"SEÑOR, DAME DE ESE AGUA" (Jn 4, 15a)

Transcripción

1 "SEÑOR, DAME DE ESE AGUA" (Jn 4, 15a) Ambientación: Podríamos tener un cántaro de barro que nos ambiente, una tela bonita, una vela, un icono de Jesús... ESCUCHA (cd Alégrate) (Miq 6, 8) Escucha lo que el Señor te pide: es tan sólo que practiques la justicia, es tan solo que ames con ternura, es tan solo que camines humildemente con tu Dios. Acogiendo la invitación que recibimos en este tiempo de cuaresma a pararnos, a escuchar a fondo, a volvernos al Dios que nos llama, nos ponemos en Su Presencia. Y comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Hacemos un momento de silencio y nos preguntamos: Qué invitación estoy recibiendo en este tiempo de cuaresma?...en este caminito que ya voy recorriendo qué me siento llamada a vivir? Podemos pensarlo en un momentito de silencio Volvemos a escuchar el canto ESCUCHA. A la vez que lo escuchamos lo podemos cantar juntos. 1. NOS CONFORMAMOS A VECES CON ALGO MEDIOCRE? En nuestra realidad personal, a veces puede ocurrirnos que el estar muy atareados nos desconecta de nuestro centro y nos resta profundidad. Otras veces nos descubrimos sedientas/os de sentido, de paz, de alegría que permanezca... pero no acertamos a ir a la fuente verdadera. Nos vamos detrás de fuentes aparentes, pero falsas. 1

2 El evangelio de Juan (4, 1-26) nos cuenta que una mujer samaritana se encuentra con Jesús en el pozo de Jacob y en el diálogo Jesús le dice... todo el que beba de esta agua volverá a tener sed en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed (vv.13-14) Nos conformamos a veces con una vida mediocre?... Escuchamos el canto SEDUCIDA (Ain Karem, Alégrate) (Os 2) Me fui detrás de quien me daba mi pan y mi agua y aun así moría de hambre y de sed, detrás de quienes me vistieron de lino y de lana, y hecha un desierto, desnuda y vacía quedé. Contemplo a quienes son los hijos de mis entradas, a quienes son los hijos de prostitución: se llaman "no-compadecida" y "no-mi pueblo", sus nombres marcan mi vida, mi sino, mi piel. Por eso ahora grito: Voy a volver a Él a mi primer marido, el que me alimentó de trigo, mosto y aceite... sin embargo yo de él me olvidé y no lo reconocí. YO TE VOY A SEDUCIR, TE LLEVARE AL DESIERTO y TE HABLARE AL CORAZÓN. y TÚ ME RESPONDERÁS COMO CUANDO ERAS JOVEN y EN MI HALLASTE LA LIBERACIÓN. (2) Es él quien ha sembrado en mí la paz y la vida: sólo a El diré: "Esposo mío", El ha borrada de mi boca cualquier otro nombre, es El quien ha cubierta mi desnudez. Su amor ha fecundado la tierra que habito y ha puesto un nombre nuevo al ser de mi ser: ahora son "compadecida" y "mi pueblo", A El, mi Dios, me entrego: sólo a El conoceré. 2

3 Por eso ahora grito: Voy a volver a ÉI a mi primer marido, el que me alimentó de trigo, mosto y aceite... sin embargo yo de él me olvidé y no lo reconocí. YO TE VOY A SEDUCIR, TE LLEVARE AL DESIERTO y TE HABLARE AL CORAZÓN. y TÚ ME RESPONDERÁS COMO CUANDO ERAS JOVEN y EN MI HALLASTE LA LIBERACIÓN. Y YO TE DESPOSARE CONMIGO PARA SIEMPRE EN JUSTICIA y DERECHO. y TÚ ME CONOCERÁS EN AMOR y EN COMPASIÓN, FIEL EN MI FIDELIDAD. YO TE VOY A SEDUCIR... Vamos a unirnos ahora a la súplica del salmista, con el deseo de reencontrarnos con el verdadero Dios, que viene a saciar lo más profundo de nuestro ser. Vamos a rezarlo en dos grupos, sin prisa, y luego repetimos aquella frase que más no llega. No importa que repitamos la misma frase; se trata de ayudarnos unos a otros a rezar. SALMO 41 (adaptado) Como busca la cierva corrientes de agua, así, Dios mío, te busca todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios vivo, cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Cuando mi vida se vuelve gris, cuando me pregunto: dónde estás? cuando me asalta la nostalgia por tiempos mejores, cuando desfallezco y me siento apagado, entonces me vuelvo a ti, Dios mío. 3

4 Te pregunto: Dónde estás? Te digo: no me olvides. Tú me responderás. Durante el día, Señor, me brindas tu amor, por la noche mi canto y mi oración son para ti, Dios de mi vida. Cuando me siento cansado, cuando me invade la duda, cuando me duelen las cosas, cuando me falta el amor, que yo me vuelva a ti, Dios mío Envía tu luz y tu verdad, que ellas me guíen, que me lleven por el camino de la vida y me den la alegría profunda, la esperanza firme. Cantamos COMO LA CIERVA (Ain Karem, Busca mi rostro) (Sal 41) COMO LA CIERVA QUE BUSCA CORRIENTES DE AGUA, MI ALMA TE BUSCA A TI, DIOS DE MI VIDA (2) Cuándo volveré a ver tu rostro, mi Dios? De ti siento nostalgia. Por qué me encuentro abatida? esperaré en ti!, Tú eres mi Dios y mi vida. De día me brindas tu amor, de noche te cantaré. Mi oración, mi vida es para ti. 4

5 Seguimos escuchando el diálogo de la samaritana con Jesús. En este momento, pide, suplica: Señor, dame de esa agua; así ya no tendré más sed y no tendré que venir hasta aquí para sacarla Jn 4, 15. Podemos pararnos en este momento: de qué estoy sedienta/o?; de qué tengo yo sed? Igual que hizo la mujer samaritana, vamos a expresarle nuestra sed a Jesús, para que El acoja nuestra necesidad, nuestro deseo de encontrarnos con El Dejamos un instante de silencio. Podemos repartir post-it de colores y escribimos nuestra respuesta. Nos levantamos y lo pegamos en el cántaro como ofreciendo a Jesús nuestra realidad. 2. A LA BÚSQUEDA DEL AGUA VIVA - EL DIOS VERDADERO En este segundo momento de esta oración vamos a levantar la mirada y abrirnos a nuestro alrededor descubrimos tanta sed sed de qué?... podemos nombrar en voz alta... de qué tiene sed nuestro mundo, nuestro alrededor?...dejamos un momento para ir nombrando... Recogemos todos estos gritos de nuestro mundo. Nada queda sin ser escuchado, sin ser recogido por nuestro Dios. Cada persona y cada situación doliente cuenta para el Dios de Jesús. Escuchamos y cantamos LOS INCONTABLES (Ain Karem, A todos los pueblos) (Mt 14,21; 15,38) No cuentan las mujeres ni los niños, no cuentan quienes vagan marginados, no cuenta quien es pobre o está enfermo, ni cuenta quien está crucificado. No cuentan quienes no tienen trabajo, ni tampoco quien sufre una adicción o quien habla otro idioma en tierra extraña, no cuenta quien es de otro color. 5

6 PERO PARA TI SON QUIENES CUENTAN, SON QUIENES CANTAN LA GLORIA DE DIOS, SON TU ROSTRO, SEÑOR CRUCIFICADO, SON TU ROSTRO, SEÑOR RESUCITADO (2) ERES TÚ. Ni los niños soldados tienen nombre, ni las niñas que están esclavizadas. No existen quienes hoy mueren de hambre, y se ignora a quienes sufren soledad. No contaron las mujeres ni los niños y hoy siguen sin contar los más pequeños. Que haga mío el dolor de mis hermanos y comparta, en justicia, el Pan con ellos. En esa búsqueda del agua verdadera, en ese ahondar en nosotros, como hizo Jesús en diálogo con aquella mujer, nos encontramos con multitud de testigos, personas que han sabido acertar en la vida que han sabido descubrir a Dios en el susurro de su corazón, en lo pequeño de las cosas en la transformación de la realidad codo a codo con otras personas y grupos... Nos unimos en el canto a todos ellos, en ese darse con Jesús, para colaborar a que tanta hambre y tanta sed se saciada... la nuestra también. Escuchamos y cantamos HAMBRE Y SED DE TI (Ain Karem, Con Él la fiesta empezó) Dame de tu Pan, de tu Cuerpo compartido, dame de beber de tu Sangre vertida en amor, y hazme una en ti, párteme contigo, repárteme entre quienes tienen hambre y sed. Hazme una en ti, párteme contigo, Repárteme entre quienes tienen hambre y sed de ti. Tengo hambre de ti, siento sed de tu justicia, ante el dolor de mi pueblo, ante el llanto de mi gente, ante el temor a la muerte tengo sed, tengo sed de ti. 6

7 3. "VENID A VER..." La mujer samaritana, aunque al principio no conoce que es el Señor quien habla con ella, se atreve a abrirse a su novedad. Así, en el diálogo, poco a poco, va descubriendo quién es Él y le pide de beber. Después nos dice el evangelio: La mujer dejó allí el cántaro, volvió al pueblo y dijo a la gente: Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. Será el Mesías? (4, 28-29) Nosotros también vamos descubriendo que es el Señor quien viene a nuestro encuentro, quien da sentido a toda nuestra vida, en medio de toda su complejidad... Por eso, como la mujer samaritana, dejamos el cántaro a su lado, hacemos el acto de fe de confiarle toda nuestra existencia, de volver a confesarle a El como el Señor... somos del Señor Escuchamos y cantamos SOMOS DEL SEÑOR (Ain Karem, A todos los pueblos) (Rm 14, 8) SOMOS DEL SEÑOR SOMOS DEL SEÑOR Y si vivimos, somos del Señor, y si morimos, somos del Señor. En la vida y en la muerte somos del Señor, somos del Señor, del Señor, somos del Señor. SOMOS DEL SEÑOR SOMOS DEL SEÑOR En este pequeño rato de oración, como en tantos momentos en que ahondamos en en la Palabra, recibimos Agua de Vida. Por qué motivo quiero dar gracias al Señor hoy, aquí? Qué Agua de Vida reconozco que Jesús me ofrece? Dejamos un momento para expresarlo. 7

8 Sabemos que vivir la vida cotidiana en actitud de agradecimiento es una actitud creyente que dice mucho de nosotros. Qué testimonio tan necesario hoy! El "venid a ver" de la samaritana puede traducirse en nosotros en muchas cosas. Sabemos que sólo el impulso del Espíritu de Jesús es el que nos hace ir al encuentro de los hermanos, el que nos hace contar a todos lo que hemos vivido al lado del Señor. Que así podamos hacerlo en este tiempo propicio de cuaresma. Que así sea. En su nombre podemos ir en paz. Escuchamos y cantamos YO SOY EL QUE VIVE (Ain Karem, A todos los pueblos) (Lc 24, 5b. Ap 1, 18) No busques entre los muertos a la Vida, ponte en pie, alza la mirada. No busques en la muerte al que vive para siempre. Abre las puertas, sal a su encuentro, ve con tu hermano. (bis) No temas, dice el Señor, yo soy el que vive. Estuve muerto pero ahora vivo para siempre. No busques 8