robar es la muerte y Dios no aceptará otro pago. Si una persona piensa en robar algo, pero no lo hace por cualquier motivo, ya es culpable de robo delante de Dios. Dios castigará a todos los pecadores por las cosas malas que planearon hacer, aunque no lo hayan podido hacer. (Lucas 12:2, 1 Corintios 4:5, Hebreos 4:12-13) El noveno mandamiento No des falso testimonio en contra de tu prójimo. Exodo 20:16 Dios nunca miente y nos ordena no mentir. Satanás es el padre de la mentira: mintió a Adán y Eva en el huerto, mintió a nuestros antepasados y le sigue mintiendo a la gente de todo el mundo. Satanás es el padre de todos lo que insisten en decir mentiras. (Juan 8:44) Algunas personas hacen cosas malas y mienten para encubrir lo que hicieron. Aun cuando se las lleva a la corte, siguen mintiendo y muchos han escapado del castigo aquí en la tierra, porque no fueron descubiertos. Pero no se le puede mentir a Dios, pues conoce la verdad sobre todos y sobre todas las cosas. Y las mentiras piadosas? No existe algo así. Solo existen la verdad y la mentira. Dios aborrece la mentira y castigará a todos los mentirosos. El décimo mandamiento No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca." Exodo 20:17 En el décimo mandamiento Dios les dice que no debían codiciar las posesiones del prójimo. Ese fue el pecado de Satanás, que quiso ser como Dios. Muchas personas nunca están satisfechas con lo que tienen y viven enojadas y con resentimiento, porque no tienen lo mismo que otros. Querer conseguir lo mismo que los demás es otra forma de codicia.

13 Hoy en día la publicidad incita a la gente a la codicia. Día tras día nos enfrentamos a la presión de querer más y comprar más para que podamos ser como la imagen que aparece en televisión o en la página impresa. Por qué hay tanta gente endeudada? La codicia se ha convertido en una marca de prestigio y posición social en nuestra cultura. Pero Dios castigará toda codicia, porque es pecado. Conclusiones A través de Sus mandamientos, Dios quiere que admitamos que hemos hecho cosas que El aborrece, que somos incapaces de cumplir Su Ley y que no podemos salvarnos a nosotros mismos. No podemos agradar a Dios con lo que hacemos, ni podemos quitar nuestros pecados delante de Sus ojos. Todo nuestro pecado debe pagarse. Los mandamientos de Dios son los mismos para todas las personas, en todo lugar y época. Dios no cambia Su Ley. Aunque reparemos el daño por algunos de nuestros pecados, devolviendo el dinero robado, pagando una fianza en la cárcel o entregando dinero a la iglesia, nuestra deuda con Dios no se cancela.

14 1] Qué le prometió Dios a Moisés cuando vio la zarza ardiendo en el monte Sinaí? 2] Por qué Dios le entregó Sus mandamientos a Israel? 3] Por qué Dios le dijo a Moisés que pusiera un cerco alrededor del monte? 4] Por qué el pueblo tenía miedo cuando Dios hablaba? 5] Por qué Dios descendió al monte en forma de fuego? 6] Ha cambiado Dios su actitud hacia el pecado? 7] Cuál es el castigo de Dios por desobedecer solo uno de Sus mandamientos? 8] Cuando hizo el pacto con Israel, pensaba Dios que podían cumplir Sus mandamientos?

15 9] Por qué es imposible que alguien pueda obedecer totalmente las leyes de Dios? 10] Aceptará Dios a aquel que intente cumplir todo lo posible Sus mandamientos? 11] Se molesta Dios si alguien lo adora a El y también a un ídolo? 12] Es correcto hacerse una imagen de Dios para adorarla?, por qué? 13] Por qué ordenó Dios descansar el séptimo día? 14] Dios exige respeto a El y a Su nombre, pero le importa a Dios si las personas son respetuosas entre sí? 15] Qué dice Dios de una persona que odia a otra? 16] Qué dice Dios acerca del adulterio? 17] Es inocente o culpable una persona que solo planea robar, pero nunca lo hace? 18] Puede alguien cumplir los Diez mandamientos?

16 Respuestas 1. Que lo llevaría de regreso junto a los israelitas. 2. Para demostrarles que eran pecadores, incapaces de agradar a Dios por sus propios esfuerzos. 3. Para enfatizar que los pecadores no pueden acercarse a Dios. 4. Porque el monte temblaba violentamente y había fuego, humo y relámpagos. 5. Para mostrar que El es fuego consumidor para quienes transgreden la Ley. 6. No. 7. La muerte, la separación eterna de Dios en el Lago de fuego. 8. No, sabía que nadie puede obedecerlos. 9. Porque nacimos pecadores. 10. No. 11. Sí. Dios no comparte Su gloria ni adoración con nadie. 12. No, porque nadie sabe como es Dios. Además, El lo prohíbe. 13. Porque (a) Dios creó todas las cosas en seis días y el séptimo descansó y (b) quiere que recordemos que es el creador de todo. 14. Sí. 15. Dios dice que esa persona es asesina. 16. Dios condena todas relación sexual, excepto entre marido y mujer. 17. Culpable, porque Dios ve la intención del corazón.