Entre lo tradicional y lo moderno: la construcción de identidades homosexuales en Lima

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1 Revista cultural electrónica Entre lo tradicional y lo moderno: la construcción de identidades homosexuales en Lima Angélica Motta al empezar a reconocer todos aquellos símbolos comunes y propios del ambiente, constatamos que un tema central que marcaba las dinámicas sociales en la cultura de ambiente era una disyuntiva de género: ser masculino o femenino? A partir de esto entendimos que las propuestas que se manejan de cómo vivir la homosexualidad y finalmente como ser homosexual pasan, en gran medida, por definiciones de género y, por lo tanto, este se convirtió en un eje de nuestro análisis de las identidades homosexuales. Se publica el presente ensayo en Interculturalidad.org Nº4 con autorización de la autora, del editor y de la ONG Flora Tristán.

2 1 Entre lo tradicional y lo moderno: la construcción de identidades homosexuales en Lima Angélica Motta El presente artículo aborda el tema de construcción de identidades a partir de la experiencia de jóvenes homosexuales limeños. Esta problemática se localiza en el contexto de lo que en nuestra investigación denominamos "cultura de ambiente" donde se expresan, de modo dominante, dos tipos de discurso sobre la homosexualidad que hemos denominado "tradicional" y "moderno". La hipótesis general que vamos a sostener es que la construcción de identidades en los jóvenes homosexuales que participan de la cultura de ambiente está marcada y se desarrolla en una tensión constante entre dichos discursos. Los resultados de esta investigación se basan en información cualitativa obtenida de un conjunto de entrevistas realizadas a dieciséis jóvenes homosexuales que viven en la ciudad de Lima. Ocho de ellos viven en distritos de nivel socioeconómico bajo y los otros ocho en distritos de nivel socioeconómico medio. Al momento de definir el universo de nuestra muestra, se optó por informantes que se identifican a sí mismos como homosexuales y que además participan de la dinámica del ambiente. Las edades de los entrevistados fluctúan entre los 18 y 28 anos. Asimismo, los resultados se exponen a partir de un intento de definición de lo que entendemos por cultura de ambiente, los discursos prevalecientes en dicho contexto cultural y, el análisis de como estos discursos se expresan en la construcción de identidades a partir tres aspectos: el manejo del cuerpo, las relaciones de pareja y la sexualidad. Es importante señalar que los hallazgos aquí presentados no son datos concluyentes, se trata de información que aún se encuentra en proceso de análisis. Definiendo la "cultura de ambiente" Toda cultura refiere a una comunidad de sentido donde sus miembros se reconocen a través de los usos y prácticas culturales que han sido pautados por un conjunto de creencias, valores y normas socialmente establecidas. En este sentido, entendemos que el "ambiente", al referir a ciertos espacios territoriales en los que la población homosexual se expresa mediante usos y prácticas culturales inteligibles a sus iniciados, hace referencia a Publicado en: Bracamonte Allain, Jorge (Editor)/ De amores y luchas. Diversidad sexual, derechos humanos y ciudadanía. Lima: Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, 2001.

3 2 una comunidad de sentido, a una comunidad cultural. Con ello no queremos proponer que el ambiente remita a una realidad cultural homogénea, esencial o mucho menos, por el contrario, asumimos que se trata de una realidad sumamente compleja y dinámica. La cultura de ambiente se constituye a través de una red de relaciones entre individuos cuya experiencia común o rasgo distintivo es la orientación sexual (homosexual) y la situación de marginación social que de ella se deriva. Las constantes interacciones que en determinados contextos sostienen estos individuos ha devenido en la formación e institucionalización de espacios propios (discotecas, bares, canchas de vóley, saunas, etc.), que se caracterizan por tener dinámicas sociales especificas. También ha devenido en la creación y recreación de símbolos que son constitutivos del "ambiente, como rasgos en la forma de vestir, el lenguaje o la gestualidad. Se trata de un contexto en el que circulan modelos referenciales de lo que es ser homosexual, más que en ningún otro y, en ese sentido, afirmamos que se trata de un espacio fundamental para la construcción de identidades homosexuales. Es importante señalar que durante el proceso de investigación, al empezar a reconocer todos aquellos símbolos comunes y propios del ambiente, caímos en la cuenta de que un tema central que marcaba las dinámicas sociales en la cultura de ambiente era una disyuntiva de género: ser masculino o femenino? A partir de esto entendimos que las propuestas que se manejan de cómo vivir la homosexualidad y finalmente como ser homosexual pasan, en gran medida, por definiciones de género y, por lo tanto, este se convirtió en un eje de nuestro análisis de las identidades homosexuales. Estas identidades, como antes mencionamos, son pautadas por la tensión entre los discursos tradicional y moderno que, sobre la homosexualidad, circulan en el ambiente. Antes de pasar a describir estos discursos es necesario precisar que no se trata de modelos válidos para el análisis de la vasta diversidad de formas sociales y culturales que rodea la experiencia homosexual en la ciudad de Lima. Creo que su análisis resulta pertinente para el caso de aquellas personas que asumen identidades sociales en función de su orientación homoerótica (como es el caso de los entrevistados). Podemos suponer que existe una diversidad de varones con prácticas homosexuales que no construyen sus identidades a partir de dichos modelos. Tradicional y moderno: los discursos sobre la homosexualidad Los discursos hacen referencia a un conjunto de enunciados que contienen los símbolos y significados a través de los cuales los individuos, grupos y sociedades comprenden e interpretan las distintas realidades en las que se encuentran inmersos. Norma Fuller resume así la idea: "En síntesis, el discurso es un lenguaje o sistema de representaciones social e históricamente producido que pone en circulación un conjunto de significados coherentes acerca de un tópico relevante. [...] Los discursos no funcionan únicamente para la producción y lectura de textos sino

4 3 para conferir sentido e interpretar la experiencia personal y social". 1 Esta definición nos debe permitir una aproximación a dos tipos de discursos presentes en la cultura del ambiente: el tradicional y el moderno. Es importante señalar que estos discursos, a continuación descritos y analizados, no se encuentran necesariamente estructurados de manera clara y explícita en el imaginario de quienes pautan su conducta a través de ellos, sin embargo son ejes que marcan fronteras de diferenciación e identificación en la práctica cotidiana. Discurso tradicional Hemos denominado "tradicional" al discurso a través del cual se propone una vivencia de la homosexualidad inscrita en esquemas de género heterosexuales tradicionalmente establecidos. El homosexual tendría que definirse en relación a ciertos atributos femeninos en diferentes niveles tales como: manejo del cuerpo (forma de vestir, de peinarse, de bailar, de caminar y gestualidad en general), relaciones de pareja, roles sexuales, actividades laborales e intereses en general. En lo que se refiere a las relaciones de pareja y la sexualidad, de acuerdo con este discurso, se entiende que la contraparte del homosexual tendría que ser un varón de apariencia externa y conducta social masculina y que en lo sexual solo penetre, ya sea a hombres o a mujeres. Estas características (masculinidad y hacer siempre de activo) harían que este no sea considerado homosexual. En este discurso subyacen las representaciones de la homosexualidad más generalizadas y estigmatizadas en el imaginario colectivo, aquellas de mayor circulación en medios de comunicación como prensa popular, programas cómicos, talkshows, etc. Se trata de un claro ejemplo de lo difícil que resulta pensar las relaciones de pareja, la sexualidad y la vida en general desde una perspectiva que vaya mas allá de las categorías dicotómicas (masculino/femenino) y heterosexuales impuestas por el sistema de género. Discurso moderno El discurso moderno, por otro lado, se apoya en gran medida en las propuestas del movimiento internacional reivindicativo de los derechos de las personas homosexuales. El objetivo central de la lucha de estos movimientos es el reconocimiento legítimo de las diferentes preferencias sexuales de manera que, sea cual fuera esta, resulte posible acceder a la totalidad de derechos ciudadanos. El mayor cuestionamiento que plantean es hacia la relación entre sexo biológico y preferencia sexual. Hacia el mandato de género por el cual, una persona debe relacionarse sexual y afectivamente, de manera exclusiva, con alguien del sexo opuesto (cuestionamiento explicito hacia la heterosexualidad como única opción legitima). En ese sentido, a nivel de las relaciones de pareja existe un rechazo a inscribirse dentro de los esquemas heterosexuales tradicionalmente establecidos, a la existencia de un componente femenino y otro masculino (lo que implícitamente conlleva un rechazo de las jerarquías de poder). Se piensa, además, en una pareja en la que ambos se reconozcan 1 Fuller, Norma, Identidades masculinas, Lima: PUCP. 1997, p. 22.

5 4 homosexuales, no como en el caso del discurso tradicional en que se piensa que la contra parte del homosexual debe ser un varón "no" homosexual. A nivel sexual se rechaza el esquema activo/pasivo con roles fijos para cada componente de la pareja. Este discurso estaría asociado a una imagen de gay fundamentalmente masculino, sin embargo se da una reivindicación de lo femenino de manera que, por ejemplo, se generan a nivel estético propuestas de tipo andrógino. Este discurso se ha filtrado en cierta proporción en nuestro medio, fundamentalmente, en los estratos medios. Esto se ha dado en algunos aspectos específicos: básicamente en una manera más simétrica de concebir las relaciones de pareja, cierto alejamiento de los esquemas tradicionales de roles tanto en lo social como en lo sexual y en la adopción de ciertos símbolos culturales (música, ropa, etc.) pero no se da un nivel similar de manejo y difusión de la ideología que acompaña este discurso. El discurso tradicional, por su parte, se encuentra más afianzado en estratos bajos. Estas correspondencias de los discursos con determinados estratos socioeconómicos están bastante matizadas. La realidad es mucho más compleja, y aunque en diferentes proporciones, en ambos estratos sociales se encuentran elementos de ambos discursos. Es por eso que se sostiene que existe una tensión entre ellos. El mayor impacto del discurso moderno en los estratos medios probablemente se deba a una tendencia general que permite, a quienes tienen mayores recursos, acceder en mejores términos a los beneficios de la globalización, entre ellos el acceso a los contenidos incluyentes, modernos y democráticos de la cultura global. Del discurso a la construcción de identidades A continuación vamos a ver el lugar que tienen los discursos tradicional y moderno en la construcción de la identidad personal de los jóvenes, que participaron en las entrevistas realizadas para esta investigación. A partir de sus testimonios se ha podido reconstruir en buena medida la lógica de los mencionados discursos y constatar la influencia de los mismos en diversos aspectos de sus vidas. El manejo del cuerpo De acuerdo con Lamas, la conformación de la identidad de género (el discurso social sobre la diferencia sexual en la cual esta se basa), está anclada en la fisiología del cuerpo y en la complementariedad reproductiva. 2 La diferencia corporal entre el hombre y la mujer es el punto de partida básico desde el cual se construyen, en las diferentes culturas, la oposición simbólica: masculino/femenino que organiza los diversos ámbitos de la vida social, constituyéndose en una categoría de pensamiento. Los cuerpos de esta oposición han sido simbolizados como partes complementarias que dan sustento al mandato de la reproducción y, en esa medida, a uno de los fundamentos del sistema de género, la heterosexualidad. Tal como señala Judith Butler: 2 Marta Lamas, "Cuerpo e Identidad", en: Luz Gabriela Arango, Magdalena León y Mara Viveros (eds.), Género e Identidad, ensayos sobre lo femenino y lo masculino, Bogotá: Ediciones Uniandes, 1995.

6 5 "... una de las formas en que es reproducido y encubierto este sistema de heterosexualidad coactiva consiste en cultivar los cuerpos en sexos distintos, con apariencias 'naturales' y disposiciones heterosexuales 'naturales'". 3 En el contexto de un sistema de género como el descrito, la preferencia homosexual se presenta como un factor disruptivo (cuestiona la complementariedad de los sexos y la reproducción como fin supremo del emparejamiento). Dada la centralidad que tiene el cuerpo, este efecto disruptivo y de alteración del sistema de género se plasma de manera muy expresiva en dicho aspecto de la identidad de género. Uno de los grandes nudos o conflictos para la definición de la identidad homosexual es con qué categorías de género interpretar el propio cuerpo? con qué patrones de conducta, femeninos o masculinos? Al parecer, desde el momento que uno se cuestiona los principios fundamentales del sistema de género (la heterosexualidad) este deja de ser asumido con "naturalidad". Esto deviene en una situación conflictiva dado que el homosexual no cuenta con categorías de identificación legitimas mas allá de este esquema. En nuestra hipótesis general señalamos que existiría una tensión entre dos discursos: el tradicional y el moderno que, al mismo tiempo, son el marco sobre el cual se construyen las identidades de los jóvenes que participan del "ambiente". A grandes rasgos se puede afirmar que en el discurso tradicional se plantea un manejo del cuerpo desde patrones femeninos y en el caso del discurso moderno se plantea un manejo desde patrones masculinos, fundamenta1mente. Analizando con mayor profundidad estas líneas generales se encuentran matices que complejizan el panorama en ambos grupos. En el caso de quienes se definen fundamentalmente desde el discurso tradicional se encuentran una serie de categorías reconocibles, en las que se distinguen niveles diversos de femineidad. Desde aquellos que se definen como "travestis" 4 hasta las "hombreadas" 5 pasando por varios niveles de "deschavadas" 6. Las fronteras de estos definidores son bastante móviles y no se pueden señalar categorías claramente definidas. Suelen definirse de manera situacional. Por ejemplo, una misma persona que es definida como "hombreada" por un grupo de "deschavadas" (simplemente porque se viste como hombre, aunque los gestos resulten femeninos) puede ser definida como "deschavada" por un grupo de modernos. En el caso de los "modernos", aun cuando tienen una apariencia externa predominantemente masculina se observa en algunos casos la incorporación de componentes femeninos (fundamentalmente, en la gestualidad). El testimonio de un entrevistado que se definió como moderno, resume la idea que circula en relación a los mismos: "La ves straight, 7 digamos un pata común y corriente que por ahí tal vez tenga ciertos amaneramientos o por ahí carezca, no? y si 1os tiene no es muy acentuado, no?". 8 3 Judith Butler, "Actos preformativos y constitud6n del género: un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista", Debate Feminista, Año 9, Vo1.18, México: 1998, pp Hago referencia a los hombres homosexuales que hacen uso de vestimentas y modales considerados femeninos. 5 Forma de referir a los hombres homosexuales que visten prendas masculinas, aunque sus actitudes y comportamientos no sean considerados totalmente masculinos. 6 El término refiere al hombre homosexual con evidentes elementos de afeminamiento, ya sea en el vestir o en los gestos. 7 Término empleado en el "ambiente" para designar a una persona heterosexual. 8 Entrevista a Alfredo.

7 6 Sin embargo, aun cuando existen los mencionados matices, las líneas de los discursos son bastante claras en las preferencias por determinados ideales corporales. En el caso de aquellos entrevistados definidos desde el discurso tradicional en el que, como señalábamos anteriormente, el ideal de cuerpo se define en relación básicamente al acercamiento a ciertos patrones que se consideran femeninos; las partes del cuerpo que menos les gustan o que quisieran cambiar fueron aquellas asociadas a su masculinidad: - Por qué me dices que no te gusta tu cuerpo? - 'Porque quiero un cuerpo un poco más femenino, por supuesto, quisiera ser más alta. Tener un cuerpo simétrico perfecto, una cara simétrica perfecta'. - y lo que menos te gusta que es? - 'Bueno, los pelos, los vellos que me hacen lo que no soy' [aludiendo a que lo hacen verse masculino]. - Estas conforme con tus genitales o te gustaría que fueran más pequeños o más grandes? - 'No, que sea menos notorio, tipo clítoris'." 9 En el caso de aquellos entrevistados que se definían predominantemente desde un ideal moderno las expectativas en relación con su cuerpo eran bastante diferentes. Se persigue un ideal de masculinidad: "- Qué es lo que más te gusta de tu cuerpo? - 'Que más me agrada, el no ser delgado y el ser masculino, eso es lo que yo también busco de otra persona; creo que nunca voy a enamorarme de una persona que no sea así'. - Que no te gusta? - 'La gente muy delgada'." 10 En algunos casos hubo intentos de cambiar la constitución anatómica, habiéndose recurrido a hormonas, esteroides, gimnasio, operaciones, etc. Los usos de estos recursos muestran claro contraste dependiendo del discurso. A continuación presentamos dos testimonios que dan cuenta de estas diferencias: "En mi caso, yo a partir de los 13 años comencé a ponerme hormonas, comenzó a notárseme; se me veía mas femenina y se me dio la locura de volverme mas deschavado... me acuerdo que me comencé a deschavar más seguramente porque yo paraba con las travestis y me afemine bastante porque me puse hormonas... yo creo que en ese tiempo cuando yo comencé... eh... yo creo que el homosexual tenía que ser travesti travesti 9 Entrevista a Michael. 10 Entrevista a Willy.

8 7 travesti y yo por ejemplo no conocía el ambiente de los gays, de los gays buses, 11 como dicen los modernos". 12 "A mí siempre me han gustado los cuerpos musculosos, antes inclusive era más afanoso, iba al gimnasio seguido e inclusive llegué a tomar esteroides por un buen tiempo". 13 Una aspiración que refirieron 6 de los 8 entrevistados de estrato bajo definidos en función del discurso tradicional- fue querer realizarse una operación a la nariz que eventualmente la convirtiera en una nariz respingada. El manejo del cuerpo es un aspecto de la identidad que, al igual que todos los demás, puede alterarse en los diferentes momentos del ciclo vital. Varios de los entrevistados demostraron con sus testimonios este hecho: "...ahora recién que estoy entrando al ambiente de los gays, ahora si trato un poco de hablar a lo serio ya no a lo loca, a lo travesti, a lo bagrucha, 14 a lo bromas, en fin, no? Trato de comportarme un poco más buses, más discreto trato de ser... no trato de ser muy loca de hacer mis escándalos, de ji ji ji, ja ja ja" 15 "- Y estas conforme con el tamaño de tus genitales? - 'Antes no, es más, estaba pensando hacerme una operación, pero en este momento como estoy metido en el mundo moderno, escucho versiones de amigos, me dicen tal persona lo tiene así, tal otra así y han triunfado, (...). Por eso ahorita como pienso ahora si quisiera tenerlo mas grande'." 16 En estos testimonios se puede observar que el manejo del cuerpo y las expectativas en relación al mismo son sumamente importantes en la definición de su identidad como homosexuales, el pasar de una definición a otra, se encuentra mediatizada, en gran parte, por la performance del cuerpo (forma de hablar y de comportarse en general, que pasan a ser más discretas) o por las nuevas expectativas en relación a sus órganos genitales. El cuerpo, como señala Liuba Kogan, es el escenario por excelencia de construcción de la identidad: "El cuerpo se convierte entonces, en un nudo o centro de expresiones, deseos, contradicciones, paradojas, protesta, colusión y resistencia que la persona maneja" Este término hace referencia a una persona cuyo comportamiento es discreto, entendiendo discreción como aquello alejado de la femineidad en un homosexual de tal modo que su orientaci6n sexual no resulta evidente. 12 Entrevista a Beto. 13 Entrevista a Ernesto. 14 Este término proviene de la palabra bagre la cual se emplea para calificar algo o alguien considerado feo o malo. 15 Entrevista a Beto 16 Entrevista a Alexis. 17 Liuba Kogan, "Género-cuerpo-sexo: apuntes para una sociología del cuerpo", en Debates en Sociología, No. 18, Lima: PUCP, 1993, p. 44.

9 8 En los testimonios de estas personas, además, se aprecia claramente la importancia de los diferentes contextos de socialización como espacios de afirmación de determinados modelos de comportamiento y expectativas en relación a sí mismos. Los entrevistados nos hablan de cambios importantes que explican por el hecho de haber accedido al "ambiente de los gays o al mundo de los modernos". El hecho que muchos jóvenes con una concepción inicialmente tradicional en la homosexualidad hayan accedido a otros espacios como discotecas, instituciones 0 se relacionen con otros que manejan un discurso más bien moderno, ha dado como resultado la incorporación de nuevos elementos, pero ello no significa necesariamente un reemplazo de un tipo de símbolos por otro, sus testimonios dan cuenta de la posibilidad de un manejo altemado de elementos de ambos discursos. a siguiente testimonio grafica como es que se da esta situación a nivel de la vestimenta y arreglo personal. "- Consideras que hay una forma de vestirse, de arreglarse que es de ambiente? 'Creo que sí' - Cómo es esta forma? - 'Si es una fiesta de ambiente tendría que ir no... yo no tengo mi pelo largo, si es de ambiente me pongo peluca, vestimenta de mujer que atraiga'. - Y si vas a una discoteca de modernos? - 'Normal, con mi pelo como lo que tengo, mi vestimenta distinta, polo ancho, pantalón suelto'." 18 Otro aspecto por el cual el manejo del cuerpo es central, es que uno de los ejes más importantes para establecer jerarquías en el ambiente se relaciona con esta dimensión: la belleza. Se trata de uno de los ejes de status más importantes al interior del ambiente, según lo manifestó la mayoría de los entrevistados (tanto de estratos bajos como medios, tradicionales como modernos): "Si no tienes presencia no resurges, no eres aceptado". 19 En el caso de las personas más cercanas al discurso tradicional, casi íntegramente de estratos bajos, esto es mas explicito en su discurso (lo que no quiere decir que sea necesariamente más fuerte), de manera que en relación con este aspecto nos referiremos solamente al discurso de estos jóvenes. Uno de los factores por los que la belleza cobra tanta importancia es porque abre la posibilidad de conseguir "puntos", 20 según se señala en algunos testimonios: "Las travestis con su belleza, con el cuerpo impactan a los chicos muy rápido, es muy 18 Entrevista a José Antonio. 19 Entrevista a Ray. 20 Este término refiere a la persona con la que, eventualmente, podrían establecer un contacto sexual o una relación de pareja.

10 9 fácil conseguir los puntos cuando eres travesti bonita por eso es que a mí me dio la locura de ser travesti". 21 Al indagar un poco en qué consiste la belleza, en que es lo que ellos consideran ser "bonita" o "regia", se encontró una serie de factores que jugaban un rol importante en la definición: Los patrones de femineidad: "Eres bonita cuando tienes algo delicadito en tu cara, tus ojos, tu boca, eres delgada, no sé...". 22 Lo étnico y lo socio-económico: "Ser así blancona, regia, ojos claros, alta, bien vestida, la presencia es muy importante en el ambiente, con tal que tengas presencia ya eres de ciase media ya". 23 La relación entre el factor económico y la belleza se expresa de manera bastante particular en el humor, en el caso de personas de estratos bajos en que esto es bastante explicito; por ejemplo, una forma de expresar que en un determinado momento tienen disposición de dinero es a través de la frase: "estoy bonita", de la misma manera para decirle a alguien "cuanto dinero tienes!" se utiliza la frase: que bonita que estas!". La belleza es un elemento a través del cual se simboliza el poder, de acuerdo con el propio discurso de estas personas esto estaría asociado a la posibilidad que abren tanto el dinero como la belleza de conseguir establecer relaciones con hombres. Las relaciones de pareja Una primera cuestión que refirió la mayoría de los entrevistados respecto a las relaciones de pareja es que se trata de algo muy difícil de encontrar en el "ambiente". Las relaciones de pareja se describen como generalmente inestables e insatisfactorias. Este tipo de ideas fueron expresadas por casi todos los entrevistados independientemente de su estrato socioeconómico y de su acercamiento a cualquiera de los discursos descritos. Para aquellos que se inscriben predominantemente en un discurso tradicional las dificultades mencionadas provienen fundamentalmente del hecho de estar inmersos en un tipo de relaciones muy asimétricas. Como anteriormente se señalaba, en el discurso tradicional el homosexual asumido en su condición de tal buscara como contraparte a un 21 Entrevista a Beto 22 Entrevista a Michael. 23 Entrevista a Beto.

11 10 "hombre". 24 En este tipo de relaciones, por lo general, existen asimetrías de diferente índole. Por un lado, están las asimetrías referidas al nivel de la subordinación de lo femenino por lo masculino que devienen por haber elegido entrar en las reglas del sistema heterosexual, pero, además, están las asimetrías marcadas por la jerarquía entre lo homosexual y lo heterosexual. Lo homosexual, entendido no solamente como lo femenino sino como lo desviado, lo que no está bien, lo ilegítimo. Esto se expresa de manera muy evidente en aspectos como, por ejemplo, el hecho que el homosexual tenga que cumplir en muchos casos un rol proveedor (algo que, generalmente, no se esperaría de una contraparte femenina), los llamados "peches" se refieren, en la jerga gay, a todo este aspecto. El homosexual generalmente "pecha al marido", es decir, lo provee de diferentes bienes materiales. Estos "peches" pueden ir desde invitarles cerveza en las fiestas, hasta comprarles ropa y darles dinero: "...La mayoría son interesados, son interesados por el dinero. Muy pocos, bien raro, aunque no te puedo negar que los hay, es bien raro que un chico este con un homosexual, con un gay por ser como es, o sea por su carácter, por la persona que es, o sea porque se comporta bien o porque es buena persona. La mayoría está por dinero o porque les invita cerveza o porque los llevan a algún sitio, todos (con) travestis, gays, la mayoría son así". 25 Estos "peches" podrían entenderse como una especie de mecanismo de compensación. Dado que la pareja del homosexual es representada en su imaginario como un hombre, aparece como lógico que las mujeres tengan mayores posibilidades y, por lo tanto, el homosexual se vea en la necesidad de ofrecer cosas que la mujer no ofrece (inclusive, algunos "hombres" tienen un discurso muy claro en el que afirman que ellos están con los "maricones" 26 solo para sacarles plata y poder invitar a las enamoradas). Se asume como tan legitima la ventaja de las mujeres, que algunos homosexuales permiten que sus parejas a la vez mantengan relaciones con mujeres. él me contaba si había estado con una chica, porque eso yo se lo aceptaba, un hombre es un hombre 27 y puede tener su enamorada, pero [le dije] que nunca te encuentre con otro homosexual porque eso si [que] no se lo aceptaría 28 El homosexual dentro de este esquema se sitúa como "pareja de segunda clase" y es una situación que el mismo reconoce como legitima. Esta atrapado dentro de las categorías binarias del género, por lo que solo concibe dos partes legitimas en la conformación de una pareja: la mujer femenina heterosexual y el hombre masculino heterosexual. Al entender la homosexualidad como el gusto por un "hombre" se ve en la necesidad de volverse femenino para poder encajar como pareja del mismo, pero al no ser 24 De esta manera se refieren a los varones que suelen involucrarse con homosexuales asumidos como tales desde un discurso tradicional. Se trata de hombres de apariencia masculina que, en el plano sexual, solo juegan un rol activo o penetrativo y por lo tanto, no se consideran homosexuales ni son reconocidos como tales por los homosexuales que se involucran con ellos. 25 Entrevista a Miguel 26 Término utilizado para referirse a personas homosexuales. Cuando es utilizado por heterosexuales o bisexuales lleva generalmente una connotación negativa. 27 Todas las palabras resaltadas en cursiva en esta y las siguientes citas textuales son nuestras. 28 Entrevista a Oswaldo.

12 11 mujer se sitúa en el margen y se convierte en una opción de desventaja. En parte, esta ilegitimidad se constituye en uno de los obstáculos para relaciones de pareja más estables o satisfactorias, ya que si bien en el discurso todo este esquema resulta claro (donde incluso el "hombre" no siente cuestionada su masculinidad por involucrarse con un homosexual), finalmente, la situación no es legítima del todo para él. Por esa razón resulta poco frecuente que él se exponga en público con su contraparte homosexual. La relación difícilmente compromete un componente afectivo y, por lo tanto, las bases para una relación de mayor compromiso serán débiles, habrá una tendencia a lo efímero: "...un homosexual si esta con uno que es varón varón, pues no se va No va a haber un sentimiento, solo va a haber un interés económico, te lo digo porque he tenido parejas así, no? Hay un interés económico, pero cuando tienes una pareja homosexual hay mas aprecio, mas compañía, mas cariño". 29 Como lo señala el testimonio anterior esta situación no sucede en aquellas parejas en que ambos se reconocen como homosexuales. Probablemente, se establezcan jerarquías entre el más masculino y el menos masculino, por cuestiones étnicas, económicas, etc., pero por lo menos esta jerarquía entre lo homosexual y lo heterosexual (lo legitimo y lo ilegitimo) no está presente. Por otro lado, tanto en el caso de homosexuales tradicionales como aquellos que están mas cercanos a un discurso moderno, un problema que se menciona mucho y por el cual seria difícil encontrar parejas estables en el "ambiente", es la promiscuidad. "En el ambiente es difícil tener una pareja estable, todo el mundo se mete con todo el mundo hay mucha promiscuidad...". 30 "- Qué es lo más desagradable que has encontrado en el ambiente? - 'La promiscuidad, en una discoteca es atractivo ser promiscuo'." 31 "He tenido varios chicos que han querido estar conmigo, no? Pero en sí, la mayoría me ha tomado como vacilón, lo único una relación sexual y después cada quien, cada uno por su lado, creo que el mundo gay es así, o sea, es bien difícil que hayan parejas que duren, no?..". 32 Existen varios factores por los que se podría explicar la promiscuidad en el ambiente. La más evidente es que la homosexualidad es una opción marginal, sancionada socialmente, con espacios de expresión restringidos, que tiene que afrontar fuertes grados de represión, de manera que cuando se abren las posibilidades de encuentros la sexualidad se expresara de manera casi compulsiva y en algunos casos (como cuenta Ray líneas 29 Entrevista a Alexis. 30 Entrevista a Oscar. 31 Entrevista a Alexis. 32 Entrevista a Ray.

13 12 abajo) podría llevar a niveles de competencia muy intensos: "O también a veces la gente gay es envidiosa porque te ven con un pata que es guapo y la otra ya le esta guiñando el ojo, ya le está enseñando su poder de comprar cervezas, o sea queriendo quitar a las mismas parejas, no?, por eso, creo yo, la gente homosexual no tienen pareja estable, muy pocos son los que tienen pareja estable, o cuando tienen pareja estable a veces también sacan la canita al aire". 33 Por otro lado, uno de los entrevistados sugirió como explicación de la promiscuidad y de la dificultad de encontrar pareja estable el hecho de que el hombre en general es muy sexual y difícilmente afectivo. "Es bien difícil el amor entre hombres, es mas fácil el amor entre mujeres (...) yo podré ser afectivo, creo que eso es...hasta puedo considerar yo que algún defecto dentro del ambiente es ser afectivo porque todo el mundo, todo hombre homosexual vive para el sexo". 34 Luego de esto, añadió que no se trataría solamente de una característica del hombre homosexual sino, más bien, del hombre en general: "... yo tengo esto de que si e1 hombre que demuestra cariño, amor a la mujer es porque sabe que le va a tocar sexo después y si la mujer acepta tener sexo con un hombre es porque después le va a dar cariño, es muy diferente, está totalmente trastocado. La mujer afectiva, el pasional". 35 De acuerdo con esta persona una vivencia intensiva del sexo con carencia de afectividad se relaciona con el hecho de que, finalmente, se trata de hombres. Se refiere a un atributo del género masculino que explicaría en alguna medida esta dinámica del ambiente y, en ese sentido, es importante notar que a pesar de que se trata de un homosexual que podríamos denominar tradicional, reconoce también claras características de masculinidad en su comportamiento. La sexualidad En el caso de aquellos que están más cercanos al discurso tradicional, una primera característica fundamental de su discurso en lo referente a lo sexual es la afirmación de la pasividad. Para ellos, el ser homosexual o gay pasa, en gran medida, por tener un rol 33 Idem. 34 Entrevista a óscar. 35 Idem.

14 13 sexual pasivo: "...yo tengo la idea de que si uno es gay debe ser 100% pasiva, 100%... Ahora ya yo se que existen los modernos, no? Pero yo soy pasiva, será que me he criado así, son mis costumbres, no sé, pero soy pasiva". 36 El tener un comportamiento pasivo quiere decir que durante el acto sexual solamente serán penetrados analmente y en ningún momento ellos podrán penetrar a su pareja sexual. Además de esto, la pasividad implica una negación amplia de la posibilidad de sentir placer a través del pene ya que no permiten que este les sea tocado por su pareja. "- '...yo jamás dejo que me la toquen' [haciendo referencia al pene] - Por qué? - '!No! imagínate, me sentiría mal, prefiero hacer como que no existe. Además, si él quisiera agarrármela eso que querría decir no?' - Qué querría decir? - 'Que en realidad no es hombre pues. Que es una olla 37 y a mí no me gustan las ollas, yo soy bien antigua, bien mujer'." 38 Esta cita grafica una concepción totalmente dicotómica en la cual los dos componentes de la pareja deben ser definidos como pertenecientes a categorías claramente diferenciadas. El joven de la cita se sitúa del lado de lo femenino y, por lo tanto, niega la posibilidad de sentir placer a través de su órgano sexual masculino. En ese sentido, exige de su contraparte masculina coherencia con su rol, lo que significa tratarlo a él como la contraparte femenina; tener un rol activo que implica solo la penetración y, por supuesto, no tocarle el órgano que le recuerda aquello que busca negar, si lo hiciera esto cuestionaría su virilidad, ya que dentro de este esquema es inconcebible que un "hombre cabal" busque placer a través del pene de la contraparte. Este tipo de expectativas en relación con los roles sexuales queda bastante bien graficado si se pone atención a dos términos muy utilizados entre estas personas: "olla" (presente en el testimonio anterior) y "estafa". Ambas surgen como una reacción al entrar en contacto con prácticas sexuales inscritas en un discurso moderno y nos hablan de un choque de categorías diferentes. El término "olla" se utiliza para denominar a un gay moderno quien generalmente es de apariencia masculina y en lo sexual puede asumir un rol activo o pasivo. Se le dice olla porque con él generalmente se "queman", es decir, no encuentran lo que esperaban: un "verdadero hombre", alguien que solo haga de activo, tal como sería lógico para ellos por la apariencia masculina de la persona en cuestión. En un contexto como este es también frecuente el uso del término "estafa" que evidencia con gran claridad que han sido defraudadas sus expectativas sexuales. El témino "olla", además, es utilizado muchas veces de manera peyorativa y no solo porque evidencia un riesgo de estafa sino porque cumple la función de marcar la frontera de lo que ellos consideran la forma correcta de ser homosexual. La "olla", al tener una vida sexual en la 36 Entrevista a Miguel. 37 Término que refiere al homosexual que tiene una práctica sexual moderna. 38 Entrevista a Fredy.

15 14 que no existen roles rígidos, no encajaría en ninguna de las dos categorías de opuestos por la cual ellos pautan su conducta. Esta es una concepción que circula mucho en su discurso, sin embargo, se percibe al mismo tiempo cierto nivel de apertura frente a una práctica sexual moderna. Recurriendo, una vez más, al ámbito del sentido del humor, se puede observar, en grupos de homosexuales de tipo tradicional, que se hacen muchas bromas acusándose entre sí de tener relaciones con modemos y de ser "ollas", se vuelven tan frecuentes estas situaciones, que podrían implicar que, en efecto, estarían incurriendo en prácticas sexuales modernas. De ser así, la práctica, en lo sexual, estaría bastante lejos de ser totalmente coherente con un discurso puramente tradicional, a pesar de que como discurso se mantenga con fuerza. Tal como se ha señalado para los otros aspectos de la identidad que hemos trabajado, es posible observar también para el caso de la sexualidad que el hecho de acceder a otros ámbitos de socialización de "ambiente" (como discotecas e instituciones sobre todo) ha significado, para algunos que se inscriben fundamentalmente en un discurso de tipo tradicional, la incorporación de nuevas ideas en relación a la vivencia de la sexualidad... " antes pensaba así yo, de ser l00% pasiva, ahora no, eso mismo te hacen en el ambiente también, ahora que estoy andando en el ambiente de las buses mi ideología es otra 39 En el caso de Miguel, por ejemplo, el joven que en un testimonio anterior afirmaba ser "100% pasiva", el hecho de conocer el mundo de los modernos fue, en primera instancia, un choque fuerte en relación a las categorías desde las que entendía su homosexualidad: "para mi ser gay era ser travesti o por lo menos bien femenino, para mi ver un gay que besaba a otro gay Uy! para mí era horrible porque 'que es esto' o sea, me impresionaba, no conocía ese mundo todavía". 40 Pero después pudo acostumbrarse e inclusive, aunque bastante tímidamente, asimilar algunas prácticas: "...voy a una discoteca, veo a un chico que es moderno, no? 5i me gusta como hombre y se me acerca podemos tener un "chape", 41 un regio chape y nada más, pero ya otra cosa de sexo, ya no...". 42 En el caso de Beto si habría una mayor asimilación del discurso moderno: 39 Entrevista a Beto. 40 Entrevista a Miguel. 41 Término que refiere al beso en la boca. 42 Entrevista a Miguel.

16 15 "Mira yo he sido travesti, bien pasiva, pero ahora yo no te puedo decir que soy pasiva, si es que me toca la oportunidad de ser moderno lo haría pero tiene que ser con una persona que sea regia sino no, no lo hago". 43 En el caso de los jóvenes entrevistados de nivel socioeconómico medio se han identificado de modo predominante posturas inscritas en lo que se ha definido como discurso moderno. En lo referente a la sexualidad, una cuestión fundamental es la negación de la necesidad de establecer roles fijos: "Mis parejas siempre han sido gays, yo no creo en eso de activos y pasivos y que te tienes que buscar un hombre, yo creo que más me inclinaría por lo moderno porque se usa utilizar lo que uno tiene no? (risas). Utilizarlo, no tenerlo de llavero no? (risas), pero si yo estaría más inclinado hacia el ideal moderno, tal vez criticando un poco los extremos de activo, pasivo". 44 En este discurso se hace énfasis en la posibilidad de un disfrute sexual utilizando los recursos disponibles, concretamente la posibilidad de que ambos utilicen el pene (reparar en la frase resaltada del testimonio anterior) y no como en el caso de los homosexuales tradicionales que más bien buscan su negación. En general se reivindica un disfrute de la sexualidad desde diversas posibilidades: "Hay infinitas formas de asumir la sexualidad, así como hay personas heterosexuales de distintas formas, los homosexuales también igual". 45 Como se señaló anteriormente, al hablar de las relaciones de pareja, una cuestión central en este discurso es que ambos componentes de la pareja se reconocen homosexuales y, aunque pueda suceder que uno de los componentes de la pareja resulte un poco más femenino y el otro masculino, hay una tendencia a romper la rigidez de los roles sexuales. A diferencia de una pareja homosexual de tipo tradicional, en la que esta rigidez si resulta necesaria, dado que uno de los componentes no se reconoce homosexual y basa esta negación precisamente en el atribuirse siempre el rol activo. Luego de haber tratado estos diferentes aspectos de la identidad y su configuración a partir de los discursos tradicional y moderno, encontramos que en ambos discursos se encuentran dimensiones de asimilación y ruptura con el sistema de género: en el caso del discurso tradicional se plantea, por un lado, asimilación a las categorías de género, en tanto se intenta encajar la naturaleza de la persona en el esquema de complementariedad de género culturalmente establecido ("ya que me gustan los hombres debo ser como una mujer") pero a la vez plantea ruptura, develando lo no natural del genero, su carácter de construcción social, ya que, finalmente, se trata de hombres biológicos que demuestran la posibilidad de llevar a cabo la performance que correspondería a las mujeres. 43 Entrevista a Beto. 44 Entrevista a Alberto. 45 Entrevista a Willy.

17 16 Por otro lado, en el caso de aquellos jóvenes que se definen como homosexuales desde un discurso más bien moderno, en el que la imagen corporal es representada desde las categorías masculinas, existen también dimensiones de asimilación y ruptura en relación con el sistema de género. Asimilación porque se propone una legitimación de la imagen del homosexual desde una afirmación de la masculinidad (abandono de la femineidad entendida como degradante: hombres masculinos y por lo tanto no marginales), pero la ruptura emerge al plantear la posibilidad de relación entre dos componentes masculinos desconociendo el paradigma de las categorías binarias masculino/femenino para entender e interpretar el mundo. Se trata de relaciones que idealmente plantean equidad, ruptura de relaciones de poder en la pareja y posibilidad de intimidad y cercanía entre hombres (desafíos a muchos tabúes del sistema de género). Por otra lado, es también importante notar que se trata de dos sistemas de significados en tomo a la homosexualidad que definen la misma priorizando aspectos muy diferentes. En el caso del discurso moderno la definición del homosexual pasa esencialmente por la elección de una contraparte sexual y afectiva del mismo sexo, mientras que en el caso del discurso tradicional, la definición del homosexual pasa prioritariamente por el hecho de que este asuma un determinado rol sexual y genérico en la relación homosexual. Tal como hemos visto, en el discurso tradicional, el solo hecho de involucrarse en una relación homosexual no hace de la persona un homosexual, lo es solo aquel que se identifica como la contraparte femenina y es penetrado sexualmente. Reflexiones finales A través de estas páginas se ha intentando realizar un esbozo de la dinámica de construcción de identidades por la que transitan muchos jóvenes en la ciudad de Lima en el contexto que ellos denominan el "ambiente". Tal como hemos ido reconstruyendo a partir de sus propios testimonios, habrían, básicamente, dos tipos de discurso que plantean modelos ideales de cómo vivir la homosexualidad y desde los cuales se construirían dichas identidades: el tradicional y el moderno. Estos discursos sobre la identidad homosexual determinan una serie de mandatos relacionada fundamentalmente con la dimensión de género. Por esa razón, afirmamos que la construcción de identidades como las homosexuales, por parte de estos jóvenes, pasa en gran medida por la configuración de sus identidades de genera. De manera gruesa encontramos que existirían correspondencias entre el nivel socioeconómico y la mayor afinidad a cada uno de los discursos mencionados. Los jóvenes de un nivel socioeconómico medio estarían mas cercanos al discurso moderno, mientras que los de nivel socioeconómico bajo se inscribirían mas en los esquemas del discurso tradicional.. Se ha pasado un vistazo, básicamente, a tres aspectos de la identidad: el manejo del cuerpo, las relaciones de pareja y la sexualidad. En todos ellos el proceso de construcción de identidades muestra ser dinámico en la medida en que es posible encontrar cambios a lo largo del ciclo vital. En ese sentido, los testimonios de varios de los jóvenes entrevistados refieren que han pasado, de definirse desde un discurso tradicional, a definirse desde uno moderno. Este cambio generalmente se presenta como resultado del acceso a espacios y

18 17 formas de socialización diferentes, en los que es posible entrar en contacto con estos otros modelos. Los discursos tradicional y moderno sobre la sexualidad, en el contexto de la cultura de "ambiente", son pues, marcos referenciales fundamentales sobre los que se insertan las experiencias a través de las cuales los jóvenes homosexuales van a definir sus identidades. Entendemos que estos procesos son sumamente complejos. En este sentido, solo hemos querido presentar una mirada exploratoria de un problema que es muy importante en la experiencia de miles de jóvenes limeños. Bibliografía consultada ANDERSON, Jeanine 1990 "Sistemas de género e identidad de mujeres en culturas marcadas del Perú", Revista Peruana de Ciencias sociales, FOMCIENCIAS, VOL. 2, No.1, Lima: FOMCIENCIAS. BUTLER, Judith 1998 "Actos preformativos y constitución del género: un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista", Debate Feminista, Mo 9, Vo1.18, México. FARQUARSON, Grant 1990 EI problema de la homosexualidad: un estudio del concepto como mecanismo de marginación, tesis PUCP. FULLER, Norma 1993 Dilemas de la femineidad: mujeres de clase media en el Perú, Lima: Fondo Editorial PUCP Identidades masculinas, Lima: Fondo Editorial PUCP. KOGAN, Liuba 1993 "Genero-cuerpo-sexo: apuntes para una sociología del cuerpo", Debates en Sociología, No. 18, Lima: PUCP LAMAS, Marta 1995 "Cuerpo e Identidad", Arango, Luz Gabriela, León Magdalena, Viveros Mara: Genero e Identidad, ensayos sobre lo femenino y lo masculino, Bogotá: Ediciones Uniandes.