Universidad Nacional Centro de Investigación y Docencia en Educación Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia

Transcripción

1 Universidad Nacional Centro de Investigación y Docencia en Educación Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia Informe Ejecutivo Seguridad Vial: Criterios y opiniones de los niños y las niñas Personas que han participado (en diferentes momentos) en la elaboración de esta investigación: Ana Teresa León Sáenz Ana Lucía Chaves Álvarez Marcia Aguilar

2 2 Tabla de contenidos I. Introducción 5 Antecedentes II. Marco referencial y ejecutivo Estadísticas generales Conductores ebrios Factores de riesgo específicos para los niños y niñas Otros aspectos importantes Prevención de accidentes de tránsito La responsabilidad de familias, docentes y la comunidad en general La participación de los niños y niñas con discapacidad III. Metodología del sondeo IV. Principales resultados y análisis V. Algunas conclusiones y comentarios preliminares 48 VI. Alternativas de acción VII. Lista de referencias 51 53

3 3 Índice de Tablas Tabla 1: Estudiantes participantes del Proyecto 30 Tabla 2: Recursos por actividad 34 Tabla 3: Mensajes para las personas que toman licor antes de manejar 35 Tabla 4: Mensajes para las personas que manejan a mucha velocidad 38 Tabla 5: Mensajes para las personas que no utilizan cinturón de seguridad 41 Tabla 6: Mensajes para los niños y las niñas que andan en la calle 45

4 4 Índice de Abreviaturas COSEVI INEINA MEP MOPT OMS UNA Consejo de Seguridad Vial Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia Ministerio de Educación Pública Ministerio de Obras Públicas y Transportes Organización Mundial de la Salud Universidad Nacional

5 5 I. Introducción Cada día mueren en el mundo más de 3000 personas por lesiones resultantes del tránsito ( ) De no emprenderse las acciones pertinentes, se prevé que, en 2020, las lesiones causadas por el tránsito sean el tercer responsable de la carga mundial de morbilidad y lesiones (Organización Mundial de la Salud, 2004, p. 2). Es por estos datos tan alarmantes que el tema de la seguridad vial constituye un desafío en el contexto de la temática de los valores y la violencia social, ya que en sus manifestaciones, se evidencian en la vida diaria, las formas de ser y actuar de la población habitante en Costa Rica y su perspectiva tanto de sus derechos como sus responsabilidades en materia de movimientos o tránsito principalmente en áreas de dominio público. En el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA) de la Universidad Nacional (UNA), el tema de la seguridad vial y el impacto que los accidentes de tránsito tienen en los niños y niñas directamente afectados por éstos, al igual que otras personas menores de edad cuyos familiares o conocidos se ven involucrados en accidentes viales de diferente tipo, ha sido una preocupación. Dicha preocupación está fundamentalmente originada en cómo propiciar estrategias efectivas de educación vial en la población infantil, que les permitan evitar sufrir atropellos u otros percances semejantes y que los prepare a futuro para llegar a ser peatones y conductores responsables. Tomando en cuenta lo anterior, se plantean tres objetivos específicos para el desarrollo de la investigación, éstos se presentan a continuación Determinar los conocimientos que niños y niñas de un centro educativo de la comunidad Herediana, tienen respecto a situaciones vinculadas con la seguridad vial Identificar posibles estrategias que permitan fortalecer la capacidad de los propios estudiantes para evitar accidentes y para promover la seguridad vial en sus hogares.

6 Realizar un estudio de factibilidad para financiar una actividad o campaña relacionada con la seguridad vial a partir de mensajes elaborados por los propios niños y niñas. Antecedentes Dada esta preocupación, se llevó a cabo un sondeo y un conjunto de talleres, en un centro educativo de Heredia, que permitiera realizar un acercamiento inicial al tema, desde la perspectiva de los propios niños y niñas. Así se les pidió que contestaran un breve cuestionario y que elaboraran, a partir de su propia creatividad, algunos mensajes dirigidos a sus padres y madres sobre la seguridad vial. Se revisaron además algunos estudios semejantes realizados en Costa Rica y otros países, con el fin de conocer algunas de las formas de abordar el tema y de promover la educación vial en los centros educativos y con las familias. El presente trabajo sintetiza en primer lugar la información teórica disponible, y posteriormente, los resultados de la consulta hecha a los niños y las niñas que participaron en el sondeo.

7 7 II. Marco referencial ejecutivo Estadísticas generales En la última década, los accidentes de tránsito han sido responsables de cientos de muertes por año, en el año 2009 murieron un total de 721 personas por esta causa, principalmente en la Región Central (40.1%), la Huetar Atlántica (16.4%) y la Región Chorotega (14.4%). Por provincia, los datos muestran que según la tasa de accidentes por población, las provincias que mayores problemáticas presentan, son en orden descendente, Puntarenas, Guanacaste y Alajuela (Periódico Seguridad Vial, 2008, s.p.). Según el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), citado por Belén (2008), se ha podido comprobar que la mayoría de los accidentes de tránsito que se dan en Costa Rica, tienen como responsable el factor humano, ya que de la totalidad de accidentes, entre el 57% y el 65% se deben a esta causa. En estos accidentes han fallecido, solamente en el año 2009, 33 niños y niñas menores de 15 años. Por otra parte los grupos de edad donde más se presentan muertes son los adultos jóvenes, entre 20 y 34 años, que suman un 37.7% de las muertes, lo que representa 272 personas jóvenes, cuya vida se ha visto truncada, al igual que afectadas sus familias y comunidades (Periódico Seguridad Vial, 2008, s.p). Se puede identificar también de esta información, y en forma relativamente estable a través de los años, que el porcentaje más alto de estos fallecimientos involucra a varones, encontrándose que éstos constituyen un 88.6% de estos casos (Periódico Seguridad Vial, 2008, s. p). Los tipos de accidentes que son más frecuentes son las colisiones (47.5% de los fallecimientos), seguido de los atropellos (36.9%) y los vuelcos (9.9%). En materia de atropellos, la mayoría de estos son causados por automóviles, seguidos de motocicletas y buses. Es

8 8 importante resaltar que la mayoría de los accidentes en que fallecieron niños y niñas menores de 15 años fueron atropellos, por lo cual el tema del tránsito peatonal tiene particular relevancia con estos grupos etáreos. También en los atropellos se observa una marcada tendencia a fallecimientos de varones (Periódico Seguridad Vial, 2008, s. p). Con respecto a las colisiones, las principales razones de los accidentes se ubican en adelantamientos en falso (de los cuales 87% son de varones), exceso de velocidad (94% varones), e irrespeto al señalamiento vial (82%) (Periódico Seguridad Vial, 2008, s. p). Los accidentes tienden a darse en todos los meses del año, con un leve incremento hacia finales de año. Asimismo, se dan todos los días de la semana con una frecuencia levemente mayor viernes y sábados, y las horas principales de problemas se dan entre las 12 md y las 6 de la tarde (Chinchilla, Mejías y Solano, 1992, pp ). Cabe destacar que en el año 2011, de acuerdo con la Cruz Roja Costarricense, mayo fue el mes con mayor número de muertes por accidentes de tránsito, en donde se registraron 33 casos y el mes con menos muertes, fue noviembre, ya que se registraron 11 decesos. Además de lo anterior, en el año 2012, según la Cruz Roja Costarricense, durante los 29 días del mes de febrero, se reportaron 189 personas con heridas por diferentes causas, 124 de estas personas sufrieron un accidente en carretera y 41 personas murieron por causa de colisiones, vuelcos y atropellos. Lo que resulta más alarmante de esta situación, consiste en el hecho de que los accidentes de tránsito van en aumento y por lo tanto cada vez son más las víctimas directas o indirectas de estos percances. Al respecto, La Cruz Roja Costarricense hace un llamado de prevención y precaución a peatones, conductores y motociclistas para que tomen las medidas de seguridad pertinentes y eviten exponerse a accidentes y por ende llevar más dolor a sus familias o bien quedar con lesiones de consideración (Cruz Roja Costarricense, párr. 4).

9 9 A su vez, en el Plan Estratégico Nacional de Seguridad Vial ( ) se enfatiza la importancia de trabajar en la prevención de accidentes con los sectores jóvenes de la población. Al respecto destaca que, Los desafíos que afronta el país entorno a ese problema socioeconómico, obliga a mantener programas educativos permanentes que vayan más allá de la prevención, se requiere un esfuerzo conjunto del sector público y privado, que permita establecer estrategias que consoliden una nueva cultura vial, iniciando con la población más joven del país (p. 4). Causas de los accidentes de tránsito: Conductores ebrios En cuanto a los accidentes provocados por conductores, las cifras más preocupantes corresponden a quienes toman el volante en estado de ebriedad. Si bien es cierto, durante el primer cuatrimestre del 2007, fallecieron 28 personas en accidentes de tránsito en los que se achaca al consumo del licor como causal, y en el mismo período del presente año el MOPT (2008) reporta un total de 19 personas fallecidas por la misma causa, siguen siendo cifras alarmantes. De acuerdo con la Dirección General de Tráfico de España (1990), un estudio realizado en Comunidad Autónoma de Navarra, en España, tomando 274 casos de heridos en accidentes referidos a los Hospitales de Estrella y Tudela, determinó que: 1. Los conductores con niveles elevados de alcoholemia tienen un riesgo de sufrir accidentes de circulación 6 veces superior al que corren los conductores con alcoholemia inferior a 0,5 g/l. 2. Cuando la alcoholemia es mayor o igual a 0,6 g/l el riesgo es 7 veces mayor que el de los que conducen con alcoholemia inferior.

10 10 3. Cuando la alcoholemia es mayor o igual a 0,7 g/l el riesgo de accidentarse es 16 veces mayor que en los que conducen con alcoholemia inferior. 4. Cuando la alcoholemia es igual o mayor a 0,8 g/l el riesgo de sufrir un accidente se hace 100 veces mayor que los que conducen con alcoholemias inferiores. 5. En los casos control, la prevalencia de los conductores que circulaban con tasas de alcoholemia superiores a 0,5 g/l, estaba comprendida entre un 7% y un 11%. 6. Si se toma el límite de 0,8 g/l, la prevalencia media hallada fue de un 0,47%. Estudiadas otras variables, los factores de riesgo epidemiológico más importantes fueron: - La edad: los menores de 25 años muestran un riesgo 3 veces superior que los de edad igual o superior. - Estado civil: los conductores varones solteros presentaban 3 veces y media más riesgo de accidentarse que los casados. - El tipo de vehículo: los conductores de motocicleta representaban un riesgo 8 veces superior de sufrir un accidente que los que conducen vehículos de cuatro o más ruedas. - El nivel de estudios: no se encontraron diferencias significativas entre casos de heridos y casos control. - Situación laboral: tampoco se halló diferencias significativas entre los casos de heridos y los casos control. - Motivo de desplazamiento: en fiestas locales existía un mayor riesgo de accidentarse (significativo estadísticamente) respecto a los que circulaban en días laborables. La alcoholemia actuaba como factor de confusión.

11 11 Factores de riesgo específicos para los niños y niñas Según el Consejo de Seguridad Vial (COSEVI, s. f.), algunos factores que convierten a los niños en víctimas potenciales de los accidentes de tránsito son: 1. Baja estatura. 2. Visión periférica deficiente: en el mecanismo de la visión no solo interviene la objetivación del objeto, también la interpretación personal del objeto visto, la cual está basada en nuestra experiencia. 3. Tendencia o facilidad de distraerse. 4. Movimientos y reacciones impredecibles. 5. Problemas visuales y/o auditivos: Además de los que se presentan en algunos tipos de discapacidad, Florentino y Blinder (s. f.) apuntan que a localización del sonido es posible en un ángulo de 120 para los adultos, mientras que para los niños el discernimiento de los sonidos se reduce a solo Dificultad para estimar la distancia y la velocidad de un vehículo: Los niños y niñas no son capaces de valorar el tiempo disponible y necesario para cruzar una calle, presentan dificultad para juzgar la velocidad de los vehículos que se acercan y los diferentes tamaños de los automóviles pueden inducirlos a cometer errores en cuanto a la distancia objeto (Florentino y Blinder, s. f.). 7. Dificultad para asimilar mensajes abstractos y señales de tránsito. 8. No comprenden la terminología del tránsito. En relación con estos aspectos, existe un estudio realizado en Argentina por Florentino y Blidner (s. f.) con más de 300 alumnos de entre 8 y 12 años de edad para verificar su nivel o

12 12 capacidad para interpretar las normas de tránsito. En este estudio, el 51.5 % de los alumnos ignoraba casi por completo estas normas. Los autores concluyeron que los programas actuales de orientación y enseñanza en seguridad vial parecen insuficientes y de acuerdo a los resultados obtenidos, poco útiles. Para ellos, la enseñanza del tránsito debe perseguir fundamentalmente la adquisición de destrezas más que la teorización de una serie conocimientos. Otros datos interesantes de este estudio se detallan seguidamente: o Los días de mayor incidencia en accidentes de tránsito son el sábado, domingo y lunes. o Cuando nos enfrentamos con los niños en el tránsito debemos tener en cuenta que su mecánica de pensamiento es muy diferente a la nuestra, por causa de su edad y grado de desarrollo y maduración. o Los niños deben llenar primero sus lagunas de percepción, visión y comprensión, para luego madurar en el entendimiento de las reglas de tránsito. o Los alumnos de establecimientos que combinaban clases teóricas con la calle, obtuvieron mejores resultados. La metodología pedagógica usada incluyó el juego y la dramatización, y tiene gran importancia la calidad y la frecuencia del entrenamiento, y la participación de los padres para realizar ejercicios prácticos de seguridad en el tránsito. Otros aspectos importantes Es importante tener en cuenta, los accidentes de tránsito tienen impacto, además de tipo personal y familiar, en los servicios de salud hospitalaria, en el campo social, cultural, tecnológico y ambiental de alta complejidad (Salazar y otros, citados por Belén, 2008, párr. 18). Como bien se puede ver, las consecuencias de estos accidentes se ven reflejadas de manera negativa en toda la

13 13 sociedad, y por lo tanto, desde los diversos sectores sociales se deben asumir medidas urgentes para disminuir los accidentes de tránsito. Al respecto, Álvarez (2008) argumenta que, Desde el convencimiento profundo de que la única forma de reducir el número de siniestros pasa por la buena educación vial para niños y personal, es imprescindible que los padres, hermanos y en general todos los miembros de la familia adopten la postura del educador. Es un principio que debe ser inamovible y del que partirán todas las cuestiones que en adelante se planteen (párr. 4). Ahora bien, de acuerdo con Chinchilla et al. (1992), existen diferentes factores que inciden en el incremento de la cantidad de accidentes en Costa Rica, entre ellos se pueden citar: el desarrollo social del país, el movimiento poblacional de las zonas rurales a las urbanas y entre otros, el crecimiento institucional y demográfico (pp ). Se podría afirmar que todos estos factores afectan de manera negativa, pues provocan mayor cantidad de vehículos y con esto mayor posibilidad de que se produzcan accidentes de tránsito. Precisamente el Instituto Nacional de Seguros, citado por Chinchilla et. al (1992) señala que de 1983 a 1991, es decir en menos de diez años, los accidentes de tránsito aumentaron en un 141.9%, el cual es un dato alarmante (p.17). Estas autoras, plantean que dichos datos reflejan que la flota de vehículos aumenta a mayor velocidad que la población; que las carreteras siguen siendo fundamentalmente las mismas en tamaño, que falta capacitación para los conductores y que los conductores tienen la creencia de que nunca se va a tener un accidente. A la vez, agregan como razones causantes de accidentes, la insistencia de la publicidad respecto al poder que otorga el vehículo al dueño, y las altas velocidades que se promueven. Las autoras añaden además, el estacionamiento en áreas prohibidas, los peatones que cruzan calles en lugares peligrosos o aún en semáforos rojos, los

14 14 abusos de autoridad de los oficiales del tránsito, los problemas de ingeniería de tránsito y la legislación que ha demostrado estar desactualizada (pp ). Aunado a lo anterior, cabe anotar que las personas pueden asumir un comportamiento vial responsable, que reduce el riesgo, o un comportamiento vial irresponsable (conducta temeraria), en el cual la persona considera que tiene prioridad sobre todo lo demás, con alta sensación de confianza. Según un estudio realizado con 28 personas, se señalan como factores que causaron accidentes de tránsito los siguientes: exceso de confianza al manejar o cruzar la calle, tener una conducta riesgosa en estos mismos aspectos, no manejar a la defensiva o estar distraído al momento de realizar alguna acción. Además, se argumenta que estar estresado o preocupado también afecta, ignorar la posibilidad de morir y asociar el vehículo con un estatus determinado. De este estudio también se menciona que los accidentes tienden a darse cerca del lugar donde se habita, lo que refleja que las personas se muestran más confiadas en zonas cercanas a sus casas, debido a que consideran conocerlas mejor (Chinchilla et. al, 1992, p. 55). Siguiendo con las autoras citadas, al hablar sobre las consecuencias de los accidentes de tránsito, cabe destacar que éstos tienen en primer lugar implicaciones económicas, en cuanto a gastos de seguros y reparaciones, así como daños, incapacidades y disminución de ingresos. En segundo lugar, tienen implicaciones físicas y psicosociales, en el primer caso desde lesiones, discapacidades, depresión, culpabilidad y hasta la muerte. Por su parte, desde el punto de vista psicológico y social, no solamente se ven afectadas las víctimas directas de los accidentes sino también sus familias y la comunidad en general. Es importante señalar también, que según las autoras, los y las estudiantes representan un 20.6% de quienes tienen accidentes, la mayoría son escolares, debido a que viajan solos a la escuela, transitan por zonas peligrosas, o están solos porque sus padres trabajan. Los factores

15 15 que incrementan la incidencia en los accidentes de tránsito en esta población, están relacionados con el hecho de que hay pocas áreas dedicadas a la recreación, especialmente en la zona urbana, además de padres permisivos que no ejercen el debido control y de los cuales depende la conducta de los menores en la vía pública (p. 38). En relación con lo planteado, el Periódico EL PAIS (2011) destaca que tres de cuatro niños, entre cinco y trece años, se quedan en seguridad vial, ya que según un estudio realizado en España, no cruzan por donde deben, no esperan los semáforos en rojo, juegan en la calle o bordes de las aceras y no se fijan cuando se bajan de los carros. Además, se señala de acuerdo con la opinión de los docentes, que los peores resultados que se obtienen son los que tienen que ver con la utilización responsable de las bicicletas y los ciclomotores, aunque a la vez se desprende que los estudiantes y maestros tienen una buena disposición hacia la educación vial. Paralelamente, el estudio revela que la mitad de los maestros considera innecesaria la educación vial y que se sienten poco formados para impartir esta materia. En cuanto a los padres, se añade que el 74% de los estudiantes considera que a sus padres se les olvida abrocharse el cinturón de seguridad y no ven como peligro el exceso de velocidad, manipular el GPS o el teléfono mientras manejan. Finalmente se menciona, que los padres no conocen muchas normas viales ni cómo actuar ante ellas. Los datos que muestra este estudio, se ven ejemplificados con el hecho de que en España, en 2009, se registraron 60 muertes de niños y niñas en accidentes, además de con heridas leves y 489 con heridas de gravedad. Como producto de los accidentes, se encuentran lesiones medulares, traumas cráneo- encefálicos (que pueden tener consecuencias posteriores) y lesiones cervicales. Debido a estos accidentes, los niños y niñas duran en promedio tres meses internados y a la vez tienen que vivir un largo proceso de rehabilitación. Estos accidentes, podrían

16 16 evitarse si se implementara con mayor frecuencia el uso de sillas de retención para la población infantil (Revista Tráfico y Seguridad Vial, 2011). Todos estos aspectos ponen de manifiesto la gran importancia que tiene la educación vial, vista ésta como un proceso que debe permear a todos los miembros de la sociedad, con el fin de prevenir y evitar muertes en carreteras. Tal como lo señala Belén (2008) se trata entonces, de propiciar una educación que forme al ser humano para interactuar con su medio de forma responsable para el bien común, al tomar conciencia de sus acciones, mejorará la calidad de vida, fortaleciendo valores que fomenten la armonía en la sociedad (p. 19). A la luz de estos planteamientos, la autora mencionada, argumenta que específicamente en Costa Rica, el papel indispensable que la educación costarricense debe ejercer en materia de educación vial, es impostergable. Contar con un programa curricular de educación vial abre las puertas para una formación real en el área vial en nuestro país. Belén (2008) agrega que de lo que se trata es de plantear estrategias que permitan confrontar al estudiante como actual peatón y futuro conductor, con un problema que de no resolverse le afectará de una u otra manera; pero a su vez es importante que comprenda, desde la base de sus principios, que los accidentes de tránsito se pueden prevenir con una actuación ciudadana responsable. Es por esto que la educación vial debe ir desde preescolar hasta secundaria donde todos debe ser formados desde edades tempranas en un continuo durante la vida, con miras hacia una cultura vial que les permita a todos un transitar libre y seguro (p. 25). Por tal razón, surge la necesidad de motivar a los padres de familia y encargados de cuidar a los niños y niñas, para que les enseñen sobre el tráfico durante los viajes diarios (Institute for Road Safety Research, s. f., párr. 9) Ahora bien, los programas del Ministerio de Educación Pública (MEP) de Costa Rica, incluyen cuatro diferentes temas transversales: Cultura ambiental para el Desarrollo Sostenible,

17 17 Educación Integral de la Sexualidad, Educación para la Salud y Vivencia de los Derechos Humanos para la Democracia y la Paz (Bustos y Richmond, 2007, p. 56). Ante esto, Belén (2008) argumenta que, dentro de estos temas no se incluye lo relacionado con la educación vial, sino que aparece solamente como contenido específico en Estudios Sociales de primer ciclo, pero está ausente en segundo ciclo y en secundaria. Por otra parte, la autora citada agrega que en 11 año, se incluye lo relacionado con prevención de accidentes y normas del conductor responsable como prevención de accidentes, manejo preventivo, regulación de licencias y tipos de señales de tránsito. Por su parte el INA ofrece en algunas instituciones de secundaria, la educación vial como tecnología. Pero lo que demuestra esta situación, siguiendo con la autora mencionada, es que en la educación costarricense la formación vial no es contemplada en todos los niveles y por lo tanto no es continúa. En el contexto de Guatemala, la situación es alarmante, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) citada por Mundo y Motor (s. f.), Guatemala ocupa el cuarto lugar en América, con el mayor índice de mortalidad vial y con poca educación en esta materia. Por este motivo, en la misma fuente se plantea que la educación vial, debe ser una asignatura obligatoria desde el período preescolar (3 a 7 años) y primaria, potenciarse en secundaria, así como ampliarse a la hora de solicitar la licencia de conducir. Todo esto a la luz del planteamiento de la OMS (citado por Mundo y Motor, s. f.) entidad que pone de relevancia el argumento de que `La seguridad vial no es accidental` (párr. 19). Contrario a la situación de estos dos países de América Latina, es importante destacar que en los Países Bajos, la educación vial ha sido parte del plan de estudios de la escuela primaria. En Holanda, el Ministerio de Educación es responsable de la educación vial para el grupo de niños entre los 4 y los 14 años y como parte del plan de estudios, se han planteado dos objetivos de

18 18 formación: que los niños conozcan las normas de tráfico y el significado de las mismas, para que puedan aplicar estos conocimientos en su entorno inmediato y que a la vez, sean capaces de desenvolverse con seguridad en el tráfico. No obstante, no se ha evaluado si los objetivos que se proponen logran concretarse en la práctica (Institute for Road Research, s. f., párr ). Ahora bien, de acuerdo con Child Health Promotion Research Centre (s. f.), en Australia el Centro de Promoción de la Salud Infantil de Investigación, se contrató para llevar a cabo una investigación para determinar las mejores prácticas en educación vial para las escuelas de Australia. Esta investigación comprende cinco fases, que terminaron con el planteamiento de 16 principios de buenas prácticas para la educación vial en las escuelas de Australia. En general estos principios giran en torno a los siguientes aspectos: la gestión de las escuelas en cuanto a la educación vial, el trabajo con la comunidad y legislación vigente, capacitación docente, integración de programas de seguridad vial en un marco curricular para propiciar una educación oportuna, estrategias para desarrollar el conocimiento en los estudiantes, información a los padres de familia y encargados sobre la temática de educación vial, establecimiento de vínculos con organismos de la comunidad y gobierno local en relación con la seguridad vial, actualización y entre otros, revisión con respecto a la práctica de acciones seguras en cuanto a la educación vial. Todos estos principios tienen el objetivo de reducir de forma eficaz la incidencia de lesiones graves y muertes en las carreteras. Otra investigación con respecto a la seguridad vial, es la realizada en la Universidad Metropolitana de Leeds de Gran Bretaña, de esta investigación se desprende que para los padres de familia, cuidar y proteger a los niños en las carreteras y mantenerlos seguros, es una prioridad importante. Se destaca que los padres, enseñan con frecuencia las normas generales de seguridad vial, pero hacen hincapié en el conocimiento, en vez de apoyar a los niños a desarrollar las habilidades prácticas que requieren para desenvolverse en la carretera. Se menciona también, que

19 19 los niños aprenden gran parte mediante la observación y que no obstante los padres y adultos son incompatibles con modelos seguir. Además, se cita que la manera en la que los padres abordan la temática con sus hijos, se basa en lo que ellos aprendieron cuando eran niños y quizás podría no ser apropiado para hacer frente a las características actuales del tráfico (Department for Transport, 2008) Prevención de accidentes de tránsito Para hacer referencia a las formas de evitar y prevenir accidentes Alonso, Esteban, Calatayud y Alamar (2009) plantean a partir de una investigación, que los niños y las niñas tienen conocimiento sobre lo que es adecuado hacer en la vía pública para evitar los percances automovilísticos. En este sentido, ellos saben sobre la manera de andar por la acera, algunos aspectos que se deben tomar en cuenta al cruzar la calle, la importancia de sentarse en sillas para vehículos, no molestar al conductor, sentarse bien, estar quietos y no sacar las manos cuando viajan en el automóvil. Además destacan que hay que vigilar los carros, las señales de tránsito, llevar cascos cuando andan en bicicleta, cruzar por los pasos de peatones con el semáforo en verde y no cruzar la calle sin mirar (pp ). Los autores citados, mencionan que de estos niños participantes en la investigación, 25% hacen referencia a 6 o más recomendaciones que deben contemplar cuando van por la calle, 32% conoce 4 o 5 recomendaciones y un 43% tiene conocimiento de 3 o menos. En cuanto a las señales de tránsito, esta población infantil, conoce la de alto, paso de peatones, ceda el paso y dirección prohibida. Además citan las señales de velocidades máximas, los semáforos y la prohibición del adelantamiento. Un 18% de los niños conoce cinco o más señales de tránsito, la mitad conoce tres señales y un 33% conoce dos o menos. En general el conocimiento de la mayoría de las señales en los infantes participantes, no sobrepasa el 25% (pp ).

20 20 Otra manera de contribuir con la prevención de accidentes, se relaciona con el planteamiento y puesta en práctica de estrategias para enseñarle a los niños y niñas sobre seguridad vial. Al respecto, en el documento Teaching traffic safety to children (2007), se destacan algunas de estas estrategias que se detallan seguidamente: Para los muy pequeños, ya que no pueden entender verdaderamente sobre los carros, las calles y el tráfico, hay que empezar por explicarles lo rápido que se mueven los carros y cuánta dificultad tiene para los conductores ver a los niños. Lo importante con ellos es la repetición. Nunca dejar a los niños pequeños solos en la calle sin la supervisión de un adulto. Hay que explicar a los niños que no todos los conductores siguen las reglas y señales de tránsito, entonces que siempre deben fijarse cuidadosamente hacia ambas direcciones cuando van a cruzar y hay alguna señal. Es importante propiciar que los niños jueguen en lugares seguros. Se debe hacer referencia al hecho de que nunca deben ir a traer algún juguete que se les fue a la calle. Si están más grandes, que viajen en grupo y que crucen la calle juntos. Pero siempre estar monitoreando que ellos siguen las guías, que como adultos se les han dado. Paralelamente, Hatakka (s. f.) argumenta que para el enfoque actual sobre la seguridad vial en los niños y niñas, hay que tomar en cuenta diferentes factores: las habilidades, los aspectos motivacionales y el entorno del tráfico. Es decir, destaca que es un problema que tiene muchas aristas y que es complejo. Asimismo, West et al., citados por Hatakka (s. f) señalan que para mejorar el comportamiento de los niños en el tráfico, es posible educar a los padres a ser mejores guías para los niños y enseñarles sobre esto de una manera más eficiente. Siguiendo con la autora citada, sale a relucir la importancia de que los padres de familia sean motivados y alentados para que a partir de las

21 21 actividades cotidianas puedan enseñar a sus hijos sobre el tráfico. No es suficiente, con que un especialista imparta una clase sobre la temática una vez al año, las personas que trabajan con los niños diariamente, tienen mayor oportunidad de educarlos en este sentido, para esto, se pueden utilizar materiales simples y directrices generales para apoyar estos esfuerzos. Otro aspecto importante a tomar en cuenta para los procesos de prevención de accidentes y educación vial, es lo planteado por Thomson, Andrew, C Pie, y Mclaren (1996). Estos autores, mencionan que es fundamental conocer las habilidades que se desarrollan en la infancia y qué es lo que se puede esperar de los niños de acuerdo a su edad, ya que inclusive cruzar un camino sencillo, requiere de habilidades cognitivas, de percepción y motricidad. Si estos aspectos no se desarrollan de manera adecuada, se pueden tener consecuencias negativas al desenvolverse en las vías públicas. A la luz de esto, es importante conocer si lo anterior se puede mejorar, mediante la educación o formación y en el caso de que así sea, cuál es la edad en la que la intervención tiene más probabilidades de ser eficiente. La responsabilidad de familias, docentes y la comunidad en general De acuerdo con Jiménez (s. f.) algunos aspectos que resaltan la importancia de la participación de los padres y los docentes en la educación vial de los niños y niñas: - Padres y maestros: Como parte de la rutina diaria, o en los espacios que dedique la familia para compartir y conversar, se hable sobre las medidas generales de prevención de accidentes: la forma correcta de caminar y cruzar las calles, cómo bajarse del autobús, cómo viajar adecuadamente en todo tipo de vehículo, qué significan las señales de tránsito más comunes. Los padres deben observar el sitio en donde está localizada la escuela a la que acuden sus hijos o hijas, y con base en el tráfico vehicular y los riesgos específicos que presente la escuela, hacer sus observaciones a los niños y niñas, y sus sugerencias a las autoridades escolares.

22 22 Este debe ser un trabajo reforzado y complementado en las aulas, por los maestros. En un espacio diario, preferiblemente a la entrada y a la salida de las clases, los y las docentes pueden repasar este problema, seleccionando acciones prioritarias según la posición de la escuela, y supervisando que los niños las cumplan al irse a sus casas. - La comunidad: La comunidad tiene el derecho y la responsabilidad de presionar a las autoridades correspondientes para que se resuelvan los problemas que ocasionan la inseguridad: que se demarquen adecuadamente las zonas escolares, se asigne personal adecuado para regular el tránsito a la entrada y salida de clases, y que se apliquen las normas de seguridad en los autobuses o transporte escolar. La participación de los niños y niñas con discapacidad De acuerdo con la Dirección General de Tráfico en España (s. f.), una investigación llevada a cabo en la Comunidad Andaluza en el año 1995 se puso en marcha un Programa de educación vial para personas con discapacidad, dirigida a objetivos tales como: o Desarrollar la Autonomía Vial de las personas con discapacidad. o Fomentar una mayor Integración e inserción socio- laboral. o Adaptar los medios a las condiciones personales y por tanto, a sus necesidades. o Procurar que mediante este tipo de programas se favorezca la Seguridad Vial de este colectivo. Actualmente, este Programa se desarrolla en Centros de Educación Especial. La Educación Vial en estos centros, es un eje transversal, se trabaja junto a otras áreas y sigue las adaptaciones curriculares más que cada alumno necesite y más se ajusten a sus intereses y niveles de capacidad.

23 23 Según esta experiencia, las actividades que se proponen deben seguir una metodología activa y participativa relacionada con aspectos muy cercanos al sujeto, con las adaptaciones precisas en cuanto al diseño, contenidos, recursos utilizados. Este programa utiliza entre otros materiales rompecabezas, láminas de errores y recortables. En la elaboración de este Programa hubo una etapa de entrevista en la que se encontró que una de las mayores inquietudes de padres y educadores de personas discapacidad es el desarrollo de la autonomía a lo largo de su educación. Por ello, se plantea que se debe trabajar en: o Entrenamiento, tanto en casa como en el centro educativo, para conseguir que los movimientos sean lo más correctos y seguros posibles. o Capacidad de trasladarse de un lugar a otro dentro del ámbito social y medio que les rodea con cierto grado de seguridad. o Prestar atención al sistema de códigos significantes para determinar el nivel de atención de sujetos con necesidades educativas especiales y a las capacidades que potencialmente pudiesen desarrollar, con el objeto de fomentar la confianza de los padres hacia la capacidad de sus hijos de valerse por sí mismos en la vía. Este programa se puso en práctica de forma no sistemática, en varias escuelas de España, teniendo en cuenta unas sesiones de instrucción, revisión, ensayo en el aula y ensayo en la calle, considerando la experiencia como muy positiva. Como bien se puede ver, son múltiples las maneras de buscar la prevención de los accidentes en carreteras. Precisamente de lo que se trata es que todas las personas se empoderen y asuman su responsabilidad al respecto, para salvaguardar su vida y por supuesto la de los niños y niñas quienes son más vulnerables a las consecuencias de estos percances.

24 24 Así, se ha hecho un recorrido general sobre diversos aspectos de la educación vial en relación con los niños y niñas, los cuales han servido como fundamento teórico para el proyecto que se presenta. Una vez detallado el marco referencial, se exponen los objetivos y metodología desarrollada en la investigación.

25 25 III. Metodología del sondeo Para el desarrollo de esta investigación, se llevaron a cabo una serie de pautas metodológicas, las cuales se describen a continuación: 3.1. Denominación de la investigación Descripción del problema o situación (Diagnóstico de situación), fundamentando la necesidad o la importancia de hacerlo Participantes 3.4. Determinación de las actividades previstas 3.5. Recursos 3.1. Denominación de la investigación Esta investigación está orientada en dotar de voz a los niños y las niñas en un tema que tradicionalmente se maneja como cuestión de adultos: la seguridad vial. Por lo tanto, se plantea que: - Fue desarrollado inicialmente en una escuela. Como expone Fernández (2006), el sistema educativo es el más amplio canal para la difusión de los conocimientos relacionados con la salud y para ayudar a las comunidades a desarrollar actitudes y prácticas saludables. Este tema además se complementa perfectamente con el currículo de las otras asignaturas que se imparten en la escuela, por ejemplo: conocer e identificar las distintas señales de tránsito, y clasificarlas en reglamentarias, transitorias, preventivas e informativas ayuda a discriminar figuras y colores, y a atribuir significados a los símbolos. Las reglas de tránsito no se limitan a sancionar la forma de circular por la vía, también promueven la convivencia, la tolerancia y el respeto por los derechos de los demás. Además de eso, como mencionan Alonso et al. (2009)

26 26 la Educación Vial implica aspectos como la responsabilidad, autoestima y solidaridad tomando en cuenta situaciones contextualizadas en el entorno. - Se formuló de manera que tanto niños como adultos lo perciban como propio, y no como impuesto por una organización con la que la familia no se pueda identificar. - Los encargados de la planificación y la ejecución de la investigación otorgaron el protagonismo a los niños y niñas. Por lo tanto, las actividades planteadas se ofrecieron como sugerencias, pero fueron flexibles, y otorgaron espacio para la conversación, la reflexión y la creatividad de los niños y niñas Descripción del problema. Justificación de un Programa de Aprendizaje de Seguridad Vial enfocado en los niños y niñas A lo largo de todo el año, pero particularmente en fechas como vacaciones o feriados y entrada a clases, somos testigos de numerosas noticias acerca de tragedias ocurridas en carretera. Si miramos con atención, podremos notar que la gran mayoría de estos accidentes evidencian factores que podrían haber sido prevenidos, tales como la escasa educación vial, la carencia de respeto a las disposiciones de tránsito, el consumo de alcohol o la falta de experiencia o pericia al conducir. Independientemente de las pérdidas humanas y materiales, quizá lo más preocupante es que hemos asumido tal situación como habitual, lo cual podría llevarnos a pensar que no se puede hacer nada por modificarla; o a creer que hacer algo al respecto no nos corresponde porque no somos las autoridades u organismos designados para esa función. Aún reconociendo que existen labores y gestiones que son exclusivamente del Estado, como la construcción, reparación, y señalización de los caminos; la elaboración de leyes y la sanción de los infractores, por citar algunas; tomando en cuenta que todos somos en algún

27 27 momento peatones, pasajeros o conductores de vehículos, existe también en la situación de vialidad una dimensión personal, cultural y educativa que es de sumo peso. Para empezar a modificar estas preconcepciones equivocadas, es importante que dejemos de pensar que la educación vial debe llegar únicamente a quienes conducen un vehículo (razonamiento que además, no encuentra asidero puesto que, en muchos casos, toda la educación que reciben los futuros conductores se limita a un curso de unas 5 horas); también es asunto de los transeúntes. Las lesiones sufridas en los accidentes de tránsito se traducen en enormes daños sociales y económicos; además de que todos los involucrados son víctimas, más allá de que se aduzca que unos tuvieron la culpa y otros no; que los daños alcanzan también a las familias, las comunidades y los países enteros. Y tampoco es un asunto que compete nada más a los adultos, pues todo proceso educativo es más eficaz en cuanto más temprano inicie. En este sentido, es importante recordar que la maduración del sistema nervioso de los niños y niñas es un proceso apenas en construcción. Los contenidos de la educación vial abarcan la comprensión de símbolos, la traducción de éstos en acciones, y el desarrollo de las habilidades de la percepción. Requiere tiempo aprender a calcular la velocidad de los autos, las distancias, los lugares seguros para cruzar la calle, la traducción de señales en acciones. De acuerdo con la experiencia del programa Attitudes, desarrollado en España y según Esteban, Alonso, Calatayud y Montoro (2003), un programa de instrucción vial debe fundamentarse en las siguientes premisas: Comenzar desde que el niño comienza a acompañar en los trayectos a pie. Tener una estructura jerarquizada, yendo de lo más simple a lo más complicado. Mostrar al niño cómo identificar y evitar los peligros, y explicarles la función de las normas y señales de tránsito.

28 28 Ser desarrollado todos los días. Además, un programa efectivo debería idealmente combinar la enseñanza en dos entornos y sobre un enfoque teórico - práctico: primero, el entorno escolar, donde la práctica mantiene la atención del niño y a la vez le posibilita asociarla con los contenidos teóricos; y segundo, entornos reales o semireales, donde la práctica insista y refuerce la adquisición de las conductas correctas y seguras estrechamente relacionadas con los contenidos aprendidos. Debido a lo anterior, el planteamiento de esta investigación se centra en el papel de los niños y niñas no como víctimas de las tragedias de tránsito, si no como posibles agentes de cambio Participantes La formulación, aplicación y sistematización de los resultados de la investigación, estuvo a cargo del equipo de profesionales del INEINA. Por otra parte, en este proceso participaron niños y niñas de 1 escuela de la provincia de Heredia y se involucraron, a la vez, las docentes de los mismos. En la siguiente tabla se presenta la cantidad de estudiantes participantes por grado. Tabla 1 Estudiantes participantes Grado Primer grado Segundo grado Tercer grado Quinto grado Total de estudiantes Cantidad de estudiantes

29 Determinación de las actividades propuestas Para el desarrollo de la investigación se pusieron en práctica diferentes actividades. Como primer paso, se planeó que el nombre y el logo que identificaran la investigación surgieran de un concurso, en el que participaron los niños y niñas escolares. El concurso se designó: Cuídame, cuídate, y se desarrolló de la siguiente manera: 1. Se convocó a niños y niñas de 1 escuela primaria para que realizaran un dibujo o escribieran un ensayo en el que comunicaran a sus papás, mamás y adultos en general, qué medidas debían adoptar para su propia seguridad, y la seguridad de los niños y las niñas, cuando transitan por la vía, como conductores de vehículos y como peatones. A. El dibujo: debía reflejar cualquier característica de la circulación vial, del comportamiento de conductores y peatones o de la relación familiar. El estilo y los materiales que los niños y niñas seleccionaron para su elaboración fueron libres. L B. El ensayo: sirvió de base para elegir el Nombre de la investigación. Este ensayo debía versar sobre diferentes aspectos: el comportamiento que los niños y niñas desean que tengan sus papás y mamás cuando transitan por las calles, (sea en vehículos o como peatones), la importancia de la seguridad vial, las consecuencias de los accidentes de tránsito, el deseo de que regresen seguros a casa, la forma en la que los niños y niñas desean ser educados en cuanto a seguridad vial, el ejemplo que reciben de sus papás y mamás cuando conducen, entre otros. La extensión que se propuso para el ensayo fue de una página tamaño carta, sin embargo los niños y niñas aproximadamente escribieron media página. 2. La convocatoria se llevó a cabo a través de la Dirección de la escuela, quien la hicieron extensiva a las y los docentes y éstos a su vez a los niños y niñas a su cargo. El equipo del INEINA

30 30 delimitó las bases del concurso y la Dirección de la escuela se encargó de recoger los dibujos y los ensayos en el plazo establecido. 3. La elección de los ganadores de los dibujos estuvo a cargo del equipo del INEINA. Estos dibujos fueron seleccionados y se realizó una premiación simbólica. Paralelamente a la dinámica de los dibujos y los ensayos, se solicitó a los niños y niñas participantes, que dieran un mensaje a las personas que toman licor antes de manejar, a las personas que manejan a mucha velocidad, a los que no usan el cinturón de seguridad y a los niños y niñas que andan por la calle. Para esto se les entregó una hoja con cuatro recuadros en los que debían incluir sus respuestas. Cabe destacar que algunos de los niños y niñas de primer y segundo grado representaron sus mensajes con dibujos. Sumado a lo anterior, se realizaron otras actividades como una iniciativa de prevención primaria encaminada a instaurar actitudes positivas de cultura vial en los niños y niñas participantes. Estas actividades se detallan seguidamente. a) Construir historias relacionadas con la seguridad vial: se le entregó a los niños y niñas un folleto en blanco, que tenía diferentes títulos: El cuento de la motocicleta, el puente y tres árboles, El cuento del semáforo, la familia y el saco de naranjas, El cuento de la Rana, la Bicicleta y la ambulancia El cuento del tren, los estudiantes de secundaria y los anillos, El cuento de los anteojos, la licencia de conducir y el bebé. Los niños y niñas tenían que construir cuentos colectivos en función de estas temáticas. b) Se identificaron tres módulos de actividades dirigidas a niños y niñas de primaria, relacionados con la temática de educación vial. Estos módulos no fueron aplicados, sin embargo constituyen recursos y aportes adicionales para desarrollar posibles trabajos de intervención con los niños y niñas.

31 31 c) Se elaboró y aplicó con 28 adultos, un instrumento que contenía 5 preguntas para reflexionar en torno a la seguridad vial y las acciones personales desarrolladas al respecto. El instrumento incluye los siguientes aspectos: fortalezas y debilidades como peatón, conductor y motociclista, reformas de la ley de tránsito, noticias sobre accidentes de tránsito, experiencia personal en cuanto a accidentes de tránsito y manera en la que se debe desarrollar la seguridad vial. Al igual que el módulo anterior, este instrumento sirve de insumo y referente para consultar las impresiones de los adultos y desarrollar futuras investigaciones. Finalmente como parte de la metodología, cabe indicar que con la información recopilada, se procedió a digitar las respuestas, plantear las categorías, presentar los resultados y realizar los análisis de los mismos. A partir de esta información, se pretende plantear una propuesta para una campaña de prevención en materia de educación vial, dirigida de los niños y niñas hacia los adultos Recursos En la Tabla 2 se muestran los recursos utilizados según las diferentes actividades desarrolladas. Tabla 2 Recursos por actividad Actividad Concurso: Cuídame y cuídate Recursos utilizados Carta de convocatoria dirigida a los Directores de las escuelas Tríptico informativo sobre las bases del concurso y los objetivos de la investigación, para las y los docentes de la escuela Afiche para pegar en la escuela, dirigido a los niños y niñas, con las bases del concurso Publicación de los resultados del concurso en la página Web de

32 32 la UNA Carta comunicando el resultado del concurso a las escuelas participantes Premio simbólico para los niños o niñas ganadores. Mensaje de los niños para los que toman licor antes de manejar, los que manejan a mucha velocidad, los que no usan el cinturón de seguridad y los niños y niñas que andan por la calle. Construir historias relacionadas con la seguridad vial. Módulos Instrumentos para los papás Sistematización y análisis de la información Hoja fotocopiada con cuatro recuadros para incluir las respuestas. Folletos en blanco para construir historias Hojas blancas, insumos bibliográficos para la construcción de los mismos. 28 instrumentos Instrumentos completos y diferentes referencias bibliográficas relacionadas con la temática.

33 33 IV. Principales resultados y análisis Los mensajes que los niños y niñas dieron en relación con la seguridad vial fueron procesados en categorías, a continuación se presentan cuatro tablas que responden a lo siguiente: a) Mensajes para las personas que toman licor antes de manejar. b) Mensajes para las personas que manejan a mucha velocidad. c) Mensajes para las personas que no utilizan cinturón de seguridad. d) Mensajes para los niños y niñas que andan en la calle. Tabla 3 Mensajes para las personas que toman licor antes de manejar Categoría Frecuencia Porcentaje % 1. Si toma no maneje / Si maneja no toma Puede pasar un accidente/ Puede morir/ Puede chocar y es terrible No tomar/ No lo vuelva a hacer/ Dejar de tomar Otro que maneje No tomar antes No tomar antes/ durante Tomar después Tomar bus o taxi Tomar menos No es bueno para la salud Tenga consideración Usar cinturón/ No ir rápido Otros efectos negativos de conducir cuando se ingiere licor Curso/ Ir a curso para dejar de tomar licor Otros Total Como se muestra en la Tabla 1, el 19.6% de los niños y niñas entrevistadas hacen referencia a que las personas no deben tomar cuando manejan, este es un mensaje que es ampliamente escuchado en los diferentes medios de comunicación y se podría deducir que quizás por eso tiene tanto impacto en la población infantil.