MENSAJE DEL GOBERNADOR LUIS FORTUÑO, UNA VEZ JURAMENTÓ A SU CARGO

Transcripción

1 MENSAJE DEL GOBERNADOR LUIS FORTUÑO, UNA VEZ JURAMENTÓ A SU CARGO MENSAJE DE INAUGURACION Hon. Luis G. Fortuño Gobernador de Puerto Rico Capitolio, San Juan 2 de enero de 2009 Nuestro derecho, la esperanza Señora y señores Gobernadores Calderón Serra, Hernández Colón, Romero Barceló y Acevedo Vilá, señores Presidentes y demás miembros de la Asamblea Legislativa, señor Presidente y demás miembros del Tribunal Supremo, señor Presidente y demás miembros del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, señores y señoras alcaldes, señor Secretario de Estado y demás oficiales del gobierno de Puerto Rico y del gobierno federal, distinguidos invitados. Hermanas y hermanos puertorriqueños. Así como cada día tiene su mañana, Así como cada semana tiene su domingo Así como cada etapa de nuestras vidas y cada ciclo de la experiencia humana tienen su comienzo y su final, así nuestra democracia encuentra en un día como hoy la fuerza de su propia renovación y la fuente de su esperanza en un futuro de progreso y bienestar. Lo que celebramos hoy no es una victoria política obtenida en las urnas. Lo que celebramos hoy es nuestra propia capacidad de soñar esperanzados en un futuro mejor. Lo que celebramos hoy, en fin, es nuestro derecho a la esperanza. Tú que te has dado cita en este histórico escenario, al igual que tú que nos ves desde tu hogar, todos y cada uno de los hijos de esta patria tenemos un derecho absoluto a la esperanza. Sin que se mencione expresamente, ese derecho a la esperanza bien pudiera ser el más grande de todos los derechos que consagran nuestras constituciones al establecer y ordenar lo que celebramos hoy. Esta ceremonia de investidura del poder gubernamental en aquellos que el pueblo eligió libre y democráticamente no es otra cosa que la validación colectiva de ese derecho a la esperanza, derecho que heredamos constitucionalmente de nuestros padres y que con el favor de Dios

2 habremos de legar a nuestros hijos. A pesar de los obstáculos que confrontamos y las diferencias que nos separan, nuestra democracia nos garantiza que Puerto Rico habrá de salir adelante. Esa confianza debe ser para todos nosotros motivo de gran regocijo y orgullo. Basta recordar que esta ceremonia de renovación y esperanza que para nosotros es normal cada cuatro años, es apenas una aspiración que en pleno siglo XXI aún no se le ha hecho realidad a millones de personas alrededor del mundo. Es por eso que al jurar el cargo de gobernador frente a aquellos que me precedieron en el descargo de esta responsabilidad que hoy asumo humilde pero decididamente, lo hago consciente del pasado pero inspirado en el futuro. Lo hago convencido de que no importa las dificultades que confrontamos al presente, esta crisis pasará y Puerto Rico verá un nuevo amanecer Esta crisis económica que nos afecta a todos la vamos a vencer juntos, luchando inteligente y decididamente, pero luchando juntos, con generosidad y desprendimiento. Hoy es día de celebrar todo aquello que nos hace verdaderamente afortunados, nuestra fortaleza, nuestra idiosincrasia, nuestra fe y valores, nuestro compromiso con nuestras familias y nuestro deseo de superación como pueblo. Hoy es día de renovar nuestro compromiso con nuestros hijos y nietos y con todas las generaciones de puertorriqueños que vendrán después de nosotros de que vamos a enderezar nuestra economía y de que vamos a rescatar nuestros valores. Hoy es día de jurarnos a nosotros mismos que vamos a entregarles a nuestros hijos un Puerto Rico mejor que el que heredamos, encaminado nuevamente en la ruta del progreso y el bienestar para todos. Hoy es día de comenzar la reconstrucción de Puerto Rico. Hoy es día de tomar las lecciones que hemos aprendido de nuestro pasado y levantarnos con dignidad para juntos, enfrentar nuestro futuro. Hoy somos un solo pueblo, decidido a encarar una de las etapas más difíciles de nuestras vidas, pero con la certeza de que juntos, habremos de escribir una de las páginas más heroicas de nuestra historia. Puerto Rico necesita héroes. Y gracias a Dios los tiene en abundancia. TODOS podemos ser héroes. Pero para serlo tenemos que asumir nuestra responsabilidad individual y colectiva y esa responsabilidad inevitablemente conllevará sacrificios de parte de todos. Recordemos que nuestra verdadera riqueza y nuestro progreso no son los bienes que tenemos

3 en nuestras casas, sino lo que aportamos colectivamente para hacer crecer nuestra economía, rescatar nuestros valores y transformar nuestra sociedad. Como nos enseñara Don Luis Muñoz Marín: Todo hombre lleva por dentro algo que le dice que debe hacer algo más que ganarse la vida; que debe contribuirla, no apagándola sino usándola generosamente; que la vida no se gana sólo para vivirla, sino para tenerla libre para algo más. La tarea no va a ser fácil. Hoy ya todos sabemos que la magnitud del reto que tenemos por delante es mucho mayor de lo que nadie pudiera haber imaginado. Vivimos la crisis fiscal más apremiante en más de medio siglo y el estancamiento económico más prolongado desde la Gran Depresión. Y es por eso que tú has querido, con un mandato claro e inequívoco, que cambiemos nuestro rumbo. Tú has querido recordarle al gobierno que el dueño de la cuenta de cheques es el pueblo trabajador y que el gobierno tiene que ajustar sus gastos a sus ingresos como lo haces tú. Tú has querido que el gobierno deje de cubrir sus déficits recurrentes cogiendo prestado más y más dinero cada año como si no fueran tus hijos, y los míos, los que van a tener que pagar la cuenta por tanto malgasto. Tú estás convencido de que el gobierno tiene que ser más pequeño para ser más ágil y efectivo. En definitiva, tú quieres un gobierno que nos ayude a dar rienda suelta a nuestra creatividad, nuestra productividad y nuestro deseo innato de superación. Eres tú mismo quien ha llegado al convencimiento de que el gobierno ha dejado de ser la solución a tus problemas y en vez se ha convertido en el problema que juntos tenemos que solucionar. Pues que no le quepa la menor duda a nadie lo vamos a solucionar. La reconstrucción de Puerto Rico es tarea de todos y la vamos a lograr trabajando unidos pues las voluntades de todos nosotros, juntas, pueden alcanzar las más altas metas. Es hora de pensar como un solo pueblo y para el bien del pueblo. Todos tenemos que poner de nuestra parte desde el sector público al sector privado desde las uniones a las organizaciones sin fines de lucro desde el individuo trabajador hasta el empresario porque somos un solo pueblo, y como pueblo unido tendremos que sacrificarnos juntos para juntos levantarnos. Somos hoy un solo pueblo y no dejaremos que nadie más escriba esta página de nuestra historia. Uniendo nuestras voluntades como una sola volveremos a soñar como pueblo y le probaremos al mundo entero que compartimos las mismas aspiraciones.

4 Hoy les hablo con el corazón en la mano tomará tiempo. Una crisis fiscal y económica que lleva deteriorándose por tantos años no se resuelve en unos días o unas semanas. Pero la vamos a resolver. Sé que tú, al igual que yo, estás seguro de que con la voluntad de todos y por el bien de todos, vamos a salir adelante. La realidad que confrontamos no nos intimida, sino que fortalece nuestro compromiso de darle a este pueblo el cambio que tan contundentemente reclamó en las urnas. Un cambio hacia un buen gobierno un buen gobierno de ustedes y para ustedes Un cambio dirigido por el pueblo, y para bien del pueblo Un pueblo que maneje responsable y eficazmente las finanzas públicas Un pueblo que asegure su progreso económico fomentando, no impidiendo, el crecimiento saludable no sólo del sector privado sino de toda nuestra sociedad, incluyendo nuestras organizaciones sin fines de lucro Un pueblo que enaltezca sus valores, que dé un buen ejemplo, y que viva en paz y en armonía Un pueblo decente, que no tolere la corrupción Un pueblo que ponga en las manos de padres y maestros la enseñanza de sus niños y jóvenes dándoles una educación de excelencia que les asegure su futuro Un pueblo que proteja sus recursos y el medio ambiente de nuestra isla Un pueblo que valore y defienda nuestra ciudadanía americana y que luche por proteger y perfeccionar nuestra unión permanente con el resto de los Estados Unidos En las próximas semanas propondré un plan para re-energizar nuestra economía y atender la precaria situación fiscal que atraviesa el gobierno. El plan estará basado en una serie de principios básicos que te presenté a lo largo del año pasado y que tú avalaste ampliamente en las urnas cuando nos diste un mandato de cambio Que el gobierno no puede gastar más dinero del que tiene Que el gobierno tiene que ser más pequeño, más ágil y más eficiente Que las leyes, reglamentos y programas del gobierno que no funcionen o que hayan completado su función deben eliminarse, no perpetuarse indefinidamente Que un dólar en el bolsillo del contribuyente rinde mucho más que un dólar en las manos del gobierno

5 Que todos somos responsables de nuestro bienestar colectivo Que el desarrollo económico y la protección ambiental no son incompatibles al contrario, son mutuamente indispensables Que el motor de nuestra economía no es el gobierno, sino nuestra gente Y que el motor del sector privado es el individuo, con su inagotable capacidad de crear, producir, ahorrar e invertir en su futuro y el de sus hijos Nuestro plan, fundamentado en estos principios básicos, habrá de devolvernos al camino de la responsabilidad fiscal y el desarrollo económico. Consumidores e inversionistas volverán a tener confianza en nuestra economía y todos, empezando por los empleados públicos, volveremos a tener confianza en nuestro gobierno. Es hora de prender nuevamente el motor de nuestra economía, de controlar el gasto del gobierno, y de devolverte una porción mayor del dinero que te ganas con el sudor de tu frente. Lo haremos con voluntad de consenso, apertura e inclusión. Pero quiero ser bien claro: no vamos a renunciar a estos principios básicos precisamente porque tú los exigiste como parte del mandato de cambio. Habrá sin duda quienes pretendan minar nuestros esfuerzos. Nos dirán, por ejemplo, que la medicina que nos tenemos que tomar para devolverle la salud a nuestras finanzas y a nuestra economía es muy amarga y que no se la quieren tomar. Sin duda será amarga. Pero quién de ustedes dejaría enfermo a un hijo sencillamente porque se rehúsa a tomar la medicina que le devolverá la salud? Habrá también quienes nos digan que no tenemos la capacidad de afrontar retos tan enormes. Yo te garantizo que no sólo tenemos la capacidad innata de sobreponernos a la adversidad sino que podemos soñar nuevamente. A menudo he reflexionado sobre la extraordinaria gesta de superación que desplegamos los puertorriqueños cada vez que confrontamos un fenómeno natural. Por supuesto que nadie puede desear que nos azote un huracán. Pero quién duda que es precisamente tras su devastadora secuela cuando Puerto Rico vive su mejor momento como pueblo, cuando protagonizamos y presenciamos muestras verdaderamente heroicas de solidaridad, desprendimiento, valor y sacrificio Momentos en que el puertorriqueño promedio se olvida de sí y se vuelca en ayuda al prójimo como lo hicimos después del Huracán Georges y del desastre de Mameyes. En la crisis, en la adversidad que confrontamos cuando la naturaleza se ensaña con nosotros, nadie en Puerto Rico dice que con ellos no cuenten o que no quieren poner de su parte o que

6 tienen unos derechos adquiridos a los que no piensan renunciar Al contrario, todo el mundo quiere ayudar al vecino, a los rescatistas, a los refugiados, a las autoridades del orden público que hacen su trabajo Pues si somos capaces de todo ese heroico esfuerzo colectivo, de toda esa generosidad y desprendimiento cuando nos azota un huracán, cómo vamos a hacer menos ahora que confrontamos una crisis mucho más seria? Puerto Rico tiene héroes en abundancia. Hoy te pido que despiertes en tu corazón ese heroico espíritu de generosidad y desprendimiento, de empeño y de lucha, de solidaridad y superación que caracteriza al puertorriqueño en tiempo de adversidad. Hoy te pido que trabajemos juntos, para juntos reconstruir a Puerto Rico. Que comprendamos todos que no sólo en momentos difíciles, sino en nuestro diario vivir, las páginas de nuestra historia no las escribe el gobierno, o las autoridades, o los jefes de empresas Las páginas de nuestra historia las escriben cientos de miles de héroes anónimos que despiertan cada mañana a hacer su trabajo con tesón, amor y dignidad. Las escribes tú maestra de sexto grado que a menudo das de lo tuyo para suplir deficiencias de materiales en tu escuela Las escribes tú policía que arriesgas tu vida para brindarnos seguridad a diario Las escribes tú ayudante administrativa en una empresa que nunca te llevas el crédito por lo bien que haces lucir al jefe Las escribes tú enfermera de la sala de emergencia que dedicas tu vida a salvar la de otros Las escribes tú pastor que atiendes nuestras necesidades espirituales en momentos de dolor o les das albergue a personas sin hogar o a una mujer víctima de abuso Las escriben nuestros jóvenes estudiantes que buscan día a día superarse para contribuir mañana a la patria que los vio nacer Las escriben miles y miles de padres y madres que se sacrifican todos los días dando buen ejemplo e inculcando valores positivos en sus hijos para que sean ellos los héroes del mañana Son esas historias individuales de heroísmo las que habrán de lograr el cambio que todos ansiamos para Puerto Rico. Todos tenemos en nosotros la semilla de esa capacidad heroica de cambiar lo que está mal y

7 hacerlo bien con trabajo, esfuerzo, disciplina y firmeza, sí pero con creatividad, inteligencia, respeto y generosidad. Como nos enseñara Don Luis A. Ferré: La patria no es la bandera, ni el himno, ni es ruido. La patria es esfuerzo creador, es sentido de responsabilidad social, es respeto a la razón y es amor a la libertad. Hoy te pido que busques en tu corazón esa capacidad que tienes de superarte, de vencer las más adversas dificultades y de aspirar a las más altas metas esa capacidad que tenemos todos de echar adelante por nosotros mismos Con esa voluntad heroica, inspirados en la esperanza de un mejor mañana para Puerto Rico, te pido que me acompañes en esta gesta de cambio que empezamos hoy. Que Dios te bendiga!