Cuentos y juegos para resolver. Irene Zapico

Transcripción

1 Cuentos y juegos para resolver Irene Zapico

2 A Lucía, Carlitos y Carola, que no me permitieron olvidar qué es la infancia. A mi colega y amiga, Gisela Serrano. A mis colaboradores Tere Fernández y Ezequiel Lobatto. A los maestros.

3 Palabras preliminares Este libro pretende que los chicos puedan jugar en el aula y aprender mientras juegan. Resume algunos aspectos del trabajo realizado con alumnos en edad escolar, estudiantes de profesorados, maestros y profesores, en el transcurso de los últimos diez años, y está dirigido a todos ellos. Trabajo compartido, en los primeros tramos del camino, con la Profesora Gisela Serrano, que hizo valiosos aportes desde sus conocimientos y su creatividad y, generosamente, dejó en mis manos todo lo elaborado en conjunto. Los seres humanos tenemos creencias, ideales, valores que priorizamos, preferencias, prejuicios y gustos diversos. Todas estas ideas pueden ser conscientes o no, pero se manifiestan en diferentes actos de nuestras vidas. Si tratamos con niños, es conveniente que seamos capaces de explicitarlas, para tener conciencia de lo que transmitimos. Qué capacidades, qué contenidos, qué actitudes, qué destrezas queremos o debemos enseñarles? Más allá de los temas específicos de cada materia, sobre los cuales no podemos determinar con exactitud si serán o no los más convenientes dentro de veinte o treinta años, cuando nuestros jovencitos estén en plena actividad, creo que es fundamental la actitud hacia el conocimiento. El amor hacia el saber, la curiosidad ante lo desconocido, el deseo de contar con elementos que amplían las posibilidades de disfrutar intelectualmente, son aspectos que debemos transmitir. Desde los orígenes de la historia el aprender y, por lo tanto, el enseñar, han formado parte de las actividades esenciales para el hombre. Hoy disfrutamos de los descubrimientos y las invenciones que los individuos de nuestra especie han realizado a lo largo de milenios. Conocer quiénes y de qué modo desarrollaron todas las disciplinas que nos son propias, tener idea de cómo se componen y así tener la posibilidad de profundizar en las que despierten nuestro interés, tener acceso a lo que se ha hecho y a lo que se está haciendo en materia de cultura, son aspectos que enriquecen la vida de una persona y otorgan libertad de elección, sabiendo entre qué elegir. El entusiasmo, las ganas, la curiosidad y el amor por saber y conocer, son la actitudes básicas que deseamos transmitir; quienes las posean serán capaces de transitar todos los caminos Irene Zapico

4 Introducción Los juegos de ingenio en la escuela En su poema titulado Un aplazado 1, Baldomero Fernández Moreno ( ) comienza relatándonos que un alumno, Friedt (que es quien habla), debe dar un examen de gramática. Está en el aula, es su turno, saca bolillas y dice:... Extraje dos: adverbio y sustantivo Me dieron a elegir una de ambas Elegí la segunda. Y qué es el nombre? Díjome uno y se asestó las gafas Sentí luego un sudor por todo el cuerpo Se me puso la boca seca, amarga Y comprendí con un terror creciente, que yo del nombre no sabía nada. Revolvía allá adentro, pero en vano Me quedé en absoluto sin palabras. Y empecé a ver la quinta en que vivíamos: el camino de arena, cierta planta, el hermano pequeño, mi perrito, el té con leche, el dulce de naranja, qué alegría jugar a aquellas horas! Y sonreía mientras recordaba. Pero, señor rugió una voz terrible, el nombre sustantivo, una pavada...! A continuación vuelve a la realidad y siente que en lugar de dar examen, preferiría estar jugando. Finaliza volviendo a su asiento, bañado en llanto. 1 Fernández Moreno, Baldomero (1922). Yo, médico, yo, catedrático, En: CAPÍTULO. Biblioteca Argentina Fundamental, Nº 36. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1968.

5 Quién no ha tenido, al menos una vez, sentimientos similares a los del protagonista de este poema, en su etapa escolar. Las pruebas y los exámenes son, seguramente, el peor ingrediente en la vida de un estudiante de cualquier edad. Si bien las evaluaciones son necesarias, es interesante observar en el texto que para este alumno los profesores inspiran temor (inclusive terror) y son absolutamente extraños para él. También le son ajenos los contenidos de las bolillas que, supuestamente, debía conocer; las cosas con las que fantasea y que le resultan placenteras, no están en la escuela... Podríamos afirmar que esto sólo ocurre en el momento de un examen? No debemos reconocer que, lamentablemente, esto sucede a la mayoría de los alumnos, tanto niños como adolescentes? No es preciso reflexionar sobre las formas en que intentamos enseñar? En el mundo cambiante en que vivimos, donde cada vez son más y más variados los productos que nos ofrecen, es importante recapacitar sobre cuáles son los nuevos productos que los docentes tenemos para ofrecer a los más jovencitos. Desde mi práctica docente, vinculada esencialmente con la matemática, he trabajado poniendo el acento sobre tres aspectos: la conexión entre diferentes disciplinas (aquí juega un papel importante la Historia de la Ciencia); las aplicaciones no triviales de la matemática en lo que los alumnos aprenden en distintas materias y el aspecto lúdico. Si los juegos de ingenio llaman la atención a tantas personas, de distintas formaciones y, por otra parte, muchos de ellos tienen que ver directamente con la matemática, por qué no incorporarlos al aula? Cabe preguntarse qué lugar deberían tener en la escuela. En general, si tienen un espacio en ella, suele ser a partir de talleres, en horas extra curriculares que se les dedican especialmente. En muchas ocasiones no todos los alumnos participan, sólo lo hacen aquellos que naturalmente manifiestan interés por este tipo de juegos y problemas. Esta modalidad no nos parece inadecuada, puesto que permite desarrollar capacidades y destrezas individuales. Es verdad que no todos tienen especial interés en participar, del mismo modo que no todos pertenecen al equipo de fútbol o de básquet de la escuela. Pero de esta manera se atienden sólo algunos aspectos, en beneficio de algunos alumnos. La propuesta del presente trabajo es que los juegos de ingenio tengan una presencia en el aula, presentando problemas y actividades diferentes de las tradicionales, que puedan ser utilizados para aprender o ejercitar contenidos de distintas áreas. Se reúnen así, en una misma actividad, contenidos de diferentes asignaturas, el trabajo intelectual y el aspecto lúdico del aprendizaje. En las páginas que siguen, se presentan ejemplos de actividades programadas sobre los esquemas de los juegos de ingenio, pero conectadas a los contenidos de los programas escolares. El objetivo es desarrollar la imaginación y la creatividad.

6 En algunos casos se juega con las palabras y las letras, con la intención de mejorar la ortografía, ampliar el vocabulario o repasar términos correspondientes a los léxicos propios de las diferentes asignaturas. En otros, están presentes la matemática y la lógica, pero no con la forma de los ejercicios y problemas clásicos: aparecen con diferentes estructuras que intentan ser un estímulo y un desafío. La mayor parte de las actividades están diseñadas sobre formatos de juegos de ingenio, pero con contenidos escolares. Estas actividades están ordenadas en cada apartado por su nivel de dificultad, al cual hemos representado por medio de dados con números del 1 al 4, tal como está explicado más adelante, en la página 19. De todos modos, nuestra clasificación no es inmodificable, cada docente podrá elegir cuál es el segmento más adecuado para sus alumnos y podrá, también, idear otras actividades similares según lo que precise para sus clases. No apelamos sólo a la creatividad y a la imaginación de los pequeños, sino también a la de los maestros. En el prólogo de su libro La dama o el tigre? 2, Raymond Smullyan nos cuenta una anécdota referida a su primer libro de pasatiempos ( Cómo se llama este libro?) 3, debido a cuya publicación recibió numerosas cartas. Dice este autor:...una procedía del hijo de diez años de un famoso matemático que había sido compañero mío de clase. La carta contenía un bello y original acertijo, inspirado por algunos de los de mi libro, que el niño había leído ávidamente. Inmediatamente telefoneé al padre para felicitarlo por la inteligencia de su hijo. Antes de llamar al niño para que se pusiese al teléfono, el padre me dijo en tono bajo y conspirador: Está leyendo tu libro y le encanta. Pero cuando hables con él, no le digas que lo que está haciendo es matemática, porque odia la matemática! Si tuviese idea de que en realidad esto es matemática, dejaría de leer el libro inmediatamente. Smullyan hace a continuación el comentario de un fenómeno que también he podido observar: muchas son las personas que manifiestan odiar la matemática, sin embargo, casi ninguna se resiste a un problema de lógica o matemática planteado en forma de acertijo. Es un hecho sin duda interesante, del cual no pretendo sacar conclusiones apresuradas, pero convengamos en que sin duda vale la pena prestar atención a la forma en que se plantean los problemas que pretendemos que nuestros alumnos resuelvan. 2 Smullyan, Raymond. La dama o el tigre y otros pasatiempos lógicos. Buenos Aires, REI, Smullyan, Raymond. Cómo se llama este libro? Madrid, Cátedra, 1991.

7 Este comentario, hecho por Smullyan, se relaciona con una observación hecha en mi cátedra de Historia de la Matemática, en el Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González, de la ciudad de Buenos Aires, con alumnos de aproximadamente veinte años que estudian para ser profesores de Matemática y Astronomía. Allí he recibido el comentario, en repetidas oportunidades, de parte de mis jóvenes alumnos, de que nunca les había gustado la historia cuando debieron estudiarla en la escuela, pero en cambio ahora sí les resultaba interesante. En este caso, no dudo respecto de los motivos: la historia cobra sentido e interés para ellos porque está referida a la ciencia que les interesa en especial y han elegido enseñar. En ambos casos, el de los acertijos y el de la historia de la matemática, se manifiesta que el contexto en que se presenta un determinado tema juega un papel preponderante, según despierte el interés de los alumnos o no. Este libro intenta colaborar para el destierro del tedio en las horas de clase. Si logramos que nuestros chicos piensen libremente, en un entorno agradable y distendido, donde haya lugar tanto para la risa como para la responsabilidad, tanto en la escuela como en sus hogares, estaremos formando en el mejor sentido del término.