EFECTO DEL CONSUMO DE CERVEZA SIN ALCOHOL SOBRE EL NIVEL DE ALCOHOLEMIA

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1 EFECTO DEL CONSUMO DE CERVEZA SIN ALCOHOL SOBRE EL NIVEL DE ALCOHOLEMIA

2 EFECTO DEL CONSUMO DE CERVEZA SIN ALCOHOL SOBRE EL NIVEL DE ALCOHOLEMIA MADRID, JULIO DE 2007

3 Introducción Sumario 1 Introducción 4 2 Objetivo 5 3 El alcohol y los accidentes de tráfico 6 4 Materiales y métodos 11 5 Resultados y conclusiones 18

4 Introducción 1 Introducción La cerveza es la bebida que se obtiene de la fermentación alcohólica de un mosto de malta de cebada, sólo o mezclado con otros cereales, al que se le añade lúpulo, y es sometido posteriormente a un proceso de cocción. Se consideran cervezas sin alcohol aquellas cuya graduación alcohólica sea inferior al 1% en volumen. Las tradicionales tiene entre 4 y 5 grados de alcohol (4%-5%/vol). Para elaborar la cerveza sin alcohol, los fabricantes parten de la cerveza tradicional, a la que se elimina el alcohol una vez formado éste mediante procesos específicos. España es el país de la Unión Europea que más cerveza sin alcohol consume, según los últimos datos de la asociación Cerveceros de España, que atribuye esta pauta a la cada vez mayor concienciación de la sociedad a la incompatibilidad del alcohol y la conducción. El consumo de cerveza sin alcohol en España mantiene una constante evolución ascendente, hasta suponer aproximadamente en la actualidad el 10% del total de cerveza comercializada en el país. 4

5 Objetivo Objetivo 2 El objetivo de este proyecto es el de estudiar el efecto del consumo de cerveza sin alcohol, es decir con graduación nula o inferior a 1%, en el nivel de alcohol en aire expirado sobre una población de 50% de hombres y 50% mujeres, compuesta por 50 jóvenes de edades comprendidas entre 19 y 25 años y por 50 adultos entre 25 y 55 años. Los resultados obtenidos permitirán aconsejar unas pautas de consumo responsable compatibles con la conducción. 5

6 El alcohol y los accidentes de tráfico 3 El alcohol y los accidentes de tráfico Según la memoria de Análisis toxicológico. Muertes en accidentes de tráfico. Año 2004 que elabora el Instituto Nacional de Toxicología respecto de 1349 conductores fallecidos, se dictamina que el 30,3% superaban la tasa de alcoholemia permitida de 0,5 g/l. En cuanto a los conductores de camión y autobús, se analizaron 66 casos y de ellos 8 superaron la tasa de alcohol permitida de 0,3 g/l (12,1 % de los casos). De forma análoga, la memoria de Principales cifras de la siniestralidad vial publicada anualmente por la Dirección General de Tráfico desde el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, indica que el alcohol está presente en el 36% de los conductores fallecidos. Estas cifras son la mejor prueba de que la mezcla de alcohol y conducción es un problema social de primera importancia y que la única solución posible es la concienciación de que al volante no valen ya los argumentos de consumo responsable y el principio debe ser ahora el de consumo cero si se va a conducir. Efectivamente, el consumo de alcohol produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas, algunas de las cuales pueden ser altamente peligrosas para la conducción, existiendo una alta y conocida relación entre el consumo de alcohol, deterioro de la conducción y los accidentes de tráfico que de ello se derivan. Por ello según numerosas investigaciones realizadas en todo el mundo y según las estadísticas oficiales, dentro de los fallos humanos que desencadenan directa o indirectamente los accidentes de tráfico, el alcohol ocupa uno de los lugares más importantes. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central. Sus efectos inhibitorios sobre los diferentes estratos de dicho sistema, básicamente dependientes de la cantidad de alcohol circulante, condicionan las capacidades del individuo para la conducción y, en definitiva, el comportamiento del conductor. Sin embargo, la velocidad a la que se alcanza el pico máximo de alcoholemia, la capacidad de metabolización, el nivel de resistencia desarrollado y el estado de salud previo, modulan la interferencia del etanol en las capacidades del sujeto. El alcohol interfiere en las capacidades del conductor desde cantidades inferiores a 0,5 g/l. No obstante, el nivel a partir del cual comienza el deterioro, si es que existe un umbral, no es el mismo en todos los sujetos, habiéndose constatado en niveles incluso de 0,2 g/l en casos 6

7 El alcohol y los accidentes de tráfico especiales. El deterioro afecta sobre todo a capacidades como la atención dividida, el seguimiento de una trayectoria, tanto en laboratorio como en conducción real, la función visual, los tiempos de reacción, las habilidades psicomotoras, el procesamiento de información, las capacidades perceptivas y la atención mantenida (vigilia). Factores como la fatiga, la falta de sueño, la tensión nerviosa, el envejecimiento y otros, modifican la magnitud de la discapacidad de conducción. La siguiente tabla recoge los valores máximos permitidos por la legislación española en función del tipo de conductor: Tabla 1. Valores máximos de nivel de alcohol permitidos por la legislación española Conductores Límite en sangre Límite en aire aspirado General 0'5 gr/l 0'25 mg/l Profesionales 0'3 gr/l 0'15 mg/l Noveles 0'3 gr/l 0'15 mg/l En definitiva, los efectos del alcohol en la capacidad de conducción varían notablemente en función de todo un conjunto de factores, entre los cuales el fundamental es obviamente el nivel de alcoholemia. Las alteraciones debidas al alcohol comienzan a ser peligrosas cuando el nivel de alcoholemia supera 0,5 g/l según los últimos estudios europeos. Además, ello no quiere decir que en ciertas personas con cantidades inferiores no aparezcan disfunciones, sobre todo de comportamiento, que pueden constituir un claro riesgo para los conductores. Los posibles deterioros de la capacidad de conducción debido al alcohol y que lógicamente varían en función del nivel de alcoholemia son los siguientes: Alteraciones del tiempo de reacción Posiblemente sea una de las alteraciones más graves para la conducción. El alcohol produce una notable ralentización de las respuestas frente a estimulaciones sensoriales, llegando a disminuir de manera muy considerable los reflejos y el tiempo de reacción frente a un obstáculo, especialmente si aparece de manera sorpresiva para el conductor. Ello va claramente en detrimento de frenadas de emergencia, giros rápidos, evitación de un obstáculo o peatón, etc. 7

8 El alcohol y los accidentes de tráfico Funciones cognitivas Las capacidades de atención (simple y dividida), vigilancia y resistencia a la monotonía igualmente se ven afectadas por el alcohol. A bajos niveles (0,5 g/l o menos) se observa deteriorada la atención dividida o capacidad del sujeto para responder cuando es sometido a dos estímulos simultáneos. En cambio, la vigilancia y la resistencia a la monotonía probablemente se afecten sólo por encima de 0,5 g/l. Disfunciones sensoriales: función visual y auditiva Al margen de las alteraciones en el proceso de obtención y procesamiento de la información o en asociación con ellas, el alcohol deprime y altera todas las funciones sensoriales, tan vitales para el que maneja el vehículo, restándoles rapidez, definición y resolución. Esto es especialmente grave en el caso de la vista, si tenemos en cuenta que casi el 90% de la información útil que recibe el conductor es visual. Perturbaciones en el campo perceptivo Los patrones de distribución de la fijación de la mirada y de la duración de esta fijación se modifican con la ingestión de alcohol. La fijación central se incrementa, en tanto que la fijación periférica y los movimientos horizontales se reducen. La duración de la fijación asimismo se reduce. Todos los efectos se manifiestan con niveles de alcoholemia por encima de 0,6 g/l aunque la presencia de estímulos periféricos con mayores necesidades de procesamiento o de respuesta inmediata pueden requerir niveles de alcoholemia menores para su correcta ejecución Alteraciones del nivel alerta-vigilia Normalmente el alcohol, por ser un producto depresor, produce en el conductor un cansancio mucho mayor de lo habitual, provocando incluso somnolencia, y dando lugar también a que aparezca antes la fatiga muscular y sensorial cuando se conduce. De hecho se ha demostrado que la repetición de largos cierres palpebrales, es decir, del párpado, indicadores de una disminución del alerta-vigilia y de la capacidad de concentración visual, es significativamente superior según se va incrementando la tasa de alcoholemia. Trastornos psicomotrices Las funciones de coordinación y equilibrio se ven alteradas con niveles moderados de alcohol. Aunque no es fácil reconocer la importancia de alguna de estas funciones en la conducción de vehículos, probablemente en las situaciones viales complejas y emergentes es donde puede trascender la influencia sobre ellas ejercidas por el etanol. 8

9 El alcohol y los accidentes de tráfico Si bien los estudios en conducción real presentan grandes dificultades, no sólo metodológicas sino también éticas, se ha demostrado que el alcohol induce a comportamientos más arriesgados, con descenso del umbral de riesgo aceptado, incremento de la velocidad y agresividad. No obstante los conductores implicados en accidentes con víctimas que conducían bajo los efectos del alcohol, lo hacían a velocidad menor que la permitida. Es probable, pero no está demostrado, que en niveles bajo-moderados el alcohol modifique la percepción de la velocidad (mayor subestimación), en tanto que a niveles más elevados de alcoholemia el efecto sobre las capacidades permita cierto grado de control sobre la velocidad. En este sentido, si se ha demostrado un error en la estimación del propio nivel de alcoholemia. Los sujetos que presentan concentraciones alcohólicas muy altas sufren un elevado grado de subestimación del nivel real de alcoholemia. El estado de ánimo se modifica, pero en este aspecto existe una gran variabilidad individual. La modificación de la conducta también se manifiesta en las infracciones observadas durante la conducción. Las más habituales pueden ser: Detención en el carril sin causa No guardar la distancia de seguridad entre los vehículos. Realizar giros con excesiva amplitud. Circular por un carril incorrecto. Circular invadiendo el carril contrario. Respuesta retardada a la señalización. Velocidad inadecuada. Adelantamiento antirreglamentario. Salida de la zona de circulación. Iluminación y señalización incorrecta de las maniobras. Circulación por direcciones prohibidas. 9

10 El alcohol y los accidentes de tráfico Se puede decir que, en general, el conductor que ha bebido, normalmente infravalora los efectos que el alcohol tiene sobre su capacidad de rendimiento. Se suele producir en él euforia, una falsa seguridad en sí mismo e incluso sentimiento subjetivo de creer que tiene mejor capacidad para conducir, aumentando la tolerancia al riesgo, lo cual le lleva a tomar decisiones más peligrosas de lo habitual. Además, el alcohol disminuye también el sentido de la responsabilidad y la prudencia, mientras que suelen aumentar las conductas impulsivas, agresivas y descorteses. Según lo expuesto no es de extrañar los altos porcentajes de accidentes en los que interviene el alcohol. Hay que tener en cuenta que si en condiciones normales el manejo del vehículo resulta ya de por sí una tarea compleja, en la que intervienen importantes procesos sensoperceptivos de búsqueda, selección, codificación e interpretación de la información, procesos de toma de decisiones y procesos psicomotrices y todo ello en un entorno de riesgo continuamente cambiante, no es difícil imaginar lo que puede suceder conduciendo con todas estas alteraciones descritas. 10

11 Materiales y métodos Materiales y métodos CERVEZAS SOMETIDAS A ESTUDIO Las pruebas se llevaron a cabo con tres tipos de cerveza sin alcohol, con el fin de poder evaluar las posibles diferencias en el consumo de un tipo u otro en cuanto a nivel de intoxicación etílica se refiere. Así, se consideró una cerveza de 0,0%; una cerveza con un contenido medio de alcohol dentro de las cervezas sin alcohol de 0,4% y una cerveza sin alcohol del mercado con el mayor porcentaje de alcohol permitido dentro de este sector de cervezas, cercano al 0,9%. Las dosis unitarias administradas durante las pruebas corresponden a 250 ml ETILÓMETRO Los etilómetros utilizados en esta investigación han sido cedidos por la DGT y son los utilizados en los controles de alcoholemia por los agentes de tráfico. La identificación de BAC (concentración de alcohol) por el uso de alcoholímetro es la prueba científica bioquímica más popular en casos de conductores ebrios ya que se trata de un método incruento que puede realizarse rápidamente en la propia vía. Ya se ha demostrado empíricamente que la concentración en dos litros de aire espirado es equivalente a la que existe en 1 cc de sangre. Basándose en este hecho se han fabricado aparatos que miden la concentración de alcohol en el aire espirado y en función de este dato se determina la que hay en sangre. Estos aparatos, los etilómetros, han demostrado una gran fiabilidad, siempre y cuando estén en perfectas condiciones de funcionamiento y sean utilizados convenientemente. 11

12 Materiales y métodos Figura 1. Prueba de alcoholemia realizada a una conductora Figura 2. Etilómetro Lion 500 utilizado en las pruebas La prueba de aliento consiste en una medida del alcohol en una muestra apropiada de aliento, que es aire alveolar exhalado. El aire de los alvéolos es parte del aire exhalado y es en equilibrio con la sangre; normalmente se toma la muestra de la última porción del aire exhalado. Una razón probable en la variabilidad de proporciones de partición es la dificultad al obtener aire de los alvéolos o aire de los pulmones profundos, para análisis. Para convertir la concentración de alcohol en el aliento a la concentración correspondiente de alcohol en la sangre, se múltipla la concentración de alcohol en el aliento por un factor que se llama la proporción de partición. En la mayoría de las jurisdicciones, el valor de 2100 está usado como la proporción por definición de la ley. Sin obstáculo, la proporción de partición puede variar entre individuos o en un individuo por tiempo. Se acepta una correlación directa entre la concentración de alcohol en el aire de los alvéolos y la concentración de alcohol en la sangre, o precisamente etilo. La correlación está determinada por la Ley de Henry que dice que, a temperaturas constantes, la concentración de gas disuelto en líquido está en proporción a la concentración en el aire directamente arriba del líquido (entonces, la mayor concentración de alcohol en la sangre, la mayor concentración en el aire de alvéolos exhalados). Hay por medio 700 millones de alvéolos en el cuerpo adulto y está aquí por los alvéolos que pasan gases entre la sangre y el aire de los alvéolos exhalado. El alcohol es un líquido volátil y pasa fácilmente por las membranas de los alvéolos. Los etilómetros son los instrumentos que han permitido el espectacular desarrollo que ha tenido el control de la alcoholemia de los conductores en los últimos años en la carretera por su rapidez, higiene, eficacia y precisión. Por lo tanto, son el principal instrumento de control de las autoridades. 12

13 Materiales y métodos 4.3. POBLACIÓN La población sometida a estudio está compuesta por 100 personas: 50 hombres y 50 mujeres subdivididos a su vez en grupos de 25 hombres y mujeres entre 18 y 25 años, y entre 25 y 55. El objetivo de esta fragmentación es establecer la edad como un posible factor de influencia en los resultados obtenidos. La población se ha caracterizado morfológicamente por su peso y altura con el fin de evaluar la incidencia de la complexión física en los posibles efectos etílicos de la cerveza sin alcohol, utilizando para ello el Índice de Masa Corporal o IMC definido por la siguiente expresión: masa (kg) IMC = altura 2 (m 2 ) Este índice pretende determinar, a partir de la estatura y la masa, el rango más saludable de masa que puede tener una persona. Se utiliza como indicador nutricional desde principios de En adultos suele establecer un rango de como saludable. Un IMC por debajo de 18,5 indica desnutrición o algún problema de salud, mientras que un IMC superior a 25 indica sobrepeso. Por encima de 30 hay obesidad leve, y por encima de 40 hay obesidad mórbida que puede requerir una operación quirúrgica. Dado que la cantidad de alcohol a ingerir durante las pruebas es nula o muy pequeña no se ha realizado un cuestionario sobre el estado de salud de los participantes, aunque se les preguntó antes de empezar las pruebas si sufrían algún tipo de hepatopatía ya que en esos casos se desaconseja el consumo de cerveza sin alcohol PLANTEAMIENTO DE LAS PRUEBAS Las pruebas se realizan en tres días diferentes, ya que se van a consumir tres tipos de cerveza sin alcohol y se pretende evaluar de forma diferenciada el efecto de cada una de ellas. El proceso seguido en cada una de las pruebas es el siguiente: Los individuos son medidos y pesados con el fin de calcular el Índice de Masa Corporal Se realiza una primera medición con el etilómetro antes de empezar a consumir las cervezas con el fin de comprobar que los participantes no presentan nivel alguno de alcohol. Se administran dos dosis de 25 cl de cerveza sin alcohol en ayunas y después de cada una de ellas, pasados 5 ó 10 minutos se miden los niveles de alcohol con el etilómetro. Si bien el tiempo de medida después del consumo es inferior al aconsejado por el fabricante del etilómetro de 20 minutos, se han considerado estos tiempos ya que se trata de un ensayo 13

14 Materiales y métodos de medida continua en el que se evalúa la evolución temporal del contenido de alcohol en aire exhalado durante un proceso ininterrumpido de consumo de cerveza sin alcohol. Se combina el consumo de cerveza con comida, con el fin de simular el uso más extendido que se hace en España de la cerveza y por ende de la cerveza sin alcohol, es decir una bebida asociada al alimento. Después de cada consumición se medirán los niveles de alcohol con el etilómetro. Cada individuo deberá rellenar la siguiente ficha tipo para así evaluar los efectos etílicos de cada uno de los tipos de cervezas. Figura 3. Ficha tipo a rellenar por cada participante INDIVIDUO PESO (Kg): EDAD: ALTURA (m) SEXO: IMC: CERVEZA 0, H. INICIO H. FINAL ALIMENTO H. MEDIDA TIEMPO TOTAL TIEMPO ENTRE MEDIDAS MEDIDA (mg/l) CERVEZA 0, H. INICIO H. FINAL ALIMENTO H. MEDIDA TIEMPO TOTAL TIEMPO ENTRE MEDIDAS MEDIDA (mg/l) CERVEZA 0, H. INICIO H. FINAL ALIMENTO H. MEDIDA TIEMPO TOTAL TIEMPO ENTRE MEDIDAS MEDIDA (mg/l) 14

15 Resultados y conclusiones Resultados y conclusiones 5 Las siguientes tablas y figuras presentan el resumen de los resultados obtenidos en las pruebas realizadas, mostrándose los valores medios, máximos, mínimos y desviación estándar por género y por edad así como por número de consumición OBSERVACIONES GENERALES La población estudiada presentó índices de masa corporal cuyos valores resumen se presentan en la tabla adjunta: Tabla 2. Índices de masa corporal máximos mínimos y medios de la población estudiada Entre años Entre años Mujeres Hombres Mujeres Hombres Máximo 24,16 30,56 26,95 37,04 Mínimo 20,20 18,61 17,97 18,36 Media 21,74 23,70 20,92 25,31 Los valores medios permiten afirmar que el conjunto de la población estudiada presentaba un peso saludable, existiendo sin embargo dos casos de ligera desnutrición y de obesidad leve. El tiempo total de duración de la prueba osciló entro un mínimo de 1h 30 min y un máximo de 4h 20 min, siendo el tiempo promedio de 2h 40 min. Estas variaciones de deben a factores como: costumbre de beber cerveza, género y nivel de saciado. El consumo total de los hombres fue de 6 cervezas, es decir, un total de 1,5 litros mientras que el de las mujeres fue de 4 cervezas (dándose 6 casos de 5 cervezas) es decir 1 litro. 15

16 Resultados y conclusiones 5.2. CERVEZA SIN ALCOHOL ( 0,0%) Las siguientes tablas evidencian que los factores de edad, de sexo e IMC no influyen en los niveles de alcohol en aire expirado ya que en todos los casos, independientemente del consumo de comida y de la cantidad de cerveza ingerida, el resultado es de 0,0 mg/l. Tabla 3. Resultados en mg/l obtenidos con cerveza de 0,0%, según edad y género Entre años Entre años Mujeres Hombres Mujeres Hombres Máximo 0,000 0,000 0,000 0,000 Mínimo 0,000 0,000 0,000 0,000 Media 0,000 0,000 0,000 0,000 Tabla 4. Resultados en mg/l obtenidos con cerveza de 0,0% por número de consumición Consumiciones Máximo Mínimo Media Desviación estándar 0 0,000 0,000 0,000 0, ,000 0,000 0,000 0, ,000 0,000 0,000 0, ,000 0,000 0,000 0, ,000 0,000 0,000 0, ,000 0,000 0,000 0, ,000 0,000 0,000 0, CERVEZA SIN ALCOHOL (0,4%) En el caso de la cerveza con un contenido de alcohol de 0,4% en volumen se llegan a medir valores de alcohol en aire expirado, siendo el valor máximo medido de 0,04 mg/l en el grupo de mujeres mayores de 25 años. Este resultado es 3,75 veces inferior al valor máximo permitido en el caso de nóveles y de conductores profesionales, y 5 veces inferior al nivel máximo permitido para el resto de los conductores. Los valores medios son cercanos al valor mínimo de 0 mg/l, razón por la cual se obtienen desviaciones estándar elevadas y superiores al valor medio, estos resultados indican una dispersión en la que los casos de valor nulo de alcohol en aire expirado son mayoría. 16

17 Resultados y conclusiones Tabla 5. Resultados en mg/l obtenidos con cerveza de tipo 0,4%, según edad y género Entre años Entre años Mujeres Hombres Mujeres Hombres Máximo 0,020 0,020 0,040 0,020 Mínimo 0,000 0,000 0,000 0,000 Media 0,002 0,001 0,005 0,001 Desviación estándar 0,005 0,003 0,010 0,004 La siguiente figura representa en un diagrama de barras los resultados mostrados en la tabla 5. Se indica además el valor máximo permitido de alcohol en aire expirado según la legislación vigente así como un factor adimensional definido como Consumo Potencial (CP), calculado de la siguiente forma: CP = BAC medio BAC máximo permitido El Consumo Potencial indica el número de cervezas que han de consumirse para llegar al nivel máximo permitido de 0,25 mg/l. Así, tal y como se muestra en la figura 5, en el caso de la cerveza de 0,4% y según los grupos considerados hay que consumir de 50 a 237 cervezas, es decir de 12,5 litros a 59 litros para llegar al nivel máximo permitido. Figura 5. Resultados obtenidos con cerveza de 0,4% según edad y género mg/l 0,28 0,24 0, ,16 0,12 0,08 0,04 0,00 Mujeres entre 25 y 55 años Hombres entre 25 y 55 años Mujeres entre 19 y 25 años Hombres entre 19 y 25 años Máximo Mínimo Media Nivel máximo permitido 17

18 Resultados y conclusiones Analizando los resultados obtenidos por número de consumición se pretende evaluar la influencia del tiempo de consumo total y de ingestión de comida junto con la cerveza. La tabla y figura 6 indican que el valor máximo de 0,04 mg/l se produjo para mujeres entre 25 y 55 años en la segunda y tercera consumición, es decir después de tomar dos cervezas en ayunas y después de la primera ingesta de comida. Aun teniendo en cuenta que los máximos registrados no tiene porque corresponder al mismo individuo, se observa en la figura 6 como, tanto en los valores máximos como en los medios, el nivel de alcohol expirado disminuye a medida que se consume la cerveza de 0,4% combinada con la comida. Tabla 6. Resultados en mg/l obtenidos con cerveza de 0,4% por número de consumición Consumiciones Máximo Mínimo Media Desviación estándar 0 0,000 0,000 0,000 0, ,040 0,000 0,002 0, ,040 0,000 0,004 0, ,030 0,000 0,004 0, ,030 0,000 0,002 0, ,030 0,000 0,002 0, ,010 0,000 0,001 0,003 Figura 6. Resultados obtenidos con cerveza de tipo 0,4% por número de consumición mg/l 0,30 0,25 0,20 0,15 0,10 0,05 0, Consumiciones de cerveza de 0,4% Máximo Mínimo Media Máximo legal permitido 18

19 Resultados y conclusiones 5.4. CERVEZA SIN ALCOHOL (0,9%) El análisis de los resultados obtenidos para la cerveza de 0,9% de alcohol es similar al realizado para la cerveza de 0,4%. En este caso los valores máximos hallados se producen en hombres y mujeres de entre 25 y 55 años con valores de 0,06 mg/l y 0,05mg/l respectivamente. Tal y como puede observarse en la tabla 7, vuelven a obtenerse valores de desviación estándar elevados lo cual permite deducir al igual que en el caso anterior que existe una dispersión importante de los resultados siendo la mayoría más cercanos al valor mínimo que al máximo. Tabla 7. Resultados obtenidos en mg/l con cerveza de 0,9% según edad y género Entre años Entre años Mujeres Hombres Mujeres Hombres Máximo 0,0200 0,0400 0,0600 0,0500 Mínimo 0,0000 0,0000 0,0000 0,0000 Media 0,0077 0,0058 0,0131 0,0062 Desviación estándar 0,0123 0,0087 0,0156 0,0120 El cálculo del Consumo Potencial para cada uno de los grupos estudiados arroja valores comprendidos entre 20 y 43, tal y como se muestra en la figura siguiente. Es decir, que una mujer mayor de 25 años debería consumir 20 cervezas ó 5 litros para alcanzar el nivel máximo permitido de 0,25 mg/l, mientras que un hombre menor de 25 años debería de consumir 43 cervezas ó 10,75l. Figura 7. Resultados obtenidos con cerveza de 0,9% según edad y género mg/l 0,28 0,24 0, ,16 0,12 0,08 0,04 0,00 Mujeres entre 25 y 55 años Hombres entre 25 y 55 años Mujeres entre 19 y 25 años Hombres entre 19 y 25 años Máximo Mínimo Media Nivel máximo permitido 19

20 Resultados y conclusiones El análisis de la evolución temporal tanto de los contenidos medios como de los máximos de alcohol en el aire exhalado (ver figura 8) no permite establecer una influencia de la ingestión de comida ya que no se aprecia una tendencia ascendente o descendente en ambos casos. Finalmente es importante reseñar que en ninguno de los casos se sobrepasó el nivel máximo de alcohol en aire expirado para conductores nóveles y profesionales de 0,15 mg/l y menos aún el nivel máximo permitido para el resto de conductores de 0,25 mg/l. Tabla 8. Resultados obtenidos en mg/l con cerveza de 0,9% por número de consumición Consumiciones Máximo Mínimo Media Desviación estándar 0 0,000 0,000 0,000 0, ,060 0,000 0,012 0, ,050 0,000 0,013 0, ,060 0,000 0,007 0, ,040 0,000 0,006 0, ,060 0,000 0,008 0, ,030 0,000 0,005 0,008 Figura 8. Resultados obtenidos con cerveza de 0,9% por número de consumición mg/l 0,28 0,24 0,20 0,16 0,12 0,18 0,04 0, Consumiciones de cerveza de 0,9% Máximo Mínimo Media Máximo legal permitido 20

21 Resultados y conclusiones 5.5. ÍNDICE DE MASA CORPORAL, EDAD, GÉNERO Y NIVEL DE INTOXICACIÓN La siguiente tabla reordena los valores medios de nivel de alcohol en aire expirado según el índice de masa corporal (IMC) para las cervezas de 0,4% y de 0,9% para cada uno de los grupos evaluados. Tal y como era previsible son las mujeres las que menor IMC presentan y son también las de mayor nivel de intoxicación por lo que se deduce que el género es un factor de influencia en el consumo de cerveza sin alcohol con cierta graduación. Tabla 9. Valores medios de nivel de alcohol en aire expirado ordenado por IMC Mujeres Hombres > 25 años < 25 años > 25 años < 25 años IMC medio 20,92 21,74 23,7 25,31 cerveza 0,4% 0,005 0,002 0,001 0,001 cerveza 0,9% 0,013 0,008 0,006 0,006 La siguiente figura muestra gráficamente los resultados obtenidos deduciéndose una relación clara entre el IMC y el nivel de alcohol en aire expirado. Sin embargo, la edad no parece ser un factor de influencia dado que los menores valores se obtienen para los hombres mayores de 25 años y los mayores para las mujeres mayores de 25 años. En este sentido, merece la pena puntualizar que las edades de la población estudiada oscilaron entre los 21 años y los 44 años. Figura 9. Relación IMC y nivel de intoxicación mg/l 0,014 0,012 0,01 0,008 0,006 0,004 0, IMC cerveza 0,4% Cerveza 0,9% 21

22 Resultados y conclusiones 5.6. CONCLUSIONES FINALES El trabajo, que ha sido realizado con una población de 100 personas, 50 hombres y 50 mujeres subdivididos en grupos de 25 hombres y mujeres entre 18 y 25 años, y entre 25 y 55 años, permite realizar las siguientes conclusiones. El consumo de cerveza de 0,0% proporciona valores de 0,0 mg/l de alcohol en aire expirado en todos los sujetos de la población estudiada independientemente del número de consumiciones, de la ingesta o no de comida y de la edad y género de los sujetos. El consumo de cerveza de 0,4% proporciona, en la población estudiada, un valor medio global de 0,002 mg/l en aire expirado. Los valores calculados de Consumo Potencial, es decir el número de cervezas de tipo 0,4% que habría que consumir para alcanzar los 0,25 mg/l sobrepasan ampliamente la capacidad de consumo de una persona para los cuatro grupos estudiados. El consumo de cerveza de 0,9% proporciona, en la población estudiada, un valor medio global de 0,008 mg/l. Los valores calculados de Consumo Potencial son menos elevados que en el caso anterior pero sobrepasan igualmente la capacidad de consumo de una persona. Aunque en ninguno de los grupos estudiados se sobrepasaron los límites legales permitidos, el Índice de Masa Corporal y el género lógicamente son factores de influencia en el nivel de alcohol en aire expirado para las cervezas de tipo 0,4% y 0,9%. Los resultados obtenidos para los tres tipos de cerveza sin alcohol sometidas a estudio de 0,0%, 0,4% y 0,9% permiten afirmar que su consumo ad libitum, combinado con la ingesta de alimentos, produce en los cuatro grupos analizados niveles de alcohol en aire expirado totalmente compatibles con una conducción segura y responsable. Sería totalmente imposible dar positivo en un control de alcoholemia tomando únicamente cerveza sin alcohol. 22

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