[16.1] Cómo estudiar este tema? [16.2] Arabización e islamización. [16.3] La conquista de Hispania. [16.4] Las luchas contra los conquistadores

Transcripción

1 Módulo II Historia Medieval de España La conquista musulmana y la fundación de Al-Ándalus [16.1] Cómo estudiar este tema? [16.2] Arabización e islamización [16.3] La conquista de Hispania [16.4] Las luchas contra los conquistadores [16.5] La revuelta bereber y sus consecuencias [16.6] Cuántos fueron los conquistadores? [16.7] La llegada de los Omeyas a Al-Ándalus TEMA

2 Esquema TEMA 16 Esquema

3 Ideas clave Cómo estudiar este tema? Para estudiar este tema lee el capítulo 3 Conquista y formación de Al- Ándalus (páginas ) del manual de referencia de la asignatura: Manzano Moreno, E. Épocas Medievales, Crítica - Marcial Pons. Barcelona Recuerda que para la correcta comprensión del tema resulta imprescindible consultar en todo momento el mapa de la página 763, dedicado a la conquista del reino de Toledo. También puede serte de enorme utilidad consultar la cronología que puedes encontrar a partir de la página 729. Por último, no olvides leer la fuente literaria de la página 803: Noticia de la entrada de los musulmanes en España al mando de Táriq. Este primer tema de la asignatura Historia Medieval de España se dedicará a las primeras décadas de la conquista musulmana (que abarcan aproximadamente el siglo VIII), el período que marcó la desaparición del reino visigodo y supuso para la Península Ibérica el definitivo pasó a la Edad Media Arabización e islamización

4 Tras la muerte de Mahoma, el año 632, los árabes convertidos a la nueva religión del Islam iniciaron una serie de fulgurantes campañas militares que los llevaron a apoderarse de todo Oriente Medio y Próximo y gran parte de la costa sur del Mediterráneo. En su marcha hacia Occidente derrotaron con facilidad al Imperio Bizantino y conquistaron todas sus posesiones en el Norte de África. Sin embargo, encontraron mucha más resistencia en los pueblos nómadas que habitaban toda la región del Magreb. Estos pueblos ya habían supuesto enormes problemas para el Imperio Romano, que les había dado el nombre de Mauri, y que a pesar de haber combatido en numerosas ocasiones contra ellos, nunca había conseguido sedentarizarlos o incorporarlos plenamente al Imperio. Los árabes llamaron a estos pueblos bereberes, y su proceso de conquista e incorporación al mundo árabe resulta imprescindible para comprender muchas de las peculiaridades de Al-Ándalus. Tras sufrir algunas derrotas a manos de los bereberes, los árabes finalmente consiguieron pacificarlos mediante una serie de pactos con los caudillos tribales, que permitieron que estas formidables tropas se incorporaran al ejército de los califas de Damasco. Este paso resulta imprescindible para la conquista de Hispania. Sin el inmenso refuerzo que supusieron los bereberes para las tropas califales, es posible que los árabes hubieran retrasado, o al menos encontrado muchas más dificultades a la hora de acometer la conquista de la Península. El ejército árabe, reforzado por sus nuevos aliados norteafricanos, cruzó el estrecho en primavera del año 711 comandado por Táriq ibn Ziyád. Aparentemente, el ejército árabe respondía a la llamada de los hijos del rey visigodo Witiza, que habían sido despojados de su herencia por un caudillo visigodo llamado Rodrigo. Al parecer, Táriq era de origen bereber, como la mayoría de los soldados que iniciaron la conquista. Sin embargo, eso no significa, en modo alguno que los conquistadores actuaran por cuenta propia, sino siempre al servicio del imperio árabe gobernado por el califa de Bagdad y de la expansión del Islam.

5 En este punto, resulta de enorme importancia distinguir entre dos conceptos muy diferentes entre sí pero que con frecuencia se han prestado a confusión: arabización e islamización. En principio aplicamos el calificativo de árabes a los habitantes de la Península Arábiga. Éstos fueron los primeros en recibir la prédica de Mahoma, y quienes iniciaron la guerra de conquista que extendió el Islam por tres continentes. Con el paso del tiempo, tras sus conquistas, esta élite árabe acabó por diluirse completamente en las poblaciones conquistadas. Por lo que, desde el punto de vista étnico, el calificativo de árabe no puede aplicarse a los habitantes de los territorios incorporados al imperio islámico. Sin embargo, ocurre algo muy distinto con su lengua. Mahoma declaró que el Corán recogía las palabras exactas transmitidas por Alá, por lo que éstas se consideraban sagradas e inalterables. Dado que el Corán estaba escrito en árabe, la prédica del Islam estaba indisolublemente unida a la difusión de esta lengua. Este proceso de difusión de la lengua y la cultura árabes es lo que se conoce con el nombre de arabización, y fue muy intenso en todos los territorios conquistados, que muy pronto adoptaron la lengua árabe, olvidando el latín, el griego y la mayoría de las lenguas que se hablaban en esos territorios con anterioridad. Paralelamente al proceso de arabización se produjo también el de islamización, esto es, la conversión al Islam de los pueblos conquistados. Aunque la conversión al Islam implicaba necesariamente el aprendizaje de la lengua árabe, la arabización, en cambio, no tenía por qué conllevar la adopción de la nueva religión. Así, las fuentes nos muestran a personajes en que se manejaban con soltura en la lengua árabe, pero que en cambio conservaban aún su religión cristiana o judía. En último término, lo importante es comprender que en la sociedad de Al-Ándalus, frente a unos orígenes étnicos diversos: indígenas romanos, visigodos, árabes, bereberes se superponen una lengua, religión y cultura comunes a través de los procesos de arabización e islamización.

6 16.3. La conquista de Hispania Como se ha señalado, el gobernador del norte de África, Músa ibn Nusayr decidió enviar a su lugarteniente bereber, Táriq ibn Ziyád al frente de hombres atendiendo, en principio, a la oferta de alianza realizada por los hijos del rey visigodo Witiza. Los árabes aprovecharon por tanto las divisiones internas del reino visigodo, fragmentado en múltiples facciones que apoyaban bien a los hijos de Witiza, bien al nuevo rey Rodrigo. Buena muestra de la situación es el hecho de que bastó una batalla para desarbolar completamente al bando de Rodrigo y dejar al de los hijos de Witiza a merced de los conquistadores. El primer encuentro entre las tropas de Táriq y el ejército de Rodrigo tuvo lugar junto al río Guadalete, y se saldó con una estrepitosa derrota de las tropas visigodas y la muerte del rey. Bastó esa derrota para derribar toda la frágil estructura del reino visigodo, que desapareció como tal en ese mismo momento. A continuación, varias columnas del ejército invasor de apoderaron de algunas de las principales ciudades de la mitad sur de la Península, como Córdoba y Toledo. Visto el éxito de la campaña, el propio gobernador del Norte de África, Músa, decidió cruzar el estrecho con nuevas tropas y dirigir personalmente las operaciones. Durante dos años, entre el 711 y el 712 fueron cayendo, una tras otra, todas las principales ciudades del sur y la Meseta, llevando la frontera árabe hasta el valle del Duero.

7 Mientras tanto, la colaboración de los hijos de Witiza fue recompensada con el permiso para conservar muchos de los importantes territorios que componían su herencia y que habían reclamado a Rodrigo, además de ocupar un lugar importante en el organigrama de poder de los conquistadores. Junto a los hijos del rey Witiza, una parte importante de la nobleza visigoda decidió pactar con los conquistadores, y muchas de estas alianzas se sellaron con enlaces matrimoniales entre las hijas de los nobles visigodos y los conquistadores. Así, el propio hijo de Músa, el gobernador del norte de África, contrajo matrimonio con la viuda del último rey visigodo, Rodrigo, mientras que una de las nietas de Witiza se casó sucesivamente con dos importantes miembros del ejército árabe. Uno de los pactos más importantes establecidos por los visigodos con los árabes fue el firmado por cierto Cassius, jefe de las tropas visigodas destacadas en el valle medio del Ebro, que decidió pasarse al bando de los conquistadores y se convirtió al islam. Los árabes le permitieron conservar sus posesiones en la zona de la actual Rioja, que, durante décadas, permanecieron en las manos de los Banú Qasí, nombre que recibieron los descendientes de Cassius. En estos primeros años de la conquista, los árabes establecieron ya su sede principal en Córdoba. Allí desempeñaba su labor el emir, el gobernador nombrado normalmente por el califa de Damasco, en ocasiones por el gobernador del norte de África. La principal tarea de estos gobernadores era la de gestionar el pago de los tributos de los territorios conquistados, aunque todo parece indicar que el montante obtenido en estos primeros años en Al-Ándalus era muy escaso.

8 16.4. Las luchas contra los conquistadores Frente al rápido avance de los ejércitos musulmanes en el sur y centro de la Península, las regiones del norte presentaron una resistencia muy superior. Al menos hasta la década de los veinte hay noticias en las fuentes de reyes visigodos con posesiones en las zonas de las actuales Cataluña y Aragón, y se sabe que la ciudad de Huesca resistió el asedio musulmán durante unos siete años.

9 Estas resistencias sólo se superaron a partir del 721, cuando los árabes pudieron superar los Pirineos y entrar en la Galia. Las campañas en suelo galo comenzaron con éxito y permitieron a los árabes saquear el sur del territorio franco durante casi una década, hasta que en el 732 fueron derrotados por Carlos Martel en la decisiva batalla de Poitiers, que marcó el final de la expansión árabe en Occidente. Superados los últimos restos visigodos en la mitad oriental de la Península, la resistencia cristiana se concentró en los valles montañosos de la cornisa cantábrica. Allí tuvo lugar una batalla que probablemente pasó casi desapercibida para los árabes, pero que tendría una enorme importancia para los cristianos. En algún momento entre los años 718 y 722 una expedición enviada desde Córdoba fue derrotada por un caudillo de nombre Pelayo en Covadonga. Pelayo era, probablemente, un caudillo local con el que el responsable árabe de la zona, establecido en Gijón, ya había tratado de llegar a algún acuerdo, ofreciéndole a Pelayo la posibilidad de desposar a su hermana. El caudillo local rechazó el pacto, y los musulmanes enviaron entonces un contingente militar para someterle. Según la leyenda, en el enfrentamiento entre musulmanes y cristianos, que habría tenido lugar en Covadonga, los cristianos se habían salvado sólo gracias a la milagrosa intervención de la Virgen, que había vuelto contra ellos las flechas enviadas por los arqueros árabes. Este pequeño triunfo permitió a Pelayo conservar su dominio sobre la zona, y se estableció en un lugar bastante inaccesible de los Picos de Europa, Cangas de Onís, donde vivió hasta el año 732.

10 16.5. La revuelta bereber y sus consecuencias De todas formas, es probable que en pocos años incluso los focos de resistencia más inaccesibles como el acaudillado por Pelayo, hubieran caído ante el empuje árabe, si éstos no se hubieran visto obligados a afrontar, muy pronto, graves problemas internos. Como se ha señalado al inicio del tema, gran parte de las tropas del ejército musulmán en la Península eran bereberes recientemente convertidos al islam e incorporados al ejército árabe mediante una serie de pactos con sus jefes tribales. Sin embargo, la excesiva presión impositiva a la que los árabes sometían a los nuevos pueblos conquistados, entre los que se contaban los propios bereberes acabó por encender los ánimos de éstos. Los bereberes se quejaban de que los árabes les obligaban a seguir pagando impuestos a pesar de haberse convertido al islam, así como de que se les colocaba en los puestos más peligrosos de las batallas y los asedios. En muy pocos años la situación se hizo insostenible, y los bereberes se rebelaron contra los árabes en el norte de África y la Península Ibérica el año 740.

11 Para sofocar la revuelta, los califas de Damasco se vieron obligados a enviar tropas de élite reclutadas en Oriente Próximo, pero estos soldados árabes sufrieron una desastrosa derrota a manos de los rebeldes bereberes en el norte de África, y acabaron llegando a Al-Ándalus, el año 741, donde colaboraron con el emir para tratar de sofocar el foco de rebeldes bereberes de Hispania. A pesar del desastre sufrido en suelo africano, la llegada de estos refuerzos permitió a los árabes de la Península afianzar su posición frente a los bereberes, y sofocar la revuelta en Al-Ándalus. Como recompensa, estas tropas árabes obtuvieron permiso para establecerse en la Península, y recibieron regiones enteras en las que se establecieron según su origen: sirio, egipcio o jordano. El despliegue de todas estas tropas por el territorio de Al-Ándalus fue muy importante para el aumento en la recaudación impositiva, y sobre todo la vertebración social del territorio, consiguiendo una homogeneidad social que fue de extrema importancia para garantizar la cohesión de las zonas conquistadas. Mientras tanto, los focos de resistencia concentrados en las montañas del norte aprovecharon la debilidad coyuntural del ejército árabe fruto de la revuelta bereber para atacar a las guarniciones musulmanas, que se vieron obligadas a retirarse al sur de la Cordillera Central. Aunque los árabes habían conseguido asentarse firmemente en el curso bajo y medio del Ebro, llegando hasta Tudela, a partir de ese punto, la franja de territorio controlado por los conquistadores descendía bruscamente hasta el valle del Duero. Los sucesores de Pelayo habían elegido como rey a Alfonso I ( ) que realizó una serie de campañas a lo largo del valle del Duero, que se convertiría en tierra de frontera durante los próximos dos siglos. Por lo que respecta a los bereberes, cuya revuelta había sido sofocada, fueron sufriendo lentamente los procesos de arabización e islamización que los integraron definitivamente en el mundo árabe.

12 Con el paso de las décadas perdieron su aspecto y costumbres característicos, y algún tiempo después abandonaron la lengua bereber en beneficio del árabe. Hasta el punto de que a mediados del siglo IX puede decirse que el mundo árabe en Al- Ándalus presenta una realidad muy homogénea, en la que ya resulta difícil distinguir a los herederos de los visigodos, de los conquistadores árabes o bereberes. Sin embargo, parece que la masiva presencia de bereberes durante la conquista pudo haber dejado algunas improntas significativas en el árabe que se hablaba en la Península, en el propio nombre de Al-Ándalus y en muchas de las palabras que desde el árabe han pasado al castellano Cuántos fueron los conquistadores? Hablar de cifras, especialmente de números de soldados, para la época medieval resulta especialmente complicado. Las fuentes de los derrotados tienden a exagerar las cifras de los atacantes, justificando así su derrota, mientras que los conquistadores con frecuencia disminuyen el tamaño de sus ejércitos para aumentar el valor de su hazaña. Las cifras barajadas para el ejército árabe-bereber en el 711 varían de los a los hombres. En ambos casos, probablemente se trate de cifras muy exageradas, y parece que lo más razonable sería calcular que el contingente conquistador debía de estar formado por entre o soldados.

13 16.8. La llegada de los Omeyas a Al- Ándalus A la muerte de Mahoma, la jefatura político-religiosa de la comunidad de los musulmanes fue heredada por una sucesión de cuatro califas que recibieron el nombre de los califas perfectos, porque, en teoría, habían desempeñado su gobierno siguiendo en todo momento las directrices dictadas por Mahoma. Sin embargo, el año 661, el poder quedó en manos de una nueva dinastía, los Omeyas, remotamente emparentada con Mahoma, pero más interesada en los aspectos económicos, administrativos y militares del gobierno de la comunidad de los creyentes, que en las cuestiones religiosas. Los Omeyas se mantuvieron como califas, jefes de todos los creyentes, con capital en Damasco, hasta el año 750. A su gobierno corresponde la máxima extensión de los dominios del islam y la construcción de un entramado administrativo capaz de gobernarlos. Sin embargo, a mediados de la década de los cuarenta del siglo VIII, coincidiendo con la gran rebelión bereber en occidente, una serie de predicadores comenzaron a levantarse en la zona del actual Irán acusando a los Omeyas de todo tipo de desmanes y de atentados contra los principios de la ley islámica. Esta prédica alcanzó un éxito notable, y un número cada vez mayor de rebeldes fue sumándose a la insurrección hasta que el año 750 dieron muerte al último califa omeya, iniciándose entonces la nueva dinastía de los Abasíes, cuya capital se trasladó de Damasco a Bagdad.

14 Los Abasíes ordenaron dar muerte a todos los descendientes de los Omeyas, pero un nieto del último califa omeya, Abd al-rahmán, consiguió escapar de la persecución y refugiarse en la Península Ibérica, donde contaba con numerosos clientes, pues su madre provenía de una importante familia bereber del Magreb. Además, muchos de los sirios que se habían establecido en Al-Ándalus tras sofocar la revuelta bereber también tenían lazos clientelares con los Omeyas. Aprovechando todas estas relaciones, Abd al-rahmán consiguió establecerse en la Península Ibérica con un considerable ejército de clientes fieles dispuestos a apoyar su pretensión de proclamarse independiente de los califas abasíes de Bagdad. El año 756 Abd al-rahmán entró en la ciudad de Córdoba, sede del gobernador, y se proclamó emir independiente de Al-Ándalus, esto es, gobernador provincial, sin atreverse a tomar el título de califa, que implicaba el gobierno no sólo en los aspectos civiles, sino también en los religiosos. Comenzaba así el emirato omeya en Al-Ándalus, que habría de durar casi tres siglos.

15 Lo + recomendado Clases Magistrales La traición de Rodrigo y el cofre sellado, la pérdida de Hispania en el imaginario medieval Esta clase magistral se dedicará a las principales leyendas surgidas durante la Edad Media en la Península para explicar la rápida conquista árabe, centrándose sobre todo en su finalidad y en el contexto en el que surgieron. El video está disponible en el aula virtual. TEMA 16 Lo + recomendado

16 No dejes de leer El surgimiento del Islam en la Historia DE LA IGLESIA DUARTE, J.I. (coord.) V Semana de Estudios Medievales: Nájera 1-15 de agosto Páginas En esta ponencia Manzano repasa las particulares circunstancias del surgimiento del Islam, relacionándolas con muchas de las peculiaridades de la religión predicada por Mahoma. El artículo está disponible en el aula virtual o siguiendo el siguiente enlace: En torno a la conflictiva fecha de la batalla de Covadonga MONTENEGRO, J. y DEL CASTILLO, A. Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, Páginas Artículo de Castillo Álvarez y Montenegro Valentín dedicado a las polémicas historiográficas sobre la fecha de la batalla de Covadonga. Los autores realizan un interesante análisis tanto de las fuentes literarias, como de las investigaciones posteriores. El artículo está disponible en el aula virtual o siguiendo el siguiente enlace: TEMA 16 Lo + recomendado

17 No dejes de ver La expansión del islam Vídeo de Artehistoria dedicado a la expansión del islam durante los siglos VII y VIII. El vídeo está disponible siguiendo el siguiente enlace: La invasión musulmana Vídeo de Artehistoria dedicado a la conquista musulmana de Hispania y a la organización de sus fortalezas. El vídeo está disponible siguiendo el siguiente enlace: TEMA 16 Lo + recomendado

18 + Información A fondo Los Banu Qasi ( ) CAÑADA JUSTE, A. Príncipe de Viana 41 (1980). Páginas Artículo de Cañada Juste dedicado al célebre clan de los Banu Qasi, nobles de época visigoda convertidos al islam que desempeñaron un papel protagonista en la alta política de los primeros siglos de Al-Ándalus. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: La rebelión del año 754 en la marca superior y su tratamiento en las crónicas árabes MANZANO MORENO, E. Studia historica. Historia Medieval, Páginas Este artículo de Manzano Moreno se detiene en la complicada situación de Al-Ándalus a mediados del siglo VIII, cuando aún se estaba por consolidarse definitivamente la posición de los conquistadores. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: TEMA 16 + Información

19 Webgrafía Medievalismo Medievalismo.org, portal dirigido por el Centro de estudios Medievales de la Universidad de Murcia es, sin duda, la página más importante en español dedicada a la Edad Media. Consulta imprescindible. Medievalismo digital Los responsables de medievalismo.org también dirigen un interesante boletín, disponible en internet desde el 2009, en el que se recogen muchas de las novedades relacionadas con el Medioevo hispano. Bibliografía COLLINS, R. La conquista árabe ( ). Crítica, Barcelona CHALMETA, P. Invasión e islamización: la sumisión de Hispania y la formación de al-ándalus. Mapfre. Madrid PIRENNE, H. Mahoma y Carlomagno. Alianza. Madrid TEMA 16 + Información

20 Actividades Trabajo: Glosario A partir de este tema y hasta el tema 20 elabora un glosario con los términos más significativos empleados en la asignatura. TEMA 16 Actividades

21 Test 1. El nombre de Al-Ándalus y otros topónimos árabes de la Península provienen de A. Influencias visigodas en la lengua árabe. B. Influencias del latín en la lengua árabe. C. Influencias del vasco en la lengua árabe. D. Influencias del bereber en la lengua árabe. 2. Los Banu Qasi eran: A. Un importante clan de bereberes originario del norte de África. B. Tropas de élite sirias llegadas a la Península para sofocar la revuelta del 740. C. Descendientes de los hijos de Witiza, penúltimo rey visigodo. D. Descendientes de Casius, un general visigodo convertido al Islam. 3. La batalla decisiva entre las tropas musulmanas y el ejército visigodo tuvo lugar en: A. Guadalete. B. Poitiers. C. Covadonga. D. Tortosa. 4. Pelayo era al parecer: A. Un general visigodo encargado del ejército del norte. B. Un caudillo local de la zona de Asturias. C. Un descendiente del rey visigodo Agila. D. Un caudillo bereber convertido al cristianismo. 5. Un dinar era: A. Una moneda de oro acuñada por los musulmanes. B. Una moneda de plata acuñada por los musulmanes. C. Una moneda de cobre acuñada por los musulmanes. D. Una moneda de plata acuñada por los visigodos. TEMA 16 Test

22 6. La capital del califato omeya estaba en: A. Córdoba. B. Bagdad. C. Damasco. D. Alejandría. 7. Los abasíes eran: A. Descendientes de un predicador de Irán que destronó a los Omeyas. B. Los cuatro califas perfectos que sucedieron a Mahoma. C. Descendientes de Abderramán I en Córdoba. D. Descendientes de los caudillos bereberes del Magreb. 8. Abd al-rahmán (Abderramán) contaba con clientes en la Península porque: A. Era descendiente de una princesa visigoda convertida al Islam. B. Era un importante miembro de la familia de los abasíes. C. Su madre pertenecía a una importante familia bereber. D. Como general, había participado en la conquista de Hispania. 9. El número de soldados del ejército musulmán en el momento de la conquista era de: A. Unos B. Entre y C. Poco más de D. Unos Los romanos se referían a los bereberes como: A. Mauri. B. Vándalos. C. Mawlas. D. Yunds. TEMA 16 Test