Uso de los Omega 3 en la Salud de la Mujer

Transcripción

1 Uso de los Omega 3 en la Salud de la Mujer Dr. Sánchez Borrego El Dr. Rafael Sánchez Borrego es ginecólogo y responsable de DIATROS, Centro de Atención a la Mujer en Barcelona. Durante toda la jornada del III Curso sobre Nutrición de 100% Natural celebrada el 7 de marzo de 2015, actuó como moderador de las ponencias, y nos presentó los posibles usos de los ácidos grasos omega 3 en la Salud de la Mujer. Buenos días a todos y bienvenidos a la. Como ginecólogo, os preguntaréis qué hago yo aquí?. Pues los ginecólogos cada vez más estamos haciendo de guía para la salud de la mujer. En cuanto al tema que nos ha traído aquí, la inflamación, no debemos dejar pasar por alto sustancias o moléculas como las citoquinas, interleuquinas, TNF alfa, etc., que van a tener un efecto en la inflamación de nuestro organismo, que se manifiesta en muchas patologías de la mujer: enfermedades cardiovasculares, artritis, osteoporosis y enfermedad de Alzheimer, entre otras. En conjunto, la inflamación va a afectar a la funcionalidad de nuestro organismo. Por ello, es importante enmarcar todos los aspectos que causan inflamación, y creo que estamos en el momento y lugar adecuado. Cada vez más buscamos alternativas naturales al uso de fármacos, y se están buscando productos naturales que puedan reducir la inflamación. Los Ácidos Grasos Esenciales Omega 3 (AGES) se están promoviendo como uno de los antiinflamatorios naturales más importantes. Por qué se denominan ácidos grasos esenciales? Si miramos atrás en la historia, los experimentos realizados demostraron como en el momento en el que se empieza a restringir la grasa en la dieta de los animales, empieza a haber déficits nutricionales importantes. A partir de aquí es cuando empieza a usarse el término de grasas esenciales: grasas que son importantes para nuestro crecimiento y desarrollo y que solo

2 podemos aportarlas de forma exógena con la dieta o a partir de complementos dietéticos. Como ejemplo tenemos varios estudios epidemiológicos en poblaciones de esquimales de Groenlandia, que muestran que tienen menos enfermedades inflamatorias y autoinumnes (psoriasis, artrosis y esclerosis múltiple) comparado con poblaciones de esquimales que habían emigrado a países industrializados del occidente. Historia de los ácidos grasos Omega 3 En 1929 se descubrió que los ácidos grasos poliinsaturados son necesarios para la supervivencia de los animales de laboratorio, especialmente aquellos que se extraían de aceite de pescado. En Noruega, se produjo un cambio hacia una menor proporción de enfermedades del corazón y a una mayor longevidad cuando se vieron obligados a comer más pescado y menos carne y grasas animales durante la Segunda Guerra Mundial. Los esquimales de Groenlandia tienen una mejor salud cardíaca y una mayor longevidad en comparación con las personas de Dinamarca, a pesar de que los esquimales comían una dieta rica en grasas. En 2004, la FDA (Food and Drug Administration) afirma que "la investigación de apoyo pero no concluyente muestra que el consumo de ácidos grasos omega 3 EPA y DHA puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria". Fuentes de Ácidos Grasos Esenciales (AGES) Los AGES son grasas esenciales para nuestro organismo. Dependiendo de la fuente de origen de estos ácidos grasos, tendremos en nuestro organismo mayor o menor cantidad de Omega 3, 6 y 9. El equilibrio que exista entre estos ácidos grasos es lo que desencadenará un proceso proinflamatorio o antiinflamatorio. 2

3 Vamos a diferenciar entre los omega 3 y 6, y la relación entre ellos. Ambos ácidos grasos van a producir eicosanoides que van a intervenir en los procesos inflamatorios. Los derivados del omega 6 son eicosanoides proinflamatorios, el ácido araquidónico (leucotrienos, tromboxanos, prostaglandinas E2), y los derivados del omega 3 son eicosanoides antiinflamatorios (EPA y DHA), que van a tener una labor de contra balance. Vamos a ver como este disbalance o el equilibrio entre los eicosanoides que derivan del omega 6 y del omega 3 va a interferir en nuestra salud. Se hicieron estudios epidemiológicos y observacionales con animales, y a día de hoy, cada vez hay más diseños de estudios para que podamos tener evidencias de nivel 1, los ensayos clínicos con humanos, la máxima evidencia con estos complementos alimenticios. Están apareciendo nuevos descubrimientos gracias a las investigaciones científicas. Se han descubierto unos metabolitos que tienen un efecto antiinflamatorio muy potente y van a tener una repercusión en nuestro organismo: Resolvinas y Protectinas. 3

4 Se han llevado a cabo estudios en animales y en humanos con enfermedad periodontal, y se vio que estas moléculas son una señal de alerta de cara a la salud de la persona. Las resolvinas están haciendo que se active todo lo que es el proceso inflamatorio. La inflamación es el proceso que nos defiende de las agresiones del exterior. Pero dependiendo del tipo y de la duración en el tiempo de esta inflamación, va a tener unas consecuencias en la salud de la persona. Cada vez más sabemos cómo resolver los procesos inflamatorios. Omega 3 en la mujer Desde el punto de vista ginecológico, la inflamación es un factor a tener en cuenta en muchas enfermedades: dismenorrea, embarazo, depresión, menopausia, riesgo cardiovascular, osteoporosis, infertilidad y cáncer de mama. Omega 3 y dismenorrea La dismenorrea es la enfermedad que provoca mayor absentismo escolar y laboral en nuestro mundo. El 50 60% de las mujeres tienen dolor de regla. La dismenorrea primaria se ocasiona por el desequilibrio entre los eicosanoides vasodilatadores y antiinflamatorios derivados de los omega 3 y los eicosanoides vasoconstrictores y proinflamatorios derivados de los Omega 6. Este disbalance va a tener repercursión en la fase lútea, la 2º parte del ciclo menstrual. Es aquí donde la liberación de prostaglandinas proinflamatorias provoca la contracción de las fibras musculares del útero. Si reducimos estas prostaglandinas proinflamatorias con un aumento de la ingesta de Omega 3 antiinflamatorios, reduciremos el dolor en estas mujeres, disminuyendo así la dismenorrea. 4

5 Omega 3 y reproducción Cuál es la ventana crítica de actuación? Tanto en el hombre como en la mujer, el mayor problema de fertilidad es la edad, que es el principal factor de esterilidad o infertilidad. Vemos que el disbalance entre los procesos proinflamatorios y antiinflamatorios va a tener repercursión en la calidad y número de espermatozoides, en su movilidad y en su forma, basado en estudios científicos. El aporte de omega 3 en el hombre va a tener una mejora tanto en la cantidad como en la movilidad de los espermatozoides, así como en la reducción de las formas anormales. En la mujer, dependiendo del momento en que le suplementemos omega 3, va a tener una repercusión u otra. En el embarazo, los omega 3 ayudan a que sea un embarazo viable, que el feto tenga un mejor medio intrauterino, que se desarrolle mejor el feto, etc. El periodo crítico del embarazo es la implantación del óvulo fecundado en el endometrio. Cuando el huevo fecundado llega al endometrio, es aquí donde ocurre el 40% de los casos de infertilidad o esterilidad. Los omega 3 van a disminuir la producción de tromboxano en las células endometriales, mejorando así la implantación del óvulo fecundado. Omega 3 y Enfermedad de Ovarios Poliquísticos Esta enfermedad tiene una incidencia en el 1 4% de las mujeres, y el 50% de ellas con amenorrea secundaria. Esta enfermedad tiene causas genéticas, está asocidada a resistencia a la insulina y al disbalance de eicosanoides por déficit de Omega 3. Hay un estudio del 2013 (Oneg & Moderris, Efficacy of omega 3 in the treatment of polycystic ovary syndrome), que muestra que es ese disbalance entre omega 6 y 3 el que va a repercutir en el síndrome. Y cómo el aporte de omega 3 va a ayudar a regular su ciclo menstrual, aunque todavía no sabemos con certeza qué cantidad o dosis debemos utilizar. Lo que carecen estos estudios es la homogeneidad de las dosis. Omega 3 y embarazo El aporte de omega 3 va a favorecer que haya un mayor flujo en el lecho uterino y sobre todo que no haya un aumento de prostaglandinas proinflamatorias. El Omega 3 tiene un papel muy importante en la prevención de la prematuridad. Se ha visto que las mujeres con prematuridad van a tener mayor cantidad de tromboxano (eicosanoide proinflamatorio) a nivel de la leche materna después de dar a luz que las mujeres que han tenido un embarazo normal. El aporte de omega 3, como media, va a aumentar una semana el tiempo de un embarazo. Una semana es muy importante, tanto para el desarrollo neuronal como somático del recién nacido. Dependiendo de la cantidad de omega 3, el feto va a tener un mejor o peor desarrollo cognitivo, visual y de comportamiento. Es necesario tener un equilibrio entre omega 6 y omega 3 correcto, y si no lo conseguimos con la dieta, tenemos que aportarlo a través de 5

6 complementos alimenticios. El equilibrio tiene que ser antes, durante y después del embarazo, para que el niño tenga las mejores características posibles. Es necesario que durante la lactancia se mantenga ese equilibrio. Las mujeres con menos omega 3 tienen mayor posibilidad de padecer depresión postparto. Se dice que una mujer embarazada va a perder la mitad de los omega 3 a partir de la segunda mitad del embarazo. De forma natural por la dieta, solo se consigue reestablecer a los niveles antes de Omega 3 de 6 a 7 meses después de haber dado a luz. Por tanto, existe una ventana crítica muy importante, que tenemos que resolver. Depresión y perimenopausia Los cambios hormonales en el ciclo menstrual también provocan repercusión en los ácidos grasos poliinsaturados. El suplemento de EPA y DHA comparado vs placebo, va a tener un efecto en todas las escalas de depresión de la embarazada: tanto el bienestar como la menor sensación de depresión, en 12 semanas de complementación. En la perimenopausia, hay cambios de humor comunes, también con trastornos de sueño, que pueden verse regulados con un correcto balance de los omega 6 y 3. La terapia hormonal sustitutiva (THS) siempre se ha creído que ocasionaba cáncer de mama. A nivel cardiovascular, se han visto estudios de cómo cuando se aplicaba esta terapia hormonal había beneficios a nivel cardiovascular, con una dilatación de las arterias y una reducción del colesterol. La THS va muy bien a nivel observacional, salvo en algún estudio que se vió que provocaba mayor tasa de eventos cardiovasculares: aumentaba los triglicéridos y los niveles de Proteína C Reactiva (PCR), marcador inflamatorio. En la actualidad, en los casos en que hubiera que administrarse THS, se tendría que suplementar conjuntamente omega 3, para intentar evitar el proceso proinflamatorio. 6

7 Omega 3 y Menopausia La suplementación de EPA y DHA vs placebo mejoran la calidad de vida de las mujeres menopausicas, disminuyendo los sofocos y la sudoración nocturna. Los omega 3 también mejoran marcadores lipídicos: reduce el LDL, favorece que aumente el HDL, y tiene un efecto positivo sobre los triglicéridos. Ha aparecido un estudio en el que se valoraba si el uso de omega 3 en la premenopausia tenía un efecto a largo plazo en cuanto a enfermedades cardiovasculares, saliendo un resultado negativo; pero en postmenopausia sí se mostró un efecto positivo. Entonces, aquí me queda una duda Cuándo empezamos a tomar omega 3 de cara a la enfermad cardiovascular en la mujer, antes o después de la menopausia? 7

8 En cuanto a la osteoporosis, el desgaste de la masa ósea tanto a nivel de la piel como del hueso, los omega 3 tienen mucho que decir. Las prostaglandinas proinflamatorias son un marcador o un provocador de mayor resorción ósea. Si antagonizamos con los omega 3 estas prostaglandinas, vamos a evitar este mayor desgaste de hueso. Omega 3 y cáncer de mama Toda la vida se ha relacionado el consumo de grasas con el cáncer de mama. Son las grasas saturadas, las trans y los omega 6 los que tienen un efecto deletéreo sobre la mama. Las mujeres que consumen más grasas (EEUU), tienen un mayor riesgo de cáncer de mama que las mujeres que hacen dieta mediterránea. 8

9 Si volvemos a los esquimales, todos los estudios epidemiológicos nos dicen que tienen menos cáncer de mama porque las grasas que comen ellos, las de pescado, son las saludables y esenciales. A partir de aquí se promueve que la mayor ingesta de omega 3 va a tener un papel favorable en la prevención e incluso tratamiento del cáncer de mama, como terapia coadyuvante con tamoxifeno (anticancerígeno). El uso de omega 3 disminuye el riesgo de cáncer de mama. Las mujeres sin estrógenos endógenos, cuando toman omega 3 disminuye su riesgo de cáncer de mama. Cada vez hay más estudios que evidencian su papel preventivo (aunque necesitamos más estudios). Omega 3 y envejecimiento Se está hablando de evitar la sarcopenia con suplementación de Omega 3. La sarcopenia causa una menor cantidad de masa muscular que provoca mayor inestabilidad y peor apariencia física, que tiene una repercusión en la funcionalidad del organismo. Existen estudios aleatorizados y controlados en los que la suplementación con omega 3 evita la sarcopenia. Hemos ido haciendo un paseo por la vida de la mujer, cómo evitar el disbalance entre omega 6 y omega 3, que va a tener una repercusión en su salud. 9

10 Conclusiones finales: La inflamación va a afectar a la funcionalidad de nuestro organismo. Por ello, es importante enmarcar todos los aspectos que causen inflamación. La inflamación es el proceso que nos defiende de las agresiones externas. Dependiendo del tipo y de la duración, está inflamación va a tener consecuencias en nuestra salud. Cada vez más se están buscando alternativas naturales a los fármacos. Los Ácidos Grasos Esenciales Omega 3 (AGES) se están promoviendo como uno de los antiinflamatorios naturales más importantes. Los omega 3 son ácidos grasos esenciales para nuestro organismo y sólo podemos adquirirlos con la dieta o complementos alimenticios. Es muy difícil alimentariamente cubrir las ingestas adecuadas de ácidos grasos con una alimentación saludable. En los últimos 50 años, se ha perdido la 5ª parte de la concentración de omega 3 que tenemos en nuestro cuerpo. El equilibrio entre los ácidos grasos Omega 6 y Omega 3 es lo que desencadenará un proceso proinflamatorio (mayor cantidad de Omega 6) o antiinflamatorio (mayor cantidad de Omega 3) en nuestro organismo. Todos los estudios demuestran la importancia de mantener un equilibrio correcto a favor de los Omega 3. Son necesarios más estudios clínicos en humanos y homogeneizar las dosis de Omega 3, para poder tener resultados homogéneos y convincentes. 10