Una mirada al trabajo de los latinos inmigrantes en España, según entrevista a dos investigadoras del tema

Transcripción

1 Agencia de Información Laboral Una mirada al trabajo de los latinos inmigrantes en España, según entrevista a dos investigadoras del tema El crecimiento económico que durante muchos años caracterizó a la Unión Europea, convirtió a este continente en un importante receptor de inmigrantes provenientes de diferentes países del mundo. En este proceso, España pasó de ser un país emisor de población migrante, a convertirse en uno de los países de la Unión Europea que mayor cantidad de inmigrantes recibe, o recibía antes de la crisis económica y laboral que hoy azota este país, enmarcada en la crisis general europea. Mientras que en el año 2000 el volumen de la población inmigrante no llegaba al millón de personas, para el 2010, según datos del gobierno español, la cifra se acercaba a los 5 millones, con un aumento también de la diversidad de países de origen. En el 2000 se reconocían 26 grupos nacionales, número que aumentó a 53 en Para Nelcy Valencia, profesional colombiana que reside en España, e investiga sobre temas de género e inmigración, si bien la situación laboral de este país es crítica, sin precedentes (un desempleo del 25%), no ha sido obstáculo para que personas de otras nacionalidades decidan trasladarse a España, en un flujo que si bien ha mermado por efecto de la crisis, sigue siendo significativo. Lo que ha cambiado es su origen, pues la inmigración Lourdes Santos (izq.) y Nelcy Valencia (der). es una realidad cambiante y dirigida, determinada mayormente por el inicio de acuerdos bilaterales o la terminación de éstos. Esto explica la característica dinámica de las cifras, en las que las nacionalidades repuntan o disminuyen por periodos. En cuanto a los latinos,

2 antes de 2005 la mayor cantidad llegaba de Suramérica, después de este año fue de Centroamérica. Las motivaciones para migrar a España son variadas. La Encuesta Nacional de Inmigrantes realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2007, dice que las más comunes son falta de empleo, reagrupación familiar, búsqueda de un empleo mejor y, en mayor medida, la calidad de vida de España, respalda por una legislación y un sistema de protección social benéfico con el inmigrante, y que se hace patente a partir del 2000, cuando se plantea la necesidad de darle una respuesta global y ordenada al fenómeno de la inmigración, presionada por la aparición de organizaciones de inmigrantes. Según la española Lourdes Santos, Doctora en Derecho de la Universidad de Salamanca e investigadora del mundo del trabajo, las organizaciones de inmigrantes intentan intervenir en la vida del país, buscan ser considerados algo más que mano de obra, se reivindican como ciudadanos titulares de derechos, y constituyen foros de inmigración y agencias especializadas, que antes no existían. Para Lourdes, la intención del gobierno fue equiparar en derechos al inmigrante con el ciudadano español. Durante el gobierno de José María Aznar se logró algo interesante en ese sentido, cuando se declaró que no era el trabajo el título que habilitaba para el ejercicio de derechos, sino la residencia. Entonces los trabajadores inmigrantes que estaban en condición de informalidad fueron cubiertos por el sistema de seguridad social. La ley que concede este derecho sigue vigente, sin embargo, con la situación de crisis que vive España, ha aparecido un reglamento que socava muchas de las concesiones de esta ley. Hoy es mucho mayor la dificultad para renovar los permisos de trabajo, y se ha comenzado a considerar que trabajar en la informalidad no es un título habilitante para el disfrute de derechos. En medio de este retroceso legislativo aparece la nueva ley de extranjería, que permite que a los inmigrantes, con sólo tener la residencia, se les otorgue el permiso de trabajo. Es una decisión que Nelcy Valencia considera acertada, ya que les da más posibilidades a las personas de encontrar empleo dentro de la legalidad. Pero a la vez es contradictoria, porque aparece justo en el momento en que no hay oferta de empleo, ni siquiera para los naturales españoles. Inmigración latina En la Encuesta Nacional de Inmigrantes realizada por el INE, se pueden identificar particularidades predominantes en las personas que migran, como, por ejemplo, que la mayoría son casados, el 52% tiene estudios secundarios, un 20% estudios terciarios, y apenas unos pocos tienen primaria o no tienen estudio. Además para el 44% la lengua materna es el español, lo que pone en evidencia la alta presencia de personas provenientes de países latinoamericanos.

3 Esa significativa presencia de latinoamericanos en España, Nelcy y Lourdes la pudieron comprobar con la investigación que recientemente realizaron sobre el tema de la inmigración. Analizaron los datos de los usuarios de un programa de empleo en Madrid entre el 2005 y el 2009, y los resultados arrojaron que el 83% eran de América Latina. Los nacionales peruanos, dominicanos y argentinos tuvieron presencia significativa en España en los años 90. Pero a partir de 2000 aumentaron nacionalidades que históricamente habían tenido poca presencia, como ecuatorianos y colombianos, quienes, según lo arrojó la Encuesta Nacional de Inmigrantes del 2007, se convirtieron en la mayor población proveniente de América Latina, seguidos por los argentinos y los bolivianos. Sin embargo, es poco el porcentaje de trabajadores calificados que llegan a España procedentes de Latinoamérica. En su mayoría llegan a ocuparse en oficios varios, como el servicio doméstico o la agricultura, que es, según Lourdes, la intención de fondo del direccionamiento del visado, pues el mercado necesita mano de obra barata, la cual se ha logrado suplir en gran medida con inmigrantes. Aunque hoy, debido a la crisis económica y laboral, también se suple con españoles que antes se negaban a ocupar esos oficios. La manera como los inmigrantes progresan en el tipo de trabajo que realizan y en el acceso a derechos, se da a través del arraigo que se genera con el tiempo. Es el caso de los ecuatorianos. Según Lourdes, dada la antigüedad de su proceso inmigratorio en España, los ecuatorianos han logrado conformar un colectivo fuerte, con gran cohesión, y han obtenido importantes conquistas, entre ellas la nacionalidad española para una gran cantidad de ellos. La inmigración colombiana Los colombianos han tenido un proceso similar a los ecuatorianos. Dado el mucho tiempo que llevan en el país, ahora tienen la posibilidad de acceder a mejores trabajos. En el caso de las mujeres, éstas ya se ocupan menos en el servicio doméstico, pues se han abierto a nuevas opciones en el mercado del trabajo y tienen mayor movilidad laboral. Contrario a lo que se piensa, la mayoría de quienes deciden irse de Colombia a España pertenecen a estratos socioeconómicos medio-bajo o medio. Son personas que tienen toda una infraestructura económica para soportar el viaje y afrontar los primeros meses de estadía en España. Como afirma Nelcy, no cualquier persona puede migrar, y eso lo demuestran las cifras: antes de su viaje a España el 70% de los colombianos tenía opción de trabajo o estudio en nuestro país, y se caracterizan por tener altas habilidades laborales y sociales. En cuanto a los departamentos que generan mayores flujos de inmigrantes a España, tenemos que son los del centro-occidente de Colombia, situación que para Nelcy se explica porque en estos departamentos las personas acceden

4 más fácilmente a la información y a las redes sociales. Esta precisamente es una particularidad de los inmigrantes: son personas que están interconectadas de manera constante y que se hacen a la información a través de Internet. El peso del asunto del género Por género, la mayoría de inmigrantes colombianos: el 60%, son mujeres. La idea general que se tiene es que las mujeres toman la decisión de emigrar a España motivadas por el factor económico, pero no es esta una razón suficiente. Según Lourdes, también pesan, y no poco, consideraciones de género, es decir, situaciones de maltrato y violencia doméstica, o casos de mujeres a las que acá en Colombia se les ha negado la opción de trabajar y se han confinado al espacio privado del hogar. Muchas de las que migran son mujeres que se comienzan a apropiar de un discurso de derechos, y tienen otras razones para irse del país diferentes a la motivación económica. Así que la difícil situación económica o el desempleo no son para ellas la razón sino la excusa para migrar a España, concluye Lourdes. Y Nelcy completa: Aunque inicialmente la mujer inmigrante no piense en quedarse en España de manera permanente, apenas llega y descubre situaciones y derechos que no tiene en su país, comienza a concebir la vida de manera diferente y a llenarse de motivos para quedarse permanentemente. Tanto es así que muchas inmigrantes que llegaron pensando en regresar después de un tiempo, terminan reagrupando a sus hijos y a sus familias en España. Para Lourdes la clave está en descubrir los derechos y el margen de protección que el Estado español les ofrece a las mujeres. Se dan cuenta de que pueden tener autonomía, empoderamiento, y que disponen de mecanismos de protección. Todo esto conlleva la construcción de un nuevo discurso y la resignificación del rol femenino que la cultura de su país de origen le había impuesto, agrega la investigadora española. En el tema laboral las mujeres colombianas son bien valoradas en España, pues frente a otras inmigrantes son personas con alto nivel de escolaridad. El 90% han terminado la secundaria e incluso algunas son profesionales. Esta circunstancia, sumada al carácter y las habilidades sociales de las colombianas: amabilidad, buena atención al público, les ha permitido acceder a actividades más calificadas, como el comercio, la hostelería, e incluso a las empresas, con plenas garantías laborales y de seguridad social. Con este marco de protección de derechos según Lourdes, las colombianas en España se encuentran en un escenario de garantías que no tienen en Colombia, y eso las lleva a plantearse nuevas perspectivas de vida.

5 En ese sentido es bastante elocuente una encuesta que Nelcy recientemente realizó a 700 colombianas residentes en España. Pudo determinar que, pese a la crisis que afecta a este país, el 63% de ellas se siente muy satisfecha, el 74% se siente mejor que en Colombia, el 48% se encuentra muy satisfecha con su trabajo, el 31% se siente discriminada por ser inmigrante, y sólo el 14% se siente discriminada por ser mujer. Nelcy está segura de que si una encuesta similar se hiciera en Colombia, las cifras serían completamente diferentes.