Natalia, la primera compañera de Chiara nos cuenta - 24 de junio Natalia La primera compañera de Chiara nos cuenta - 24 de junio 2006

Transcripción

1 Natalia La primera compañera de Chiara nos cuenta - 24 de junio 2006 Cuando encontré a Chiara, tenía 19 años. Pero antes les cuento algo, como era antes, qué conversión Dios me hizo hacer, de a poquito, para encontrarme con Chiara. Miren, cuando tenía más o menos la edad de ustedes Imagínense, les hago reír un poco, pueden imaginarse, era distraída, realmente distraída. Mi papá me decía, estás siempre con la cabeza en las nubes! Cuando tenía más o menos la edad de una gen 4 Natalia era muy, pero muy distraída. Pero estás siempre con la cabeza en las nubes! (le decía a menudo el papá) Era distraída también en la escuela Y sobre todo durante ciertas clases. Le gustaba mirar hacia fuera, por la ventana a los pajaritos que volaban. Por la calle, caminaba con la cabeza hacia abajo, mirando al suelo. Mientras se imaginaba muchas historias y le parecía que ella misma vivía las cosas que imaginaba. Un día fue al negocio a hacer las compras para su mamá. De vuelta, como siempre, caminaba mirando el suelo e imaginando tantas cosas. De pronto, siente algo blandito sobre su cabeza. Saben que era? Era un burrito que la miraba. Natalia tuvo tanta vergüenza que empezó a mirar para todos lados, izquierda, derecha, para estar segura que nadie la vio porque seguro le contarían a su papá y él la hubiera retado Despiértate! Le decía. No estés siempre con la cabeza llena de fantasías y sobre las nubes por suerte nadie la había visto.... Si, si y me acuerdo siempre de eso y estoy un poquito así pero ahora es todo diferente, el Señor Dios hizo un gran trabajo en mi alma. Otras fantasías vienen ahora. Traté de cambiar, de estar atenta, de hacer una cosa, otra, pero después era siempre la misma pero el Seño Dios se ocupó, saben? Cuando fue más grande, a Natalia le encantaba ir a bailar. Antes no habían discotecas como ahora, se bailaba en casa, con la familia, con los amigos. Todas estas cosas: el baile, los paseos, andar en bicicleta, a Natalia le gustaban muchísimo, pero no se comprometía del todo en algo. A cierto punto, hubo un gran dolor en mi familia, éramos 5 hermanos, mi hermano, yo y 3 hermanas. Mi papá se enfermó de algo muy grave.

2 Desde ese momento Natalia se volvió cada vez más seria, y rezaba siempre a la Virgen para que se curase su papá. Pero dentro suyo pensaba: quien sabe que quiere Dios? Era la más grande las hermanas, la mamá tenía que trabajar y ocuparse del resto de la familia, entonces ella se quedaba mucho con su papá. Durante el verano, fueron a un pueblito en las montañas para que no sufriera tanto el calor. Allí, Dios me hizo hacer una gimnasia de actos de amor. No podía estar en mis fantasías, pensar a mis futuros sueños, en vez no, tenía que estar atenta para amarlo, y amarlo justo. Porque quizás queriendo hacer tantas cosas por amor, quizás me equivocaba. Porque él ya no tenía la fuerza para hablar, para decirme, o de quejarse era cada vez más bello y santo mi papá. Me contaba cosas hermosas, de paraíso cuando estábamos allí. Y yo cada vez más, cada vez más estaba atenta para amarlo, hacerle la comida, cuidarlo, de día y de noche. Todos actos de amor. Y esta fue una buena gimnasia en el amor que me hizo hacer Dios. Después mi papá se fue al paraíso. En mi vida yo siempre trabajé, les dijo el papá antes de ir al cielo, y no pude rezar mucho, háganlo ustedes por mí. Quiéranse mucho. Natalia tenía entonces 17 años, y tuvo que trabajar para ayudar a su mamá. Y hacer estudiar a sus hermanitas que eran todas más chicas. Entonces sucedió así. Vi que todas las cosas que antes me gustaban: ir a bailar, al cine, en ese tiempo no existía la televisión, estas cosas me cansaban. Me dejaban dentro un vacío Tenía nostalgias de cuando estaba con papá que lo ayudaba, porque en ese tiempo tenía el corazón lleno. No sabía porque, y me decía que haré de mi vida. Soñaba tener un gran amor, pero... pero no encontraba respuesta a esto. Mi mamá me dijo entonces: bueno, porque no rezás a la Virgen, cuando yo era chica, chica con vos, yo iba siempre a un santuario cerca de Trento. Y allí rezaba a la Virgen para que me ayudara, y siempre me salvó, siempre me ayudó. Así, Natalia empezó a ir a este santuario. Fue muchas veces. Rezaba y decía: Yo no sé que quiere Dios, y no sabía tampoco qué pedir. Más pasaba el tiempo, más segura estaba que una respuesta llegaría. De hecho, un día llegó la respuesta que estaba esperando. Fue a confesarse, y el sacerdote quizás la vio triste y le dijo. Mira, yo quisiera que conozcas a la maestra que enseña en el orfanato de Trento, donde soy el director. La invité a hablar a un grupo de chicas y si vienes te la presento. Es un alma toda de Dios, llena de Dios. A Natalia, estas palabras le quedaron grabadas

3 Llega el día del encuentro. Llego a la Iglesia y veo un grupo de chicas y de señoras, pocas, que me parecían todas tristes como yo porque yo veía todo triste, veía todo oscuro. Después, me atrajo la mirada una persona que llegaba. Era una chica ya se dieron cuenta quien era sí! Chiara. Yo no lo sabía, pero me cuenta que era muy linda, pero más que eso me impresionaba su mirada llena de amor. Conocen esa fotografía de Chiara que tiene el guardapolvo de maestra? Era del tiempo en que ella enseñaba y tenía la mirada llena de amor. Y yo decía quién será, quien será? Yo veía que ella tenía una forma de ser ella amaba, yo en vez estaba allí.. y me decía estar todo el día con estas señoras, que me parecían todas tristes no veía la hora de irme. Pero apenas ella llegó, me olvidé de todo, de mis críticas, etc. Porque algunas estaban vestidas mal. Sin embargo ella estaba bien vestida, era linda, yo creo que si María hubiera nacido en ese tiempo se vestiría así. A mi que quedaron muchas ganas de saber quien era. No pude pensar mucho porque enseguida se abrió la puerta de la Iglesia, porque empezaba la misa. Saben que hice, la dejé entrar y me senté en el banco de atrás. Y saben, me parece que me puse a rezar así, para poder mirarla, entre los dedos. Cada movimiento que ella hacía. Como rezaba, como estaba recogida. Y se veía que dentro tenía una gran riqueza espiritual, en el alma. Cada vez más tenía el deseo de saber que tenía dentro del alma. Que podría pensar. Hasta cuando fue a comulgar, cuando regresaba estaba tan recogida que se veía que dentro estaba Jesús. Entendieron como era? Cando salieron de la Iglesia, el sacerdote las invitó a ir a un aula y le pidió a Chiara que les hablara. Natalia estaba muy feliz, ahora sí podré saber que piensa, que hace, que tiene en su corazón. Chiara habló del amor, como la cosa más hermosa de la vida. El amor entre el papá y la mamá, el amor entre los hermanos, el amor de los hijos. Yo los veía uno más lindo que el otro. Y como los decía ella creo que es como se ve desde el cielo. Bello, bello. Y después dice, también este amor así hermoso está destinado a terminar. Porque alguno muere, el otro cambia, y entonces cómo se hace? Y allí daba la respuesta: Si todos estos amores, sobre la tierra son hermosos pero terminan, es más bello el amor que Dios creó, como será Dios que creó todos estos amores? Yo me recuerdo que estas cosas me las creaba y las sentía tan verdaderas, era una luz muy grande. Era tan verdadero que me parecía ver a Dios que es amor, como un sol, que nos ama siempre, que desde siempre nos amó. Y Chiara nos decía; te ama y te amará siempre. Era una realidad que yo sentía. En ese momento vi toda mi vida anterior a os 19 años, con todos estos dolores, vacíos, todo negro, desilusiones, si Dios lo permitió es porque me amaba y me amará siempre, para mi felicidad. Era una realidad que sentía, y entonces dentro de mi sentí que Dios me llamaba a vivir así. Dentro de mi sentí este es tu camino! Este es tu camino, no tanto si me casaré, si me formaré una familia. Esto no lo pensé, sentía: este es tu camino. Amar así, si después

4 me casaba o no, amar a un marido, a los hijos y amigos que vendrían no importaba, sino amar así. Porque creía que Dios me amaba y por lo tanto podía estar segura que alguno me ama. Y por lo tanto bastaba amar así, como pensaba que Dios me ama a mi. Y así con esta seguridad, amar a los demás. Todo esto lo sentí en un momento. Me di cuenta que Chiara amaba así. Después casi no veía a Chiara que tenía adelante, porque era fuerte fuerte que era Dios que le hacía hablar así. Dios que le hacía decir estas cosas. Natalia regresó a su casa feliz. Los días después del encuentro, le parecía que caminaba no en calles estrechas, pequeñas. Que no pisaba la tierra sino como si fuera en un avión. Sin miedo a que la ofendieran, solo veía la alegría de dar amor a los demás. Segura del amor de Dios. Así en su casa, en la oficina, Natalia, aunque no la amaban, ella no dejaba de amar, hasta también la amaran. Tenía el alma, rica de amor por todos. Y sabía que esta gran luz venía de Chiara. Desde su encuentro con ella. Era muy lindo. Me dije entonces: donde tengo que ir para continuar a amar así? Tengo que regresar con Chiara. Entonces pregunté donde quedaba la escuela donde enseñaba y fui a verla. Toque el timbre Natalia era una chica muy pero muy tímida. Tenía vergüenza al encontrar a las personas. Le abrió la puerta Chiara que parecía que la estuviera esperando. Pensó que la encontraría trabajando con los chicos de la escuela, pero apenas tuvieron un recreo, la llevó a un pequeño saloncito. Donde quiso saber de su familia, que hacía, que le contara todo de su vida. Después Chiara le contó que se había inscripto en la universidad de Venecia, y que por la guerra no pudo ir. Pero que apenas pudiera trataría de ir. Es más se ofreció a ayudar a Natalia a ingresar a la universidad. Le decía: yo te preparo, no importa que hayas hecho solo estudios comerciales. Nunca Natalia se sintió amada así por una persona. Pensaba: sólo Dios es capaz de tanto amor. Tomé coraje, era tímida, tímida. Y le dije: escucha, escucha Chiara. Ese día que vine a escucharte, y que te conocí por primera vez, voz me diste una gran luz, me convenciste de Dios amor. Pero no solo me convenciste, yo sentí que es así. Regresé a casa feliz, y tenía amor por todos. Porque, porque no se lo dices a todo el mundo. Así todos sería como yo felices de saber esas cosas. Y ella me dijo: Mirá Natalia, nosotras no hacemos prédicas, debemos decirlo nosotras, con nuestra vida al mundo, no tanto con las palabras. A los que nos pasan cerca, que Dios es amor.

5 Yo la miraba. Y ella: sí tenemos que testimoniar que es Jesús quien trajo el amor sobre la tierra. Pero cómo? Mira, tratemos de hacer cada momento, de amar a todos como haría Jesús. Amar a todos como los amaría Jesús si estuviera en nuestro lugar. Porque Jesús es el amor sobre la tierra. Yo pensaba y sentía que esto era posible. Hacer en cada momento lo que Jesús haría en nuestro lugar. Entonces le dije: Chiara, si hacemos así, llegaremos a todo el mundo? Cierto que llegaremos a todo el mundo! Mira, Napoleón conquistó medio mundo! Y después que quedó? Nada! Mira los santos, aquellos que hicieron lo que Jesús haría en su lugar, ellos ayudan también después de muertos a los demás a amar. Verás que será así! Ves? Si tirás una piedra en el agua? Si no estuviera la orilla, los círculos, irían hasta el infinito! Es así cuando haces un acto de amor como lo haría Jesús en tu lugar, tu acto de amor va al infinito, porque el amor divino es así. Es infinito. Que lindo! Natalia, estaba encantada con todo lo que Chiara le contó. Todo le parecía posible. Regresó a su cas segura que también ella podría amar de ese modo. Porque Chiara la había amado así. Enseguida le vinieron las ganas de probar con su mamá, con sus hermanas. También las personas que encontraba, entendió que también esas eran amadas así por Dios. Quería amar a todos así, hasta que comprendieran y sintieran que eran amadas así por Dios. Desde ese momento, la vida fue distinta. También en casa. No siempre fue fácil, porque saben, el hombre viejo venía, pero enseguida enseguida, esta luz nunca me abandonó. Y después fui siempre junto a Chiara. Todas las noches, o en el refugio, siempre que podía iba junto a Chiara. Porque ella me enseñaba a amar cada vez más. Pero no solo yo, después Dori y otras y otras. Pero no les cuento la historia de cuando ellas encontraron a Chiara, les cuento solo la mía. Ven, después Chiara me dio una palabra de vida: Mi palabra de vida es: una sola cosa es necesaria: Amar. Después fui feliz, cada vez más feliz, y podía dar la felicidad a todos, saben? A donde iba. Y si no estaba, venía después, le preguntaba a Jesús qué hacer? Pero después saben, todos aprendieron a amar como enseñaba Chiara, porque lo que me enseñó a mi, también lo aprendieron ustedes, no es cierto?