A nivel de las escuelas secundarias y prevocacionales puede afirmarse, sin

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1 7. Los Profesores y La Orientación Vocacional. A nivel de las escuelas secundarias y prevocacionales puede afirmarse, sin ánimo de exagerar, que prácticamente no se realiza investigación vocacional alguna. En el bachillerato tampoco se efectúa una investigación vocacional propiamente dicha, a excepción de la UNAM donde se aplican exámenes psicotécnicos antes de iniciar el estudio profesional de una carrera, pero generalmente una investigación vocacional verdadera no se lleva al cabo casi nunca. En cuanto a la orientación vocacional se reduce a unas cuantas pláticas de algunos profesores y del orientador vocacional de la escuela y, excepcionalmente la orientación se proporciona a los estudiantes que acuden al cubículo del orientador solicitando información de las áreas de carreras, de las posibilidades económicas de las profesiones y de las principales aptitudes que requiere el estudiante, pero sin realizarle las pruebas que permitan descubrir su verdadera vocación, basada en las aptitudes, intereses, motivaciones, metas, ideales y marcos de referencia sociales, económicos y culturales del estudiante. La investigación vocacional debe realizarse en el último año de la educación secundaria y prevocacional o, a más tardar, en los primeros semestres del bachillerato. Fundamentamos nuestra opinión en el hecho de que en el último año de secundaria los jóvenes comienzan a preguntarse Qué es lo que van a estudiar? o a tratar de responder a la misma pregunta que les han formulado muchas personas, incluso los mismos padres. Además, el sólo hecho de estar terminando los estudios secundarios y no tener ni siquiera una idea vaga de qué carrera van a seguir, o para qué tienen aptitudes, crea en ellos una situación de incertidumbre y de confusión que

2 muchas ocasiones, lamentablemente, les orilla a buscar un trabajo y a no continuar los estudios. Verdaderamente es grande la ayuda que se le proporciona al joven en el momento que más la necesita y que puede significar el rescate de una voluntad y el encauzamiento de una vocación y la realización de una persona (De Egremy, Op.cit) Importancia de la actividad orientadora En algunas instituciones educativas la actividad orientadora ha sido relegada como materia de mero tramite, en otros se ha hecho sinónimo de psiquiatría y ubicación y quizás en pocas instituciones se hagan esfuerzos por devolver la trascendente importancia que tiene. Armienta (1979), confiere a la orientación vocacional las siguientes responsabilidades, estimular las vocaciones, solidificar aptitudes e intereses, vincular o ligar niveles terminales de educación con las necesidades de producción de bienes y servicios. A su vez, (Cueli, Op.cit), afirma que esta actividad procura el bienestar individual como la base del bienestar social y sobre todo el aprovechamiento y desarrollo de la potencialidad humana. Podríamos agregar que la actividad orientadora realiza en el nivel de la escuela preparatoria contribuye ampliamente a la articulación y vinculación entre los niveles de enseñanza media y profesional en el mediano y largo plazo, y a dar hombres más realizados y plenos a nuestro país (Jiménez, Op.cit). Las aptitudes, como disposiciones innatas del individuo, nacen con el sujeto, son heredadas al igual que algunas características de la personalidad, como el temperamento, la inteligencia, la sensibilidad, el color de la piel, los ojos, los rasgos físicos, etc., pero los demás factores de la vocación son determinados por el medio

3 ambiente, en consecuencia, la respuesta a Cuándo es conveniente iniciar la orientación vocacional? no puede ser categórica, a riesgo de ser poco científica y sí muy arriesgada, ya que las condiciones ambientales son igualmente variables y por lo tanto diferentes e irregulares, resulta muy difícil poder afirmar cuándo se han constituido ya en factores determinantes de la vocación del joven, por lo que fundamentaremos nuestra respuesta en la valoración de una circunstancia que, siendo muy determinante, se da en un momento definido de la historia educacional del joven: el último año de la enseñanza secundaria o prevocacional, inmediatamente antes de que se inicie el estudio del bachillerato y se vea ante la conflictiva situación de tener que elegir el área de estudio en la cual puede encajar la carrera que quisiera estudiar. Consideramos, por lo tanto, que el momento más adecuado para proporcionar orientación vocacional al joven es, desde el punto de vista de la funcionalidad operacional, en el último año de la escuela secundaria o prevocacional y en los primeros del bachillerato o de la escuela vocacional. Para unos la orientación a de estar confinada al personal técnico de determinados organismos, que tengan como fin orientar profesionalmente, personal constituido por médicos y psicólogos especialmente amaestrados en el examen de sujetos para poder descubrir las aptitudes de que están dotados. Por consiguiente la orientación, en la fase negativa en la que se elimina los sujetos que tienen contradicciones para el ejercicio de un determinado trabajo, a de efectuarse por un medico que conozca no solo el cuerpo humano sino también las formas y las condiciones del trabajo, la fase positiva a de ser realizada por quien posea una adecuada preparación pedagógica y psicológica. Contra estos levantan sus criticas quienes afirman que la orientación se a de confiar al maestro o profesor, que es el

4 único que puede seguir al joven en su desarrollo, puede darse cuenta de sus intereses, conocer sus inclinaciones y sus tendencias (Gamelli, 1956) Influencia de los profesores a) Interpretan empíricamente las aptitudes y la conducta de sus alumnos y sugiriéndoles el estudio de determinada carrera, que según sus personales apreciaciones, es la que le conviene porque para esa "tiene vocación el estudiante". b) La "interpretación" del profesor puede ser equivocada y la orientación que da al alumno respecto a su vocación es, por lo tanto, igualmente errónea. c) EI profesor puede proyectarse en el alumno y pretender realizar en él lo que no pudo alcanzar por si mismo, eligiendo para el joven la carrera que él hubiera querido estudiar. d) En muchas ocasiones el profesor está realmente satisfecho con su profesión y "la recomienda", con honesta intención, a sus alumnos, tengan o no vocación para ella. e) EI profesor es un profesionista de éxito y prestigio en la profesión que desempeña - médico, ingeniero, abogado, etc. y los alumnos ven en esa ocupación en especial, la mejor perspectiva e imitan al maestro eligiendo esa carrera. f) Finalmente puede observarse que el profesor sea un hombre que no haya logrado tener éxito en su profesión, por numerosas razones, quizá por una genuina falta de vocación, y los alumnos perciben no "el fracaso personal", sino a la profesión en si como poco valiosa y, por lo tanto, no adecuada para su estudio. Los orientadores deben adquirir algunas clases de conocimientos básicos y conceptos relativos al mundo del trabajo, así como la facilidad para encontrar fuentes confiables de información.

5 En primer lugar, un orientador necesita saber algo de la estructura del sistema ocupacional. Los conceptos básicos que sirven para diferenciar una clase de trabajo de otra son los de campo y nivel. El campo se refiere a las clases especiales de actividad que distinguen un tipo de trabajo de los demás. Nivel es un concepto más complejo y difícil de definir con preescisión. El concepto de nivel ocupacional se relaciona con lo que solía ser uno de los problemas más difíciles en orientación vocacional. Durante varios años, se hicieron muchas investigaciones que demostraban que muchos jóvenes aspiraban a las carreras y pocos deseaban las ocupaciones de obreros. En consecuencia, una parte de la tarea del orientador consistía en que sus clientes se fijaran metas realistas. La segunda clase importante de conocimientos ocupacionales que los orientadores deben de tener consiste en las tendencias ocupacionales. Al ayudar a que los clientes tomen decisiones vocacionales adecuadas, es necesario estar informado del tamaño de los diversos campos ocupacionales y saber cuales se expanden y cuáles se estrechan. También es importante el conocimiento de las demandas y tendencias locales. Aunque se debe de suponer que el cliente pasara necesariamente toda la vida en su pueblo o país natal, hay que informarlo bien acerca de los planes de carrera que tienen posibilidades en la región y los que no las tienen. A veces, el acceso a los medios de adiestramiento en el área en cuestión, es un factor determinante de la decisión de una Persona, como sucede en el caso del cliente con incapacidades graves que debe vivir con su familia hasta que termine su rehabilitación vocacional.

6 Una tercera clase de conocimientos generales que conviene a los orientadores, consiste en la familiaridad con las investigaciones que se realizan en la psicología y la sociología ocupacionales. Una cuarta clase de conocimientos general que necesita el orientador consiste en los criterios para juzgar la bondad de materiales ocupacionales específicos. Estos criterios lo capacitarán para elegir prudentemente los títulos de su biblioteca ocupacional, si tiene la responsabilidad de instalarla o atenderla y para verificar que la información que obtenga el cliente sea confiable. Al considerar el empleo que hace el orientador de la información de tests en la investigación de las posibilidades del individuo, hemos insistido en que debe haber un lugar el programa del orientador, para el tiempo de pensar y organizar los datos de que dispone, si se quiere que la orientación sea efectiva (Magaña, 1996).