"La Mirada Y La Femeneidad"

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Beatriz Acuña Salinas
hace 7 años
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"La Mirada Y La Femeneidad" (*) Jornadas Pre-convergencia. Sábado 25 De Noviembre De 2000.

1 "La Mirada Y La Femeneidad" (*) Jornadas Pre-convergencia. Sábado 25 De Noviembre De Analía Stezovsky Las consideraciones que siguen surgen de interrogantes que se me han planteado respecto de la posición femenina en su relación con la mirada. La posición femenina, aquella en la cual una mujer hace semblante de objeto a causa del deseo de un hombre no es el lugar donde una mujer encuentra su goce. En esta posición lo que ella busca, lo que ella desea es el deseo del otro, o sea el deseo de un hombre, único medio para alcanzar un objeto conveniente para su goce. Aparecen dificultades en algunas mujeres para sostener esta posición, ya sea del orden de la inhibición, o del surgimiento de la angustia ante esta situación. La estructura de la angustia está relacionada con estar ubicado como objeto en el centro de un deseo, que implica al mismo tiempo el desvanecimiento como sujeto. En este punto se diferenciaría de la posición femenina en la medida en que una mujer no es un objeto sino hace semblante de objeto causa del deseo, es sujeto deseante de ese deseo. La mirada interviene en el juego de seducción entre un hombre y una mujer y lo que está en juego es el cuerpo femenino. En los cuatro conceptos Lacan dice: " No hay satisfacción en el estar bajo esa mirada...?. "La mirada que nos cerca y que nos convierte en primer lugar en seres mirados, pero sin que nos lo muestren? Al nivel mismo de la experiencia fenomenal de la contemplación, este lado omnivoyeur, despunta en la satisfacción de una mujer que se sabe mirada, con la condición que no se lo mostremos". - Página 1 de 5 -

2 Una mujer, al saberse mirada puede satisfacerse en su propia imagen narcisista, narcisismo que vela lo real de la femeneidad. Entonces no sería lo mismo, para una mujer saberse mirada que convocar una mirada erótica. Diferencia entre lo que podría ser la belleza de una imagen y el enfrentarse a lo real del sexo en una mirada que desanuda la imagen. Planteo entonces una pregunta que es: En qué condiciones podrá una mujer sostenerse en esta posición? Qué condiciones subjetivas deberán darse para que esto sea posible?. Me voy a servir de un recorte clínico para intentar trabajar esta problemática: María es una mujer joven. Consulta en un principio debido al malestar que le produce el comienzo de sus estudios universitarios. La carrera que elige es la que el padre le indica y que él mismo no pudo concluir. María no recuerda haber conversado nunca con él. Cuando se encuentran, él emite frases cortas referidas a las grandes cuestiones de la vida, en lo que se refiere al deber ser o hacer. Cuando nace la hermana mayor de María, el padre hace un intento de suicidio, o sea cuando accede a la paternidad. Siendo María una niña él es internado con diagnóstico de esquizofrenia. Más tarde los padres se separan. Su hermana tuvo graves problemas desde la infancia, ataques de excitación acompañados de gritos desgarradores que se repetían diariamente. Siempre fueron diferentes. María es medida, estudiosa, prolija, esforzándose por hacer todo perfecto, sin equivocaciones. Estando María en análisis, la hermana hace un intento de suicidio. María se va de la casa materna. Junto con el distanciamiento que produce en relación a la madre y la hermana comienza a hablar en análisis de su relación con los hombres. - Página 2 de 5 -

3 Se presenta también, por su ausencia, su cuerpo. Tapado por anchos pantalones, remeras y sweaters que llegan hasta las rodillas, ropa sobre ropa, no deja vislumbrar ninguna forma. No le gusta su cuerpo, hasta hace poco creía que era gorda. Una vez se puso un vestido pero al salir a la calle comenzó a sentir mucho miedo cuando algunos hombres la miraron. Entró en un bar y se puso un pantalón jogging que llevaba en su bolso. Hace 7 años que está de novia con Juan, desde su temprana adolescencia. Cuando se conocieron ella no estaba enamorada de él. Pero él le dio un lugar, una familia, un grupo de amigos. Ella adquirió sentido por él. Podríamos decir que le dio un marco simbólico. Durante años María pasaba más tiempo en casa de la familia de su novio que en la suya. El papá del novio la llamaba la "nena" y Juan era el "nene". Habla acerca de un ex compañero de trabajo con quien se ve de vez en cuando y en quien piensa constantemente. "Me gustaría, dice, ser algo valioso para él, pero como mujer. Que pasase algo una sola vez y después no verlo más". Es que no quiere dejar a su novio. Es necesario que esta relación exista, debe continuar. El problema es el sexo, ella no tiene ganas de tener sexo con él. Pero no lo va a dejar, no puede imaginarse sin él. Durante el tiempo que se despliega esta problemática en análisis María trae un sueño. "Va a visitar a la abuela materna. Estando en la calle se encuentra con su prima y los dos hijos de ésta. Lo que más le sorprende de este sueño es que ella caminaba firmando cada baldosa de la vereda. Era muy importante que ella las firmara". Ante el surgimiento del deseo de ser deseada por un hombre aparece este sueño que dice claramente que la falla en la función paterna ha tenido como efecto la dificultad en poder - Página 3 de 5 -

4 posicionarse como mujer. Este nombre no termina de inscribirse. Si bien María ha producido su versión al padre, este no ha estado en condiciones de responder. Es así que María busca un padre (el padre del novio) a quien amar y por quien ser amada. Se ubica como hija. Este padre juega su presencia en la relacion padre-hija. Poco a poco comienza a cuestionar la relación con su novio. Hay avances y retrocesos, aunque sabe que lo que dice la va llevando por el camino del deseo, por momentos intenta sostener esta relación a toda costa. Es un tiempo de angustia donde un corte se vislumbra pero todavía no se efectúa. Después de largos meses el noviazgo llega a su fin. María conoce un hombre con quien inicia una relación que la sorprende. Él le gusta, él la desea, y lo sorpresivo es que todo fluye naturalmente, sin esforzarse. Efecto de la estructura deseante. La despedida con el novio es dolorosa, tanto como con el padre de él quien le dice entre sollozos "Te voy a extrañar y acordate que siempre vas a ser mi nena". Habiendo necesitado un padre sustituto para ocupar el lugar de hija que su padre estaba incapacitado de brindarle, permaneció sosteniendo esta restitución largos años. Este otro padre viene a realizar la función que queda incumplida con su propio padre. En su análisis pudo conmover esta posición, hacer el duelo por este padre amado y por su propia condición de nena. Duelo con todas las características de tal que dio por resultado un cambio de posición, de hija a mujer. Comienza a aparecer el cuerpo de María. Se va despojando de las vestimentas que ocultaban sus contornos. - Página 4 de 5 -

5 Este duelo, realizado en análisis, inscribe que hubo un padre, no es ya el padre en lo real restituyendo la función paterna, sino un padre que termina por inscribirse. Esto le permite a María sostener la posición femenina y acceder a un goce antes desconocido. Pasar del padre a un hombre. Si las miradas de los hombres eran peligrosas era porque este cuerpo femenino aun no estaba constituido. Ella era una hija amable narcisizada por un padre amado. Estas miradas convocaban lo que María aún no podía poner en juego, lo real de la femeneidad. Solemos decir con Freud que la normalización en el caso de una mujer se da cuando, atravesando el Complejo de Edipo hace su versión al padre, y ecuación simbólica mediante falo=niño va a desear tener un hijo del padre y más tarde de un sustituto. Con Lacan podemos decir que si hay tiempos en la constitución de una estructura femenina estos llevan además a un pasaje de niña a mujer. El pasaje no sería sólo de un padre a un sustituto que conduce a la maternidad sino tambien un pasaje de un padre a un hombre en la medida que se pueda hacer el duelo por el padre. - Página 5 de 5 -

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