LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XIX

Transcripción

1 Historia del Arte Contemporáneo 1 LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XIX El día del año 1752 en el que Fernando VI proclamó la fundación de la Real Academia de San Fernando en Madrid, surge el neoclasicismo en España y, con ella, el Neoclasicismo alcanzó el rango de arte estatal. Además, determinó el estilo arquitectónico del país hasta el año El periodo de tiempo del que nos ocupamos comprende, por lo tanto, los reinados de los reyes borbones Fernando VI ( ), Carlos III ( ), Carlos IV ( ), Fernando VII (1808 y ) y su viuda María Cristina ( ). Asimismo incluye el periodo de dominación napoleónica entre los años 1808 y 1813, y también el intento condenado al fracaso, de dotar al país de una constitución liberal con la Constitución de Cádiz de Goya hizo un retrato impresionante y oscuro de esta agitada época. Sin embargo, la ruptura entre el absolutismo barroco y la Ilustración fue, al menos durante sus primeras décadas, un tiempo de enorme productividad artística. Bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV llegaron a la Corte pintores extranjeros de renombre, como el italiano Tiépolo o el alemán Mengs, a los que se atribuye un papel esencial en la implantación definitiva de la pintura neoclásica en España. En arquitectura, y a pesar de la fecha citada anteriormente, el cambio de estilo ya se anunciaba desde hacía tiempo. Antes de mediados de siglo se habían empezado a criticar duramente los supuestos excesos del barroco, y cada vez se pedía con más fuerza el retorno a la arquitectura de la Antigüedad clásica de Grecia y Roma. La exigencia de un arte clásico era aún más significativa debido a la coexistencia en la España de principios del siglo XVIII de dos corrientes contradictorias: la arquitectura de la Casa Real que seguía mayoritariamente el neoclasicismo barroco de influencia francesa e italiana, mientras que en las grandes ciudades del imperio predominaba el estilo decorativo recargado de los arquitectos churriguerescos. Con la fundación de la Academia de San Fernando, la corte borbónica (de procedencia francesa) tomó por completo el control de la actividad artística. Institución creada según el modelo romano o parisino, entre sus actividades estaba la concesión de 6 becas al año para enviar estudiantes a Roma, el estudio científico de la arquitectura, el inventario de los monumentos artísticos y, por supuesto, la formación de arquitectos, pintores y escultores. La centralización de todas estas actividades tuvo como consecuencia una unificación del nivel de calidad artística en toda España. En el caso de la arquitectura, el control real llegó a tal extremo que se prohibió, mediante decreto, inicial cualquier obra pública sin la debida autorización de la Academia, al mismo tiempo que no se permitía a ningún instructor ostentar el título de arquitecto o maestro de obras sin haber pasado antes el examen correspondiente.

2 Historia del Arte Contemporáneo 2 En definitiva, dos elementos determinaron la arquitectura de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en España: el neoclasicismo de orientación principalmente francesa e italiana, y la proclamación del monasterio del Escorial como representación ideal del dominio universal de España en tiempos pasados. Debe tenerse en cuenta, además, el contexto político de la época: los Borbones, de procedencia francesa, que había accedido al trono español en el año 1700, se esforzaban, por una parte, por desmarcarse del barroco tardío dominante mediante un estilo arquitectónico moderno e internacional, mientras que, por otra parte, pretendían enlazar con la cultura del Siglo de Oro para subrayar de este modo su legitimación como herederos de los Habsburgo. Ventura Rodríguez y Juan de Villanueva Hubo dos arquitectos que contribuyeron decisivamente a la difusión del neoclasicismo en España: Ventura Rodríguez ( ) y Juan de Villanueva ( ), hermano del teórico Diego de Villanueva. La obra de Ventura Rodríguez acompaña el periodo de transición de la arquitectura del barroco tardío al estilo arquitectónico neoclásico de finales del siglo XVIII. Formado con los italianos Juvarra y Sacchetti, Ventura disfrutó de un gran reconocimiento como arquitecto de la Corte hasta la muerte de Fernando VI, trabajando después como profesor de la Academia. Ventura Rodríguez utilizó las formas clasicistas para la remodelación del santuario y catedral de El Pilar de Zaragoza, iniciada en 1753 y en la iglesia del convento de los Agustinos Filipinos de Valladolid (1760) enlaza casi con la arquitectura herreriana, al concebir formas claras y funcionales estructuradas según las leyes clásicas. En la fachada de la Catedral de Pamplona (1783) los elementos del barroco tardío y del Neoclasicismo se conjugan a conveniencia del arquitecto: dos campanarios de gran altura rematados por cuerpos de campanas columnados y abiertos con óculos, flanquean un pórtico corintio con doble hilera de columnas de orden corintio que proporciona monumentalidad a la entrada de esta iglesia. La figura clave para la expansión de la arquitectura neoclásica en España fue Juan de Villanueva. Como arquitecto de la Corte bajo los reinados de Carlos III y Carlos IV, fue el responsable de los Sitios Reales de El Escorial, El Pardo y el Buen Retiro, así como las instituciones reales del Museo del Prado y el Observatorio Astronómico. Como arquitecto mayor de Madrid proyectó numerosos edificios municipales de la capital española. Debido a su larga estancia en Roma y a su influencia sobre la enseñanza de la Academia de San Fernando, se convirtió en el divulgador más importante en España de las teorías artísticas de la época de la Ilustración. Su primer encargo de importancia fue

3 Historia del Arte Contemporáneo 3 la construcción de las dos Casitas en San Lorenzo de El Escorial, dos casas de campo rodeadas de jardín destinadas en este caso al heredero de la Corona. Así, la Casita del Príncipe de El Pardo, formada por cinco cuerpos casi independientes, unidos entre sí únicamente por la cornisa transversal, fue un claro precedente del Museo de las Ciencias construido por Villanueva, que se convertiría más tarde en el Museo del Prado. En 1786 Villanueva fue nombrado arquitecto y maestro mayor de Madrid y, de este modo, empezó su larga carrera como arquitecto de la capital española, que se prolongaría durante 25 años, a lo largo de los cuales, la ciudad adquiere una nueva fisonomía. Los primeros encargos de la Casa Real fueron la realización de la galería porticada de las Casas del Ayuntamiento y la reconstrucción de la Plaza Mayor, que había quedado destruida tras un incendio, pero sus obras más importantes desde el punto de vista arquitectónico fueron el actual Museo del Prado y el Observatorio Astronómico. Ambos edificios se convirtieron en obras fundamentales del neoclasicismo en España. En un principio, El Prado no se concibió como una pinacoteca. Tras la desestimación de varios proyectos de Ventura Rodríguez, Villanueva realizó en 1785 varios planos para un museo de ciencias naturales y para la Academia de las Ciencias, edificios que debían quedar integrados en una especie de parque situado cerca del Buen Retiro. La construcción definitiva, terminada en 1819, mantuvo una disposición en eje transversal, convirtiendo los paseos que en un primer esbozo fueron diseñados en exedras en galerías de columnas jónicas. Los pabellones laterales se construyeron en mayores dimensiones y se ennoblecieron con sendas rotondas. Las salas de exposición se diseñaron siguiendo el estilo de la arquitectura romana, con bóvedas y vueltas de medio cañón artesonadas y, aunque el modelo del Prado deriva de la concepción del museo Pio Clementino del Vaticano, así como de diferentes proyectos de la Academia, en épocas posteriores se convertirá en el modelo de museo público. El Observatorio Astronómico ( ), situado en los alrededores del museo, es la última obra de envergadura de Villanueva. Su planta cruciforme se caracteriza por su funcionalidad y su severidad geométrica. El contraste entre el pórtico corintio y el templete circular que define el salón central es intencionado y provoca efectos pintorescos, características que anticipan las corrientes románticas del siglo XIX. A pesar de todo, el edificio es ampliamente funcional, ya que el templete alberga la estación de observación astronómica con sus aparatos.

4 Historia del Arte Contemporáneo 4 La renovación de las residencias reales Dos de los grandes propósitos de los Borbones fueron la ampliación y la modernización de los palacios erigidos por los Habsburgo en las cercanías de Madrid. Esto afectaba a los Reales Sitios de El Escorial, Aranjuez, El Pardo y Riofrío, cuya planificación y construcción, a excepción de El Escorial, había quedado interrumpida en el siglo XVII, así como la prosecución de las obras iniciadas por Felipe V en La Granja de San Ildefonso, cerca de Segovia. Ya hemos comentado la importancia de las Casitas en el desarrollo del estilo neoclásico en España; en Aranjuez, que había sido la residencia veraniega de Felipe II, encontramos también casi todas las características de la arquitectura neoclásica española. Los reyes borbones mostraron siempre su predilección por este palacio y su parque, situados en un área boscosa y abundante en agua a orillas del Tajo, de modo que constantemente ampliaban los extensos palacios y jardines y los adaptaban a las nuevas necesidades de la corte. Las obras que habían empezado en 1731, entraron en una fase decisiva en el año 1744, cuando se construyó el pueblo que debería alojar a integraban la corte. Su entramado de calles era atravesada por la recién construida vía de larga distancia, que comunicaba Madrid con Andalucía, para la que fue necesario levantar un puente sobre el río Jarama. El palacio había sido diseñado por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, siendo iniciada su construcción por el arquitecto real Juan Gómez de Mora y parcialmente destruido por el incendio de Su reconstrucción por Villanueva siguió básicamente la concepción de Herrera, que preveía un edificio de cuatro alas y dos pisos, con acentuación de la fachada oeste y torres laterales. La iglesia de San Antonio también pertenece al conjunto, que se finalizó en Se trata de un edificio de planta circular coronado por cúpula, con un pórtico de arcadas ondulado, sirve de unión entre el pueblo y el complejo del palacio. Villanueva aportó al parque dos pabellones de gran belleza que flanquean un estanque; uno con la estructura de un templo circular clásico y el otro concebido como una pagoda china. En 1792, Carlos IV ordenó la construcción de un palacio de recreo en la parte este del parque, en un lugar donde el monarca había descubierto una modesta casa de campo durante una de sus cacerías. Esta Casa del Labrador se considera una de las obras más bellas del neoclasicismo en España. Villanueva realizó los proyectos, pero estos fueron luego parcialmente modificados y el resultado no tiene nada que ver con una modesta cabaña, puesto que fue diseñada como una villa de estilo romano capaz de satisfacer las más altas exigencias. Un cuerpo transversal prolongado con planta base, planta principal y ático está enmarcado por unas alas que presentan la misma estructura y que encierran un

5 Historia del Arte Contemporáneo 5 pequeño patio de honor. El contraste producido por la piedra de color claro y la construcción en ladrillo rojo da vida a la fachada, aunque su verdadero atractivo es esa decoración arcaizante que se le ha aplicado a sus fachadas (hornacinas con esculturas, balaustradas y rejas adornadas con bustos de emperadores romanos). En el interior sucede lo mismo, mobiliario y decoración a base de estatuas, frescos, bustos y otras antigüedades le dan un carácter fastuoso a este palacio de recreo. El anterior convento de los Jerónimos de la Granja de San Ildefonso, cerca de Segovia, que Felipe V e Isabella Farnese habían hecho ampliar para convertirlo en una especie de Versalles español, mereció igualmente el interés de los sucesivos reyes borbones. Carlos III hizo construir también aquí un pueblo para la corte, incluyendo algunos anexos como la famosa Real Fábrica de Cristales. En el marco de estas ampliaciones se reformó la fachada este de la iglesia del palacio, confiriéndole mayor elegancia. Intervinieron aquí arquitectos italianos que trabajaban para la Corte, con proyectos un tanto más conservadores que los innovadores diseños de Ventura Rodríguez o Juan de Villanueva. El urbanismo Al igual que sucedió en Londres o en París, no fue un hecho casual que la planificación urbanística favoreciera la implantación del neoclasicismo en España. El orden y la funcionalidad, y sobre todo la necesidad de estructuras igualitarias, se contaban entre los fundamentos de la Ilustración. Claro está que fue la corte la primera en difundir estas ideas reformadoras y aplicarlas en la modernización de sus residencias. Durante la década de 1760, bajo el reinado de Carlos III se había iniciado una amplia reforma de Madrid. La conexión del Palacio Real inicialmente aislado- con la ciudad fue una de las características principales de esta reforma, además del embellecimiento de las avenidas más florecientes de la capital española. De este modo, la calle de Alcalá quedó realzada de manera extraordinaria con el arco de triunfo de la Puerta de Alcalá (Francesco Sabatini, ) y en su paso por el centro de la ciudad, se potenció la plaza de la Puerta del Sol. En 1782, José de Hermosilla amplió el Paseo del Prado para convertirlo en una avenida arbolada y adornada con fuentes. El Buen Retiro, que bajo el reinado de Felipe IV había servido como lugar de recreo de la corte, se transformó en esta época en un parque de las ciencias de la más moderna concepción, con el Observatorio Astronómico, el museo de Ciencias Naturales y el jardín botánico.

6 Historia del Arte Contemporáneo 6 Carlos IV pretendió continuar la política de construcción de su predecesor ilustrado, pero tuvo que ver cómo la mayoría de sus proyectos quedaban paralizados por el periodo de agitación que se vivió a principios de siglo. La ocupación de las tropas napoleónicas en 1808, la sublevación popular del 2 de mayo que Goya plasmó con tanto dramatismo, la guerra de la Independencia y el corto periodo de liberalismo entre 1812 y 1814 no favorecieron un periodo de esplendor en arquitectura. José Bonaparte que proclamó Madrid como sede del gobierno francés, inició sus reformas con el derribo de numerosas iglesias y la planificación de nuevas plazas. Tarea prioritaria del rey Borbón Fernando VII tras su regreso en 1814 fue la eliminación de estos solares, como en el caso de la Plaza de Oriente con la construcción del Teatro Real a cargo de Antonio López Aguado, discípulo de Villanueva y la colocación en 1843 de una estatua ecuestre de Felipe IV. Otras obras fuera de la Corte Aunque es cierto que las obras neoclásicas más significativas fueron realizadas en España en el entorno y bajo el auspicio de la Corte, otras no menos importantes fueron promovidas desde la Iglesia. Así en la archidiócesis Toledo, el cardenal Francisco Antonio de Lorenzana promovió la construcción de una nueva Fábrica de Espadas, un hospital para dementes (Hospital del Nuncio) y la Universidad. Una vez más, detrás de algunos de estos proyectos neoclasicistas se encuentra la mano de un arquitecto formado en Roma, discípulo de Sabatini, Ignacio Haan. En 1812, la ciudad de Cádiz adquiere una especial relevancia ya que entre sus muros se reunieron las Cortes para aprobar la primera constitución española. La obra de cualificados arquitectos como Torcuato Cayón de la Vega y su sucesor Torcuato Benjumeda dotaron la ciudad portuaria de una fisonomía cosmopolita y adecuada a su época: la Cárcel, el Ayuntamiento, el Observatorio de San Fernando o su catedral, que quedó convertida en un extraño híbrido que evidencia las señales del largo periodo de construcción, más de un siglo. En España destaca Ricardo Velázquez Bosco ( ): Palacio de Cristal, Estación de Atocha.

7 Historia del Arte Contemporáneo 7 LA ARQUITECTURA ALEMANA DEL SIGLO XIX Desde mediados del siglo XVIII y hasta mediados del siglo XIX, la evolución de la arquitectura en Alemania sufrió un estancamiento decisivo. Esto dio lugar a un periodo de reflexión y debate sobre algunas cuestiones: Qué estilo es el más indicado para una sociedad ilustrada y burguesa a principios de la época de la industrialización y del capitalismo? Cómo encontrar un lenguaje arquitectónico propio de la época y adecuado a las nuevas construcciones de la sociedad burguesa? Qué significan las transformaciones sociales para la idiosincrasia de los arquitectos? Durante ese periodo de entre siglos, la arquitectura había dejado de ser algo exclusivo de los emperadores, reyes, príncipes y la Iglesia para convertirse en un dominio del público en general, es decir, en un asunto de interés para todos los ciudadanos. Todas esas cuestiones no fueron planteadas en un estrecho círculo de arquitectos, sino que fueron debatidas por un gran número de profesionales de otros campos. Surgen entonces una serie de publicaciones destacando especialmente la que fue pionera, el magacín publicado por G. Huth en Weimar entre 1789 y 1796 y que trataba de los problemas de la artesanía, de la física de la construcción y de la economía y se ocupaba también de la filosofía y la estética del arte arquitectónico. Huth abogaba por esta complejidad de contenido argumentando la necesidad de una difusión general. EE.UU. El hierro permite la aparición del rascacielos. Los primeros se construyen en Chicago y tiene claro su carácter comercial. Tras el incendio de 1871, que arrasó todo el centro urbano, se pudo reconstruir la ciudad según planos nuevos. Son edificios dedicados a grandes almacenes, con sus plantas bajas dedicadas al comercio, dejando las altas para vivienda. En Chicago construirán arquitectos como William Holabrid, Daniel Burnham y John Root. Los edificios más emblemáticos son los almacenes Marshall Fiel de Henry Hobson Richardson y el auditorio de Chicago de Louis Henry Sullivan. En 1885 William le Baron Jenney construye el primer rascacielos. El hormigón armado es el alma del edificio, y su construcción se hace posible gracias a la invención en 1857 del ascensor mecánico. Las posibilidades arquitectónicas del hierro anuncian el racionalismo que será el estilo arquitectónico del siglo XX. Los rascacielos se extiende por todo el mundo, si bien la ciudad que se distinguirá por ello será Nueva York.