Ganancia invernal de peso de vacas hereford y desarrollo de sus crías

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2 INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS ESTACION EXPERIMENTAL REMEHUE BOLETIN TECNICO Nº 140 Ganancia invernal de peso de vacas hereford y desarrollo de sus crías Autor: Pablo CoqueletM.., lng. Agr. Comité Editor: Sergio Ce l is R., 1 ng. Ag r. Claudia Sandoval 8., lng. Agr. Carlos Sierra B., lng. Agr., M.S. Enrique Siebald Sch., lng. Agr. Humberto Navarro D., lng. Agr., M.S. Consultor Técnico: Ljubo Goié M., lng. Agr., M.S. Editor: Sergio Cel is R., lng. Agr. OSORNO, CH 1 LE, ENERO 1989

3 1 Foto portada: 1. Día de campo en Mafil, Valdivia. Fotografía: Sergio Cel is R. 2. Vaquillas en Remehue Fotografía: Ljubo Goié M. Valor Ejemplar: $ Valor Suscripción anual: $ Autorizada su reproducción total o parcial, citando la fuente y autor. La publicidad de productos no implica recomendación de la Estación. Impreso en los Talleres Gráficos INIA.

4 GANANCIA INVERNAL DE PESO DE VACAS HEREFORD Y DESARROLLO DE SUS CRIAS Pablo Coquelet M.l Ljubo Goié M.2 Enrique Siebald Sch.2 Mario Matzner K.2 INTRODUCCION Todo sistema de crianza de ganado especializado en carne debe pla~ tearse como lograr el máximo peso de los terneros al destete. Para ésto, son varios los factores que influyen, como es el manejo alimenti cio, reproductivo, sanitario y genético. Todos son importantes, sin embargo, el manejo alimenticio es fundamental para el logro del objeti vo en el sistema de crianza. Es así como, con una adecuada alimentación se asegura una buena fe~ tilidad del rebaño y esto conlleva a expresar mejor los avances de mejq ramiento genético, además de presentar el ganado mejores condiciones frente a problemas sanitarios. Esta adecuada alimentación va a significar una mejor eficiencia de este sistema de crianza, la cual se puede determinar a través de los " kilógramos destetados en relación a los kilógramos de peso vivo en sus madres " (kilos peso vivo destetado/100 kg peso vivo de sus madres). En la medida que exista una mayor eficiencia, habrá un menor costo ; puesto que ello significa un mayor número de vientres por hectárea y/o un menor costo por concepto de alimentación (Fredeen y otros, 1987). 1 Programa Transferencia Tecnológica 2 Programa Producción de Carne Bovina. Estación Experimental Remehue (INIA), Casilla 24-0, Osorno, Chile.

5 2 La maximización en la producción de terneros y minimización de los costos, significa una intensificación en los sistemas; lo que necesari~ mente involucra un mejor conocimiento de los requerimientos de la vaca y del ternero en sus diferentes estados fisiológicos y un conocimiento acabado de los diferentes recursos alimenticios con que se cuenta. La interrelación de estos factores va a permitir dar un adecuado nivel de alimentación, poder regular el período de tiempo en que se va a usar algún tipo de suplemento alimenticio y poder utilizar en la forma más adecuada los recursos corporales de los vientres, los cuales pe.!:_ miten en algún momento del año movilizar energía que se ha reservado en forma de grasa. Considerando lo importante que es tener antecedentes sobre el efe~ to del manejo invernal de la vaca de carne sobre el comportamiento posterior de las crías y las consecuencias en 1 a fertilidad del rebaño, se realizó un trabajo dando diferentes regímenes alimenticios. ANTECEDENTES GENERALES De acuerdo a los requerimientos de las vacas y sus terneros, se puf den diferenciar cuatro etapas en el transcurso de un año. a) Período inmediatamente post-parto, en el cual se incluye el período reproductivo de la vaca. Se caracteriza porque hay un máximo de prq ducción de leche para el ternero y al mismo tiempo la hembra comienza a ciclar. Por lo tanto es fundamental, puesto que está en juego el crecimien to del ternero y la fertilidad posterior del rebaño (Bowuden y otros, 1981). Obviamente entonces, que la cantidad de nutrientes disponibles para la vaca es importante. Si el nivel de nutrición es inade cuado, la hembra utilizará las reservas del cuerpo para mantener su potencial de producción de leche, perjudicando su comportamiento re

6 3 - productivo (Boggs y otros mencionado por Clutter y Nielsen, 1987). Frente a las consecuencias que se puedan producir, éste período es el más crítico en cuanto a demandas nutricionales para las vacas de carne. En forma tradicional el período post-parto se hace coincidir con la máxima producción de forraje aportado por la pradera, aunque siempre hay un período en que el aporte energético de la pradera es insuficiente. Esto agrava cuando se trabaja con cargas altas, lo que hace necesario suplementar a estos vientres (Wiltbanck y otros, 1962). Sin embargo, la respuesta a la suplementación va a depender del e~ tado del vientre, puesto que este tipo de animal en su segundo o más parto puede permitirse una pérdida de peso durante el otoño o invie~ no. Esto no va a afectar ni la fertilidad ni los pesos de los terneros al destete si se asegura que posteriormente la recuperación de esa pérdida de peso es rápida. Incluso, vacas sobrealimentadas presentan una menor vida útil, además de aumentar los costos (Bowden y otros, 1981). b) Período post-encaste a destete. Durante esta etapa, una diferencia nutricional podrá afectar la producción de leche y por lo tanto el crecimiento del ternero, pero en ningún caso será un efecto adverso para el desarrollo del feto. (Floy M., citado por Church, 1987). En algunos casos se podría considerar una suplementación extra sólo para el ternero, a fin de no afectar su crecimiento. c) Período post-destete. Las necesidades nutritivas de las vacas durante este período son las menores, hasta el último tercio de gest.1!_ ción. Es factible la utilización de forrajes de baja calidad como pajas de cereales. Es posible que durante este período los vientres puedan bajar de peso. Sin embargo, si existen recursos alimenticios adecuados, es la oportunidad para que el vientre se mantenga o gane

7 4 - peso acumulando reservas en forma de grasa, para poder utilizarla posteriormente en los períodos críticos. d) Período último tercio gestación-parto. En esta etapa se produce un rápido desarrollo del feto, por lo que las necesidades nutritivas maximizan. El efecto de la alimentación durante este período se correlaciona con el período inmediatamente post-parto. Con una buena nutrición se asegura la actividad reproductiva posterior de la vaca, la producción de leche y la tasa de crecimiento del ternero. Además, pe~ mite ganancias de peso de la vaca para estar al momento del parto en buena condición y permitir que entre en celo antes el animal. Incluso, afecta más el período reproductivo posterior cuando el nivel energético es deficiente en el período previo al parto que después de él (Wiltbank y otros, 1962). MATERIALES Y METOOOS El presente estudio se realizó en la Subestación Experimental La Pampa, ubicada en la comuna de Purranque, durante dos temporadas ( y ). Se utilizaron 60 vacas en cada temporada distribuídas de uno a cua tro partos. Se dividieron en tres grupos de acuerdo al nivel nutricional que se les dió a las vacas durante el último tercio de preñez, que coincide con el invierno. La alimentación fue la siguiente : Invierno : Se usan potreros de sacrificio donde las vacas consumie ron en un comienzo algo de pradera, para luego quedar sólo con Ja suplementación.

8 5 - - Grupo 1 Recibió una suplementación de 6.0 kg de heno al día por animal. - Grupo 2 Recibió una suplementación de 4.0 kg de heno al día por animal. - Grupo 3 Recibió una suplementación de 2.0 kg de heno al día por animal. El heno utilizado como suplemento en las dos temporadas correspondió a heno de gramíneas con una concentración energética de 1.8 Mcal/kg de energía metabolizable. Fines de invierno-primavera Todos los tratamientos se manejaron en praderas natural i.zadas formadas por Pasto Miel, Ballica, Pasto Ovillo, Trébol Blanco, Chépica y malezas. En invierno se manejó una carga de 2.5 vacas por hectárea, período que correspondió desde el parto en adelante (Junio-Julio-Agosto Septi embre). Todos los animales durante el año recibieron una suplementación mi neral con harina de hueso y sal común. CONTROLES Durante el período invernal se controló el peso cada 21 días de las vacas y la cantidad de heno proporcionado a cada grupo. En el período de pariciones se controló el peso del terreno al nacimiento, el peso de la vaca post-parto y el tipo de parto.

9 6 Durante el período post-parto se controló el peso de las vacas y terneros cada 28 días, hasta el destete donde también se controló el peso y se determinó el porcentaje de preñez vía palpación. RESULTADOS Y DISCUSION Primera temporada Durante el primer año de estudio, que se inició el lº de junio, las vacas entraron con un peso promedio de 445 kilogramos. En esta época invernal la suplementación con 6,0 ; 3,5 y 1,0 kg de heno para los grupos 1, 2 y 3 respectivamente, produjo hasta el momento del parto un aumento de peso de las vacas. Esto, debido a que la pradera al momento de entrar al ensayo se encontraba rezagada y con una alta disponibilidad (Cuadro 1). Cuadro l. Ganancia de peso pre-parto (1 junio a 15 septiembre) en vacas con tres niveles de suplementación G R U P O S Suplementación invernal ( kg heno) 6,0 3,5 1,0 Peso inicial ( kg/vaca -X ) 446,8 448,7 440,8 Peso pre-parto ( kg/vaca x ) 481,4 475,0 439,4 Ganancia Peso ( kg/vaca x ) + 34,6 + 26,3 1,4 Se observa un efecto directo entre el nivel de suplementación y las ganancias de peso pre-parto. Prácticamente el grupo 3 que sólo r~ cibió suplementación de 1,0 kg/día tuvo una mantención de peso. Esto influyó en el comportamiento posterior al parto, en el cual el grupo 1 que tuvo mayores ganancias pre-parto a su vez perdió menos peso post-

10 7 parto. Lo contrario sucedió en el grupo 3 (Cuadro 2). Sin embargo, estas pérdidas de peso en los tres grupos no fueron tan severas, puesto que durante la primavera las vacas lograron recuperar su peso. Es así que el grupo 3 que tuvo un 18.6% de pérdida de peso durante el parto lo gró ganar más peso durante la primavera que el grupo 1 que solo tuvo una pérdida de 9.7%. Cuadro 2. Comportamiento post-parto de vacas Hereford suplementadas con tres niveles durante el período pre-parto G R u p o s Peso pre-parto (kg x vaca) 481,4 475,0 439,4 Peso post-parto (kg x vaca) 438,6 420,5 370,3 % Pérdida de peso en el parto 9,7 12,9 18,6 Peso fines primavera (kg) 474,4 468,4 433,6 Ganancia post-parto (kg) 36,4 50,7 58,2 No hubo ninguna relación entre los diferentes pesos de las vacas y los pesos al nacimiento y destete de los terneros (Cuadro 3). Prácticamente los pesos al nacimiento, tanto de machos como de he~ bras, fueron igual entre los tres grupos. Para el caso de peso al destete, tampoco hay diferencias en los machos, aunque si las hubo entre las hembras. En este caso se observa un menor peso de destete en las hembras del grupo 3.

11 8 - Cuadro 3. Pesos de terneros hijos de vacas alimentadas con diferentes niveles de suplementación durante el invierno G R u p o s Peso nacimiento macho (kg x ternero) 36,2 36,1 36,1 Peso nacimiento hembra ( kg x ternera) 32,6 32,7 32,7 Peso destete corregido 205 días machos ( kg) 192,7ª 189,7ª 184,0ª hembras ( kg) 175, 2b 186,1ª 163,2b Kg ternero destetado/100 kg vaca pre-parto 41,9 39,5 39,5 La diferencia de peso de las hembras al destete no fue suficiente como para afectar la eficiencia medida a través de los kilógramos de ternero destetado en base a 100 kg de vaca pre-parto. Esta relación fue igual para los grupos 2 y 3 y mayor y por lo tanto, menos eficiente para el grupo 1; dado por el mayor peso de las vacas antes del parto. Segunda Temporada En la segunda temporada, la pradera presentó condiciones que permitió lograr las diferencias de peso deseadas en las vacas durante el período invernal. En el Cuadro 4 se observa que el grupo con mayor s~ plementación aumentó un 6% su peso vivo, mientras que el grupo 2 mantuvo el peso y el grupo con menor suplementación disminuyó un 10,4% su peso vivo.

12 9 Cuadro 4. Variación invernal de peso vivo de vacas Hereford sometidas a diferentes niveles de suplementación invernal G R u p o s Suplementación invernal ( kg heno) 6,0 4,0 2,0 Peso inicial ( kg) 451, ,8 Peso pre-parto (kg) 479, 2ª 450,2b 419,8c % variación peso + 6,0-0,3-10,4 La pérdida de peso en el grupo 3 que significó 44 kilógramos en 63 días no repercutió en la ganancia de peso de la vaca post-parto. Es así que a mayor pérdida de peso pre-parto, hubo mayor ganancia de peso post-parto, repitiéndose lo que se observó en la primera temporada. Esto permitió que al final del verano (fines de febrero), las vacas lle garan con similares pesos (Cuadro 5). Cuadro 5. Ganancia de peso post-parto en vacas alimentadas con diferentes niveles durante el invierno G R u p o s Peso pre-parto ( kg) 479,2ª 450,2b 419,8c Peso 28 de febrero (kg) 493,4 495,5 492,9 Ganancia de peso (kg) 14,2ª 45,3b 73,lc

13 10 - Al entrar la vaca en una buena condición antes del último tercio de gestación, se puede permitir una pérdida de peso del vientre siempre y cuando se pueda asegurar que se va a tener la alimentación suficiente post-parto para lograr la recuperación del vientre. Esta pérdida de peso producida durante el invierno antes del parto o la mantención como en el caso del grupo 2, no afectó los pesos vivos de la descendencia. Producto de ésto, se logró una mayor eficiencia en el grupo 3 con respecto a los otros dos grupos (Cuadro 6). Cuadro 6. Peso de terneros hijos de vacas alimentadas con diferentes niveles durante el período pre-parto G R u p o s Peso nacimiento (kg) machos 31,0 32,2 32,6 hembras 30,5 31,1 30,3 Peso destete corregido 205 días (kg) machos 212,4 206,4 224,8 hembras 212,0 199,2 206,1 Kg ternero destetado/100 kg vaca pre-parto 44,3 45,1 50,3 Los resultados expuestos en ambas temporadas, señalan que una re~ tricción alimenticia durante el invierno en la temporada de pre-parto de las vacas de carne, no se ve afectada en su condición posterior y tampoco se afectan los pesos de su descendencia cuando la pérdida de peso alcanza hasta un 10%. Resultados similares se han obtenido bajo otras condiciones como lo señalan diferentes autores (Bowden Y otros,

14 ; Baker y otros, 1982). Estos resultados también coinciden con lo que señala Rovira (1972) el cual ha visto que la vaca tiene gran poder de recuperación cuando las condiciones posteriores a un período de penuria alimenticia son bue nas. En ambas temporadas la fertilidad de las vacas no se afectó, dando como promedio al destete un 95%. Esto significó tener no más de una vaca seca por grupo por temporada. Al respecto Freedman y otros, 1987, señalan que si la vaca entra en un buen estado de engrasamiento y la pérdida durante el período restrictivo no es tan drástica, no se producen problemas de concepción. CONCLUSIONES Los resultados indican que para manejar en forma eficiente un rebaño de cría de carne, es necesario utilizar la capacidad que tienen las vacas de recuperar su peso normal en el período de primavera-verano, después de restringuir la alimentación invernal. Esto significa una ventaja económica, pues requiere de una utilización mínima de forraje conservado durante los períodos críticos sin afectar su fertilidad y la producción en base a los kilógramos de ternero destetado.

15 12 - LITERATURA CITADA BAKER, R.D.; LE DU, L.P. y BARKER, J.M., The influence of winter nutrition, grazing system and stocking rate on performance of spring-calving Hereford x Friesians cows and their claves. Animal Production 32 : BOWDEN, D.M.; HIRONAKE, R.: MARTIN, P. y YOUNG, B.A Feeding beef cows and heifers. Communications Branch, Agriculture Canadá. Publication 1670 E. p. 48. CLUTTER, A.C. y NIELSEN, M.K Effect of level of beef cow milk production on pre-and post weaning calf growth. Journal of Animal Sciences 64: FLOYD, M.B Feading Livestock the beef cow herd. In Church. Nutritional Management of FREDEEN, H. T.; WEISS, G.M.; RAHNEFELD, G.W.; LAWSON, J.E. y NEWMANN, J.A Breed cross comparisons of beef cow productivity relative to winter feed imputs. Journal of Animal Sciences 54: ROVIRA, J Reproducción y manejo del rodeo de cría. Facultad de Agronomía. Curso de Producción de Carne. Cerro Largo : 21-46, Uruguay. WILTBANK, J. y otros Effect of energy level on reproductive phenomena of mature Hereford cows. Journal of Animal Sciences 21 :