[8.5] Demografía, urbanización, estructura ocupacional y estratificación social durante los años sesenta y setenta

Transcripción

1 Módulo II La dictadura franquista La sociedad española durante el régimen de Franco [8.1] Cómo estudiar este tema? [8.2] Demografía, urbanización, estructura ocupacional y estratificación social durante los años cuarenta y cincuenta [8.3] El nivel de vida durante los años cuarenta y cincuenta [8.4] La educación y las relaciones laborales durante los años cuarenta y cincuenta [8.5] Demografía, urbanización, estructura ocupacional y estratificación social durante los años sesenta y setenta [8.6] El nivel de vida durante los años sesenta y setenta [8.7] La educación y las relaciones laborales durante los años sesenta y setenta TEMA

2 Esquema TEMA 8 Esquema

3 Ideas clave 8.1. Cómo estudiar este tema? Para estudiar este tema lee el capítulo 33 (páginas ) del manual de la asignatura: Historia Contemporánea de España (siglo XX), de Javier Paredes. Los conceptos básicos que debes aprender son: La situación social durante el primer franquismo. La situación social durante la segunda etapa del franquismo. Diferencias entre ambas Demografía, urbanización, estructura ocupacional y estratificación social durante los años cuarenta y cincuenta La guerra civil provocó una irrupción en el proceso de transformación y modernización de las estructuras socioeconómicas españolas. La férrea dictadura posterior y el aislacionismo que esta impuso, retrasaron la reconstrucción de las estructuras sociales, por lo menos hasta la década de los cincuenta. Los comportamientos demográficos Las transformaciones de los comportamientos demográficos son un primer factor básico para el cambio social. Los cambios en la mortalidad y la natalidad, con todo lo que ello conlleva, tienen una influencia directa en la estructura de la sociedad. La población española no ha dejado de crecer a lo largo de todo el siglo XX. Entre 1900 y 1991 el número de habitantes aumentó en más de veinte millones aunque no de forma constante. Durante el primer franquismo el crecimiento se produjo a un ritmo lento y a causa, principalmente, de la caída de la mortalidad. Si la tasa era a principios de siglo de un 29%, en los cuarenta disminuyó hasta un 16% y una década después hasta un 10%. Este descenso, especialmente en los recién nacidos, se produjo

4 como consecuencia de una mejora en la educación, en la higiene y en la sanidad. La reducción de la mortalidad tiene relación con la esperanza de vida al nacer. En la inmediata posguerra, la esperanza de vida era aproximadamente de 50 años. Dos décadas después había aumentado hasta los 70 años. La natalidad, sin embargo no aumentó aunque se estabilizó en el primer franquismo. Las enormes dificultades provocadas por la guerra civil incidieron en las costumbres sociales. Los jóvenes comenzaron a retrasar el momento de contraer matrimonio principalmente por motivos económicos. En los años 40, la edad media de casamiento de los hombres era de 29 años, mientras que la de las mujeres era 26. Con el desarrollismo económico, estas edades disminuyeron un par de años. A pesar de las grandes políticas natalistas que impuso el gobierno franquista (leyes de protección de las familias numerosas, restricciones laborales a mujeres casadas ), la población española no comenzó realmente a crecer hasta que mejoraron las condiciones económicas. El proceso de urbanización: el trasvase de población campo/ciudad Durante todo el siglo XX se produjo un importante flujo de población del campo a la ciudad, especialmente durante la segunda mitad del siglo (entre 1950 y 1960 se produjo un éxodo rural que puede cifrarse en casi personas). Esta emigración supuso un cambio de residencia, de ocupación, de profesión, de posición social e incluso de marco cultural. La degradación de los municipios rurales, las mínimas perspectivas de mejora que implica el trabajo agrícola y la atracción de los aparentemente ricos centros urbanos provocaron el despoblamiento del campo español, especialmente en el interior de la península.

5 La llegada de los inmigrantes provocó importantes problemas en estos núcleos que no estaban preparados para absorber a tanta población. La escasez de empleos y de casas hizo que se desarrollasen poblados chabolistas en los extrarradios de las grandes ciudades receptoras de población emigrante. En los años de posguerra, y, especialmente a partir de 1946 cuando se volvió a establecer la legislación de 1924 respecto a la libertad de tránsito fuera de las fronteras nacionales, se puso en marcha una ola emigratoria exterior que en un primer momento se dirigió a Latinoamérica y, tras el Plan de Estabilización, a Europa occidental. La estructura ocupacional La estructura ocupacional hace referencia al tipo de trabajo que realiza la población. En la España del franquismo se produjo primero un trasvase de mano de obra agraria al sector industrial y, posteriormente, de este al sector servicios. Este proceso se produjo con mayor lentitud que en el resto de Europa por las circunstancias propias de la guerra y de la posguerra. A partir de 1960 España deja de ser un país agrario para convertirse, poco a poco, en un país industrializado. La estratificación social La guerra civil no mejoró las estructuras sociales de los años treinta. La posguerra impuso una división todavía más férrea entre la clase popular, condenada a una pobreza más o menos asumida, y una clase media-alta. El hambre y la miseria que se impuso durante los primeros años cuarenta evidenció de forma absoluta la incapacidad de esta clase baja para poder medrar socialmente. Sólo con el cambio socioeconómico de los sesenta se pudo dejar atrás esta situación. Los grandes propietarios rústicos e industriales conformaban la élite social. Este era un grupo no muy numeroso, pero pudo mantener sus privilegios hasta casi el final de la dictadura.

6 8.3. El nivel de vida durante los años cuarenta y cincuenta La nueva España que impuso la dictadura franquista pretendía desterrar la miseria del pasado por medio de la justicia social. Según el Fuero de los Españoles, el Estado debía asegurar que los trabajadores recibieran una retribución justa y suficiente, que pudieran acceder a una Seguridad Social al igual que a una educación y un trabajo dignos. Los padres, a su vez, tenían la obligación de alimentar, educar e instruir a sus hijos. Ni un hogar sin lumbre, ni un español sin pan rezaban algunos de los folletos propagandísticos del bando nacional. La realidad era, desgraciadamente, muy diferente. El hambre, la pobreza y la desesperación hacían mella en una población que había optado por guardar silencio. El miedo a la cárcel o a la muerte impuso una despolitización brutal. El poco tiempo libre del que se disponía, era utilizado durante los primeros cuarenta en pasear, los hombres ir al bar o al futbol y acudir a las fiestas patronales, cuando había, o a los bailes. A medida que se produjo la bonanza económica comenzaron a ponerse de moda las excursiones y otro tipo de entretenimientos. Lo que nunca faltó, incluso en época de guerra, fue la masiva asistencia al cine. Durante la década de los cuarenta, los países europeos intentaron solventar los problemas sociales que tenían asumiendo su responsabilidad en la construcción de un sistema de bienestar generalizado para todos los ciudadanos. España intentó también paliar algunos de estas cuestiones como la indigencia, la enfermedad, la ignorancia o la suciedad. La cesta de la compra y los salarios El hambre y la escasez fueron las tónicas generales de la España de posguerra. El 14 de mayo de 1939, una Orden Ministerial de Industria y Comercio creó el régimen de racionamiento en todo el territorio nacional para los productos básicos alimenticios y de primera necesidad. Se establecieron dos cartillas: una para carnes y otra para el resto de los alimentos. Hasta 1943 eran cartillas familiares. A partir de este año pasaron a ser individuales. El racionamiento se impuso hasta mayo de 1952, momento en que la venta de todo tipo de comestibles dejó de tener restricciones.

7 El racionamiento impulsó una corrupción generalizada en materia de abastecimientos. Apareció un mercado negro muy fuerte a pesar de las medidas que se adoptaron en 1941 para evitar esta situación. La guerra trajo una fuerte inflación. A pesar de las medidas decretadas para aumentar los salarios, las familias perdieron poder adquisitivo. Durante la década de los cuarenta y cincuenta casi dos tercios del presupuesto familiar se empleaban en alimentación. Este fue poco a poco disminuyendo a medida que mejoraban la capacidad adquisitiva de los salarios. Las condiciones de habitabilidad: el problema de la vivienda Surgieron barrios chabolistas y se generalizó la costumbre de realquilar habitaciones donde se hacinaban familias. Las autoridades promovieron las construcciones de poblados con el fin de absorber a esta nueva población. El Estado promovió la construcción de viviendas. Con este fin se creó el 19 de abril de 1939 el Instituto Nacional de la Vivienda. Desde este momento y hasta la década de los cincuenta el Estado puso en marcha una serie de planes de construcción de la vivienda (plan de vivienda protegida, de viviendas bonificables o vivienda de renta limitada) con el doble propósito de terminar con la escasez de casas e impulsar la contratación de mano de obra mediante la reactivación de la actividad constructora. Un estudio realizado en 1957 evidenció la existencia de un déficit en la vivienda que podría cifrarse en más de un millón. Las medidas que tomó el gobierno para solventar este problema fueron de diversa índole. Por un lado se crea el Ministerio de la Vivienda y por el otro se puso en marcha el Primer Plan Nacional de la Vivienda ( ) pensado especialmente para núcleos urbanos en expansión económica y demográfica.

8 La consolidación de la Seguridad Social Una tarea importante del régimen franquista fue la consolidación y, con posterioridad, modernización de la Seguridad Social. Además de la acción aseguradora de la misma, se intentó potenciar la acción asistencial especialmente en el ámbito sanitario. Ya en el Fuero del Trabajo se especifica: La previsión proporcionará al trabajador la seguridad de su amparo en el infortunio. Se incrementarán los seguros sociales de vejez, invalidez, maternidad, accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, tuberculosis y paro forzoso, tendiéndose a la implantación de un seguro total. De modo primordial se atenderá a dotar a los trabajadores ancianos de un retiro suficiente. El subsidio de vejez e invalidez se creó en 1939 convirtiéndose en 1947 en un seguro obligatorio. En 1955 se amplió a los casos de viudedad. Se mejoraron también las condiciones de los trabajadores que sufrían enfermedades o accidentes laborales, regulando la existencia de un seguro para tales casos. En 1943 se creó el seguro obligatorio de enfermedad (SOE), el pilar de la moderna Seguridad Social. Sus prestaciones eran de tipo sanitario y económico (las derivadas de una enfermedad o de una maternidad). Las condiciones de trabajo En la España franquista estaban terminantemente prohibidas las huelgas (declarado delito de sedición), el lock-out (cierra patronal) y el derecho a la libre sindicación. La legislación laboral impuesta tendió a potenciar la estabilidad del empleo, estableciendo las condiciones básicas que debían regir las diferentes ramas de la producción y la retribución que conseguían los trabajadores.

9 8.4. La educación y las relaciones laborales durante los años cuarenta y cincuenta La educación: alfabetización, escolarización y niveles educativos La defensa del catolicismo como un elemento patriótico fue una de las características de las fuerzas que apoyaron el levantamiento político. La religión fue, precisamente, uno de los pilares sobre los que se levantó el nuevo régimen. La iniciativa privada, promovida, especialmente, por algunas órdenes religiosas vinculadas al mundo educativo, fue la que organizó la educación primaria y secundaria durante las primeras décadas del franquismo. De 1939 a 1964, ocho de cada diez niños acudían a colegios privados para realizar sus estudios de secundaria. En el artículo V del Fuero de los Españoles se indicaba: todos los españoles tienen derecho a recibir educación e instrucción y el deber de adquirirlas bien en el seno de su familia o en centros privados o públicos de su libre elección. El Estado velará para que ningún talento se malogre por falta de medios económicos. El deseo de acabar con el analfabetismo y conseguir una plena escolarización fue una tarea difícil en los primeros años de la dictadura, especialmente debido a la falta de infraestructuras y la insuficiencia presupuestaria en materia educativa. El Estado se preocupó por fomentar la enseñanza y promover la construcción de escuelas dejando en manos de la Iglesia los aspectos formativos. La Ley de Enseñanza Media de 1938, primera del régimen en esta materia, condensó tres principios básicos: antirousseaunismo, antienciclopedismo y antiliberalismo con una fuerte idea de hispanidad.

10 La Iglesia obtuvo la primacía en el proceso educativo de los niños españoles. Incluso en la universidad, tal y como señala la Ley de Ordenación Universitaria de 1943: la universidad, inspirándose en el sentido consustancial a la tradición universitaria española, acomodará sus enseñanzas a las del dogma y de la moral católica y a las normas del Derecho canónico existente. Las disciplinas debían amoldarse al dogma católico y fue revalidado el derecho de las instituciones religiosas a establecer centros reconocidos. El alumnado universitario debía agruparse en torno a un sindicato único, el SEU (Sindicato Español Universitario), que tenía como finalidad organizar la intervención de los estudiantes en la universidad. Además de la religión, todo futuro ciudadano debía estudiar una serie de asignaturas que tenían como finalidad su formación política. La educación de niños y niñas estaba separada. No sólo físicamente, sino que también diferían las asignaturas que debían cursar. Muchas de las enseñanzas destinadas a las niñas pretendían dotarles de los conocimientos necesarios para ser buenas madres y esposas. A partir de 1951 se introduce una cierta apertura liberalizadora que se materializa, entre otras cuestiones, en una nueva ley que en 1953 reorganizará el bachillerato y permanecerá vigente hasta A partir de 1956 comenzó a vivirse una pequeña agitación en las aulas. Algunas voces disonantes pretendían crear un Consejo Nacional de Estudiantes para adaptar las estructuras del SEU a formas más democráticas. A pesar de todas las mejoras introducidas, el analfabetismo continuaba siendo una importante lacra. Más de tres millones de personas no sabían ni leer ni escribir en 1960 y el 30% de los niños de entre seis y trece años estaban sin escolarizar. Sólo un 1,7 % de la población tenía un título universitario.

11 Las relaciones laborales: la organización sindical y la respuesta de los agentes sociales La FE de las JONS tenía una clara vocación sindicalista que pretendía la búsqueda de la justicia social y la exaltación de la figura del trabajador. El Fuero de los Trabajadores, aprobado en marzo de 1938, recoge estas ideas influido por la legislación fascista italiana, y aseguraba al aparato estatal el control para establecer las condiciones de trabajo en las empresas. Era necesario establecer una única organización sindical de carácter obligatorio que hiciera posible el desarrollo de un modelo sindical netamente español fundamentado en los principios de unidad, totalidad y jerarquía. En 1940 se establece la Ley de Unidad Sindical: La Organización Sindical de FET y de las JONS es la única reconocida con personalidad suficiente por el Estado. Las relaciones laborales durante los primeros años del franquismo estuvieron marcadas por una aparente tranquilidad. Por un lado las huelgas y demás acciones de protesta estaban prohibidas, por otro hay demasiado miedo y demasiada hambre como para poner en juego el puesto de trabajo. Sin embargo, a mediados de los cuarenta comienzan ya a producirse algunos movimientos que, aunque de escasa importancia, ponen de manifiestos algunos de los problemas económicos que sufría el país. En los años centrales de la década de los cincuenta los problemas se recrudecen: las huelgas producidas en 1956 en Guipúzcoa, Cataluña y Navarra pusieron de manifiesto la necesidad de algunos cambios. El Estado, además de reprimir el movimiento obrero, abrió nuevas vías de diálogo que se concretaron en medidas que favorecieron a los empresarios y en la subida de los salarios de los trabajadores.

12 8.5. Demografía, urbanización, estructura ocupacional y estratificación social durante los años sesenta y setenta A partir de la década de los sesenta se produce la modernización definitiva de la sociedad española. Gracias a los cambios que se producen durante la primera etapa del franquismo se consolida una sociedad industrializada con un predominio de las clases medias urbanas y un importante desarrollo del sector servicios. Poco a poco los españoles fueron modificando sus formas de vida y su mentalidad, cambiando sus pesados y oscuros vestidos por divertidas minifaldas. Los comportamientos demográficos modernos De 1960 a 1980 la población española aumentó en más de siete millones de personas. La clave de esta transformación fue la evolución en las tasas de mortalidad que durante estos años cayeron de forma espectacular. Aunque las de natalidad también sufrieron un descenso a partir de 1960, lo cierto es que la población creció de 30,5 a 37,7 millones de habitantes. La consolidación del proceso de urbanización Fue a partir de la década de los sesenta cuando se consolidó el proceso de urbanización iniciado en los cincuenta. El proceso de emigración interior fue muy importante. Unos tres millones y medio de personas cambiaron de residencia dentro del país entre 1961 y Según el informe FOESSA (uno de los primeros informes sociológicos que se realizan en el país), el origen es el campo y el destino la ciudad. Pero, además, también se produce una movilización hacia el exterior. De 1960 a 1979 se expatriaron a Europa cerca de dos millones de personas. La crisis económica que se produjo en 1973 puso freno a esta inmigración y provocó la vuelta de muchos españoles. Factores derivados del crecimiento demográfico, la emigración interior o la industrialización a gran escala fueron los grandes impulsores del proceso de urbanización en España. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 1960 sólo el 56% de la población se consideraba urbana. En 1981 esta cifra se había elevado al 73%.

13 Los cambios en la estructura ocupacional: una sociedad industrial y de servicios Durante estos años se produce también la modernización de la estructura ocupacional de la población activa, observándose en el continuo trasvase de activos agrarios (sector primario) a la industria (sector secundario) y a los servicios (sector terciario). Un hecho muy importante que se produce en estos años, es una mayor incorporación al trabajo por parte de las españolas. Las leyes impuestas en 1961 que mejoraban de forma sustancial la situación de la mujer y los propios cambios sociales propiciaron este hecho. Los cambios de la estructura social: una sociedad de clases medias La década de los sesenta, como en el resto de Occidente, trajo en España un ascenso social y profesional generalizado paralelo al crecimiento económico. Un amplio sector de la población logró ascender en la escala social gracias a su esfuerzo y a las nuevas oportunidades de promoción profesional. Se produjo un movimiento tanto intergeneracional (la reclasificación social en función de la procedencia familiar, es decir, la situación de los hijos respecto a los padres) como intrageneracional (la reclasificación social en función del cambio de categoría profesional). Según el III Informe FOESSA, el 41% de la población eran trabajadores urbanos de industria y servicios y obreros agrícolas sin cualificar. El 54% estaba compuesto por una nueva clase media y el 5% pertenecía a una elitista clase alta. Otra cuestión importante que se produce en estos años es el cambio operado en las estructuras familiares. En 1970 cerca del 60% de las familias del país son de tipo nuclear reducido, es decir, compuestas por entre dos y cinco miembros. Las nuevas clases medias tenían ya asegurado el acceso a los bienes de consumo básicos a los que podía ya aspirar la población trabajadora con empleo estable cualificado o semicualificado. Los ciudadanos de la España de los sesenta, que ahorraban para comprarse un televisor o compraban en El Corte Inglés, nada tenían que ver

14 con sus padres, que malvivían en habitaciones compartidas y soñaban con algún día conocer el mar El nivel de vida durante los años sesenta y setenta La cesta de la compra y los salarios Los cambios económicos impuestos a partir de 1959 tenían como misión acabar con la situación de necesidad de la población española. Se consiguió en buena parte, aunque a comienzos de la década de los setenta, un millón y medio de hogares españoles, en los que convivían aproximadamente unos siete millones de personas, vivían en el umbral de la pobreza con unos ingresos familiares estimados en menos de 2500 pesetas. En 1970 el salario mínimo interprofesional se había establecido en 3600 pesetas al mes. Al incrementarse el poder adquisitivo se produjo un cambio en los hábitos de consumo. Comenzó a disminuir, en proporción, el gasto dedicado a la alimentación y creció la partida para gastos y diversiones. La ampliación del número de viviendas La consolidación del proceso de urbanización trajo consigo una gran demanda de viviendas. Entre 1961 y 1975 se llevó a cabo el II Plan Nacional de la Vivienda por el que se construyeron aproximadamente unos cuatro millones de casas.

15 La modernización de la Seguridad Social En estos años se realizó también la modernización del sistema de Seguridad Social. En diciembre de 1963 la Ley de Bases de la Seguridad Social ampliaba las coberturas sociales y unificaba la legislación sobre seguros vigente en España, intentando unificar el sistema. A partir de este momento la Seguridad Social, por medio del Instituto Nacional de Previsión, gestionó los seguros obligatorios: enfermedad, maternidad, vejez e invalidez, ayuda familiar, accidentes de trabajo o enfermedades profesionales. De igual manera se incrementó el número de ambulatorios, hospitales y personal sanitario. La evolución de las condiciones de trabajo La incorporación del país a los distintos organismos internacionales, entre ellos la Organización Internacional del Trabajo (OIT), contribuyó a flexibilizar las relaciones laborales. En enero de 1963, un decreto estableció el salario mínimo interprofesional (SMI) que aunque era orientativo y muy por debajo de la ganancia media estimada, marcaba el sueldo mínimo al que un empleado podía aspirar. La crisis de los 70 provocó un aumento considerable del paro La educación y las relaciones laborales durante los años sesenta y setenta La evolución del sistema educativo Las nuevas circunstancias que vivía el país provocaron una transformación en la educación que recibían los españoles. Las mejoras económicas, la elevación del nivel de vida, las reformas administrativas, el turismo y los demás cambios que sufrió España en este período demandaron un desarrollo paralelo del sistema educativo. Así, el primer Plan de Desarrollo contempló un aumento importante de las inversiones en educación que se fue incrementando con los años. Se impusieron una serie de medidas cuyo fin era erradicar el analfabetismo: educación para adultos, implantación de centros en zonas rurales de difícil acceso,

16 enseñanza obligatoria hasta los catorce años En 1968 el número de analfabetos mayores de quince años se redujo a menos del 2% de la población. El número de universitarios creció sustancialmente. El SEU, ante las nuevas realidades, resultaba claramente inoperante por lo que acabó siendo disuelto en 1965 y reemplazado por unas Asociaciones Profesionales de Estudiantes. La presencia de la Iglesia en el ámbito docente da un salto cualitativo al aprobarse dos universidades administradas por instituciones eclesiásticas: La de Pamplona en 1962 y la de Deusto en En 1970 se impuso la Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, de Villar Palasí. Introducía muchas mejoras y, sobre todo, rompía con el lenguaje ideologizado del pasado para apoyarse en fuentes y referencias técnicas. La educación primaria, tanto en centros privados como públicos, se convertía en gratuita y obligatoria de los seis a los catorce años. Los niños que cursaran la EGB estudiarían, además del español como lengua común, las lenguas autóctonas de las regiones donde vivían. La Ley General concedía a la universidad una cierta autonomía al dejar en sus manos la redacción de los estatutos de funcionamiento interno. En 1968 se aprobó la creación de tres universidades: las Autónomas de Madrid y Barcelona y la del País Vasco. Las relaciones laborales durante los años de modernización socioeconómica Las relaciones laborales fueron tensándose a medida que avanzaba la década de los sesenta. La Ley Orgánica (1967) trajo consigo una necesaria variación de algunos elementos presentes en el Fuero del Trabajo que, sin embargo no parecieron suficientes. Las voces críticas se alzaron ante la situación laboral que se vivía, e incluso el episcopado español en 1968 pidió abiertamente el derecho de asociación sindical, la participación real a través de los representantes elegidos libremente y hasta el de huelga. En 1971 se promulgó la Ley Sindical. El texto legal terminaba con las definiciones y denominaciones de corte totalitario y flexibilizaba algunas estructuras al dar autonomía a la Organización Sindical que permitían hablar de una mayor

17 representatividad y libre participación. Esta ley introducía interesantes novedades aunque todavía quedaba mucho trecho por recorrer. Durante los dos últimos años del franquismo, los conflictos se dispararon y aumentó el número de huelgas.

18 Lo + recomendado No dejes de leer Tiempo de silencio MARTÍN SANTOS, L. Tiempo de silencio. Ed. Seix Barral Considerada una de las mejores novelas españolas del siglo XX. Nos refleja la situación social de una España recién salida de la guerra. No dejes de ver Surcos Director: José Antonio Nieves Conde Intérpretes: Luis Peña, María Asquerino, Francisco Arenzana, Félix Dafauce País: España Año: 1951 Una familia de pueblo se instala en el madrileño barrio de Lavapiés donde tiene que hacer frente a la dura realidad de una ciudad hostil y difícil. TEMA 8 Lo + recomendado

19 + Información A fondo «Morir de hambre». Autarquía, escasez y enfermedad en el primer franquismo Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea. Nº Págs En este artículo de Miguel Ángel del Arco, se muestra la paupérrima situación de España durante los primeros años de la dictadura. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: Los servicios sociales del franquismo a la Constitución Cuadernos de trabajo social. UCM. Nº Págs La autora del artículo, Isabel Cerdeira, hace un estudio de las prestaciones sociales impuestas durante el franquismo y su evolución hasta la promulgación de la Constitución. El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web: TEMA Información

20 Bibliografía ABELLA, R. La vida cotidiana de España bajo el régimen de Franco. Ed. Argos. Barcelona ALMODÓVAR, M. A. El hambre en España. Ed. Oberón. Madrid BORDERÍAS, C. Las mujeres autoras de sus trayectorias personales y familiares: a través del servicio doméstico. Revista Historia y fuente oral Nº CENARRO, A. Beneficencia y asistencia social en la España franquista: El auxilio social y las políticas del régimen. Dentro del libro: Pobreza, marginación, delincuencia y política sociales bajo el franquismo. Ed. Universidad de Lleida OTERO, L. Al paso alegre de la paz. Ed. Plaza & Janés. Barcelona OTERO, L. La española cuando besa. Ed. Plaza & Janés. Barcelona Webgrafía Página del Instituto Nacional de Estadística donde se pueden consultar los anuarios estadísticos publicados por este organismo. TEMA Información

21 Actividades Trabajo: El pisito El cine ha sido utilizado desde muy temprano como un medio de propaganda eficaz. Las imágenes en movimiento y las historias que se transmiten permiten cierta asimilación de los conceptos mostrados y facilitan la valoración positiva o negativa de los mismos. La capacidad de influencia del cine exige utilizar bien sus recursos y, antes que nada, respetar sus códigos. Por eso el cine ha de ser verosímil. Debe establecer un contacto con la realidad que permita al espectador sentirse, de alguna manera, relacionado con la historia que sigue en la pantalla. Siguiendo esta premisa, debes ver la película El pisito (1959), dirigida por Marco Ferreri. Analiza lo que ves. Qué nos está contando? Qué tipo de España muestra? Qué problemas y cuestiones sociales se pueden entresacar de esta Historia? Escribe un ensayo de un máximo de tres hojas. No debes contar el argumento sino intentar entender las cuestiones que esta película plantea. TEMA 8 - Actividades

22 Test 1. La sociedad española no se modificó en los casi cuarenta años de dictadura. A. Verdadero B. Falso 2. Tras la posguerra el tema de la vivienda dejó de ser un problema para la sociedad española. A. Verdadero B. Falso 3. El racionamiento imponía una restricción sobre productos básicos de primera necesidad. A. Verdadero B. Falso 4. La legislación laboral franquista permitía una libertad de asociación sindical. A. Verdadero B. Falso 5. La primera etapa del franquismo presentó una importante conflictividad laboral. A. Verdadero B. Falso 6. A partir de la década de los sesenta se observa un importante cambio en la sociedad española. A. Verdadero B. Falso 7. Las migraciones tanto externas como internas crecen durante la segunda etapa del franquismo. A. Verdadero B. Falso TEMA 8 - Test