El Cantar de los Cantares o0o- Traducción en verso de D. José Puebla García. El Cantar. de los Cantares. Traducción en verso de D. José Puebla García

Transcripción

1 El Cantar de los Cantares Traducción en verso de D. José Puebla García 1

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3 DEDICATORIA A mi querida esposa María Hipólita Carro Pérez, a quien su abuela desde el Más allá, y yo desde el más acá, le digo: Tú eres mi flor más preciosa. RECONOCIMIENTO Mi agradecimiento a mi gran amigo José Antonio Ozcariz Sagredo, por su inestimable ayuda y ánimo para escribir este libro. A César, otro gran amigo. A los dos os quiero como si fuerais mis hijos. A Gonzalo García por su maquetación, opiniones y amistad. A Carlos Sáenz de Santa María, por su ayuda, caballerosidad y amistad incondicional. A Conchita, psicóloga; yo la llamo "la madre universal". Gracias por estar ahí siempre y por tu amor incondicional. Y a tantos y tantos buenísimos amigos. Gracias, muchas gracias por acudir a la presentación de este libro a mi admirada Marilyn Rossner, mi familia espiritual y mi amiga del alma. 3

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5 DEDICATORIA DE MARILYN ROSSNER AL AUTOR Pepe comparte algo de su sabiduría, conocimiento, amor incondicional y devoción con toda la humanidad. Los que tienen el honor de leer este material serán bendecidos por el Creador a través de Cristo y la amada Virgen María. Gracias querido Pepe por tu impecable trabajo. Nuestras oraciones y agradecimientos están contigo mientras continúas tu camino aquí en la Tierra. Eres un ejemplo de lo que el Gran Maestro Sivananda nos ha transmitido: servir, amar, dar, purificar, meditar, y la realización divina. Dra. Marilyn Rossner, Sister Leona Hartman, y el bendecido Father John desde su reino celestial. 5

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7 EL CANTAR DE LOS CANTARES ONLINE En os podéis descargar esta obra gratuitamente, al igual que muchos otros libros espirituales de gran interés. En esta web se percibe, por la exquisitez y el trabajo concienzudo, la calidad profesional de sus autores y la pasión que sienten por estos temas. Muchísimas gracias a este bravo equipo editorial. 7

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9 CANTO PRIMERO ESPOSA: Bésame con los besos de tu boca, son delicioso vino tus amores, arrastran a mi olfato tus olores; pero tu nombre es el mayor aroma que a todas las doncellas enamora. CORO: Arrástranos contigo, corramos tras tu hechizo, introdúcenos, Rey, en tu aposento, contigo gozaremos, y un placer increíble viviremos. 9

10 Quién como tú jamás ha sido amado? ESPOSA: Soy morena pero hermosa. Hijas de Jerusalén, como tiendas de Cedar, pabellón de Salomón, no miréis que soy morena, porque me ha quemado el sol. Pues los hijos de mi madre por su envidia me pusieron a guardar viñas ajenas, y mi viña no guardaba. Dime tú, Amado de mi alma, dónde tienes tu rebaño, 10

11 y al mediodía sesteas, no sea que me extravíe tras rebaños de los otros. CORO: Si no lo sabes tú, la más hermosa de todas las mujeres, sigue de mi rebaño las pisadas y apacienta tus negros cabritillos, cerca de la majada de todos los pastores. ESPOSO: Amada mía, pues yo te comparo a la yegua que tira de los carros 11

12 del Faraón. Qué hermosas tus mejillas entre las trenzas de cabellos de oro! Maravilla tu cuello entre collares ensartados en plata! ESPOSA: Mi rey reposa en su lecho, soy un nardo que le embriago, y mi Amado es para mí bolsa de mirra en mis pechos, racimito de alheña de las viñas de Engadí. 12

13 ESPOSO: Qué hermosa eres mi Amada, qué hermosa eres! Tus ojos cual palomas irisadas. ESPOSA: Qué hermoso eres, qué hermoso eres! Y en nuestro pabellón ya es primavera, de cedro nuestra casa, de oloroso ciprés su artesonado. Soy para ti narciso de Sarón, un lirio de los valles. 13

14 ESPOSO: Entre todas las jóvenes doncellas mi amada es como un lirio entre los cardos. ESPOSA: Y entre todos los jóvenes mi Amado es un manzano entre árboles silvestres. Solo a su sombra anhelo yo sentarme, quiero paladear su dulce fruto. Y ya en la sala del festín secreto me ha introducido ansioso, y su bandera frente a mí ya ha izado, que es bandera de amor. Está su izquierda bajo mi cabeza, su derecha me abraza con ardor. 14

15 ESPOSO: Oh hijas de Jerusalén, yo os conjuro, por ciervos y gacelas de los campos, no molestéis ni despertéis a la Amada (de sus sueños de amor) hasta que quiera. 15

16 ESPOSA: CANTO SEGUNDO Es la voz de mi Amado! Vedle que llega saltando por los montes, por las laderas. Mi Amado es como el ciervo, cual la gacela. Acecha tras los muros, tras las cancelas. Ya oigo su voz que dice: ESPOSO: Levanta, Amada mía, hermosa mía y ven. 16

17 Ya se pasó el invierno, ya dejó de llover. La tierra está de gala y empieza a florecer. Parece que ha llegado el tiempo de brotar, y un arrullo de tórtola ya se empieza escuchar. La higuera hecha sus brotes, la viña en flor está, y su aroma embriagante me recuerda algo más. Levántate Amada mía, Hermosa mía y ven. Paloma mía, el nido 17

18 vas en roca a poner, no te ocultes en peñas, tu rostro quiero ver y oír tu voz amada, que es dulce cual la miel, y tu rostro encantado más bello que un clavel. CORO: Cazadme las raposas, las que estropean las viñas que florecen en primavera. 18

19 ESPOSA: Mi Amado es todo mío, el que pastorea, y yo soy toda suya entre azucenas. Antes que huyan las sombras y el día venga, vuélvete Amado mío, ven a mi vera. Mi Amado es cervatillo, es cual gacela corriendo por los montes de Béter llega. 19

20 ESPOSA: CANTO TERCERO Por la noche he buscado al Amado de mi alma, ay! ay! que no lo encuentro y lo busco con ansia. Me levanto y doy vueltas por las calles y plazas, ay! ay! que no lo encuentro y lo busco con ansia. Me encontré con la ronda de la ciudad callada: Por ventura habéis visto 20

21 al Amado de mi alma?. Cuando ellos se marcharon, mi amor lo halla. Hallé mi Amado al alba, le así con mil abrazos. Ya sé que no se marcha. Lo he llevado corriendo de mi madre a la casa, lo he metido en la alcoba donde el amor me aguarda. 21

22 ESPOSO: Hijas de Jerusalén, yo os conjuro por los ciervos y gacelas, no despertéis a mi Amada hasta que quiera. 22

23 CANTO CUARTO CORO: Quién es esa que sube del desierto como columna de humo, vapor de mirra e incienso de todos los perfumes olorosos? Mirad a Salomón en su litera, sesenta héroes de Israel le dan escolta, todos son valerosos y diestros con la espada, dispuestos al combate. Todos están alerta con la mano en el puño de la espada 23

24 para enfrentar los miedos de la noche. Hizo el rey Salomón la Suite nupcial con maderas del Líbano olorosas. Su baldaquino de oro con columnas de plata, de púrpura el asiento bordado en oro fino, obra maestra de hijas de Israel. Oh hijas de Sion! Mirad y ved a vuestro rey glorioso Salomón, con la diadema de oro con que su madre ya le ha coronado 24

25 en el día feliz del desposorio, el día de su amor. ESPOSO: Qué bella eres, qué hermosa Amada mía! A través de tu velo son tus ojos dos palomas de encanto que tiemblan de dulzura enamoradas. Rebañitos de cabras tu cabellos que ondulan por los montes de Galad. Tus dientes cual rebaño que en la esquila suben del lavadero, y todos van con sus crías gemelas entre ellas no hay estériles. 25

26 Cinta de roja grana son tus labios, tu voz más agradable que mil cítaras, y a través de tu velo tus mejillas de granada encendida dos mitades. Es tu cuello cual torre de David que adornan los trofeos en donde brillan más de mil escudos de los mayores héroes de Israel. Mellizos de gacela son tus pechos brincando entre azucenas. Al despertar la aurora cuando las sombras huyan, voy a subir al monte de la mirra, al monte del incienso. 26

27 Eres la más hermosa Amada mía! Eres toda bellísima y sin tacha. Ven del Líbano Esposa. Ven del Líbano. Haz tu entrada gloriosa desde las cimas de Sanir avanza, corre desde las cumbres del Hermon. Ven desde las guaridas de leones, desde los montes de los leopardos. Mi corazón prendiste, Esposa mía! lo has hecho prisionero en tu mirada, y en tu collar de perlas ha quedado enredado para siempre. 27

28 Hermana, Esposa mía! tu amor es un encanto, delicia de delicias, más que vino de reyes son tus besos. Cuando llega el olor de tus perfumes mi corazón se embriaga más que en todos los bálsamos del mundo. Y destilan miel virgen deliciosa tus labios de coral. Bajo tu lengua dulce leche y miel. Y el rastro del olor de tu vestido como aroma de incienso que me embriaga. Esposa mía! eres jardín secreto, eres fuente sellada. 28

29 Jardín del paraíso, un vergel de granados de increíbles frutales exquisitos. Eres jardín de plantas aromáticas, de nardos, de cipreses y azafranes, de cinamomo, de aloe y de mirra, y de todos los árboles balsámicos. De un jardín misterioso eres la fuente, y un poco de agua viva que del Líbano santo siempre fluye. ESPOSA: Aire del norte, aire del sur soplad, que mi jardín exhale sus aromas, 29

30 así mi Amado a mi jardín vendrá a comer de sus frutos exquisitos. ESPOSO: Ya voy a mi jardín Esposa mía! a coger de mi mirra y de mi bálsamo, a comer el panal de dulce miel, a beber de mi vino y de mi leche. Comed colegas míos, bebed amigos míos y embriagaos. 30

31 CANTO QUINTO ESPOSA: Yo duermo, pero mi corazón vela. Es la voz de mi amado que me anhela. ESPOSO: Ábreme hermana mía, Amada mía, Paloma mía, Inmaculada mía. Mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de escarcha de la noche. ESPOSA: Ya me he quitado la túnica Cómo volver a vestirme? 31

32 ya me he lavado los pies, cómo volver a ensuciarlos?. Mi amado metió la mano por aquella cerradura y entonces se estremecieron mis entrañas hasta el fondo. Me levanté para abrirle, mirra destilan mis manos, mis dedos mirra exquisita. A mi Amado ya he abierto, pero ha desparecido. He salido tras su voz Le busque mas no le hallé, le llamé y no respondió. Los guardias me han encontrado 32

33 que hacen ronda en la ciudad, me golpearon, me hicieron, del velo me despejaron. Hijas de la ciudad yo os conjuro que si halláis a mi Amado decid que desfallezco, peno y muero. CORO: Tu Amado en qué se distingue? Oh la mujer más hermosa, y ya que así nos conjuras, cómo le conoceremos? ESPOSA: Fresco y hermoso es mi Amado 33

34 se distingue entre millares, su cabeza es de oro puro, los rizos de sus cabellos como dátiles brillantes, y negros como los cuervos. Son sus ojos dos palomas posadas junto a las aguas que se han bañado en la leche y que a la orilla descansan. Sus mejillas son jardín de olorosas balsameras, tiesto de planta aromática, y sus labios son dos lirios que suave mirra destilan. Anillos de oro sus manos 34

35 llenos de piedras de Tarsis. Su vientre puro marfil va cuajado de zafiros. Sus piernas son dos columnas de fino y suave alabastro en base de oro asentadas. Su aspecto es como el Líbano. Es gallardo como el cedro, como miel es su garganta. Y todo él es un encanto. Ése es mi amado y mi amigo, Hija de Jerusalén. CORO: Adónde fue tu Amado? 35

36 oh tú! de las mujeres la más bella, qué dirección tomó? y te acompañaremos para seguir sus huellas. ESPOSA: Ha bajado mi Amado a su jardín, a los macizos de las balsameras, a llevar el rebaño entre vergeles y a coger azucenas. Es mi Amado para mí, y yo soy para mi Amado, que apacienta el rebaño entre azucenas. 36

37 ESPOSO: Eres mi Amada hermosa como Tarsis, como Jerusalén eres de encanto, más fuerte que escuadrón en orden de batalla. Tus ojos me fascinan, apártalos de mí, rebañito de cabras tus cabellos, que ondulan por las cuestas de Galad. Tus dientes cual rebaño que en la esquila suben del lavadero, y todos van con sus crías gemelas, entre ellas no hay estériles. Tus mejillas mitades de granada 37

38 a través de tu velo. Sesenta son las reinas y ochenta concubinas. Y las doncellas son innumerables, pero tú sí eres única, paloma mía, inmaculada mía. Es la única hija de su madre La preferida de quien la engendró. La vieron, las doncellas la aclamaron, concubinas y reinas la loaron. 38

39 CORO: CANTO SEXTO Quién es ésta que nace como Aurora, más bella que la luna, más hermosa que el sol, y más impresionante que un ejército en orden de batalla? ESPOSO: Bajé a ver si ya brotan los nogales. Bajé a ver cómo ya verdea el valle, si ya brotan las viñas y florece el granado. Y ahora me encuentro aquí sin saber cómo, entre los carros de mi noble pueblo. 39

40 CORO: Ven, Sulamita, ven que contemplemos tu hermosura encantados. ESPOSA: Qué queréis contemplar en la Sulamita danzando a doble coro? CORO: Qué bellos son tus pies con las sandalias oh princesa encantada! tus caderas son joyas increíbles del más hábil orfebre, y tu ombligo es un ánfora preciosa 40

41 con sabor al mejor vino de reyes. Tu vientre trigo de oro al que da el sol rodeado de puras azucenas. Tus senos cervatillos de gacela, la gracia de sus saltos me estremece. Tu cuello como torre de marfil, tus ojos son profundos como las dos piscinas de Esabón. Tu nariz más perfecta que la torre del Líbano, como el monte Carmelo tu cabeza, Tu cabellera entretejida en trenzas Cual rayos de oro en púrpura real. 41

42 ESPOSO: Eres Amada mía encantadora, eres hermosa eres pura delicia, tu talle como gracia de palmera, subiré a esta palmera y cogeré sus dátiles. Como racimos de uvas son tus pechos. Probaré esos racimos. Tu aliento como olor de la manzana, cual generoso vino tu palabra, que me anuncia tus besos, delicia de tus labios y tus dientes. 42

43 ESPOSA: Soy toda para mi Amado, arde su pasión por mí. Oh mi Amado! ven conmigo, vamos al campo a salir, en la aldea haremos noche, por la mañana para ir a ver si florece el campo y ya brota la vid, y ver si está ya florido y el granado se va abrir, que ya todo huele a amores, mi amor te daré yo allí. Su olor dan ya las mandrágoras Nuestras puertas al abrí qué deliciosos frutos que yo guardo para ti 43

44 Pues yo todos te lo guardo mi Amado son para ti. Ay! quién me diera que fueses. Como un hermano querido, amamantado de los pechos de aquella que yo mamé, con ardor te besaría al encontrarte en la calle sin que nadie me desprecie. Ya te llevo y te introduzco en la casa de mi madre, y ya entramos en la alcoba de aquella que me dio el ser. Toma, bebe de mi vino a ti solo reservado, 44

45 toma, bebe de mi mosto de delicioso granado. Tu izquierda coge mi cuello y tu derecha me abraza! ESPOSO: Mi Amada está durmiendo como un ángel, no me la despertéis, dejadla que descanse en sus sueños de amor hasta que quiera. 45

46 CORO: CANTO SÉPTIMO Quién es Esta que sube del desierto en su Amado apoyada? ESPOSO: Yo soy quien te besé y así te desperté oh Amada mía! debajo del manzano donde tu madre con amor un día te engendro para mí. Ponme en tu corazón cual sello ardiente, en tu brazo cual tatuaje imborrable. Que el amor es más fuerte que la muerte, más duros que el infierno son los celos. 46

47 Son tus dardos de amor saetas encendidas, son llamas de Yavé. Ni con toda las aguas del diluvio este fuego se apaga, y ni el ímpetu de una catarata jamás podrá arrastrarlo. Si das por el amor todo el oro del mundo es como no dar nada. HERMANOS: Qué pequeña es nuestra hermana. Dos capullitos de rosa son sus pechos pequeñitos. 47

48 Qué haremos con nuestra hermana si queremos desposarla, cuando con ella se trate? Si fuera un muro cerrado de plata, almenas pondríamos, pero si fuese una puerta, batientes de cedro haríamos. ESPOSA: Sí, muro soy y torres son mis pechos, yo soy la que a sus ojos para su corazón halla la paz. HERMANOS: Una viña Salomón 48

49 tenía en Baal Amón. A sus guardas la ha arrendado, por sus frutos le darán más de mil siclos de plata. ESPOSA: Tengo ante mí mi viña oh Salomón! Quédate con los mil siclos de plata, doscientos da a los guardias por guardarme su fruto. ESPOSO: Tú que habitas en jardines hazme oír tu voz divina, pues todos cuantos la oyen 49

50 se quedan embelesados. ESPOSA: Huye ya amado mío, como ciervo veloz, como gacela por los montes de bálsamo oloroso, que yo te seguiré hasta que muera. -ooo- 50