Conceptos básicos Qué es el asma? 1.2. Causas del asma Síntomas Pronóstico

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2 Conceptos básicos 1.1. Qué es el asma? El asma es una enfermedad respiratoria que conlleva un incremento de la reactividad de las vías aéreas menores, denominadas bronquios. Dicho de otro modo, el asma es una enfermedad que consiste en la obstrucción de las vías respiratorias debido a determinados factores que inflaman los bronquios, dificultando así la llegada del aire a los pulmones. Esta enfermedad afecta a más de 300 millones de personas en el mundo pero de momento no tiene cura Causas del asma Hay diversas causas que pueden hacer que se produzca esta inflamación en los bronquios, pero los factores más comunes que suelen provocar el asma son el aire frío, el ejercicio o algunas sustancias que puedan causar alergias. Aunque es necesario distinguir entre las distintas causas que hacen que el asma resienta un poquito nuestra salud: Factores etiológicos Componentes genéticos. El padecimiento de asma en este caso se convierte en una cuestión de herencia genética. Exposición a neumoalérgenos. Hay sustancias que pueden provocar alergias, y de las que tendrás que alejarte si quieres evitar el asma, como polvo, polen o pelo de animales. Factores desencadenantes Hay determinados factores que provocan o incrementan el padecimiento de asma, como el frío, la humedad, los ambientes contaminados, el humo del tabaco, el ejercicio o algunos fármacos como la aspirina Síntomas Los síntomas que te alertarán respecto al asma son los siguientes: Tos extremadamente seca Dificultad para respirar (disnea) Sibilancias, o silbidos en el pecho Pronóstico El asma es una enfermedad que actualmente no tiene cura, sin embargo existen tratamientos que ayudan a controlar la inflamación de los bronquios. Y dependiendo del tipo de asma que tengas habrá tratamientos que funcionen mejor que otros, pero el objetivo siempre es conseguir que el asma no te impida llevar una vida normal. Es importante estar al tanto de los síntomas porque el asma puede aparecer en cualquier momento, y no es algo para tomarse a broma.

3 Tipos y clasificación El asma, esta enfermedad respiratoria que afecta a más de 300 millones de personas, agudiza sus síntomas en épocas de frío o cuando abunda el polen. Para poder combatir el asma lo más importante es conocer el tipo de asma que padecemos para aplicar los tratamientos más apropiados en cada caso. Podemos hacer distintas clasificaciones de los tipos de asma en función de los factores desencadenantes, en función del nivel de control o en función de la gravedad y la frecuencia. Así, podemos observar los distintos tipos que manifiesta esta enfermedad Tipos de asma en función de los factores desencadenantes Asma alérgica: Como su propio nombre indica, asma provocada por la exposición a agentes alérgenos (polen, polvo, pelo de animales) Asma estacional: Este tipo de asma depende de la estación del año, empeorando en primavera o a finales de verano debido al polen de las plantas principalmente. Asma no alérgica: En este caso el asma se desarrolla debido a sustancias irritantes pero que no provocan alergias, como puede ser el humo, los desodorantes, productos de limpieza, perfumes. Asma ocupacional: Este tipo de asma se desarrolla debido a sustancias químicas presentes en el lugar de trabajo, como pueden ser las virutas de madera. Asma inducida por el ejercicio: Los síntomas del asma aparecen mientras se hace deporte, pero luego desaparecen igual que han venido. Asma nocturna: Este tipo de asma aparece a medianoche y suele empeorar durante la madrugada Tipos de asma en función del nivel de control Asma controlada: Este tipo de asma no necesita medicación porque es muy poco agresiva y está bajo control.

4 Asma parcialmente controlado: Este asma aunque también se encuentra en situación de control, puede producir alguna crisis, con necesidad de medicación entre una y dos veces por semana. Asma no controlado: Este tipo de asma es la más grave, produciendo varias repeticiones por semana Tipos de asma en función de la gravedad y frecuencia Asma persistente: Asma que presenta sus síntomas durante todo el año. Asma intermitente: Este tipo de asma no se produce de manera continua y deja períodos de descanso entre ataque y ataque, que suelen aparecer menos de dos veces por semana. En cuanto a los síntomas nocturnos, aparecen alrededor de un par de veces al mes. Asma persistente leve: Es más habitual que el asma intermitente, pero los síntomas no se presentan todas las semanas. Asma persistente moderado: Asma que aparece todos los días y que afecta al descanso y repercute en el desarrollo normal de la actividad. Asma crónico: Los síntomas de este tipo de ama son continuos y las crisis asmáticas son muy frecuentes y graves. El asma puede presentarse de distintas maneras, pero no podemos tomarnos a la ligera ninguna de ellas. Identifica sus síntomas y anticípate a las crisis, ve siempre preparado para enfrentarte a ella y no dejes que el asma te gane la partida.

5 Tratamientos farmacológicos Para los distintos tipos de asma también existen diferencias en los tratamientos, que debemos conocer para utilizar el adecuado al tipo de asma que nosotros padecemos. Aunque el asma de momento no tiene cura, los tratamientos nos ayudan a aliviar los síntomas y a reducir su gravedad. Además hay ciertos comportamientos o actitudes que también pueden ayudarnos a prevenir la aparición de asma, y que son denominados como tratamientos no farmacológicos, porque no implican el consumo de ningún medicamento Tratamientos médicos del asma Tenemos distintos medicamentos que se aplican como tratamiento para el asma y es importante conocerlos para saber cuál es el más indicado para ti. Antiinflamatorios. En este tratamiento los más utilizados son los corticoides, utilizados para aliviar la inflamación de los bronquios. Estos pueden administrarse por vía oral, inhalatoria o intravenosa. Broncodilatadores. Este tratamiento dilata los bronquios y se administra por inhalación. Inmunoterapia. Tratamiento que sólo se utiliza en los pacientes que no reaccionan positivamente ante el asma y que son sensibles a algún alérgeno. Tiene que ser administrado en el hospital por personal sanitario. Antihistamínicos. Este tratamiento ayuda a reducir algunos síntomas, como el enrojecimiento de ojos. Antagonistas de los receptores de leucotrienos. Este tratamiento pertenece también al grupo de los antiinflamatorios, e inhibe la formación de leucotrienos. Termoplastia bronquial. Este tratamiento está en fase experimental y se aplica sólo a modo de ensayo clínico, pero los primeros resultados están demostrando que el tratamiento funciona.

6 Tratamientos no farmacológicos Estas actitudes tienen el objetivo de evitar aquellos focos problemáticos que pueden incitar a la aparición del asma y de sus síntomas. Son cosas muy sencillas pero que pueden resultar de gran utilidad a la hora de prevenir el asma Asma producida por pólenes Es en días secos y soleados cuando hay mayor concentración de polen. Algunas de las cosas que podemos tener en cuenta para prevenir los síntomas del asma en días de calor son: No salir a la calle salvo necesidades imprescindibles Utilizar gafas de sol para proteger los ojos del polen Llevar el coche con las ventanillas cerradas Evitar abrir las ventanas entre las 5:00h y las 10:00h y las 19: y las 22:00h, que son los momentos de mayor concentración de polen 4.2. Asma producida por ácaros del polvo Aunque el polvo es un elemento persistente en cada actividad de nuestra vida diaria, hay algunos trucos que podemos usar para reducir su presencia: Evitar poner alfombras, cortinas, tapices y exceso de decoración que acumule demasiado polvo Reducir la humedad del ambiente siempre que sea posible Utilizar fundas antiácaros para el colchón y cambiar las sábanas al menos dos veces por semana Pasar la aspiradora a menudo y limpiar los filtros 4.3. Asma producida por hongos Aunque el asma provocada por los hongos no aparece en todas las épocas del año, hay que prestarle especial atención cuando se acerca el otoño: No visitar terrenos húmedos No tener demasiadas plantas dentro de casa Ventilar muy bien las estancias oscuras y húmedas 4.5. Asma producida por animales La solución más sencilla pasa por no tener mascotas en casa, en caso de tenerlas es fundamental mantener alejado al animal del dormitorio de la persona que padezca asma, y lavarlo una vez por semana.

7 4.6. Asma producida por fármacos Un 10% de las 300 millones de personas que padecen asma, la sufren producida por tener alergia al ácido acetil salicílico, lo que comúnmente se conoce como aspirina. En estos casos lo recomendable es buscar algún sustitutivo compatible con los síntomas del asma, pero es necesario consultar con tu médico antes de comenzar a tomar alguna otra alternativa.

8 Consejos y recomendaciones 5.1. Para hacer deporte Aunque el asma puede aparecer con la práctica de ejercicio, hay ciertas técnicas que pueden ayudar a paliar sus síntomas o retrasar su aparición. No olvides tomar tu medicación para el asma antes de empezar con el ejercicio Adapta tus actividades físicas al ritmo que tu cuerpo necesite Comienza con un calentamiento suave y progresivo, para ir habituando a tu cuerpo al nuevo ritmo de pulsaciones Organiza tus ejercicios a intervalos: dosifícate para que el asma no te dificulte la capacidad respiratoria. Evita los ejercicios de máxima intensidad Si en cada sesión de ejercicio que hagas respetas estas indicaciones, podrás practicar ejercicio regularmente sin sufrir la presencia del asma. Aunque no por ello debes renunciar a la medicación Otras cosas que pueden ayudarte a tener el asma bajo control También puedes tomar otras precauciones para que el asma no te afecte en otras facetas de tu vida fuera de la práctica de ejercicio. Fisioterapia respiratoria. Es una técnica que utiliza serie de ejercicios para ayudar a mejorar la respiración, y evitar así la aparición de reagudizaciones asmáticas. Revisiones periódicas. Aunque estés pasando una buena época y mantengas el asma bajo control, no prescindas de las revisiones periódicas para asegurarte de que todo sigue correctamente, y en caso de que no sea así, poder remediarlo a tiempo. Medicación. Es por este mismo motivo por el que no debes dejar de tomar tu medicación para el asma. Aunque te encuentres bien y no hayas notado los síntomas del asma en algún tiempo, continúa con la medicación para evitar la inflamación de las vías respiratorias y que puedas seguir disfrutando de la ausencia de asma. Lo más importante es que conozcas el tipo de asma que padeces, para que puedas reconocer sus síntomas con rapidez y actuar en consecuencia. El asma es un problema de salud que no debe tomarse a la ligera, ten en cuenta todas las recomendaciones y cuida de tu salud.

9 Desde lapoliza.com... En lapoliza.com hemos elaborado esta guía con todos los elementos necesarios para combatir el asma y evitar o reducir sus síntomas en la mayor medida posible porque nos preocupa la salud de todos nuestros asegurados, pero también de todos los que todavía no lo son. Si eres asmático, no dudes en poner en práctica nuestros consejos y recomendaciones, y esperamos que toda la información recogida a lo largo de nuestra guía recopilatoria pueda serte de utilidad.