El 68% de los encuestados es mujer, cifra que levemente se reduce al 66% en el caso del grupo de consumidores de orgánicos.

Transcripción

1 Actualidad - Agropecuaria El consumo de alimentos orgánicos en la Argentina El presente informe presenta una síntesis de los principales resultados obtenidos sobre el consumo de alimentos orgánicos en Argentina a partir de un reciente estudio llevado a cabo en la Capital Federal que permitió realizar comparaciones con estudios previos realizados por este equipo de investigación desde 2002 en distintas ciudades del país. El objetivo del presente estudio es identificar potenciales consumidores de alimentos orgánicos a partir de las percepciones de riesgo y atributos de calidad que los consumidores tienen respecto de los alimentos. Este análisis permite realizar inferencias sobre el desarrollo futuro del mercado doméstico de orgánicos. La información utilizada proviene de una encuesta realizada a 301 consumidores en abril de 2005, en los principales lugares de venta de alimentos de la ciudad de Buenos Aires. Los puntos de muestreo fueron supermercados y negocios especializados que venden alimentos orgánicos, además de productos tradicionales o convencionales. Fueron privilegiadas aquellas zonas de esta ciudad que garantizaran un nivel socioeconómico adecuado para el objetivo de esta investigación. A. Presentación de la muestra de consumidores analizados. El 68% de los encuestados es mujer, cifra que levemente se reduce al 66% en el caso del grupo de consumidores de orgánicos. La edad promedio de los entrevistados, quienes además resultaron ser quienes deciden las compras de sus respectivos hogares, es de 44 años. Los grupos de edad mayormente captados en la muestra son el rango comprendido entre 35 y 49 años, así como los mayores de 60 años. Considerando ambas variables, sexo y edad, el 68% de los varones encuestados tienen entre 25 y 59 años de edad, mientras que las mujeres captadas en este rango de edades totalizan un 58%. Un 29% de los encuestados ha completado o superado el nivel educativo universitario, en tanto que más de la mitad posee una educación universitaria incompleta. La proporción de encuestados con educación universitaria o superior es mayor entre los consumidores de orgánicos (36%). Entre los no consumidores de orgánicos se evidencia una mayor proporción de personas con nivel de educación secundario incompleto (24%). Por tanto el grupo de consumidores de orgánicos se encuentra conformado por personas con mayores niveles de educación formal. Para la consideración del nivel de ingresos de los hogares fueron utilizados tanto el método de indagación indirecta (Índice NSE) así como la auto-clasificación de los encuestados por rangos de ingresos previamente establecidos. Para toda la muestra, el 42% presenta un NSE alto; un 31% tiene un NSE medio, y el 27% restante, un NSE bajo. Resulta mayor la participación relativa del NSE alto entre los consumidores de orgánicos, y del NSE bajo entre los no consumidores. En consecuencia, los consumidores de orgánicos presentan en términos medios un NSE medio-alto, y los no consumidores presentan un NSE medio-bajo. La indagación directa por rangos de ingreso muestra que un 40% de los hogares de la muestra perciben mensualmente hasta $1500 y algo más del 60% del total percibe hasta $2500 por mes. Se observa una mayor proporción de no consumidores de orgánicos en el nivel de ingreso menor

2 (45 %). B. Cambios en el consumo de alimentos orgánicos entre 2002 y Con la información recolectada se analizó la importancia relativa de los alimentos orgánicos disponibles en el mercado, y que los consumidores mencionaron comprar habitualmente. Del análisis comparativo se puede destacar el significativo cambio observado en la importancia relativa de las menciones efectuadas respecto del consumo de pollo orgánico, que puede ser resultado de una mayor disponibilidad del producto en el mercado. También se observan cambios positivos, es decir, la manifestación de un mayor consumo, para hortalizas y frutas, harinas y cereales, lácteos y carnes rojas -estas últimas incluidas en la categoría Otros -. Entre los alimentos cuyas menciones de consumo disminuyeron, se encuentran azúcar, infusiones, legumbres y miel. En el caso de las dos últimas, la mayor importancia relativa de estos productos en el mercado externo, y por consiguiente los mayores precios que dichos alimentos han experimentado en el mercado interno, podría estar explicando las menciones que los consumidores han manifestado respecto de la reducción de su consumo. Las tendencias referidas se ilustran en el Gráfico 1. Gráfico 1: Importancia de los alimentos orgánicos mencionados por los consumidores- Años 2002 y 2005 Fuente: Elaboración propia en base a las encuestas a consumidores de orgánicos. Ciudad de Buenos Aires, 2002 y En cuanto a los canales de distribución mencionados por los consumidores como los lugares de compra más frecuentes, la comparación evidencia un fuerte crecimiento de la importancia adquirida por negocios de barrio especializados que han incorporado alimentos orgánicos en su oferta; la venta directa desde los productores; los restaurants de comidas naturistas y/o vegetarianos; los servicios de delivery de estos restaurants y los emprendimientos productivos para el autoconsumo de alimentos orgánicos, básicamente hortalizas y frutas. (Gráfico 2) Gráfico 2: Importancia relativa de los canales de distribución minorista en la Ciudad de Buenos Aires mencionados por los consumidores -Años 2002 y 2005

3 (1)Negocios de productos naturales y dietéticas. (2) Negocios de barrio, venta directa, restaurant vegetariano, autoconsumo. Fuente: elaboración propia en base a las encuestas a consumidores de orgánicos; Ciudad de Buenos Aires, 2002 y C. Identificación de potenciales consumidores de alimentos orgánicos a partir de las percepciones de riesgo y atributos de calidad de los alimentos. Mediante un análisis estadístico se exploraron las características de los consumidores y los no consumidores de alimentos orgánicos, en cuanto a aspectos vinculados al cuidado de la salud, la confianza y la credibilidad, los atributos de calidad y la información que manejan respecto de los alimentos -en general- y de los alimentos orgánicos -en particular-. Entre los consumidores de orgánicos quedó identificado un grupo que fue denominado consumidores de orgánicos altamente concientizados, los cuales, en promedio: Creen que los orgánicos generan beneficios para la salud y se cuidan en las comidas El 90% de estos consumidores opina que los mismos son beneficiosos para la salud y además se cuidan en las comidas. Se trata de personas altamente preocupadas y concientizadas por tener una alimentación que les permita mantener un estado saludable. Consideran que los alimentos convencionales son riesgosos La mayoría de los consumidores que opinan que los orgánicos son beneficiosos para la salud también sostienen que los alimentos convencionales presentan riesgos, entre los que destacan: 1) El contenido de hormonas en pollos, 2) El contenido de pesticidas y agroquímicos en hortalizas y frutas frescas, y 3) Los conservantes que contienen ciertos productos procesados tales como lácteos, harinas y cereales. Otorgan importancia a la procedencia del producto al momento de adquirirlo y prefieren comprar los alimentos orgánicos en negocios especializados y en dietéticas antes que en otros lugares Aquellos individuos que consumen orgánicos por considerarlos beneficiosos para la salud, manifiestan que la confianza en la procedencia del producto es un factor clave al momento de su adquisición. Al calificar este aspecto resulta significativo el grado de confianza que les brinda

4 conocer al productor, al negocio o la denominación de origen o procedencia de los alimentos. En este sentido, aparecen los negocios especializados como los relativamente más preferidos, aunque los otros canales -en particular, los supermercados- también son elegidos en una proporción considerable. Sin duda que, en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la incidencia de la distribución de alimentos por parte de las cadenas de supermercados es relevante. Consideran que la regulación y el control de los alimentos deberían ser públicos antes que privados En general, los consumidores que priorizan la salud cuando consumen un alimento orgánico sostienen, en un 96%, que debe haber una regulación que controle la calidad de los alimentos; pero no cree que el funcionamiento actual de los organismos de control sea eficiente (en un 86%), y prefieren que la regulación sea pública antes que privada (73%). Asocian el contenido nutricional con la calidad de un alimento, y no priorizan el sabor o el aroma cuando adquieren un alimento orgánico La mayoría de los consumidores que se manifiestan más preocupados por la salud asocia la calidad de un alimento a su contenido nutricional. Por su parte, sólo una baja proporción consume orgánicos considerando su sabor o su aroma. Se informan acerca de la calidad de los alimentos, leen las etiquetas y están conformes con la información que las mismas proveen El 85% de los consumidores preocupados por la salud busca información sobre la calidad de los alimentos, la cual es obtenida fundamentalmente, de los envases y etiquetas de los productos así como de diarios y revistas especializadas. En este sentido, el 88% acostumbra leer las etiquetas, sobre todo antes de realizar la compra, y el 64% considera que la información que las mismas brindan responde a las dudas previas que surgen al comprar un alimento. En general, las etiquetas de los productos procesados -como lácteos, harinas y cereales- proveen mayor confianza; en tanto que las etiquetas de productos frescos -como carnes blancas y rojasgeneran menor confianza. Este grupo de consumidores que consideran a los orgánicos como alimentos beneficiosos para la salud mayoritariamente son mujeres, de entre 25 y 49 años de edad, con estudios universitarios incompletos y cuyos hogares perciben hasta $ mensuales. Respecto a los no consumidores de alimentos orgánicos, cabe señalar que el 40% sabe qué es un orgánico y el 98% consume alimentos frescos y naturales, principalmente por razones de salud. Fue posible identificar un grupo que ha sido llamado potenciales consumidores de orgánicos, quienes en promedio: Consumen alimentos frescos y naturales, fundamentalmente por razones de salud, y se cuidan en las comidas El 69% de los no consumidores consume alimentos frescos y naturales por el cuidado de la salud; entre ellos, un significativo porcentaje se cuida en las comidas, mayoritariamente por voluntad propia. Consideran que hay diferencias entre los alimentos orgánicos y los convencionales; que estos últimos son riesgosos, y desconfían de la calidad de un producto cuánto más procesamiento tenga el mismo Entre quienes manifiestan una mayor preocupación por la salud, la mayoría considera que los alimentos orgánicos y los convencionales son distintos y que estos últimos implican riesgos para la salud. Al igual que los consumidores de orgánicos altamente concientizados asignan una alta puntuación al riesgo derivado de consumir hormonas y pesticidas y agroquímicos. Para un alto porcentaje de estos consumidores, la desconfianza en la calidad de un alimento y su mayor procesamiento se encuentran asociados.

5 Asocian contenido nutricional con calidad de un alimento y no priorizan el sabor cuando adquieren un alimento fresco o natural Un porcentaje significativo de no consumidores cuidadosos con su salud asoció contenido nutricional con calidad de un alimento, y esta asociación fue relativamente mayor que la observada en el grupo de consumidores de orgánicos altamente concientizados. Asimismo, el sabor de un alimento fresco y natural no constituye una razón relevante para consumirlo. Se informan acerca de la calidad de los alimentos y leen las etiquetas Una importante parte de los no consumidores de orgánicos que preservan la salud, busca información sobre la calidad de los alimentos (70%) y, como en el caso de los consumidores de orgánicos altamente concientizados, recurren para ello a la información brindada en envases, etiquetas, diarios y revistas; aunque sólo una baja proporción considera que dicha información responde a sus dudas. Estos no consumidores de orgánicos que consumen alimentos frescos y naturales fundamentalmente por el motivo cuidado de la salud son, en general, mujeres de entre 25 y 49 años de edad, con estudios universitarios incompletos y cuyos hogares perciben hasta $ por mes. D. La disposición a pagar por los alimentos orgánicos. Con relación a la disposición a pagar por alimentos orgánicos, un 75% de los encuestados afirmó estar dispuesto a adquirir estos alimentos si fueran más baratos; el 74% también manifestó estar dispuesto a comprarlos si hubiera una mayor variedad disponible. Un punto a destacar es la mayor proporción relativa de consumidores de orgánicos que afirman estar dispuestos a comprarlos si fueran más baratos (82%, contra 71% para los no consumidores). La publicidad como medio para incrementar la información e incidir en un crecimiento de consumo de estos productos surge como un factor de mayor relevancia entre los no consumidores (47 %) de estos productos (contra un 34% entre los consumidores). E. Conclusiones y recomendaciones. Los resultados de estos estudios proporcionan evidencia a favor de una manifiesta preocupación y percepción de riesgos relacionados al procesamiento y consumo de alimentos en nuestro país. Los consumidores asignan una importancia central, en coincidencia con los resultados obtenidos para países desarrollados, a los temas relacionados con la salud y el cuidado en las comidas. Son conscientes de la necesidad de contar con una regulación y control de calidad eficientes. La demanda de alimentos orgánicos podría ser incentivada si los precios de estos alimentos fueran menores, dado que los encuestados presentan mayores chances de adquirirlos si fueran más baratos. Si bien es cierto que debido a una mayor incidencia de los costos de comercialización y certificación existe una brecha de precios entre productos orgánicos y convencionales, un modo de lograr menores precios podría pasar por la vinculación directa entre productores y consumidores, dada la confianza manifestada por éstos -y demostrada en estudios previos- respecto de la procedencia del producto, el lugar de compra y el conocimiento de los productores. De acuerdo a los resultados expuestos, las posibilidades de expansión que presenta el mercado doméstico argentino son alentadoras, pero es necesario un rol más activo de los distintos agentes involucrados en la promoción y difusión de estos alimentos. Necesariamente debe darse una mayor cooperación entre las organizaciones de productores orgánicos (MAPO, CAPOC, APOVE), las certificadoras y los organismos públicos y no gubernamentales (ONGs). Finalmente, si bien estos resultados surgen de un trabajo de campo realizado en un importante centro de consumo como es la ciudad de Buenos Aires, investigaciones previas realizadas en otras ciudades del país (Mar del Plata, Córdoba y Mendoza) han llevado a conclusiones similares;

6 puesto que ha quedado en ellas claramente evidenciada la falta de información acerca del proceso productivo de orgánicos y su certificación; la mayor confianza asociada al lugar de procedencia del producto, y el insuficiente abastecimiento en el mercado local, entre otras cuestiones analizadas. Autores: Elsa Rodríguez, Beatriz Lupin y Victoria Lacaze Facultad de Ciencias Económicas y Sociales Universidad Nacional de Mar del Plata