PERO SE RECONOCE POR LA PALABRA

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Soledad Plaza Pérez
hace 7 años
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1 PERO SE RECONOCE POR LA PALABRA (creación poética, responsabilidad y acción, libertad visual) por J. Seafree inventa mundos nuevos y cuida tu palabra (Vicente Huidobro) estando ya mi casa sosegada (San Juan de la Cruz) la poesía es la única verdad prohibido hipotecar tus alas (José Antonio Pamies) Fernando Aguiar, Poesía visual I La historia la construyen los hombres, pero se reconoce por la palabra, por todo el compendio de lo que sobre ella queda escrito, durante siglos,

2 y todo lo que sobre ella queda recogido en imágenes y documentos diversos pertenecientes a la última centuria. Cuando el lenguaje escrito y el lenguaje artístico coinciden en la emoción como resultado, podemos llegar a afirmar que estamos ante el hecho poético. El autor, esto es, el poeta, a través del lenguaje, ordena las palabras de manera sintética e ideal. En cierta medida el sentido de la poesía siempre ha estado ligado a un carácter presagioso, al mismo tiempo que liberador, en un amplio espectro, tanto como fuente de expresión de sentimientos y de reflexiones, como mecanismo de ayuda en el esfuerzo del individuo por desencadenarse de circunstancias, condiciones y límites. El comienzo del siglo XX supuso una ruptura respecto al hermetismo que la poesía padecía por el ascenso de la burguesía tras la Revolución Francesa, y una irrupción fundamental en el desarrollo de las artes con la sucesiva aparición del dadaísmo, surrealismo y demás vanguardias. En aquellas décadas, la estética alrededor de la poesía (cuyos postulados primordiales se regían por las teorías aristotélica, kantiana y hegeliana) así como las premisas y horizontes de las artes plásticas adquieren una bocanada de aire absolutamente trascendental para el devenir creativo del resto de la pasada centuria. Y la palabra, a menudo, es casa de la memoria, de la imaginación y del quehacer creativo de los individuos. Así lo admitimos al nombrar la casa del pensamiento, la casa de la poesía, la casa del teatro, En la poesía visual se trascienden los límites del lenguaje, reinventándose una serie de códigos plásticos, estéticos, conciliándose los signos y las imágenes, las letras y los trazos, los conceptos y las impresiones. Quizás, por su naturaleza interdisciplinar, la poesía visual no llegue a ser la casa de como aquellas otras; porque camina entre luz y sombra, entre hogar y jardín. Hubiera sido posible la escritura experimental y la poesía visual como las reconocemos en las cuatro últimas décadas sin el dadaísmo? La

3 poesía visual, como la poesía verbal o discursiva, se mueven en un campo extenso de libertad absoluta de ejecución. Las puestas en escena de los dadaístas, los futuristas,, antaño, del mismo modo que la perfopoesía actual, suponen un gesto artístico de libre ejecución, teniendo en cuenta al público, como lector/observador/espectador de cada velada; y ello implica un grado de responsabilidad imprescindible. Fernando Aguiar, Ensayo 499

4 La poesía es una especie de arte menor en cuanto al público, en cuanto a las tiradas de sus ediciones. Sin embargo, los intervinientes en el mundo de la poesía (autores, lectores, catedráticos, editores, ) son leales y sabedores que ese género responde a una erudición matizada respecto a la que se perciben en otros espacios literarios, como el teatro y la narrativa. La poesía es siempre un valor permanente, elevado, pero muchos de sus autores malviven, son alternativos, marginales. El compromiso del poeta es muchas veces incondicional. Escribir poesía se convierte tantas veces en una forma de vida. La poesía visual no conviene olvidarlo- surge de la poesía, de la palabra, aunque muchos de sus autores lleguen a ella desde otras disciplinas (pintura, fotografía, música, ). Por sus contenidos, por ayudar al ser humano a liberar sus pensamientos y sus emociones, la poesía casi siempre es considerada un elemento cultural peligroso, y lo mismo acontece cuando hablamos de la poesía visual, cauce creativo de riesgo específico, puesto que su propia naturaleza interdisciplinar y su desarrollo histórico sin convertirse en ismo artístico- auspician a menudo una mirada crítica, tanto de los temas sociales como de cualquier otro aspecto existencial necesitado de proceso revisionista. En realidad la práctica visual a partir de la poesía constituye un paso más en la intensidad comunicadora y expresiva del autor. En cada mirada poética la palabra presente o no como a veces ocurre en la poesía visual- es esencia, guarida y camino. A través de la visualidad, el lenguaje poético y la propia trayectoria magnánima, combatiente e incuestionable de la lírica han mutado, pero también aquí, en el campo extenso y acogedor de la poesía experimental -como sucede y se reconoce con naturalidad a la poesía verbal- asumimos un papel de resistencia perseverante, como hacedores y como testigos de cualquier manifestación, independientemente del alcance que las propias realizaciones obtengan en el incierto mundo de la cultura-espectáculo. La inspiración, la insistencia y la tarea cotidiana inherentes al artista, orbitan aquí, en el universo de la visualidad, también alrededor de valores y conceptos eternos (el tiempo, la denuncia, la defensa de la paz, la justicia, la belleza, ).

J. Seafree, Fantásticos La poesía visual no es una tendencia, tampoco una moda estética que se aprovecha de la adaptación del mensaje a las actuales posibilidades globalizadoras y de difusión en los

5 J. Seafree, Fantásticos La poesía visual no es una tendencia, tampoco una moda estética que se aprovecha de la adaptación del mensaje a las actuales posibilidades globalizadoras y de difusión en los medios tecnológicos; y sí, en cambio, es un volcán de emisiones sin complejos, un aliento continuo, renovador, plural, aperturista. Adquiere, pues, la visualidad unas señas de identidad propias cuando las obras y los autores son abrazados por una filosofía y una sensibilidad estrictamente artísticas, necesarias, responsables. Lo fundamental, tanto en la poesía visual como en la poesía verbal, no es que la obra, el poema, se adapten mejor o peor a los formatos del mensaje, a los canales de transmisión, sino que, de una vez por todas, los contenidos poéticos -las palabras, raíz y tronco; las imágenes, alegre verdor- suelten el ancla de la marginalidad, por abajo, y arranquen el telón del elitismo, por arriba, y que el mensaje invada nuestras vidas, sin escepticismo, sin extrañeza, así, recurrente, originario, innato, vital. J. Seafree (Madrid, noviembre 2012)

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