Está el calentamiento global afectando la actividad ciclónica en el Caribe Colombiano?

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Silvia González Miguélez
hace 7 años
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1 Está el calentamiento global afectando la actividad ciclónica en el Caribe Colombiano? Juan Carlos Ortiz Royero Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales - IDEHA Universidad del Norte Km 5 vía a Puerto Colombia, Barranquilla. Colombia Resumen El Caribe Colombiano comprende un área de cerca de km 2 y ha no ha sido tan golpeada por tormentas y huracanes como otras zonas del Caribe. Aún así, Lenny en 1999 y Joan en 1988 han sido dos eventos cuyos efectos se sintieron significativamente. Unas 57 tormentas y huracanes han pasado por aguas territoriales colombianas [1] en los últimos 100 años, siendo los últimos 20 años los más significativos. Aunque la formación y dinámica de un huracán depende de varios factores (temperatura superficial del mar, vientos en la alta atmosfera, la fuerza de Coriolis, entre otros), la comunidad científica ha coincidido en que podría esperarse un aumento en la intensidad (mas no en número) de las tormentas a nivel mundial debido al aumento en la temperatura superficial del mar [2]. Siendo las aguas territoriales colombianas un escenario que históricamente ha estado golpeada en menor medida que otras zonas como las Antillas Mayores y el Golfo de México, se hizo un análisis de la variación de la temperatura superficial del mar (TSM) y la actividad ciclónica desde 1960 hasta el 2007 para el Caribe Colombiano. El estudio demuestra como la década del 90 y lo que va corrido del 2000 se han incrementado la intensidad de las tormentas en aguas Colombianas y coincide con un aumento de la TSM. Palabras claves: huracanes, cambio climático Introducción La TSM es el combustible para un huracán, la energía en forma de calor latente al evaporarse el agua de mar representa uno de los más determinantes factores para la formación y desarrollo de un huracán. La mayoría de los huracanes que atraviesan el Caribe se forman en la costa este Africana y se mueven zonalmente hasta unos 70 o de longitud Oeste, donde tienden a seguir una trayectoria Oeste-noroeste, físicamente el responsable de esta situación es la fuerza de Coriolis que tiende a desviar la trayectoria hacia la derecha en el hemisferio norte. Este ha sido un factor esencial para que la costa colombiana no haya sentido el embate directo de los huracanes del Caribe. Algunas excepciones como Joan 1988, Brett 1993, Cesar 1996 y el más reciente y particular, por su trayectoria oeste-noreste, Lenny 1999 han cruzado aguas colombianas [1]. La actividad ciclónica normalmente se desarrolla en aguas con TSM de más de 26 o C, otros factores como las variaciones en el campo de presión atmosférica y los vientos en la alta atmosfera también tienen un rol significativo en su formación y desarrollo [3]. Desde hace algunos años se ha venido discutiendo el rol del calentamiento global en la actividad ciclónica en todo el mundo, y aunque la mayoría de comunidad científica acepta la tesis que se espera un aumento en la intensidad de los huracanes (más que en el numero de ellos), asociado al aumento de la TSM, lo cierto es que hay mucha incertidumbre aún en esta problemática. Las variaciones en la TSM en el Atlántico responden a una oscilación multidecadal, y que afecta el número de huracanes, en adición, se muestra una tendencia no lineal creciente en la TSM en el Atlántico y el Caribe en el último siglo, siendo los 35 últimos años los más significativos [3]. El Caribe Colombiano comprende un área de cerca de km 2 y ha no ha sido tan golpeada por tormentas y huracanes como otras zonas del Caribe Exceptuando la Isla de San Andrés y Providencia, localizadas cerca a las costas de Nicaragua. Aún así, Lenny en 1999 y Joan en 1988 han sido dos eventos cuyos efectos se sintieron significativamente en las costas colombiana [4]. De acuerdo a la NOAA el Caribe colombiano está identificado como una zona de baja probabilidad

2 estadística de formación y desarrollo de huracanes en el Caribe, de hecho el número huracanes cerca a las costas colombianas en un año es solo de 2 (en promedio) y de huracanes de categoría 4 o 5 es 1 en la zona más al noreste de la costa colombiana (Fig. 2). Esto nos brinda un escenario ideal para evaluar como ha sido la actividad ciclónica en una zona donde históricamente la actividad ha sido muy baja y evaluar si existe alguna tendencia relacionada con el aumento de la TSM. Fig.1. Número de eventos probables en la temporada ciclónica (Junio a Noviembre). Fig. 2. Número de eventos extremos H4 y H5 probables en la temporada ciclónica (Junio a Noviembre). Metodología Inicialmente se tomaron los huracanes que cruzaron aguas Colombianas desde 1960, esto puede ser extraído directamente de la base de datos: Unisys Weather Hurricane Data (HURDAT: donde se tiene la información de todas las tormentas que han cruzado el Atlántico desde 1851 y se muestran en la figura 3.

Fig. 3. Actividad ciclónica en el Caribe Colombiano desde 1960.

3 Fig. 3. Actividad ciclónica en el Caribe Colombiano desde La información de la TSM en aguas colombianas se tomó de la base de datos ICOADS (International Comprehensive Ocean-Atmosphere Data Set). Los datos completos de ICOADS es la colección más extensa de datos marinos de superficie disponibles para los océanos del mundo por casi 2 siglos. El ESRL (NOAA's Earth System Research Laboratory) proporciona acceso en línea, al ICOADS, de la estadística mensual con una resolución espacial de 2 o x 2 o (y de 1 o x 1 o comenzando en 1960). Estos datos en línea son distribuidos en el formato de netcdf que utiliza convenciones de metadata desarrolladas en el ESRL. Los archivos de netcdf pueden ser descargados por FTP anónimo o siguiendo el enlace ( De acuerdo a [5] los efectos directos y significativos de un huracán se extienden hasta un radio de unos 100 km aproximadamente medidos desde el centro de la tormenta. La parte más expuesta de la costa colombiana es la península de la Guajira situada a 71.5 o W y 12.5 o N, se tomó como área de estudio la región comprendida desde los 7 o N hasta los 16 o N y desde los 68 o W hasta los 84 o W. La figura 4 muestra un ejemplo de los datos bajados de ICOADS para la temporada ciclónica (Junio a Noviembre) de Fig. 4. TSM de Junio a Noviembre del 2005 (ICOADS).

4 Resultados Primero se analizó la variación de la temperatura promedio anual desde 1960 hasta el 2006 (no hay datos a partir del 2007 aún) para los meses de las temporada de huracanes del Caribe (Junio a Noviembre) y se estimó la anomalía de la TSM respecto al valor promedio, Figuras 5a y 5b. Fig. 5a. Variación de la TSM promedio anual (Junio Noviembre) para la zona de estudio. Fig. 5b. Anomalía de la TSM promedio anual (Junio Noviembre) para la zona de estudio. La figura 6 y 7 muestran la relación entre la TSM y el número de eventos registrados y la categoría máxima registrada respectivamente.

5 Fig. 6. Relación entre la TSM y el número de eventos registrados. Fig. 7. Relación entre la TSM y la categoría máxima registrada. Discusión y conclusiones Los resultados anteriores demuestran los años en que hubo mayor número de eventos fueron 1961, 1971, 1996 y 2005 con tres eventos en cada año, excepto el año de 1961, todos estos años tuvieron una anomalía positiva en la TSM. En los años 1988, 2004 y 2005 se presentaron huracanes categoría 4 y no hubo presencia de huracanes categoría 5. Aunque en 1988 pasó el único huracán que ha afectado la costa colombiana directamente, la anomalía en la zona fue negativa, mientras que en los años 2004 y 2006 la anomalía fue positiva. Basado en estos resultados, no se puede presentar una teoría concluyente de si el calentamiento global está afectando la acción de los ciclones en el Caribe colombiano, a pesar de esto hay un

6 hecho muy claro: desde el 2003 la TSM en la zona ha ido aumentando y precisamente desde 1988 no se presentaban huracanes categoría 4 hasta el año 2003, este análisis (preliminar) podría establecer que el aumento en la TSM ha incrementado la intensidad de los huracanes categoría 4 en la zona, es decir en los últimos 7 años se han desarrollado mas huracanes categoría 4 en la zona que en los últimos 50 años. Agradecimientos EL autor desea expresar su agradecimiento a la Dirección de Investigaciones y Proyectos (DIP) de la Universidad del Norte por el apoyo para la realización de esta investigación. Referencias Bibliográficas [1] Ortiz, J.C. Huracanes y tormentas en el Caribe colombiano desde Boletín Científico del CIOH, 2007, Vol. 25, pp [2] Landsea, C., Pielke R., Mestas-Nuñez, A., Knaff, J. Atlantic basin hurricanes. Indices of climate changes. Climate Change, 1999, Vol. 42, pp [3] Trenberth, K. Uncertainty in hurricanes and global warming. Science, 2005, Vol. 308, pp [4] Ortiz J.C., López F., Estrada E., y Bacca LF., Estudio y simulación del huracán JOAN sobre la costa Caribe Colombiana incluyendo la Isla de San Andrés en Revista de la Sociedad Colombiana de Física Vol. 40 No.2, pp [5] Willoughby, H.E. and Rhan M. Parametric Representation of the Primary Vortex. Part I: Observations and Evaluation of the Holland (1980) Model. Monthly Weather Review pp

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