La Leyenda del Dorado: Mitos y Ritos de Chibchas y Quimbayas

Transcripción

1 La Leyenda del Dorado: Mitos y Ritos de Chibchas y Quimbayas PLANETA AGUA - Alvaro H. Pescador, todos los derechos reservados,

2 La barca va navegando por La Cocha, segundo mayor espejo de Agua dulce sobre los Andes colombianos. Cocha en legua quechua quiere decir eso, laguna. La Cocha se encuentra en la parte alta del Río Guames, tributario del Putumayo, a su vez, afluente del Amazonas. Esta foto me llena de esperanza. Entre los años 1997 y el 2001 WWF (Wold Wide Foundation) en compañía de la Autoridad Ambiental Regional, Corponariño, desarrollaron un Plan de Manejo a ser implementado en coordinación con la comunidad, y lograron que esta Laguna y los páramos de sus alrededores fueran declarados de Interés Internacional bajo la convención Ramsar (que protege humedales y espejos de Agua) evitando la construcción de una represa, cuya licencia ambiental fue negada por el Ministerio del Medio Ambiente 1. 1

3 Este es el Río Magdalena muy cerca de su nacimiento en el Páramo de las Papas, Laguna de La Magdalena, en el macizo colombiano. Aquí, rompe la roca de la montaña cerca al Salto de Bordones al sur del Departamento del Huila, para bajar encañonado entre las cordilleras Central y Oriental de los Andes Colombianos. El 75% de la población colombiana vive en su cuenca, integrada a la de su hermano gemelo el Río Cauca, que marcha paralelo entre las cordilleras Central y Occidental 2. 2 El Río Grande de la Magdalena atraviesa a Colombia de Sur a Norte, son 1,540 Kilómetros de recorrido hasta su desembocadura en bocas de ceniza, cerca de Barranquilla, en el mar Caribe. Los aborígenes que transitaban por él lo llamaban Yuma que significa «Río Amigo». Fue siguiendo su curso que Gonzalo Jiménez de Quesada se adentró en 1535 hacia el centro del Nuevo Reino de Granada, hoy República de Colombia, en procura de la Leyenda del Dorado. 3

4 En el centro de Colombia, la Sabana de Bogotá era habitada por los Chibchas de lengua Muisca. Allí llegaron los conquistadores a través de diversas rutas, Sebastián de Benalcázar desde el sur proviniendo del Virreinato del Perú, Nicolás de Federman desde el oriente a través del Río Orinoco, y Gonzalo Jiménez de Quesada siguiendo el Curso del Magdalena. Todos buscaban el oro del que habían escuchado los Chichas utilizaban en abundancia, tanto en objetos y aderezos personales como ritos en los que el Jefe de la Tribu se hundía en el fondo de una laguna, con su cuerpo ungido en aceite, impregnado en polvo de oro. 4

5 Practicaban aquel rito en esta Sagrada Laguna de Guatavita, situada a hora y media de lo que hoy es Bogotá. Por esto fueron considerados salvajes e impíos. A cambio, luego de someterles, los españoles les enseñaron a adorar una cruz de madera. Ahora vamos a misa los Domingos, hablamos el Castellano, y a muy pocos se nos ocurre visitar una Laguna (ni siquiera los Domingos). Cuán sabios eran nuestros aborígenes. Que desligados nos encontramos nosotros de la naturaleza y de una espiritualidad que nos permita identificar la grandeza, armonía y delicadeza que hay en la creación. 5 Los Chibchas, así como los Incas, Arhuacos y Koguis, sabían que eran hijos del agua. En este caso, como lo devela en sus Crónicas Pedro Ciesa de León 4, descendientes de Bachué, quien emergió de la Laguna de Iguaque, como veremos. La Leyenda del Dorado, que tanto llamó la atención de los conquistadores Españoles, era un rito de agradecimiento a la naturaleza. El jefe de la tribu o Zipa se consideraba más cercano al Sol, espiritual, energética y simbólicamente. Empleaba una gran cantidad de aderezos de oro e impregnaba su cuerpo en polvo de oro, para sumergirse en un tesoro mucho más valioso para ellos: el Agua, de la que surgieron como cultura, la cual consideraron Sagrada, pues su vida dependía de ella. 6

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