IX. FILOSOFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX: J. ORTEGA Y GASSET

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1 IX. FILOSOFÍA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX: J. ORTEGA Y GASSET 1-.INTRODUCCION Ortega y Gasset ( ) ha sido considerado como uno de los principales filósofos españoles. Su pensamiento se sitúa en una época en la que tras el desastre de Cuba España sufre una crisis de identidad y un fuerte complejo de inferioridad que despiertan una honda preocupación por reconstruir nuestra cultura y abrirla hacia Europa: España no es nada; es una antigua raza berberisca, donde hubo algunas mujeres hermosas, algunos hombres bravos y algunos pintores de retina genial. Mas por su alma no han pasado ni Platón, ni Newton, ni Kant, y con una terquedad incomprensible viene cometiendo hace tres siglos el gran pecado contra el Espíritu Santo: la incultura, el horror a las ideas y a las teorías. (La conservación de la cultura, 1908) Además de Unamuno, recibe Ortega la influencia de otros pensadores tendentes al irracionalismo como F. Nietzche, Dilthey, Freud o el vitalista Bergson. Se formó dentro del Neo-kantismo y siempre reconocerá la importancia de Kant ( de los barrotes del kantismo sólo se puede salir engulléndolos ).Y también influye notablemente en su doctrina la fenomenología de Husserl y la filosofía de Heidegger. En general, Ortega es el intelectual que introduce la filosofía alemana en España y posibilita con ello la apertura de España hacia Europa. Es crítico con el racionalismo e idealismo y se sitúa en una línea más existencial, menos metafísica. Se pregunta por el hombre y su contituyente fundamental dirá que es la vida asociada a la razón (raciovitalismo). Concibe la filosofía como algo vital, necesario, abierto... y cuyo objetivo es el conocimiento del universo como totalidad de cuanto hay: Yo creo que nada es tan urgente en España como mover los corazones a que se abreven, a que se embriaguen en anhelos de vivir. No tenemos mucha ciencia, ni mucha previsión, nos falta buen orden, buena economía, buen gobierno. Todo esto es cierto, pero ninguno de estos objetos importaría gravemente si en el cuerpo peninsular se sintiese la vibración de una vitalidad poderosa, resuelta a exigir a la hora que pasa la posible plenitud. Llevamos treinta años buscando qué es lo que falta a la vida española, sin encontrarla en definitiva. Y es que acaso lo que nos falta es precisamente la vida. (Para un museo romántico, 1921) 2-. ETAPA INICIAL: EL OBJETIVISMO ( ) En un primer momento Ortega muestra una gran devoción por la ciencia a la que considera el modelo máximo de conocimiento porque en ella el investigador debe someterse a las cosas, los objetos, eliminando toda nota subjetiva o individual: Lo objetivo es lo verdadero, y ha de interesarnos antes que nada.

2 3-. EL PERSPECTIVISMO ( ) Tras una breve etapa de transición ( ) en la que analiza el kantismo y la fenomenología, Ortega elabora su doctrina sobre el conocimiento, el perspectivismo y en la que se opone tanto al realismo como al idealismo. a) El Realismo es una doctrina que supone que la verdadera realidad son las cosas exteriores e independientes del sujeto; el sujeto (conciencia o Yo) es, en cambio, algo secundario, un simple trozo de realidad, una cosa más entre las cosas. b) El Idealismo defiende, desde Descartes, que las cosas no son seguras: yo puedo estar en un error, de lo único que no puedo dudar es de mi pensamiento. Por lo tanto, es el Yo o sujeto el foco fundamental de quien depende toda la realidad exterior. El pensamiento es una sustancia pensante y las cosas son ideas que dependen del Yo. Para el idealismo, pues, el objeto conocido depende del sujeto que conoce y es siempre relativo a ese sujeto. Para Ortega, ni las cosas solas ni el pensamiento solo es lo radical sino el pensamiento y las cosas conjuntamente. El realismo pone la verdadera realidad en las cosas, el idealismo la pone en el Yo. El realismo es objetivista, el idealismo es subjetivista. Los dos enfoques tradicionales son incorrectos. El aspecto fundamental de la realidad es el mundo y yo, el yo con su circunstancia y esto no es otra cosa que la vida. La vida del hombre se da en una circunstancia y el conocimiento, como parte de la vida humana, se da siempre en referencia a una perspectiva. Características de la perspectiva orteguiana son: - El conocimiento es relativo, depende de cada individuo en particular y de la cultura en que se vive. - La perspectiva es la única forma posible que el hombre tiene de relacionarse con el mundo. A través de la perspectiva se seleccionan los contenidos y se establece una jerarquía entre ellos. Y cada perspectiva es un enfoque parcial e incompleto de la realidad, pero no por ello falso. - Nunca se pude dar una visión única, absoluta de la realidad, pero sí se pueden yuxtaponer las distintas visiones particulares dentro de una visión más o menos global. La verdad completa, si la hubiera, consistiría en una integración de las distintas perspectivas que se han dado y se darán. - La perspectiva no tiene sólo una dimensión gnoseológica sino también ontológica: es nuestra manera de conocer las cosas y el modo de ser de las cosas. Los objetos se ocultan unos a otros, unos dependen de otros... Este recurso de Ortega a la perspectiva responde al intento de superar tanto el subjetivismo (idealismo) como el objetivismo (realismo). El conocimiento no es una construcción del sujeto ni tampoco un reflejo neutro de la realidad, sino que es el resultado de la interconexión entre el sujeto y el objeto, el yo y su circunstancia. 4-. EL RACIOVITALISMO ( ) El raciovitalismo es la doctrina central de la filosofía orteguiana: es una prolongación del perspectivismo y una clara respuesta a los abusos del empirismo, el racionalismo y el vitalismmo extremo. Ortega defiende una íntima unión entre razón y vida, entre razón e historia. El hombre es un ser dotado de razón, pero de una razón que tiene que usar sobre todo para vivir. Frente a la razón pura, abstracta y aséptica, Ortega defiende la razón vital que nos pone en contacto con la realidad y que es una con el vivir.

3 La razón es una de las múltiples maneras de pensar que el hombre ha inventado en su afán de salir de la duda que le plantea su vida. La razón es importante, pero siempre debe estar es función de la vida o realidad radical que presenta los siguientes rasgos o categorías: - La vida es el modo de ser radical; es la realidad radical porque a ella tenemos que referir las demás realidades. - Vivir es encontrarse en el mundo: no es nada abstracto sino que consiste en desplegar cada uno su vida personalísima en contacto con los demás y con las cosas. - Vivir es ocuparse de algo; nuestra vida es una constante decisión y siempre decidimos con una finalidad. - Vivir es un continuo quehacer. Nuestra vida es lo que somos y lo que hacemos, pero ni lo que somos ni lo que hacemos nos viene dado. La vida no es algo prefijado y acabado sino que consiste en un proyecto en el que el método racional es uno de los múltiples medios para resolver ese problema que es la vida. - Nuestra vida no es una cosa, no es una naturaleza: el hombre no tiene naturaleza sino que tiene historia. Se trata de la temporalidad: Si nuestra vida consiste en decidir lo que vamos a hacer, quiere decir que en la raíz misma de nuestra vida hay un atributo temporal: la vida es futurización. La vida es dinámica porque es temporal, por eso la razón vital es razón histórica que no acepta nada como hecho sino que ve cómo se hace el hecho. El hombre ante el problema que es su vida necesita orientarse y Ortega considera que muchos hombres no quieren ver el problema que es su vida y se refugian en una orientación ficticia dejándose llevar por los caminos y criterios de los demás. En oposición a esta forma de orientación se encuentra la orientación auténtica en la cual nos enfrentamos abiertamente a las diferentes posibilidades que se nos dan en nuestra vida. La necesidad de orientación es la que hace brotar en nosotros la pregunta por el ser de las cosas. El mundo que nos rodea no es un paraíso en el que todo nos es favorable sino que se nos presenta como un conjunto de resistencias a nuestros deseos y necesidades. La desorientación. La desconfianza, la incesante alerta, el sentimiento de naufragio, la duda que nos produce el mundo que nos rodea es lo que nos incita a construir soluciones que van interpretando lo que son las cosas en un intento de orientación. La historia del pensamiento es la historia de los intentos de orientación del hombre ante sí mismo y ante el mundo al que se encuentra arrojado e inevitablemente (fatalidad) ligado. Ña filosofía, la metafísica es el intento de orientarnos radicalmente y esta orientación debe cumplir dos exigencias: - Imperativo de pantonomía: intentar establecer un plan universal que me oriente en las relaciones de cada cosa con todas las demás. - Imperativo de autonomía: no admitir nada como firme simplemente porque lo sostengan los demás sino porque nos convenza a nosotros mismos. En resumen, todo aquello que el hombre hace y piensa tiene como elemento radical su propia vida. La vida es la realidad radical en la cual se dan todas las demás. La nueva razón que busca Ortega pretende que se integren los elementos vitales y racionales; que se reconozca el carácter plural del pensamiento, su caracter histórico, la inevitabilidad de la perspectiva, la interconexión del yo con la circunstancia, la necesidad de orientación que motiva el pensamiento...

4 5-. EL TEMA DE NUESTRO TIEMPO La vida del hombre es un continuo hacerse, es la realización permanente de un proyecto que se está haciendo en la historia. El hombre vive en un determinado momento, en un tiempo, en una época histórica, y ese tiempo es el que hay que abordar, no sólo con la razón, sino también con la vida y desde la vida. (Tiempo no es el que miden los relojes, sino tarea, misión innovación ). La tarea de nuestro tiempo es vivir el presente como parte de nuestra historia y mirando hacia el futuro (proyección). Para ello es necesaria una nueva razón histórica en la que toda verdad se presente con un pasado que la precede, un presente que la circunda y un futuro al que se abre. Creencias e ideas. La vida histórica del hombre se articula en torno a dos tipos de pensamientos: las creencias y las ideas. Las creencias no las hacemos sino que simplemente estamos en ellas; en ellas vivimos, nos movemos y somos ; se dan por supuestas; no exigen justificación, son indudables y tienen su origen en la tradición, en la costumbre. Las ideas, en cambio, son pensamientos que nosotros elaboramos ; requieren justificación; no se dan por supuestas, son inciertas y tienen su origen en la duda al debilitarse alguna creencia. Pues bien, la historia del pensamiento es una sucesión de ideas y creencias, en cada momento histórico se vive sobre un conjunto de creencias que en el pasado fueron ideas. Y en el futuro algunas de las ideas del presente actuarán como creencias. Las generaciones La convivencia humana es un proceso histórico que se estructura dinámicamente en las generaciones. Los miembros de cada generación tienen una sensibilidad propia, una forma común de enfrentarse a la vida (creencias, ideas, usos, problemas...); esta forma de vida dura cierto tiempo (quince años, dice Ortega), de ahí que en un mismo tiempo coexistan varias generaciones: jóvenes, hombres maduros y viejo; estas generaciones son contemporáneas: contemporáneos = los que viven en el mismo tiempo. coetáneo = los que tienen la misma edad. Cada generación está formada por dos tipos básicos de personas: los individuos egregios y las masas receptivas. Los primeros constituyen una minoría selecta porque han ido introduciendo las innovaciones en la historia ( noble significa el conocido, (...),el famoso, el que se ha dado ha conocer sobresaliendo de la masa anónima (...) equivale, pues, noble a esforzado o excelente ). Masa, en cambio, es todo aquel que no se valora a sí mismo, si no que se siente como todo el mundo y, sin embargo, no se angustia, se siente a sabor al sentirse idéntico a los demás. La misión de la minoría es dirigir a las masas y la función de ésta es obedecer las directrices de la élite. Como esto no se ha realizado en su tiempo, se ha creado una gran confusión entre quién manda y quién obedece; por otra parte, las masas se revelan y en esto consiste la invertebración de España. Cada generación tiene dos componentes, uno heredado y otro innovador. La generación se encuentra con la forma de existencia que ha recibido de la generación anterior, y por otra parte es portadora de una nueva forma de ser. Esta doble dimensión de las generaciones es la que determina la evolución histórica y es una aplicación a nivel biológico de la distinción entre creencias e ideas a nivel intelectual.

5 2-.Relacionar el contenido del texto con el pensamiento del autor y exponer sistemáticamente las líneas principales de este pensamiento. Ortega y Gasset es, sin lugar a dudas, el filósofo español más notorio. En un país con escasa tradición científica y filosófica, este autor supo como pocos impulsar la reflexión (prueba de ello es este texto que se imparte como una conferencia fuera de la universidad); además superó el estrecho marco de la filosofía académica para ser un intelectual auténtico que siente España como un problema que se ha de solucionar con más cultura y con más Europa. En este sentido, viaja a Alemania donde entra en contacto con las nuevas corrientes filosóficas (neokantismo, fenomenología, vitalismo ) y en una primera etapa Objetivista sostiene que la ciencia es el máximo conocimiento y más importante que las personas son las cosas. Posteriormente va configurando su pensamiento en torno a dos grandes doctrinas: el raciovitalismo y el perspectivismo, que son precisamente el núcleo de esta Lección X. El Raciovitalismo es la respuesta de Ortega a los errores de las filosofías anteriores. En primer lugar, va a criticar tanto el Realismo de los antiguos como el Idealismo de los modernos. La realidad no se reduce a cosas independientes ni tampoco el yo o sustancia pensante es la base de la realidad. Ni el objetivismo ni el subjetivismo. La realidad radical es para Ortega la vida, mi vida entendida como yo y mi circunstancia. He aquí, pues, una nueva ontología donde el ser es indigente, necesita de lo demás; por eso vivir es coexistir en el sentido dinámico de yo actuar sobre las cosas y que éstas me afecten. Para comprender qué es la vida Ortega propone diferentes atributos extraídos del lenguaje cotidiano. Vivir es lo que hacemos, es sentirse vivir; vivir es encontrarse en el mundo, vivir es lo imprevisto, nos encontramos en situaciones que se nos imponen y para las que no hemos sido preparados; la vida es un problema personal; es la libertad en la fatalidad. Y, como conclusión, nuestra vida es decidir lo que aún no es, por eso es un proyecto abierto hacia el futuro. Esta defensa de la vida no se hace contraponiéndola a la razón; frente a la razón pura Ortega reivindica una razón vital e histórica al servicio de la existencia humana concreta. Hay que vivir desde la razón, pues ella debe justificar las decisiones humanas y orientar ese proyecto que es nuestra vida. Por otra parte, nuestra vida está ligada a la vida de los demás y se enriquece porque en cada momento histórico conviven diferentes generaciones donde se entremezclan creencias e ideas, masa receptiva e individuos innovadores. Finalmente hay que señalar que junto al raciovitalismo la otra doctrina o etapa de Ortega es el Perspectivismo. Frente al dogmatismo y el escepticismo, sostiene que el hombre puede alcanzar la verdad pero nunca será completa ni absoluta. Ni el realismo, pues el hombre no refeja como es la realidad en sí; ni el idealismo que sostiene que la realidad es una construccion del sujeto. El hombre para Ortega capta la realidad desde un punto de vista donde se seleccionan inevitablemente algunos aspectos. La verdad es la perspectiva y la falsedad consiste en eludir la perspectiva. Esta doctrina es un modo de explicar el conocimiento (gnoseología) pero tambien un modo de ser la realidad (ontología), pues unas cosas ocultan a otras. Este ha sido un breve resumen de un pensamiento inagotable por los múltiples temas que aborda, porque para Ortega el objeto de la filosofía era el Universo entendido como totalidad.

6 Influencias José Ortega y Gasset nació en el seno de una familia estrechamente relacionada con el mundo de la cultura y el periodismo. Desde su juventud, participó de las preocupaciones comunes a los movimientos intelectuales más críticos con la grave situación intelectual, social y política en la que se encontraba España: el Krausismo, la Generación del 98 (principalmente Unamuno con el que mantuvo una relación polémica, principalmente por el desdén que éste último sentía hacia Europa y la ciencia) y el movimiento regeneracionista. Ortega creyó que España necesitaba una renovación radical que exigía también la incorporación de la filosofía a la vida cultural. Con el afán de trasladar a nuestro país lo mejor de la filosofía marchó a estudiar a Alemania, en donde asimiló las ideas primero del neokantismo y después de la fenomenología. La filosofía alemana siempre estuvo presente en su pensamiento. Así, en lo que algunos consideran que fue su primera etapa, el objetivismo (hasta 1914) destaca su estancia en Alemania, en donde estudió la filosofía kantiana, principalmente con los neokantianos Cohen y Natorp. En esta época, y de acuerdo con el espíritu de la filosofía neokantiana, considerará que lo principal es el ejercicio de la razón, que nos vincula con el ámbito de lo objetivo, lo universal y de la ciencia. De ahí que en su diagnóstico de España relacione todos sus males con el pernicioso influjo del catolicismo, el subjetivismo y el personalismo que cree encontrar en su patria. Estos males son una consecuencia del hecho de que España, a diferencia del resto de Europa, no ha entrado en la modernidad. Es preciso mirar a Europa, principalmente a Alemania, para instalar en nuestra tierra la raíz cultural y filosófica que tan buenos frutos ha dado en el resto del continente. En la segunda etapa de su pensamiento (perspectivismo, ) encontramos con claridad su teoría de las circunstancias y su complemento, la doctrina perspectivística. en donde propone superar el racionalismo y la modernidad. Respecto del problema de España hay algún cambio significativo pues el filósofo madrileño no solicita tanto europeizar España como la superación de la modernidad. A la base de la Europa actual encuentra el racionalismo y el idealismo, y puesto que Europa está en crisis, la solución será superar el racionalismo y el idealismo.. Ortega leyó a Nietzsche en su juventud y siempre mostró una especial predilección por su pensamiento, pues Ortega también defenderá una concepción perspectivista de la verdad, a la vez que una defensa de la vida, de los valores vitales (entusiasmo, sinceridad, deleite...) y de las dimensiones no estrictamente racionales de la persona (el deseo, la imaginación, el sentimiento...), aunque siempre evitando caer en el irracionalismo y el relativismo, tan característicos, sin embargo de Nietzsche. La fenomenología de Husserl también está presente en muchos de sus escritos, desde la defensa de la intencionalidad como una de las características principales de la vida psíquica hasta la afirmación de que la fidelidad a las cosas mismas exige superar los planteamientos empiristas aceptando la posibilidad de que además se nos den entidades no estrictamente físicas como los valores y las objetividades matemáticas. También participó de la preocupación que esta corriente tuvo por hacer que la filosofía descansara en un fundamento firme (en una realidad primordial y radical) descubierto a partir de una reflexión propia e independiente de cualesquiera otros saberes (religiosos, de sentido común, científicos), exigencia que Ortega expresó en su principio de autonomía, aunque para la fenomenología dicha realidad radical será la conciencia y para Ortega la vida. Participando de la fenomenología y del existencialismo está la figura de Heidegger, con quien el pensamiento orteguiano guarda una clara afinidad, y de un modo muy destacado en lo que se refiere a la descripción que nuestro autor nos ofrece de las categorías de la vida, muy cercanas al análisis que Heidegger hizo de la existencia humana. Es igualmente interesante la proximidad que guarda el pensamiento existencialista de Sartre con el de Ortega y Gasset, principalmente en la idea de que el hombre carece de naturaleza o esencia puesto que su ser se va haciendo o construyendo en la vida, y en la descripción de la

7 situación nativa del ser humano como náufrago en la existencia, como no disponiendo de un guión dado ya de antemano y teniendo continuamente que elegir y libremente decidir la vida que uno ha de realizar. Finalmente, también destaca la influencia de Dilthey, como se puede apreciar en la tercera y última etapa de su pensamiento (doctrina de la razón vital) en aspectos tan importantes como su reivindicación de la historia ( el hombre no tiene naturaleza, tiene historia ) para comprender la realidad humana (doctrina de la razón histórica), y la importancia que tiene el entender o comprender frente al explicar : las ciencias físicas.. Repercusiones Ortega y Gasset es, tal vez, el más importante filósofo español; sus obras han sido traducidas a multitud de lenguas extranjeras y han dado lugar a infinidad de artículos y libros. En la España anterior a la guerra civil Ortega fue uno de los grandes protagonistas de la vida cultural, tanto desde la conferencia y el artículo periodístico, como desde la cátedra en la Universidad y el mundo editorial y erudito. En este campo, por ejemplo, basta señalar que fundó y dirigió desde 1923 hasta 1936 "Revista de Occidente" y la editorial del mismo nombre que puso a disposición de los lectores españoles lo mejor que en Europa se producía en el mundo de la filosofía y las ciencias humanas. Su compromiso social le llevó también al compromiso político: oposición a la dictadura de Primo de Rivera, dimisión de su cátedra en la Universidad tras el cierre de ésta, fundación de la "Agrupación al servicio de la República (1931) y diputado en las Cortes Constituyentes (1931). En 1936 comienza la guerra civil y el exilio de Ortega, primero en Europa (Francia y Holanda) y más tarde en Sudamérica, principalmente Argentina, y en Portugal. En 1945 regresa a España, pero no se incorpora a su cátedra de la Universidad. En 1948 funda junto con Julián Marías el "Instituto de Humanidades", en donde impartirá cursos, alguno de los cuales de tanta trascendencia como el publicado en 1957 El hombre y la gente. Muere en Madrid el 18 de Octubre de Tras la Guerra Civil, aunque marginado por los círculos académicos, su influencia se extiende, además del círculo de orteguianos españoles (Xirau, Gaos, Marías, Ferrater Mora, Laín Entralgo, Aranguren...) al pensamiento latinoamericano. Dado la diversidad de intereses de Ortega y su fecundidad de pensamiento, su influencia estuvo presente también en otros campos más allá del estrictamente filosófico: en la historia del periodismo queda como uno de los grandes maestros del articulismo, dio a conocer a los principales autores de la Generación del 27, se ocupó de la novela, el arte, la ciencia y la técnica, la unidad europea...