Unidad 8: El arte románico.

Transcripción

1 1. Contexto Histórico 2. La arquitectura a. Características generales b. Arquitectura románica en Europa c. Arquitectura románica en España 3. Escultura a. Características generales b. Escultura románica en Europa c. Escultura románica en España 4. Pintura a. Características generales b. Pintura románica en España Unidad 8: El arte románico. Contexto Histórico-cultural El término románico fue inventado por el arqueólogo francés Charles de Gerville en 1818, al descubrir erróneamente que los edificios europeos de la Alta Edad Media se parecían a las construcciones de Roma. Para Gerville el arte y la lengua se habían formado fundiendo la tradición clásica con las aportaciones de los pueblos bárbaros. Esta teoría evolutiva se ha visto depurada en nuestros días: el románico es un estilo autónomo que nace y se desarrolla durante el siglo XI y primera mitad del XII, coincidiendo con el renacimiento de la orden monástica benedictina, con el flujo de las peregrinaciones y con la épica de las cruzadas. En su génesis intervienen la herencia clásica y bárbara, pero también se integran en su disciplina las influencias califales de Córdoba y las orientales de Bizancio. Tras la desaparición del Imperio Carolingio la Europa del siglo X se dividió en reinos feudales basados en una relación de vasallaje, conformando el nuevo marco político. Los tiempos fueron más tranquilos aunque esto no evitó que, de manera periódica, estallasen disputas entre nobles y vasallos. En esta situación de relativa tranquilidad un profundo sentimiento espiritual arraigó por toda Europa, marcados por una clara conciencia del pecado y el temor a la condena eterna. El sentimiento de culpa y la creencia del perdón a través del arrepentimiento calaron hondo en los contemporáneos. Esta forma de pensamiento alcanzó su máxima manifestación en el año 1000 con los temores del fin del milenio. Esta concepción espiritual llevó al auge de la vida monástica, vía segura para la salvación. Por otro, cuantos no podían o no tenían a su alcance la vida monástica buscaron otras vías para redimir sus culpas: la penitencia a través de las peregrinaciones y las cruzadas, promovidas las dos por el papado como vías legítimas para alcanzar la salvación. Una de las consecuencias de estos movimientos penitenciales fue el intercambio de ideas y un conocimiento cada vez mayor de las formas constructivas que, una vez puestas en práctica, fueron llevadas por los talleres de un enclave constructivo a otro. Fueron los movimientos de gentes los que hicieron posible el intercambio cada vez mayor de técnicas y maestros y los que contribuyeron de forma decisiva a darles un carácter universal a las formas constructivas del románico. A la adopción de un carácter unitario en la forma constructiva ayudó, en gran medida, la proliferación de monasterios. Durante todo el siglo X se asistió a la fundación de monasterios renovados. En este proceso de expansión tuvo un papel preponderante de la orden de Cluny. El monasterio de Cluny, en la Borgoña, fue fundado en el año 910. Inició la reforma de la regla benedictina de manera severa y tuvo tal éxito que, en pocos años, el número de abadías fue de 1450, la mayor parte de ellas en Francia. La orden de Cluny no fue la única orden monástica de estos siglos aunque si la que alcanzó mayor difusión, lo que explica su peso dentro del universo del románico. Es frecuente encontrarse con talleres que se formaban en una zona y luego aparecían trabajando en otro. Son los talleres itinerantes que, normalmente, seguían los caminos de peregrinación, formando tanto canteros como escultores. Así pues el carácter unitario del románico fue un fenómeno complejo,

2 ligado a la espiritualidad de la época. Si el arte romano estaba marcado por el carácter práctico y el prerrománico por el desconocimiento y la inseguridad técnica, el arte románico se caracterizó por su marcada espiritualidad, que fue la que le dio su impronta unitaria, siendo considerado el primero estilo internacional de la cultura occidental. Las peregrinaciones principales se encaminan a tierra santa, pasando por Italia, al monasterio de Saint Michel, en la costa bretona y a Santiago de Compostela. A través de estos caminos va surgiendo el románico, pues los ensayos y formas de una región rápidamente pasan a otras, ya que cuadrillas volantes de canteros emprenden simultáneamente diversas obras a lo largo de un camino. Otros lugares muy visitados fueron San Saturnino de Toulosse, San Marcial de Limoges o Santa Fe de Conques. El concepto de cristiandad se impone. El florecimiento de la cultura occidental, iniciado en la primera mitad del siglo XI, supone la primacía de la cultura europea que a partir de este momento impone la dinámica de su desarrollo, eclipsando a las culturas bizantinas e islámicas. Las nuevas técnicas constructivas, la fusión de la expresión y la belleza en las artes figurativas, la integración de todas las artes en la armonía de un estilo coherente, son aspectos que justifican la aceptación del estilo y el carácter que se le otorga como símbolo de la Europa unida espiritualmente. La fe en las reliquias iba a promover un gran fenómeno social: la peregrinación penitencial, que constituye la mayor manifestación de masas de la Edad Media, con 3 grandes centros: los santos lugares de Jerusalén, las catacumbas de Roma y el sepulcro del apóstol Santiago en Galicia. El camino de Santiago se convirtió en la gran arteria medieval por donde, a la ida y a la vuelta, transitaron personas e ideas, también artistas. En el siglo XII la religiosidad medieval se ve imbuida por las cruzadas, donde Europa testimonia su fuerza expansiva en oriente. La recuperación al Islam de las tierras donde había vivido Cristo escondía también intereses políticos y comerciales: la supremacía del papado frente a las monarquías feudales y el control marítimo del mediterráneo por los mercaderes italianos. Como manifestación artística de la sociedad feudal se ha considerado al románico que no fue simplemente un arte monástico sino también un arte aristocrático y rural, como expresión de la superioridad social de los dos estamentos que culminan la pirámide social: clero y nobleza. En esta época se construyeron castillos, monasterios e iglesias, edificios todos ellos con una fuerte carga simbólica, acentuada por el mundo estático y trascendente que representaban sus pinturas y relieves, sobre todo en los religiosos. Las ideas de premio, castigo o sacrificio también estaban presentes en este mundo ruralizado, donde el poder se ejercía no sólo a través de la fuerza, sino también del adoctrinamiento de las gentes. En este contexto hay que entender la estética y la ética del románico, que adquiere una función didácticocristiana de glorificación o temor a Dios. Un arte que habla de las verdades eternas de la fe y de la esperanza en el más allá, puesto que en el más acá la vida era muy dura para la mayor parte de la población. La arquitectura románica. Características generales. Casi todos los elementos de la arquitectura románica pueden encontrarse en los estilos precedentes; pero no basta la yuxtaposición de una serie de rasgos para configurar un estilo, es preciso un espíritu nuevo. El muro construido con sillares, el pilar y la columna habían sido utilizados en los siglos anteriores, pero en el X la civilización occidental concebía el recinto arquitectónico por sus valores espaciales, en contraste con Grecia y Roma. En la planta todas las líneas están determinadas por la cabecera. Con el aumento progresivo del culto a los santos y la costumbre de la celebración diaria de la misa es necesario multiplicar los altares y

3 capillas. La solución más corriente es la construcción de un ábside al fondo de cada nave. El ábside (de 1 a 7) representa con su forma curva, cobijadora del altar, uno de los grandes hallazgos de la arquitectura. Los templos suelen ser de una o tres naves con forma de cruz latina, con crucero señalado por mayor anchura del tramo. El crucero, a la vez, puede estar dividido en otras tres naves. En las iglesias llamadas de peregrinación, como en las catedrales, aparece la girola o nave que da la vuelta por detrás del altar mayor, a la que se abren una serie de capillas. La finalidad de la girola está determinada por la necesidad de facilitar la circulación de los fieles en torno a las reliquias que se veneran en el altar mayor. En el punto en que su cruza la nace central con el crucero se coloca el cimborrio con forma de torre, que tiene la función de remarcar en altura este espacio que antecede al altar. Elementos sostenidos El elemento determinante es la bóveda de cañón, o sea, de sección semicircular, dividida en tramos o sectores mediante arcos fajones que se apoyan en los pilares con columnas adosadas (pilar compuesto), y que se corresponden exteriormente con los contrafuertes. En las iglesias basilicales se había recurrido a las cubiertas de madera, pero razones de seguridad (el peligro de incendios) y estéticas influyeron en la generalización de la cubierta de piedra curvilínea, que exigía complicados cálculos de ingeniería. En diferentes sitios al mismo tiempo se descubre el procedimiento para cubrir con bóveda de cañón grandes espacios. Alrededor del año 1100 se reconstruye Cluny con bóvedas que tienen una anchura de doce metros y una altura de treinta. La división en sectores de la bóveda de una nave al mismo tiempo que facilita el problema de su sostenimiento, ofrece la ventaja de que su construcción se haga por partes, por lo que una misma armazón o cimbra empleada para su construcción puede ser utilizada varias veces, con la consiguiente economía. También son frecuentes las bóvedas de aristas, para los tramos cuadrados laterales, y la de horno o de cuarto de esfera prolongado para los ábsides. Se emplean cúpulas sobre trompas (arcos que se sitúan en los ángulos) o bien sobre pechinas (triángulos esféricos) que facilitan en un caso u otro el paso de la planta cuadrada o rectangular del tramo a la base octogonal o circular de la cúpula. Una serie de elementos sostienen este imponente entramado de piedra. Arcos de refuerzo dividen en tramos la bóveda (arcos fajones) y descargan sobre los pilares, que a su vez están enlazados por arcos paralelos al eje de la bóveda (arcos formeros). En muchos casos una galería alta o triforio está cubierto por media bóveda que actúa como descarga de la nave central hacia el muro. El arco de medio punto, muy pronto doblado (uno mayor cobijando a otro menor), resaltando su intradós, sobre otro más estrecho, es el preferido. El deseo de adornarlos desembocó en su disposición abocinada, en las que una serie de arcos cada vez más estrechos encuadran el acceso con lo cual además de adornar arcos, éstos se convierten a su vez en elementos ornamentales. Elementos sustentantes. El muro de sillería se impone, ya que el sillar no puede tener una forma caprichosa, es la unión de la geometría y la piedra, muro recio que sujete la pesada cubierta. En correlación con los arcos transversales que en él descargan, se refuerza con estribos y contrafuertes. En los sillares se observan con frecuencia signos (marcas de cantero) que corresponden a los diversos grupos o maestros que intervienen en la construcción. La columna no puede ser ya el único elemento sustentante pues para sostener la gran bóveda de piedra típica del románico es preciso el pilar, más robusto, aunque con frecuencia se alterna o se adosa la columna al denominado pilar compuesto.

4 Las ventanas son estrechas, como exige el sistema de peso de la bóveda de cañón y quizás como deseo de la sensibilidad pietista de la época. Con el triforio se pueden resolver algunos de los problemas de la luz, pero los edificios son oscuros y se distinguen por su masa, que ofrece escasos puntos de comunicación con el exterior. Los monasterios se construían lejos de los núcleos urbanos manteniendo el esquema del monasterio carolingio de Saint-galle. Los cluniacenses, que desempeñarán un papel fundamental en la difusión del románico, van a ser a través de Cluny quienes establezcan un modelo de monasterio de validez casi universal. Sabemos que el monasterio de Cluny constaba de sala capitular, locutorio, refectorio, cocina, bodega, enfermería, hospedería, baños turcos, iglesia, el claustro y huerta. Su fuente de ingresos provenía de los diezmos, la generosidad de los nobles y de los peregrinos que los visitaban. El edificio arquetípico es el templo: Tiende a la horizontalidad predominando el macizo sobre el vano. La monumentalidad responde al interés de imitar los grandes edificios romanos como vehículo propagandístico de la iglesia. Perdurabilidad, carácter eterno, por eso utilizan materiales duraderos como la piedra La planta del templo suele ser de cruz latina, evolución de la basilical, con crucero, cabecera con ábsides y pórtico en la entrada a veces. En las iglesias de peregrinación el ábside central suele estar rodeado por una nave semicircular llamada girola o deambulatorio, que da la vuelta al altar mayor y es una prolongación de las naves laterales. En la fachada nos encontramos con torres. El alzado: las naves centrales más altas que las laterales, posibilitando la iluminación del templo y las laterales sirven de refuerzo para la central. El segundo piso de la nave central recibe el nombre de tribuna y al conjunto de aperturas sobre la nave central se le llama triforio. En el crucero se levanta normalmente un cuerpo poligonal llamado cimborrio que sobresale sobre el conjunto del edificio, coronándose a veces por una linterna. Los muros se refuerzan con contrafuertes y la necesidad de robustez impide la apertura de vanos. Encontramos fachadas a los pies de las naves y en los extremos del crucero enmarcadas por torres, siendo allí donde se concentran los principales programas doctrinales del edificio. Simbolismo: Templo es la morada de Dios. La nave es cuadrada o rectangular, simbolizando la tierra. La cabecera semicircular es el cielo. Las cúpulas son símbolo de la esfera celestial. Las torres son el cielo a alcanzar. Las partes de la iglesia también simbolizan el cuerpo de Cristo: cruz latina, pies, brazo, cabeza. La cabecera orientada hacia oriente donde aparecen los primeros rayos de luz del alba. En el altar está Cristo, luz del mundo, que ilumina Al hombre y lo saca de las tinieblas. Arquitectura románica en Francia. Cada una de las regiones presenta diferencias y variedad en sus edificios, debido a que es encrucijada de caminos de peregrinación y cuna de la reforma cluniacense (Monasterio de Cluny, Borgoña). Por eso es complejo enunciar características generales válidas para toda la arquitectura románica francesa. Borgoña El modelo de Cluny (hoy desaparecida) se desarrollo en la mayoría de sus iglesias. Del siglo XI destacan la Magdalena de Vezelay, popular centro de peregrinación y destinada a albergar amplio número de peregrinos. Carente de triforio, la nave central se cubre con altas bóvedas de arista y con alternancia de dovelas de color en los arcos fajones; También de influencia clásica es San Lorenzo de Autun.

5 Normandía Cubren sus construcciones con inmensos techos de madera, sobre las naves laterales tribuna y encima un estrecho corredor que recibe el nombre de andito (recorre interiormente el perímetro del edificio) y encuadran sus fachadas con torres con escasa decoración. Destaca la Catedral de Caen, que influirá en el románico inglés y en la catedral de Santiago, y la abadía de Mont Saint Michel. Poitou Oeste, entre el Loira y el Garona, en Poitiers, Angulema y Perigeaux destaca la tendencia a la igualdad de altura de las naves influencia decorativa bizantina: torres de remate cónico con escamas, profusión escultórica en la fachada y cúpulas sobre pechinas (influirán en la arquitectura española). Ejemplos: Nuestra señora de Poitiers (3 naves a la misma altura), Catedral de Angulema (multiplicación de cúpulas en la nave central como San Marcos de Venecia) o Sant Front de Perigeaux. Auvernia Destacan dos grandes iglesias de peregrinación con tribuna y girola: Santa Fe de Conques y San Saturnino de Toulouse. Arquitectura en Italia En la arquitectura italiana destaca la influencia de la tradición del mundo clásico, el conocimiento de la cultura bizantina y la sustitución de la escultura como elemento decorativo por el color de los mármoles. También influencia de las primeras basílicas paleocristianas. Al norte (Lombardía) recogen la tradición paleocristiana de cubiertas abovedadas sobre pilares. Los muros se decoran con arquillos ciegos y bandas verticales denominadas bandas lombardas. Destacan las iglesias de San Ambrosio de Milán, San Abundio de Como y San Zenón de Verona. En el centro, zona de la toscana, la tipología es sencilla, cobrando gran importancia la decoración, como se aprecia en el conjunto de Pisa o San Miniato al Monte revestido de mármoles de colores y la predilección del empleo de la columna. Al sur, en Sicilia, se funde lo clásico, islámico (arcos entrelazados), bizantino (mosaicos) y normando, como en la catedral de Monreale o Cefalú. Alemania Arte grandioso y monumental de influencia otoniana, de Borgoña y de Lombardía. Al principio cubren la nave central con cubiertas de madera, evolucionando posteriormente a la piedra y prefiriendo las bóvedas de arista a las de cañón. Frecuentemente se encuentran dos ábsides contrapuestos (a la cabecera y a los píes) con sus correspondientes torres circulares. Las naves alcanzan gran altura y a veces usan cruceros dobles. Destacan las Catedrales de Worms, Spira, Maguncia o San Miguel de Hildesheim. Inglaterra En 1066 fue conquistada por Guillermo de Normandía, transfiriendo el espíritu del románico normando francés. De este modo usan cabeceras cuadradas, con cruceros sobresalientes en planta, y los fustes de las columnas aparecen decorados frente a los capiteles desnudos. En las Catedrales de Winchester y Gloucester usan naves largas, con enorme cimborrio y doble triforio. En la Catedral de Durham (fines siglo XI) se introduce la bóveda de crucería, anticipando el gótico. Arquitectura románica en España Importante desarrollo en gran medida motivado por el Camino de Santiago (promovido por la orden de Cluny), produciéndose la penetración de los modelos franceses. También influirá la presencia musulmana y su arte.

6 En España el desarrollo del románico está unido a los fenómenos de renovación religiosa e intelectual que tienen lugar dentro de un marco histórico y social concreto (la Reconquista). El románico se extiende por el norte peninsular, ya que el sur está ocupado por los musulmanes, y de este a oeste, desde Cataluña hasta el camino de Santiago. Cada región aporta variaciones que hace más sugestivo el estudio del románico español, a la vez que por aporte de elementos carolingios, románicos franceses, lombardos y árabes, consiguiendo los artistas cristianos de la Península, aprovechando la tradición prerrománica visigótica y asturiana, creando un arte dotado de poderosa personalidad. Cataluña: En el siglo X Cataluña tiene una situación diferente del resto de los reinos cristianos, y desempeña un papel fundamental como intermediario entre lo islámico y lo cristiano. Se suele utilizar en esta zona un aparejo rústico de sillares irregulares, utilizando como elemento sustentante el pilar cuadrado y arcos de medio punto. Se cubre los techos con cubiertas de madera para las naves y piedra para el ábside, aunque a mediados del siglo XI se extienden las cubiertas pétreas por todo el edificio. La influencia más importante que reciba será de la arquitectura lombarda (norte de Italia), con el uso de las llamadas bandas lombardas. Destacan los siguientes ejemplos: Monasterio de San Pedro de Roda (1022), de 3 naves y transepto marcado en planta, bóveda de cañón sustentada sobre columnas sobrepuestas, elevadas sobre un podio. Bajo la cabecera se ubica una cripta. Influencia califal en las decoraciones epigráficas de tipo cúfico o elementos florales. Monasterio de Ripoll (1032), mandado construir por el abad Oliba, uno de los promotores del románico catalán. Destaca por su torre inmensa, sus 5 naves y cabecera con 7 ábsides. El exterior se decora con las fajas o bandas lombardas, realizados por cuadrillas de arquitectos y albañiles lombardos que trabajaban de manera trashumante. Muy restaurada en el siglo XIX. San Vicente de Cardona destaca por la cripta de influencia carolingia. San Clemente y Santa María de Tahull, en el valle de Bohí, destacan por su inmersión en la naturaleza, su torre aislada y los frescos de los ábsides. En el siglo XII es de destacar la Seo de Urgell, al igual que las Catedrales de Lleida y Tarragona como transición del románico al gótico (siglos XII-XIII). Aragón y Navarra Periodo artístico más importante corresponde al reinado de Sancho el Mayor ( ). Del siglo XI destacan el Monasterio de Leyre, con su cripta sustentada por gruesos pilares y el castillo de Loarre, por su capilla abovedada con ábside semicircular e influenciado por las fortificaciones musulmanas. También es interesante San Juan de la Peña por la unión entre la arquitectura y la naturaleza, ya que su claustro de valiosos capiteles prescinde de la cubierta al situarse bajo una roca. La Catedral de Jaca (1075) es una iglesia del camino francés de Santiago muy influyente y decorada en el ábside con ajedrezados, cuyo uso se generalizará y tomará la denominación de taqueado jaqués. Esta iglesia, que influirá a San Martín de Fromista, es de 3 naves separadas por pilares cruciformes y columnas de forma alterna. 3 ábsides semicirculares y en el crucero cúpula sobre trompas reforzada por nervios entrecruzados en el centro. La bóveda románica se perdió siendo sustituida por una de crucería gótica en el siglo XVI. Debemos mencionar, ya en el siglo XII, el monasterio de Eunate por su curiosa forma poligonal.

7 Castilla y León Sólo quedan restos de los conocidos como la 2º generación. En León destaca la Colegiata de San Isidoro de León, construida sobre un primitivo edificio. En 1060 se amplió la parte de los pies, construyéndose un pórtico que más tarde se convertiría en Panteón de los Reyes, decorado con magníficas pinturas al fresco. A finales del siglo XI-XII se terminó de edificar tomando como modelo Jaca, Frómista y Santiago: 3 naves con crucero, destaca por los arcos polilobulados de clara influencia islámica, seguramente realizados por albañiles mudéjares. Conocemos el nombre del maestro Petrus Deustamben. San Martín de Frómista (1066) en Palencia, es uno de los grandes ejemplos del románico español. Mandado por construir por Doña Mayor de Navarra, con claras influencias de la catedral de Jaca pero más armónico por el mayor dominio técnico de los talleres de canteros (ejemplo en la perfección de los sillares). Es de 3 naves con crucero no marcado en planta, bóvedas de cañón en las naves y cimborrio. En la fachada nos encontramos con dos torrecillas circulares de influencia carolingia. Esta iglesia sufrió una excesiva reconstrucción. En la región del Duero la influencia francesa es más intensa, sobre todo a finales del siglo XII. De esta manera la Catedral de Vieja de Salamanca, Zamora, Plasencia, y la Colegiata de toro, están influenciadas de los elementos bizantinos de la zona del Poitou: torres cubiertas por escamas y remate bulboso, cimborrio y cúpulas sobre pechinas. Además en estas iglesias en el tambor se abren ventanas para la penetración de la luz. En Castilla debemos destacar las construcciones segovianas, donde la mayoría de las iglesias tienen un pórtico orientado al sur de sencillas arquerías sobre columnas pareadas. Estos pórticos, al ser zonas frías, solían ser lugar de reunión del concejo. Destacan las iglesias de San Esteban y San Millán. En el siglo XII mencionamos la iglesia de San Vicente de Ávila con claustro y claras referencias góticas; San Juan de Duero en Soria por su pórtico de arcos de herradura entrecruzados de raíz islámica, y Santo Domingo de Soria que imita modelos franceses. Santiago de Compostela Meta de los peregrinos europeos y culmen del Románico español. Sus obras se iniciaron en 1075, con dos interrupciones, y en 1105 fue consagrada por el arzobispo Diego Gelmírez. En su realización, según el Codex Calistinus, trabajaron tres maestros: Maestro Roberto, Bernardo y Esteban. La obra destaca por: Creación de un espacio para la circulación de las masas. Compendio del prerrománico y las innovaciones románicas. La catedral de Santiago sigue el esquema de las iglesias de peregrinación para que el fiel efectúe un itinerario desde la entrada y deambule por la girola y vea el sepulcro del santo. Es de 3 naves (central cubierta con bóveda de cañón y laterales de arista), enorme crucero y girola de grandes proporciones imitando las francesas. El crucero es de 6 tramos en cada brazo, y también es de grandes dimensiones el triforio con arcos geminados. Se busca la funcionalidad para combinar el movimiento de grandes masas con el desarrollo paralelo del culto. Las influencias de la obra son: Del prerrománico asturiano toma los contrafuertes exteriores, después de haberse aplicado en Fromista, y el peraltado de los arcos. La cabecera imita la Catedral de Jaca, y la mezcla de nave central con cañón y arista en los laterales de San Isidoro de León. Del mundo árabe emplea los lóbulos decorativos y la tendencia a la herradura de muchos arcos. Del Románico francés toma la girola, el triforio y la prolongación de las naves en el crucero.

8 Las innovaciones más importantes son las grandes proporciones (100 metros de longitud, 10 metros la central y 5 las laterales) y su altura. También la técnica de iluminación: luminosidad en lo alto de la nave central en contraste con la penumbra del suelo. Escultura románica: La escultura en el arte románico va a estar subordinada al espacio arquitectónico, tanto en los ábsides, capiteles y portadas, y en el mayor de los casos determina la forma. La obra escultórica tiene función de lenguaje, de ilustración en una época en la que los fieles analfabetos leen las historias sagradas en los relieves para acercarse a la fe cristiana ( la biblia de los pobres según San Gregorio Magno). Será fundamental la figura del teólogo que indicaba al artista como debían ser las imágenes que representaba en los distintos programas iconográficos (algunos de fuerte carácter simbólico y complejos de entender, frente a otros programas con clara función docente). En cuanto al estilo, la escultura destaca por su antinaturalismo y la creación de un mundo simbólico, la desconexión de lo representado con cualquier modelo real, fuertemente influenciado por el arte bizantino (sobre todo en el centro y norte de Francia). Modelo rígido y tosco que recuerda a los periodos arcaicos de otras culturas. La falta de volumen y el carácter plano y frontal destacan en el 1º románico, con un olvido de la belleza física para expresar la belleza espiritual de las vivencias religiosas. La técnica más desarrollada es el bajorrelieve. Pero en su evolución la escultura se va haciendo cada vez más naturalista, influenciada por la plástica romana. El principal soporte escultórico serán las fachadas de las iglesias: En el tímpano se desarrolla una escena única en registros horizontales y verticales (Pantocrátor, Tetramorfos, Juicio Final, escenas del Antiguo y Nuevo Testamento ) En las arquivoltas se representan los 24 ancianos del apocalipsis, faenas agrícolas o signos del zodiaco. Las jambas se decoran con relieves, apóstoles, santos En el dintel temas vegetales o geométricos. En el Parteluz Cristo, la virgen o el santo titular del templo. En los capiteles se desarrollan temas vegetales, animalísticos o escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. Los temas más representados son: Pantocrátor: Cristo en majestad, con una mano bendice y con el otro sujeta el libro de las revelaciones (El Apocalipsis de San Juan) o la bola del mundo, dentro de la mandorla mística. Tetramorfos: símbolo de los 4 evangelistas (San Juan-águila, San Marcos-león, San Lucas-toro y San Mateo-hombre). Ángeles que portan los símbolos de la pasión de Cristo. Virgen con el niño. Escuela Francesa: Borgoña: En esta zona destacan la portada de la Magdalena de Vezelay, desarrollándose en el tímpano la escena de Pentecostés (descenso del espíritu santo): las figuras son de canon alargado y los pliegues de los ropajes, que intentan simular cierto movimiento, son muy finos y concéntricos recordando trabajos en marfil de influencia bizantina; el tímpano San Lazaro de Autun es de figuras esbeltas y alargadas realizado por el maestro Gislebertus. El tema central es el Juicio Final con los condenados y elegidos. Estas figuras siguen los parámetros antinaturalistas y simbólicos, salvo el capitel donde aparece Eva escondida entre la maleza, que adquiere cierto naturalismo y expresión adelantándose a su época. El Languedoc:

9 Es la zona más próxima a España y las influencias van a ser recíprocas. Es importante la escultura de San Pedro de Moissac, tanto en los capiteles del claustro como en la portada, donde aparece Cristo en majestad con el Tetramorfos, y los 24 ancianos del apocalipsis sobresaliendo del marco con la cabeza girada hacia la imagen de Cristo. Estilo dramático con expresividad de gestos secos y rotundos. Provenza: La escultura de la 2º mitad del siglo XII va a estar influenciada por el clasicismo, recordando sus imágenes a los sarcófagos romanos (véase San Trófimo de Arles y Sant Gilles Du Gard). En Francia la transición del románico al gótico se puede apreciar en el Pórtico Real de Chartres (mediados del siglo XII): los cuerpos aparecen más estilizados y con los pliegues más agiles en las estatuas, y una serenidad y dulzura que anticipan el humanismo del gótico. Italia: Mencionamos el papel del escultor Benedetto Antelami ( ) y su obra en el púlpito y baptisterio de la Catedral de Parma, claro anticipo de las formas góticas como se puede ver en El Descendimiento. Escultura Románica en España. Se caracteriza por mantener la ambivalencia mostrada en el románico francés: formas antinaturalistas con otras de clara procedencia clásica, desarrollada con el paso del tiempo, junto a iconografías y técnicas tomadas del mundo islámico. Siglo XI: escultura monumental en el camino de Santiago. Es difícil establecer una cronología dado el carácter de talleres volantes que a lo largo del camino de Santiago van creando y dejando muestras de su arte. En estas obras se funden influencias italianas con las inspiradas del prerrománico y que el artista incorpora a su repertorio. En la Catedral de Jaca está la portada del Crismón Trinitario, símbolo de Cristo (círculo de la eternidad con las letras del nombre de Cristo y el alfa y omega) sujeto por dos leones, uno de los cuales cobija bajo sus pies a un fiel que expulsa el pecado de la boca en forma de serpiente, mientras que el otro pisotea un animal fantástico, símbolo del pecado. Realizado en bajorrelieve y con gran tosquedad. San Isidoro de León destaca por el conjunto iconográfico de sus dos portadas: En la puerta del cordero aparece el sacrificio de Isaac al que le salva la fe de Abraham puesto que Dios, viendo que iba a cumplir su mandato, envía un ángel con un cordero. Dios aparece a través de una mano. En la puerta del Perdón se desarrollan el Descendimiento, Marías ante el sepulcro y la Resurrección de Cristo, de clara influencia compostelana. El Claustro de Santo Domingo de Silos (Burgos) fue decorado en dos momentos distintos con la intervención de dos artistas en la realización de los capiteles y machones del claustro: El lado noriental se realizó en el siglo XI: en los capiteles aparecen temas vegetales y anímales híbridos (como las arpías), que demuestran que la fuente de inspiración serán los marfiles y los tejidos orientales y el arte mozárabe. En los machones se desarrollan escenas como la Ascensión, Pentecostés, el encuentro de Emaús o la Duda de Santo Tomás, fuertemente influenciado por la plástica francesa y el arte del marfil. La galería occidental y meridional fue realizada durante el siglo XII. Las imágenes son más naturalistas (Coronación de la Virgen) y las columnas aparecen yuxtapuestas. De finales del siglo XI es la Portada de las Platerías de la Catedral de Santiago, con el tema de las Tentaciones de Cristo, representada como una mujer con la calavera de su amante, y la Pasión de Cristo reflejando su naturaleza humana. Siglo XII:

10 Los centros creados en los años finales del siglo XI dan origen a las escuelas típicas del siglo XII, fundiéndose la tradición local con las que se reciben a través de los caminos de peregrinación. La portada del Monasterio de Ripoll es importante por las figuras dispuestas en una serie de frisos, y por el uso de la línea curva y el altorrelieve, mostrando el gusto del maestro por un espíritu más barroco, más lleno de vida. De este primer momento son la portada de San Pedro el Viejo (Huesca) y Sangüesa (Navarra) de clara influencia francesa por el alargamiento de las figuras, y los capiteles de San Juan de la Peña con sus cabezas redondeadas y expresivas de ojos abultados. Época de transición del románico al gótico: La Cámara santa de Oviedo: en los fustes de las columnas aparecen figuras emparejadas que inician una relación mediante la ligera torsión del cuerpo y los gestos de las manos, se busca la comunicación entre los grupos. La humanización se completa con la variedad de posiciones de brazos y manos, la amabilidad de los rostros y la individualización de los personajes. En San Vicente de Ávila apreciamos la influencia francesa de Chartres. Desde el parteluz preside con los apóstoles, adosados a los fustes de las jambas, y conversan entre ellos. Las figuras se encorvan ligeramente. La culminación se produce con el pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, realizada por el maestro Mateo a finales del siglo XII. De clara influencia francesa y elementos hispanos, la obra asombra por su magnitud y por la delicadeza del trabajo. En el parteluz del arco central aparece el apóstol Santiago sobre una columna con el árbol de Jesse (genealogía de Cristo) y, a ambos lados, figuras de profetas y apóstoles. Los ancianos charlan, las expresiones de los rostros son intensas y se tratan individualmente, con la sonrisa característica del primer gótico (profeta Daniel), y la riqueza de pliegues y cabellos. En el tímpano Cristo mostrando las llagas con los evangelistas, ángeles con los símbolos de la pasión y los 24 ancianos del apocalipsis. La representación anatómica es bastante correcta y naturalista, con un canon estilizado, los pliegues más conseguidos, voluminosos y menos geométricos. Los rostros adquieren cierto poder expresivo, sonríen, dialogan, es decir, hay comunicación. Así, las figuras empiezan a independizarse del marco arquitectónico. También nos encontramos con obras de bulto redondo, en madera policromada, con dos temas principales: 1. La virgen con el niño: frontalmente, sentada en un trono y sobre ella el niño Jesús, sin apenas comunicación o rasgos maternales. La virgen es trono de Dios. 2. Cristo en la Cruz: no da muestras de dolor físico ni moral, es divino, de 4 clavos y claramente influenciado por el arte bizantino. Ejemplo la Majestad Batlló. Pintura Románica. Al igual que la escultura, la pintura va a estar supeditada al marco arquitectónico, desarrollándose en el interior de los ábsides y muros laterales y siguiendo, en líneas generales, los parámetros del arte bizantino. Los temas serán parecidos a los reflejados en las portadas arquitectónicas: Pantocrátor, Tetramorfos, ángeles que muestran la pasión del señor, temas del antiguo y nuevo testamento, escenas de mártires. Técnica: pintura al fresco, sobre el muro, como en el mundo romano. Se recubría la superficie con un compuesto de cal y arena gorda mezclada con agua, que se raspaba una vez aplicado. Encima se extendía

11 el enlucido (capa de yeso fino) que recibía directamente el color. Mientras el artista trabajaba la superficie debía estar bien húmeda. Dibujo lineal: las figuras se realizan con una línea gruesa de trazo ancho, de color generalmente negro, que delimita bien las formas y acentúa la sensación de planitud. Color puro sin mezclas o, a lo sumo, con dos tonalidades. Carencia de profundidad y de luz: las figuras se disponen en posturas paralelas a manera de relleno de un plano. El hecho de que los espacios carezcan de referencias lumínicas refuerza la sensación de intemporalidad y alude a la eternidad. Disposición jerárquica de Cristo y la Virgen, e isocefalia en el resto (todas las cabezas de los personajes a la misma altura). Arte antinaturalista, que continúa la influencia del mosaico bizantino. Ausencia de paisajes o su representación esquemática. Función didáctica y aleccionar al fiel sobre aquello que deben hacer y lo que le espera en caso de desobedecer. Pintura románica catalana: (la mayoría de las obras trasladadas al museo Nacional de Arte de Cataluña). Influencia bizantina de los monasterios benedictinos del sur de Italia. A finales del siglo XI destaca la obra del maestro de Pedret en el ábside de San Quirce de temática apocalíptica. Las obras más reconocidas son los ábsides de San Clemente y Santa María de Tahull (1123) en el valle de Bohí, donde se piensa la posible procedencia italiana del pintor. En san Clemente el Pantocrátor de terrible expresión domina la escena ( Yo soy la luz del mundo ), rodeado por ángeles, evangelistas, apóstoles y la virgen con su copa. En Santa María la virgen sirve de trono de dios, rodeados por la mandorla mística y adorados por los reyes magos. Pintura románica en Castilla y León. Los artistas en Castilla prefieren los colores cálidos y amplían la variedad temática, e incluso en algún momento intentarán imitar el movimiento. Su mayor carácter naturalista quizás se deba a la influencia de las miniaturas mozárabes y francesa. Además aparecen alusiones a paisajes a través de árboles esquemáticos y pobres edificios. En San Baudelio de Berlanga (Soria) nos encontramos con escenas de caza (liebres, ciervos), monteros, un elefante que carga sobre su lomo un edificio.de simbología aún confusa e influenciada por el arte paleocristiano. El Panteón de San Isidoro de León es la obra más completa del románico español ( la capilla Sixtina del románico ). Esta obra, de colores terrosos (rojos, amarillos, gris), negro para los contornos y blanco para los fondos, carece del aspecto sobrecogedor del románico catalán, más naturalista fresca y espontánea, con un claro gusto por lo popular. Los temas que aparecen son el Tetramorfos, la degollación de los inocentes, la anunciación a los pastores, la última cena y la representación de los meses del año como faenas agrícolas. Las pinturas de la Veracruz de Maderuelo (hoy en el Museo del Prado) destacan por su vigoroso colorido brillante y antinaturalismo a la hora de representar el pecado original y la expulsión del paraíso a través de cuerpos esquemáticos.

12 También tuvo relevancia las pinturas sobre frontales de altar, colocados delante de la mesa del altar, de clara influencia bizantina. La madera se recubría con varias capas de yeso que se pintaba al temple con ricos y brillantes colores. Mención al Frontal de la Seo de Urgell y el Frontal de Avia, transición al gótico por su mayor capacidad narrativa.