Revista trimestral de adultos

Transcripción

1 Revista trimestral de adultos Claves para resolver los problemas de la iglesia Un estudio en 1 Corintios PROPÓSITO DEL TRIMESTRE: El estudiante de la Biblia reconocerá la raíz de los problemas de la iglesia y para resolverlos, buscará aplicar las soluciones inspiradas por Dios. SEPTIEMBRE 6 El problema de las divisiones en la iglesia El problema de la sabiduría humana El problema de la inmadurez carnal El problema de la crítica juiciosa OCTUBRE 4 El problema de rechazar la disciplina de la iglesia El problema de las contiendas sin resolver El problema de los matrimonios rotos El problema del abuso de libertad NOVIEMBRE 1 El problema del sostén inadecuado El problema de la adoración desordenada El problema de los miembros disfuncionales El problema de los seguidores egocéntricos El problema de los creyents incrédulos Vol. 102, No. 4, trimestre de otoño, Editor en jefe: Kyle W. Elkins, kyle.elkins@bogardstore.org Gerente de negocios: Wayne Sewell, wayne.sewell@bogardstore.org 2015, Bogard Press, 4605 N. State Line Ave., Texarkana, TX

2 About the Writer El Dr. David Robinson nació en Greenville, Mississippi y creció en Hot Springs, Arkansas. Se convirtió al Señor en 1956 y fue bautizado por la Iglesia Bautista Misionera Cones Road. Se graduó del Colegio Hot Springs, asistió a la Universidad de Mississippi, y en 1966 se graduó del Seminario Bautista Misionero de Little Rock, Arkansas, obteniendo los títulos de Máster y Doctor en idiomas bíblicos. Se rindió a predicar en 1960 y fue ordenado al ministerio del evangelio en diciembre de Ha pastoreado iglesias en el sur y el centro de Arkansas. De 1967 a 1999 sirvió como profesor en el Seminario Bautista Misionero. De 1978 a 1988 fungió como Registrador del seminario, y de 1988 a 1999 como Rector y Editor del periódico Missionary Baptist Searchlight. De 1992 al 2007 sirvió como Capellán de la Oficina del alguacil del Condado de Pulaski. En 1999 y en el 2000 sirvió en el Comité de Escuela Dominical de la ABA. Ha fungido como Parlamentario de la ABA desde Actualmente es pastor de la Iglesia Bautista Misionera de Little Rock, Arkansas, donde ha servido desde Ha escrito la literatura de Escuela Dominical de jóvenes y la revista trimestral de adultos del Curso Bautista de Capacitación y actualmente escribe la literatura de Escuela Dominical de adultos usada en las iglesias de la Asociación Bautista Americana. Él puede ser contactado en drobinson@aristotle.net.

3 Asociación Bautista Americana Lecciones de escuela dominical, Serie a traves de la Biblia Invierno Primavera Verano Otoño 2015 Salmos Gálatas 1 Reyes Crónicas Reyes 1 13 Joel; Abdias 1 Corintios Proverbios Eclesiastés Cantares 2 Corintios Lucas 1 13:21 Lucas 13:22 24 Isaías Crónicas Reyes Nahum Isaías Reyes Crónicas Sofonias Oseas; Amós; Miqueas; Jonás; 2 Reyes Crónicas Filemón Filipenses Colosenses 2018 Efesios 1 Timoteo 2 Timoteo Tito Jeremías Lamentaciones 2 Reyes 24; 25 2 Crónicas 36 Juan Juan Esdras; Nehemías Habacuc; Hageo Malaquias; Ester 1 Pedro 2 Pedro 1, 2, 3 Juan Judás 2020 Daniel Ezequiel Zacarías Apocalipsis 1 7 Apocalipsis 8 22 Génesis 1 11 Job 2021 Génesis Mateo 1 13 Mateo Éxodo 2022 Romanos Levitico Números Deuteronomio Hebreos Josué Jueces Rut 2023 Hechos 1 14 Hechos Samuel 2 Samuel Crónicas 1 10 Marcos Marcos Samuel Crónicas Reyes 1; 2 Santiago 1 Tesalonicenses 2 Tesalonicenses Salmos 1 72

4 6 de septiembre, El problema de las divisiones en la iglesia Texto: 1 Corintios 1:1-31 Enfoque: 1 Corintios 1:1-8, 10-13, 17, 18, Versículo clave: Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:10 Devocional del domingo: Un mismo sentir según Cristo Jesús, Romanos 15:5, 6. Objetivo: La predicación de la cruz debe ser el tema central de nuestra predicación y enseñanza, el propósito principal de nuestras actividades y el eje central de nuestra unidad. UNA PRIMERA MIRADA A medida que iniciamos nuestro estudio en 1 Corintios, lo primero que necesitamos saber es que este libro fue escrito por el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto. Pablo dirigió la organización de la iglesia de Corinto, y su ministerio ahí se documenta en Hechos 18:1-18. Pablo siguió ministrando en Corinto durante dos años más. Después que Pablo se fue surgieron muchos problemas en la iglesia. Este trimestre nuestras lecciones consistirán en el análisis de algunos de estos problemas dándole un énfasis específico a las soluciones divinamente dadas. Toda iglesia tiene problemas porque todos los hombres son pecadores. No hay iglesias perfectas simplemente porque no hay personas perfectas. Dios no espera que no tengamos pecado, pero sí espera que lo enfrentemos. Devocionales diarios L. La sabiduría insensata del mundo 1 Corintios 1: M. El tesoro escondido de la sabiduría, Colosenses 2:1-3. M. La bendición de la unidad, Salmos 133:1-3. J. Sabiduría sin altivez, Romanos 12:16. V. Guarde la unidad del Espíritu, Efesios 4:1-3. S. La alegría de tener un mismo sentir, Filipenses 4:1-4. 4

5 Texto: 1 Corintios 1: También espera que enfrentemos los problemas que de vez en cuando surgen en Sus iglesias. No hay ninguna causa específica para todos los problemas de la iglesia de Corinto. De igual manera, las soluciones para los problemas de una iglesia no son aplicables a todos los problemas de todas las iglesias. Pablo no ofreció una solución simple a estos asuntos difíciles. Si no se enfrentan, los problemas no solo crecerán, sino que el resultado puede ser desastroso para cualquier iglesia. Dios trató los problemas de Corinto de una manera realista y práctica, y nosotros podemos aprender mucho sencillamente analizando cada propuesta, divinamente inspirada, usada para resolver cada problema. A medida que estudiamos estos pasajes, debemos recordar que los problemas nunca son un si los hay; son un cuándo los hay. Cuando enfrentamos problemas en nuestras vidas personales o en nuestro trabajo, junto con otros creyentes en el compañerismo de la iglesia, debemos referirnos a 1 Corintios como modelo para encontrar soluciones bíblicas. Estudie atentamente estas lecciones en actitud de oración y aprenda bien estas verdades. Todos las necesitamos. Comenzamos con una mirada al problema de la división dentro de la iglesia. UNA MIRADA MÁS CERCANA I. El agradecimiento de Pablo 1 Corintios 1: Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2. a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 3. Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 4. Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5. porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6. así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros,

6 6 El problema de las divisiones en la iglesia 7. de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; 8. el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Esta carta comienza con un hecho veraz. Sabemos que fue Pablo quien la escribió y que iba dirigida a la iglesia de Corinto. Es importante recordar que la Biblia fue escrita a personas reales. Estas no son historias ideadas cuidadosamente en las mentes de los hombres. También debemos notar que detrás de la autoridad humana está la mano infalible de Dios. Pablo fue inspirado por Dios a escribir esta carta. Aunque está en el formato de carta o epístola, con todo, es estrictamente ilustrativa para todo el que la lee. Estas palabras se dirigieron primero a los corintios, pero igualmente se aplican a toda iglesia que se haya encontrado a sí misma en una situación similar. Pablo era un apóstol o uno enviado por Jesús. Jesús es el Príncipe de Paz el cual está interesado en el crecimiento de su reino aquí en la tierra. Pablo comenzó esta carta con una bendición de gracia y paz. La gracia, un favor inmerecido, y la paz que sobrepasa nuestro entendimiento, son solo posibles a través de nuestras relaciones con Jesucristo. Este es un llamado claro a volver a la verdad fundamental. Si hemos probado la gracia de Dios y la paz de Dios mora en nuestros corazones, estamos listos para enfrentar cualquier problema. Aún en lo profundo de los problemas, siempre hay cosas por las cuales debemos estar agradecidos. Pablo le dio gracias a Dios por la gracia que les fue dada a estas personas. Él agregó palabras de agradecimiento por la relación enriquecedora que la iglesia tenía con Jesucristo. A las personas de Corito, Dios les había añadido conocimiento y locución, la capacidad de hablar claramente. Esto los había equipado apropiadamente para la labor de difundir el evangelio en su malvada ciudad. Pablo terminó su salutación más allá de los problemas vigentes de Corinto hacia el día de Jesús. Esto hace referencia a la segunda venida del Señor y a la perfección que será parte de la obra entera de Jehová en ese momento. Todos los hombres son pecadores, y como tales, deben enfrentar la culpa y la dificultad del pecado en el

7 Texto: 1 Corintios 1: transcurso de esta vida. Ese gran día serviremos a Jehová, libres de las dificultades impuestas por una naturaleza pecaminosa. Dios es fiel. Al final, prevalecerán la voluntad y el camino de Dios, sin importar lo que hagan los hombres o lo que dejen de hacer. Somos llamados al compañerismo o a compartir la labor del Hijo de Dios. Este llamado no fallará. Ciertamente podemos encontrar muchos problemas aquí en la tierra, pero al final, seremos llevados al conocimiento pleno y a una solución divinamente impuesta a todo problema. II. Salomón hace una petición 1 Corintios 1:10-13, 17, Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. 12. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13. Acaso está dividido Cristo? Fue crucificado Pablo por vosotros? O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 17. Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. 18. Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pablo abordó directamente el primer problema. Había divisiones o disensiones en la iglesia de Corinto. Los miembros de la casa de Cloé le habían notificado este problema a Pablo. Evidentemente, no había razón alguna para que Pablo no creyera los informes que había oído. Esta práctica era consistente con la reputación de esta iglesia. La división parecía radicar en los distintos predicadores que habían ministrado en Corinto. Pablo, Cefas (la palabra del latín para Pedro) y Apolos habían estado ahí físicamente. Estos tres hombres habían predicado a Cristo ahí. Los creyentes de Corinto se habían identificado con uno de estos tres predicadores y estaban divididos en cuanto a lo que opinaban de los tres. Otros habían tratado de tomar una súper carretera y simplemente decían que solo serían

8 8 El problema de las divisiones en la iglesia identificados con Cristo. El problema no radicaba en identificarse con el predicador correcto; radicaba en identificarse con cualquiera de ellos al punto de excluir el ministerio de los demás. Pablo, Pedro y Apolos eran hombres distintos, y esto se evidenció en sus ministerios. Pablo era un predicador poderoso debido al peso de sus ideas, pero su voz no era poderosa y su presencia física no era particularmente atractiva (2 Co. 10:10). Pedro era un pescador llamado a ser apóstol. Era un hombre común, y como tal, probablemente atraía a otros como él. Pedro probablemente tenía una manera coloquial de expresarse. Por la forma de hablar sabemos que se le identificaba como galileo (Mt. 26:73). Apolos era un experto en oratoria. Tenía destreza usando el Antiguo Testamento y tenía una forma expresiva de comunicar lo que sabía (Hch. 18:24). Es fácil ver cómo cada uno de estos hombres pudo desarrollar seguidores. Todos tenemos nuestros gustos y nuestras aversiones y así es como debe ser. El problema surge cuando confundimos nuestras preferencias personales con las doctrinas de la Palabra de Dios. Puede que los hombres estén divididos, pero Cristo no. Puede que los hombres hagan acepciones de personas, pero Dios no. Cuando este tipo de división llega a la iglesia, ésta necesita volver a la verdad fundamental. Pablo claramente declaró que la persona que administraba el bautismo, no era importante. Él estaba agradecido por solo haber bautizado personalmente a unos pocos. Específicamente mencionó a Crispo, a Gayo y la casa de Estéfanas, pero también dijo que no guardaba registro y que no sabía si había bautizado a otros, o no. Si esta forma de llevar control no era importante para Pablo, no debió haber sido importante para la gente de Corinto. Dios no envió a Pablo a Corinto para que ganara seguidores en. Pablo fue enviado a predicar el evangelio. No estaba tratando de demostrarle a nadie lo sabio que era; más bien estaba predicando la cruz de Cristo. Este es el lugar, el único lugar, en el que debemos gloriarnos. No somos salvos por haber oído un poderoso sermón o por haber escuchado a un maravilloso predicador. Somos salvos por el poder de Dios aplicado a nuestros corazones por medio del evangelio. Muchas personas verdaderamente salvas no podrían decirle nada acerca del sermón que fue predicado cuando se convirtieron o de otros detalles que rodearon su conversión. Así es como debe ser porque nuestra fe

9 Texto: 1 Corintios 1: no descansa sobre los talentos de los hombres; reposa sobre el poder de Dios. III. Lo que Dios escogió 1 Corintios 1: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27. sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28. y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29. a fin de que nadie se jacte en su presencia. 30. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención. La clave para resolver el problema de las divisiones en lo que respecta a los predicadores es entender que ninguna carne se gloriará jamás en la presencia de Dios. En el juicio no habrá jactancia. De hecho, el único registro que tenemos de este tipo de comportamiento proviene de los incrédulos y fue profundamente condenado por Jesús (Mt. 7:21-23). Solo necesitamos mirar sinceramente a nuestro alrededor para ver la confirmación de esto. Dios no los ha escogido para que le sirvan a aquellos seres humanos que según nuestro juicio son más talentosos. Dios ha escogido a los débiles que están dispuestos por encima de los sabios que no tienen disposición. El hombre más humilde que confíe y siga a Jesús superará al hombre más grande del mundo que rechace la Palabra y la voluntad de Dios. El propósito de esto es que ninguna carne pueda gloriarse ante los ojos de Dios. Jesús debe ser todo para quienes confían en Él. Él es sabiduría, justicia, santificación y redención. La persona o el medio que nos trajo el evangelio no tiene mucha importancia si lo comparamos con el maravilloso Hijo de Dios quien sufrió, murió y resucitó para darnos vida eterna. UNA PALABRA FINAL Debemos darle la gloria a Dios. Los argumentos largos e imposibles de ganar sobre quién es el mejor predicador, causan

10 10 El problema de las divisiones en la iglesia división y carecen de sentido. Los corintios estaban divididos por asuntos que no tenían consecuencia alguna ante los ojos de Dios. La adoración tiene que ver con Jesús, no con las personalidades de los siervos de Jesús. Un siervo debe hacer fielmente el trabajo que el Maestro le ha asignado. Jesús específicamente nos ha advertido que no busquemos posiciones de honor entre nosotros (Mt. 23:1-12). La mayor posición en el reino de Dios es la de un siervo. Esta actitud también se aplica a los destinatarios de dicho servicio. Se nos exhorta a tener en mucha estima a quienes predican la Palabra (1 Ts. 5:13). Pero esto lo hacemos por la obra que ellos realizan, no basados en la personalidad del mensajero. La meta de todo verdadero predicador del evangelio es ver que las almas se salven y que las vidas sean cambiadas por el mensaje evangelizador de la verdad. Ningún predicador verdadero desea reunir seguidores o dividir personas en grupos basándose en su personalidad. La verdad que se revela aquí es que todos tenemos el derecho a tener nuestras preferencias. Usted puede tener un favorito, pero recuerde, cualquier otro creyente tiene un derecho igual y recíproco a tener su favorito. No hay uno mejor en el servicio a Dios. El mayor entre nosotros es el siervo de todos. Cuando entendamos realmente lo que Jesús enseñó acerca del servicio, veremos la obra de la iglesia desde una perspectiva distinta, y muchas divisiones se desaparecerán automáticamente. PARA DISCUSIÓN EN CLASE 1. Qué importancia le da usted a la presentación del evangelio salvador en su iglesia? 2. Qué aspectos tienden a causar mayor división en su iglesia? 3. Qué manda la Palabra de Dios en cuanto a la corrección de estas divisiones? 4. Qué puede hacer usted para mantener la unidad en su iglesia?4