Discurso del Sr. Carlos Araya. Dr. Brizio Biondi-Morra, Presidente, Dr. Roberto Artavia, Rector y Sres. Miembros del Consejo Directivo de INCAE

Transcripción

1 Discurso del Sr. Carlos Araya Dr. Brizio Biondi-Morra, Presidente, Dr. Roberto Artavia, Rector y Sres. Miembros del Consejo Directivo de INCAE Distinguidos Miembros de la Facultad y de la Administración Estimados Graduandos de la Promoción MAEX XII y sus distinguidas familias Queridos Compañeros de MAE IV Invitados Especiales Señores y señoras: Muy buenos días a todos! Que mis primeras palabras sean de agradecimiento profundo al INCAE por la distinción que el Consejo Directivo y el Rector me conceden al invitarme a dirigir a Uds. un breve mensaje en la ceremonia de Graduación del Grupo MAEX XII, a cuyos integrantes saludo con todo mi afecto, en unión de sus amigos y seres queridos en este día tan especial. Mi sentimiento es doblemente grato ya que vengo muy bien acompañado por mis compañeros de MAEIV y sus familias, a la celebración de nuestro aniversario de graduación. En esa ocasión, 30 años atrás y en este mismo escenario, ellos me otorgaron el honor de expresar los sentimientos de nuestra Clase y aceptar públicamente el reto, como individuos y como grupo, de utilizar los conocimientos, las enseñanzas y las técnicas aprendidas, en la búsqueda activa de cambios orientados a colaborar en la solución de los problemas relacionados con el desarrollo y el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros pueblos. Nuestro Grupo ha honrado ese compromiso desde distintos campos, pero comprendemos que este es un reto permanente, el cual seguimos aceptando, cada día con más energía y entusiasmo.. Tanto a Uds. quienes hoy celebran su graduación, como a nosotros quienes celebramos el treinta aniversario de graduados, nos ha correspondido vivir situaciones de cambio en las últimas décadas y en estos últimos años que en su momento resultaban impensables. El final de la Guerra Fría, la globalización y la apertura comercial, la rapidez del desarrollo tecnológico y los avances en las comunicaciones y los sistemas de información han convivido con los grandes problemas mundiales como la sobrepoblación, la pobreza extrema, la corrupción, el narcotráfico, las guerras y conflictos armados, y el deterioro del medio ambiente, problemas que nos mortifican a todos. Constantemente recibimos alertas rojas sobre el estado de nuestro Planeta.

2 La realidad es que poco se ha avanzado en este campo y la intención emanada de la reunión de la Cumbre de la Tierra en Brasil hace diez años de un desarrollo mundial apoyado en el avance económico, el progreso social y la protección del ambiente, suscrito en convenios y protocolos, carece todavía de programas, fechas y metas cuantitativas aceptables. Según el Presidente Thabo Mbeki, anfitrión de la presente Cumbre en Sudáfrica, seguimos viviendo en un mundo con islotes de riqueza en un mar de pobreza Aún en las naciones más avanzadas se viven tiempos de incertidumbre. Artículos recientes publicados en Business Week, identifican a la América Corporativa como un venado en la carretera, encandilado por las luces de los vehículos. Señalan que en los Estados Unidos todos están conteniendo la respiración, esperando lo que vendrá después, actitud que es el resultado de una confluencia masiva de eventos, que colocan a nuestro mundo patas arriba, como ellos lo perciben. Cómo recuperar la confianza, la seguridad personal sin invasión de la privacidad? Cómo restablecer la ética y generar la visión que reoriente el camino hacia destinos de prosperidad? Estos comentarios destacan que más que nunca se requieren nuevas ideas y enfoques, aunque personalmente me parece que más bien lo que se requiere es la recuperación de valores olvidados en el camino: restaurar la Confianza y la Transparencia, asumir la Responsabilidad por los actos, ejercer Prudencia en la función gerencial, replantear el balance trabajo-vida, y brindar evidencia de los beneficios reales a la sociedad, por ejemplo en educación y salud. Estas inquietudes y apreciaciones que se manifiestan en la principal potencia mundial nos mueven a recordar nuestras propias cadenas de eventos recientes, nuestras inquietudes y temores, y la urgencia de identificar, analizar y actuar sin demora sobre las mismas. Resulta que cerca de casa, hemos tenido en estas últimas décadas más que nuestra cuota de sufrimientos a causa de tragedias naturales, guerras civiles y conflictos armados, pobreza e injusticia social. En algunos campos hemos avanzado en nuestra capacidad para enfrentar estas calamidades en forma importante: avanzamos hacia la paz y democratización de nuestras naciones, progresamos en la preparación para competir en los mercados abiertos, caminamos lentamente hacia el establecimiento de algunos proyectos y programas sociales para mitigar el impacto de la miseria extrema. Sin embargo, todavía ni los esfuerzos de los gobiernos, ni los de la empresa privada y las diferentes instituciones han sido suficientes para disminuir significativamente ni la brecha de pobreza, ni la brecha tecnológica, ni la brecha del conocimiento, entre los más privilegiados y los más desposeídos. En muchos casos, tampoco hemos sido capaces de erradicar la corrupción y la ineficiencia institucionales, que azotan fuertemente a nuestras comunidades. Solamente para destacar algunas cifras, el ingreso por habitante promedio para la región centroamericana se aproxima a los US$ 1,800, con diferencias pronunciadas entre países. Sin embargo, esa cifra promedio es de unos US$500 o menos para el 20% más pobre y de aproximadamente US$10,000 para el 20% más rico.

3 En la mayoría de estos países, el ingreso por habitante de casi la mitad de la población es de menos de $1 por día. Estas cifras son indicativas del grado de pobreza y de la distribución del ingreso que prevalecen en nuestro propio patio. Muchos de los demás índices relativos a la calidad de vida, con algunas excepciones importantes, son también consistentes con esta realidad. Las cifras resultan frías, pero la realidad y la vivencia de este grado de pobreza por parte de nuestros compatriotas resulta escalofriante cuando la observamos de cerca, especialmente después de tragedias como la del Huracán Mitch. Cuando estábamos entregando donaciones de alimentos y medicinas en los albergues temporales cerca de nuestra empresa en Tegucigalpa, sentí un gran dolor de corazón al ver la expresión de abatimiento en los adultos y la de tristeza reflejada en las caritas de los niños. George Elliot decía: Nadie puede ser sensato con el estómago vacío Sé que hoy Uds., los graduandos de la Clase de MAEX XII, quienes constituyen un grupo multinacional, joven pero con un grado significativo de experiencia, con Patriotismo se han propuesto dirigir la búsqueda hacia esos objetivos más nobles. Los conocimientos y logros alcanzados por todos Uds. durante estos meses de estudio, trabajo y sacrificio personal armonizan con la satisfacción y orgullo que estoy seguro experimentan hoy al graduarse. Uds. pasarán hoy a ser egresados de una gran Institución, la cual se ha fortalecido y ha florecido a través de los años. En estos días he reflexionado mucho sobre una pregunta: Que sería de la región centroamericana si INCAE no hubiera nacido? Las posibles respuestas francamente me asustan. Como bien lo manifiesta Roberto Artavia, su actual Rector, en 1964 la cooperación entre los líderes centroamericanos, el Presidente John F. Kennedy, La Escuela de Negocios de Harvard y la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (AID) llevaron a la creación de una pequeña escuela de negocios para cumplir con las crecientes necesidades administrativas del istmo centroamericano. Encabezando los líderes de la región en este proyecto estaba el Sr. Francisco de Sola de El Salvador, conocido afectuosamente como Don Chico, que en paz descanse. Las palabras del Decano George P. Baker en la inauguración del primer Programa de Alta Gerencia en Antigua, Guatemala, son muestra de su humildad y expresión clara del espíritu de la enseñanza del Instituto, que hasta la fecha permanece. Dijo entonces el Dr. Baker: No venimos con soluciones fáciles a sus problemas, porque no existen soluciones fáciles, y es más, si existieran, Uds. las conocerían antes que nosotros. Venimos mas bien con la esperanza de traerles algunos métodos de pensamiento, algunas técnicas de análisis, algunos nuevos enfoques a sus problemas que serán de ayuda Si bien a los Rectores Clark Wilson y Ernesto Cruz les correspondió la difícil tarea de poner en marcha al Instituto, a Harry Strachan y a Marc Lindenberg, a quien tanto extrañamos, les correspondió desarrollar para INCAE una estrategia y programas que contribuyeran a solucionar las crisis de la región, manteniendo su viabilidad financiera,

4 su neutralidad política y su integridad intelectual, al tiempo que cumplían con la misión de formar administradores de primer orden. En la década de los años 90 fue el Dr. Brizio Biondi-Morra, quien como Rector asumió el liderazgo de impulsar las políticas orientadas a la recuperación económica de la región, el estímulo de la competitividad y el desarrollo sostenible, intensificando los esfuerzos para promover las inversiones y la generación de exportaciones. Con el Dr. Roberto Artavia, INCAE se proyecta ahora hacia el futuro, en el Siglo XXI, con programas sólidos y toda una agenda latinoamericana. Dentro de los nuevos avances que se darán, puedo asegurarles que como ha sido siempre, seguiremos siendo nosotros los egresados, la razón de ser y el alma del INCAE, los agentes de cambio y el reflejo del éxito del Instituto. Me siento muy orgulloso de ser incaista. Las decisiones personales más importantes de mi vida están muy cercanas al Campus Francisco de Sola en Montefresco, Nicaragua: Primero la decisión de integrarme al Programa de Maestría en 1970, en ese entonces todavía poco reconocido en la región y luego la resolución de casarme poco después de la graduación con una muchacha nicaragüense increíblemente especial de nombre Astrid Dorn, a quien me habían presentado en una fiesta que los de segundo año ofrecimos entonces a los de primer año. O sea, que aquí en Managua, recibí mi Titulo de Graduación y mi Certificado de Matrimonio casi al mismo tiempo.. Al orgullo y alegría compartido con profesores, familiares y amigos ese día se unió en mi caso la dicha de haber encontrado para siempre en mi esposa y luego en mis hijos el apoyo decidido y el tesoro más preciado a que se puede aspirar. En el campo de los negocios, mi experiencia, mi entrega y mi cariño después de la graduación han estado con una sola empresa, aunque complementada con una serie de actividades de apoyo a mi país y la región. He sido lo que se conoce como un hombre de carrera. Incesa nació como una pequeña operación de garaje al acercarse la década de los 60 s, fundada por dos entusiastas nicaragüenses con alma y visión de empresarios, Manuel I Lacayo Terán y Rodolfo Castro Wassmer. Como ellos mismos me lo comentaron luego, pronto se dieron cuenta que no era lo mismo fabricar bases cerámicas para lámparas en pequeña escala en California que piezas sanitarias hidráulicamente funcionales y comercializables en Centroamérica. Al inicio de los 70 s ya la empresa había dado sus primeros pasos e inclusive sus primeras ventas en otros países de la región, pero las dificultades técnicas y administrativas eran muchas. Contrataron a Don Otto Castro, quien sería mi jefe y se inició una nueva etapa. Don Manuel había negociado una alianza con American Standard, el mayor fabricante de loza sanitaria del mundo, que se concretó con un acuerdo de inversión conjunta, mientras Don Otto, un hombre ya de experiencia en este campo, realizaba esfuerzos por mejorar la eficiencia administrativa.

5 Varias etapas han pasado para que Incesa haya evolucionado al punto de ser considerada hoy día como una empresa de clase mundial, organizacionalmente coherente y efectiva, sensible y comprometida con el mejoramiento de su gente, competitiva dentro del esquema de globalización, financieramente sólida, a la cabeza del desarrollo tecnológico en su campo, con espíritu creativo y gran capacidad de innovación, líder en sus mercados, de avanzada en el servicio al cliente y la excelencia operacional, preocupada por la calidad del ambiente de trabajo e impulsadora del desarrollo sostenible en las comunidades en que se desenvuelve. En la etapa de los años 70, Incesa Standard representaba un ejemplo típico de la compañía orientada para operar dentro de los límites del Mercado Común Centroamericano, aprovechando las ventajas de la integración y el esquema de sustitución de importaciones en un mercado protegido. Nuestra estrategia de entonces consistió en la utilización de los recursos generados por la empresa en el logro de metas de diversificación geográfica e integración vertical. Trabajé intensamente con Don Otto para cumplir los objetivos de esa etapa, en la cual se desarrollaron nuestras operaciones en Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. El terremoto que destruyó Managua, también destruyó parcialmente nuestras instalaciones en esta ciudad. Los conflictos armados en la región y especialmente la guerra civil en Nicaragua, se combinaron con el colapso del mercado: las ventas disminuyeron y la logística se complicó. Nuestros contenedores, que se desplazaban por el territorio, eran utilizados como barricadas, luego de que los choferes abandonaban las unidades. Sobra decir que resultaba difícil conseguir voluntarios para movilizar los productos. Durante la lucha armada en Nicaragua, nuestra planta estuvo en manos de ambos bandos en forma intermitente. La fachada, las bodegas y parte de las instalaciones fueron destruidas por fuego de morteros, y nos vimos forzados a desalojarla temporalmente. Las muestras de valentía y solidaridad experimentadas al enfrentar estas vicisitudes, fueron invaluables y contribuyeron a forjar el carácter de nuestra gente y el alma de la empresa. Mucho del personal fue relocalizado a Costa Rica y a Guatemala, pues después de la guerra resultaba muy difícil operar con el nuevo gobierno, a pesar de nuestra actitud de diálogo, ya que faltaban cosas tan elementales como autorización de divisas para importar materia prima. Le correspondió a Costa Rica, por muchos meses, financiar la operación y el núcleo de gente valiosa en planilla de Nicaragua. Pero también Costa Rica, como el resto de Centroamérica, entró en una crisis mayor iniciándose la década de los años 80. Como consecuencia del déficit en la balanza comercial, una elevadísima deuda pública externa y la recesión económica, el país necesitó entrar en convenios con el Fondo Monetario Internacional a partir de 1982 y Programas de Ajuste Estructural con el Banco Mundial a partir de 1985, los cuales entre otras cosas, obligaron a una desgravación arancelaria y a la pérdida casi total de la protección.

6 Navegábamos en medio de la tormenta y resultaba evidente que no era factible operar en ese entorno con nuestra estrategia de enfoque regional. Les contaré el resumen de una historia que resultaba relevante en aquellos tiempos. La historia dice así: Resulta que cuando su hija estaba pasando por momentos difíciles de acumulación de problemas y calamidades, su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo y puso tres ollas de agua a hervir. Colocó zanahorias en una, huevos en otra y café en la otra; después de 20 minutos apagó el fuego y sacó las zanahorias a un tazón, los huevos a otro, coló el café y lo puso en otro recipiente. Le preguntó a su hija Querida, qué ves? Ella respondió: Pues zanahorias, huevos y café Entonces la hizo acercarse. Al pedirle que tocara las zanahorias, notó que estaban blandas. Comprobó que los huevos estaban duros. Al pedirle que probara el café, sonrió mientras disfrutaba de su suave aroma. Su padre le explicó entonces que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: el agua hirviendo, pero que habían reaccionado diferente. -La zanahoria llegó fuerte y dura pero se volvió blanda -El huevo había llegado frágil, protegido su líquido interior por una cáscara fina, pero su interior se había endurecido. -Los granitos de café eran únicos. Después de estar en el agua hirviendo, habían cambiado a el agua. Su padre le preguntó: Cuál eres tú? Hasta aquí la historia Debimos entonces preguntarnos, como seríamos nosotros? Como zanahorias que parecían fuertes pero que con la adversidad se volvieron débiles y perdieron fortaleza? Como el huevo que comenzó con el corazón maleable, de espíritu fluido, pero que con la adversidad se volvió duro y rígido? O como el café, que cambió al agua hirviendo, el elemento que causaba el dolor? Decidimos, actuando como equipo, que necesitábamos ser más como el café. Con la disminución de la protección en el horizonte, la amenaza de la competencia externa y la necesidad de exportar para generar nuestras propias divisas, resultaba claro que necesitábamos realizar cambios profundos en nuestra compañía con el fin de lograr la competitividad requerida. Necesitábamos cambiar el enfoque y especialmente nuestra cultura corporativa. Se requería iniciar con un golpe de impacto y predicar con el ejemplo. Un día para sorpresa de muchos, me correspondió dar la orden de parar la producción en las plantas. Todos los empleados incluyendo por supuesto los gerentes, nos unimos y con escobas, trapos y herramientas barrimos, limpiamos, pintamos y ordenamos. En una de las tantas iniciativas de ese día, los operadores de las máquinas inyectoras les pusieron, a cada una, el nombre de su madre, esposa o novia en letras muy visibles. Qué más incentivo que ese para mantener esos valiosos equipos limpios y bien cuidados en medio de un espacio ordenado?

7 Se unieron la cafetería de planta y la administrativa. Se eliminaron los parqueos reservados y se señalaron como exclusivos para clientes Se inició un programa de entrenamiento y divulgación orientado a que todos conocieran mejor la empresa en forma integral y la importancia del trabajo en cada departamento para el proceso total. En uno de los módulos, los trabajadores de planta se trasladaban a las salas de venta de los distribuidores, para que interactuaran con los clientes finales y escucharan lo que pensaban del producto que ellos fabricaban. Al finalizar la tarde del primer día, se programo una carne asada, todos nos colocamos la camiseta de Incesa y dedicamos un buen rato a intercambiar ideas sobre el futuro. Muchas iniciativas similares se implementaron en las semanas y meses posteriores. El espíritu de pertenencia que emergió, resultó fundamental para dar paso luego a la implementación de las herramientas y conceptos propios de las empresas de clase mundial, como por ejemplo la flexibilidad en las operaciones, el control total de la calidad, la reingeniería de los procesos, la transición a una organización plana y sin fronteras departamentales y la implementación de herramientas como Six Sigma para lograr la máxima eficiencia. En la década de los años 90, complementando estos avances, y como resultado de un programa de inversión muy importante, las plantas de Incesa se transformaron y modernizaron totalmente. Al tiempo que a lo interno nuestra empresa sufría profundas transformaciones, también necesitábamos incursionar en los mercados no tradicionales: Nuestros primeros intentos fueron hacia mercados más cercanos, en el Caribe, pero no resultaron tan exitosos por las dificultades de coordinación con la Corporación. Buscamos a continuación entonces nichos de productos de relativo bajo volumen, difíciles de fabricar y en los cuales las mismas fábricas de Estados Unidos no estuvieran tan interesadas en producir. Encontramos algunos, la negociación fue favorable para todos y así pudimos iniciar las exportaciones hacia el Norte. Nuestra verdadera oportunidad llegó cuando logramos hacer equipo con el Grupo de Mercadeo de la Corporación, el cual tenía la idea de incursionar en el mercado detallista, además de vender, como se hacía hasta entonces en Los Estados Unidos, principalmente a través de grandes mayoristas. Pero existía un problema legal, ya que ni la marca ni los productos podían ser los mismos. Establecimos una alianza para trabajar en el diseño, el desarrollo de los nuevos modelos requeridos y propusimos una estrategia de marca diferenciada, pero que mantuviera la identidad corporativa. En unos pocos meses, teníamos en producción toda la línea de productos necesaria. Así nació el llamado Retail Program, que incluye actualmente las ventas a Home Depot y Lowes entre otras cadenas, cuyo volumen creció vertiginosamente y hoy representa una parte importantísima de las ventas de American Standard en Norteamérica.

8 Este año, cerca del 60% de nuestra producción se canaliza a los Estados Unidos y Canadá bajo este programa. Hace poco mas de dos años, le fue otorgada a Incesa toda la responsabilidad de los mercados de Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú, países en los cuales ya se han establecido alianzas y convenios con grupos prominentes relacionados, orientados a incrementar nuestra presencia y actividad en esta importante región. Nuestro socio norteamericano siente un gran respeto por Incesa, su capacidad humana y su ejecutoria. Los resultados de unir motivación, modernización y tecnología han sido impresionantes y actualmente las fábricas de Incesa tienen en su conjunto los mejores índices de ejecutoria que cualquiera de American Standard en el continente, incluyendo los Estados Unidos. Nuestra gente en Centroamérica brinda apoyo en el campo de la manufactura y tecnología a una de las plantas más importantes de México, situada en Tlaxcala y a la planta de Tiffin, Ohio. Siguiendo nuestra mejor tradición, lo que hacemos, es el resultado de un esfuerzo de equipo entre la gente de cada una de esas plantas y nuestra propia gente. Este apoyo tecnológico ha resultado ser exitoso y la magnitud del mismo se sigue incrementando. Nuestras mejores prácticas las están llevando al norte los ingenieros, supervisores y trabajadores centroamericanos. El equipo gerencial de Incesa, con ocho egresados del Instituto, tiene el sello de INCAE. Nuestra forma de operar ha sido siempre en equipo y ejercemos el liderazgo por convencimiento. El general Dwight D. Eisenhower solía demostrar el arte del liderazgo con un pedazo de hilo y decía Jala el hilo y te seguirá donde quieras. Si lo empujas, no ira a ninguna parte. Así es cuando se trata de dirigir a la gente. En la época difícil de los años 80, así como me comprometí a impulsar los cambios en Incesa, así también me comprometí, junto con muchas personas de gran talento y mística, a dedicar tiempo y mi modesto aporte a mi país. Desde la Cámara de Industrias, como Director primero y luego como Presidente, procuré impulsar junto con mis compañeros de la Junta Directiva, un programa de concientización en el Sector, así como también una actitud de acercamiento en primera instancia con las demás instituciones del sector privado y posteriormente con los demás sectores. Este acercamiento hizo que nos uniéramos como nunca antes la Cámara de Industrias, la Cámara de Comercio, el AmCham y la Unión de Cámaras. Participamos juntos en promover a Costa Rica en los encuentros para impulsar la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, así como en actividades para atraer inversiones, contando en varias ocasiones con la participación de los Presidentes de la República.

9 Ellos también habían impulsado cambios en la orientación y estructura del gobierno, como por ejemplo la creación del Ministerio de Exportaciones, el impulso a las Zonas Francas y el establecimiento de los Contratos de Exportación. Resulta interesante ver como muchas de estas organizaciones que nacieron para hacer posible este cambio estructural se entrelazaban y reforzaban entre sí, el INCAE participando en muchas ocasiones como catalizador. Como resultado de una de las recomendaciones del Tercer Congreso de Industriales, para apoyar a los sectores agrícola e industrial en este cambio, emergió el Banco Banex, con nuestras empresas participando inicialmente en su capital. Fue precisamente en la sala de sesiones del Banco, en que un pequeño grupo de nosotros en el sector privado, por iniciativa de Richard Beck y con el apoyo del entonces Director de la AID Daniel Chaij, participamos en la fundación y estructuración de CINDE, orientada precisamente a mejorar el clima de negocios en el país, y a fomentar las inversiones y las exportaciones. Los logros de CINDE a través de los años han sido importantísimos, promocionando a Costa Rica a nivel de empresa individual desde sus oficinas en el exterior.. Me correspondió luego ser uno de los fundadores de la Corporación Privada de Inversiones, una especie de merchant bank, formada también con el capital de muchas empresas como Incesa y el respaldo de AID, banco que podía financiar, participar con capital semilla y colocar acciones para respaldar las nuevas inversiones. Esta novedosa institución se convirtió en un gran apoyo para la labor promocional de la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo. El aporte al capital de la CPI que realizó AID fue suscrito a nombre de CINDE, a manera de que esta ultima pudiera contar con un fondo patrimonial que garantizara su permanencia. En una de nuestras visitas a los Estados Unidos surgió la iniciativa de fundar un fideicomiso, orientado a privatizar las empresas mercantiles a nombre del estado. El fideicomiso tendría los fondos suficientes para cubrir al fisco costarricense la diferencia entre el valor contable y el valor de mercado de esas empresas, logrando además reducir permanentemente los gastos del gobierno en estas operaciones. Me correspondió fungir como fideicomisario de FINTRA desde su inicio, junto a otras personas de gran honorabilidad. FINTRA, presidida por Ernesto Rohrmoser con gran visión, logró con éxito los objetivos propuestos y estas empresas son ahora rentables. Sin embargo, la acción del Sector Privado en esos años no se limitó a promover la inversión y el comercio. Apoyamos también, como lo seguimos haciendo, a las organizaciones sin fines de lucro que buscan fortalecer las pequeñas y medianas empresas, como FUNDES, así como también aquellas que como las Asociaciones Solidaristas están orientadas a promover el bienestar de los trabajadores. Además de una estrategia de cambio definida, se requería tener en Centroamérica un clima de paz en democracia.

10 Entre otros esfuerzos, participamos en una delegación mixta junto con representantes del sector sindical, por invitación del Presidente Arias en la cual expondría su posición relativa a la Paz Centroamericana, en distintas universidades norteamericanas, en las Naciones Unidas, en la Organización de Estados Americanos y finalmente en una Sesión Conjunta del Senado y el Congreso de los Estados Unidos. Lo apoyamos dando nuestros puntos de vista de una manera más informal a los asistentes a los distintos foros. Como Presidente de AmCham, me correspondió luego dar seguimiento ante entidades privadas norteamericanas y las distintas oficinas del Gobierno de los Estados Unidos, a las iniciativas y acciones costarricenses dentro del nuevo esquema de paz y desarrollo. Fueron años de grandes retos e intenso trabajo pero también de grandes recompensas como la de sentir que se estaba trabajando con el objetivo de contribuir, aunque fuera de manera modesta, junto a personas de gran valía, a mejorar el clima de negocios y las condiciones de vida de los habitantes del istmo. La región centroamericana sigue teniendo grandes retos, pero también grandes oportunidades, entre otros, el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, la implementación del Plan Puebla-Panamá y el proyecto ALCA, que involucra a toda Latinoamérica. En el ejercicio para desarrollar nuestro espíritu de colaboración y ejercer la responsabilidad social que nos corresponde, sugiero a Uds. proceder en forma paulatina y paso firme, con la virtud de la constancia. Que comencemos por el núcleo más cercano y avancemos en círculos concéntricos hasta donde queramos llegar: nuestra familia inmediata, nuestra empresa, nuestra comunidad. Si todos hacemos lo mismo nuestras acciones se fortalecerán unas con otras y adquirirán un efecto multiplicador poderoso que logrará hacer efectivos nuestros propósitos más nobles. Tengamos visión de largo plazo. Existe un decir de que un político piensa en las próximas elecciones: un estadista en las próximas generaciones Tratemos de pensar más como estadistas y menos como políticos. Mantengamos a Dios como Norte, preservemos incólumes nuestros valores más preciados, pero conservando estos valores, adoptemos el cambio como principio. Sobre todo en tiempos difíciles, pensemos que necesitamos ser cada vez más como el café en el agua hirviendo, capaces de cambiar para bien nuestro destino en medio de cualquier adversidad.. La Madre Teresa de Calcuta nos legó un mensaje para vivir, que estará vigente y que será todavía más importante cuando Uds. del MAEX XII cumplan también treinta años de graduados, que dice así:

11 Siempre ten presente que la piel se arruga, El pelo se vuelve blanco, Los días se convierten en años... Pero lo importante no cambia, Tu fuerza y tu convicción no tienen edad. Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña. Detrás de cada línea de llegada hay una de partida. Detrás de cada logro hay otro desafío. Mientras estés vivo, siéntete vivo Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo No vivas de fotos amarillas... Sigue aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero Nunca te detengas!!! Muchas felicidades a todos Muchas gracias