BOLETIN DE LOS. foltglos dt Pra(fl(antts dt mtdi(ina yflrugía ORGANO OFICIAL DE LOS COLEGIOS UNIDOS. "O. ~ngel -aa rehans

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1 Rño VII. FEBRERO 1914 Num.67. BOLETIN DE LOS foltglos dt Pra(fl(antts dt mtdi(ina yflrugía ORGANO OFICIAL DE LOS COLEGIOS UNIDOS DIRECTOR O. ]uan ]01; 1trnándtz Monteleón, 5, duplicado. ti PIUlilDENTf DI!L COLI!QIO CI!NTlAL "O. ~ngel -aa rehans BAILEN, 26. DIlECCIÓN Y ADMINISTRACI6N: BOBBIABAy, RIDO NIDIO DONDE SE DIRIGIRÁ TODA LA CORRESPONDENCIA COLEGIOS SUSCRIPTDRE8: Baf'celona, Cádiz, Málaga, MUf'cia, 8elJil/a, /lalladolid, fgledo, 8antandef', Fef'rol, Caf'tag(lna,!Ja Unión, Sonta Cf'UZ de fenef'ife, 3010 de los Infantes l' Ciudad Real. LOS pagos ~1)ELA"TAD05 en Libranzas de la Prensa, Giro Mutuo, Sobre monedero 6 Letra de fácil cobr.

2 SOLUCION BENEDICTO DE CiLlCEROf05fATO 1)E (AL CON CREOSO!TAL Preparación la más racional para curar la tuberculosis, bronquitis, catarros crónicos, infecciones gripales enfermedades consuntivas,. inapetencia, debilidad general, postración nerviosa, neurastenia, enfer med;des mentales caries, raquitismo, escrofulismo; etc. frasco, 2,50 t PESETAS. DEPÓSITO: farmacia del Dr. Benedicto: San Bernardo, 41, Madrid y principales farmacias. QQOC)C)C)C)C)OOc:x::.OOQOC:)oc:::K:)OOOOOQOOcc::x;:)C)c::x:::)OO '8tePipé..a~e' -:'e iiilr.el~ve~~z:rico. ~~"""'~~~~~~~<>@c-~<>@c-<>@c-~~~l + lia margarita EN 1I0ECHE5. + AGUA mineral NATURAL. - purg~ntf, 'J)EPURATIVA + más de media sigla de usa UNIU&RSAlI en bebida y bafta ~ A la RDI NES, 15. madrid % ~~~~~~~~~~~~~~~;x:-~~~ I~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~', r'5cur'i.a SANATORIO PARA lia &DUCACIÓN D& NlrtOS t t ~ I;IU y NIÑAS m&htalim&ht& D&FlCI&HTES t, Educadores y médicos competentes, cuidados esmerados, servicio hidroterápico, gim. 1 nasio y piano para la gimnasia sueca-euritmica, excelente local y hermoso jardin en pleno t campo, etc., etc. t I Suero de Quiñones, 74, holel. Prosperidad.-Madrid. I ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~@.1 TRISODICO -==. ~~== _~-re tit

3 A~O VII. BO FEBRERO 1914 ~ LET DE LOS eol~gio$ d~ Pr4~tl~ant~$ d~ ÓRGANO OFICIAL DE LOS ín m~dl~ln4 COLEGIOS UNIDOS SE PUBLICA LA PRI MERA DECENA DE CADA MES y etrugía NUM.67. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Álos Colegiol unidos, 15 cts. número -Suscripciones individuales 2,50 pts, año -Número suelto 25 Cls. - Pago anticipado ~ Intereses de clase Las clases directoras se han 01 vidado por completo de que existe una profesión creada por el Estado y por tanto tan legal y con tanto derecho como la más elevada para exigir el cumplimiento de las leyes á los gobernantes olvidadizos y á los que, relegando á segundo lugar la sagrada obligación de practicar el bien, sólo se complacen en perjudicar á los desheredados de la fortuna y de la influencia. Esta clase desamparada de todos es la nuestra y sabido es que hasta la presente han resul tado estériles todo.s sus esfuerzos y sacrificios para conseguir que sea sino atendida en S\2 demanda al menos escuchada. La evidencia de este desengaño es aterradora y creemos llegado el momento de jugar el todo por el todo y salga lo que saliere. El único inconveniente que nos sale al paso es la inercia de las entidades y personas que dirigen la organización actual de la clase, pues á ellas les parece dé perlas todo lo suyo y en cambio las ofende el que un compañero tenga una iniciativa y la haga pública, pues al momento se acuerdan de que era de su competencia y nadie más que ellas tenía la misión de convertirlas en realidades. Y en esta situación tran'3curren los días, las semanas, los meses y los afios sin hacer nada de provecho. Que e<to es cierto lo prueba el siguiente ejemplo: En la Gaceta oficial fecha!3 de Octubre de 1913 apareció un R. D. cuyo texto omitimos, pero dentr,o del cual hay medios sobrados para recabar y conseguir en parte la reforma de la carrera, debido éste á la iniciativa del Excelentísimo Sr. Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, D. Joaquín Ruíz Jiménez. En dicho R. D. é indirectamente, están todas nuestras aspiracione~en este sen tido y no nos cabe duda de que los cuestionarios y programas de las asignaturas son los que regulan su extensión. Y como esta Real disposición está sin cumplir en lo que á nosotros se refiere, se nos ocu rre preguntar.., ~Tiene conocimiento de ella el Colegio Central, como representación de los demás colegios? ~Y los colegios provinciales como verdaderos interesadost. Si la tienen ~qué han hecl1o~ Porque nos parece nna falta indisculpable permanecer cruzados de brazo!'., perdiendo el tiempo en cosas inútiles habiendo asuntos de tan capital importancia como el que nos ocupa. A nosotros que venimos trabajando desde hace mucho tiempo por el bien de la clase, duélenos muy mucho este abandono, tanto más censurable cuanto somos nosotros los mayores enemigos de nuestros intereses Y no ahondamos más en el asunto para no dar lugar á que nos llamen al orden por entrometernos en atribuciones de ot['os que se olvidaron de ellas y solo sacan el Cristo á relucir cuando un compa ñero llevado de su entusiasmo y con los mejo. res deseos comete la «imprudencia. de recordar á los (le arriba el deber que tienen de velar por los de abajo. Sí no fuera pues por estas consideraciones y por nuestra falta de independencia, pues parece que están deseando una ocasión propi cia para invocal' los «acuerdos reglamentarios., habla

4 [ 2 ] ríamos mucho más claro, tanto, que es muy posible que descendieran de su pedestal algunas personalidades que hoy figuran en el índice de las consagradas para no levantarse jamás. -OC-~-=$>-~~~~-o@lc>- Labor de cultura Confieso con toda sinceridad que jamás me he visto en trance tan apurado como el presente; debido esto á mi absoluta carencia de autoridad científica para emitir juicio acerca de la labor ajena y mucho menos tratándose de mis maestros, pues por mucha que sea su modestia siempre será su trabajo fruto sazonado y sabroso de un árbol cerebral más provisto de savia que el mío y, por consiguiente, por muchos «pinitos,. que yo intente, siempre resultaré á su lado infinitamente pequeño. Pero como el agradecimiento es el principal deber del hombre, tanto más sagrado cuando la causa que nos obliga es justa, lo menos que debe hacer el que recibe un beneficio es agradecerlo en la forma más ostensible posible y en justa reciprocidad al favor recibido. y he aquí, pues que, en virtud de esta ley ineludible y de conciencia, sea yo el desi nado para saldar tan honrosa deuda, siendo como soy el menos competente en la materia, sin mérito alguno personal y sin conocimientos suficientes para cumplir una misión tan delicada y de tanto alcance como la de exponer en estas modestísimas columnas el juicio crítico de dos obras reconocidas y sancionadas favora.blemente por las más ilustres intelectualidades médicas. En tan grave aprieto, sin argumentos de defensa para decir cuál de ellas es la mejor, pues son ambas tan importantes y de tan necesaria aplicación que difícilmente habrá otrae: que las igualen y menos que las superen, yo espero que los queridos maestros á los que me permito dedicar estas cuartillas, perdonarán mi atrevimiento aunque sólo sea en atenci6n al buen deseo que me anima, y si en ellas encuentran algo indiscreto 6 apartado de la. raz6n, su buen criterio lo lubsanará. considerándolo como no eicrito. Veamos, pues, ahora lo que son y lo que representan en el mundo científico-literario las obras á que se refieren estas mal hilvanadas apreciaciones. Bastaría, naturalmente, para salir del paso, citar el nombre de los autores, pues estos son tan conocidos y de tanto prestigio que todo cuanto se diga de ellos es poco y sin relie"e en comparaci6n con la aureola que los rodea, formada á expensas de una vida dedicada exclusimente al estudio y al trabajo. Pero como quiera que la vanidad humana es insaciable y en mayor 6 menor grado cada uno en particular tiene la parte que le corresponde, he aquí que yo me permita sacar á relucir la mía con la sana intenci6n de codearme con los grandes críticos, sin preocuparme gran cosa de que éstos, en un arranque de «justa indignación. pongan en el «índice de las enormidades~ mi modestísima opini6n. Hecha esta ligera digresi6n, entremos pues en materia, como creo que se dice en el mundo de las letras. La bihlioteca del Colegio de practicantes de Madrid y su provincia se ha enriquecido con dos obras de indiscutible mérito científico-literario, la «Guía Médica de la nueva ley de Reclutamiento» por el Dr. D. César Juarros, de Madrid y el «Manual de Dermatología General» por el Dr. D. J. Peyré y Rocamora, en colaboración con los profesores C. Comas y A. Pri6, de Barcelona, editada esta última por la renombrada casa editorial de J. Espasa é hijos, de la Ciudad Condal y la primera por la no menos celebrada de S. Calleja, de Madrid. En la primera de dichas obras, su autor, mé dico y clínico excelente, gran publicista cuya erudici6n y cultura enaltece al brillante cuerpo de Sanidad Militar, del cual forma parte, se ocupa de un asunto de capital importancia para los médicos que han de intervenir en el reconocimiento físico de los ciudadanos llamados á contribuir con su sangre á la defensa nacional. La «Guía Médica,. del Dr. J aarros es para los profesores encargados de tan sagrada misi6n algo más, es áncora de salvaci6n, talismán á cuyo influjo se diafanizan y resuelven todas las CUeti-

5 [ 3 ] tiones médico-legales referentes al servicio militar y, por tanto, su autor ha caído en la grave falta de la modestia, y cuya ligereza se «encar ará de castigar» la chse médica interesada enviando al Sr. Juarros su aplauso y felicitación por su meritísima labor. En siete partes divirle su obra el esclarecido profesor; las cuatro primeras, por los asuntos que en ellas se tratan, constituyen, según mi parecer, un sólo grupo, y otro las restante::; por idéntica razón. El grupo primero es un estudio perfecto y completísimo de la ley de reclutamiento vigente y de las instrucciones para aplicarla; la parte que trata de las disposiciones complementarias y del texto rectificado de la leyes notable, pues en ésta se pone de manifiesto la diferencia que existe entre la ley de 21 de Enero de 191~ y la ley definitiva publicada en ~9 de Febrero del mismo año. Sigue á esto un concienzudo estudio de modelos y formularios de práctica médica legal en estos casos, todo tan claramente detallado, con tanta senci Hez y precisión, que es imposible haya la menor duda cuando se trate de cumplir y aplicar la ley. Pero, donde la importancia de la obra es realmente excepcional, es en el segundo grupo, formado por la quima y sexta parte; en éstas se estudia con una minuciosidad y un acierto sencillamente admirable, todos los ~p rocedimientos diagnósticos generale...» y además, unos.comentarios clinicos á los números del cuadro de exenciones~ únicos en este género, pues si completo y acertado es todo lo refereqte á «Diagnósticos~ tanto ó más valor tienen los ~Comentarios~, pues en ambos temas se pone de manifiesto la esplendidez cultural del maestro. Tan compenetradas están ambas parles, que la una desligada de la otra perdería toda su briljantez, cosa rara si tenemos en (menta que el «sacerdocio médico» no suele avenirse muy bien con los escarceos de la abogacía. Unese al fondo esencial d~ la obra nna multiplicidad de medios prácticos, avalorados COIil gran número de grabados, en los que puede apreciarse con todos sus detalles la práctica de reconocimiento y exploraciólol con aparatos especiales; en una palabra, parece imposible que haya podido reunir el autor una cantidad tan enorme de doctrina teórico-práctica en tan reducido número de páginas. He aquí el bosquejo de la provechosa labor del Sr. J uarros: imperfecto es, pero sincero. Por mi parte no puedo hacer más, pues si lo intentara, seguramente perjudicaría al eminente maestro, pues yo, por mi insuficiencia profesional, carezco de los conocimientos.necesarios para decir de un libro como el de referencia todo lo bueno que éste es y lo mucho que vale. Quédese, para otros más consagrados, el honor de dar pública satisfacción al ilustre literato por su trabajo, pues bien merece éste ser conocido de todos los médicos, no sólo de ~<nues tra casa sino de fuera~, pues ya es hora que en la vanguardia del progreso cientifico ocupe nuestra querida y desgraciada España el lugar de honor que la corresponde. El Doctor J. Peyré y Rocamora, merece que todos, absolutamente todos los amantes del saber, le patenticen públicamente con un homenaje digno de sus merecimientos, la recompensa á que es acreedor por su excelente obra «Manual de Dermatología General~, pues tanto el doctor Peyré como sus colaboradores los aventajados profesores Comás y Prió, han realizado una labor digna de las mayores alabanzas, pues asombra y enardece el espíritu, el ejemplo de unos hombres que sólo "iven para el trabajo y éste en beneficio de la humanidad. Que esto es evidente lo demuestranel ilustrado maestro y sus colaboradores en la obra que someramente bosquejo. Y como la modestia de mí título me impide penetrar en el campo analítico de trabajos superiores y esto es debido á que los elementos instructivos del practicante son muy limitados, de aquí el que para analizar en todos sus detalles una labor oe tanta importancia sea preciso poseer en alto grado el don de la clarividencia. y como éste es patrimonio exclusivo de las grandes inteligencias quédese para ellas la misión de encomiar como le merece el libro en cuestión. Por mi parte recordaré la grata impresi~d que me ha producid<> su lectura. No se puede

6 [ 4 ] llegar á más en el estudio de «Anatomía, bioquímica y fiisiología de la pieb; la parte que trata de «Seonei6tica,. es admirable y tanto como ésta los capítulos dedicados á «Etiología y patogénia general,. y «Clasificaciones,.; y como si esto no fuera bastante, sigue á continuaci6n un capítulo maravilloso acerca de un punto tan importante como es el de «Histopatología general cutánea. y otros no menos interesantes sobre «Exploraci6n dermato16gica., «Diagn6stico dermopático,. y «Pron6stico., terminando esto que bién pudiera ser la primera parte de la obra, con un extenso y bien nutrido artlculo de «Terapéutica generah La segunda parte de la obra comprende el estudio de la «Rontgenoterapia,. en las enfermedades de la piel. En cuatro partes se divide esta secci6n á saber: «Técnic~,. «Bases é indicaciones de la rontgenoterapia,., «Acci6n de los ra yos R6ntgen sobre la piel» «Aplicaciones ClíUlcas,. todas ellas completísimas, sin omitir detalle, con gran pr ofusi6n de grabados de casos prácticos, aparatos é instrumental y accesorios. y lodo esto, avalorado con una galanura de estilo inimitable, con una claridad meridiana, basado todo ello en la experiencia personal de los autores, cuenta, además, con un artículo final de «Cirugía dermatol6gica. y un «Apéndice,. en el que los aventajados maestros, bajo el modesto enunciado de «Clave dicot6mica para el diagn6stico de las dermatosis. han reunido y agrupado en cuadros diferentes todo lo necesario para formar una verdadera «guía diagn6stica de las dermatosis. Este es á grandes rasgos el juicio que me ha sugerido la lectura del «Manual de Dermatología Generab. En él encontrarán mis queridos maestros y compañeros de clase muchas deficiencias, las cuales soy el primero en reconocer. Conste pues, que la obra reseñada es buena en el más amplio sentido de la palabra y como tal está reconocida por todos. Así pues, si á mí me hubiere parecido mala, mi opini6n carecería de valor ante el elogio general de la clase médica, pero como ocurre todo lo contrario, lo más razonable y prudente es concretarse á no salir del límite de nuestra esfera profesional, dejando el camillo libre de obstáculos á los que con mayor conocimiento del asunto y más autorizados cumplirán seguramente la honrosa misi6n de enal tecer públicamente á los mártires del trabajo intelectual. Reciban pues los doctores J uarros, de Madrid, Peyré y Rocamora, Comás y Pri6, de Barcelona y la renombrada casa editorial, J. Espasa é hijos, de la Ciudad Condal, la calurosa felicitaci6n por su labor y la prueba más fehaciente de agradecimiento por el envio de sus obras, que les envía su más entusiasta admira dor y discípulo. JUAN JOSÉ fernández OARCIA. ~~~-o@c-~-o@c-~~~ PENSAMIENTO DE DIRECTIVA Importantísimo para todos. Organización y regeneración por medio del auxilio mutuo.-hechos y no palabras.- Quién da las dos pesetas? Hasta aquí soy de los que creyeron que para implantar el Montepío General era n~cesario una buena organizaci6n; me equivoqué, la experiencia nos demuestra lo contrario y ella nos dice que para organizarnos y regenerarnos se precis.'l un Montepío. Por eso ",ay á permitirme esbozaros mi proyecto. Este auxilio mutuo con dos pesetas mensuales y mil socios os dará todos los meses: 45 á 60 pesetas en enfermedad. 300 á 600 al fallecimiento. 100 de reserva para prevenir el déficit que pudiera resultar en los dos fondos anteriores. 150 para investigaci6n. 100 para defensa exclusi.va de los derechos profesionales en casos como el reseñado, por ejemplo, por nuestro digno compañero de Sevilla Sr. Lafont. 100 pesetas para repartir gratis nuestro Bo LETíN oficial. 100 para Junta Directiva Central y representaci6n.

7 100 para subtencionar á prorrateo los Colegios, y 100 con j Océntimos más de cuota, si me resulta el estudio del pensamiento, para <Cesantias forzosas». Claro que todo esto de modo prudente y combinado; pues no hay que hacerse ilusiones de que con dos pesetas vayamos á salvar otra cosa que lo apremiante, lo abrumador, lo de urgencia por el momento que no será poco secar tanta lágrima con tan poco sacrificiol y aquí ahora de la uni6n y del compañerismo..f!;n el número pr6ximo publicaré el Reglamento en lo que afecta á lo esencial del Montepío, y si como no dudo~ mis queridos comprofe "sores de Junta Directiva lo aprueban en principio, el anhelo de esta representación Central será esperar las adhesiones para poder estrechar con lazos indisolubles la fraternidad, la fuerza colectiva y los inmensos beneficios que la constituci6n del Montepío á todos puede proporcionarn?s. Tal es la prueba á que os somete la labor. eonstante de esta Junta Directiva; inspirado en ella y ante su afán unánime de buscar la fórmula redentora (recordad la propuesta no ha mucho por nuestro respetable Presidente), ahi tenéis expuesta la que á todos nos pertenece. Estudiadla, haced cuantas observaciones creáis de mejora pertinente á fin de que la obra responda mejor á su benéfico objetivo y fuera digresiones que con mil compañeros entusiastas ya funcionará á paso edificante y firme la regeneración en perspectiva que esta entidad con noble empeño os ofrece. Madrid, 1 de Febrero CASILDO MORALES ~~~-<><$c-~-o@c->o<:~~~ El Practicante-Barbero He leído con verdadero sentimiento la discu-. -ai6n habida entre el Colegio Central y el de El rerrol, acerca de la forma de anunciarse una vacante de Practicante de un pueblo de la pro Tincia de Guadalajara y confieso que esa polé- [ 5 J mica me ha producido una amargura inmensa en su forma y por el concepto de la contienda. y puesto que el Colegio de El Ferrol somete el fallo á un plebiscito para su soluri6n, yo lo inicio, sin que ésto siente jurisprudencia en el asunto, s610 someto al fallo de la opini6n esta mía, que si bien no puede ir camino de la verdad, es fruto de años dilatados de práctica profesional y está incubada al calor de un verdadero amor á esta nuestra desdichada profesi6n. El Colegio de El Ferrol en un arranque viril y nobilísimo quiere separar para honor y gloria del Practicante, el oficio de barbero, apostilla de nuestra profesi6n, quiere dignificar el con cepto de que nosotros tiene la sociedad, quiere en fin, llevado de su buena fé, enaltecer nuestro diploma y considera en su justa indignaci6n que el oficio de barbero debe proscribirse en absoluto de nuestra profesi6n, en tal altezas de miras, yo le admiro y si los practicantes ferrolanos lo han eliminado por completo, les mando mi más efusiva felicitaci6n; pero querido compañeros, hoy por hoy nuestra profesi6n est constituída así yeso no puede ser en modo al guno, es decir que aunque el Practicante n quiera tendrá que ser «barbero por fuerza», si esa fuerza que hace clarificar las negruras d la miseria, sea como sea, y mitigar así la an gustia del est6mago que pide pan y hay qu dárselo y como con ello no se hace otra cos que trabajar, como el trabajo ennoblece a hombre, como la profesi6n en España está im posible, hay que ejercer otros artes y oficios puesto que no es raro como yo los conozco, qu un abogado sea cobrador de tranvías, que mu chos licenciados sean escribientes y que multi tud de médicos ejerzan de practicantes. En El Ferrol, los practicantes en su mayori quizá pertenezcan á la Marina de guerra y eh lleva implícito además de su respetabilidad cultura, la seguridad de un sueldo cobrado de Estado y las consideracionos que le son pro pias, cosas que les ahorran otros trabajos me nos agradables y de ello yo me felicito el prime ro, pero conociendo la topografía de muchas regiones españolas, sobre todo las Castillas, que es donde más practicantes ejercen su profesi6n, nada tiene de particular, en el resto de

8 1 6 ] España apenas si hay titulares y tengo la se~ft. rid d de que si hay 800 practicantes de partido, los 725 llevan anejo el servicio de barbero, sin cuyo req uisito apenas comprenden la existencia del practicante, así están constituídos los partidos y si estudiamos la etimología del asunto, vemos que es tradicional en esos pueblos, puesto que 108 actuales Practicantes son los sucesores del Cirujano puro, del romancista antiguo y á mayor abundamiento puedo citar casos de distin~uidos médicos, cuyo medio de vida hasta conseguir su diploma fué la nanja y el que esto suscribe no ha tenido inconteniente en afeitar para ayudar á sostener la familia, siendo Practicante, á la vez que estudiante de Medicina, cierto que miraba la navaja con horror y al pretender dejarla, me anunciaron que su renuncia sería totalmente la del cargo. Esta es la verdad escueta, la sangrienta realidad en situación tal. y termino estas líneas, suplicando una Tez más, cesen estas luchas de compañerismo, en las que no deben evidenciarse ni regiones ni pareceres, s610 la uni6n para llegar á un fin equitativo, 16gico, racional y justo que á mi juicio y como lo he expuesto mil veces, sería pedir la supresión de la carrera. El Director del BOLETÍN ne los Colegios, el Presidente del de El Ferrol y todos evitarán esas luchas intestinas, discutiendo con cariño y no dejándose llevar de impulsos de momento, yo creo que el Director del BOLETÍN de los Co legios ha obrado cuerdamente, abordando el asunto con una discreci6n tal, que no merece las censuras de nadie, puesto que el objeto es el de proporcionar colocaciones á muchos compañeros desamparados y deben seguir publicando «ad pedem literc.e~, los anuncios que aparezcan en los Boletines oficiales de las provincias, y ojalá fueran muchos. Así es compañeros del Ferrol, que sin apasionamientos de ningún género, creo modificaréis vuestra actitud, evitando añadir leña al fuigo de la discordia que quema nuestras aspiraciones y mata en flor las más halagüeñas esperanzas de rehabilitación y al hacerlo crflan que en el fondo de mi alma, siento u.n placer grande y consolador considerando como V051otrolil habéis podido sacudir ese vergonzoso yugo y que igual suerte deseo á los demás. Si sobre mí han de llover anatemas por esta franca declaración de fraternal compañerismo en pro de nuestra uni6n, las acepto gustoso, haciendo constar que s610 es una opini6n que aporto al plebiscito que vosotros habéis pedido. Madrid, RAMIRO DE LA LLANA ~~~~~~~~~"""*'"" Los olvidados El desvío incomprensible de la sociedad de una parte y de otra la glacial indiferencia de los que tienen el deber de cumplir los mandatos legislativos, obligáronme á buscar en otra~ regiones, en otro país más Bumanitario, muy lejos del suelo pátrio y muy á pesar mío el sustento necesario para vivir, porque bajo el cielo de nuestra querida España es imposible la existencia no contando de antemano con bienes de fortuna, un buen padrino 6 una gran d6sis de viveza y despreocupación. y como por deslracia carezco de tan valiosos recursos y no entraba en mis cálculos'abdicar de mis derechos de ciudadanía y mucho menos relegar á segundo término mis deberes de patriotismo, he aquí que no tuve más remedio que aceptar como única fórmula salvadora mi conveniencia particular pues á ello me obligó el «estado de mis intereses:., y esto que es perfectamente admisible para una parte de la actual sociedad no lo puede ser para quien como yo tuvo siempre en muy alto concepto los sagrados derechos de la nacionalidad. Sin embargo, como las necesidades de la vida no son cosa que pueda dejarse para el día de mañana, busqué alivio á mis penas y vigor para mi organismo en tierra africana sin cuidarme para nada del odio de sus naturales ni de las caricias enervantes del astro rey, cuyos resplandores aniquilan y siegan en flor las más puras afec ciones y las más risueñas esperanzas. Lejos, pues, de los seres queridos para los cuales son todos mis recuerdos, por los que he sentido y sentiré siempre un cariño entrañable,

9 á ellos me dirijo agobiado por el hondo pesar que embarga mi pensamiento al recordar otras épocas y otros hechos que acuden á. mi memoria evocados por la triste realidad de este amargo d.estierro, para que no olviden nunca que lejos de la Patria madre viven, mejor dicho se esterilizan lentamente unos cuantos compafieros J leales defensores de la clase que jamás negaron su pobre concurso al engrandecimiento de la misma. Aquí, á merced de asechanzas traidot'as, sin más domiuio que el reducido espacio ocupado por el hombre, en continúa lucha eon los elementos climatológicos, expuestos á múltiples ave tualidades vegetamos unos cuantos praeticantes sin que hasta nosotros llegue el eco consolador del esfuerzo de sus hermanos, como si los que aquí agotamos nuestras energías fuésemos hijos espúreos de una raza maldita, cuando por ellos lo hemos sacrificado todo, pues no otra cosa supone el sacrificio de rendir nuestra vida en este país ingrato en holocausto de la profesión y de la patria. y como no hay nada más doloroso que la ausencia ni que más se preste á injustificado olvido, bueno es que sepan los compañeros peninsulares que nosotros, los desahuciados de la!luerte, los que obligados por la imperiosa necesidad de vivir,:sin más esperanzas ni mayores anhelos que la fuerza opresora de atender á ineludibles obligaciones, ejercemos en estas tierras insanas la honrosa misión facultativa de nuestro título, y que no somos olvidadizos ni desagradecidos, sino amantes y entusiastas como el que más de las glorias nacionales. Que sentimos en lo íntimo de nuestto corazón el estado deplorable de nuestra carrera y para ella deseamos días de ventura más halagüeños y felices que los que hasta ahora ha disfrutado. Por eso duélenos mucho más el aparente olvido de nuestros compañeros, porque demasiado sabemos que ellos sienten tanto como nosotro!! el agudo dolor de la separación. Sea pues para ellos el recuerdo de los que se agostan en este suelo mi1ravilioso y mortífero y cuyas preces se elevan al Todopoderoso en rendida súplica de alegrías y pronto retoruo al hogar solariego; sea para ellos este recuerdo fraternal [ 7 J aire de primavera que anime su espíritu y los vigorice para eeguir laborando en la obra común. Sean para ellos éstas líneas eco vibrante y consolador de próximas prosperidades, símbolo de unión y trabajo, emblema de abnegación y término feliz de nuestras desventuras. y si desde este apartado rincón, desde este oasis lleno de encantos y pródigo en dolores, donde la nostalgia se apodera del nervio y lo paraliza, donde la sangre hispana es esclava en lugar de señora, podemos nosotros aportar un grano de arena más al edificio de nuestro mejoramiento, sepan y entiendan todos, adversarios y amigos, entusiastas y descreídos que aún lejos de ellos sentimos en lo mas hondo de nuestro corazón el fuego sagrado del compañerismo, tan intenso, tan íntimo y tan lleno de esperanza que, á pesar de todo, confiamos en que muy pronto surgirá una aurora nueva y dichosa para los peninsulares y para nosotros, y que ésta será heraldo venturoso que uos asegure un bienestar positivo, haciéndonos comprender que ha llegado el momento de retornar á uuestro patrio solar para no abandonarlo jamás y terminar lo que nos reste de existencia bajo.-1 amparo protector de la bandera nacional. joaquln fernández Ruiz Practicante excedente de la Beneficencia municipal de Madrid. Punta N. Bonda. (Provincias españolas del Golfo de Guinea.) -:+>--:+:--s-~~<l@c-~~ El censo profesional La Junta Central, ese novísimo V maravilloso organismo que representa todos nuestros esfuerzos, que defiende nuestros derechos y en el cual ciframos nuestras esperanzas, ha tomado á su cargo la penosa tarea de unir en estrecho lazo á todos los practicantes y para ello trabaja activamente, siendo uno de los primeros medios la confección de un censo profesional, mediante el cual, y aunque éste no sea la panacea saludable de nuestros males, se conseguirá lle-

10 18 J ~ar á la soluci6n práctica de saber el número aproximado de compañeros que hoy existen en España.. La idea no puede ser más acertada, prueba indudable de la alta clarividencia de sus iniciadores. Uno, pues, mi calurosa felicitaci6n al unánime aplauso de la clase en general por cuanto basta la hora presente no vislumb...ába mos en el horizonte el más leve signo precursor de claridad. Y como nosotros nos asemejamos á uno de esos pequeños barcos que sin brújula y desarbolados entran de arribada forzosa en el puerto de refugio más pr6ximo, de aquí que el censo profesional sea, al menos para este desautorizado compañero, algo así como el punto luminoso de cercano faro salvador que nos atrae por cuanto en él estriba la pronta y quizá definitiva terminaci6n de nuestras desventm as. Ahora bien, como no s610 de pan vive el hombre, y no basta, además, conocer el número exacto de tantos miles de náufragos, pu@s ~uizá muchos de ellos flotarán sobre la superficie de las aguas en estado inerte; y como tampoco es suficiente tener la evidencia de que en un momento determinado podamos contar con varios centenares de hombres dispuestos á contribuir con su 6bolo á mitigar la desgracia de ftn infeliz, de aqui el que este «nuevo encasilla do», (pues á este recurso político se parece) abarque algo más de lo que en principio se proponen sus esforzados defensores. Es preciso, pues, ir más allá; hay que conocer con exactitud la importancia agrícola, comercial y politica de los lu«ares para luego después proceder á. la clasificaci6n titular y como consecuencia de ésta fijar el haber anual mínimo correspondiente á cada una de ellas. El censo profesional debe ser la base principal y s61ida para Jlegar á la creaci6n del cuerpo de practicantes titulares, pagados por el Estado, con ~derecho de inamovilidad, salvo, naturalmente, en los casos de traslado voluntario y como final el medio único para llegar á la «federaci6n generabo Esta debe ser la aspiraci6n de todos, sin conceder atenci6n alguna á los que digan que no somos necesarios, que al practicante puede sustituirle cualquiera y otras muchas lialidas de tono sin valor real ni eficación posible. Federados todos y llegando si es necesari8 hasta el sacrificio personál y sin necesidad de ~ecurrir á medios Tiolentos, pues para!l.lgo sirve la «resistencia pasiva:., conseguiriamos todo cuanto nos propusiéramos, porque no cabedu da de que es de und fuerza avasalladora y de un efecto decisivo para los gobernantes y para aquellos que aún no siéndolo intervienen en nuestros asuntos, Id. actitud de unos millares de hombres cuya tnica protesta fuese la siguiente: Remitir al Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros todos los títulos plofesionales; pedir la supresión ó reforma inmediata de la carrera; negarse en absoluto á percibir haber ni gratificaci6n oficial interin no se nos diese satisfacci6n á nuestras peticiones; y por último, no abandonar ni un solo momento nuestro. cargos para no dar lugar á que se nos tachase de revoltosos, inhumanos y todo ese fárrago de palabras tan usuales en boca de los de arriba cuando quieren humillar y desatender las justas quejas de los de abajo. Est~ seria lo práctico; hacer lo contrario equivale á entregarse atados de pies y manos á nuestros enemigos, como les ocurrió hace algún tiempo á los practicantes de farmacia de un hospital de gran importancia por su situaci6n local, los que convencidos de la jnsticia de sus peticiones no encontraron otro recurso más apropiado que el de «abandonar el servicio» y como todos los car~os cuya única misión estriba en el cuidado de enfermos no deben ser desatendidos por razonee de humanidad, aquellos dignos compañeros fueron destituidos y lo peor del caso es que hasta la fecha, (y de esto hace ya muchos años) no han vuelto á ingresar en el centro bélnéfico de referencia. Para evitar esto y otras muchas enormidades debe servir el censo profesional. Buena S la caridad, es cierto, pero el antiguo refrán castellano «A Di08 rogando y con el mazo dando:. es de una verdad indiscutible y de un efecto sorprendente. y como todo puede hacerse cuando la voluntad es mucha y la intenci6n buena, de aqu que sin apartarnos del objetivo primordial de la idea podamos, en un momento dado y ein perjuicio de atender á necesidades tan perento-

11 Algo desconfían los soldados; pero, ~qué hay e temer~.. no lleva armas, y es español, que bastante. Adelante! se oye decir al general; y nuestro conocido adelanta, majestuoso, como orgumo son las que se propone la Junta con la formación del Censo profesional, er la fuerza de la raz6n y beneficiarnos t tgd trocando en realidades legislativas las aspneiones, los anhelos y las esperanzas de una ase que hasta hoy fueron objeto de esrmo yburla para los encumbrados y pode FER.NÁNDO JUEZ SEN]A Cutell6n de la Plana, Febrero '''-(ijd-~~>o<~~-<$>-~~ "TRIPTICO" Anochece:... En el extenso valle que, rodeado altas colinas, descansa el regimiento X, no oye más que el silbido del viento y no hay señal de vida que el 4C alertal~ de los centila, acompañados de un suspiro que cada bo lanza y que el eco repite como queriendo arlo allá... muy lejos... allá donde el que lo 6 quisiera estar s610 un instante al lado a anciana madre, que el! aquel momento, tiene en las manos un rosario,.. Alerta... centinela. Alerta... Alerta está!.. El bre silencio se interrumpe... Alguien se rca... se oyen pasos sí, un bulto se divisa. tol grita el centinela ~quién vi ve'?., España, onde una voz doliente y lastimosa.,qué ntev Paisano, responde la misma voz... AI 'en se ha unido al centinela... y entonces esse adelanta hasta el encuentro del desconodo... vuelve á repetir el quien vive y vuelve á rae: España... Conducido al centro de 1 campamento, un cial pregunta a desconocido los motivos de 'ta tan original é intempestiva. Deseo ver al general para un asunto de imrtancia... [ 9 J lloso de la acci6n qne va á hacer... &Qué desea? vuelve á decir el general, y el desconocido, con voz velada por la emoción, pronuncia palabras entrecortadas. -«Mi general, debo decirle que en primer término soy español, y como tal llevo en mis venas aquella sangre del Cid, y en mi coraz6n la nobleza, la caridad de un mártir. Con esto quiero decirle que lo mismo empuño un fusil que destruyo á mis hermanos, como después de heridos procuro darles vida; soy español. Un puñado de hombres á quienes represento sentimos en nuestras venas bullir la sangre guerrera de españoles; pero nuestro coraz6n nos dice que no solamente en una guerra se necesitan hombres guerreros, pues también se necesitan hombres de caridad, hombres que, desafiando todos los peligros, procuren salvar de la muerte á los que en una batalla se vean cogidos por su garra. En esta creencia, yo, en nombre de muchos que como yo opinan, nos ofrecemos voluntarios para salvar en los casos necesarios la vida de los que estén á punto de perd~rla. Mi general, soy Practicante; dentro de mi modestia reconozco que seríamos un elemento necesario; nuestro concurso completaría el elemento que al Ejército hace falta, y al mismo tiempo que esto sucediera, en nuestros hogares habría un pedazo de pan que dar á nuestros hijos, á nuestros padres, á nuestros hermanos, y el mundo entero vería con gusto el que se procuraba salvar á los que se pudiera, una vez que todos se sacl'ificaban por la patria española... ~ -Es inútil-responde el general-el que siga, como inútil es también tratar de exponerle las razones del por qué; pero bástele saber que en las campañas sólo haoen falta fusiles y ca ñones. Combate de N. S.-Relación de bajas. Fulano de Tal, muerto, arma blanca, por la abundante hemorragia.-s. T. muerto; herida en un brazo, muerto por hemorragia.-h. L.)

12 [ 10 ] muerto por un colapso.-v. S. herido en el vientre; muerto' por peritoniti~.-x.y. muerto, herida en un muslo; muerto por hemorragia. S. T. H. muerto, herida en un hombro; por hemorragia. -T. V. muerto, fractura del brazo. B. L. muerto por asfixia.-h. V. muerto por hemorragia; etc., etc. Desaparecidos, 12.-Heridos, 3. Es un día crudo, de invierno; la nieve, con su caer monótono y lento y algunas gotas de agua mezclándose con aquélla, golpean los cristales de las vidrieras de una humilde casa que en los arrabales de la gran ciudad de X se halla enclavada. Todo es calma, y la tristeza y soledad de la nevada traen á la imaginación los -recuerdos tristes, pasados, y las ilusiones muertas que apenas formadas se convirtieron en mole blanca, pura, redentora, humana, y que sólo bastaron cinco palabras para deshacerla igual que el sol e!j un momento derrite la compacta masa de nieve que hoja á hoja y lentamente la naturaleza formó. De entre el silencio que á todo rodea brota un suspiro, una queja, acompañado de un sollozo, qne más parece una maldición... é instintivamente la vista recorre todo lo que se divisa, Luscando el punto de partida de aquella 'señal de dolor. Pronto se comprende de dónde parte, pues á través de la vidriera de la ventana de la única casa que por allí hay, se vé un rostro que no se puede decir si es de hombre, mujer ó espectro. ITal es su estado de desesperaci6n! Entremos dentro de la casa, que así sabremos la verdad. En una habitaci6n de reducidas dimensiones, de enne~recidas paredes y con un olor á humedad irrespirable, se ven cuatro seres, dos adultos, que á juzgar por lo que hablan son matrimonio, y dos inocentes criaturas que con los brazos extendidos al espacio, no sabemos si imploran un beso 6 piden un pedazo de pan. Ella, la madre, en una cama que más parece dormitorio de un mendigo, con el rostro demacrado y blanco como la nieve que en la calle sigue cayendo, llora, y sus lágrimas ruedan pjr sus mejillas como perlas, y abrasan como abrasan las lágrimas del dolor. El, el padre, con los ojos desencajados por la desesperación, con los puños crispados, aménaza al infinito... Sus labios se mueven; pero sus palabras no se oyen, y todo su cuerpo se extremece cada vez que á sus oídos llegan las fatídicas palabras: «Padre, pan~ y habla... Elena, Elena mí.'!, qué suerte tan desgraciada nos depar6 el destino,qué ingratitud más grande cometen conmigo, después de los sacrificios que hicé y de las penalidades que experimenté. y señalando amenazador á un punto lejano é invisible, exclama: 2,Por qué, por qué cometéis esa injusticia, por qué me empujáis al crimen 6 á la miseria, pudiendo proteger á un hombre honradot.. 2,Y SOlS vosotros los que qu.eréis al pueblo~ 2,Sois vosotros los que decís que todo se consigue con la honradez~ Mentira!;.. Fusiles y cañonesl Que con fusiles y cañones es bastante, mirad los resultados. Mirad el hijo, que sano, con la sonrisa en los labios, se despide de su madre y le dice: «Descuide, madre, que pronto volveré, y con mis brazos ganaré el pan que comamos los dos~. Y vedlo luego, ved luego la obra de tanto fusil y tanto cañ6n; ved aquel hijo, que sin brazos vuelve á los de su madre con la convicción de la suerte que le espera, la miseria 6 el crimen; y los sueños de dicha del hijo con su madre, y la vejez tranquila de la madre con su hijo, todo deshecho, todo derruido, gracias á los fusiles y los cañones y por culpa de (~~)... las balas. Mirad vuestra obra, mirad vuestro altruismo. y no solamente esto, que es lo probable, sino que otra acci6n cometéis, puesto que reducis á la impotencia al que está llamado á conservar la vida de esos héroes que se sacrifican por su patria. IAh, España, España, qué ingrata eres! Manuel, Manuel, que me ahogo... agua!.. Dame agua! (grita la esposa). Ay..1Yo me muero...

13 adi6s esposo mío... adiós, hijos de mi alma....a.di6s..! Dios os proteja..! Adiós, madre, madre mía, voy á tu encuentro..! Espera, sí, ya voy... A.di6s hijos míos..! y con la cara descompuesta por esa terrible enfermedad que mina las entrañas del sér humano, con los ojos desencajados y con los brazos extendidos hacia el infinito, exhala el postrer suspiro aquel sér que al nacer hizo brotar, quizás, un mundo de ilusiones en el cerebro de su querida madre. Espera, esposa mía; no vas sola, no, yo voy contigo. ~Para qué vivirt Yo también os doy el último adi6s, hijos de mi alma. Suena un disparo, y el cuerpo inerte del padre cae exánime sobre la cama de la esposa. Los niños, ignorantes, el uno dice todavía: «padre, pan,.; y el otro, sin comprender lo des graciado que er, palmotea alegre al oir el disparo, porque así es co 110 su padre decía que eran los fuegos de fiesta en su pueblo, así: ruidos muy fuertes. En una de las paredes del cuarto se vé un cuadro que dice: «Título de Practicante á favor de, etc.,. En la calle todavía caen algunas gota8 de agua; allá lejos se vé un arco iris y sobre la casa parece que se forma una aureola de redenci6n, que lleva un rótulo que dice: «Despierta, león, despierta,.; mientras los hijos, dentro de la casa, siguen pidiendo: «pan, mamá,.. Las manos del padre siguen crispadas, amenazando al infinito; y los ojos todavía miran con espanto. El rostro de la madre, tranquilo y sereno, hace pensar en la tranquilidad que le espera. Dichosos ellos! A nuestros oídos llegan ecos del banquete en honor del general X. Su última etapa guerrera. A. MEDINA. ' UNA OPINION [ 11 J Tienen muchísima razón los que sin detener se en averiguar las causas origen de toda decadencia solo encuentran como soluci6n razona ble calificar á los practicantes de Medicina y Ci rugía de «Auxiliares inconscientes,.. Lo somos y no debemos molestarnos polqu nos digan la verdad. No es, ciertamente un frase muy agradable á nuestros oídos; pero hay que ser sinceros, por doloroso que sea confe sarlo somos inconscientes!! ~Por qué~ Pues sencillamente, porque nos falta lo esencial, la base, lo primero que debe poseer todo hombre que se halla en las comli ciones en que estamos colocados nosotros. Nos falta «cultura, instrucci6n, conocimiento científicos,.; los elementos principales para luchar, y si no vencer por lo menos, defenderno de los que consideramos nuestros enemigos; ob tenido esto, nadie se atreverá seguramente. llamarnos «Inconscientes~ 6 dgnorantes,., 1 mismo me da, puesto que la frase lo mismo sig nifica; pero en la forma que estamos organiza dos, tenemos que bajar la vista, doblar la cervi y admitir el «adjetivo~ por duro que este sea y venga de donde viniere.. No tengo autoridad para juzgar, ni siquiera poder decir, qué es la Medicina y Cirugía, por que apenas la conozco, á pesar de los muchos años que llevo codeándome con Médicos, enfermos y hojeando algunos libros; pero á eminen' chs de reconocida fama mundial he oído decir:' que la Medicina es la Ciencia más difícil, más compleja y más obscura, imposible de dominar en toda su extensi6n. Hombres de gran prestigio en el arte de curar, blancas sus cabezas por los años que pasaron trabajando sin descanso y que desde su ni ñez se llevan investigando «Ciencia,. en Labo~ ratorios y cadáveres-nos lo dicen y afirma

14 [ 12 ] odos los días-. Cuanto más estudiamos, más onvencidos estamos de lo poco que sabemos!» Pues, si los que se llevan toda su vida estuiando nos dicen que saben muy poco, qué poemos decir nosotros, que el 99 por 100, somos nalfabetos en materia Médico Quirúrgica? ebemos ser sinceros y reconocer que no Sitmos una palabra. Hoy, la Medicina y Cirugía, no es lo que fué ace 40 ó 50 años. Esta sobre todo, de día en ía progresa de una manera asombrosa. 110y emos bacer operaciones dificilisimas con seguidades absolutas del éxito; operaciones que ace no muchos años, á Cirujanos expertos, se es hubiera puesto-á ellos-«la carne de gauia~ antes de operar, porque si operaban, el fracaso era casi seguro. "Por quéy Porque no se conocía la «Asepsia. Iemento principal he imprescindible para poder triunfar. ~La conocemos nosotrost El 95 por 100 de los racticantes actuales, no. Con los conocimientos que exigen hoy para obtener el Titulo de Practicante, no se puede ir ninguna parte. Quien piense en otra forma, stá en un error. -El Practicante de Medicina y Cirugía csin hoja.; se hace estando constantemente entre los enfermos y los Médicos, estudiando mucho y observando más; no en una Barbería ó una Faracia;'este sistema debe pasar á la Historia. Nos lamentamos de que los Poderes públicos nos tienen olvidados en absoluto; que la clase médica, no solamente no nos presta su con curso como auxiliares inmediatos que somos; si no que nos desprecia, nos mira con ojeriza omo á seres peligrosos; que usurpan nuestros limitadisimos derechos y nos restan medios de vida. Pues no han de hacerlo, si á lo expuesto agregamos el excesivo número de Médicos que existen, luchando como Titanes por el mísero cocido? «Como que bay en esta dignísima y res petable clase quien ve sus garbanzos á una al tura que ni Vedrines en funciones de aviado se atrevería á calcular,.. Y el público, Juez sin cero y desinteresado, nos tiene en un concept< moral, que apenas admite calificación. ciquién es culpable de cuanto nos sucede1 Nosotros y nadie más que nosotros. Ni los Poderes públicos, ni los Médicos ni el pueblo, tienen la culpa de nuestra desdichada situación. Sólo nosotros, porque pedimos y oc sabemos lo que pedimos. Por eso nadie Dm atiende ni nos escucha, y nos dan en la cabezli con nuestras iluso'-ias pretensiones. Si fuésemos unidos, y prescindiéramos e absoluto de esas rivalidades personales y eno josas, propias de falta de criterio que á ningú fin práctico conducen como no sea fomentar 1 envidia y discordia entre nosotros mismos, re tando con esto energías é iniciativa á los qu tienen voluntad y piensan en el porvenir; si lo más no estuviésemos invadidos de ese micro bio apático que de día en día va minando vue tro organismo, hasta reducirlo á un estad «abúlico., casi á la nada; si por último, pens ramos en el mañana, sólo una y única debier ser «por ahora» nuestra aspiración: Cuál' «a pliación obligatoria de conocimientos gener les y científicos,.; lo demás... es secundario. Pero á la «altura» que estamos (si hay pra ticante que casi sabe firmar) todo es inuti1. ' Qué podemos exigirf Si lo que debemos e tar muy conformes, es con que no nos exijan nosotros una prueba de suficiencia científica.' Para construir un edificio hacen falta lo pr mero los cimientos. El que cree que con tener en un marco bie presentado, de mucho efecto, ese.diploma m croscópico. no necesita saber más, está arr glado; ya puede ir á ejercer á paises inculto que lo que es en Espaia le será muy dificil «coch~ al paso que Tamos.

15 [ lj I Por estas y otras razones que no son del caso ~itar, no es extraño ver «intrusos~ colocado-s -en hospitales, casas de socorro, fábricas y clínicas públicas y privadas, ocupando el puesto del Practicante «verdadero~á cocheros, ayudas de cámara 6 maleteros (puedo citar donde esto sucede) y los desdichados que pagaron su tributo al Estado por adquirir ese «pergamino engañado~, sobre todo los que ejercen en partidos rurales, si no quiere hacer uso del «Estomacal Cesar», han de ser á más de Practicantes barberos, ~acristanes y campaneros, sumisos á las 6rdenes del Médico y sujetos al capricho de un «señor de zapatos gordos... Dios nos amparell GERONIMO ALONSO Hospital de Altos Hornos (Santander). ~cuse de recibo A las 11'45 horas del dia 7 del actual se ha recibido en esta dirección un oficio del Colegio provincial de Practicantes del Ferrol cuya inserci6n se nos ruega, petici6n que sentimos mucho no poder atender por estar completo el presente número. En el pr6ximo nos ocuparemos del citado asunto. LA DIRECCION. NOTIClfl5 OFICIALES Oolegi9 p1'o1jíncial de Oddiz.-En Junta general celebrada por dicha Corporación el día 9 de Enero último, se procedi6 á la renovaci6n de su Directiva, la cual ha quedado constituida en la siguiente forma: Presidente, D. Fernando Ceballos. Vicepresidente, D. Francisco Santamaría Núñez. Tesorero, D. Juan R. Canicoba Montenegro. Revisador de Cuentas, D. Servando Rodri guez ljruela. Secretario, D. Pedro Burgos. Vicesecretario, D. Ildefonso Marchante. Vocales. D. Juan Alvarez Montesino, D. Fran cisco Moreno Brenes y D. Aurelio Moreno Or tega. Nuestra más entusiasta felicitaci6n á los com pañeroe tan acertadamente elegidos. Oolegio provincial de El Ferrol. En Junta general celebrada el 31 del pr6xim pasado mes, fué nombrada por unauimid ad 1 siguiente Direetiva: Presidente, D. José Castro Meizoso (reele gido). Vicepresidente, D. Feliciano Rico Fernánde Tesorero, D. Eusebio R. Verdoy (reelegido Secretario, D. Pedro J. de Betoño. Contador, D. Francisco Rodríguez Martine Vocales: D. Antonio García Fernández y do Higinio Couce Tellado. Por iniciativa de elementos prestigiosos d Cuerpo facultativo de la Beneficencia munici pal de Madrid, dicha entidad ha conseguido 11 var á feliz término la constituci6n de una Jun ta de Defensa encargada de la representaci6 de sus individuos, defender sus derechos y aten der á la mejora del referido Cuerpo. Para representar á los practicantes munici pales han sido elegidos, con aplnuso de todo los distinguidos compañeros, D. SalTador Cosl y D. Ramiro de la Llana, los que por sus rel vantes condiciones de idoneidad y compañe.

16 1 14 ] mo, son acreedores por todos conceptos á tan honrosa y merecida distinci6n. Que sea enhorabuena. Por no disponer de local en condiciones adecuadas ha sido aplazado hasta el próximo mes de Marzo el curso libre te6rico.práctico de «Quinesiterapia y masoterapia., que tan brillantermente viene explicando el reputado doctor y maestro en esta especialidad D. Joaquín Decref, en la Facultad de Medicina, y del cual dimos conocimiento á nuestros lectores en el número anterior. A pesar de este sensible aplazamiento, los ~e deseen inscribirse pueden verificarlo en el bal y hora señalada, y por nuestra parte romos á todos los compañeros oolaboren oon su esenoia á olas6; pues es verdaderamente la Mntable que una enseñanza tan útil y necesa. 'a para nosotros y que pudiera ser la base de seguro porvenir, sea monopolizada por elentos que nada de común tienen con ella, y s cuales, por nuestra apatía y falta de celo ra defender nuestros intereses, no sólo se e ovechan de lo que no les pertenece, sino que r culpa nuestra y como justo castigo á tan surable negligencia, tienen á la clase de acticantes en un concepto tan poco halagaor, que bien merece la pena de que nos ocuemos un poco más del fuero profesional y no onsentir que se nos califique de abandonados poco amigos de aprender, y esto con sobrada z6n, por cuanto constantemente nos quejaos de falta de cultura, y cuando se presenta. a ocasi6n propicia para afianzar nuestras piraciones damos la callada por respuesta y ermanecemos quieteoitos en oasa. y como así no adelantaremos nunca naa, es preciso que dejemos las palabras para ejor ocasi6n y nos concretemos á los hechos. En la Facultad de Medicina de la Universidad Central ha verificado satisfactoriamente la Reválida de practicante, el aventajado alumno D. Julián Herrera Mesanza, hijo del ilustrado y consecuente amigo y compañero nuestro don.julián Herrera y Carrascoso, del Cuerpo de la Beneficencia municipal y mío de los más entusiastas defensores de nuestros ideales. Reciba el nuevo compañero nuestra calurosa felicitaci6n por tan merecido triunfo, y nuestra más sincera enhorabuena su distinguido padre y familia. \ Ha comenzado á cursar el primer año de la carrera de Medicina en la Facultad de Madrid, el aventajado alumno D. Lisardo Vallarroel, hijo del entusiasta compañero del mismo apellido y al cual nos unen verdaderos lazos de amistad, pues tanto en el Colegio Central como en el Cuerpo de la Beneficencia municipal hemos tenido ocasi6n de apreciar lo mucbo que vale por sus iniciativas y alto espíritu de compañerismo. Se encuentra delicada de salud la señora madre del estudioso y digno compañero D. Antonio Medina, secretario del Colegio Central, uno de los jóvenes de más brillante porvenir de la actual genéraci6n profesional, y por el cual sentimos verdadero afecto y simpatía. De todo coraz6n deseamos el restablecimiento de la distinguida paciente, y ya sabe el apenado compañero que nos tiene á su disposición. El día 18 de Enero último falleció la virtuosa esposa de nuestro buen amigo y compañero de Colegio D. Quintín Moro, practicante de la Beneficencia municipal de Madrid, á quien envia-

17 [ 15 ] mos nuestro más sentido y sincero pésame por tan dolorosa pérdida. Quiera el Todopoderoso que e,;tas líneas, dictadas por el corazón, sean para el desconsolado compañero un lenitivo más para mitigar su pena, de la cual nos hacemos partícipes considerándola como propia. -En Arquillos (Jaén), falleció el mes pasado nuestro compañero D. N. Saniger, por lo cual damos nuestro más sentido pésame á su desconsolada esposa D.a Concepción Cuel. Esta nos escribe manifestando que siendo un buen partido el del pueblo citado, desea se ponga en conocimiento de los compañeros para si alguno quisiera desempeñarlo, para lo cual puede pedir antecedentes á dicha geñora, domiciliada en la calle Nueva. D. L. R. Sanz (Puertollano).-Deseo me diga si quiere seguir colegiado y puede efectuar pago por Giro Posta!. D. J. A. Ramírez (Santa Cruz de la Palma). D. A. Amaro (de ídem, Canarias).-Por la escrita al compañero ACQsta pueden quedar enterados de lo que les decía; espero la contestación. D. P. Abellan (Murcia).-Por mediación de mi compañero de Directiva, Sr. Martas, recibiría contestación á 5U pregunta y agradeceré su contestación. D. L. Morales (San Esteban del Valle).-A pesar de escribirle no he tenido contestación, y la espero. D. P. M. Gainza (Pelmaces de jadraque, Guadalajara).. -Le contesté á su carta, y á pesar del tiempo transcurrido no he tenido su necesaria contestación. D. j. Valls (Alcalá de Guadaira).-Le digo lo mismo que al anterior. D. L. Morales (San Esteban del Valle, Avila).-Le escribí dos cartas sin tener contestación, y le ruego así lo efectúe.por ser necesario. eo~~espondeneir DE TESORERIA D. P. Carbonell (Badajoz).-QuedÓ admitido y puede efectuar pago por Giro Posta!. D. E. jurado (Pozo Blanco).-Si le parece puede efectuar pago lo mismo que el anterior. D. S. Calderón (Soria).-Le ruego lo mismo. D. A. Cacho (Rodona)-Lo mismo le digo. D. V. García (Aguilas).-Supongo recibiría carta del Sr. Castilloj quedó admitido y puede efectuar pago en la misma forma que los anteriores. Espero carta de V. dando contestación. D. P. Díaz (Guadalajara).-Le escribí y no he tenido el gusto de recibir su contestación. D. C. Durán (La Carolina).-Lo mismo le digo. D. S. Acosta (Santa Cruz de la Palma, Canarias).-Contesté á su atenta y fué servido ea su petición con respecto á "Boletín". Espero su contestación. Se ruega muy encarecidamente á estos compañeros su más pronta contestación, por ser necesaria para la buena marcha de los trabajos que reglamentariament tiene que efectuar la Tesorería. El Tesorero, j. Santiago Reigón. ADMINISTRATIVA D. A. Fuentes (Calahorra de Boedo, Palencia).-Termi nada su suscripción en Octubre pasado. Le ruego efectúe el pago si quiere seguir recibiendo el "Bo letín". D. E. López (Granada). D. M. Santa Cruz, de ídem; y D. V. Alonso (Guadalajara).-Terminadas sus suscrip ciones respectivas en Noviembre, les comunico 1 mismo que al anterior. D. A. Coda (Rodona, Soria).-La suscripción de usted terminó en Diciembre; lo mismo le digo que á los anteriores. C. de Canarias. Recibido por 15 Boletines, 2'25.

18 [ 16 ] C. de Sevilla, por ídem de 63 ídem, 9'45. C. de Salas de los Infantes, por 23 números measuales, pago total del año, <4, 1'40. C. de Canarias por ídem de 18 ídem ídem, 2'70. C. de Canarias por ídem de 3 ídem ídem, 0'45. C. de Sevilla por ídem de 62 ídem ídem, 9'30. D. M. Romeo (San Sebastián), 2'50. D. L. Domínguez (Fregenal), 2'50. D. V. Salvador (Segovia), 2'80. D. M. Nieto (Laguna de' Negrillas), 2'50. D. A. Pesaca (Santa Cruz de Tenerife), 2'50. D. P. del Castillo (Cartagena), 2'50. D. M. Sánchez (Beleña), 2'50. El Administrador interino, j. Santiago Reigón. F. Giménez, Impr., Tudesces, 19, Madrid , Disponible IfUE~~ BR~GUEROSI o H E"R ~ I 'A S. (T:BENC.A.DU:B.A.S) Curación radical sin operación ni medicación interna -Dirigirse á J. Carreras, I cirujano. Uiputacióu, 300, chafláu á la del Bruch.-BARCELüNA I.~ e ~e eo.,,'.,.e ea o

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