De los Colegios a las Universidades: Los jesuitas en el ámbito de la educación superior

Transcripción

1 Paraguay-ISEHF Por Ignacio Telesca De los Colegios a las Universidades: Los jesuitas en el ámbito de la educación superior Desde la fundación de la ciudad de Asunción en 1537, la región del Paraguay ocupaba un vasto territorio en los mapas de la época, aunque la región controlada por la corona española fuese muy reducida. En este territorio se funda en 1607 la provincia jesuítica del Paraguay, utilizando el mismo nombre de la provincia civil. La Provincia del Paraguay, dependiente del Virreinato del Perú, se divide en 1620 creándose al sur la Provincia del Río de la Plata; sin embargo, la provincia jesuítica mantuvo la misma denominación y el mismo territorio. Todo continuó sin cambios hasta la expulsión de la Compañía de Jesús del territorio español en La Provincia continuaba con sus colegios, sus residencias, sus misiones, sus pastorales y su universidad en Córdoba. Sin embargo, tras las independencias y la creación de las repúblicas independientes, los restos de la provincia jesuítica del Paraguay se fueron desmembrando y pasaron a formar parte de los nuevos estados. Las célebres misiones con guaraníes se pueden visitar en las hoy repúblicas del Paraguay, Argentina, Brasil y del Uruguay. En lo que hoy es el Paraguay existían, además de los misiones con guaraníes y mbayás, el colegio de Asunción. Este colegio se fundó inmediatamente después de la creación de la provincia y permaneció hasta la expulsión de los jesuitas. Durante su primer siglo de historia el colegio sólo brindaba las primeras letras para los vecinos de Asunción. En 1739 se inician los cursos de Arte y en 1758 los de Teología. Hacia el final de sus días el colegio asunceno brindaba todo lo necesario para poder recibir las órdenes sagradas. El colegio poseía una biblioteca muy importante, la más grande del Paraguay y una de las más completas de la región, y un número considerable de propiedades y esclavos. Los jesuitas del colegio de Asunción poseían al momento de la expulsión 1002 esclavos. Una cuarta parte de los esclavos del Paraguay pertenecían al Colegio de Asunción.

2 Todo esto se perdió tras la expulsión. Los libros se enviaron a Buenos Aires, las propiedades y los esclavos se vendieron y hasta la iglesia del Colegio se tiró abajo para utilizar sus partes para apuntalar la iglesia Catedral. Las instalaciones del colegio se utilizaron luego como Colegio Seminario, cuartel, y hoy, en dicho predio, se levanta el Parlamento Nacional. En 1843, tras varios intentos fallidos, se adentran al Paraguay dos jesuitas a los cuales se le añaden tres más. La situación del país no era la más propicia ya que las congregaciones religiosas estaban suprimidas desde Sin bien los jesuitas querían trabajar en misiones con indígenas, el gobierno los destinó como colaboradores en dos parroquias al principio y luego les dio permiso para dar clases y abrir un centro llamado Instituto de Moral Universal y Matemáticas. Este centro no duró más de dos años puesto que los jesuitas se retiraron del Paraguay ya que el gobierno no les permitió vivir como comunidad religiosa obedeciendo un superior. Entre los alumnos del Instituto figuraba Francisco Solano López, hijo del presidente Carlos Antonio López, y futuro presidente del Paraguay desde De 1767 hasta 1843 y de 1845 hasta 1927 habrá que esperar para que los jesuitas vuelvan a instalarse una vez más en el Paraguay. Tras la guerra contra la triple alianza ( ) el país quedó destruido y su población diezmada. De a poco el Paraguay comenzó a reconstruirse a todo nivel, incluso el identitario. En el imaginario de la intelectualidad paraguaya de fines de siglo XIX y principios del XX el jesuita no era bien visto. Desde diferentes ángulos ideológicos se acusaba a la Compañía de Jesús de haber sometido y explotado a los indígenas o de haber formado una mentalidad pasiva y obediente, dócil para soportar cualquier clase de tiranía. Por una razón u otra, el jesuita resultaba el protagonista malo en la historia del Paraguay. Narra el padre Parola (primer biógrafo de la Compañía de Jesús contemporánea en el Paraguay) que en 1927, cuando se instalaron los jesuitas, el vecindario recelaba contra los nuevos vecinos, pero que uno de ellos salió en su defensa aclarando: aquellos antiguos jesuitas ciertamente eran malos, pero puede ser que estos sean buenos.

3 En enero de 1927 llegan los jesuitas a Asunción y abren en primer lugar una residencia, refugio para los misioneros. Al año siguiente se inicia la Escuela Apostólica con el fin de completar la educación de los posibles aspirantes, entre las asignaturas que se dictaban se incluían historia sagrada, catecismo, urbanidad, aritmética, geometría, caligrafía, dictado, entre otras. Los primeros años fueron en cierta medida desilusionantes para los jesuitas. El trabajo era mucho, pero las vocaciones no acompañaban. Es por eso quizá que la Provincia Argentina- Chilena, de la cual dependió Paraguay hasta 1950, nunca destinó un personal numeroso. En estos años, nunca pasaron la cantidad de 17 los jesuitas en el Paraguay. En 1930, por ejemplo, mientras que la Provincia tenía 468 jesuitas, sólo 8 estaban en Asunción. A pesar del poco personal, en 1938 se abrió la primera escuela primaria, la del Cristo Rey, y catorce años más tarde, en 1952, el colegio secundario. Ya desde 1950 Paraguay formaba parte de la Vice-Provincia Boliviana-Paraguaya dependiente de la Provincia Terraconense en España y en 1958 se crea la Vice-Provincia del Paraguay, dependiente de la Provincia Bética, de España (recién en 1974 es Vice-Provincia independiente, hasta 1983 en que dejan de existir las Vice- Provincias y se convierte en Provincia). Tras 1950 arribaron a tierras paraguayas un buen número de jesuitas proveniente de España, muchos de ellos en etapa de formación, quienes colaboraron en la enseñanza en el colegio y en la confección de materiales de estudio. En este período, en 1954, se inicia la dictadura de Alfredo Stroessner que tendrá tristes consecuencias para el país y para los jesuitas también. A fines de esa década, Stroessner le solicita a los obispos del Paraguay la creación de una Universidad Católica con el fin de combatir al comunismo que se había infiltrado en la Universidad Nacional. El arzobispo le pide a los jesuitas que se encarguen de la tarea pero éstos se excusan por la falta de personal. Finalmente, en 1960 se abre la Universidad Católica y la Compañía de Jesús se encarga sólo de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, a la cual se han de agregar Historia, Psicología y Ciencias de la Comunicación. Estas carreras funcionaban en las instalaciones del Colegio Cristo Rey y usufructuaban la biblioteca de la residencia que se fue actualizando para colmar los nuevos desafíos. A pesar de los primeros intereses del gobierno y de algunos sectores eclesiales, la Facultad se convirtió en un lugar de reflexión crítica contra la dictadura. A lo intelectual se lo complementaba

4 con experiencias sociales, en especial con el movimiento campesino de las Ligas Agrarias Cristianas en donde varios jesuitas tenían su misión. Estas tensiones se fueron agravando y la Compañía traspasa la Facultad a las autoridades de la Universidad en El año anterior había sido exiliado el padre Oliva, quien fuera director de la carrera de Ciencias de la Comunicación. Estas expulsiones de jesuitas por parte del régimen stronista continuarán en los siguientes años hasta que en 1976 una docena de jesuitas son exiliados del país, muchos de ellos profesores aún en la Universidad Católica, como Bartomeu Melià y Miguel Munárriz, entre otros. En 1974 se crea la Vice-Provincia independiente y se decide iniciar las etapas de la formación en el mismo país. Con ese fin se abre dos años más tarde la casa del noviciado. Para continuar con la etapa del juniorado se funda en 1978 el Centro de Estudios Propedéuticos y Humanísticos de la Compañía de Jesús (CEPHSI). Como su nombre lo indica ofrecía una formación humanística básica para luego completar los estudios filosóficos en el Instituto Superior de Teología dependiente de la Universidad Católica. No sólo participaban estudiantes jesuitas sino que desde el mismo inicio se fueron incorporando otras congregaciones religiosas. El CEPHSI continuó de igual manera hasta 1997, aunque tras el derrocamiento de Stroessner en 1989, la institución y los estudiantes fueron involucrándose más en los avatares de la sociedad. En esos primeros años de los 90 la Compañía de Jesús y las demás congregaciones religiosas sintieron la necesidad que el CEPHSI también brindara la formación filosófica y se convirtiera en un centro de reflexión que aportara a la construcción de un proyecto-país diferente. De esta manera, en 1997, surge el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos (ISEHF), y desde ese año, los títulos que ofrecía (profesor y licenciado en filosofía) eran avalados por la Universidad Católica. Ya en el 2005 el ISEHF cobra autonomía universitaria a través de la Ley N 2823/05 que facultaba a la institución para dar títulos de grado y posgrado en las áreas de filosofía y ciencias de la educación. Desde este momento al nombre ISEHF se le añade San Francisco Javier. La biblioteca que otrora dependía del Cristo Rey se convirtió en la base del CEPHSI y luego ISEHF llegando a conformar la biblioteca más importante, en el área, del Paraguay. Además del estrecho contacto con la Universidad Católica, el ISEHF ha venido desarrollando

5 relaciones con otros centros universitarios extranjeros y nacionales, como con el ETEA, de Córdoba-España, o como con la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Asunción. También se trabaja codo a codo con Fe y Alegría para la formación de su personal en el área de educación. Desde hace más de una década el ISEHF también forma parte de la AUSJAL. Desde la creación del ISEHF se han recibido 256 personas, de las cuales 36 son licenciadas en filosofía. Sin embargo, los desafíos son muchos. Si hasta 1989 sólo existían dos universidades (la Nacional y la Católica) desde esa fecha se han creado más de cincuenta nuevas universidades y casi un centenar de Institutos Superiores, para una población de seis millones de habitantes. La oferta es excesiva y la calidad muy baja. El ISEHF no sólo apuesta a una alta calidad de enseñanza sino, y fundamentalmente, a que esta enseñanza sirva para construir una sociedad más justa y solidaria. Bibliografía Acción, N 329, Asunción, Número monográfico sobre los 15 años del ISEHF. Parola, Luis, Historia contemporánea de la Compañía de Jesús en el Paraguay, , Asunción, Loyola, Telesca, Ignacio, Como decíamos ayer El regreso de los jesuitas al Paraguay, en Acción, N 228, Asunción, 2002, pp Telesca, Ignacio, Tras los expulsos. Cambios demográficos y territoriales en el Paraguay tras la expulsión de los jesuitas, Asunción, CEADUC, 2009.