LA INCIDENCIA DEL DESARROLLO URBANO EN EL DOMINIO PÚBLICO MARÍTIMO TERRESTRE: EL CASO DEL LITORAL MURCIANO

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1 LA INCIDENCIA DEL DESARROLLO URBANO EN EL DOMINIO PÚBLICO MARÍTIMO TERRESTRE: EL CASO DEL LITORAL MURCIANO BARAZA MARTÍNEZ, F 1.; GOMARIZ CASTILLO, F. 2; CAMERO IRIARTE, F 3. 1 Licenciada en Biología, Jefe de la Demarcación de Costas en Murcia, DGC, MMA 2 Licenciado en Geografía, Técnico de Tragsatec S.A. 3 Ingeniero Técnico Forestal, Jefe de Proyectos de Tragsatec S.A. RESUMEN La Región de Murcia conserva algunos de los escasos enclaves de costa poco transformada por la actividad humana existente en el litoral mediterráneo español, lo que confiere a este espacio geográfico una singular importancia en la conservación de la biodiversidad, como queda atestiguado por la notable abundancia de tramos litorales sometidos a figuras de protección, tanto de ámbito autonómico como integrados en la Red Natura Sin embargo, los valores ambientales de la costa se ven envueltos en un contexto de fuerte dinamismo socioeconómico, que en el caso de la Región de Murcia 1

2 provocan una elevada presión de usos y ocupación generalizada del frente litoral que han incidido fuertemente en la morfología de los sistemas costeros. Si a este hecho se añade el problema de los riesgos naturales derivados del cambio climático, se hace necesario algún tipo de instrumento capaz de gestionar y planificar de forma coherente el territorio afectado frente a posibles vulnerabilidades del entorno, especialmente en el dominio público marítimo-terrestre y sus servidumbres. En este contexto nace la Estrategia de Sostenibilidad de la Costa como un instrumento de intervención que tiene como reto proteger de forma coherente los valores naturales, paisajísticos y socioeconómicos existentes, frenando la ocupación masiva, recuperando la funcionalidad física y natural del litoral, mitigando los efectos del cambio climático y cambiando el modelo actual de gestión del litoral. El resultado de los trabajos ha permitido obtener un primer diagnóstico del estado de los 270 kilómetros de la costa de Murcia y sus territorios asociados en relación a los agentes y procesos que condicionan el patrón de aprovechamiento de los espacios urbanos, agrarios y las zonas naturales. APROXIMACIÓN AL DIAGNÓSTICO DE LA COSTA EN MURCIA La correcta definición de un diagnóstico integral del estado de la costa implica conocer los principales elementos que comprende y los procesos que interactúan sobre esta matriz territorial. En la actualidad esta labor de máxima importancia es desarrollada por diferentes equipos técnicos constituidos por profesionales coordinados por la Dirección General de Costas (MMA) a través de la Demarcación de Costas de Murcia, por lo que en la presente comunicación simplemente se tratará de esbozar algunas de las variables que se manejan habitualmente con el objetivo de transmitir al lector la complejidad de la gestión de la costa. 2

3 Centrándonos en el caso de los aproximadamente 270 km de costa de la Región de Murcia, el estado actual evidencia un acusado contraste entre aquellas zonas que han sido objeto de presiones de uso insostenibles con evidentes signos de degradación a largo plazo, y otras donde por las propias características naturales que dificultan los usos o la tradicional ausencia de infraestructuras o vías de penetración, las afecciones son menores e incluso muy bajas. En líneas generales se puede afirmar que la costa de Murcia se inserta en el arco mediterráneo español caracterizado por una cultura secular de contrastes, donde la huella del hombre sobre el medio se caracteriza por un fuerte contraste entre una baja intensidad de usos frente al extremo de una fuerte intensidad, no siendo frecuentes las situaciones intermedias de esta horquilla de degradación. La fragilidad de los valores naturales que se gestiona desde la Dirección General de Costas (MMA) a través de la Demarcación de Costas en Murcia contrasta decididamente con la intensidad de los procesos socioeconómicos que soporta y la trascendencia a escala temporal de sus posibles efectos de degradación. Este hecho se justifica porque un porcentaje muy elevado de las afecciones que soporta e impactos que evidencia la costa implican la modificación de la propia morfología y el relieve (véase construcción o agricultura intensiva) con lo que no es necesario reseñar que los procesos de los sistemas naturales o seminaturales presentes son claramente eliminados. Por ello, la estrategia de planificación y actuación del gestor ha de ser en consecuencia muy concreta y específica según se trate de consolidar los espacios 3

4 bien conservados o tratar de recuperar otros altamente degradados. Si bien en los últimos años se aprecia un cambio de estrategia hacia modelos sostenibles de gestión de la costa impulsado por el MMA-DGC (véase Estrategia de Sostenibilidad de la Costa), la inercia de décadas anteriores dificulta enormemente la óptima aplicación de este modelo. Esto es debido por un lado a la presencia de zonas urbanas o urbanizadas de manera insostenible y a la dificultad social e institucional de los agentes e instituciones que operan en la costa en base a planteamientos tradicionales citados de explotación de los recursos del medio independientemente de sus consecuencias, incluso a largo plazo. La costa podría definirse como aquella porción del territorio en la que ya sea por ley de gravedad, por su ubicación marginal respecto a los nodos de los núcleos socioeconómicos principales u otros, los efectos del poblamiento y sus procesos asociados tienen una elevada probabilidad de repercutir con mayor o menor intensidad. Así, en la estrecha franja de Dominio Público y su Servidumbre de Tránsito gestionadas por el MMA se concentran las consecuencias originadas en áreas territoriales de elevada extensión donde la concurrencia de competencias institucionales y el elevado número de agentes con intereses en la zona dificulta la adopción de soluciones concretas. En este escenario de trabajo nacen iniciativas pioneras como la propuesta llevada a cabo por el Ministerio de Medio Ambiente denominada "Concertación de un Programa de Acción para el Área del Mar Menor (MMA 2007) que entre otros objetivos trata de establecer un escenario de acción consensuada sobre el que 4

5 articular soluciones para esta Área degradada de elevada singularidad del mediterráneo español. Este análisis es de especial interés teniendo en cuenta la realidad de los paisajes emergidos y sumergidos. Si bien no se puede simplificar la complejidad de factores que afectan a la costa, sí se evidencia en líneas generales que los tramos de costa o Unidades de Gestión mejor conservados en la parte terrestre también lo son en sus fondos marinos al menos en la primera franja de bajas profundidades (primeros 50 metros). Por ejemplo en aquellas localizaciones como Cabo Tiñoso donde la corteza continental penetra mínimamente en el Mar Mediterráneo en una sucesión de acantilados y montañas que han impedido la presencia de todo tipo de infraestructuras y han limitado los usos, los valores de biocenosis sumergidas confirman la existencia de zonas marinas bien conservadas de máxima importancia. En el caso de los núcleos de población contrasta enormemente la realidad urbanística de los municipios que rodean al Mar Menor con otros ubicados más al sureste donde los procesos residenciales y urbanísticos por lo general se ubican más al interior de la primera línea de costa. En el caso del Mar Menor, municipios como Cartagena o San Javier entre otros han desarrollado las figuras de planeamiento municipal en base a modelos no sostenibles de núcleos urbanos y residenciales distribuidos sobre una costa acosada que pasa de ser, en cierta medida, de elemento fundamental sobre el que se articula el desarrollo a jugar un papel marginal que contrasta con la intensidad de urbanización y servicios asociados. 5

6 Por el contrario, teniendo en cuenta muchas excepciones localizadas, en la zona sureste de la Región (municipios de Mazarrón o Lorca entre otros) existen amplios tramos donde ya sea por el abrupto relieve o por la permanencia de usos agrarios menos impactantes que los urbanísticos (con excepciones) aun existen paisajes de singular belleza y elevado valor en el contexto nacional. No obstante sobre éstas últimas zonas pende la amenaza de creación de desarrollos urbanísticos residenciales en un planteamiento continuista que busca nuevos territorios más allá del recurso Mar Menor agotado por planteamientos insostenibles. Es evidente que estas situaciones conllevan en muchos casos una serie de efectos directos e indirectos sobre la calidad de vida y la salud de las personas que habitan éstos territorios. Por ello, debido a la inercia de periodos anteriores, los recursos dedicados a la correcta planificación de la costa según modelos sostenibles consensuados, son limitados por la ingente demanda diaria de trabajos de gestión concretos en una clara necesidad de mitigar los efectos adversos sobre el medioambiente, la seguridad o la salud de las personas que ocupan este territorio. En el apartado siguiente se reseñan algunas de las principales líneas de actuación que se desarrollan en la gestión de la costa en Murcia. TENDENCIAS DE LA OCUPACIÓN EN LA COSTA MURCIANA El objeto de desarrollo de las recientes políticas de protección y gestión del litoral se inician fundamentalmente como respuesta al del proceso de cambio en las 6

7 ocupaciones que se detectan en el litoral a partir de los años 60. Dicho proceso se caracteriza espacialmente por un crecimiento urbano acelerado (y por consiguiente una ocupación progresiva de las playas) y la alteración en las infraestructuras de acceso a los polos turísticos creados. Estas dos características conllevan un consumo de suelo que repercute en la competencia entre ocupaciones. No obstante, dicho proceso, en lugar de frenarse con el transcurrir de los años, ha seguido acelerándose hasta llegar a cambios en el contexto de la ocupación apreciables en periodos de tiempo tan cortos como una década. Analizando el proceso de cambio en el escenario de ocupación para los municipios del litoral murciano (cuadro 1 y figura 1) se constata que en tan solo diez años, el proceso de cambio en la actividad económica ha repercutido de forma directa. Uso Usos 1990 Usos 2001 Tasa de cambio Sup ha % Sup ha % Cambio ha Bosques de coníferas Cauces Cultivos en regadío Cultivos en secano Embalses Espacios abiertos con escasa o sin vegetación Humedales y zonas pantanosas Infr. de transporte Invernaderos Matorral y/o herbazal Playas, dunas y arenales Tejido urbano Zonas de extacción minera y zonas de vertidos Zonas húmedas litorales Zonas industriales y comerciales TOTAL Cuadro 1. Distribución de la ocupación total del suelo en los municipios litorales de la Región de Murcia. Fuente: Elaboración propia a partir de Corine LandCover De esta forma, en el periodo que comprende desde 1990 a 2001, se puede observar un cambio en la actividad que repercute de forma directa en el territorio. Se constata un decrecimiento notable en la actividad agrícola de regadío (en torno al 15%) aunque se aprecia un notable incremento en la superficie ocupada por invernaderos; este hecho evidencia un abandono progresivo del sector agrícola tradicional, mientas que se consolida y crece de forma espectacular la ocupación relacionada 7

8 con la intensificación y modernización agrícola. También se observa como se produce un crecimiento en zonas de espacios abiertos con escasa o nula Distribución de la ocupación total de suelo en función del uso dado. Municipios litorales de la Región de Murcia vegetación, debido en muchos casos al 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% abandono de la actividad agrícola a favor de otras actividades de índole turística en el interior de los municipios costeros. En lo referente a crecimiento de ocupación, es interesante ver como 0% la ocupación por infraestructuras, en este caso autovías y superficies asociadas, crece considerablemente respecto a 1990, consecuencia directa de la necesidad de accesos generado por el notable crecimiento en el litoral, al igual que ocurre con la superficie total de tejido urbano y más recientemente el espectacular crecimiento de zonas comerciales como servicio lúdico a la población veraneante. Mención especial tiene el notable crecimiento de los embalses (materializados en pequeñas infraestructuras de almacenamiento para riego), que si en el global ocupado apenas suponen un 0.04% del total, han experimentado un espectacular crecimiento (más del doble de la superficie ocupada en 1990). Usos 1990 Usos 2001 Figura 1. Distribución de la ocupación total del suelo en los municipios litorales de la Región de Murcia. Fuente: Elaboración propia a partir de Corine LandCover

9 De forma contraria, aunque la ocupación relacionada con las playas, dunas y arenales y la zonas húmedas litorales tienen un peso relativo pequeño respecto al total computado, se debe resaltar que han experimentado un retroceso en torno al 5-8%, indicador que evidencia que se deben intensificar las medidas de protección y regeneración de estos espacios naturales tan importantes para el entorno natural. Si se analiza la evolución del escenario de usos espacialmente, es fácil observar cómo se produce un notable crecimiento en el tejido urbano en las zonas próximas al litoral, situación que provoca el establecimiento y/o mejora de las infraestructuras articulando los accesos a la costa (como es el caso de las autovías y vías rápidas que en este periodo conectan la zona del campo de Cartagena hacia Murcia y más recientemente la autovía que desde Vera recorre todo el arco litoral hasta conectar toda la zona costera murciana con Alicante). 9

10 Figura 2: Distribución de la ocupación del suelo en los municipios litorales de la Región de Murcia. Fuente: Elaboración propia a partir de Corine LandCover La distribución de la ocupación del suelo se constata en las cifras de cambios de ocupación por municipio. Analizando más en detalle el comportamiento detectado en la ocupación en la zona del litoral, resulta sencillo detectar que en los últimos cincuenta años, el litoral murciano ha sufrido un gran cambio en comportamiento de los usos en la costa, sobre todo en el tejido urbano e infraestructuras derivadas para uso y disfrute (puertos deportivos, instalaciones lúdicas, etc...). El crecimiento incontrolado de las residencias secundarias frente al más moderado de las de uso habitual se ha convertido en la nota dominante del proceso urbanizador seguido desde los años sesenta (MILLÁN, 1998) y es por tanto fácil observar como en este periodo de tiempo, la mayor parte del litoral es un fiel escenario de la tendencia sufrida con el incremento de la actividad turística de sol y playa, producto de la mejora económica experimentada en toda España. De esta 10

11 forma, en la práctica totalidad del litoral su efecto se ha traducido en un cambio drástico en el escenario, en muchos casos completamente natural, a nuevos polos turísticos caracterizados por una construcción en muchos casos descontrolada, hasta el punto de cambiar completamente el paisaje primigenio. Entre los numerosos ejemplos existentes en el litoral murciano, la figura xx representa a dos ejemplos de la urbanización tipo del litoral murciano: Crecimiento urbano del litoral en un polo de nueva creación: Ejemplo de este tipo de construcción se pueden observar en gran número de nuevas urbanizaciones, o en el caso de la Manga del Mar Menor (figura 3a), caracterizado por una transformación total del entorno natural en grandes polos urbanos de segunda residencia y servicios orientados fundamentalmente al disfrute lúdico de la población. Crecimiento urbano del litoral en un polo previamente existente: Este tipo de polo se caracteriza por un rápido crecimiento de un núcleo tradicional, en muchos casos orientado a usos tradicionales con viviendas de residentes permanentes, a los cuales se añaden nuevas construcciones de segunda residencia para turistas, con lo que se puede observar una actividad económica más diversificada y mezcla de población permanente con turistas que buscan un turismo típico de sol y playa. Ejemplo de este tipo de asentamientos son núcleos tradicionales tales como Mazarrón (figura 3b) o San Pedro del Pinatar, donde el acelerado crecimiento provocado por el turismo ha generado en el núcleo una notable sobrecarga en su capacidad de acogida con los miles de turistas que llegan concentrados en los meses estivales, con los grandes problemas que conlleva (déficit de transportes o servicios de primera necesidad como hospitales, etc...). 11

12 Figura 3 a. Zona Sur de la Manga Figura 3 b. Entorno de Mazarrón Fuente: Fotografía aérea procedente del vuelo de la USAF 1956; Composición en color verdadero a partir de la imagen satélite del QuickBird

13 SITUACIÓN Y MEDIDAS DE PROTECCIÓN DEL LITORAL El análisis de la evolución de la ocupación del suelo por las diferentes actividades desarrollado en el siguiente punto sugiere que se apliquen sin demora medidas de protección y restauración de las zonas costeras del litoral murciano. Dichas medidas deben ampararse en una serie de figuras jurídicas creadas para tal fin y deben ser de obligado cumplimiento, entre las que destacan La propia Ley de Costas y las Figuras de Protección Ambiental (Red Natura 2000 y Espacios Naturales Protegidos). Si se analiza la ocupación de suelo en los primeros 500 metros de costa, como zona en la que de forma directa o indirecta el Ministerio de Medio Ambiente tiene algún tipo de competencia, se puede observar cómo el tejido urbano tiene un gran peso respecto al resto de superficie computada. De este modo, se puede observar en la figura 4, cuadro 2 que en la costa del Mar Menor el porcentaje de ocupación urbana es mucho mayor que el de protección. Municipio Tipología Sup(ha) % respecto a la franja municipal Protegido Aguilas Sin figura DL Urbano Total Protegido Cartagena Sin figura DL Urbano Total Protegido La Union Sin figura DL Total Protegido Lorca Sin figura DL Urbano Total Protegido Los Alcazares Sin figura DL Urbano Total Protegido Mazarron Sin figura DL Urbano Total Protegido San Javier Sin figura DL Urbano Total San Pedro del Pinatar Protegido Sin figura DL Urbano Total % 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Distribución por municipio costero de la protección en la franja 500m desde el litoral Aguilas Cartagena La Unión Lorca Los Alcázares Mazarrón S.P. del Pinatar San Javier Urbano Sin figura DL Protegido Valores proporcionados en ha Cuadro 2, Figura 4. Distribución de ocupación del suelo en los primeros 500m de costa, incluyendo los espacios protegidos por algún tipo de figura protección (Red Natura 2000). Fuente: Elaboración propia a partir de las Directrices y Plan de Ordenación Territorial del Litoral del la Región de Murcia y la Red Natura

14 El municipio de Los Alcázares tiene la práctica totalidad de su costa urbanizada (el 75% del total), al igual que ocurre con San Javier y San Pedro del Pinatar y la zona de La Manga (aunque en el caso de San Javier el porcentaje protegido se explica por la franja de costa perteneciente al aeropuerto militar). Este mismo hecho se produce en los municipios de la costa sur de la Región de Murcia (Águilas y Mazarrón tienen ya urbanizada prácticamente la totalidad de la superficie no incluida dentro de alguna figura de protección ambiental) y tan solo en la franja de costa de La Unión (debido a que el proceso de contaminación de la Bahía de Portman no es un reclamo para el turismo) y Lorca (por la presencia de figuras de protección en su estrecha franja) escapan a la tónica urbanizadora del litoral de la Región de Murcia. La ocupación actual del suelo conlleva una serie de consecuencias bien definidas: La costa murciana se encuentra fuertemente urbanizada, con todos los problemas de contaminación, invasión y sobrecarga de usos que conlleva. Se hace necesario hacer cumplir y desarrollar la normativa de protección en los espacios naturales protegidos para conservar los valores ambientales que todavía subsisten entre el tejido urbano. Es preciso iniciar medidas de recuperación y conservación con objeto de conservar y/o poner en valor la riqueza que el litoral murciano posee. En los espacios que todavía no se ha construido, es necesario implantar una planificación sostenible con objeto de evitar la problemática detectada en los espacios ya ocupados. En dicho contexto nace la Ley de Costas 22/88, con objeto de proteger los valores del litoral y garantizar su uso de forma sostenible. 14

15 Dicha Ley nace como consecuencia del rápido proceso de urbanización de que es objeto el litoral, que conlleva entre otros problemas una privatización progresiva del litoral y un deterioro acelerado de los valores ambientales provocado por una planificación insuficiente y la masiva densificación poblacional. De este modo, la actuación del Ministerio de Medio Ambiente sobre la costa tiene como objetivo alcanzar el uso sostenible de los recursos costeros a través de una gestión integral de los mismos, introduciendo los principios medioambientales en las actividades sectoriales con incidencia en el litoral y el medio marino La Ley de Costas define cuatro zonas en las cuales se debe aplicar de forma directa o indirecta la protección mediante regulación de sus usos (Ley 22/88, la figura 5 representa un ejemplo): Dominio Público Marítimo Terrestre: Comprende la ribera del mar y de las rías, que incluye las playas, dunas, etc. y la zona marítimo-terrestre (zona comprendida entre la línea de bajamar y el límite donde alcanzan las olas en los mayores temporales conocidos, en la que se incluyen marismas, albuferas, esteros, etc.). El mar territorial y los recursos naturales de la zona económica y la plataforma continental también forman parte del Dominio Público marítimo-terrestre. En esta zona la Ley garantiza el uso libre, público y gratuito para los usos comunes y acordes con la naturaleza del mar y su ribera y establece las condiciones en que pueden desarrollarse otros usos y ocupaciones que no puedan tener otra ubicación. 15

16 Servidumbre de tránsito: Franja de terreno de 6 m ampliable a 20 m, situada a continuación de la ribera del mar. Esta zona debe quedar permanentemente libre al acceso y tránsito peatonal. Servidumbre de protección: Franja con una anchura de 100 m ampliable a 200 m en zonas no urbanizadas y de 20 m en zonas urbanizadas, que se extiende a lo largo de toda la costa a partir del límite interior de la ribera del mar. En esta zona se sitúan los servicios y equipamientos públicos necesarios para los usuarios de la costa. Servidumbre de acceso al mar: Recae sobre los terrenos colindantes o contiguos al Dominio Público en la longitud y anchura necesarios para asegurar el acceso y uso público de aquél. Zona de influencia: Franja que abarca como mínimo 500 m a partir del límite interior de la ribera del mar, donde se establecen unas condiciones mínimas para urbanizar en esta zona, de modo que se respete el medio ambiente, y así, proteger el litoral. EJEMPLO Zona de influencia Servidumbre de protección Servidumbre de tránsito 100m 20m 6m Dominio público marítimo-terrestre EJEMPLO Figura 5. Ejemplo de la zonificación tipificada por la Ley de Costas de Fuente: Elaboración propia. 16

17 LA ESTRATEGIA DE SOSTENIBILIDAD DE LA COSTA La conservación de los recursos naturales de las zonas costeras y la protección del litoral español recibió un impulso trascendental con la entrada en vigor de la Ley 22/1.988 de Costas. Sin embargo, la experiencia de los últimos años demuestra que si bien los esfuerzos y resultados han sido muy positivos, la gravedad de los procesos de degradación requieren la adopción de nuevas directrices. La Estrategia de Sostenibilidad de la Costa aúna ésta y otras experiencias de trabajo durante décadas además de toda una serie de recomendaciones europeas como la denominada Directiva Marco del Agua por la que entre otros aspectos se establece una nueva delimitación de las aguas costeras y de transición de las Demarcaciones Hidrográficas. La Estrategia de Sostenibilidad de la Costa pretende dar solución a la problemática actual de la costa mediante los siguientes objetivos tendentes a un desarrollo y gestión del entorno sostenibles y mayor protección de los valores ambientales: 1. Finalización de los deslindes de DPMT con el objetivo de terminar de determinar las zonas a proteger como parte de las competencias del Ministerio de Medio Ambiente. 2. Incorporación a dicho DPMT de los terrenos adquiridos (programa de adquisición de fincas) con el objetivo de garantizar la integridad de la costa. 3. Coordinación entre políticas sectoriales para incentivar una gestión del medio de forma sostenible. 4. Recuperación de la fachada litoral mediante la regeneración de entornos naturales y actuaciones de mejora del uso y disfrute público. 17

18 5. Acercar al público el trabajo realizado por la Administración competente en materia de planificación y gestión del entorno del litoral. Con este planteamiento, para el caso de la Región de Murcia se ha analizado en profundidad la realidad de la costa de la Demarcación Hidrográfica del Segura y se han definido 12 Unidades de Gestión como fracciones del territorio que evidencian una serie de valores y procesos homogéneos desde el punto de vista de la estrategia de planificación y gestión a adoptar en el tiempo. Con objeto de analizar los correctos resultados de las acciones de gestión de la costa planteadas, se hace necesario contrastarlas con una serie de indicadores o criterios clave de sostenibilidad entre los que cabe citar: la disminución en la utilización de recursos no renovables, la utilización sostenible de los recursos renovables, la conservación y mejora de la vida silvestre, el mantenimiento y mejora de los suelos, la calidad de las aguas y los recursos históricos y culturales, la mejora del medioambiente urbano o la sensibilización, educación y participación pública entre otras. Dada la complejidad y el volumen de datos a manejar, a continuación sólo se ofrece un resumen de algunas de las principales líneas de trabajo y sus acciones asociadas en relación a la gestión de la costa en Murcia y especialmente a tenor de los procesos derivados de los incrementos de poblamiento que presentan estos espacios y sus territorios de influencia. 18

19 Actuaciones sobre el Dominio Público Marítimo Terrestre y sus Servidumbres Los objetivos de la Dirección General de Costas deben estar en consonancia con el objeto y finalidades expuestos en el Título Preliminar de la Ley de Costas. El citado Título define como objeto de la Ley la determinación, protección, utilización y policía del Dominio Público marítimo-terrestre y especialmente de la ribera del mar. La actuación administrativa sobre el Dominio Público marítimo terrestre persigue, de acuerdo con el Título Preliminar de la Ley de Costas, los siguientes fines: Determinar el Dominio Público marítimo-terrestre y asegurar su integridad y adecuada conservación, adoptando en su caso, las medidas de protección y restauración necesarias. Garantizar el uso público del mar, de su ribera y del resto del Dominio Público marítimo-terrestre, sin más excepciones que las derivadas de razones de interés público debidamente justificadas. Regular la utilización racional de estos bienes en términos acordes con su naturaleza, sus fines y con el respeto al paisaje, al medio ambiente y al patrimonio histórico. Conseguir y mantener un adecuado nivel de calidad de las aguas y de la ribera del mar. El objetivo es alcanzar un uso/desarrollo sostenible de los recursos costeros a través de una gestión integral de los mismos. En este sentido se propugna la introducción de los principios medioambientales en todas las actividades sectoriales que tengan 19

20 incidencia en la costa y el medio marino, cualquiera que sea la administración que las ejerza. Entre estos principios destacan los de desarrollo sostenible, prevención, precaución, restauración, reparto equitativo y gestión sostenible de los recursos comunes, compatibilidad entre los diversos usos del espacio y prioridad de las actividades dependientes del litoral. Figura 6. Evol. Del nº de autorizaciones sobre obra o actuaciones en DPMT Fuente: Elaboración propia El desarrollo de estos objetivos conlleva la correcta gestión de expedientes de muy diversas tipologías incluidos los relacionados con el control de actuaciones irregulares en materia de: obras y ocupaciones de superficies, infracciones por circulación de vehículos y acampadas, actuaciones de ayuntamientos o correcta gestión del importante número de instalaciones de temporada que se pretenden instalar en las costas en los momentos de mayor afluencia turísticas con objeto de compensar la inadecuada presencia de equipamientos y servicios de los núcleos urbanos entre otras. En la actualidad, en la Región de Murcia se han aprobado hasta el momento el 93,44% de la costa (casi 250 kilómetros de deslinde). 20