El monopolio legítimo de la fuerza se ha entendido tradicionalmente. El triángulo de las armas

Transcripción

1 El triángulo de las armas El tráfico de armas ilegales constituye un fenómeno de alto impacto en Colombia. En el siguiente análisis se abordan las dimensiones jurídicas e institucionales, así como sus implicaciones fronterizas con Panamá y Ecuador 1. Silvia Rosa Celedón Giovannetti Estudiante de IX semestre Facultad de Gobierno, Finanzas y Relaciones Internacionales silvia.celedon@uexternado.edu.co. Alicia del Pilar Pinto Palomar Estudiante de IX semestre Facultad de Gobierno, Finanzas y Relaciones Internacionales alicia.pinto@est.uexternado.edu.co. El monopolio legítimo de la fuerza se ha entendido tradicionalmente como uno de los atributos básicos del Estado. Sin embargo, en Colombia y otros países del mundo, la existencia de actores legales e ilegales que también detentan poder armado permite cuestionar el sentido estricto de tal monopolio. En Colombia, luego de varias décadas de confrontación interna no se ha logrado el desarme y neutralización de múltiples «estructuras altamente organizadas» 2, como las mafias narcotraficantes, los paramilitares, las guerrillas y los grupos de delincuencia. De hecho, pese a las estrategias nacionales de prevención, control y sanción al porte ilegal de armas, estas organizaciones mantienen su acceso a material bélico proveniente de los mercados de tráfico nacional e internacional. El tráfico de armas no sólo facilita la comisión de delitos en Colombia 3, sino que también aumenta la criminalidad en los países vecinos por cuenta de las redes de compraventa que buscan incursionar en el mercado colombiano y mantenerse en él. En este contexto, surgen dos cuestiones centrales: primero, revisar cuáles han sido las limitaciones de las disposiciones jurídicas y de las instituciones colombianas en el control de las armas pequeñas y ligeras, y segundo, examinar cómo funciona y cuáles son las implicaciones del tráfico de armas hacia Colombia, mediante una revisión de las dinámicas transfronterizas con Ecuador y Panamá. revista de la universidad i externado de colombiao facultad de finanzas f nzas,, gobierno y relaciones internacionales 124

2 contenido 1 editorial 4 correo de brujas 6 cuarto de huéspedes 10 dosier 18 actualidad 46 especial 66 economía y finanzas ciudad - región 160 contraseña 184 cultura y sociedad

3 Más allá de las labores de registro de Indumil y algunas operaciones de las fuerzas armadas del Estado colombiano, no existe una institución que coordine de manera sistemática la investigación, prevención y neutralización del mercado ilegal de armas. Esfuerzos sin resultados? El artículo 223 de la Constitución y el Decreto 2535 de 1993 son la base normativa para el control en el ámbito interno y la generación de incentivos a la producción y protección estratégica del mercado nacional de armas. En 1954 se creó la Industria Militar (Indumil), empresa autónoma que en sus inicios fabricaba armamento de munición de pequeño calibre, para uso militar prioritariamente. Luego pasó a ser una empresa industrial y comercial del Estado que amplió y diversificó sus líneas de producción y servicios, e instauró un sistema de conteo, registro, marcaje y rastreo de armas 4. Más allá de las labores de registro de Indumil y algunas operaciones de las fuerzas armadas del Estado colombiano 5, no existe una institución que coordine de manera sistemática la investigación, prevención y neutralización del mercado ilegal de armas 6. A pesar de la vasta composición del pie de fuerza o cuerpo de ataque y algunos avances en inteligencia e interdicción, las debilidades estructurales y la falta de capacidad asociativa para encarar el problema hacen que sus esfuerzos sean insuficientes y no prosperen. En términos generales, «uno de los mayores problemas que evidencia la incapacidad institucional para combatir el tráfico ilícito de armas es que casi la totalidad del trabajo en esta área se realiza a partir de la identificación e incautación de cargamentos ilegales, cuando ya éstos se encuentran en territorio colombiano» 7. Lo anterior indica que la actividad de las instituciones colombianas es principalmente reactiva y no proactiva o preventiva, que es donde debería concentrarse la mayoría de los esfuerzos. Por otra parte, el afán y el compromiso gubernamental por hallar una salida efectiva al problema del tráfico de armas se han evidenciado en la adhesión y ratificación de varios tratados y convenciones, entre los que cabe destacar, la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas (1998), la Convención Interamericana contra la Fabricación y Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados (Cifta, 1997) 8, y el Protocolo contra la Fabricación y Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, sus Piezas, Componentes y Municiones 9. Con estos mecanismos se ha buscado fortalecer la cooperación en la esfera internacional, y además complementar y actualizar la normatividad interna en la lucha por el control de las armas. Pese a los esfuerzos nacionales e internacionales en este sentido, aún no se ha logrado avanzar en una cooperación formal, a escala internacional y regional, entre los países productores y exportadores de armas. Más que la falta de voluntad política, esta situación se explica por dos razones centrales: primero, porque la demanda latente de armas por parte de las organizaciones ilegales colombianas estimula la oferta internacional, revista de la universidad i externado de colombiao facultad de finanzas f nzas,, gobierno y relaciones internacionales 126

4 contenido 1 y segundo, debido a que la proliferación de proveedores de armas del mercado negro 10, y en menor medida del gris, se encuentra por fuera del control de los gobiernos a los cuales se solicita cooperación 11. Frontera caliente Parte del dinamismo del tráfico de armas hacia Colombia guarda estrecha relación con la escasa cooperación regional en la materia, pues numerosos cargamentos de armas ilícitas ingresan al territorio colombiano aprovechando la poca vigilancia conjunta sobre los perímetros limítrofes. En tal contexto, las dinámicas de tráfico en las fronteras con Panamá y Ecuador permiten identificar las características de esta actividad ilícita y los retos transnacionales asociados a su superación. Por un lado, Panamá es un país funcional para el tráfico de armas, no por su carácter exportador, sino más bien por servir de conexión segura de rutas fluviales, marítimas, aéreas y terrestres para las armas que provienen de Europa, Asia y de otros países de Centroamérica, como Honduras, Nicaragua y El Salvador 12. Aunque las rutas terrestres por el tapón del Darién dificultan la movilidad de los grupos irregulares colombianos en los puntos donde es posible acceder a las armas, la poca vigilancia permite el traspaso e intercambio de armamento por droga. Las rutas marítimas, por su parte, son más usadas y numerosas, para lo cual se emplean canoas y lanchas rápidas que permiten un desplazamiento efectivo entre los dos países. Y en las rutas aéreas se destacan los trayectos entre poblados pequeños de Panamá y los territorios de Acandí, Capurganá y Turbo, en Colombia. Por otro lado, la posición geoestratégica y la corrupción de algunos funcionarios públicos (especialmente los aduaneros) en Ecuador convierten a este país en uno de los escenarios más dinámicos en el tráfico de armas. La actividad comercial en la frontera y los múltiples pasos informales convirtieron la zona limítrofe en un corredor logístico para la provisión de armas y otras municiones a organizaciones ilegales como las Farc, el ELN y las autodefensas. Al igual que en el caso con Panamá, las armas ilegales comercializadas desde Ecuador vienen de Estados Unidos, Europa, Asia y algunos países de América Central; además, como en toda actividad ilegal, los canales y puntos de entrada y salida de armas desde y hacia Ecuador son diversos y variables, lo que dificulta en mayor manera la erradicación de esta actividad en el territorio. Aparte de las pistas clandestinas para aviones, el tráfico también ocurre por vía marítima por los puertos de Guayaquil, Esmeraldas y Manta, y por tierra existen líneas de distribución que van desde Quito y Guayaquil hacia Sucumbíos, Carchi y Esmeraldas, provincias limítrofes con Colombia 13. La actividad comercial en la frontera y los múltiples pasos informales convirtieron la zona limítrofe en un corredor logístico para la provisión de armas y otras municiones a organizaciones ilegales como las Farc, el ELN y las autodefensas. editorial 4 correo de brujas 6 cuarto de huéspedes 10 dosier 18 actualidad 46 especial 66 economía y finanzas ciudad - región 160 contraseña 184 cultura y sociedad

5 Estos dos casos ponen en evidencia la importancia de sumar esfuerzos para contener el tráfico de armas en las fronteras. De hecho, es necesario superar múltiples deficiencias en recursos técnicos y humanos que permitan un control permanente y móvil en los límites territoriales. Lo cierto es que pese a los intentos de operación conjunta con los países vecinos de Panamá y Ecuador desde 2010, no se ha avanzado en una política fronteriza multilateral que opere de manera sistemática sobre las zonas críticas donde se produce el tráfico de armas, así como en las zonas potenciales. Desde esta perspectiva, no son pocos los asuntos y medidas que se deben revisar a escalas nacional y regional. Asuntos pendientes Sobre la base de este diagnóstico, es evidente que el tráfico de armas es un fenómeno que afecta la seguridad transfronteriza y cuya expansión guarda estrecha relación con un aumento en la violencia homicida. De ahí que no sólo es conveniente fortalecer los procesos de inteligencia y captura de los individuos que forman parte de este mercado ilícito, sino que resulta además indispensable avanzar en la armonización de procesos administrativos y militares de vigilancia y control entre países. De igual manera es urgente que cada país, por medio de las instituciones correspondientes, realice investigaciones concretas que permitan hacer mejores diagnósticos sobre las rutas que actualmente se están utilizando para el tráfico de armas ilegales, así como la identificación de los proveedores y demandantes que conforman dicho mercado. Todo lo anterior representará las bases firmes para poder controlar cada uno de los procesos que se desarrollan en relación con el tráfico de armas ilegales, incluyendo la neutralización de actores. Notas 1. Este ensayo se elaboró con la asesoría de la línea de investigación en negociación y manejo de conflictos de la Universidad Externado de Colombia, mediante la colaboración de la docenteinvestigadora Irene Cabrera, en el marco del proyecto de investigación «Conflictos armados en zonas de frontera». 2. Pablo Dupuy Casas, Violencia, crimen y tráfico ilegal de armas en Colombia, Colombia, Oficina de Naciones Unidas en Colombia, El 80% del total de las armas que ingresan ilegalmente al país se emplea en las operaciones delictivas de estos grupos u organizaciones. 4. Además de tener a su cargo un sistema de información de las armas de uso privativo de la fuerza pública mediante el Archivo Nacional Único Sistematizado de Armas, lleva un registro de las armas de uso civil e identifica el nombre del fabricante nacional e internacional, el año de fabricación, el modelo, el calibre del arma, el año de importación y el número del contrato. 5. Entre estos dispositivos de la fuerza pública se encuentran el Grupo Interinstitucional de Análisis Terrorista (Giat), el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el Ejército, la Policía, la Dijín, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y la Fiscalía General de la Nación (CTI). 6. La Giat establece también acuerdos con agencias homólogas o similares en otros países, al igual que con las instancias internacionales relevantes, como es el caso de la Comisión Interamericana contra el Abuso de Drogas y el Comité Interamericano contra el Terrorismo. 7. Pablo Dupuy Casas, ob. cit. 8. Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados, aprobada en la primera sesión plenaria celebrada el 13 de noviembre de 1997, Organización de Estados Americanos, Washington, D.C. oas.org/juridico/spanish/tratados/a-63.html. revista de la universidad i externado de colombiao facultad de finanzas f nzas,, gobierno y relaciones internacionales 128

6 contenido 1 9. El protocolo lo adoptó la Asamblea General de Naciones Unidas, mediante la Resolución 55/255 del 31 de mayo de La clasificación del mercado de armas pequeñas y ligeras se divide en: a) mercado blanco: en éste, tanto la venta como la compra y la destinación final de las ramas son legales; b) mercado gris: la venta inicial y distribución de armas es legal; sin embargo, la destinación final puede ser ilegal o ilegítima; c) mercado negro: toda la transacción, desde el principio, se hace de manera ilegal (Pablo Dupuy Casas, Violencia, crimen y tráfico ilegal de armas en Colombia, Colombia, Oficina de Naciones Unidas en Colombia, 2006). 11. En 2007, de acuerdo con un informe de inteligencia militar y con armamento incautado a los grupos ilegales, fue posible determinar que las autodefensas se caracterizan por la utilización preferentemente de fusiles de fabricación estadounidense, búlgara, rusa, húngara; las Farc y el ELN, por su parte, han utilizado fusiles rusos, húngaros, de la antigua Alemania Oriental y suizos. 12. Existe una ruta desde El Salvador que pasa por Panamá y llega al Chocó; la otra sale desde Honduras, pasa por Panamá y llega al Valle. Otras rutas: 1) México-Honduras-Nicaragua-Panamá- Colombia. 2) Nicaragua-Panamá-Colombia. 3) Estados Unidos-México-Honduras-Nicaragua-Panamá-Colombia. 13. Juan Fernando Rodríguez Perdomo, ob. cit. editorial 4 correo de brujas 6 cuarto de huéspedes 10 dosier 18 actualidad 46 especial 66 economía y finanzas ciudad - región 160 contraseña 184 cultura y sociedad