PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN FÍSICA

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1 PSICOLOGÍA Y EDUCACIÓN FÍSICA Autor: Rafael Ruiz Ruiz Introducción Tradicionalmente la enseñanza de la Educación Física siempre ha aparecido vinculada a su didáctica específica, a la didáctica de la Educación Física. Somos muchos los que hemos tenido como guía el texto de Sánchez Bañuelos (1990). Por otro lado cuando nos hemos referido más directamente al aprendizaje (a pesar de ser dos elementos inseparables en la práctica) nos hemos ido a un campo más amplio del propiamente escolar, entrando en el campo de la psicología, concretamente del aprendizaje y control motor. Oña, A. et al. (1999), señala la estructura de las distintas ciencias de la motricidad humana organizadas en un continuo desde niveles generales, perspectivas básicas o ramas del conocimiento, hasta niveles de mayor concreción y aplicación, constituidos por tecnologías o ingenierías. En el caso concreto de la psicología tendríamos el siguiente cuadro, elaborado a partir de uno más amplio presente en la libro de Oña y colaboradores: Perspectivas básicas Psicología Motricidad: áreas especiales Comportamiento motor Áreas aplicadas (ejemplos) Control motor Aprendizaje motor Técnicas aplicadas (ejemplos) Técnicas de entrenamiento psicológico Técnicas de enseñanza En otro apartado, estos mismo autores colocan dentro de las áreas del comportamiento motor, concretamente como tecnologías, junto al entrenamiento psicológico, la psicología del deporte; y junto a la psicología de la enseñanza (podría ser aquí donde ubicásemos lo que llamamos psicología de la instrucción, que no de la educación, ya que los términos enseñanza e instrucción son equivalente no así el de educación), la educación física. En otro apartado aparece la psicología de la educación física, mencionada por Oña, A. et al (1999), junto con la psicología del deporte como tecnologías más desarrolladas, al hablar del comportamiento motor en España, aunque en las consultas llevadas a cabo por internet las referencias sobre la psicología de la educación física son escasas, aumentando cuando el término 1

2 empleado es psicología de la actividad física y el deporte. En el mismo texto sobre la trayectoria de la psicología aplicada Oña nos dice que Hacer una revisión histórica en España del comportamiento motor sólo es posible siguiendo los términos relacionados, psicología de la educación física o psicología del deporte, que han sido los de mayor implantación y recogen algunos datos de estas áreas de forma dispersa, pero no aparece en el desarrollo del apartado ninguna referencia directa a dicha psicología de la educación física, sí bastantes a la psicología del deporte e incluso a la psicología de la actividad física. La bibliografía que utiliza Siedentop (1998) en su libro Aprender a enseñar la Educación Física, no aparece el término psicología y aún menos hace referencia a publicaciones de psicología de la educación física ni siquiera de psicología del deporte, las más próximas a la psicología, probablemente, son varias pertenecientes a la revista Journal of the Experimental Analysis Behavior. A pesar de los antecedentes presentados hasta el momento, las fuentes utilizadas, algunas específicamente pertenecientes al ámbito de la educación física y no sólo de la motricidad en general, suponen un intento de orientar el trabajo hacia lo que serían, o deberían ser las técnicas aplicadas, tratando de no quedarnos exclusivamente en las áreas aplicadas. Concepciones relevantes de Educación Física Sí bien la concepción que se tenga de cada materia es importante para el diseño y desarrollo curricular de la misma. La tendencia actual nos lleva a superar limitaciones pasadas en las cuales el carácter biologicista era predominante, si bien, la preparación de los profesionales y la consideración de la materia no estaba a la altura deseable. En estos momentos la educación física es mucho más que el adiestramiento a partir de un listado de ejercicios o la práctica de determinadas disciplinas deportivas a semejanza de la de los adultos y/o profesionales, a continuación señalamos algunas concepciones de la educación física señaladas por García Correa, A. y Marrero Rodríguez, G. (1999): El cuerpo acrobático. En este caso el término empleado, acrobático no queda nada justificado. Se habla de una concepción de la E.F. como motricidad que utiliza técnicas y modelos contrastados por la gimnasia o el deporte. Implica una concepción biologicista que pretende el perfeccionamiento corporal a través de las leyes de la anatomía, la fisiología y la biomecánica. Se orienta al desarrollo de la condición biológica y a la búsqueda del rendimiento de las eficiencias motrices que se alcanza, sobre todo, por medio de la preparación física. Sus contenidos son variados pero muy institucionalizados y van desde los juegos y las actividades de la naturaleza hasta la gimnasia y el deporte. Postula el culto al cuerpo, un cuerpo dirigido más desde fuera que desde dentro, entendido como cuerpo físico o como medio de producción de bienes: deportistas y/o modelos. Educación del movimiento 2

3 En esta otra concepción se ha puesto el énfasis en la capacidad del ser humano para llevar a cabo movimientos que puedan ser mejorados tanto en sus rendimientos como en su expresividad. Pero es necesario señalar que aunque el planteamiento global es común, no todos los defensores de esta teoría entienden de la misma manera el concepto de movimiento. El cuerpo pensante En esta concepción la influencia de la psicología es muy relevante. En esta teoría la educación física es considerada como una educación dirigida al cuerpo no como entidad meramente biológica sino como una entidad psicosomática en la cual las estructuras motrices se desarrollan y actúan en interacción constante entre el yo y el medio físico y/o social. Señalan tres tendencias: la concepción psicocinética, el planteamiento de Picq y Vayer (la educación corporal) y la educación vivenciada de Lapierre y Aucouturier. El cuerpo expresivo La década de los setenta se suele proponer como el momento clave de la emergencia de la expresión corporal. A partir de este momento se empieza a considerar la expresión corporal como una vertiente de la educación física. Este planteamiento insiste en la operativización de actividades para comunicarse y manifestarse tal como se es, a través del cuerpo, buscando la creación y no la simple improvisación. Se presenta como una forma de educación corporal marcada por su carácter crítico. Hacia una concepción integradora Estos autores señalan, que para ellos, la educación física incluye el deporte, la gimnasia, el movimiento, la psicomotricidad, la expresión corporal y cualquier método que facilite la eficiencia corporal con vistas al logro de las metas que el individuo y la sociedad persiguen. Que es educación de lo físico y a través de lo físico, mediante la utilización de métodos y técnicas, cuya operativización dependerá de la edad y características de los sujetos y de los objetivos perseguidos. Fundamentación psicológica de la enseñanza de la actividad física y deportiva García Correa, A. y Marrero Rodríguez, G. (1999) señalan las siguientes afirmaciones como reflexión sobre la incidencia que puede tener la educación física en distintos aspectos del desarrollo de la personalidad: 1) Mediante la E.F. se pretende, de una parte, desarrollar, a partir de las sensaciones del propio cuerpo, vías nerviosas que transmiten al cerebro el máximo de información y, de otra, que el alumno experimente un gran número de sensaciones referidas al propio cuerpo y/o mundo exterior y que sean transmitidas al cerebro. 3

4 2) A través de la E.F. se pretende impulsar la capacidad perceptiva del sujeto para organizar la información recibida en esquemas de manera que la información disponible adquiera sentido y unidad. Esta organización se lleva a cabo en tres vertientes: la toma de consciencia de los componentes del esquema corporal; la articulación de las sensaciones relativas al mundo exterior en patrones perceptivos, especialmente la estructuración de las relaciones espaciales y temporales y la coordinación de los movimientos corporales con los elementos del mundo exterior. 3) La E.F. permitirá el desarrollo de la capacidad representativa y simbólica. Se pretende que el propio cerebro del alumno pase a dirigir y organizar su comportamiento, lo que implica que las representaciones mentales sean previas y, por tanto, dirigidas a la acción, al mismo tiempo que se comprueba si la actividad se adecua a los propósitos (mantiene la actividad) o no (corrige la actividad). 4) Se perfila como uno de los objetivos psicosociales de la E.F., la mejora tanto de las relaciones sociales como de las habilidades necesarias para construir y articular la interacción con los demás. 5) La E.F. permitirá el desarrollo de la personalidad e influirá en constructos como el autoconcepto, la autoestima, la identidad personal... 6) El tipo y la calidad de la educación física que desarrolla el sujeto va a conformar, junto con las relaciones articuladas en otros contextos, su situación afectivoemocional, la cual se manifestará como el apego, las relaciones de amistad, etc. El profesorado especialista deberá manejar conocimientos y estrategias procedentes de la Psicología del desarrollo, la Psicología de la instrucción y la Psicología social de la educación, para llevar a cabo una adecuada labor con la diversidad del alumnado (distintas etapas de desarrollo, edades, relaciones sociales,...). Al igual que en el resto de actividades de aprendizaje humano, aspectos como la percepción, la atención, la memoria y la motivación, siguen siendo fundamentales y deberán ser estudiados y trabajados. Procesos psicológicos en la enseñanza de la actividad física y deportiva Entre los procesos psicológicos o variables individuales del alumno como sujeto de aprendizaje, García Correa, A. y Marrero Rodríguez, G. (1999), destacan las siguientes: 1.- Los elementos afectivos: emociones, actitudes, sentimientos, intereses, valores, que mediatizan la práctica antes, durante y después de realizar cualquier actividad física y/o deportiva. 2.- Los aspectos cognitivos: es preciso analizar el nivel de desarrollo cognitivo del sujeto, la forma en que puede influir la inteligencia sobre el rendimiento y el 4

5 aprendizaje, cómo el aprendizaje de habilidades, tareas y acciones motoras repercute sobre el desarrollo cognitivo, la importancia de la actividad física como programa de estimulación temprana, etc. 3.- La ansiedad y el estrés: relación ansiedad/rendimiento motor y/o ejecución motora, las posibilidades de los programas de control del estrés, etc. 4.- La personalidad: cómo influye la autoestima en la ejecución deportiva o cómo la práctica deportiva puede influir sobre el autoconcepto; la incidencia de los estilos cognitivos; etc. Estos autores indican que tampoco podemos olvidar las variables diferenciales de los alumnos respecto a la educación física, así como las características de los escolares de altas habilidades, normales y discapacitados. Ni el contexto escolar, ya que el proceso de enseñanza-aprendizaje se lleva a cabo en el grupo de clase. Bibliografía Durand, M., Pérez, S., Saury, J. y Soler, A. (2000). Intervención educativa en el campo de los deportes y la educación física. En J.A. Beltrán, V. Bermejo, L.F. Pérez, M.D. Prieto, D. Vence, R. González, Intervención en psicopedagógica y currículo escolar. (pp ). Madrid: Pirámide, Oña, A. et al. (1999). Control y aprendizaje motor. Madrid: Síntesis. García Correa, A. y Marrero, G. (1999). Psicología y enseñanza de la educación física. En J.A. Beltrán, y Genovard, C., Psicología de la instrucción. Áreas curriculares, (Vol.II), (pp ). Madrid: Síntesis Sánchez Bañuelos, F. (1990). Bases para una didáctica de la educación física y el deporte. Madrid: Gymnos. Siedentop, D. (1998). Aprender a enseñar la educación física. Barcelona: Inde. 5