UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

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1 UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA Principales endoparasitosis gastrointestinales determinadas mediante dos técnicas diagnósticas en cánidos de la ciudad de Misantla, Ver., México Tesis Profesional que para obtener el Título de Médico Veterinario Zootecnista Presenta Gustavo Salazar Grosskelwing Asesores: M. en C. Alvaro E. Peniche Cardeña M. en E. Miguel Canales Rubio Veracruz, Ver. 2005

2 ÍNDICE Capítulo pág. I. Resumen 1 II. Introducción 2 III. Antecedentes 3 IV. Justificación 7 V. Objetivos 7 VI. Hipótesis 7 VII. Materiales y métodos 8 VIII. Resultados y discusión 10 IX. Conclusiones 25 X. Bibliografía 26

3 I. RESUMEN Salazar Grosskelwing Gustavo pp. Principales endoparasitosis gastrointestinales determinadas mediante dos técnicas diagnósticas en canideos de la ciudad de Misantla, Ver., México. Tesis de Licenciatura. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Veracruzana. Asesores: Peniche Cardeña Álvaro Enrique de Jesús y Canales Rubio Miguel. Las parasitosis gastrointestinales comprenden la presencia de diversos protozoarios y helmintos los cuales pueden o no causar enfermedad en los animales. En la ciudad de Misantla, Ver., no hay antecedentes sobre esta problemática en perros, por lo que el objetivo del presente estudio fue determinar la frecuencia de parasitosis gastrointestinales en heces de de cánidos mediante dos técnicas coproparasitoscópicas en la zona urbana. El muestreo se desarrolló en ocho áreas de la ciudad entre los meses de junio y agosto del año Se colectaron 100 muestras fecales encontradas en las calles y se procesaron en un laboratorio particular. El diagnóstico se realizó por identificación morfológica de oquistes o huevos parasitarios mediante las técnicas de Faust y Ritchie. La frecuencia de muestras positivas fue de 93%. Del total de muestras positivas, el 99% presentaron nemátodos, 2% céstodos y 5% protozoarios. Los parásitos encontrados fueron: Ancylostómidos (84%), Trichuris vulpis (35%), Toxocara canis (15%), Spirocerca lupi (15%), Spirometra spp. (2%) e Isospora spp. (5%). El 43% de las muestras presentaron parasitosis simple. En las parasitosis compuestas se identificaron de dos a cuatro parásitos por muestra. La interacción de Ancylostómidos y Trichuris vulpis fue la mas sobresaliente. De las técnicas utilizadas, la de mayor sensibilidad diagnóstica fue la de Faust. En cinco de las zonas muestreadas se observó un 100% de parasitosis. Todas las zonas presentaron entre uno y cuatro tipos de parásitos considerados como zoonóticos. 1

4 II. INTRODUCCION Desde el punto de vista clínico, las parasitosis gastrointestinales comprenden la presencia de diversos protozoarios y helmintos, los cuales por condiciones multifactoriales como patogenicidad, virulencia, carga parasitaria y variabilidad en el sistema inmunitario del hospedador entre otros aspectos, pueden o no causar enfermedad en los animales (Smith y Jones, 1981; Levine, 1983; Cordero y Rojo, 1999). Dentro del ciclo biológico de cada género parasitario, el período de prepatencia es variable; este factor, está directamente relacionado con la signología clínica característica de cada uno de ellos, que puede incluir desde trastornos gastroentéricos de curso agudo a crónico, alteraciones hemáticas de tipo anémico, lesiones cutáneas y viscerales (Georgi y Georgi, 1994), hasta neoplasias (Levine, 1983) e incluso se ha reportado que pueden causar la muerte (Kargia y Kanyari, 2000). Algunos parásitos localizados naturalmente en el tracto gastrointestinal del perro pueden ser considerados desde el punto de vista de la salud pública, como causantes de enfermedades de alto riesgo para el humano como lo mencionan Robertson et al. (2000), debido a que propician una gran gama de presentaciones subclínicas o cuadros y síndromes respiratorios (Minvielle et al., 1999); digestivos (Procive y Croese, 1996); cutáneos (Malgor et al., 1996); viscerales, oftálmicos y neurológicos (Humbert et al., 1995). Debido al estrecho contacto con los niños, estos son uno de los grupo poblacionales mas susceptibles a las zoonosis parasitarias transmitidas por las pequeñas especies (Robertson et al., 2000). 2

5 III. ANTECEDENTES El examen coproparasitoscópico permite principalmente la identificación de diferentes huevos y ooquistes parasitarios; desde el punto de vista taxonómico, en algunas familias su morfología es muy similar por lo que no es factible realizar un diagnóstico fidedigno como género o especie, y el reporte se concreta a manejarlo como grupo parasitario. Dentro de las pequeñas especies, el grupo de los Ancylostómidos se refiere específicamente a la familia Ancylostomatidae, la cual contiene dos géneros de importancia: Ancylostoma spp. y Uncinaria spp. (Dunn, 1983). A nivel internacional diversos estudios epidemiológicos han permitido identificar diferentes helmintos y protozoarios gastrointestinales en perros. Así en Alemania, Barutzky y Schaper (2003) en 8,438 muestras fecales examinadas entre 1999 y 2002 determinaron la presencia de Toxocara canis (22.4%); Ancylostoma spp. (8.6%); Trichuris vulpis (4%); Dipylidium caninum (4%); Capillaria spp. (2.3%); Toxascaris leonina (1.8%) y Taenia spp. (1.2%); en lo concerniente a protozoarios, dichos autores mencionan la identificación de Giardia spp. (51.6%) y Sarcocyistis spp. (9%). Un estudio realizado en Hungría por Fok et al. (2001) en 490 canidos, permitió precisar rangos de prevalencia para Toxocara canis ( %); Trichuris vulpis ( %); Ancylostoma spp. ( %); Capillaria spp. (0-7.3%); Taenia spp. ( %); Toxascaris leonina (0-2.1%) y Dipylidium caninum (0.4-1%). En el sur de Suiza, en 154 perros abandonados se observó la presencia de: Trichuris vulpis (22%), Toxocara canis (14%) y Ancylostoma spp. (5%) (Deplazes et al., 1995). 3

6 En Australia se han reportado frecuencias para Ancylostoma caninum del 51 74%; para Dipylidium caninum del 59%, para Echinococcus granulosus del 22% y para Giardia duodenalis del % (Meloni et al., 1993; Bugg et al., 1999; Brown, 2002). En Gauteng, Sudáfrica además de las especies antes mencionadas, también se ha descrito a Spirocerca lupi (14%) dentro de las parásitos que afectan el aparato gastrointestinal del perro (Minnaar y Krecek 2001). Por otra parte, en Japón se ha comprobado la presencia de Giardia spp. (14.6%) en la población cánida (Itoh et al., 2001). En la costa este de Estados Unidos, en un estudio realizado en 105 clínicas veterinarias particulares, las principales especies identificadas fueron Toxocara canis (3%) y Trichuris vulpis (1.6%) (Smith et al., 1998). En Sudamérica, trabajos en Argentina, Brasil y Venezuela han permitido registrar frecuencias para Uncinaria spp. (16%), para Spirocerca lupi (1.9%) y para Entamoeba spp. (2.9%); asimismo, han establecido rangos por orden de importancia para Ancylostoma spp. (14-24%); Toxocara canis ( %) Trichuris vulpis ( %); Dipylidium caninum ( %); Isospora spp. (2-8%) y Giardia spp. ( %) (Minvielle et al., 1993; Chavier et al., 1997; Oliveira, et al. 2002; Ramírez et al., 2004). 4

7 En el ámbito nacional y derivado de algunas investigaciones, se han reportado frecuencias de presentación en Querétaro, Yucatán, Morelos y el Distrito Federal. Entre las especies mencionadas se tiene a Ancylostoma spp. ( %); Toxocara canis (7.8-30%); Toxascaris leonina ( %); Trichuris vulpis (2-7.4%); Capillaria spp. (1.6%); Taenia spp. ( %); Echinococcus granulosus (0.5%); Dipylidium caninum (0.7-60%) y Coccidias 9.6% (Vargas, 1974; Rodríguez et al., 2001; Fernández y Cantó, 2002; Eguia et al ). En Veracruz, pocos son los estudios realizados en este rubro. En Córdoba, Sosa (1971) reportó frecuencias de 35.5% para Ancylostoma caninum; 13.5% para Toxocara canis; 5% para Dipylidium caninum; 4.5% para Trichuris vulpis; 2.5% para Uncinaria spp. y 1% para Taenia spp. Las infestaciones por las fases evolutivas parasitarias causan diversas manifestaciones clínico-patológicas para el humano; así, Toxocara canis principalmente afecta a niños produciendo lesiones en diversos tejidos bajo la forma de larva migrans (López et al., 2005) de presentación asintomática en la mayoría de los casos (Bachli et al., 2004), o sintomática con expresión visceral y ocular (Despommier, 2003). Otro helminto de importancia en salud pública es el género Ancylostoma spp., el cual provoca un cuadro dérmico-patológico conocido como larva migrans cutánea ó erupción serpiginosa descrito por vez primera por Kirby-Smith et al. (1926); ésta, se define como una infección percutanea caracterizada por una erupción lineal, tortuosa, eritematosa, intensamente pruriginosa principalmente en pies y manos, causada por la migración de la larva infestante de este parásito (Chabase et al., 1995; Richey et al., 1996; Wang y Wang, 2002). 5

8 La sintomatología clínica causada por el estado adulto de Trichuris vulpis (propio del perro); en la mayoría de los casos en el humano, es similar a la descrita para Trichuris trichura (propio del hombre) (Kagei et al., 1986; Singh et al., 1993; Mirdha et al., 1998; Dunn et al., 2002); sin embargo, se han reportado casos de larva migrans visceral para este nemátodo (Sakano et al., 1980). Es probable que esta zoonosis esté subdiagnosticada, puesto que los huevos de Trichuris vulpis y Trichuris trichura son muy similares, a excepción de que el primero, es de mayor tamaño (Dunn et al., 2002). Otro de los helmintos identificado en este estudio y reportado como zoonótico, es Spirometra spp.; en esta parasitosis, el humano se infesta al ingerir de manera accidental agua con copépodos infectados con la fase evolutiva conocida como procercoide (primera fase evolutiva) o bien, por hábitos alimenticios que incluyen el consumo de ranas o serpientes mal cocidas (Lee et al., 2002). La enfermedad es conocida como esparganosis, y consiste en el desarrollo y enquistamiento del plerocercoide (segunda fase evolutiva) en distintos órganos y con distintas manifestaciones clínicas dependiendo de su localización, la cual puede incluir a cavidad torácica (Kamiya et al., 2004); cerebro (Sundaram et al., 2003) tejido subcutáneo (Pampiglione et al., 2003), ojo ( Yoon et al., 2004; Botterel y Bouree, 2003), hueso (Settakorn et al., 2002) y testículos (Sakamoto et al., 2003). Al no tener esta parasitosis una signología clínica definida, el diagnóstico se confunde con el desarrollo de tejido neoplásico (Settakorn et al., 2002). 6

9 IV. JUSTIFICACIÓN Considerando los antecedentes de los trabajos realizados en la entidad veracruzana, y que en la ciudad de Misantla, Ver., no se ha llevado a cabo ningún estudio semejante, la presente investigación tiene la finalidad de obtener información que permita precisar cuales son las principales parasitosis gastrointestinales que afectan a la población cánida y, paralelamente fortalecer los indicadores epidemiológicos en este rubro a nivel estatal y nacional, que conlleven al establecimiento de programas de medicina preventiva y control de zoonosis. V. OBJETIVOS a) General Determinar la frecuencia de parasitosis gastrointestinales utilizando dos técnicas coproparasitoscópicas en muestras fecales de cánidos en la zona urbana de la ciudad de Misantla, Veracruz, México. b) Específicos 1) Determinar la frecuencia y tipo de helmintos presentes en la población en estudio. 2) Determinar la frecuencia y tipo de protozoarios presentes en la población en estudio. 3) Determinar la sensibilidad de las técnicas diagnósticas empleadas VI. HIPÓTESIS Debido a las condiciones climatológicas del Municipio de Misantla, que favorecen el desarrollo de ciclos biológicos parasitarios, se infiere la presencia de helmintos y protozoarios gastrointestinales en la población cánida de esta ciudad. 7

10 VII. MATERIALES Y MÉTODOS La presente investigación se realizó en la ciudad de Misantla, Ver., la cual se localiza a los 19º 56 latitud norte y 96º 51 longitud oeste y tiene una altitud de 300 metros sobre el nivel del mar. Se caracteriza por tener un clima semicálido-húmedo con una temperatura promedio de 27.3 ºC y una precipitación pluvial de 2221 mm/año (Gob. Edo. Ver., 1998). El estudio se desarrolló entre los meses de junio y agosto del año 2005 y para fines operativos del muestreo, la zona urbana de la ciudad se dividió en ocho áreas que comprendieron las colonias Centro (zona 1), Marco Antonio (zona 2), Aviación (zona 3), Prolongación Comonfort y Pedregal 1 (zona 4), Pedregal 2 (zona 5), Benito Juárez (zona 6), FREDEPO (zona 7) y Linda Vista (zona 8) (Fig. 1). Figura 1. Mapa de la ciudad de Misantla que indica la distribución de las zonas muestreadas 8

11 Se colectaron 100 muestras de heces de perro encontradas en la calle de las colonias citadas; se consideró como materia fecal fresca, a aquella que aún se encontrara húmeda al centro, aunque la parte superior de la misma estuviese seca. De cada excremento se tomaron entre 5 y 10 g, los cuales se colocaron en bolsas de plástico con cierre hermético, se identificaron con numeración progresiva, área procedente y se conservaron en refrigeración a 4ºC, hasta su procesamiento en el laboratorio mediante la técnica de Faust, recomendada por Dunn (1983) y la técnica de Ritchie, (formalina-éter), conforme a lo descrito en los manuales de Laboratorio de la Universidad de Kansas*. Cabe señalar, que en el laboratorio particular donde se analizaron las muestras, se emplea el método Directo como prueba de rutina. Para efectos de la presente investigación, se utilizaron las tres técnicas. El diagnóstico microscópico se realizó por identificación morfológica de oquistes, quistes y trofozoitos de protozoarios y huevos de helmintos (Mehlorn et al., 1993). Los resultados se capturaron en una base de datos empleando un programa de cómputo y se analizaron por estadística descriptiva; la frecuencia de animales positivos, se calculó en apego a lo mencionado por Thrusfield (1990). * Animal Parasitology. Biology 625, Laboratory Manual. Kansas University. 9

12 VIII. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los resultados encontrados en el presente estudio, revelan la presencia de parásitos gastrointestinales tanto helmintos como protozoarios, en una proporción superior al 90% de los casos (Grafica 1). 93% Positivos 7% Negativos Gráfica 1. Frecuencia de parasitosis encontrada en las heces recolectadas. Esta frecuencia, es superior al 45% reportado por Gennari et al. (1999) para la ciudad de Sao Paulo, al 33.3% publicado por Minvielle et al. (1993) en Ciudad de la Plata, Argentina y al 32.2% determinado por Barutzki et al. (2003) en Alemania; la diferencia encontrada con los trabajos anteriores, puede deberse a factores climatológicos, a la implementación de programas de desparasitación, a la mayor cantidad de muestras colectadas por dichos autores, o bien a diferencias en la sensibilidad de las técnicas diagnósticas utilizadas. 10

13 En algunas ciudades de México se implementan programas de control de sobrepoblación de cánidos callejeros, ya sea por esterilización, o por eutanasia; este último método, ha permitido realizar diversos estudios para determinar por medio de necropsias, frecuencias de parasitosis gastrointestinales en perros. En la ciudad de Misantla, no existe ningún programa de control de esta naturaleza, lo cual favorece la presencia constante de heces depositadas en las calles; esta situación aunada a su localización en una zona tropical, aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades parasitarias debido a que muchas de las calles de colonias marginales de la ciudad no cuentan con pavimentación, lo que facilita la esporulación de oquistes y huevos, y el desarrollo de larvas parasitarias infestantes (Elsevier, 2001). Lo antes expuesto, puede explicar la alta proporción de muestras fecales positivas a parasitosis reportadas en el presente estudio. En la tabla 1, se observa la cantidad de muestras positivas encontradas por grupo parasitario identificado, así como su porcentaje correspondiente. Tabla 1. Distribución y frecuencia por grupo parasitario en relación al total de muestras positivas. Grupo Positivos (%) Nemátodos Céstodos 2 2 Protozoarios

14 El porcentaje de nemátodos encontrado es similar al 98.8% reportado para la ciudad de Tacuarembo, Uruguay por Malgor et al. (1996), aunque es menor al 59.5% para el noreste de España, mencionado por Arriolabengoa et al. (1992). La frecuencia de protozoarios obtenida coincide con el 5.2% publicado por Vanparijs et al. (1991) en Bélgica, y es ligeramente inferior al 6.3% detectado por Blazius et al. (2005), en Santa Catarina, Brasil. Se ha asociado que una alta cantidad de helmintos gastrointestinales puede propiciar una baja frecuencia de protozoarios dentro del mismo hábitat (Bugg et al., 1999); esto, puede justificar la baja proporción de protozoarios identificados en la materia fecal durante el estudio. Como se aprecia en la tabla 1, los céstodos fue el grupo con menor cantidad de muestras positivas; esto puede deberse a que dentro de su ciclo biológico, la mayoría de ellos liberan proglótidos y no huevos. Además, los métodos empleados son de poca sensibilidad diagnóstica para detectar la presencia de géneros como Taenia spp. y Dipylidium caninum, reportados como los de mayor frecuencia en Norteamérica (Georgi, 1987). Generalmente, el diagnóstico clínico en animales vivos se realiza mediante la técnica de Graham o la de Sloss (Cabrera et al., 2003); los valores mas elevados para céstodos en México, se reportan a la necropsia (Fernández et al., 2002; Eguia et al., 2005) 12

15 En la gráfica 2, se presentan los principales helmintos y protozoarios identificados en el estudio. 100% 90% 80% 70% 60% 84 Toxocara canis Ancylostomidos Trichuris vulpis 50% 40% 30% 20% 10% 0% Spirocerca lupi Spirometra spp Isospora spp Gráfica 2. Principales géneros, especies y grupos parasitarios identificados en el total de las muestras recolectadas La presencia de los géneros Isospora spp., Toxocara spp., Ancylostoma spp. y Trichuris spp. en el estado de Veracruz, ha sido también reportada por Romero et al. (2003), en un estudio realizado en comunidades rurales. La frecuencia encontrada para el grupo Ancylostómidos fue menor al 100% reportado por Hinz (1980) en Bangkok; al 96.6% mencionado por Torres et al. (1974) en Chile, y al 96.3% encontrado por Malgor et al. (1996) en Tacuarembo, Uruguay; sin embargo, es superior al 1.9% observado por Bugg et al. (1999) en Australia, y al 71.9% descrito por Blazius et al. (2005) en Santa Catarina, Brasil. 13

16 Esto puede deberse a las condiciones sanitarias de la población cánida en cuanto a medicina preventiva y a programas de desparasitación se refiere, ya que en países desarrollados donde se han realizado estudios de prevalencia de parasitosis gastrointestinal en perros, se llevan a cabo este tipo de medidas sanitarias por lo que sus frecuencias de presentación son menores (Vanparijs et al., 1991; Deplazes et al., 1995; Bugg et al., 1999; Fok et al., 2001; Barutzki et al., 2003). Por otra parte, la elevada frecuencia de casos para este grupo parasitario, radica en el hecho de la transmisión percutánea de las larvas infestantes viables diseminadas en las calles, lo que implica una mayor posibilidad de contacto e infestación en la población cánida (Cordero y Rojo, 1999); así mismo, en zonas tropicales se reporta una mayor incidencia al final de la primavera, verano y principios de otoño, cuando las características climatológicas son favorables para el adecuado desarrollo de las larvas infestantes, situación que coincide con los resultados obtenidos, y el período de muestreo realizado entre el final de la primavera y durante el verano (Bowman et al., 2004). A nivel nacional, la proporción determinada para Toxocara canis fue ligeramente superior a la reportada en Querétaro por Fernández et al. (2002) y por Eguia et al. (2005), en la ciudad de México, las cuales correspondieron al 13.9% y 13.3%, respectivamente; no obstante, es inferior al 17.4% publicado por Vanparijs et al. (1991) en Bélgica aunque los rangos de frecuencias varían del 21% al 82.6% (O'Lorcain, 1994; Minnaar et al., 2002). 14

17 Una posible explicación a la baja frecuencia de heces con huevos de Toxocara canis, es que la mayoría de perros que defecan en las calles son adultos como lo exponen Cabrera et al. (2003); por otra parte, éstos desarrollan inmunidad contra las fases infestantes, lo cual reduce en gran cantidad su presencia en estado adulto en el intestino (Martínez, 2005). La frecuencia para trichuriasis fue menor a la reportada en Bangkok (54.2%) por Hinz (1980), pero mayor al 4% citado por Barutzki y Schaper (2003) para Alemania y al 34% descrito por Deplazes et al. (1995) en Suiza. Desde el punto de vista clínico, Trichuris vulpis es una especie de menor importancia en relación con los nemátodos anteriormente descritos, debido a que la infestación en la mayoría de los casos es subclínica observándose cuadros patológicos en el perro cuando la infestación es masiva (Elsevier, 2001). En 15 muestras se observaron huevos de Spirocerca lupi; esta proporción es mayor a la reportada en Sao Paulo, Brasil (1.9%) por Oliveira et al. (2002), ligeramente superior al 14% descrito por Minar y Krecek (2001) en Gauteng Sudáfrica, e inferior al 17.8% mencionado por Hinz (1980) en Bangkok; esta situación, permite suponer que la ciudad de Misantla, puede ser un área endémica a esta parasitosis. El único genero de protozoarios identificado fue Isospora spp. cuya frecuencia coincide con la reportada en Bélgica (5.2%) por Vanparijs et al. (1991), e inferior a lo publicado por diversos autores como Blazius et al. (2005) en Santa Catarina, Brasil (6.3%), Bugg et al., (1999) en Perth, Australia (6.9%), Barutzki y Schaper, (2003) en Alemania (22.3%) y por Gennari et al. (1999) en Sao Paulo, Brasil (38.5%). 15

18 El bajo porcentaje de Isospora spp. observado, puede estar asociado al desarrollo de una sólida inmunidad consecuente a una primoinfección en los perros, por lo que infestaciones posteriores pueden no presentar descarga de oquistes (Gennari et al., 1999). Durante el procesamiento de las muestras fecales, Spirometra spp., fue el único genero perteneciente a los céstodos, identificado solo en dos muestras (2%), proporción similar a la encontrada en Corea por Cho et al. (1981). La importancia del hallazgo de este género en el presente estudio, radica en reportar su presencia. En la grafica 3, se aprecian las frecuencias de los diferentes parásitos respecto al total de muestras positivas; en ella, se observa que los resultados son muy similares a lo expresado en la grafica 2, destacando la presencia de Ancylostómidos y Trichuris vulpis. 100% 90% 80% 70% 78.1 Toxocara canis Ancylostómidos 60% 50% Trichuris vulpis 40% 30% 20% 10% 0% Spirocerca lupi Spirometra spp Isospora spp Gráfica 3. Principales géneros, especies y grupos parasitarios identificados en el total de muestras positivas. 16

19 Durante el estudio, se consideró como parasitosis simples o monoparasitosis a las muestras que solo presentaron un género parasitario, y como parasitosis compuestas aquellas que tuvieron dos o más tipos de parásitos (Gráfica 4). 57% 43% Parasitosis simple Parasitosis compuestas Gráfica 4. Frecuencia de parasitosis simple y compuesta del total de muestras positivas, encontradas durante el muestreo. Dentro de los géneros y especies que integraron las parasitosis simples se encontró al grupo de los Ancylostómidos en el 82.5% de los casos, a Toxocara canis y Trichuris vulpis con una frecuencia individual del 7.5%, y a Isospora spp. en el 2.5% de las muestras. Dentro de las parasitosis compuestas, el 83% de los casos estuvieron integrados por dos géneros, especies o grupo parasitario, el 15% por tres y, en sólo en una muestra (2%), se observaron huevos de cuatro parásitos. En las parasitosis compuestas por dos géneros, especies o grupo parasitario, se determinaron tres tipos de interacción: nemátodonemátodo, nemátodo-céstodo y nemátodo-protozoario (Tabla 2). 17

20 Tabla 2. Principales frecuencias de las interacciones en las parasitosis compuestas por dos géneros, especies o grupo parasitario. Interacción Muestras (%) positivas Ancylostómidos - Trichuris vulpis Ancylostomidos - Toxocara canis Ancylostómidos- Spirocerca lupi Ancylostómidos- Spirocerca lupi Ancylostómidos- Isospora spp Ancylostómidos - Spirometra spp Total La interacción de Ancylostómidos con Trichuris vulpis, y Ancylostómidos con Toxocara canis, son reportadas como las más frecuentes en el estudio realizado por Gennari et al. (1999); como se aprecia en la tabla 2, el resultado de ambas interacciones en la presente investigación, coincide con la observación realizada por dichos autores. El único tipo de interacción nemátodo-protozoario se determinó entre Ancylostómidos e Isospora spp.; en el caso de la interacción entre nemátodos-cestodos, los Ancylostómidos se encontraron junto con Spirometra spp., en las únicas dos muestras positivas a este platelminto. 18

21 Dentro de las parasitosis compuestas por tres géneros, especies o grupo parasitario se observaron dos tipos de interacción: nemátodosnemátodos y nemátodos-protozoario, las cuales involucraron diferentes parásitos (Tabla 3). Tabla 3. Principales frecuencias de las interacciones en las parasitosis compuestas por tres géneros, especies o grupo parasitario. Interacción Ancylostómidos -Trichuris vulpis Spirocerca lupi Ancylostómidos -Toxocara canis Trichuris vulpis Ancylostómidos - Spirocerca lupi Isospora spp Ancylostomidos-Toxocara canis Isospora spp Muestras positivas (%) En las parasitosis compuestas por cuatro parásitos destaca la interacción entre Ancylostómidos, Toxocara canis, Trichuris vulpis y Spirocerca lupi. En este sentido, es importante señalar la constante presencia y elevada frecuencia de Ancylostómidos en las diferentes tipos de parasitosis; este hallazgo, denota su capacidad de interactuar con helmintos y protozoarios en un mismo individuo (Cordero y Rojo, 1999; Bowman et al., 2004) 19

22 Aunque las tres pruebas de laboratorio permitieron determinar la presencia de los diferentes géneros parasitarios, la técnica de Faust resultó ser la más sensible al identificar las 93 muestras positivas; por su parte, el método de Ritchie reveló únicamente 84 casos, y el método Directo sólo 66 animales afectados (Tabla 4). Tabla 4. Sensibilidad de las técnicas diagnosticas empleadas en el estudio. Método Sensibilidad (%) Faust 100 Ritchie 90.3 Directo 71 El método de Faust resultó ser mas sensible que las demás técnicas para detectar los nemátodos Toxocara canis, Ancylostomidos y Trichuris vulpis, alcanzando un 100 % de sensibilidad solo para el primer género mencionado, y superior al 90 % para los otros dos géneros (Tabla 5). Tabla 5. Comparación de la sensibilidad diagnóstica entre las técnicas empleadas por género y especie parasitaria identificada. Género y especie Sensibilidad de métodos empleados Directo (%) Faust (%) Ritchie (%) Toxocara canis Ancylostómidos Trichuris vulpis Isospora spp Spirocerca lupi Spirometra spp

23 Basado en un análisis observacional de los resultados presentados en la tabla 5, la técnica de Faust resultó ser el método menos sensible incluso superado por la técnica directa, para el diagnóstico de Spirocerca lupi siendo la técnica de Ritchie la más apropiada para ello; en el caso de Spirometra spp., su sensibilidad fue la mitad de la determinada para el método directo y el de Ritchie. Para Isospora spp. las tres técnicas mostraron sensibilidades similares. La frecuencia de parasitosis por zona, se determinó respecto al número de heces encontradas en cada área; la distribución de ellas, así como sus porcentajes de positividad se presentan en la (Tabla 6). Tabla 6. Cantidad de muestras colectadas, número y porcentaje de muestras positivas por colonia. Colonia Muestras colectadas Muestras positivas (%) Centro Marco Antonio Aviación Prol. Comonfort y Pedregal Pedregal Benito Juarez FREDEPO Linda Vista

24 Como se observa en la tabla 6, la totalidad de las muestras colectas en las colonias Aviación, Pedregal 2, Benito Juárez, FREDEPO y Linda Vista, fueron identificadas como positivas a algún tipo de parasitosis gastrointestinal; aunque la menor proporción de heces con parásitos se presentó en la Col. Marco Antonio. Es importante señalar que en todas las zonas, el grado de parasitosis que se encontró en el excremento de perros en las calles, es alto; situación que representa un riesgo inminente para la salud pública. En la tabla 7, se aprecia la distribución de los principales helmintos y protozoarios identificados en las muestras de materia fecal colectadas por colonia. Tabla 7. Distribución y frecuencia de helmintos y protozoarios identificados en materia fecal por colonia. Colonia Centro Marco Antonio Aviación Prolong. Comonfort y Pedregal 1 Pedregal 2 Benito Juárez FREDEPO Linda Vista Toxocara canis Ancylostoma spp. Géneros y especies (%) Trichuris vulpis Isospora spp Spirocerca lupi Spirometra spp

25 En la tabla 7 se observa, que Toxocara canis presentó un rango entre el 8.3% y 66.7% de positividad, para la colonia Aviación y Linda Vista, respectivamente. La Col. Pedregal 2, fue la única donde no se encontró este parásito. Los Ancylostómidos fue el grupo parasitario de mayor frecuencia y al mismo tiempo el único identificado en las muestras procedentes de las ocho zonas oscilando su frecuencia en un rango del 66.7% al 100% (Tabla 7); este resultado, concuerda con lo obtenido por Cabrera et al. (2003) en un estudio realizado en 11 localidades de Bogotá, donde Ancylostómidos también fue confirmado como el grupo de mayor importancia por su alta frecuencia y distribución geográfica. El segundo parásito con mayor frecuencia en la mayoría de zonas fue Trichuris vulpis, siendo la Col. Pedregal 2, la única que no presentó esta especie, cuyo rango fue del 22.2% al 58.3%. Por su parte, Spirocerca lupi aunque resulto negativo en cuatro colonias, su rango de presentación oscilo del 16.7% al 60% en las áreas con muestras positivas. En lo que al género Spirometra spp. concierne, solo se encontró en la colonia FREDEPO, la cual al no estar pavimentada en su mayor parte, y al localizarse cerca del arroyo Pailte (de aguas negras), facilita el desarrollo del ciclo biológico de dicho céstodo. El género Isospora spp. se encontró en cinco colonias con un valor mínimo del 4.6% y un máximo del 20%. 23