EL 50% DE LOS USUARIOS DE LOS CENTROS DE DÍA EN GUIPÚZCOA PADECE UN SÍNDROME DEMENCIAL

Transcripción

1 EL 50% DE LOS USUARIOS DE LOS CENTROS DE DÍA EN GUIPÚZCOA PADECE UN SÍNDROME DEMENCIAL Entre el 5 y el 11% de la población mayor de 65 años padecerá una demencia de tipo degenerativo. Se estima que en España mueren más de personas al año a causa de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). La causa más frecuente de recaídas y reingresos es la falta de adherencia a la medicación y a los cambios en el estilo de vida. San Sebastián, 18 de abril de Se calcula que entre el 5 y el 11% de la población mayor de 65 años y casi el 50% de los mayores de 80 años van a padecer una demencia degenerativa. Esta dramática realidad en la población general, lo es todavía más en los centros de día: en un estudio realizado por nuestra unidad -unidad de memoria del H. Ricardo Berminghan de San Sebastián-, hemos comprobado que el 50% de los usuarios padecen un síndrome demencial. Así lo ha puesto de manifiesto el Dr. Enrique Arriola, de la unidad de memoria del H. Ricardo Berminghan, en la presentación de su ponencia La atención a la demencia senil. Aspectos clínicos, que esta mañana ha abierto el programa científico de la segunda jornada del XXIV Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería, que la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería (FAE) y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) están celebrando en el Auditorio Kursaal. El facultativo ha centrado su intervención en los tratamientos en el anciano demente, explicando cómo los trastornos de la conducta, que son los que deterioran rápidamente la convivencia, destruyen la unidad familiar y abocan al paciente hacia el ingreso institucional por

2 agotamiento de la familia, precisan para su control la intervención ambiental (modificaciones ambientales, conductuales, interacción social y actividades psicosociales) y farmacológica de forma conjunta. Las demencias, enfermedades crónicas Lourdes López y Virginia Lobo, Técnicos en Cuidados de Enfermería del H. U. Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes (Madrid), han llamado la atención, durante la presentación de su ponencia Manejo del enfermo de Alzheimer en la puerta de Urgencias, sobre la falta de cultura que existe en España ante los pacientes con demencia y su asistencia en Urgencias: en las guías publicadas, generalmente, sólo se incide en el manejo del paciente agresivo o agitado, sin discriminar por su etiología. No obstante, las autoras destacan como los sistemas sanitarios están comenzando a desarrollar estrategias para enfrentarse a esta nueva situación y en ellas la actuación del TCE adopta un papel esencial. Por ello, se han diseñado métodos de formación que van desde los llamados dementia champions program, donde la información se vehiculiza de forma personalizada a través de un representante que sirve de enlace y difusor de la formación, hasta una formación por Internet al personal sanitario a través de contenidos on-line que permiten adquirir los conocimientos de una manera mucho más adaptable al tiempo disponible de un personal con horarios tan particulares como son los de Urgencias. La formación es fundamental en esta área asistencial pues no podemos olvidar que este proceso es altamente estresante para el enfermo y su familia. En la sala de urgencias, la persona con demencia es un paciente difícil de manejar ya que se desorienta con gran facilidad o presenta conductas agresivas o retadoras, a lo que hay que sumar una importante dependencia con severas limitaciones físicas. Atendiendo a estas premisas, el TCE debe marcar las pautas, pero basándose en la interpretación de la situación. Cuanto mejor se desarrolle en ese desempeño, mejor se

3 desarrollará la asistencia y, además, creará un ambiente positivo que facilitará actuaciones futuras, más o menos próximas en el tiempo. Así la valoración de la situación y el desarrollo de una buena comunicación en consonancia con ésta es el pilar básico para conseguir realizar el tratamiento de forma mucho más eficaz. Para ello es fundamental la formación del TCE en las bases de la demencia, lo que se puede conseguir con rotaciones en servicios con alta prevalencia de estos pacientes o con el desarrollo específico de protocolos dirigidos de uso en Urgencias, explican las profesionales. Las demencias también han sido abordadas por Nerea Gastaminza y Esther Gasanz, Técnicos en Cuidados de Enfermería de la Clínica Josefina Arregui de Navarra, quienes han reivindicado la cronicidad de estas patologías durante su intervención Demencia, una enfermedad crónica más: si nos atenemos a las definiciones de las enfermedades crónicas como enfermedades de larga duración, las cuales limitan a las personas que las padecen a no poder hacer algunas actividades, no son contagiosas, pero sí pueden ser hereditarias en algunos casos, creemos que podemos tratar a las demencias como tales enfermedades. Las autoras han destacado las funciones que ante el paciente con demencia desarrollan los TCE tanto en los cuidados continuos como en el trabajo diario de la autonomía del paciente en función de la demencia que presente, ya que son enfermedades de larga evolución y el mantenimiento de la mayor capacidad funcional, además de producir una mejora en la autoestima del paciente, va a servir para disminuir la presencia de posibles complicaciones. Los TCE como cuidadores del enfermo crónico Durante esta segunda jornada, todos los ponentes han tenido muy presente la importante labor que los Técnicos en Cuidados de Enfermería juegan tanto a la hora de prestar los cuidados a los pacientes crónicos durante su estancia en el hospital, como a la hora de informarles y formarles, tanto a ellos como a sus familiares, para que estos cuidados se lleven a cabo de manera correcta también en el domicilio.

4 Los cuidados que prestamos los TCE no sólo están orientados al paciente, sino también a la familia y/o cuidadores, ya que desafortunadamente este problema pervive con el paciente y los cuidados deben continuar en el domicilio. Por ello, debemos asegurar al paciente una correcta alimentación, así como su administración, evitar complicaciones e implicar a la familia y/o cuidadores en este proceso. Esto supondrá una mejoría en la calidad de vida del paciente, han explicado Manuela Tamayo y Yosune Garmendia, Técnicos en Cuidados de Enfermería del H.U. Donostia, durante su intervención Mejora en la información y manejo de la disfagia para los familiares y/o cuidadores. Así también lo han puesto de manifiesto Marta Escudero, Mª del Pilar Bernal, Nerea Fernández y Marina Castaño, Técnicos en Cuidados de Enfermería del H. U. Donostia, en su exposición Estrategias para afrontar la alimentación por vías alternativas en el día a día al alta: gastrostomía. Los TCE somos los responsables del mantenimiento de los diferentes tipos de sondas de alimentación (sonda nasogástrica, nasoesofágica, gastrostomía), de la administración de la nutrición enteral y del control de la respuesta del paciente a la dieta. Asimismo, le informamos e instruimos en el manejo de las sondas, aclarándole las dudas sobre la técnica y cuidados de los materiales con los que se administra la nutrición. Debemos asegurarnos de que cuando reciba el alta, el paciente o su cuidador principal sean capaces de preparar y administrar los alimentos por gastrostomía, siempre teniendo en cuenta una ingesta calórica e hídrica adecuada, y evitando infecciones e irritación de la zona. De esta manera conseguimos un paciente activo capaz de afrontar su nueva situación. Educación al paciente crónico La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la más común de las enfermedades crónicas en todo el mundo, siendo la segunda causa, después de las enfermedades

5 cardiacas, de incapacidad laboral. Se estima que en España mueren más de personas al año a causa de la EPOC. Estos son los datos aportados por Mª Paz Gallardo, Técnico en Cuidados de Enfermería del Hospital del Tajo de Aranjuez (Madrid), durante su intervención Atención al paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica agudizado en UCI, y por Juana Martínez, Mª Isabel López, Ana Moreno y Mª Andrea García, Técnicos en Cuidados de Enfermería del H. Alto Guadalquivir de Andújar (Jaén), en su intervención Educación sanitaria a pacientes con EPOC, a través de la cual han presentado el programa formativo que su centro hospitalario puso en marcha tras evidenciar que un alto porcentaje de pacientes con EPOC olvidaban elementos básicos de su tratamiento como el uso correcto del inhalador o el consumo adecuado de la medicación. El uso incorrecto de la vía inhaladora puede suponer un menor aporte del fármaco en las vías aéreas inferiores lo que conlleva a un fracaso terapéutico en dicho tratamiento. Por lo tanto, es necesaria la elaboración de estrategias sanitarias que eviten innecesarias hospitalizaciones o frenar, en la medida de lo posible, las complicaciones que el curso de la citada patología conlleva, haciendo partícipe tanto al paciente como al cuidador, han explicado las profesionales jienenses. En esta línea también se han pronunciado Olga Frechilla, Marta Corral, Mª Soledad Lasmas y Mª Rosario García, Técnicos en Cuidados de Enfermería del H. U. de Basurto de Bilbao, durante la exposición de su trabajo IC: autogestionando la enfermedad. La insuficiencia cardiaca (IC) es un síndrome complejo que requiere de múltiples cuidados y cambios en el estilo de vida. El TCE, como parte del equipo de enfermería, forma parte de la educación sanitaria que deben recibir estos pacientes, haciendo hincapié en los cambios necesarios en su estilo de vida desde el ingreso y diagnóstico de dicha patología. Los TCE podemos conseguir que el paciente y su familia o cuidadores tomen conciencia de la cronicidad de la enfermedad ayudándoles a crear un hábito en cuanto a las

6 medidas a tomar en su nuevo estilo de vida, insistiendo en el significado que tiene el cambio en la dieta y el control exhaustivo del peso y de los líquidos ingeridos y eliminados, ayudando en la identificación de los problemas y en la satisfacción de dichas necesidades, explican las profesionales, quienes insisten en la importancia del trabajo en equipo para conseguir que el paciente asuma su estatus de crónico y se implique, así como sus familiares o cuidadores, en su enfermedad cambiando su estilo de vida. Si conseguimos hacer una buena educación sanitaria en todos los factores desarrollados anteriormente y fácilmente controlables por los propios pacientes, sus familiares o cuidadores, podríamos lograr que realizaran una buena gestión de su propia enfermedad y con ello evitaríamos los posibles reingresos. De esta manera, conseguiremos aumentar la adhesión del paciente al tratamiento tanto farmacológico como al cambio en el estilo de vida, han explicado las autoras. Y es que la causa más frecuente de recaídas y reingresos es la falta de adherencia a la medicación y la transgresión dietética. Por ello, es importante que el personal sanitario informe al alta del paciente de cómo llevar un registro de su peso diario, anotar los valores de tensión arterial, recordarle que siempre debe llevar consigo las medicaciones que toma y las dosis, concienciarle del adecuado cumplimiento de la medicación y la dieta para evitar recaídas y explicarle los síntomas del inicio/agudización de la insuficiencia cardiaca, ha señalado la Dra. Carolina Blas, Medico Interno Residente de quinto año de Medicina Interna del H. U. Severo Ochoa de Leganés (Madrid), durante la presentación de su ponencia Cuidados para pacientes con insuficiencia cardiaca. Gabinete de Prensa FAE-SAE Teléfonos: / Persona de contacto: Cristina Botello