Impacto Ambiental de la minería en la provincia de Teruel

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1 Impacto Ambiental de la minería en la provincia de Teruel Raquel Monleón Cavero Estudiante de Ciencias Ambientales. Universidad de Valencia RESUMEN En este artículo se realiza una revisión bibliografía acerca de la minería en la provincia de Teruel, su desarrollo e impactos. La minería y el sector eléctrico son una de las bases del desarrollo económico de la provincia, por la gran riqueza existente de carbón, arcillas y caolines. La mayor actividad extractiva se localiza en la Sierra de Gúdar-Maestrazgo, cuencas mineras y bajo Aragón. Los inicios de la minería en Teruel datan del siglo XVIII, pero la producción a gran escala de hierro y carbón no se da hasta 1900, debido al problema del transporte. Actualmente no se extrae hierro, pero si lignito como abastecimiento de las centrales terminas situadas en la provincia. Causa un grave impacto ambiental y modifica el medio sobre el que se desarrolla. Además provoca una gran contaminación atmosférica, edáfica (erosión y desertización) y acuática. Una solución al impacto causado es la recuperación de los terrenos abandonados, para que no queden degradados y sin aprovechamiento. La rehabilitación ambiental debe integrarse en los proyectos de explotación minera. Una alternativa frente al agotamiento de los combustibles fósiles y al impacto ambiental que causa su extracción, es el desarrollo de la producción de energía por fuentes renovables y extracciones más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Palabras clave: Minería, Cuencas mineras, Lignito, Caolín, Restauración de minas. INTRODUCCIÓN: HISTORIA Y EVOLUCION DE LA MINERIA EN TERUEL La historia de la minería en Teruel está dedicada al carbón y el hierro en las cuencas de Utrillas-Escucha y Andorra, dentro de la cual están las de Gargallo-Estercuel y Val de Ariño. La minería del carbón aparece en la segunda mitad de siglo XVIII, cuando la utilización del carbón vegetal, va disminuyendo por la sobreexplotación de los bosques y el aumenta la demanda. Los primeros pasos de la minería en Teruel se dan a mediados del siglo XVIII en Val de Ariño con la extracción de alumbre y algunos afloramientos de lignito; y es en el siglo XIX cuando la industria alcanza su gran esplendor, sobre todo en Gargallo. Los inicios fueron problemáticos, pues contaban con pocos medios para la extracción y transporte del material, se desconocían técnicas de explotación y el carbón era de baja calidad. A finales del siglo XVIII aumenta el interés por el aprovechamiento de esta riqueza. Sin embargo, el transporte para la comercialización del mineral constituía un importante problema para la extracción a gran escala. Es en el siglo XX cuando se construyen líneas de ferrocarril que impulsan el desarrollo de la minería en la provincia, que adquiría su mayor auge durante la I Guerra Mundial. En 1900 comienza la extracción a gran escala del lignito. Se crea la sociedad Minas y Ferrocarril de Utrillas, que darían un impulso a la industria española. Esta sociedad construye su propio ferrocarril de Utrillas a Zaragoza. (Albero Gracia, 2004). En 1912, debido a la disminución de la producción de Carbón en Inglaterra, el lignito de Utrillas llegó a nuevos mercados. Sin embargo, las perspectivas de la empresa fueron demasiado optimistas, ya que nunca llegaron a obtener los volúmenes de producción estimados. En 1940 y 1958 se da un espectacular desarrollo de la producción y aumento de la demanda, sobre todo de lignito. Hasta que funcionaron las centrales térmicas, las únicas actividades económicas de la minería eran las extractivas. En la década de los 40 el lignito de la comarca Andorra-Sierra de Arcos se destina a las centrales térmicas, por ello en 1947 se comienza a construir el ferrocarril Andorra- Escatrón para llevarlo a la central de esta última localidad. En 1958 y hasta 1973 el sector sufre una importante crisis. En 1972 las explotaciones pasan a manos privadas

2 y el sector se recupera, aumentando la producción hasta En esta época aparece, en Ariño, la minería a cielo abierto, que ira desplazando a la subterránea. Las centrales térmicas fueron las salvadoras de la minería de carbón, en peligro por el descenso de la demanda. La de Escatrón fue creada en 1952, la de Aliaga en 1958 y la de Escucha en El inicio de la central de Andorra (central Teruel ) en 1979 fue considerada la solución definitiva, siendo la base económica comarcal y provincial. (Albero Gracia, 2004) La minería de hierro comienza a finales del siglo XIX en Ojos negros, que contaba con abundante riqueza y las mayores minas a cielo abierto de España. Se explota desde muy antiguo, pero con el cierre de los altos hornos del mediterráneo desapareció. En 1900 se crea la compañía minera de Sierra Menera para la extracción del hierro, en principio para exportación a Gran Bretaña. La empresa en 1907 construye su propio ferrocarril que transportaría material hasta Sagunto, donde construye un embarcadero. Durante la I Guerra Mundial desciende la demanda. El sector también se ve afectado por la crisis del 29 y por la guerra civil española, durante la cual las minas cierran y la gente abandona las ciudades. Sin embargo, su fin supone un impulso debido a la necesidad de material para reconstruir un país en ruinas. En 1941 se reinicia la actividad del ferrocarril y de las minas. En 1969 hubo un aumento importante de la producción. El declive de la minería del hierro comienza en los años 60. El ferrocarril económico cierra en 1972 a consecuencia de sus limitaciones ante el aumento de la demanda. En 1974 RENFE controla el transporte. Supone la crisis de la siderurgia y la compañía Sierra Menera cierra en Una vez abandonada la extracción del mineral del hierro, la minería turolense depende, básicamente, del lignito. Entre 1914 y 1918 se explota azufre en Libros, en 1918 se explotan minas de pizarras en Rubielos de Mora y en 1920 minas de cinc en Linares y Valdelinares y minas de cobre en Albarracín, Gea y Torrijos. MÉTODOS Se ha realizado una revisión bibliográfica para conocer y presentar cuales son las principales actividades a las que se dedica la industria minera en Teruel, para posteriormente poder evaluar sus impactos en el medio ambiente y plantear posibles soluciones y alternativas. RESULTADOS a) Actividades extractivas de la minería en la provincia de Teruel La minería se localiza, principalmente, en las comarcas de Calamocha (hierro), Cuenca Minera (lignito), Bajo Aragón (lignito, materiales de construcción, caolín y alabastro) y Teruel (materiales de construcción). Los principales productos obtenidos en la actividad extractiva son: Carbón: Las explotaciones se encuentran en Andorra y en la cuenca Utrillas- Aliaga y Ariño. Se extrae lignito negro y, en menor cantidad, hulla. El lignito negro es empleado, sobre todo, para el abastecimiento de las centrales térmicas de Escantrón, Aliaga, Escucha y Andorra. El principal problema del uso de este carbón es su pobreza y alto contenido en azufre, causando problemas ambientales. La explotación a cielo abierto consiste en la remoción del estéril que recubre las capas de carbón para explotarlas. Aproximadamente, el 60% de la extracción se realiza a cielo abierto y el 40% subterránea. Caolín/ arenas caoliníferas: Los yacimientos aparecen en la zona turolense de la cordillera ibérica, principalmente en Camarillas- Alcalá de la Selva y Riodeva. Los productos de la explotación se destinan, mayoritariamente, al mercado levantino para usos cerámicos.

3 Arcillas reflectarías (arcillas plásticas y arcillas con alto contenido en alúmina): Las canteras están en Castellote, Estercuel, Ariño, Oliete, Los Olmos y Tronchón. Las arcillas plásticas son usadas para cerámica, y porcelana. Hierro: Actualmente siguen existiendo reservas de mineral de hierro en las cuencas turolenses, pero ya no se explota. Las minas a cielo abierto más importantes se emplazaban en Ojos Negros. Minerales industriales: Los principales yacimientos son de magnesita, situados en la zona occidental. Recientemente se explota la bauxita, pero carece de interés como mena de aluminio. Hoy en día ya no se explotan los yacimientos de azufre de Libros. Calizas y dolomías: Se usan en áridos y escolleras y producción de cemento. Las principales explotaciones están en Andorra, San Blas, Villafranca del Campo y Valdecebro. El sector cuenta con un importante uso de materiales reciclados de construcción, cuyo uso en obras públicas podría suponer la minimización del impacto ambiental. Rocas ornamentales: calizas (marmóreas o no), areniscas y yesos. Las calizas se explotan en Iglesuela del Cid, Cantavieja, Mosqueruela, Castellote y Puertomingalvo. Explotaciones de piedra natural en Lajas (zona Mosqueruela -Iglesuela del Cid). En la zona de Mosqueruela se explota la roca denominada comercialmente Piedra de Mosqueruela (Gobierno de Aragón, departamento de de Industria, Comercio y desarrollo, 2002) Alabastro: Existen explotaciones en Albalate del Arzobispo, la Puebla de Hijar y Azaila. La expansión de este sector en Teruel es muy notable. Arcillas comunes: Muy abundantes, pero su explotación está condicionada por la proximidad a los centros de consumo. Hay yacimientos en Galve, Alcañiz, Castellote, Las Parras de Castellote y Alacón. Las explotaciones normalmente son pequeñas y de gran movilidad, apareciendo numerosos frentes abandonados sin restaurar. Areniscas y cuarcitas: Se usan como rocas de construcción y ornamentales. Hay explotaciones de areniscas en Iglesuela del Cid y Mosqueruela. Gravas y arenas: Las explotaciones, normalmente, aparecen cercanas a los centros de consumo. Se usan en obras públicas, construcción y fabricación de hormigones. Gas natural: En la actualidad no existe podrucción, pero entre 1995 y 1998 se construyó un gaseoducto de las Cuencas Mineras para el suministro a Teruel y provincia. Esto permite la eliminación de las plantas satélite y los camiones cisterna que realizan el suministro. El cierre de explotaciones de hierro y carbón ha supuesto el descenso de la producción minera, pero está compensado por el aumento de las explotaciones de rocas industriales. El subsector de la minería energética (carbón) es el de mayor importancia económica en la minería turolense. b) Impactos ambientales La minería ha constituido una de las bases del progreso en la provincia de Teruel. Sin embargo, cualquier actividad minera da lugar a un cierto cambio en la naturaleza y provoca un determinado impacto ambiental. La magnitud de los impactos ambientales ocasionados dependerá del emplazamiento y la extensión de la explotación, el método empleado, el recurso extraído, rendimiento de los sistemas de generación, eficacia de los sistemas correctores de contaminación y características y valor del entorno natural afectado. Se trata de una actividad capaz de modelar el paisaje, la cultura y la vida social de aquellas zonas en las que se realiza. Los carbones son uno de los recursos mineros mas explotados en Teruel, por eso la mayor preocupación ambiental surge entorno a ellos. Las minas a cielo abierto tienen un mayor impacto ambiental que las subterráneas, debido a que aumentan la producción de residuos y alteran la capa superficial natural, que permanece intacta en las minas subterráneas, ya que exigen la apertura de grandes huecos. Después de la extracción quedará un paisaje desolado y carente de

4 vida. Además la erosión provocada por partículas en suspensión en el agua afecta a la agricultura, ya que liman las superficies de cultivo y las esterilizan. Otro problema de las canteras es que, al estar cerca de las poblaciones, el polvo, gases, ruidos y vibraciones que se generan causan enfermedades respiratorias o del sistema nervioso. El constante paso de camiones cerca de los municipios causan molestias a la población. Las emisiones de polvo provocan impactos en el desarrollo de la vegetación, los cultivos y molestias en los animales de explotaciones ganaderas cercanas. En las canteras la restauración no se puede realizar hasta las etapas finales de la explotación y no pueden usarse los desechos de la extracción para el relleno de los huecos que deja la extracción, porque todo el material es usado en industria y construcción. A pesar de que los impactos de la minería subterránea sean menores, también provoca efectos negativos, no menos importantes. En general los principales impactos ambientales, de las explotaciones mineras son: - Impacto visual y ocupación de terrenos: Excavaciones superficiales, escombreras e instalaciones industriales. Efectos edáficos negativos en los alrededores de la explotación. Transformaciones en el relieve. - Impactos en las aguas: Modificación ciclos hidrológicos naturales, cursos de agua y acuíferos, modifica la escorrentía. Contaminación de aguas subterráneas. Cambios en la acidez del agua. Contaminación por sólidos en suspensión y metales pesados. Alteraciones del nivel freático. Efectos sobre fauna y flora acuática. - Generación de estériles y residuos peligrosos. Los grandes huecos de las canteras pueden ser empleados como vertederos urbanos. Las presas que almacenan los efluentes líquidos procedentes de plantas de tratamiento pueden sufrir roturas. Los residuos estériles de las explotaciones plantean problemas de almacenamiento y abandono. (Ayala Carcedo, López Jimeno, Vadillo, 1996). - Movimientos de terreno: Deslizamientos, desprendimientos o hundimientos de tierras. Riesgos de subsidencia. - Las minas a cielo abierto provocan un daño irreparable en la fauna por los cambios en el hábitat, que provocan la muerte y la emigración. - Destrucción de la superficie de suelo fértil perjudicial para plantas autóctonas. Deforestación. - Contaminación atmosférica: sólidos en suspensión, gases, polvo, ruido y vibraciones también en las minas interiores. - Alteración y destrucción de lugares considerados como patrimonio cultural y social. Perdida de patrimonio etnológico, paleontológico, arqueológico y natural. El gran crecimiento de los sectores de la construcción y la ornamentación y el desarrollo de infraestructuras aumentan las explotaciones a cielo abierto, sustituyendo a la minería subterránea. El Maestrazgo turolense sufre un aumento del número de canteras, lo que agrava los problemas por las extracciones masivas de caolín debido a la gran demanda de empresas de azulejos y de losas para la construcción, requeridos principalmente por el litoral levantino. La zona de Val de Ariño muestra grandes huecos y escombreras. En esta zona se puede observar el impacto de la minería del lignito, así como algunos trabajos de restauración ambiental. En la zona de Ojos Negros también son visibles los huecos y escombreras. La extracción de rocas ornamentales genera graves problemas para el medio ambiente (huecos, caminos, escombros ), sin la contrapartida de que la industria generada repercuta en Aragón. Las reservas de gravas y arenas son importantes, pero los condicionantes medioambientales son cada vez mayores en unos cauces cada vez mas deteriorados. Otro problema de la minería turolense son los impactos ambientales de la central térmica Teruel, debido a los elevados contenidos en azufre de los lignitos autóctonos que consume y que ocasionan problemas como la lluvia ácida. Los problemas ambientales empeoran cuando las empresas no cumplen con la normativa medioambiental, y se pueden dar casos de empresas que prefieran pagar

5 las multas a restaurar adecuadamente. Un ejemplo de incumplimiento son las empresas de arcillas y canteras existentes en el término municipal de Castellote (Teruel). En el año 2006 ecologistas en acción de Teruel presentó alegaciones contra un proyecto de explotación de arcillas en Aliaga y por la instalación de una cantera en Allepuz por poner en peligro la integridad ambiental de dichas zonas. No siempre se tienen en cuenta las mejores zonas de extracción. La extracción de carbón en Teruel es un ejemplo de haber primado el aprovechamiento del recurso sin valorar justamente otros valores afectados. DISCUSION. ALTERNATIVAS Y SOLUCIONES A LOS IMPACTOS La mayor parte de los problemas derivados de la actividad minera persisten durante mucho tiempo. Por ello es importante actividades correctoras. Algunas soluciones son: La reforestación de las cuencas mineras: Produce beneficios como la producción de riqueza maderera, producción de biomasa, restauración ambiental y paisajística de antiguas minas a cielo abierto, impulso al turismo, mejora de la calidad de vida en las comarcas mineras ya que mejora la calidad del aire y la disponibilidad del agua e impide la erosión y desertización. La erosión es un grave problema en la mayor parte de la provincia de Teruel. La arborización de los taludes de la escombrera en masas forestales, permite su posterior uso agrícola. Se recomienda la plantación de especies productivas u ornamentales, sobre todo, especies autóctonas y de cultivos agroenergéticos. Restauración y rehabilitación de antiguas minas y escombreras: Es necesario combinar en la actividad minera, desde su inicio, la extracción de material con la protección del medio ambiente. En España, desde el año 1982, se obliga a que todas las actividades extractivas realicen trabajos de restauración. La minería de transferencia (recuperación de una zona del yacimiento mediante los materiales de la extracción de la zona siguiente) permite la extracción y la restauración de las zonas ya explotadas, casi simultáneamente. En la restauración se suelen usar los estériles generados para rellenar los huecos que causa la extracción, los cuales también son usados como vertedero para materiales inertes. Es necesario conocer los condicionantes geoecológicos y culturales del entorno. Las actuaciones básicas de la restauración son la estabilización de los taludes de los huecos excavados antes de la restauración mediante medidas de refuerzo, descompactación y preparación de suelos, retirar suelos contaminados, remodelación topográfica, implantación de una cubierta vegetal, desmantelamiento de estructuras residuales, tratamiento de residuos, control de erosión y mejora de drenajes, aportación de suelo, eliminación de vegetación inadecuada, enmiendas y fertilización, reforestación, mejoras del hábitat para la fauna como la introducción de materiales orgánicos que son fuente de recursos. Para mejorar la calidad de las aguas y la riqueza paisajística y de la biota del lugar una solución son los pantanos y humedales. Las plantas propias de estos hábitats contribuyen a la depuración de las aguas, reducen la acidez de las aguas y pueden acumular grandes cantidades de metales pesados. La finalidad de la restauración es integrar los terrenos modificados morfológicamente en el entorno, recuperar el paisaje original y que los terrenos resulten rentables para usos agrícolas, forestales, industriales u ocio (Figura 1).Pero en realidad, la restauración no va a poder devolver los terrenos afectados a su estado original.

6 Figura 1. Ejemplo de restauración de terrenos en las minas de Gargallo. Fuente: Inés Lasala González Minas y Ferrocarriles de Utrillas, S.A. usa para la restauración de sus minas de carbón a cielo abierto la compartimentación de las áreas restauradas, dividiéndose en cuencas hidrológicas independientes. Las cuencas están reguladas internamente en los antiguos huecos de explotación, restaurados como embalses que actúan como estructura de seguridad, que amortigua los picos de crecida y retienes sedimentos. Así, las laderas se mantienen estables y guardan la humedad necesaria para el desarrollo de la vegetación (Nicolau Ibarra, 2003). Extracciones a cielo abierto más ecológicas: Las extracciones a cielo abierto dejan un paisaje que no va a ser posible recuperar por completo. Por ello, se deben realizar extracciones selectivas de materiales, uso de redes de drenaje y depuración de vertidos, mantenimiento de diques de contención de lodos, reducción de emisiones de polvo, reutilización de los escombros para materiales de construcción, carreteras, fertilizantes o combustibles. También adecuar la ubicación de escombreras acorde con las características geotécnicas de la zona. (Ayala Carcedo, López Jimeno, Vadillo, 1996). Realizar una valoración adecuada de las alternativas: Diseñar proyectos de extracción en zonas donde causen el menor impacto visual posible y la restauración final sea más completa. Seria aconsejable establecer cotos mineros para concentrar las explotaciones en zonas donde los impactos sean menores. La existencia de un recurso en una zona no implica que se tenga que extraer, sin haber tenido en cuenta antes los posibles efectos negativos que se van a causar. Informes de impacto ambiental: La evaluación de las actividades de extracción con estos informes contribuye a evitar posibles errores y deterioros durante el proceso. Además se debe realizar una gestión del sector minero más respetuosa con el medio natural mediante el aprovechamiento integral de las materias primas, reciclado de los materiales de desecho, utilización eficiente de la energía, explotación racional de los yacimientos y planificación del abastecimiento de minerales según el crecimiento de la población y la demanda. Es importante asegurar que todas las explotaciones cumplen con la legislación ambiental (Ayala Carcedo, López Jimeno, Vadillo, 1996). Remediación: Para solucionar los problemas que la restauración no ha sido capaz. Se basa en la estimulación de la formación de micorrizas, uso de lodos ricos en nutrientes o añadir cal para neutralizar la acidificación. Posteriormente se realiza la revegetación. Como consecuencia de los impactos provocados por esta actividad, algunas posibles alternativas para su sustitución son: Centrales eléctricas a partir de biomasa: La biomasa puede provenir de agricultura, ganadería (purines de cerdo), forestal o de cultivos agroenergéticos. Su combustión libera anhídrido carbónico, que no contribuye

7 al efecto invernadero. No produce óxidos de azufre y la productividad de óxidos de nitrógeno puede limitarse tecnológicamente. Teruel cuenta con grandes expectativas en este ámbito, ya que el Maestrazgo, bajo Aragón, sierra de Gúdar y de Albarracín pueden ser explotadas para su obtención. En Andorra y Escucha se podría establecer una planta de co-combustión de estériles y carbón, junto con productos de cultivos agroenergéticos. Uso de energías renovables: La crisis de la energía nuclear y el inevitable agotamiento de los combustibles fósiles producen la necesidad de promover estas fuentes de energía y potenciar la investigación y el desarrollo de tecnologías limpias y eficaces. Su uso hace que aumente la superficie forestal, haya menos incendios, porque se limpian los bosques, y se reduzcan las emisiones de CO 2. A parte de la biomasa, otras fuentes para generar electricidad son: la eólica usa aerogeneradores para transformar la energía cinética del viento en energía mecánica; la geotérmica usa el calor interior de la tierra para calentar el agua de los acuíferos y producir vapor; la solar térmica se basa en la concentración de la radiación solar y aprovecha el calor generado para generar vapor, que mueve las turbinas; la solar fotovoltaica usa materiales semiconductores que producen corriente eléctrica al ser iluminados; la hidráulica aprovecha la fuerza del agua. No producen emisiones, ni residuos contaminantes, pero tienen desventajas como la necesidad de almacenamiento en la solar, el impacto en la fauna de los ríos en la hidráulica, impacto paisajístico en la eólica o que no siempre se obtiene la potencia deseada. La fundación CIRCE propuso la creación de un instituto de Energías Renovables en las cuencas mineras, para diseñar, promover y regularlas. Gasificación subterránea: Permite obtener la energía del carbón sin extraerlo. Consiste en una cámara dentro de la veta de carbón, en la que se inyecta oxigeno a presión y agua pulverizada. Se obtiene un gas rico en monóxido de carbono, hidrogeno y otros elementos como metano. Este gas, tras una desulfuración, puede usarse para producir energía eléctrica o como combustible. Emite cantidades muy bajas de gases contaminantes. Su desarrollo seria una de las formas mas ecológicas de usar el carbón para obtener energía eléctrica y generar hidrogeno como energía renovable. El sistema de gasificación en canal fue experimentado a finales de los 90 en la mina de Alcorisa (Teruel). Para la solventación de los impactos es necesaria la concienciación ciudadana acerca de la protección ambiental del entorno, que será lo que lleve al desarrollo sostenible de Teruel. Un ejemplo es la puesta en marcha en la Comarca del Maestrazgo de la Agenda 21 Comarcal. CONCLUSIONES La minería constituye una de las principales fuentes económicas de un territorio despoblado como es Teruel. Por ello, a pesar de los impactos que ocasiona en aguas, suelos y atmósfera, y las graves alteraciones en ecosistemas, actualmente no seria viable prescindir totalmente de ella. Es necesaria la búsqueda de alternativas de producción energética y recuperación adecuada de terrenos afectados, para que puedan ser usados para otros fines. Para un mejor reciclaje de estos terrenos es importante que las empresas lo consideren en sus proyectos de extracción y que cuando los inicien prevalezca el respeto y conservación del medio ambiente, considerando todos los daños y las alternativas posibles, así como la calidad de vida de los habitantes de las zonas afectadas por la contaminación. Para un desarrollo sostenible de esta actividad es fundamental la inversión en el desarrollo de tecnologías limpias y renovables. La extracción debe estar regulada por legislación con estudios de expertos que evite un expolio indiscriminado de los recursos endógenos de la provincia.

8 La concienciación ciudadana es básica, por el impacto socioeconómico que se genera, y porque el ahorro de energía es uno de los principios para evitar el destrozo masivo ocasionado y para que se puedan realizar explotaciones sostenibles. AGRADECIMIENTOS Se ha utilizado una parte de las prácticas de campo de la asignatura de geografía física, desarrollada por compañeras de clase. También agradecer a Inés Lasala González su aportación fotográfica. BIBLIOGRAFIA Albero Gracia, J Minas y mineros de Teruel. Editorial Montalbán, Teruel, 111 pp. Ayala Carcedo, F.J López Jimeno, C., Vadillo, L., Manual de restauración de terrenos y evaluación de impactos ambientales en minería. Publicación Madrid, Instituto Tecnológico GeoMinero de España, 321 pp. Gobierno de Aragón, departamento de de Industria, Comercio y desarrollo Patrimonio geológico- minero de Aragón. Dirección y supervisión: Dirección General de Energía y Minas, Servicio de Minas e Investigación Minera. Editorial Zaragoza, Departamento de Industria, Comercio y Desarrollo, 223 pp. Nicolau Ibarra, J. M Diseño y construcción del relieve en la restauración de ecosistemas ecosistemas degradados: una perspectiva ecológica. Coord. por Tíscar Espigares Pinilla, José Manuel Nicolau Ibarra, José María Rey Benayas,