Motivación: Para un Mundo Nuevo

Transcripción

1 Se trata de elaborar juntos, sobre un papel con dibujo de muro o pared, un gran mural collage (o grafitti) que vaya presentando testimonios, situaciones, ejemplos de personas que no pueden soñar. Antes de ponernos manos a la obra, escuchemos el testimonio de Madre Teresa de Calcuta. Motivación: Para un Mundo Nuevo Madre Teresa de Calcuta del libro Orar. Su pensamiento espiritual; Planeta Testimonio, Barcelona Dios nos ha creado para que realicemos pequeñas cosas con un gran amor. Yo creo que ese gran amor, que viene, debería venir, de nuestros corazones, que debería empezar manifestándose en el hogar con mi familia, con mis vecinos de la calle, con los que viven en el piso de

2 enfrente. Este amor debería alcanzar a todos. Todos tenemos tanto de bueno como de malo en nosotros mismos. Que nadie se gloríe de sus propios éxitos, sino que los atribuya a Dios. Jamás debemos considerarnos indispensables. Dios tiene sus propios designios: pero Él quiere nuestro amor. Podemos matarnos para realizar nuestra tarea: si no está impregnada de amor, será inútil. Dios no tiene necesidad de nuestro trabajo. En el juicio no nos preguntará cuántos libros hemos leído, cuántos milagros hemos hecho, sino sólo si hemos hecho lo que hemos podido por su amor. AYER María, HOY tú Queremos que este momento sea verdaderamente un encuentro contigo, Señor. Queremos con María acercarnos a Ti y repetir con Ella: Hágase en mí según tu Palabra. Seguidamente, escuchamos y trabajamos a partir de una de las canciones que se proponen: Sueña (OT) Color esperanza (Diego Torres) Himno Domund Lectura dialogada de la vocación de María (Lc 1, 26-38) Intervienen tres personajes: Narrador, Ángel y María. Narrador: Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a

3 una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: Ángel: Alégrate, llena de gracia. El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Narrador: Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: Ángel: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS. Será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Narrador: Entonces María dijo al ángel: María: Cómo será esto? pues no conozco varón. Narrador: El ángel, le dijo: Ángel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño que nacerá de ti será y será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, ella también ha concebido un hijo en su vejez; y está ya de seis meses, la que llamaban estéril; porque para Dios nada hay imposible. Narrador: Entonces María dijo: María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Narrador: Y el ángel la dejó. Tras la proclamación de la Palabra, hacemos grupos. Compartimos lo que la audición de las canciones y la Palabra proclamada puede evocar en nosotros y lo hacemos en torno a las siguientes preguntas:

4 Qué sentimiento te ha producido la canción que has escuchado? Sabrías explicar por qué? Qué frases destacarías de Madre Teresa de Calcuta, de las canciones y del evangelio? y por qué? Al escuchar la historia de la vocación de María, a quien el mismo Dios llamó un día para confiarle una misión importante, te has parado a pensar que tal vez Dios también te llama a ti y cuenta contigo? Cómo puedes colaborar tú a realizar la misión de Dios hoy en tu ambiente y con tu gente? Recogemos las conclusiones en una especie de Manifiesto lo leeremos al final de la oración y se colocará en un papel color esperanza para ponerlo en el mural que han elaborado al final. El mundo de hoy tiene quejas, sufrimientos, esclavitudes, esperanzas, deseos de Dios. Presentemos a Dios nuestra oración en forma de petición, alabanza o acción de gracias. Nuestra oración expresa el compromiso para con el Dios que llama y reparte bendición y coraje para amar como Madre Teresa de Calcuta. A cada petición respondemos: Venga a nosotros tu Reino, Señor. Después se puede cantar o escuchar el Aleluya de la tierra (Brotes de Olivo). Quién quiere resucitar a este mundo que se muere? quién cantará el aleluya

5 de esa nueva luz que viene? Quién cuando mire la tierra y las tragedias observe, sentirá en su corazón el dolor de quien se muere? Quién es capaz de salvar a este mundo decadente, y mantiene la esperanza de los muchos que la pierden? El que sufre, mata y muerte, desespera y enloquece, y otros son espectadores, no lo sienten. Quién bajará de la cruz a tanto cristo sufriente, mientras las hombres miramos, impasivos e indolentes? Quién grita desde el silencio de un ser que a su Dios retiene, porque se hace palabra que sin hablar se la entiende? Quién se torna en aleluya porque traduce la muerte, como el trigo que se pudre y de uno cientos vienen? Aleluya! Cantará, quien perdió la esperanza, y la tierra sonreirá. Aleluya! La oración del Padre nuestro. En este momento que hemos compartido nuestras vidas, entrelazamos nuestras manos para seguir construyendo un mundo de hermanos, el auténtico sueño de Dios: Padre Nuestro... Ahora, se pasa a leer los distintos manifiestos y se colocan sobre el mural. María, Madre de Jesús y de cuantos participan de su ministerio sacerdotal, acudimos a Ti como hijos que acuden a su Madre. Ya no somos niños, sino adultos que de corazón

6 desean ser hijos de Dios. Nuestra condición es débil; por eso venimos a suplicar tu ayuda maternal para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades. Ruega por nosotros, para que, a nuestra vez, podamos ser personas de oración. Invocamos tu protección para poder permanecer libres de todo pecado. Invocamos tu amor para que el amor pueda reinar y nosotros podamos ser compasivos y capaces de perdonar. Invocamos tu bendición para que podamos ser como la imagen de tu Hijo, Señor y Salvador nuestro, Jesucristo. Amén. (Oración recomendada por Madre Teresa de Calcuta) Finalmente podemos concluir este momento de oración con un canto dedicado a Ella, María, la gran creyente, soñadora y realizadora de los planes de Dios. Ver otros materiales DOMUND 2003