ENTREGADA AL PAISAJE. estilismo: solange van der dorssen fotos: martin garcía texto: ana basualdo

Transcripción

1 ENTREGADA AL PAISAJE Alfonso Alzugaray y Carlos Urzainqui plantean en este proyecto una arquitectura que rinde sus armas a una naturaleza subyugante. Sobre una gran plataforma que se proyecta más allá de la abrupta ladera se disponen espacios diáfanos y transparentes, protegidos del sol directo por grandes vuelos para crear una atalaya desde la que extasiarse con las vistas del Mediterráneo. estilismo: solange van der dorssen fotos: martin garcía texto: ana basualdo

2 la presencia de dos patios exteriores propicia que en los interiores estén siempre presentes los dos límites naturales de la casa: el mar y la abrupta ladera de la montaña Asomada al mar y al patio exterior. Una abertura comunica el patio con el estar, en el que puede apreciarse el sofá Guadalupe, tapizado de cuero blanco y con estructura de hierro, diseño de Antonio Citterio para Flexform, y las mesitas auxiliares, modelo Occasional Table, diseñadas por Charles y Ray Eames y editadas por Vitra. Descanso junto a la piscina desbordante. La zona que se encuentra junto a la piscina, con magníficas vistas sobre la bahía, se ha equipado con las butacas de la colección Pillow, diseñada por Stefano Giovannoni para la firma Vondom. El plaid, de lino celeste, se ha comprado en Matèria. Sobre el puf, de Vondom, bandeja y vasos, de Becara.

3 Destellos de color. En primer plano, el sillón rojo Curl, de R. Tapinassi y M. Manzoni para Roche Bobois. Plaid y cojín azul, de Matèria. Los otros cojines son de El Corte Inglés. La alfombra turca es un trabajo de patchwork, en Gra Barcelona.

4 Diseños clásicos en el comedor. Mesa Tulip, de Eero Saarinen, editada por Knoll. Las sillas son el modelo CH24, de Hans J. Wegner para Carl Hansen & Søn. Lámpara Sonora, diseñada por Vico Magistretti para Oluce. Sobre la mesa, objetos procedentes de la tienda Becara.

5 Las líneas puras del mobiliario y el blanco impoluto de las superficies se equilibran y suavizan con el material elegido para el suelo: baldosas artesanales de terracota Isla de trabajo y cocción. El mobiliario integral, con una isla de trabajo con placa de inducción, es el sistema b3, de Bulthaup, con acabado lacado blanco. Los cajones y armarios de la isla incorporan el sistema de cierre Touch, que prescinde de tiradores. Electrodomésticos, de Gaggenau. Macetas con romero, de Becara. Lus y paisaje en el vestidor. La alfombra turca, de patchwork, procede de Gra Barcelona. Los cojines, de lino, se han adquirido en Dédalo. El perchero blanco es de El Corte Inglés. Colgado en él, un pañuelo de rayas, de Textura. En el balcón, una silla de ratán. La escalera conduce al nivel superior, donde están los espacios de día.

6 desde dentro tenemos una visión absoluta del mar, apenas notamos el suelo donde se asienta la casa y, en cambio, percibimos la ligereza del volumen desde su propio interior Dormitorio de invitados. La cama es un diseño de los arquitectos. Cómoda Malm, de Ikea. La manta de lino gris y el cojín celeste son de Zara Home. La manta, las almohadas y los cuadrantes, de percal, proceden de Textura. El paisaje es aquí todopoderoso: una ladera abrupta, en el extremo occidental del parque natural del Estrecho, en Zahara de los Atunes, Cádiz. La construcción (según el proyecto de los arquitectos Alfonso Alzugaray y Carlos Urzainqui) se ha puesto al servicio de la singularidad intrínseca del emplazamiento. El recurso que permite desarrollar esa entrega de la casa al deslumbrante paisaje consiste en una plataforma, sobre la cual como sobre un mantel de pic-nic en un prado se han extendido los espacios de uso diario (estar, cocina, estudio, gimnasio, solárium) con una piscina desbordante en uno de sus extremos. Mientras, en la planta inferior, de forma muy discreta, se sitúan cinco dormitorios. Esta plataforma se ha concebido como una prolongación del terreno, con el que forma una unidad visual gracias a los bloques de piedra anaranjada que la sustentan. El proyecto ha tenido en cuenta, además, que el edificio presentara algunas peculiaridades de la arquitectura tradicional. Así, las distribuciones ubicadas en las dos plantas de la parte posterior de la vivienda (esto es, la zona que mira a la ladera) tienen lugar en torno a sendos patios exteriores. De este modo, en los espacios interiores están siempre presentes los dos límites naturales de la casa: el mar y la abrupta ladera de la montaña. La luz intensa que baña el sur de la Península podría haber inducido a los arquitectos a dibujar un edificio muy cerrado, con las vistas enmarcadas en huecos amplios y puntuales, pero esa posibilidad quedó rápidamente descartada. Quisimos favorecer el efecto de la plataforma volada sobre el paisaje, para lo cual planteamos una superficie muy diáfana con tramos acristalados y muy protegida del sol directo mediante grandes vuelos tanto en zonas interiores como en exteriores, remarca la memoria del proyecto. Muy volada sobre sus apoyos, la plataforma propone un sugestivo y vigoroso espacio que avanza sobre el desnivel y alcanza una posición elevada sobre la ladera y su vegetación. Y se consigue uno de esos pequeños milagros de la arquitectura contemporánea: desde el interior tenemos una visión absoluta del mar, apenas notamos el suelo donde se asienta la casa y, en cambio, percibimos la ligereza del volumen desde su propio interior. 1 TERRAZA 2 PISCINA 3 COCINA 4 COMEDOR 5 ESTAR 6 ESTUDIO 7 DORMITORIO PRINCIPAL 8 BAÑO PPAL. 9 BAÑO DORMITORIO PLANTA PRIMERA PLANTA BAJA