El matrimonio desde la razón

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Milagros Soler Hernández
hace 7 años
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1 El matrimonio desde la razón Óscar Perdiz Figueroa Un buen matrimonio es en el que cada uno nombra al otro guardián de su soledad escribió R. M. Rilke. Espacio natural del amor Desde la razón el matrimonio es una institución que ratifica dos papeles, el del marido y el de la mujer. Es una relación de funciones, por ello corre el riesgo de caer en el funcionalismo y contrato. Es la respuesta al anhelo de amar, ser amado y de fecundidad. Matrimonio viene de matrimonium y a su vez de matrix munire, significa literalmente administrarse mutuamente la posibilidad de hacerse varón y mujer; suministrarse recíprocamente la potencia máxima de lo que significa la propia sexualidad. El hombre hace mujer a su compañera (madre) y ella lo hace hombre (padre). El matrimonio es el ámbito natural del amor de donación. Hace referencia al nido primordial de todo, tiene la misma raíz de madre y matriz, Por ello constituye la base y el paso natural a la familia. marido significa estar unido en matrimonio con y mujer (mulier) no indica otra cosa que estar unida en matrimonio con. El matrimonio tiene una función social y de allí se desprende su carácter público y religioso. Esta definición viene de una sana antropología de la familia y no desde el capricho y la ocurrencia y es tan simple y unívoca como reveladora. Sin embargo

el fundamento del matrimonio es el amor, del que el matrimonio es la respuesta y no su ruina. Hay que rescatar la sensibilidad actual al amor auténtico y darle estabilidad.

2 el fundamento del matrimonio es el amor, del que el matrimonio es la respuesta y no su ruina. Hay que rescatar la sensibilidad actual al amor auténtico y darle estabilidad. El matrimonio es un instante y a la vez una tarea de toda la vida. Los medievales llamaban al primero in fieri, el instante en que los novios se donan y se aceptan el uno al otro, este acto los constituye marido y mujer y tiene un carácter público y se da dentro de una celebración religiosa. A la tarea de toda la vida lo llamaban in actu esse, es el desarrollo o quehacer de toda la vida. El matrimonio es un proyecto. No se entiende el matrimonio fuera de la lógica de la duración. Es una apuesta. La aspiración del amor es a no acabar y de allí la pretensión de indisolubilidad matrimonial, por el bien de ambos y la necesidad de ofrecer un ámbito de estabilidad a los seres más frágiles que son los hijos, también fruto del amor. La familia está en función del más débil. La indisolubilidad es una aspiración de los esposos pero se percibe como una imposición puritana, moralista o religiosa. Es absurdo el derecho al divorcio, es como tener derecho a chocar un coche, el divorcio en tal caso es una desembocadura que muchos viven pero no es lo ideal. El matrimonio es la expresión máxima de la paradoja de perder para ganar. Es juntarse o ayuntarse, de adiutorium, ayuda en latín. Casarse significa empatarse, calzar uno con otro y hace referencia a un proyecto común, que implica encajar, acoplarse uno al otro y combinarse. Esposarse (o desposarse) significa atar los destinos en uno, ya no son dos individuos sueltos sino dos personas inseparablemente ligadas. Todas hablan de un mutuo sostén, de compañía y durabilidad, de construir una historia entre los dos. El matrimonio significa escoger-se, un momento y toda la vida y de allí se deriva la fidelidad o amor en plenitud, llamada también castidad. Por eso la unión libre es por excelencia el matrimonio, en él se está libremente y conlleva una sucesión de actos libres para amar.

3 Cuántas relaciones son sólo fruto de la casualidad y del resbale! Cuántas personas no se sienten escogidas sino sólo llevadas por el sentimiento a una situación que tampoco escogieron! El matrimonio está sustentado en la amistad y la donación mutua y el mutuo conocimiento que no acaba nunca. Aquí aparece una de las paradojas humanas: uno se realiza en la medida que realiza al otro. Es libre la llamada unión libre si está apoyada justo en lo no libre, en lo que no depende de uno: el sentimiento, el tiempo, las ganas y el capricho? Cuánto puede durar una relación fundada en lo que no dura, los sentimientos, centrada en solo recibir? El resultado es que muchos quieren amar pero sin amar y muchas uniones son la suma de dos monólogos. El amor después de la boda Los principales modelos amorosos de la historia nos enseñan a través las historias de amor escritas o en películas, telenovelas y canciones, que el amor y matrimonio son incompatibles. El amor cortés sugiere el amor fuera del matrimonio. El romanticismo sostiene que el matrimonio es la tumba del amor, porque reduce el amor a enamoramiento y éste necesariamente termina. Una cierta mentalidad puritana o tradicional respondería que efectivamente, el amor queda fuera del matrimonio y éste es ante todo responsabilidad y compromiso. La revolución sexual propone la muerte del matrimonio porque amar no es más que sexo. El modelo actual o amor líquido es más claro y sencillo: excluye igualmente el matrimonio pues niega la posibilidad de escribir una historia entre dos, niega la posibilidad del amor mismo: sexo sin amor. No es de extrañar que hoy pocos quieran casarse. El gran reto es escribir una historia de amor entre dos y la verdad es que por más vueltas que le demos eso solo se logra dentro del matrimonio: se trata de salvar el amor con el matrimonio y salvar el matrimonio con el amor, como sostiene G. Chapman. Salvar el matrimonio o salvar al otro de la soledad? Esto solo se realiza con actos libres de amor, de ambos y que por ser libres implican renuncia.

4 Desde allí hay que amar integrando todos los grados del amor, el afecto, el eros, la amistad y la donación de sí. El ágape o amor de donación integra y asume todos los grados anteriores del amor: el ágape crea afectos, no los condena, crea situaciones eróticas porque busca el bien del otro, gozar juntos es una manifestación de amistad, se acaricia porque el otro tiene deseos y necesidad de afecto. Más que sacar el amor del matrimonio hay que introducir el romanticismo, lo que algunos llaman mantener lleno el tanque del amor. Así, el enamoramiento ya no es fruto del sentimiento sino una tarea, hay que recurrir a la maravillosa capacidad humana de crear sentimientos, no se trata de fingir sentimientos, lo que sería hipocresía, sino dar muestras auténticas de amor, como pequeños regalos en los que se busca el bien del otro. La vida propia se descubre como un don absolutamente gratuito y solo se gana dándose. Claro que es posible amar para siempre! El matrimonio más que un refugio es algo público. Son necesarias las comunidades de matrimonios que hablen el mismo lenguaje, con ideales comunes, para ofrecerse testimonio, alentarse y caminar juntos, de otra manera se vuelve una lucha contra corriente, por la fragilidad y necesidad de ayuda en la virtud, la amistad es la base para una vida honesta, no se puede ser bueno en soledad. Sobra decir que el matrimonio requiere de preparación, no se improvisa. Una relación sin fecha de inicio y carácter público, no es un matrimonio y de por sí está destinada a fracaso. Es inútil vivir como casados cuando la relación no es un matrimonio. Habrá que ver también el matrimonio desde la Revelación judeocristiana. Para descargar este artículo en Formato PDF, da clic en el siguiente vínculo: Informes:

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