Diabetes (Véase también el hígado graso y diabetes fettleber)

Transcripción

1 Diabetes (Véase también el hígado graso y diabetes fettleber) En Alemania, alrededor de siete millones de personas sufren de diabetes mellitus y son tratados con fármacos y alrededor del 90 por ciento de ellos tienen diabetes tipo 2. A ellos se unen hasta cuatro millones de personas cuya diabetes no ha sido diagnosticada. Al ser la diabetes una enfermedad cuya declaración no es obligatoria y en Alemania no existir ningún registro de ella, las cifras exactas son imposibles de calcular. Además, los expertos estiman que aproximadamente once millones de personas en Alemania se encuentran en una etapa preliminar de la diabetes tipo 2 (prediabetes). Estas personas corren un alto riesgo de desarrollar en los próximos años también la diabetes tipo 2. Entre ellos se encuentran incluídos los que tienen un hígado graso no causado por consumo de alcohol y generalmente no son detectados. La diabetes o la diabetes mellitus es una enfermedad metabólica, y el síntoma inicial principal es la eliminación de azúcar en la orina. Esto ocurre por la falta de insulina, la sensibilidad a la insulina (resistencia a la insulina) o ambas a la vez. Dependiendo de la causa, existen diferentes tipos de diabetes, tipo I y tipo II, que muestran características en común. Qué hace la insulina? Para cumplir con sus múltiples funciones (actividad cerebral, actividad cardiaca, respiración, movimiento, etc), el cuerpo necesita energía. Esta se obtiene de los alimentos por la combustión de los nutrientes. La más importante y más rápida fuente de energía para el cuerpo son los carbohidratos, que proceden principalmente de las fuentes de alimentos vegetales que contienen azúcar o que se pueden convertir en azúcar como el almidón de las patatas, harina, pan, frutas y verduras. Los carbohidratos simples o puros son la glucosa y la fructosa (azúcar de la fruta) que son absorbidas directamente por el intestino y pasan a la sangre. Los azúcares compuestos son la sacarosa, maltosa y lactosa que se tienen que descomponer químicamente en primer lugar para después pasar a la sangre. Por lo tanto, para que la glucosa pase al torrente sanguíneo y esté disponible para los tejidos del cuerpo, se debe cumplir una condición: la mayoría de las células solo toman la glucosa si está presente la insulina, que es la hormona responsable de asegurar que el azúcar sea transportada a través de la sangre hasta las células y que allí se utilice para producir energía. Después de una comida cargada de glucosa una gran cantidad de azúcar llega a la sangre. Por ello es necesario aumentar aumentar la insulina a corto plazo, a lo que el cuerpo normalmente se adapta. En casos de altos niveles de azúcar en la sangre se produce más insulina, y, en caso contrario, cuando los niveles de azúcar son bajos, se produce menos insulina, que es liberada en el torrente sanguíneo. El sistema digestivo descompone los carbohidratos de alimentos como frutas, cereales, patatas, maíz y arroz en glucosa. Esta es absorbida por la pared intestinal y pasa a la sangre para ser distribuida por todo el cuerpo. 1 / 5

2 El páncreas produce las células beta en los islotes de Langerhans que liberan la hormona insulina, mediante la cual se transporta la glucosa al interior de las células. En las estas, la glucosa se consume para ser utilizada como energía (glucólisis). La insulina actúa en la absorción de la glucosa en las células del cuerpo, así como en la producción y almacenamiento de energía en forma de glucógeno en las células del hígado y el músculo. El nivel de azúcar en sangre después de la ingesta de alimentos se mantiene constante dentro de unos límites reducidos (aproximadamente 80 a 120 mg). Incluso en largos períodos de ayuno el nivel de azúcar en la sangre se mantiene en niveles normales. De esto se encarga esencialmente el hígado: por una parte, el glucógeno se disocia y se libera en sangre, y por otra la glucosa será producida constantemente. El que la producción de insulina por las células-β sea insuficiente o nula puede ser debido a una inflamación o a una cirugía: esto provoca la falta de captación de glucosa de las células y la inhibición de la gluconeogénesis en el hígado (este puede producir todos los días 500 gramos de glucosa). Esto explica el aumento de los niveles de azúcar en sangre en diabéticos como suele ocurrir por la mañana temprano en ayunas (fenómeno del amanecer o del alba). Además, la insulina tiene también otro efecto. De hecho, es la única hormona en el cuerpo humano que construye la grasa corporal y se asegura de que esta se quede en los depósitos (llamado efecto adipogénico). La falta grave y persistente de insulina elimina este efecto y provoca una pérdida extrema de peso mediante la reducción de grasa y músculo y por ende de proteínas para obtener energía. En la diabetes mellitus, las células no pueden reabsorber la glucosa, por lo que que esta permanece en la sangre. Al seguir produciéndose glucosa en el hígado se llega a un aumento de azúcar en la sangre. Característico de la diabetes tipo 1 es la marcada pérdida de peso en el plazo de pocos días o pocas semanas, asociado a deshidratación, sed constante, micción frecuente, vómitos y, en ocasiones, calambres en las piernas y dolor abdominal. Otros síntomas añadidos son el cansancio, debilidad, visión borrosa y dificultad para concentrarse. Los dolores de cabeza pueden ser frecuentes. Precaución Una diabetes desapercibida durante años y no tratada representa un gran peligro para los vasos sanguíneos y los nervios. Las consecuencias pueden ser enfermedades cardiovasculares, daños renales y oculares así como peligrosos trastornos de la circulación sanguínea en pies y piernas. Quién reconoce a tiempo la diabetes o el peligro de la diabetes y toma las medidas apropiadas puede prevenir la enfermedad y sus consecuencias con eficacia. Quién pertenece al grupo de los individuos propensos a padecer diabetes deben obtener información de su médico para asegurarse de que tiene diabetes o diabetes en una etapa preliminar. Además de los análisis sanguíneos el médico también medirá la presión arterial y comprobará el peso y el tamaño corporal. La diabetes de tipo 1 En la diabetes de tipo 1 la enfermedad, por lo general, comienza relativamente pronto, en la niñez, la adolescencia o edad adulta temprana. Por el daño de las células beta del páncreas, la producción de insulina se ve reducida, de manera que la glucosa disuelta en sangre ya no 2 / 5

3 puede ser absorbida en la cantidad suficiente por las células del cuerpo. Cuando el nivel de glucosa en la sangre excede el llamado umbral renal, la glucosa se desecha a través de la orina. Por el efecto osmótico de la azúcar también se eleva la cantidad de orina (diuresis osmótica: se produce mucha orina y por ello una fuerte sed). Los síntomas característicos de la diabetes tipo 1 son: 1. sed tremenda 2. aumento de la micción; 3. pérdida de peso inexplicable, 4. fatiga y disminución general del rendimiento, 5. predisposición a infecciones, 6. mala curación de las heridas, 7. calambres en las piernas, 8. alteraciones visuales, 9. picor y 10.olor a acetona al expirar el aire (huele como quita esmalte de uñas, o a los frutos maduros). La diabetes de tipo 2 La diabetes tipo 2 se produce generalmente en la edad media y avanzada. También hay cada vez más casos de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes con sobrepeso. Los niveles de azúcar en la sangre aumentan sigilosamente y a menudo sin que los propios afectados se sientan enfermos. La mayoría de los casos de diabetes de tipo 2 se desarrolla en el marco del llamado síndrome de la riqueza (= síndrome metabólico). Este se caracteriza por la obesidad (especialmente en la zona abdominal), trastornos de lípidos, presión arterial alta y disminución de la respuesta del cuerpo a la insulina (=resistencia a la insulina =). Es importante saber que la diabetes de tipo 2 no es algo del "destino" que algún día te toca, sino que se desarrolla por lo general debido a los riesgos existentes durante muchos años. Algunos de estos riesgos (tales como la falta de actividad física y una nutrición deficiente) a menudo pueden ser influenciados con medidas muy sencillas. Investigadores de la ciudad de Thübingen han detectado otra razón para relacionar a los hígados grasos no provocados por el alcohol como causa de la diabetes tipo 2. La aparición de esta diabetes por lo general avanza lentamente y con frecuencia al principio sin síntomas. Sin embargo, en este punto ya puede haber causado daños (por ejemplo en el corazón, los riñones, los ojos y nervios) que afectan al bienestar de los pacientes. Otros síntomas que pueden indicar una diabetes de tipo 2 son: 1. aumento de la sed 2. malestar general 3. pérdida de peso 4. aumento de la susceptibilidad a las infecciones 3 / 5

4 5. picores 6. ligera fatiga 7. mareos Therapie nicht nach "Schema F" La terapia no es para "Programa F"!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! La diabetes en la vejez "El tratamiento de las personas de edad es siempre un acto de equilibrio entre lo que es médicamente razonable y necesario, y lo que es posible, sin abrumarlos o que les afecte en su calidad de vida", dice el especialista en diabetes y medicina geriátrica, el Dr. Andrej Zeyfang. Como médico jefe del Hospital Bethesda en Stuttgart, Zeyfang se ha ocupado durante años de los problemas terapúticos de la diabetes en los ancianos. Una cosa es segura para él: la diabetes no es una "enfermedad inofensiva de la edad". Y no sólo por el aumento del riesgo de problemas secundarios, como insuficiencia renal o un accidente cerebrovascular. Los niveles elevados de azúcar en la sangre, según Zeyfang también puede empeorar muchas enfermedades típicas de la edad. Por ello, es muy importantes el tratamiento cuidadoso de la diabetes. Así mismo si los niveles de azúcar en la sangre son muy elevados aumenta la necesidad de orinar, debido a que el cuerpo elimina el exceso de azúcar en la orina. Para un hombre de edad con incontinencia urinaria significa que debe visitar el baño con mucho más frecuencia y con ello existe un mayor riesgo de infecciones del tracto urinario. Es muy común la diabetes en la vejez? Más de uno de cada cuatro personas de 80 años de edad tiene diabetes. A estas edades es una enfermedad metabólica que es más común en mujeres que en hombres (haga clic sobre la lupa muestra el gráfico en su totalidad). 4 / 5

5 El azucar alto es malo para la memoria Los niveles altos de glucosa también tienen efectos negativos en la memoria y la concentración. Los estudios han demostrado que la memoria, incluso a corto plazo, en la vejez en muchas personas se ve disminuida, y que con los niveles elevados de azúcar en la sangre aún es peor. Además, una diabetes mal controlada puede promover y agravar una depresión la cual sufren muchas personas mayores. La diabetes es una razón suficiente para, a pesar de la edad, tomar en serio e intentar conseguir tener unos buenos niveles de azúcar en la sangre. "Para las personas mayores activas con diabetes las recomendaciones son, fundamentalmente, las mismas que para los más jóvenes", dice Zeyfang: Sus niveles de azúcar en la sangre, deben de ser lo más normales posibles, y su HbA1c por debajo del siete por ciento. El valor de HbA1c, el cual es determinado por el médico, establece los niveles de azúcar en un período de entre ocho y diez semanas anteriores. 5 / 5