La educación y el espacio público democrático. Un capítulo descuidado en la Filosofía política *

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1 ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Polítia N.º 49, julio-diiembre, 2013, , ISSN: La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia * Eduation and Publi Sphere: a negleted hapter of Politial Philosophy AXEL HONNETH Johann Wolfgang Goethe-Universität Frankfurt am Main RESUMEN. En este trabajo se examina la relaión interna entre eduaión y demoraia, así omo la razón por la ual, pese a su papel ruial en la formaión de ulturas demorátias, esta relaión se ha heho problemátia. Con el fin de mostrar, en primer lugar, qué onseuenias negativas tiene para la vida polítia ontemporánea esta ruptura entre pedagogía y filosofía polítia y, en segundo lugar, ómo superarlas, este artíulo explora algunos malentendidos básios en torno a las ondiiones ulturales para la demoraia y el papel neutral del Estado, finalizando on la propuesta de un programa renovado de eduaión demorátia. Palabras lave: Eduaión, Demoraia, Filosofía Polítia, Kant, Dewey, Durkheim, ultura polítia. ABSTRACT. This artile examines the internal relation between Eduation and Demoray and why this onnetion has beome problemati, despite its entral role in the formation of demorati ultures. In order to show, firstly, what negative onsequenes for ontemporary politial life has this rupture between Pedagogy and Politial Philosophy and, seondly, how to surpass them, the artile explores some basi misunderstandings about ultural onditions for Demoray and the neutrality of the State. Finally, the paper proposes a renewed program for demorati eduation. Key words:eduation, Demoray, Politial Philosophy, Kant, Dewey, Durkheim, Politial Culture. Desde sus iniios en el siglo XIX, la historia del sistema eduativo públio en los estados onstituionales y demorátios ha sido una adena ininterrumpida de onflitos en torno a la división, la forma y el ontenido de la enseñanza esolar; las enonadas disusiones entre los representantes de lases soiales u organizaiones de padres y las autoridades del Estado no han dejado intatos ni la estrutura del sistema eduativo ni los métodos de enseñanza o el urríulum. El motivo del onflito, que emana de la promesa estatal de un dereho general de los * Traduión de Cristina Díez Pampliega. [Reibido: diiembre 2012 / Aeptado: febrero 2013] 377

2 Axel Honneth iudadanos a la formaión y la eduaión, paree que ya lo vio venir Immanuel Kant uando en sus leiones magistrales sobre Pedagogía formuló una de sus famosas frases: «Hay dos inventos del ser humano que pueden onsiderarse omo los más difíiles, a saber, el arte del gobierno y el arte de la eduaión y, sin embargo, aún sigue siendo disutida hasta su propia idea». 1 Kant trazaba un paralelismo entre el arte del gobierno y el arte de la eduaión partiendo de la reflexión de que en ambos asos se trata de instituiones readas soialmente que deben umplir el mismo ometido en las diferentes dimensiones de la historia de la espeie y la historia individual, de la filogénesis y la ontogénesis; a través de una oportuna seleión de medios y métodos, es deir, una espeie de «arte», deben enseñarnos ómo onduir, en un aso, a un pueblo sometido y, en otro aso, a un niño dominado por su propia naturaleza, desde el estado de pupilaje al estado de libertad. Sin embargo, lo que en un primer momento suena solo a la onstruión de una mera analogía, en el transurso de las leiones de Kant es objeto de una interpretaión muho más profunda, pues él mismo hae referenia a una relaión de ondiionamiento reíproo entre orden estatal republiano y eduaión: el pequeño ser humano, dominado por su naturaleza, debe pasar primero por el proeso de una eduaión que persiga la meta de su libertad para poder onvertirse más tarde en miembro de un Estado regido por el propio pueblo; al igual que, a la inversa, sólo iudadanas y iudadanos autónomos pueden instituionalizar una eduaión públia que permita reorrer a sus hijos el amino haia la emanipaión polítia. Por eso, una buena eduaión y un orden estatal republiano se neesitan omplementariamente, porque la eduaión, en forma de enseñanza general y públia, es la fuente de las apaidades ulturales y morales del individuo on uya ayuda puede existir y desarrollarse un orden estatal republiano en el que la iudadanía tome parte en la emanipaión polítia también del pueblo llano. Por este motivo, omo ya suedía en el Emilio de Rousseau, en la Pedagogía de Kant la idea del «buen iudadano» 2 es el punto de unión entre la teoría eduativa y la teoría del gobierno, entre onepión de la eduaión y Filosofía polítia. Sin la una, la otra no sería posible, pues, para una oletividad demorátia, ambas representan ondiiones que no pueden existir de manera independiente. A este estrehísimo vínulo interno se debe el heho de que, en el disurso polítio-filosófio de la Modernidad, no haya habido apenas un teório de la demoraia on ierto renombre y prestigio que no haya dediado un trabajo sistemátio a la teoría de la eduaión; desde Rousseau y Kant hasta Shleiermaher, Emile Durkheim o John Dewey, una y otra vez ha habido pensadores signifiativos para 1 Kant, Über Pädagogik, en: Werke in zwölf Bänden, Fránfort del Meno, 1964, t. XII, p. 703 [ed. ast.: Pedagogía, Madrid, 2003]. 2 Ibíd., p

3 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia los que ha sido ompletamente normal dediar al tema de la eduaión públia monografías independientes. 3 La Pedagogía, entendida omo la teoría de las normas y los métodos para una eduaión adeuada de la desendenia, ha sido omprendida omo una hermana gemela de la teoría de la demoraia, porque sin instruiones equilibradas sobre ómo despertar en el niño al mismo tiempo la apaidad de ooperaión y la iniiativa moral propia no pareía expliable lo que se quería deir uando se hablaba de aión onjunta en la autodeterminaión demorátia; la idea del «buen iudadano» no era una fórmula vaía o un adorno de los disursos polítios, sino un desafío prátio ante el que había que dar la talla por medio de ensayos teórios y la experimentaión de formas de esuela y métodos didátios apropiados. Por eso uando, tras la desartiulaión del naionalsoialismo, hubo que volver a aostumbrar a un pueblo entero a las prátias sistemátiamente desaprendidas de ómo se forma una voluntad demorátia, las fuerzas de oupaión amerianas, por ejemplo, pudieron reurrir sin problema a los esritos pedagógios de su paisano John Dewey para haer frente a la tarea ante la que se enontraban; 4 entre teoría demorátia y prátia pedagógia había un vínulo aún tan estreho, la onexión interna seguía pareiendo tan evidente, que no había nada de paternalismo o tutelaje en el heho de querer enseñar de nuevo ostumbres demorátias a los miembros desmoralizados de un Estado injusto hundido en esombros y enizas. Sin embargo, a partir de entones se rompió el vínulo entre los oneptos de demoraia y eduaión, de Filosofía polítia y Pedagogía; iertamente, siempre hay algún que otro intento de reflexionar sobre los requisitos que debe umplir una eduaión demorátia, pero asi siempre llega de una Cienia de la Eduaión a la que se ha dejado sola, y no del orazón de la propia Filosofía polítia. La teoría de la demoraia, en sus numerosas formas y voes, atualmente suele guardar silenio sobre el lado eduativo del asunto que le ompete; en ella hoy en día no se enuentran reflexiones ni sobre los métodos de enseñanza ni sobre el plan de estudios; la idea de que una demoraia viva debe rear ontinuamente sus propias ondiiones de existenia, ulturales y morales, a través de proesos eduativos generales, entre tanto, se le ha extraviado a la Filosofía polítia. Antes de alarar, en un segundo paso de este trabajo, la relaión entre eduaión y libertad polítia, entre eduaión y demoraia, entronando on 3 Friedrih Shleiermaher, «Über den Beruf des Staates zur Erziehung», en: ídem, Texte zur Pädagogik. Kommentierte Studienausgabe, ed. por Mihael Winkler/ Jens Brahmann, Fránfort del Meno, 2000 (2 t.), t. 1, pp ; Emile Durkheim, Erziehung, Moral und Gesellshaft, Neuwied y Darmstadt, 1973 [ed. ast.: La eduaión moral, Buenos Aires, 1947]; John Dewey, Demokratie und Erziehung. Eine Einleitung in die philosophishe Pädagogik, Weinheim y Basilea, 1993 [ed. ast.: Demoraia y eduaión. Una introduión a la filosofía de la eduaión, Buenos Aires, 1953]. 4 Sobre «Reeduation», véase Walter Gagel, Geshihte der politishen Bildung in der Bundesrepublik Deutshland /90, Wiesbaden, , ap

4 Axel Honneth la tradiión a la que aabo de referirme someramente (II), quiero intentar en un primer paso poner nombre a los motivos que han dado lugar al desaoplamiento entre Pedagogía y Filosofía polítia; omo se verá a ontinuaión, estos motivos radian en una ombinaión fatal, que podría onsiderarse de «afinidad eletiva», entre onepiones problemátias sobre las ondiiones ulturales neesarias para la demoraia y una postura de neutralidad del estado mal entendida (I). Tras abogar así, tanto negativa omo positivamente, por un nuevo aeramiento entre teoría de la eduaión y teoría de la demoraia, en un terer paso, finalmente quiero esbozar los retos a los que se enfrenta atualmente, sobre todo, un programa renovado de eduaión demorátia; al haerlo, tendré que restringirme a esbozar unas poas ideas, ya que un análisis profundo me obligaría a sobrepasar en muho el espaio del que dispone este trabajo (III). Mientras que Kant, Durkheim o Dewey ontemplaban el tema de la eduaión demorátia omo parte intrínsea de sus trabajos de Filosofía polítia, en la atualidad este tema solo desempeña un papel marginal dentro de la teoría de la demoraia de orientaión normativa; iertamente, se ita en oasiones y se señala en las introduiones omo una de las áreas de trabajo de la Filosofía polítia, pero su explotaión, determinaión y ejeuión se deja en manos de las Cienias de la Eduaión. 5 La teoría de la demoraia se ha despedido de su hermana gemela, la teoría de la organizaión y el método adeuados para una eduaión demorátia, y así se ha alejado de la posibilidad de influir en la funión normativa de la eduaión infantil, la esuela y la formaión de adultos. En vista de este proeso, uno podría intentar tranquilizarse pensando que esta situaión es solo el resultado de la amplia difereniaión que han experimentado las disiplinas ientífias en general desde hae aproximadamente dosientos años; así omo la Filosofía en la segunda mitad del siglo XIX tuvo que separarse de la teoría de la soiedad, que más tarde se estableió en la disiplina de la Soiología, uno podría pensar que en el transurso de la progresiva espeializaión también ha tenido que desvinularse de la tarea de estableer por su propios medios los proesos de eduaión neesarios para la formaión de la emanipaión polítia. Sin embargo, las osas no son tan senillas y, por el ontrario, son índie de un problema muho mayor, algo que se pone de manifiesto en el mismo heho de que la Filosofía polítia se enuentra por doquier on el problema de la eduaión sin poder ofreer siquiera un 5 Una gran exepión en esta tendenia es la filósofa polítia Amy Gutmann, para quien, sin embargo, la tradiión aquí itada desempeña un papel seundario: Amy Gutmann, Demorati Eduation, Prineton/N.J., 1999². I. 380

5 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia enfoque para la búsqueda de soluiones. Con la imposiión estatal de la obligatoriedad general de la eduaión, la esuela administrada por las autoridades se ha onvertido en una palana deisiva para la formaión de ondutas y apaidades de las nuevas generaiones, de tal modo que, tanto para lo bueno omo para lo malo, influye en las araterístias de los futuros iudadanos y iudadanas. El tipo de la eduaión esolar, sus métodos y ontenidos pueden ontribuir, y sería lo deseable, a la perduraión de la demoraia, fomentando la apaidad de ooperaión y la autoestima individual, o pueden ontribuir negativamente a su soavaión soterrada, transmitiendo obedienia a la autoridad y onformismo moral. 6 Por eso la uestión de uál es la forma adeuada de la eduaión organizada piénsese sólo en la «Politeia» 7 de Platón fue desde el prinipio una parte esenial de toda Filosofía polítia; quien abordaba la pregunta de ómo debía ser un estado o una oletividad polítia, teniendo en uenta la naturaleza humana, no podía ni debía ahorrarse el problema estrehamente relaionado de on qué método la eduaión esolar debía enseñar qué ontenidos a qué alumnado. El heho de que esta pregunta en la atualidad prátiamente haya quedado anulada en la Filosofía polítia y ya no se desarrolle en ella, ni en su versión positiva ni en su versión negativa, no puede deberse simplemente a la marginaión, raionalmente omprensible, de un tema para que se trate mejor y de manera más adeuada en otro sitio; el problema de la eduaión organizada por el estado, sin embargo, se halla demasiado en el entro de todo el negoio polítio, está demasiado relaionado on las ondiiones de existenia del estado de dereho demorátio omo para permitir, sin más, que quede separado del orpus de una ienia o filosofía de la polítia. Las razones que pueden ayudar a expliar el reiente desaoplamiento entre teoría de la demoraia y teoría de la eduaión deben situarse, por onsiguiente, en otro plano distinto al de la progresiva difereniaión de las distintas disiplinas; yo sospeho que en un plano oneptual muho más profundo, situado allí donde se determina y sondea la medida en que la demoraia puede influir sobre sí misma. Como norma teória general se puede haer valer aquí que esa medida será proporionalmente menor uanto más pareza haberse desprovisto el estado de dereho demorátio de sus propias ondiiones de existenia, sea por limitaiones normativas o por indisponibilidades onretas; y si finalmente se onede un margen estrehísimo a este espaio de maniobra para atividades autogenera- 6 Con este papel «negativo» aparee la esuela, por ejemplo, en la Filosofía polítia de Louis Althusser: ídem «Ideologie und ideologishe Staatsapparate», en: ídem, Marxismus und Ideologie, Westberlin, 1973, pp , espeialmente pp. 140 ss. [ed. ast.: Ideología y aparatos ideológios del Estado. Freud y Laan, Buenos Aires, 1988]. 7 Platón, Politeia, in: Werke in aht Bänden, editado por Gunther Eigler, Darmstadt , t IV, sobre todo, libro V; al respeto: John Dewey, Demokratie und Erziehung, it., pp

6 Axel Honneth tivas, lo que suede, en onseuenia, es que apenas se puede oneder un valor polítio a la eduaión esolar, porque ni siquiera on su ayuda pueden ambiarse las ondiiones de vida de la demoraia. Las peregrinaiones teórias de este tipo, es deir, el desenanto sobre las fuerzas autogenerativas de la oletividad demorátia, son en mi opinión las prinipales responsables de que hoy en día la esuela y la eduaión organizada por el estado reiban una esasa atenión por parte de la Filosofía polítia. Quiero itar dos fuentes teórias que en el transurso de los últimos deenios han ontribuido a que la teoría de la demoraia, de manera asi impereptible y a espaldas de la Filosofía polítia, haya perdido la fe en el valor que la eduaión organizada por el estado tiene para la demoraia; iertamente, se podrían itar fatores de influenia de otro tipo, por ejemplo, el adelantamiento de la formaión del aráter a la fase de soializaión de la infania temprana, una fase en la que el estado no interviene, pero quiero restringirme a los dos aspetos siguientes porque aen dentro del ámbito de soberanía de la Filosofía polítia misma. Por un lado, la onepión denominada, en honor a su autor, la «tesis de Bökenförde» ha ontribuido a la extensión de la idea de que al Estado de dereho demorátio solo le queda un estrehísimo margen de juego para regenerar sus propias ondiiones morales y ulturales, pues según esta tesis la demoraia depende de algunos elementos de la tradiión anterior a sí misma. Aunque Bökenförde, jurista espeializado en teoría del Estado, dio luz a esta idea dentro de unos márgenes muho más estrehos, a saber, para indiar las ondiiones étias de la existenia del Dereho moderno, 8 hoy en día esta tesis se interpreta de manera muho más extensa y se utiliza omo prueba de la falta de autonomía ultural de todos los estados de dereho demorátios: onforme a este tipo de leturas generalizadas, estos sistemas polítios neesitan enontrar ontinuamente apoyo ultural en ostumbres y ondutas morales para uyo desarrollo y reimiento, sin embargo, ellos mismos no poseen los instrumentos adeuados. En el máximo nivel de la generalizaión, la denominada tesis de Bökenförde llega a afirmar que las demoraias deben su sostén soial a onepiones morales que, en realidad, solo pueden floreer en oletividades que se han desarrollado on orientaiones étiosubstaniales, es deir, religiosas. Partiendo de una idea de este tipo, es omprensible que se llegue a la onlusión de que los proesos eduativos organizados por el estado, es deir, la eduaión esolar y preesolar, areen de valor para la transmisión de las ondutas que fomentan la demoraia; pues las onepiones morales que failitan la formaión de la voluntad de ooperaión apaidad de tolerania, el saber-ponerse-en-el-lugar-del-otro, la orientaión haia el bien o- 8 Véase, por ejemplo, Ernst-Wolfgang Bökenförde, «Freiheit und Reht, Freiheit und Staat», en: ídem, Reht, Staat, Freiheit, Fránfort del Meno, 2006, pp

7 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia mún no se aprenden en proesos de enseñanza esolar por muy bien que se gestionen, sino en el medio de soializaión étia de oletivos prepolítios. Aunque en Bökenförde mismo sí se enuentran uando menos referenias a que también «la formaión y la eduaión» 9 podrían obrar este logro, en la reepión general de su tesis lo únio que queda es la onviión de que hay que onfiar en la supervivenia de oletividades de orientaión tradiional para que se den los requisitos que posibilitan la existenia de las soiedades demorátias: todos los esfuerzos estatales para organizar una eduaión demorátia son inútiles porque no pueden generar las virtudes morales absolutamente neesarias para la supervivenia de las demoraias. Con la entrada de esta onepión en el orpus teório de la Filosofía polítia queda itada una de las ondiiones que ha provoado que la teoría de la demoraia más reiente se haya mantenido en general alejada de las preguntas relativas a la eduaión públia; el planteamiento de este tipo de problemas debe de pareer inneesario uando se da por sentado que las onviiones demorátias no se adquieren en proesos eduativos mediados por el estado, sino en írulos prepolítios de oletividades tradiionales. La versión popular de la tesis de Bökenförde, sin embargo, no es el únio motivo que atualmente mueve a la teoría de la demoraia a tomar una reiente distania de la que una vez fue su hermana gemela, la teoría de la eduaión; por el ontrario, a estas tendenias de desaoplamiento se une desde un lado muho más normativo la tendenia a interpretar la postura de neutralidad del estado de una manera tan restritiva que ni siquiera los prinipios de la formaión de la voluntad demorátia pueden sedimentarse ya en la esuela públia. Al igual que suedía on la nueva interpretaión ultural-onservadora de la demoraia, según la ual esta solo puede sobrevivir graias a la ontribuión permanente de elementos de una tradiión previa, también la intensifiaión del mandato de neutralidad del estado se ha desarrollado más a espaldas de la Filosofía polítia que de manera orientada a un fin y on plena onienia; sí, inluso es posible que este segundo desplazamiento teório sea la onseuenia no intenionada del propósito, bienintenionado en su onjunto, de haer justiia al reiente pluralismo de ulturas étnias y religiosas en nuestras soiedades poniendo el aento en la neutralidad estrita de la eduaión organizada por el estado. Lógiamente, el estableimiento polítio del grado de profundidad de la neutralidad del estado está sujeto desde hae muho a una orriente inesante en la que se reflejan de una manera apenas transparente las onviiones étias de una mayoría y, por tanto, también relaiones soiales de fuerzas; la legitimidad de este tipo de adhesiones a deter- 9 Ibíd., p

8 Axel Honneth minados valores solo se mide por el riterio de que no vulneren los prinipios universalistas de las onstituiones demorátias. En la permanente ontroversia en torno a la inevitable parialidad de la atuaión del estado, para la tradiión que antes he menionado, la que va desde Kant hasta Durkheim y Dewey, siempre fue inuestionable que la esuela públia debía enarnar exatamente los valores sobre los que se había asentado la deisión de haer obligatoria la enseñanza para todos los futuros iudadanos: el dereho de los padres a transmitir a sus hijos sus propios valores partiulares terminaba en la puerta del olegio para poder allanar el amino de los eduandos, mediante el ejeriio de modos de onduta reflexivos, haia su partiipaión en la formaión de la voluntad públia. Lo que antes pareía ompletamente natural, es deir, que la orientaión de la enseñanza se guiase por los mismos proedimientos demorátios que habían heho que ella misma fuera delarada obligatoria, en la atualidad se pone ada vez más en duda; o bien se reurre al mandato de neutralidad del estado para prevenir ontra la influenia de valores polítios extraños en la eduaión esolar, o bien se queja la parte interesada de los padres de que si la esuela se orienta demasiado haia las metas demorátias se puede quedar orta en la transmisión de onoimientos de mayor proveho para el desarrollo profesional. Si estas veteranas reservas, además, enuentran apoyo públio involuntario en el heho de que, en vista del reiente multiulturalismo, efetivamente hay muhas osas que hablan a favor de liberar nuestras esuelas de reliquias relativas a la visión del mundo, impereptiblemente se abre paso esa mezolanza difusa de lo erróneo y lo orreto a partir de la ual, de repente, ualquier tipo de parialidad de la enseñanza esolar puede pareer igualmente problemátia o ondenable; en onseuenia, el mandato de neutralidad del estado se estira hasta el punto de que inluso la idea de la eduaión demorátia pierde su naturalidad normativa. Ciertamente la Filosofía polítia de la atualidad no está aún empapada en su onjunto por semejantes interpretaiones radializadas del mandato de neutralidad; por el ontrario, en ella sigue disutiéndose de manera intensa ómo podría reformularse adeuadamente esta herenia del pensamiento liberal en vista de la reiente heterogeneidad de modelos ulturales de valores. 10 Sin embargo, en relaión on las nuevas interpretaiones ultural-onservadoras de la apaidad de supervivenia de las demoraias, se perfila atualmente un desarrollo teório en uyo extremo final puede asentarse la onviión de que los métodos y los on- 10 Véase, por ejemplo: John Rawls, «Der Vorrang des Rehten und die Ideen des Guten», en: ídem, Die Idee des politishen Liberalismus. Aufsätze , Fránfort del Meno, 1992, pp [ed. inglesa: «The Priority of Right and Ideas of the Good», Philosophy & Publi Affairs (1988), 17 (4): ]; también de gran ayuda es: Rainer Forst, Kontexte der Gerehtigkeit, Fránfort del Meno, 1994, pp

9 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia tenidos de la enseñanza administrada por el Estado también deben ser liberados de metas demorátias. En la línea de un imaginable punto de fuga de este tipo se sitúa hoy en día ya el planteamiento de enargar a la esuela solo la tarea de inular al alumnado un «mínimo ivil», 11 de dejar en manos de los padres mediante heques formativos la eleión del aráter de la enseñanza esolar en lo que respeta a la visión del mundo, 12 y de no entender ya a profesoras y profesores omo representantes del estado de dereho demorátio, sino omo representantes de las familias unidas. 13 Cuanto más se desarrollen estas reflexiones, hasta ahora solo tentativas, uanto más deididamente se piense la esuela públia de manera étiamente neutral y, en su lugar, se dé paso a una diversidad de esuelas privadas asoiadas a distintas visiones del mundo, más perderá la soiedad demorátia del instrumento, prátiamente el únio del que dispone, para regenerar sus propios fundamentos morales; el onflito en torno al sistema eduativo del estado, da igual que se refiera a su organizaión, al urríulum o a los métodos utilizados, es siempre en este sentido también una luha por la apaidad de futuro de las demoraias. El onoimiento de este nexo nuna estuvo tan laramente presente en ninguna tradiión omo en aquella que arranó on Kant y fue llevada finalmente a su apogeo on Durkheim y Dewey. II. Las reflexiones planteadas hasta el momento, en la mera forma negativa de una rítia a las tendenias de la teoría atual de la demoraia, ya han puesto de manifiesto indiretamente uáles son las premisas de partida para poder entender el sistema públio de eduaión omo un omplemento neesario, es más, omo la otra mitad, previa a ella, de la formaión de la voluntad demorátia; omo hemos visto, ni se debe abandonar la hipótesis, que sirve para la orientaión de la prátia, de que es posible despertar mediante la eduaión las apaidades neesarias para la deliberaión públia más allá de la fase temprana de soializaión y lejos de las morales apoyadas en la tradiión, ni se debe poner en juego imprudentemente el dereho del estado onstituional a estableer metas de eduaión demorátia 11 Al respeto, véase: Amy Gutmann, Demorati Eduation, it., pp Ibíd., pp. 65 s.; Mihael Walzer, Sphären der Gerehtigkeit, Fránfort del Meno / Nueva York, 1992, pp [ed. ast.: Las esferas de la justiia, Méxio DF, 1993]. 13 Sobre estas tendenias, véase: François Dubet, Le Délin de lʼinstitution, París, 2002, espeialmente pp La idea de que las profesoras y los profesores deben entenderse omo enargados del Estado de dereho demorátio, y no omo agentes de los padres en una fase vital avanzada de los niños, proede de Emile Durkheim, Erziehung, Moral und Gesellshaft, it., pp Sobre esta problemátia, véase también Amy Gutmann, Demorati Eduation, it., pp

10 Axel Honneth en los proesos eduativos organizados por él. Si se da la vuelta en positivo a estas dos premisas negativas también se puede afirmar que, entre las tareas del estado de dereho demorátio, debe situarse en primerísimo lugar la de failitar de igual modo a ada uno de sus futuros miembros, mediante las adeuadas instituiones eduativas, la posibilidad de partiipar en la legitimaión públia de sus propias deisiones «sin miedo ni vergüenza». En el texto de Kant dediado a la eduaión, muy influido por el Emilio de Rousseau, aunque no le sigue en todo, la idea esbozada toma en un primer momento solo la forma de una defensa de la eduaión «públia», generalmente aesible, ontra la eduaión «asera» porque la ventaja de la primera radia en que puede desarrollar en ada eduando las virtudes y apaidades del «futuro iudadano» sin orrer el peligro de perpetuar los «errores familiares»; 14 todo lo que debe transmitirse pedagógiamente en los proesos eduativos en primer lugar, habilidades meánias; en segundo lugar, onoimientos pragmátios y, en terer lugar, la autodeterminaión moral está sujeto para Kant, y esto es interesante, a la meta primordial de despertar en el individuo todos los niveles de respeto propio y autovaloraión que sean neesarios para que pueda atuar on onienia de sí mismo omo iudadano de una repúblia. 15 Cómo deben ontribuir las tres lases de apaidades inulables al posterior ejeriio de una profesión es una pregunta que no se plantea aún en este ontexto, porque las tres son ontempladas de igual modo y úniamente desde el punto de vista de la adquisiión de distintas formas del sentimiento de valor personal; el futuro iudadano del estado, así lo expresa Kant asi adelantándose a uno de los pensamientos famosos de John Rawls, 16 debe disponer primero del bien entral de la «dignidad propia» para poder partiipar más tarde omo igual entre iguales en la autodeterminaión legislativa republiana. Las habilidades profesionales, el onoimiento orientativo soio-ivil y los prinipios morales no se entienden primordialmente omo medios que pueden aprenderse para garantizar más tarde los ingresos eonómios, sino omo medios soiales generalizados del reonoimiento soial, uya adquisiión por medios pedagógios debe llevar paso a paso a que el eduando tome onienia de que tiene un «valor» ante los ojos de sus semejantes: la adquisiión de habilidades le garantiza, omo lo formula Kant asi 14 Kant, Über Pädagogik, it., pp Casi de la misma manera se expresa Shleiermaher: «Enontramos époas en la historia de nuestro nuevo mundo en que los pueblos solo pareen despertar de un largo torpor y barbarismo uando su gobierno toma las riendas de esta importante tarea e intenta impulsar por otros medios las fuerzas más elevadas de la juventud, que anteriormente no se podían despertar por los habituales aminos de la eduaión en asa porque en ella misma no existían o se habían ehado a perder». (Friedrih Shleiermaher, t. 1, it., p. 272). 15 Ibíd., p Véase John Rawls, Eine Theorie der Gerehtigkeit, Fránfort del Meno, 1979, pp [ed. ast.: Teoría de la justiia, Méxio DF, 1995]. 386

11 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia on las mismas palabras que Hegel, respeto «on respeto a sí mismo omo individuo»; la obtenión de onoimiento soio-ivil le garantiza el «valor públio» de un iudadano; y la adquisiión de prinipios morales, finalmente, le proporiona el respeto «on respeto a toda la espeie humana» 17. A pesar de toda su luidez a la hora de señalar la relaión entre la eduaión esolar general y el reonoimiento reíproo en la oletividad republiana, Kant aún se enuentra muy lejos de extraer onlusiones relativas al método y la forma de organizaión de la enseñanza esolar; él tiene en mente al eduando individual de sexo masulino que debe aprender a valorarse a sí mismo mediante la adquisiión de onoimientos que se le imponen eduativamente, pero no a la omunidad ooperativa en la que ada uno, omo miembro respetado, debe poder ooperar on todos los demás on el fin de formar una voluntad oletiva. Ciertamente en su Pedagogía intuye ya algunas vees que la repúblia neesita, muho más que una transmisión unilateral de onoimientos, la enseñanza de las virtudes omuniativas, 18 pero al mismo tiempo aún retroede ante lo que esto impliaría, es deir, onvertir las esuelas públias, primordialmente y sobre todo, en entros de apaitaión demorátia. Este paso lo dieron unos ien años después Emile Durkheim y John Dewey uando, ada uno por su propio amino, perfilaron la relaión interna entre eduaión y demoraia, entre los proesos esolares de aprendizaje de los eduandos y su futuro papel omo iudadanos. Aunque los supuestos básios de los que parten ambos pensadores pareen prátiamente inompatibles uno es un soiólogo de orientaión ientifiista y el otro un filósofo que proede de manera pragmátia, sus reflexiones sobre la eduaión demorátia, sin embargo, presentan una serie de oinidenias sorprendentes. De las tres funiones que, desde el punto de vista atual, debe umplir la esuela, la de proporionar una ualifiaión profesional, la de ompensar los défiits eduativos resultantes del entorno soial o familiar y la de la preparar a los eduandos de manera general para su futuro ejeriio de la iudadanía, Durkheim y Dewey destaan únia y exlusivamente la terera, la menionada en último lugar; al igual que Kant, ambos entienden el aprendizaje de onoimientos aprovehables profesionalmente más bien omo un resultado inidental del ejeriio de las ostumbres demorátias; y toda la aión ompensadora de la eduaión la entienden omo una tarea que, por supuesto, debe umplir ada omunidad esolar. Ambos pensadores también justifian on argumentos similares, allí donde lo onsideran neesario, el dereho del estado demorátio a imponer al sis- 17 Kant, Über Pädagogik, it., p En Kant, estas apaidades demorátias se denominan «inteniones osmopolitas» y solo apareen oasionalmente en su Pedagogía: véase, por ejemplo, Kant, Über Pädagogik, it., p

12 Axel Honneth tema eduativo finaniado por él mediante reaudaiones impositivas la ondiión de que se enargue de regenerar las apaidades ívias. Dado que la introduión de la obligatoriedad de la enseñanza por parte del estado solo se puede interpretar omo un ato demorátiamente legítimo bajo la ondiión de que se valore omo un esfuerzo onjunto, por deirlo así, de la soiedad ivil para ayudar a todas las iudadanas y todos los iudadanos de igual manera al ejeriio fátio de sus derehos polítios, no se puede después negar al estado el dereho de utilizar la enseñanza esolar para el ejeriio de los orrespondientes onoimientos y prátias. 19 Pero estas reflexiones teórias sobre la demoraia solo onforman el maro general en el que Durkheim y Dewey sitúan las investigaiones que dedian al ontenido y la estrutura de la enseñanza esolar. El punto de partida de sus argumentaiones, que nuevamente presentan muhas oinidenias, lo onstituye la tesis de que la preparaión de los eduandos para su futura vida ivil es menos un asunto de transmisión adeuada de onoimientos que de formaión prátia en ostumbres; lo que las alumnas y los alumnos deben aprender en la esuela para poder partiipar más tarde de manera efetiva en la formaión de la voluntad demorátia no son primordialmente onoimientos evaluables sobre ontextos polítios o histórios, sino ondutas que les permitan atuar de manera moralmente onsiente en una omunidad ooperante. No sorprende demasiado el heho de que John Dewey, omo pragmatista, dirija sus reflexiones en semejante direión y oniba la esuela en primerísima instania omo un entro de apaitaión para la atuaión onjunta en el espaio públio inquisitivo; 20 pero que Emile Durkheim argumente de manera similar y también ontemple la esuela desde el punto de vista de su ontribuión al ejeriio de las apaidades de ooperaión demorátia sí requiere al menos una breve expliaión. A diferenia de Dewey, uyo pensamiento era en este sentido muho más optimista, Durkheim se deja guiar en un primer momento por la idea, inspirada en Kant, de que las inlinaiones egoístas de todo niño primero deben ser orregidas mediante disiplinas de orden moral antes de que, de manera autónoma, aprenda a atenerse a las reglas soiales de la omunidad demorátia; sin embargo, Durkheim se distania luego onsiderablemente de su maestro en Filosofía en el heho de que onsidera que este proeso de aprendizaje previo será más suave y, sobre todo, tendrá mayores posibilidades de éxito uanto más se dirija a las pasiones y deseos, en resumen, a la naturaleza sensible del niño, mediante modelos eranos a la prá- 19 En relaión on estos argumentos, véase también: Amy Gutmann, Demorati Eduation, it., Chapter Two. 20 Sobre la pedagogía de Dewey en general, véase: Jürgen Oelkers, John Dewey und die Pädagogik, Weinheim y Basilea,

13 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia tia y atividades lúdias. 21 Por ello, en esenia para Durkheim la ruptura del egoísmo infantil, aunque hable repetidamente de ello, no representa un proeso de disiplina moral, sino un proeso de aprendizaje de hábitos en el que se le transmite afeto: el niño aprende mediante su partiipaión en prátias a su medida, es deir, que afetan a sus inlinaiones, en primer lugar solo a dominar habitualmente aquellas reglas de la onvivenia demorátia que más tarde, on reiente edad, tendrá que entender también desde el punto de vista de su pretensión de validez raional. A partir de estas orreiones de Kant, Durkheim puede extraer asi las mismas onseuenias para la esuela y sus estilos eduativos que extrajo Dewey a partir de premisas totalmente distintas, en este aso, hegelianas: en la enseñanza esolar los eduandos deben ser habituados a haer suyo aquel espíritu de ooperaión demorátia que pueda ayudarles en la edad adulta a posiionarse polítiamente en el espaio públio de manera onsiente, y todo ello mediante métodos lo más ooperativos posible, mediante su partiipaión en todos los asuntos que atañen a la esuela y, finalmente, mediante formas de rítia y estímulo más referidas a la oletividad que al individuo. En este sentido, ninguno de estos dos pensadores omparte tampoo la opinión hoy extendida de que la esuela debe estar primordialmente al serviio del desarrollo de la autonomía individual; su modelo eduativo, por el ontrario, está marado en ambos asos por la idea de inular al alumnado un sentido laro de lo que signifia entender a los ompañeros de lase y esuela omo semejantes on los mismos derehos en un proeso onjunto de aprendizaje e investigaión. Si la esuela públia debe volver a generar en ada nueva generaión los modos de onduta absolutamente neesarios para la formaión de la voluntad demorátia, debe apostar muho más por la habituaión a una ultura asoiaionista, no por la transmisión unilateral de prinipios morales; 22 para Durkheim y Dewey el amino adeuado a través del ual la enseñanza esolar puede ontribuir a la regeneraión de la demoraia no es el aprendizaje de prinipios individuales para la atuaión orreta, sino el ejeriio omuniativo de la asunión de perspetivas e iniiativas morales. Sin embargo, no solo media un siglo entre la Pedagogía de Kant y estos modelos, sino que entre ellos y nuestro presente ha vuelto a pasar el mismo número de años. En vista de la enorme distania temporal, puede que alguno se lleve las manos a la abeza y on un gesto triunfalista indique que, entretanto, el entorno soial y eonómio ha modifiado radialmente lo que se le pide hoy a la esuela: el enorme número de alumnos, la soliitud eonómia de flexibilidad y orientaión al rendimiento, los défiits formativos de las lases bajas, que siguen exis- 21 Emile Durkheim, Erziehung, Moral und Gesellshaft, it., pp. 158 s. 22 En relaión on la defensa de la idea de una «moral asoiaionista» omo orientaión para la esuela, véase también: Amy Gutmann, Demorati Eduation, it., pp

14 Axel Honneth tiendo a pesar de todos los esfuerzos soiopolítios, todo ello paree no dejar eleión a los países apitalistamente superdesarrollados y obligarlos a apostar ada vez más por la presión seletiva, los ontroles individuales de rendimiento y la estimulaión de ondutas ompetitivas. 23 En Estados Unidos, polítios, expertos en Eonomía y ejeutivos ya han dado el paso de proponer una reforma de todo el sistema eduativo que, en la suma de todas las medidas anuniadas, no va a llevar a ninguna otra osa que a ativar la enseñanza a favor del desarrollo de apaidades aprovehables desde el punto de vista puramente eonómio: la efiaia de las esuelas estadounidenses, según estos planes, se ontrolará omparativamente sobre la base de datos uantitativos que medirán el éxito de ada profesor por la posiión que alanen sus alumnos en las pruebas estandarizadas que se llevarán a abo en todo el país. 24 Proedimientos de ontrol de este tipo, que a orto o largo plazo tendrían omo onseuenia la marginalizaión de todas las materias que se resistan al ontrol estadístio, sin embargo, no se disuten solo en Estados Unidos, sino también en nuestro ontinente, omo si aquí también se persiguiera el objetivo de someter las esuelas unilateralmente al ditado del desarrollo eonómio on ayuda de métodos eonómio-finanieros. En vista de estas irunstanias, paree no haber ninguna de neesidad de reordar aquellos tiempos en los que la enseñanza públia se entendía omo punto de rotaión y piedra angular de la regeneraión de las demoraias; no solo la teoría de la demoraia misma, sino también la polítia estatal ha perdido manifiestamente el interés en el únio órgano on el que se podían regenerar una y otra vez las frágiles ondiiones para una formaión de voluntad demorátia, aunque solo fuera a modo de tentativa y on un esfuerzo ontinuo. Estas tendenias de alejamiento de la idea de una eduaión demorátia, desde luego, ontradien todos los hallazgos empírios que han salido a la luz en los últimos años en los estudios omparados de Eduaión y en los distintos informes Pisa; pues en ellos se enuentra onfirmaión, de una manera asi milagrosa, de lo que Durkheim y Dewey pensaron hae ya un siglo uando quisieron estableer un vínulo muy estreho entre métodos de enseñanza ooperativos, que fomentaban la atitud demorátia, y rendimiento esolar. El sistema eduativo que en todas las omparaiones internaionales del rendimiento esolar obtiene siempre los mejores resultados es al mismo tiempo el sistema en el que más se han realizado los ideales demorátios de estos dos pensadores: en las esuelas de Fin- 23 Véase a modo de ejemplo François Dubet, Le Délin de lʼinstitution, it., ap. 3;véase también ídem, «L égalité et le mérite dans l éole démoratique de masse», en: L Année soiologique, vol. 50, nº 2 (2000), pp Diane Ravith, «Shools We Can Envy», en: New York Review of Books, Vol. LIX, nº 4, pp. 19 s. 390

15 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia landia, los alumnos, de distintas proedenias soiales, se quedan todo el tiempo posible en la misma omunidad esolar, los proedimientos de prueba y examen se reduen al mínimo exigible, se onede muho más peso a la responsabilidad omuniativa y a la onfianza reíproa que a la responsabilidad individual, y la soberanía sobre el diseño de la enseñanza pertenee exlusivamente a un profesorado profesionalmente formado que oopera estrehamente on los representantes del alumnado. 25 Ciertamente, no se utiliza el voabulario de Durkheim ni de Dewey en las desripiones del sistema eduativo finlandés, no se habla ni de habituaión, ni de moral oletiva o métodos eduativos ooperativos; sin embargo, estas retroversiones al lenguaje de la eduaión demorátia pareen fáiles y podrían dar a reonoer un raro, e históriamente improbable, golpe de suerte por el ual podría resultar que lo orreto polítia y normativamente oinide on lo pragmátiamente onveniente: que las mejores formas de esuela para el rendimiento y las apaidades ognitivas del alumnado son aquellas que al mismo tiempo más se ajustan también a la regeneraión de ondutas demorátias. Debido a ello, en tiempos en los que por doquier se habla de la reiente apatía polítia y hasta del peligro de una «postdemoraia», 26 no hay ningún, pero que ningún motivo para no revivir la tradiión fundada por Kant, Durkheim y Dewey ni onebir la eduaión públia omo órgano entral de la autorreproduión de las demoraias. III. Tras lo expuesto hasta el momento, puede dar la impresión fáilmente de que on los métodos adeuados de una enseñanza demorátia también vienen dados de una vez por todas los orrespondientes ontenidos, que, por tanto, estarían a salvo de ualquier ambio histório; sobre todo Kant dio un fuerte impulso a esta idea al ligar el aprendizaje de las formas de la autovaloraión neesaria para el iudadano al aprendizaje progresivo de onoimientos intemporales, pero también en Durkheim se deteta la inlinaión a presribir determinadas materias a todos los proesos de la eduaión ooperativa. 27 Solo John Dewey ontradie en sus esritos pedagógios esta tendenia al subrayar en repetidas oasiones on gran sobriedad que los ontenidos de la enseñanza tendrán que ambiar en orrespondenia on los retos que plantee la soluión de problemas en el espaio públio; iertamente, al igual de Durkheim, su ompañero de luha, también Dewey parte de una irre- 25 Pasi Sahlberg, Finnish Lessons: What Can the World Learn from Eduational Change in Finland?, Nueva York York/N.Y., Colin Crouh, Postdemokratie, Fránfort del Meno, 2008 [ed. ast.: Posdemoraia, Madrid, 2004]. 27 E. Durkheim, Erziehung, Moral und Gesellshaft, it., pp. 17. y 18. Leión magistral. 391

16 Axel Honneth nuniable jerarquizaión de las disiplinas uyos onoimientos se quiere transmitir al alumnado en su aso, sorprendentemente son la Geografía y la Historia las que omplementariamente oupan el lugar más alto, 28 sin embargo, lo que debe aprenderse en estas disiplinas mediante la aión onjunta y ooperativa debe extraerse únia y exlusivamente de las tareas históriamente ambiantes que plantee la formaión de la voluntad demorátia. 29 No quiero onluir este trabajo sin nombrar al menos los dos retos histórios que, en onsonania on el espíritu de Dewey, tendrían que reflejarse en las materias de enseñanza debido a sus onseuenias para la onvivenia demorátia; si se observan on mayor detenimiento las dos problemátias debería quedar patente que no pueden ser tratadas de manera adeuada enomendándose a una únia materia, sino que exigen que su ontenido se tematie onjuntamente en asi todo el anon de disiplinas de nuestras esuelas. Para ualquier ontemporáneo atento debería ser inuestionable en la atualidad que la revoluión digital de las relaiones omuniativas va a ambiar definitivamente no solo las formas de aeramiento y de mantenimiento de las relaiones privadas, sino también los aminos para la formaión de opinión polítia; on Internet, que sitúa al individuo en la situaión al mismo tiempo de desterritorializaión y de aeleraión de sus interaiones, surgen hoy en día on un ritmo reiente una diversidad de espaios públios en red, uyos límites externos y temas se enuentran inmersos en un ontinuo flujo. 30 Una tarea que debe asumir la enseñanza esolar sin duda es la de preparar soial y téniamente al alumnado para el uso de este nuevo medio, aunque on ello no se onsuma ni muho menos la asimilaión oletiva de sus onseuenias histórias; por el ontrario, a mi entender sería neesario además explorar onjuntamente, por medio de la supervisión experimental de la génesis de los temas que se propagan digitalmente, dónde se sitúan, además de los poteniales, también los límites y los peligros del nuevo medio. 31 En estas reonstruiones ejemplares en las que, por ejemplo, se ponga bajo la lupa la génesis y la alidad de determinados artíulos de la Wikipedia, deberían olaborar estrehamente diferentes disiplinas esolares, pues para ello se requiere, además de ompetenia ténia y eonómia, también onoimientos sobre las orrespondientes áreas de onoimiento. Este pequeño ejemplo sirve solo 28 J. Dewey, Demokratie und Erziehung, it., ap. 16 (pp ). 29 Ibídem, pp. 254 ss. 30 Véase Axel Honneth, Das Reht der Freiheit. Grundriß einer demokratishen Sittlihkeit, Fránfort del Meno, 2011, pp Reflexiones en esta direión, partiendo de John Dewey, las desarrolla: Rihard S. Croft, «What is a Computer in the Classroom? A Deweyan Philosophy for Tehnology in Eduation», en: Journal of Eduational Tehnology Systems, 22/ 1993/94, uaderno 4, pp

17 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia para ilustrar la idea muho más general de que en nuestras esuelas atualmente lo importante sería proporionar el aprendizaje no solo del manejo de Internet, sino también de sus leyes de produión y de sus modos de funionamiento; las alumnas y los alumnos deberían prepararse mediante el uso ooperativo del ordenador, ompletamente en el sentido de Dewey, para poder utilizar más tarde de manera madura los nuevos instrumentos de la formaión de voluntad polítia. Si la revoluión digital representa el primero de los dos retos histórios ante los que se enuentra atualmente el espaio públio demorátio, la reiente heterogeneidad de la poblaión en los países oidentales onstituye el segundo. 32 Como en el aso del nuevo medio de Internet, tampoo en el aso del multiulturalismo se puede disentir apenas de la idea de que en las esuelas debe haerse todo lo posible para preparar al alumnado para estas nuevas ondiiones de la formaión de opinión públia; pero también en este aso se plantea la uestión de qué medios metodológios y qué ontenidos materiales serían los mejores para poder resolver la tarea planteada. La idea de la eduaión demorátia, que he querido traer a la memoria on mi reflexión, pone ya a disposiión la respuesta para la primera parte de esta pregunta, la metodológia: uanto menos se ontemple al alumno o la alumna en la lase omo un sujeto aislado que debe arrojar un rendimiento y, en onseuenia, más se le trate omo miembro de una omunidad ooperativa de eduandos, más fáil será que entre ellos se establezan formas de omuniaión en las que las diferenias ulturales no solo se aepten lúdiamente, sino que también puedan ser entendidas omo oportunidades para el enriqueimiento reíproo. 33 Sin embargo, on esta referenia a la fuerza de la eduaión demorátia en lo que respeta a la generaión de reonoimiento todavía no se ha dado respuesta a la segunda uestión, la de los ontenidos, en la que se trata de diluidar qué onseuenias deben extraerse del reiente multiulturalismo de nuestras soiedades para los propios ontenidos de enseñanza. Quiero errar este trabajo on la onjetura de que ninguno de nosotros puede haerse todavía una idea abal de ómo deberán ser los ontenidos de aprendizaje dentro de quine o veinte años si se tiene en uenta de manera justa la omposiión étnia y ultural de los grupos esolares; si las futuras alumnas y los futuros alumnos deben onvertirse un día en miembros maduros de un espaio públio extremadamente heterogéneo 32 Véase Axel Honneth, Das Reht der Freiheit, it., pp Al respet, véase: Krassimir Stojanov, Bildung und Anerkennung. Soziale Voraussetzungen von Selbstentwiklung und Welt-Ershließung, Wiesbaden, 2006, sobre todo ap. 4. Sobre el signifiado de los proesos de reonoimiento esolar para la idea de una demoratizaión de la esuela, véase también: Annelore Prengel, «Zwishen Heterogenität und Hierarhie in der Bildung Studien zur Unvollendbarkeit der Demokratie», en: L. Ludwig et al. (ed.), Bildung in der Demokratie II (Serie de publiaión de la Soiedad Alemana para las Cienias de la Eduaión), Opladen / Farmington Hills, 2011, pp

18 Axel Honneth y olorido, entones también tendrán que aprender a apropiarse de la Historia, la Literatura, la Geografía y la mayor parte de las demás materias desde la misma perspetiva desentralizada que nosotros intentamos adoptar en las universidades y en las orrespondientes disiplinas poo a poo y on esfuerzo. BIBLIOGRAFÍA Althusser, Louis, «Ideologie und ideologishe Staatsapparate», en: ídem, Marxismus und Ideologie, Westberlin, 1973, pp , espeialmente pp. 140 ss. [ed. ast.: Ideología y aparatos ideológios del Estado. Freud y Laan, Buenos Aires, 1988]. Bökenförde, Ernst-Wolfgang, «Freiheit und Reht, Freiheit und Staat», en: ídem, Reht, Staat, Freiheit, Fránfort del Meno, 2006, pp Croft, Rihard S., «What is a Computer in the Classroom? A Deweyan Philosophy for Tehnology in Eduation», en: Journal of Eduational Tehnology Systems, 22/ 1993/94, uaderno 4, pp Crouh, Colin, Postdemokratie, Fránfort del Meno, 2008 [ed. ast.: Posdemoraia, Madrid, 2004]. Dewey, John, Demokratie und Erziehung. Eine Einleitung in die philosophishe Pädagogik, Weinheim y Basilea, 1993 [ed. ast.: Demoraia y eduaión. Una introduión a la filosofía de la eduaión, Buenos Aires, 1953]. Dubet, François, Le Délin de lʼinstitution, París, 2002 Dubet, François, Le Délin de lʼinstitution,l égalité et le mérite dans l éole démoratique de masse«, en: L`Année soiologique, vol. 50, nº 2 (2000), Durkheim, Emile, Erziehung, Moral und Gesellshaft, Neuwied y Darmstadt, 1973 [ed. ast.: La eduaión moral, Buenos Aires, 1947] Forst, Rainer, Kontexte der Gerehtigkeit, Fránfort del Meno, 1994, Gagel, Walter, Geshihte der politishen Bildung in der Bundesrepublik Deutshland /90, Wiesbaden, Gutmann, Amy, Demorati Eduation, Prineton/N.J., 1999². Honneth, Axel, Das Reht der Freiheit. Grundriß einer demokratishen Sittlihkeit, Fránfort del Meno, 2011, Kant,»Über Pädagogik«, en: Werke in zwölf Bänden, Fránfort del Meno, 1964, [ed. ast.: Pedagogía, Madrid, 2003]. Oelkers, Jürgen, John Dewey und die Pädagogik, Weinheim y Basilea, Platón, Politeia, in: Werke in aht Bänden, editado por Gunther Eigler, Darmstadt Prengel, Annelore, «Zwishen Heterogenität und Hierarhie in der Bildung Studien zur Unvollendbarkeit der Demokratie», en: L. Ludwig et al. (ed.), Bildung in der Demo- 394

19 La eduaión y el espaio públio demorátio. Un apítulo desuidado en la Filosofía polítia kratie II (Serie de publiaión de la Soiedad Alemana para las Cienias de la Eduaión), Opladen / Farmington Hills, 2011, pp Ravith, Diane, «Shools We Can Envy», en: New York Review of Books, Vol. LIX, nº 4, pp. 19 s. Rawls, John, Eine Theorie der Gerehtigkeit, Fránfort del Meno, 1979, pp [ed. ast.: Teoría de la justiia, Méxio DF, 1995]. Rawls, John, «Der Vorrang des Rehten und die Ideen des Guten», en: ídem, Die Idee des politishen Liberalismus. Aufsätze , Fránfort del Meno, 1992, [ed. inglesa: «The Priority of Right and Ideas of the Good», Philosophy & Publi Affairs (1988) ] Sahlberg, Pasi, Finnish Lessons: What Can the World Learn from Eduational Change in Finland?, Nueva York York/N.Y., Shleiermaher, Friedrih, «Über den Beruf des Staates zur Erziehung», en: ídem, Texte zur Pädagogik. Kommentierte Studienausgabe, ed. por Mihael Winkler/ Jens Brahmann, Fránfort del Meno, 2000 (2 t.) Stojanov, Krassimir, Bildung und Anerkennung. Soziale Voraussetzungen von Selbstentwiklung und Welt-Ershließung, Wiesbaden, 2006, Walzer, Mihael, Sphären der Gerehtigkeit, Fránfort del Meno / Nueva York, 1992, pp [ed. ast.: Las esferas de la justiia, Méxio DF, 1993]. 395