Parábola de la gran cena

Transcripción

1 Parábola de la gran cena 1 Parábola de la gran cena Lucas 14:16-24 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. 17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. 18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. 19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. 20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. 24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Vamos a ver el contexto completo. Comenzamos en el versículo uno, y nos dice la Palabra que Jesús fue invitado a una cena por un fariseo. Podemos notar en estos primeros versículos que el propósito real de invitar a Jesús a esta cena, era para acechar que dijera o hiciera algo contra la ley para poder acusarlo. Lucas 14:1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban.

2 Parábola de la gran cena 2 Lección de Simpatía a un hombre enfermo. Lucas 14:1-6 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban. 2 Y he aquí estaban delante de él un hombre hidrópico. 3Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: Es lícito sanar en el día de reposo? 4Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió. 5Y dirigiéndose a ellos, dijo: Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo? 6 Y no le podían replicar a estas cosas. Esta persona lo más probable fue introducida a propósito en la casa. Porque la palabra nos dice que los fariseos lo acechaban. Si el no sanaba mostraba falta de compasión y si lo sanaba violaba el sábado, según los Fariseos. Jesús lo sana y se defiende poniéndolo entre la espada y la pared a los Fariseos, y le pone los ejemplos de los animales domésticos que ellos tenían, mostrándoles a ellos que tenían más amor por sus animales que por las personas. Lección de humildad Lucas 14:7-11 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: 8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, 9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. 10 Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa. 11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido. Jesús sigue su enseñanza y nota que muchos trataban de ocupar los primeros lugares, buscando ser reconocidos, y tratando de exaltarse. El Señor nos dice que no busquemos la exaltación, ni la vanagloria. Que sea Dios tu gozo y tu disfrute y ya él te exaltara cuando fuere tiempo.

3 Parábola de la gran cena 3 Lección de la Generosidad Lucas 14:12-14 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. 13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; 14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. Jesús enseñó que no debemos invitar a la gente, esperando que le sea retribuido el favor o la invitación. Cristo nos enseña acerca de los motivos por los cuales los invitamos. Que nuestra motivación para hacer algo siempre sea sincera de corazón, y no para obtener algo a cambio, sino por amistad, o misericordia o para agradar a una persona a quien queremos gozarnos junto con ellos, en el amor de Cristo. Lección de la oportunidad. Lucas 14:15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. 16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. 17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. 18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. 19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. 20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. 24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Jesús enseña esta parábola para explicar quienes entran en la cena del Señor. Si no usas las oportunidades que Dios te da, te vas a quedar fuera de la cena; la salvación igual que la comida debe ser recibida. Ya que puedes estar alrededor de mucha comida pero si no te apropias de ella no te va a saciar el hambre. Jesús dijo, Yo soy el pan de Vida, el que coma mi carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna. De nada nos serviría saber muchas cosas acerca del Señor sino lo recibimos en nuestro corazón.

4 Parábola de la gran cena 4 Lucas 14:16-17 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Hay dos palabras importantes en este versículo 17, y nos da una gran enseñanza en esta parábola. 1. La palabra todo No hay un detalle en la cena de Dios que no esté listo. Ya Dios hizo todo lo necesario para nuestra salvación. Todo está preparado. Dios acabo la obra de la redención en la cruz; la mesa está servida para el que tenga hambre venga y se apropie de las bendiciones gratuitamente. 2. La palabra venid Dios ha preparado la salvación y ahora envía a sus siervos no para que le digamos hagan esto o hagan lo otro, sino para que vengan al banquete tal y como están. Nos habla también la disponibilidad de esta cena. Y es algo grandioso que está disponible para todos, desde el más pecador hasta el que se cree justo. Cristo nos dice que nos entreguemos a Él, y él va a comenzar a actuar en nosotros e irnos moldeando a su imagen. Nos habla también la responsabilidad del que oye esta invitación. Después que sabemos que es lo que Dios quiere para nuestra vida, tenemos dos opciones: Aceptar la invitación o rechazarla; ir a la vida que es Cristo o permanecer muertos en pecado. La vida en Cristo es una fiesta, por tal razón, Jesús hace una analogía con una gran cena.

5 Parábola de la gran cena 5 Las excusas. Estos primeros invitados de la parábola no rechazaron porque se sintieran muy sucias o pecadoras. Lo rechazaron porque estaban demasiado ocupados para Dios. Podemos notar que hay cuatro principales excusas que la gente da para no venir a los caminos del Señor: 1. Nunca reconocen su necesidad de Dios 2. No saben lo que se están perdiendo 3. No tienen ningún respeto hacia quien le está llamando 4. Creían que podían tener una segunda oportunidad para la cena. Cuando Dios llama a la cena, aunque es una invitación también es un mandato! Leer Hechos 17:30 Estos primeros invitados también se puede interpretar que representan al pueblo judío que rechazó al Mesías, y entonces también los gentiles tenemos toda la libertad de ir en obediencia a esta gran cena. Podemos notar que los cojos, mancos, pobres fueron a la cena, porque tenían hambre y reconocieron su necesidad. Pero tal como nos ensena la parábola: Aun hay lugar! Aún hay lugar para aquellas personas que no tienen a Cristo en el corazón, aún hay lugar para aquellas que están viviendo sin esperanza y sin Dios en este mundo, y es responsabilidad de los hijos de Dios, ser siervos y esforzarnos en predicar el evangelio de salvación, donde hay paz, gozo y alimento para toda alma sedienta.

6 Parábola de la gran cena 6 Pero hay un peligro en rechazar la invitación, nos lo dice el versículo 24, el dueño de la casa se enojó y dijo que esos primeros invitados no gustarían esa cena. Representa un gran peligro cuando rechazamos las bendiciones de Dios, aun después que somos hijos, muchas veces el Señor nos quiere poner en x ministerio, y comenzamos a rechazar esas bendiciones y muchas veces tarden por la falta de Fe, y en otras ocasiones pues Dios usa a otra persona debido a que nosotros lo rechazamos. Hermanos, reconozcamos todas las bendiciones que Dios nos da, atesorémosla y seamos siervos, yendo por todo lugar a predicar este mensaje de salvación (Mateo 28:18-20), porque el tiempo es corto y Cristo viene pronto. Diles a las personas que todavía hay lugar, que hay un Dios amoroso que está esperando que se vuelvan a él, porque no quiere la destrucción de las personas sino su salvación.