Tema 6.- Los Reyes Católicos: La construcción del Estado moderno

Transcripción

1 Tema 6.- Los Reyes Católicos: La construcción del Estado moderno Unión dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y Aragón La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal La organización del Estado: Instituciones de gobierno La proyección exterior. Política italiana y norteafricana Unión dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y de Aragón En 1469 tiene lugar la unión matrimonial entre los herederos al trono Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, pertenecientes a la familia Trastámara. El acceso al trono de Isabel la Católica se produce tras vencer en guerra civil a Juana, hija de su hermanastro el rey Enrique IV. En esta guerra Isabel recibe el apoyo de algunos nobles influyentes, de una parte importante del clero y de muchas ciudades de Castilla, así como de la Corona de Aragón. Por su parte Juana La Beltraneja cuenta con la ayuda de Portugal y Francia, además de con parte de la nobleza. La guerra de sucesión ( ) se inclina a favor de Isabel, sobre todo tras la decisiva batalla de Toro, donde Fernando derrota a las tropas portuguesas. El acuerdo que pone fin al conflicto sucesorio y al enfrentamiento entre Castilla y Portugal es el Tratado de Alcaçovas (1.479). Ese mismo año Fernando hereda la corona de Aragón, al morir su padre Juan II. La unión de Fernando e Isabel fue únicamente dinástica, pues Aragón y Castilla mantuvieron sus fronteras, leyes, instituciones y particularidades. Los Reyes Católicos (título concedido por el Papa Alejandro VI) establecieron un acuerdo (Concordia de Segovia, 1.475) por el cual ambos tenían la misma capacidad de decisión, aunque Fernando era en Castilla únicamente rey consorte, es decir, Isabel retenía en exclusiva los derechos sucesorios. En Aragón las leyes sólo permitían ser rey a Fernando, pero éste firmó un decreto por el cual concedía a Isabel la corregencia. Castilla desempeñó en esta unión un papel hegemónico, debido, por un lado, a ser un reino más poblado y más dinámico económicamente, y por otro a que sus leyes permitían al monarca mayor capacidad de decisión en todos los ámbitos. De Castilla obtuvieron los Reyes Católicos los recursos fiscales y las fuerzas militares necesarias para llevar a cabo sus empresas exteriores, entre otras el descubrimiento de América. Se sientan las bases para la constitución de la llamada Monarquía Hispánica.

2 6.2.- Los Reyes Católicos: La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra La conquista del reino musulmán de Granada fue un hecho trascendental en la política de unificación territorial y religiosa de los Reyes Católicos, en la que hay que incluir la expulsión de los judíos y mudéjares. Las relaciones entre el reino de Granada y Castilla se habían ido deteriorando a lo largo del siglo XV. Los Reyes Católicos, una vez finalizada la guerra de sucesión, decidieron conquistarlo aprovechando la debilidad de los reyes nazaríes motivada por luchas internas entre Muley Hacén y su hijo Boabdil. La guerra supuso un gran esfuerzo militar y económico (el ejército estuvo integrado por unos jinetes y infantes). En ella se utilizó una artillería avanzada para la época, los ingenieros militares jugaron un importante papel, y por primera vez se utilizaron hospitales de campaña. Las operaciones claves fueron dirigidas personalmente por Fernando. La reina estuvo presente también en algunos asedios. El conflicto se inició en con la conquista de la ciudad de Alhama. La etapa más difícil y decisiva fue la toma de Málaga ( ), que tras un largo asedio fue conquistada, siendo su población reducida a la esclavitud. El duro ejemplo vivido por los habitantes de Málaga favoreció la rendición de otras ciudades como Guadix o Almería. Finalmente la toma de Granada se produjo el 2 de enero de 1.492, después de llegar a un acuerdo con el rey Boabdil. En las Capitulaciones de Santa Fe, que ponían fin a la guerra, se establecían generosas condiciones para los habitantes de Granada, los cuales podían conservar su religión, propiedades, armas y libertad. Sin embargo, la tolerancia sólo se mantuvo hasta 1.499, año en el que el cardenal Cisneros confiscó y quemó ejemplares del Corán e implantó la Inquisición. Esta dura actitud dio lugar a la sublevación de los musulmanes granadinos ( ), que fue reprimida con dureza. Como consecuencia todos los mudéjares castellanos se vieron obligados a exiliarse o a convertirse a la religión cristiana. Los que así lo hicieron pasaron a llamarse moriscos. Entre la guerra y el exilio, Granada perdió la mitad de su población. La anexión de Navarra se produjo en 1.512, ya fallecida Isabel. Este reino era disputado por Francia y los Reyes Católicos. En el siglo XIII, Navarra pasó a depender directamente de la Corona de Francia hasta y luego de la Casa de Evreux. El rey Juan II de Aragón en se convirtió por matrimonio también en rey de Navarra, pero su gobierno terminó en una guerra civil entre los beamonteses, partidarios de la alianza con Castilla, y los agramonteses, partidarios de la alianza con Francia. Al comienzo del reinado de los Reyes Católicos, se llegó a un acuerdo con Francia para mantener la independencia del reino navarro, pero ambos estados aspiraban a anexionárselo. En un incidente diplomático fue aprovechado por Fernando para ordenar la ocupación del reino. Las tropas del duque de Alba ocuparon sin dificultad el territorio, que quedó incorporado a Castilla, aunque mantuvo sus instituciones y fueros propios.

3 6.3.- La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal. En el Atlántico la política exterior de los Reyes Católicos tuvo como uno de sus primeros objetivos completar la conquista de las Islas Canarias, iniciada en 1.402, enclave estratégico en las rutas comerciales hacia África y, desde 1.492, hacia América. Las últimas islas en ser conquistadas fueron Gran Canaria (1.483), La Palma (1.493) y Tenerife (1.496). La conquista se hizo mediante el sistema de capitulaciones, por el cual los reyes establecían unos acuerdos con los conquistadores y evangelizadores para que dominaran los nuevos territorios en nombre de la corona, la cual recibía una parte de los beneficios que se pudieran obtener. Este sistema se empleó también en América. El archipiélago canario estaba poblado por los guanches, que convivían con individuos de rasgos casi orientales. En poco tiempo se produjo el mestizaje de la población con los nuevos pobladores peninsulares. La castellanización y cristianización del archipiélago también fue rápida. Para administrar los territorios se organizaron cabildos al estilo de los concejos de Castilla. Desde el punto de vista económico, las Canarias se convirtieron en paso obligado de las rutas atlánticas, lo cual impulsó la actividad comercial y el desarrollo de las islas. La expansión atlántica fue uno de los motivos de enfrentamiento con Portugal. No fue el único, ya que Portugal apoyó en la guerra civil por el trono de Castilla a Juana la Beltraneja. Estos problemas fueron en principio solucionados por el Tratado de Alcaçovas (1.479), que puso fin a la citada guerra civil. En realidad este tratado estaba formado por cuatro acuerdos, uno de los cuales se refería al reparto de las zonas de influencia exterior. En él se reconocían los derechos de Portugal sobre África al sur del cabo Bojador, sobre las islas Azores, Madeira y Cabo Verde, y los de Castilla sobre las islas Canarias y sobre la franja litoral al norte del citado cabo Bojador. Este acuerdo puso fin a los enfrentamientos entre Castilla y Portugal, aunque posteriormente el descubrimiento de América dará lugar a nuevas discusiones sobre las zonas de influencia, que serán objeto de un tratado posterior (Tratado de Tordesillas, 1.494). Los Reyes Católicos intentaron estrechar lazos con Portugal, con el fin de posibilitar una futura unión dinástica. Para ello recurrieron a una política matrimonial que supusiera una futura incorporación del único reino peninsular que escapaba a su control. Así, los matrimonios de las infantas Isabel y María con príncipes portugueses hicieron posible que Felipe II reclamase el trono portugués en 1580.

4 6.4.- La organización del Estado. Instituciones de gobierno A partir de la Concordia de Segovia (1.475), los Reyes Católicos llevaron a cabo una política de fortalecimiento del poder real, consolidando el sistema de monarquía autoritaria, sobre todo en Castilla. Para ello doblegaron a la aristocracia nobiliar y eclesiástica, consiguiendo su sumisión política a cambio de mantener su poder e influencia. Además se rodearon de colaboradores leales (Hernando de Talavera, el cardenal Mendoza y el cardenal Cisneros), ejercieron el poder personalmente y reorganizaron las instituciones de gobierno. Entre las medidas concretas que tomaron destacan: 1. La reorganización del Consejo Real o de Castilla (1.480): integrado por prelados de confianza, nobles y letrados expertos, se convirtió en la institución más importante de gobierno y administración (asesoramiento, funciones legislativas), además de instancia superior de justicia. El aumento en el número de letrados favoreció su profesionalización. 2. La creación de nuevos consejos: Consejo de Aragón (1.494), formado por los regentes y por letrados. Consejo de las Órdenes Militares, encargado de administrar las propiedades de las órdenes de Santiago, Alcántara y Calatrava. El Consejo de Indias para asesorar sobre los territorios descubiertos en el Nuevo Mundo. 3. Creación del cargo de virrey o lugarteniente general en cada uno de los territorios de la Corona de Aragón. Ejercía funciones políticas, judiciales y militares en nombre del rey. 4. Consolidación de la Chancillería como alto tribunal de justicia con dos sedes: Valladolid y Granada. 5. Creación de la Santa Hermandad (1.476), para el mantenimiento del orden y la seguridad. Esta institución proporcionó a los Reyes Católicos importantes ingresos económicos, que pagaban las ciudades para mantener las cuadrillas que la integraban. 6. Creación de un ejército profesional y permanente, basado en la movilidad de la caballería ligera en la infantería. 7. Extensión de la red de corregidores a las principales ciudades de Castilla, con el fin de supervisar la actuación de alcaldes y regidores, y recaudar impuestos. 8. Aumento de los ingresos fiscales a través de los impuestos, así como de los ingresos que les proporcionaban las órdenes militares, la Santa Hermandad, la predicación de bulas para la Santa Cruzada, y la recuperación de una parte del patrimonio real. Las Cortes fueron convocadas al inicio del reinado, cuando los reyes necesitaron el apoyo de las ciudades y su dinero, pero posteriormente sólo lo hicieron en ocasiones protocolarias (jura de herederos). En la Corona de Aragón, las Cortes mantuvieron un mayor peso político, y el resto de las instituciones siguieron funcionando, sin embargo la autoridad del rey Fernando era superior a la de sus antepasados. Las reformas dentro de la Iglesia (derecho regio de representación de obispos y otros privilegios) subordinaron esta institución al poder real. Así mismo, la creación del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición (1.478 en Castilla, 1483 en Aragón), tribunal eclesiástico que velaba por la ortodoxia de la fe y cuyo objetivo era luchar contra los falsos conversos, se convirtió en un instrumento político de la monarquía.

5 6.5.- La proyección exterior. Política italiana y norteafricana La política exterior de los Reyes Católicos se centró principalmente en la defensa de los intereses europeos de la Corona de Aragón frente a las ambiciones francesas y las posesiones en el Mediterráneo, y estuvo dirigida fundamentalmente por el rey Fernando. Entre los objetivos de esta política destacan: - Recuperación de territorios: Navarra, Rosellón y Cerdaña, Nápoles. - Consolidación de la política mediterránea de la Corona de Aragón (Norte de África). - Además, el Reino de Castilla busca el avance de la expansión atlántica (Canarias, ruta al Oeste: América) Los instrumentos para llevarla a cabo fueron: - La diplomacia: Fernando el Católico envió embajadores a las principales cortes del momento: Londres, Venecia, Bruselas, Roma. - Un ejército permanente pagado por la corona. - Una política matrimonial con Portugal, Inglaterra y el Imperio alemán, que llevó a casar a los hijos de los Reyes Católicos con los herederos de las principales casas reinantes, con la excepción de Francia con quien se mantenía una gran rivalidad por diversos territorios. Política italiana: La Corona de Aragón tenía claros intereses en Italia, que le llevaron a enfrentarse a Francia. En un principio las relaciones con este país se movieron en el terreno diplomático (Tratado de Barcelona, 1.493), consiguiendo Fernando la recuperación de los condados del Rosellón y la Cerdaña; pero finalmente estalló la guerra al invadir Francia el reino de Nápoles. Las tropas francesas eran más poderosas, y Aragón buscó el apoyo del Papado, el Emperador, Milán y Venecia, formando la Liga Santa contra Francia. Enviaron a los tercios españoles que, gracias a la estrategia de Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, vencieron en las batallas de Ceriñola y Garellano, recuperando Nápoles en Política norteafricatna: La política expansionista norteafricana está presidida por el espíritu de cruzada contra el infiel y tiene como objetivo garantizar la seguridad política y comercial en el Mediterráneo occidental y evitar ataques de piratas berberiscos y la expansión del Imperio turco otomano. Para ello se contó con la ayuda de las rentas eclesiásticas e incluso con la participación activa del cardenal Cisneros. Entre y se ocupan Melilla, el Peñón de Vélez de la Gomera, Orán (Argelia), Bugía (Argelia) y Trípoli (Libia). La derrota en la isla de Gelves (Túnez) supuso el fin de la expansión, aunque no se acabó con la amenaza turca y berberisca.